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ESCUELA DE FORMACION DE LAICOS

“MONS. JUAN NAVARRO RAMIREZ”


Diócesis de ciudad Altamirano Gro.

MATERIA
(AFECTIVIDAD Y MANEJO DE SENTIMINETOS)

FACILITADOR
(Seminarista: Moisés Ascencio Chávez)

ESPECIALIDAD
Semestre-Enero-Junio 2024

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I. Entre la emoción y la reacción

Las emociones son procesos psicológicos que nos presentan un valioso servicio, al
hacer que nos ocupemos de lo que realmente es importante en nuestra vida. Como si fuera
un sistema de alarma, nos señalan las cosas que son peligrosas o aversivas, y que por lo
tanto debemos evitar, y las cosas que son agradables o apetitivas, y las que por lo tanto
debemos acercarnos. Pero las emociones pueden ser también consideradas como uno de los
procesos psicológicos más complejos y difíciles de explicar.

Para hacer una primera aproximación al estudio de la Psicología de la Emoción, si


realizamos una revisión de la literatura científica, nos encontramos con cuatro elementos
que, de forma consensuada, se consideran esenciales para entenderlas.

El primero de estos elementos es la presencia en las emociones de cambios


fisiológicos. Cada emoción parece tener su propio modo de reacción fisiológica, que puede
incluir desde cambios en el sistema nervioso autónomo (como por ejemplo, el aumento en
el ritmo del corazón, el enrojecimiento de la piel de la cara o el erizamiento del vello),
cambios en el sistema nervioso central (activando o inhibiendo determinadas estructuras
neuronales) y en la secreción hormonal (epinefrina y norepinefrina – adrenalina y
noradrenalina-). En este contexto, hay cambios fisiológicos que tienen una relevancia
adicional y son los que tienen lugar fundamentalmente en la cara, ya que además de formar
parte de la experiencia emocional como el resto de los cambios, al ser manifiestos
comunican a los demás nuestros estados emocionales (Cacioppo y Gardner, 1999).

Un segundo de variables es la denominada “tendencia a la acción” o afrontamiento, que


incluye acciones tales como la agresión, la evitación, la curiosidad o la adopción de una
determinada postura corporal, lo que sugiere un tipo de respuesta concreta de
afrontamiento. Una de las funciones principales de la emoción es precisamente el dar
respuesta a las situaciones del entorno que nos son emocionalmente importantes, por ello
todas las emociones incluyen una movilización de acción encaminadas a resolverlas
(Lazarus, 1991).

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El tercer elemento, se asocia a la experiencia subjetiva de la emoción o sentimiento.
Se refiere a lo que la gente experimenta cuando se siente irritado, ansioso u orgulloso
(Valleranad y Blanchard, 2000). Se trata de las señales de aviso que las emociones hacen
conscientes para reclamar nuestra atención. Este componente subjetivo de las emociones
humanas es probablemente el más estudiado de todos, como una señal convincente de que
la persona se enfrente a un tipo de emoción particular (Smith, 1989).

Una cuarta aproximación, se refiere a la emoción como un sistema de análisis y


procesamiento de información. Ortony, Clore y Collins (1988) propusieron que las
emociones se producen a través de procesos cognitivos y que, por lo tanto, van a depender
de la interpretación que cada persona haga de las distintas situaciones. Se asume que las
emociones ocurren debido a una valoración (positiva o negativa) de las situaciones y así,
una misma situación puede provocar en distintas personas emociones diferentes. Además,
algunas emociones como por ejemplo el asco, son menos cognitivas que otras como por
ejemplo la vergüenza.

Aunque como hemos indicado existe un cierto consenso sobre estos cuatro
componentes, la aquiescencia no es general. La "necesidad" de la aparición de cambios
fisiológicos en todas las emociones, por ejemplo, parece plantear problemas con la
identificación de algunos cambios en las emociones (por ejemplo en la tristeza o el orgullo)
e incluso pueden ser necesarias para admitir la posibilidad de que algunas emociones se
caractericen por cambios fisiológicos, mientras que otras no (Lazarus, 1999). Además,
aunque algunos autores sostienen que la tendencia a la acción es la parte central o núcleo de
una emoción (por ejemplo, Frijda, 1986), otros no le conceden mucho valor, e incluso hay
quienes consideran innecesaria la identificación de la tendencia de acción en todas las
emociones (por ejemplo, Ortony, Clore y Collins, 1988).

La tendencia de acción se puede ocultar o simplemente puede no ser particularmente


evidente (por ejemplo, en el caso de la tristeza o la alegría), o puede ser limitada por reglas
informales de comporta- miento social que consideran inapropiado un comportamiento en
una situación determinada (Vallerand y Blanchard, 2000). También sobre la "experiencia
subjetiva" parece haber algunas reservas por parte de algunos científicos sobre la validez de

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los autoinformes que describen la experiencia emocional de la persona, ya que hay
circunstancias en las que puede ser severamente distorsionada.

 Funciones de las emociones

En lo que se refiere a las funciones que todas las emociones deben cumplir, que es
lo que las hace útiles y beneficiosas, según Reeve (1994) son: la función adaptativa, la
función social y la función motivacional. En el Cuadro 2.1 se recogen las principales
funciones que cumplen las emociones.

CUADRO 2.1. Funciones que cumplen las emociones.

FUNCION EFECTO
Adaptación Preparan al organismo para la acción
Social Comunicación nuestro estado de ánimo
Motivación Facilitan las conductas motivadas

La función adaptativa de las emociones fue puesta de manifiesto en primer lugar por
Darwin, quien argumentó que la emoción sirve para facilitar la conducta apropiada a cada
situación, lo cual le confiere un papel de extraordinaria relevancia en la adaptación. La
función más importante de la emoción es precisamente la de preparar al organismo para que
ejecute eficazmente una conducta exigida por las condiciones ambientales, que movilice la
energía necesaria para ello y que dirija la conducta a un objetivo determinado. Esto estaría
especialmente delimitado en el caso de las emociones primarias, cuyas funciones pueden
verse resumidas en el Cuadro 2.2.

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CUADRO 2.2. Funciones adaptativas de las emociones primarias.

EMOCION FUNCION ADAPTATIVA


Sorpresa Exploración
Asco Rechazo
Alegría Aflicción
Miedo Ira
Protección Tristeza
Autodefensa Reintegración

Así pues, estas funciones adaptativas permiten desarrollar las respuestas adecuadas a las
condiciones que felicitaron cada una de las emociones concretas:
• Por ejemplo, en el caso de la emoción de SORPRESA, su principal función adaptativa es
la exploración, que sirve entre otras cosas para:
 Facilitar la aparición de la reacción emocional y comportamental apropiada ante
situaciones nuevas. Para lo cual, elimina la actividad residual en el sistema nervioso
central que pueda interferir con la reacción apropiada ante las nuevas exigencias de
la situación sorpresiva.
 Facilitar la dirección de los procesos atencionales, focalizándolos y pro- moviendo
conductas de exploración, curiosidad e interés por la situación novedosa.
 Por último, reclutar recursos y dirigir los procesos cognitivos a la situación
novedosa que se ha presentado.
 En el caso de la emoción de ASCO, su función adaptativa fundamental es la del
rechazo, y sirve para:
 Producir respuestas de escape o evitación ante estímulos desagradables c que
son potencialmente dañinos para la salud.

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 Potenciar el desarrollo de hábitos saludables, higiénicos y, por lo tanto,
altamente adaptativos.
 En el caso de la emoción de ALEGRÍA, su función es la de afiliación, que entre
otros objetivos sirve para:
 Incrementar la capacidad para disfrutar de diferentes aspectos de la vida. Generar
actitudes positivas tanto hacia uno mismo, como hacia los demás; lo cual a su vez
favorece la aparición del altruismo y la empatía.
 Establecer nexos de unión entre las personas y favorecer las relaciones
interpersonales.
 Dotar a la persona de sensaciones de vigorosidad, competencia, trascendencia y
libertad.
 Favorecer los procesos cognitivos, de aprendizaje y memoria, aumentando la
curiosidad y la flexibilidad mental.

 En el caso de la emoción de MIEDO, su función primordial es la de protección y


sirve para:
 Facilitar la aparición de respuestas de escape o evitación ante situaciones peligrosas.
 Focaliza la atención casi exclusivamente en el estímulo temido, facilitando de este
modo que el organismo reaccione rápidamente ante el mismo.
 Movilizar una gran cantidad de energía, lo que permitirá ejecutar respuestas de
manera mucho más intensa y rápida, que como lo haríamos en condiciones
habituales.
 En el caso de la emoción de IRA, la función fundamental es la de autodefensa,
aunque puede llegar a la destrucción, sirve para:
 La movilización de la energía necesaria en las reacciones de autodefensa o de
ataque.
 La eliminación de obstáculos que impiden la consecución de los objetivos y metas
deseadas, y cuya obstrucción genera frustración.
 Por último, la reacción de ira no siempre tiene que concluir en agresión -verbal 0o
física-, ya que una de sus funciones adaptativas es precisamente intentar inhibir las
reacciones indeseables de otras personas y evitar así la situación de confrontación.

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 En el caso de la emoción de TRISTEZA, que es la emoción básica en la que
habitualmente resulta más difícil ver su función adaptativa, ésta es la de la
Reintegración, que sirve para:
 Aumentar la cohesión con otras personas, de manera especialmente mar- cada con
aquéllas que se encuentran en la misma situación.
 La reducción del ritmo de actividad general del organismo, potenciando de esta
manera la posibilidad de valorar otros aspectos de la vida, a los cuales antes de
aparecer la respuesta emocional no se les prestaba atención.
 Reclamar la ayuda de otras personas, mediante la comunicación a los demás de que
no se encuentra bien. Así mismo, sirve para apaciguar las reacciones de agresión
por parte de otros.
 Por último, fomenta la aparición de empatía y otros comportamientos altruistas.

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