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TEMA 4.

-Evaluación de riesgos profesionales

1. El trabajo y la salud

¿Cómo se relacionan el trabajo y la salud? ¿Qué beneficios aporta el trabajo a nuestra


salud?

La Organización Mundial de la Salud (en adelante OMS) define la salud como el estado de
bienestar físico, psíquico y social completo y no meramente la ausencia de
enfermedad. El desequilibrio o la pérdida de cualquiera de estos factores, implica el
quebranto de la salud.

De esta definición se entiende que salud no es la simple ausencia de enfermedad, sino que
incluye tres características: bienestar físico, psíquico y social.

El trabajo tiene efectos positivos para la salud de las personas. Gracias al trabajo una
persona puede satisfacer sus necesidades vitales pero tanto la salud como la calidad de vida
laboral, dependerán de las condiciones en las que este se desarrolle, es decir el trabajo
puede causar daños en la salud de los trabajadores.

La Constitución española en su artículo 40.2 obliga a los poderes públicos a desarrollar y


fomentar una política de protección de la seguridad en el trabajo. El derecho a la seguridad
en el trabajo también se especifica en el artículo 19.1 del Estatuto de los Trabajadores.

No obstante, la principal norma que regula en España todo lo relacionado con la seguridad
en las condiciones de trabajo se denomina Ley de Prevención de Riesgos Laborales, de 8
de Noviembre de 1995 (en adelante LPRL).

Esta ley surge como resultado de la directiva marco 89/391 de la unión Europea, que
obliga a que los estados miembros dicten una ley en consonancia con lo establecido en esta
directiva de la Unión Europea del año 1989.
1. Los riesgos profesionales: concepto y clasificación
¿En todos los trabajos existen riesgos? ¿Es importante conocer los riesgos a los que estoy
expuesto en una profesión? No todos los trabajadores y trabajadoras desarrollamos nuestra
labor en las mismas condiciones. Los mineros trabajan en las minas, los mecánicos en los
talleres, las enfermeras y enfermeros en los hospitales, los pescadores faenan en los
barcos,... Esto significa que en cada trabajo se dan condiciones laborales diversas, por lo
que los riesgos laborales también son diversos. Son las condiciones laborales las que
pueden generar riesgos para la salud de los trabajadores.

La LPRL en el artículo 4.7. define las condiciones de trabajo como cualquier


característica del trabajo que pueda tener una influencia significativa en la generación
de riesgos para la seguridad y la salud del trabajador o trabajadora. Quedan
específicamente incluidas en esta definición:

Las características generales de los locales, instalaciones, equipos, productos y


demás útiles existentes en el centro de trabajo.

La naturaleza y concentración de los agentes físicos, químicos y biológicos que se


encuentran presentes en el ambiente de trabajo. Por ejemplo: iluminación,
condiciones térmicas, ruido, vibraciones, radiaciones, etc.

Los métodos de utilización de los agentes citados anteriormente que influyan en la


generación de riesgos.

Todas aquellas características del trabajo, que incluyendo las relativas a su


organización y ordenación, influyan en la producción de riesgos. Por ejemplo:
horarios, repetitividad, autonomía, retribución, procedimientos, turnos, etc.

Por lo tanto, existe gran relación entre las condiciones de trabajo y el riesgo laboral.

La LPRL, en el artículo 4.2 define el riesgo laboral como la posibilidad que tiene un
trabajador de sufrir un determinado daño derivado de su trabajo. Los principales riesgos
son los físicos, químicos, biológicos, psicosociales y por sobrecarga física.

Se define, así mismo daños derivados del trabajo, las enfermedades, patologías o
lesiones sufridas con motivo u ocasión del trabajo.

Los elementos o condicionantes que pueden producir un riesgo y que están presentes en las
condiciones de trabajo se denominan factores de riesgo.

Por lo tanto, la prevención de riesgos laborales es el conjunto de medidas de


prevención y de protección que se toman para evitar o disminuir los riesgos laborales
en las empresas, que pueden producir daños en la salud, y lograr mejorar las
condiciones de trabajo para los trabajadores.
1.1. Riesgo grave e inminente

¿Hay algunos riesgos más peligrosos que otros? ¡Desde luego que sí!, por eso hay que
saber valorarlos. La LPRL en su artículo 4.4 se define como

Se entenderá como "riesgo laboral grave e inminente" aquel que resulte probable
racionalmente que se materialice en un futuro inmediato y pueda suponer un daño
grave para la salud de los trabajadores.

En el caso de exposición a agentes susceptibles de causar daños graves a la salud de los


trabajadores, se considerará que existe un riesgo grave e inminente cuando sea probable
racionalmente que se materialice en un futuro inmediato una exposición a dichos agentes de
la que puedan derivarse daños graves para la salud, aun cuando éstos no se manifiesten de
forma inmediata

Hay dos variables a tener en cuenta a la hora de

valorar un riesgo:

La probabilidad de que se produzca.

La severidad de sus consecuencias.

El riesgo más peligroso que existe es el calificado como grave e inminente.

2. Factores de riesgo
Hemos estudiado que riesgo es la posibilidad de que el trabajador sufra un determinado daño
derivado del trabajo. Partiendo de ello el factor de riesgo será el elemento o el conjunto
de variables que están presentes en las condiciones de trabajo y que pueden originar
una disminución de la salud del trabajador.

Para una mayor comprensión hemos clasificado los factores de riesgo en 3 grupos:

1. Riesgos derivados de las condiciones de seguridad: en este grupo se incluyen


aquellas condiciones materiales que puedan dar lugar a accidentes en el trabajo.
Estamos hablando de factores de riesgo derivados de:

Los lugares de trabajo.


Máquinas y equipos de
trabajo.
Riesgos eléctricos. Riesgo de incendio.

- La técnica de prevención de accidentes de trabajo es la Seguridad en el trabajo.

2. Riesgos derivados de las condiciones ambientales: son factores del medio ambiente
natural presentes en el ambiente de trabajo y que aparecen de la misma forma o
modificados por el proceso de producción y repercuten negativamente en la salud. Se
dividen en:

Riesgos o contaminantes de origen físico: Pueden repercutir negativamente a nuestra


salud: el ruido, las vibraciones, la temperatura, la iluminación y las radiaciones.
Riesgos o contaminantes de origen químico: Son sustancias químicas que durante la
fabricación, transporte, almacenamiento o uso pueden incorporarse al ambiente en
forma de aerosol, gas o vapor y afectar a la salud de los trabajadores. Su vía más
común de entrada al organismo es la respiratoria, pero también pueden penetrar por
vía digestiva o a través de la piel.

Riesgos o contaminantes de origen químico: Son sustancias químicas que


durante la fabricación, transporte, almacenamiento o uso pueden incorporarse al
ambiente en forma de aerosol, gas o vapor y afectar a la salud de los trabajadores.
Su vía más común de entrada al organismo es la respiratoria, pero también
pueden penetrar por vía digestiva o a través de la piel

Riesgos o contaminantes biológicos: Son microorganismos que pueden estar


presentes en el ambiente de trabajo y originar alteraciones en la salud de los
trabajadores. Pueden ser organismos vivos (bacterias, virus, hongos,...), derivados de
animales (pelos, plumas, excrementos,...) o vegetales (polen, madera, polvo
vegetal,...).

- La técnica de prevención para evitar enfermedades profesionales es la Higiene


Industrial

3. Riesgos derivados de condiciones ergonómicas y psicosociales: son aquellos


riesgos derivados de la carga física (esfuerzos físicos de todo tipo de manejo de
cargas, posturas de trabajo, movimientos repetitivos,...), la carga mental (nivel de
exigencia psíquica de la tarea, ritmos de trabajo, monotonía, falta de autonomía,
responsabilidad,..) así como los relacionados con la organización y estructura
empresarial. Pueden tener consecuencias a nivel físico pero, sobre todo, afectan al
bienestar mental y social (Nos referimos a variables como la jornada, horario, estilo de
mando, comunicación, participación y toma de decisiones, relaciones
interpersonales,...).
- La técnica de prevención para evitar estos riesgos son la ergonomía y la
psicosociología.
1. Riesgos derivados de las
condiciones de seguridad
¿Es seguro el lugar en el que trabajo? La mayoría damos por sentado que trabajamos en
buenas condiciones de seguridad, sólo nos damos cuenta de la falta de seguridad cuando
ocurre un accidente.

La especialidad de la Seguridad en el trabajo, desde el punto de vista preventivo, es el


conjunto de técnicas y procedimientos para evitar los accidentes y/o incidentes en los
puestos de trabajo.
Desde el punto de vista de la Ley General de la Seguridad Social, la Seguridad es la
técnica preventiva, no médica, que se ocupa del estudio y control de los riesgos que pueden
dar lugar a accidentes e incidentes.

Las condiciones de seguridad inadecuadas son aquellos factores de riesgo que pueden
originar los accidentes laborales. Los principales riesgos se deben a la falta de condiciones
de seguridad en los lugares de trabajo y a la manipulación de los equipos de trabajo:

1. Lugares de trabajo: se consideran lugares de trabajo todas las áreas de trabajo a las
que accede el trabajador o la trabajadora durante la realización del trabajo. También
están incluidas las áreas de tránsito y descanso, los aseos y los locales de primeros
auxilios. La utilización de estos lugares no debe originar riesgos para la seguridad y
salud de los trabajadores y trabajadoras, por lo que deberán cumplir las disposiciones
establecidas en el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen
las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo en
cuanto a sus condiciones constructivas.
Los daños que pueden producirse por la actualización de estos riesgos son:

Caídas al mismo y a distinto nivel de personas u objetos,

Choques con objetos,

Atropellos, etc.

2. Maquinas y Equipos de trabajo: recibe esta denominación cualquier máquina,


herramienta, instalaciones o vehículos de transporte utilizado en el trabajo. Los
principales riesgos asociados y sus posibles daños son:

Choques contra objetos móviles,

Contactos eléctricos y quemaduras,

proyección de partículas,

Atrapamientos,

Amputamientos,

Cortes, etc.
Para garantizar la seguridad de los equipos y que su manejo no ocasione riesgos al
trabajador o trabajadora, deberán cumplir dos condiciones básicas:

a. Utilizar máquinas con marcado CE

b. Seguir las instrucciones del fabricante respecto a su instalación,

utilización y mantenimiento.

c. Otras medidas preventivas pueden ser:


Empleo de resguardos y dispositivos de seguridad,

Iluminación y señalización adecuada,

Ropas holgadas,

No utilizar cadenas ni llevar el pelo suelto,

Utilizar Equipos de Protección individual (EPIS),

Formación e información de los trabajadores y trabajadoras.

3. Instalaciones eléctricas: los principales riesgos de una instalación eléctrica y sus


posibles daños son debidos a contactos eléctricos directos, indirectos, alta tensión,
incendios y explosiones.

4. Incendios: pueden producir daños tales como intoxicaciones, quemaduras internas y


externas, atrapamientos
4.1. Lugares de trabajo: El orden y la limpieza
El orden y la limpieza son un complemento básico para cumplir el objetivo de la seguridad.
Sin embargo en muchos centros de trabajo su inexistencia es algo normal, lo cual puede
actuar como factor desencadenante de:

Gran número de accidentes laborales

Provocar pérdidas de tiempo y de productividad,

Errores, fallos y averías,

Desmotivación,

Imagen negativa o incluso deplorable del lugar y de las personas que trabajan allí.

Por ello, todas las áreas de los lugares de trabajo, incluidos locales de servicio, almacenes,
escaleras, pasillos, vías de circulación, etc., han de mantenerse en todo momento en unas
condiciones de orden e higiénicas adecuadas.

4.2 Riesgos eléctricos

¿Conoces algún centro de trabajo, casa o local que carezca de instalación eléctrica?
Seguramente tu respuesta sea negativa. La electricidad es una fuente de energía muy
utilizada, y está presente en todos los ámbitos tanto en el laboral como en el familiar, no
obstante suceden pocos accidentes por esta causa, pero cuando suceden tienen
consecuencias muy graves para el ser humano, pudiendo producirle incluso la muerte en
pocos segundos.

Se produce un riesgo eléctrico siempre que una corriente eléctrica atraviesa el cuerpo
humano produciendo daños a la salud de diversa gravedad.

Los accidentes eléctricos pueden producirse de varias formas:

Por contacto directo, cuando la persona entra en contacto con las partes activas de la
instalación (enchufes, cables, etc.).

Por contacto indirecto, cuando el contacto se produce sobre elementos


accidentalmente puestos en tensión (la carcasa de una máquina).

Incendios, como consecuencia de un cortocircuito en la instalación eléctrica.

Incendios, como consecuencia de un cortocircuito en la instalación eléctrica.


¿DE QUÉ DEPENDE LA GRAVEDAD DEL ACCIDENTE ELÉCTRICO?

La gravedad de los accidentes por electrocución viene determinada por los siguientes factores:

1.- La intensidad de la corriente: es la cantidad de corriente que pasa por un


determinado conductor en la unidad de tiempo. Se mide en amperios (A). Es la causa
fundamental de los daños que se producen por la electricidad. A partir de 10 mA se
presentan contracciones musculares y dificultad para respirar, entre 25 y 50 mA
hay una fuerte tetanización muscular, quemaduras y asfixia a partir de 4 segundos,
es a partir de 1 A cuando sobreviene la fibrilación ventricular que desemboca en
paro cardíaco con alto riesgo de muerte.

2.- El voltaje o la tensión: es la diferencia de potencial entre dos puntos. Se mide en


voltios. A partir de 1000 voltios se consideran de alto voltaje. Cuando el accidente se
produce por corriente alterna el músculo se tetaniza y el accidentado no puede
soltarse del contacto eléctrico. Cuando el accidente se produce por la corriente
continua (una batería de un coche) produce una sola contracción de la musculatura,
pero tan intensa, que el accidentado sale despedido.

3.- La resistencia es la oposición que presenta el cuerpo al paso de la corriente. Se


mide en ohmios. La resistencia del cuerpo humano no es muy elevada, se localiza en
la piel y varía dependiendo de la superficie de contacto, la humedad, el tipo de calzado,
la edad, el peso, etc.

4.- El trayecto: es el camino que recorre la corriente a través del cuerpo humano, es
muy grave cuando atraviesa el corazón o los pulmones.

5.- El tiempo de contacto: es la duración de la exposición al riesgo.

4.3 . Riesgo de incendio


¿Qué es el fuego? El fuego es una reacción química resultado de la combinación del
oxígeno con una sustancia combustible y acompañado por la liberación de grandes
cantidades de energía en forma de luz y calor, además de gran cantidad de gases.

Para que se produzca un incendio son necesarios los siguientes 4 elementos:

Un combustible, que es la materia que arde al aplicar el calor.

Un comburente, que por lo general es el oxígeno presente en el aire.

Una energía de activación, que es la cantidad mínima de energía (calor) que


permite iniciar el proceso de ignición del material combustible.

Una reacción en cadena, que permite la continuidad y la propagación del fuego en el


tiempo, siempre que se mantenga el aporte de combustible, comburente y fuente de calor.

El conjunto de estos elementos se denomina tetraedro del fuego (representado en la figura).


¿Cómo se clasifican los incendios? Para clasificarlos debemos tener en cuenta el tipo
de combustible que ha causado el incendio. Según la Norma UNE 23.010, los incendios
pueden ser de cuatro clases:

Clase A: los combustibles son sólidos. Generalmente son de naturaleza orgánica


(como madera, papel, carbón, etc) y su combustión deja residuos sólidos.

Clase B: los combustibles son líquidos. Son sustancias inflamables o sólidos licuables
como gasolina, aceite, acetona, cera, etc.

Clase C: los combustibles son gases inflamables, como el butano, propano, gas ciudad,
etc.

Clase D: los combustibles son metales o productos químicos reactivos, como el litio,
circonio, potasio, etc.

Entre los principales riesgos podemos incluir los siguientes:

Vapores tóxicos: pueden producen asfixia.

Humo y gases calientes: pueden provocar quemaduras y formar atmósferas explosivas.

Pánico que altera el comportamiento normal de las personas llegando incluso al suicidio.

¿Qué métodos de extinción existen? Básicamente, los métodos de extinción se pueden resumir
en tres:

Sofocación: se actúa sobre el oxígeno evitando el contacto de éste con el


combustible, por ejemplo utilizando un extintor.
Enfriamiento: se actúa sobre el calor reduciendo la temperatura del combustible,
por ejemplo utilizando agua. El calor se consume intentando evaporar el agua.

Dilución: se actúa sobre el combustible dispersándolo y evitando que pueda ser


alimentado, por ejemplo, cubriéndolo con productos químicos.

Algunas medidas preventivas/protección que se pueden poner en práctica en los lugares de


trabajo:

Diseño de los edificios con materiales difícilmente inflamables , con cortafuegos e


instalación de sistemas de detección y alarma.

Instalación de sistemas de detección fija y extintores portátiles.

Mantener el orden y la limpieza y alejar cualquier combustible de las fuentes de calor


con adecuados almacenajes.

No fumar y apagar cualquier aparato que produzca calor cuando no se utilice.

Mantener en buen estado las instalaciones eléctricas y desconectar los equipos al acabar el
trabajo.

Formación de todos los trabajadores en la aplicación de todas las medidas,


realización de simulacros en la detección, alarma y evacuación de edificios.
5. Riesgos derivados de las condiciones ambientales
Los riesgos derivados de las condiciones medioambientales producen enfermedades
profesionales

La técnica de prevención es la Higiene Industrial y se ocupa de la prevención de las


enfermedades profesionales causadas por una exposición continuada a los contaminantes
físicos, químicos y biológicos presentes en el medio ambiente de trabajo

Un agente contaminante es una energía, un producto químico o un ser vivo que pueden
producir efectos nocivos en la salud de las personas cuando alcanzan una determinada
concentración en el ambiente.

En el ambiente de trabajo podemos encontrarnos con los siguientes agentes contaminantes:

Contaminantes/ agentes físicos: los forman el ruido, las vibraciones, el calor, el frío, las
radiaciones, etc.

Contaminantes/ agentes químicos: pueden presentarse en el ambiente de trabajo en


forma gaseosa, en forma líquida o en forma sólida (partículas). Hay muchos procesos
industriales en los que los trabajadores y trabajadoras están expuestos a estas
sustancias, como es el caso del manejo de detergentes, disolventes, pinturas,
barnices, aceites, insecticidas, etc.

Contaminantes/ agentes biológicos: los componen seres vivos de un tamaño


microscópico que pueden estar en el ambiente de trabajo y pueden llegar a provocar
enfermedades a los trabajadores y trabajadoras. Son las bacterias, virus, parásitos y
hongos. Hay actividades especialmente expuestas a estos microorganismos como por
ejemplo la producción de alimentos, trabajos con animales, trabajos en hospitales,
trabajos en laboratorios, trabajos en eliminación de residuos, etc.

Además de los factores ambientales existen otros factores adicionales:

Intrínsecos: son aquellos sobre los que el ser humano no puede ejercer control.
Ejemplos son la susceptibilidad de la persona, las características físicas, la edad, etc.

Extrínsecos: sobre ellos sí podemos ejercer alguna acción. Ejemplos son la duración
de la exposición al riesgo, concentración del contaminante, nutrición, etc.

Ese bienestar en el trabajo es uno de los aspectos básicos que influyen sobre nuestro
rendimiento, y por ello, uno de los objetivos básicos que toda empresa debería plantearse
sería lograr unas condiciones adecuadas para sus trabajadores y trabajadoras.

Los contaminantes físicos son manifestaciones de diversos tipos de energía que,


producidas por determinadas fuentes, pueden afectar a la salud de los trabajadores y
trabajadoras expuestos a ellas.

Las diferentes energías pueden transformarse unas en otras. Según su forma podrán
medirse con diferentes unidades: en Kilovatio/hora si es una energía eléctrica, en Calorías
si es una energía térmica, etc.

Estas diferentes formas de energía dan lugar a los distintos contaminantes físicos, y
contribuyen a unas mejores o peores condiciones de trabajo. Estas formas de energía
son:
Energía mecánica, en forma de ruido, vibraciones,…

Energía térmica, en forma de temperatura.

Energía electromagnética, en forma de radiaciones, iluminación,…

5.1.1 El Ruido
El ruido es uno de los riesgos físicos más extendidos en el ambiente laboral, y uno de los
que más siniestralidad ocasiona. Además de dificultar la actividad laboral, puede producir
daños irreversibles en el aparato auditivo y alteraciones psicológicas como falta de
atención, cansancio, agresividad, etc.
En el ámbito laboral, los efectos más estudiados del ruido han sido los que afectan al
rendimiento y a la comunicación.

El ruido se define como un sonido molesto y no deseado que puede provocar daños en la
salud.

De una forma genérica, se puede decir que el término 'sonido' es más amplio que el de
'ruido' ya que un ruido es un tipo de sonido que produce sensaciones desagradables y
molestas.

Se produce por la vibración de un cuerpo y se transmite en forma de ondas que generan una
variación de presión que es percibida por el oído. Se caracteriza por:

La frecuencia: determina si el tono es agudo o grave, se mide en hercios (Hz).

La intensidad: es el volumen y se mide en decibelios.

La duración: puede ser continua, discontinua, puntual o de impacto. En general,


cuanto mayor sea el tiempo de exposición mayor riesgo de sufrir daños en el sistema
auditivo; aunque un ruido de corta duración pero de intensidad elevada puede producir
lesiones irreversibles.

Hay tres tipos de ruido:

Ruido continuo: Que no cambia, es estable. Se mide con sonómetros.

Ruido discontinuo: Que se produce de forma intermitente en intervalos de tiempo. Se mide


con dosímetros.

Ruido de pico: Que varía bruscamente en tiempos inferiores a 1 segundo. Se mide


con analizadores de impacto.

Entre los efectos psicofisiológicos del ruido se observan principalmente contracciones


musculares, aumento de la presión sanguínea y otros problemas cardiovasculares.

El ruido debe evitarse en su origen:

Aislando la fuente productora,


si no es posible, se aislará a los trabajadores y trabajadoras en cabinas o locales
insonorizados,
se reducirán los tiempos de exposición, señalización como última medida preventiva se
utilizarán los protectores auditivos
y se efectuarán reconocimientos médicos periódicos.
Y por supuesto como medida sobre los trabajadores la información y la formación.

5.1.2 Las vibraciones


¿Te has planteado alguna vez la cantidad de actividades en las que se puede estar sometido a
vibraciones?

Cuando conectas un ordenador o te subes a un autobús. Existen muchos tipos de


vibraciones, unas son inofensivas o, incluso agradables, en cambio otras pueden ser causa
de malestar y tener consecuencias negativas para la salud.

Las vibraciones son un movimiento oscilatorio de un cuerpo elástico con respecto a


una posición de referencia.

Se pueden producir por el propio funcionamiento de una máquina, por partes de máquinas
desequilibradas en movimiento, choques, movimientos turbulentos de fluidos, etc.

Entre las máquinas y herramientas que producen vibraciones se encuentran las


taladradoras, los martillos neumáticos, las sierras eléctricas, etc.

Como en el caso del ruido, también existen reacciones subjetivas frente a la vibración La
percepción del movimiento, puede dar sensación de malestar, aprensión e incluso producir
dolor. Así pues, las vibraciones a las que un trabajador o trabajadora está expuesto en su
lugar de trabajo van a tener sobre ellos unos efectos subjetivos, que van a afectar
fundamentalmente a su sensación de confort o disconfort.

Las vibraciones se pueden clasificar en tres categorías, según los efectos que tienen sobre el
organismo:

De muy baja frecuencia, menos de 1 hz. Ejemplos de estas vibraciones son el


balanceo de cualquier medio de transporte, como trenes, coches y barcos. Producen
mareos y náuseas.

De baja frecuencia, entre 2 y 20 hz. Como ejemplos, cabe destacar las vibraciones de
vehículos en movimiento utilizados para el transporte de pasajeros o mercancías,
tractores, carretillas, etc. Producen afecciones osteoarticulares.

De alta frecuencia, entre 20 hz y 1000 hz. Ejemplos de estas vibraciones son las que
producen las herramientas manuales rotativas percutoras como motosierras, martillos
neumáticos, etc. Producen fundamentalmente problemas osteoarticulares, afectando
prioritariamente a las articulaciones de las manos, muñecas y codos, y problemas
circulatorios, principalmente en los dedos de la mano, como el Síndrome de Dedo
Blanco por vibraciones.

Pueden resultar nocivas para el trabajador o trabajadora si se transmiten al interior del


cuerpo de dos formas:

Vibraciones de cuerpo completo que afectan al cuerpo en todas sus partes, causadas
principalmente por la conducción de determinados vehículos tales como vehículos
agrícolas, camiones, autobuses entre otros y trabajos sobre plataformas. Pueden
producir trastornos respiratorios, músculoesqueléticos, sensoriales y cardiovasculares.
Vibraciones locales que se transmiten a partes del cuerpo, siendo las más importantes
las vibraciones del sistema mano-brazo. Son causadas principalmente por
herramientas manuales, como ejemplo, un martillo neumáticos, una motosierra o una
pulidora. Pueden causar trastornos vasculares, nerviosos, musculares, de los huesos, y
de las articulaciones de las extremidades superiores.

Sus efectos sobre el rendimiento:

Pueden producir visión borrosa, haciendo que la imagen oscile en la retina, y


produciendo un deterioro visual. También pueden provocar movimientos corporales
involuntarios en el trabajador o en la trabajadora expuesta. Además, el rendimiento
puede deteriorarse también debido a la fatiga.

También pueden interferir en los procesos cognitivos que afectan al rendimiento en


las tareas, tales como motivación, ansiedad, o nivel de activación, y así tener un efecto
generalizado sobre el rendimiento del individuo. Y, por último, pueden distraer la
atención de la tarea.

Como medidas preventivas se recomienda:


limitar el tiempo de exposición,
rotaciones,
diseño de maquinaria con amortiguadores y elementos antivibratorios como los
asientos,
y usar equipos de protección individual como muñequeras, ropa acolchada, guantes
antivibraciones, etc.
Y por supuesto como medida sobre los trabajadores la información y la formación.

5.1.3 La temperatura

El ser humano es un animal homeotermo, es decir, mantiene su temperatura interna en un


valor constante de 37° C. Sin embargo, en determinados trabajos, como en los altos hornos,
construcción, congelados, etc., los mecanismos fisiológicos reguladores de la temperatura no
pueden mantener dicho valor, suponiendo un serio peligro para la salud del trabajador o
trabajadora e incidiendo negativamente en su rendimiento; por ello, y en la medida de lo
posible, debemos alcanzar un ambiente térmico confortable.

Para conservar la vida, el ser humano necesita mantener una temperatura corporal interna
de 37ºC. El límite superior de supervivencia se encuentra en 44° C y el inferior está en 24°
C.

Los daños que pueden producir son los siguientes:

La exposición a altas temperaturas puede dar origen al golpe de calor, lipotimias, déficit
salino, dilatación de los vasos sanguíneos etc.

Por el contrario, la exposición a bajas temperaturas puede producir hipotermia,


contracciones musculares, congelación, etc.

Las medidas de prevención y protección por exceso de calor son las siguientes:
 Ventilación general y en su caso artificial
 Cumplir la normativa sobre temperaturas mínimas en lugares de trabajo, en trabajos
sedentarios entre 17º y 27º y en trabajos ligeros entre 14º y 25º.
 Reducir el tiempo de exposición.
 Llevar ropa adecuada y beber agua frecuentemente.

Las medidas de prevención y protección por exceso de frío son las siguientes:
 Aclimatar los locales con estufas…
 Aislamiento del local si el frío procede del exterior
 Reducir el tiempo de exposición
 Llevar ropa adecuada

5.1.4 La iluminación
La luz juega un papel muy importante en las condiciones higiénicas bajo las que trabajadores
y trabajadoras desarrollan su actividad. Se considera que el 50% de la información sensorial
que recibe el hombre es visual, es decir, tiene como origen primario la luz.
Un tratamiento adecuado del ambiente visual ayudará a conseguir un trabajo más seguro y
cómodo.

Se entiende por confort visual aquella situación en la que la persona percibe el


movimiento y las formas, colores, texturas y relieves de los objetos fácilmente y sin
fatiga. En cualquier otra circunstancia el individuo tiene que forzar la vista y desarrollar
estrés visual.

El grado de confort visual de una persona en su puesto de trabajo va a depender:

De las características personales de quien observa, que pueden hacer que un


entorno visual confortable para ciertas personas no lo sea para otras. Estas
características son:

Capacidad visual: es decir, su agudeza visual, su sensibilidad frente al contraste y los


reflejos.

Edad: afecta negativamente a la visión, reduciendo la capacidad visual de la persona.

De las características físicas del recinto donde se desarrolla la actividad laboral,


que también son importantes, como:

La forma y dimensiones del recinto,

La textura y los colores de paredes y objetos, etc.


El contraste de los objetos

La dificultad de la tarea (duración, velocidad de respuesta, etc.).


El RD 486/1997, de 14 de Abril, que establece las disposiciones mínimas de seguridad
y salud en los lugares de trabajo, hace referencia en su artículo 8 a las condiciones de
iluminación en los centros de trabajo. Los valores mínimos para el nivel de iluminación
artificial son:

Nivel de iluminación según el puesto


de trabajo
Tipo de puesto de trabajo Nivel mínimo de
iluminación (lux)
Baja exigencia visual (patios, galerías, lugares 100
de paso…)
Exigencia moderada (carpinterías, industria 200
conservera…)
Exigencia alta (ebanistería, costura,…) 500
Muy alta exigencia (joyería, relojería,…) 1000
Locales de uso ocasional 50
Locales de uso habitual 100
Vías de circulación poco transitadas 25
Vías de circulación transitadas 50

Existen una serie de factores relacionados con el sistema de iluminación que ayudan a
conseguir el confort visual:

Iluminación uniforme.

Ausencia de brillos deslumbrantes.

Contraste adecuado entre los objetos.

Elección correcta de los colores.

Ausencia de luces intermitentes.

Óptima relación luz natural - luz artificial

Los daños que se producen normalmente son accidentes de trabajo por una insuficiente
iluminación, pero también fatiga visual y cansancio.
Como medidas de prevención y protección:

Incrementar el uso de la luz natural.

Usar colores claros para las paredes y techos e iluminar pasillos, escaleras y rampas y
demás áreas.

Eliminar las superficies brillantes del campo de visión del trabajador.

Proporcionar iluminación localizada para los trabajos de inspección o precisión.

Reubicar las fuentes de luz o dotarlas de un apantallamiento apropiado para eliminar


el deslumbramiento directo.

Limpiar las ventanas y realizar el mantenimiento de las fuentes de luz.


5.1.5 Las radiaciones
Las radiaciones son ondas (radiaciones electromagnéticas) y partículas subatómicas
(radiaciones corpusculares) que se desplazan de un punto a otro a través del espacio.
Algunas se producen de forma natural, como la radiación solar, y otras se producen
artificialmente, como los rayos "X". Pueden resultar peligrosas para los trabajadores y
trabajadoras, dependiendo del tipo de radiación y del tiempo de exposición a la misma. Se
clasifican en dos grandes grupos:

Radiaciones ionizantes: son ondas de alta frecuencia con gran poder energético,
invisible y muy perjudicial para la salud. Pueden proceder de elementos químicos como
el uranio o el radio, de equipos de radiodiagnóstico o de centrales nucleares. Los
efectos sobre la salud dependen de la dosis absorbida por el organismo.
Son las sustancias radioactivas ( uranio, plutonio etc) y los rayos X, rayos alfa,
beta y gamma, se encuentran en las actividades sanitarias (rayos X) en los
laboratorios y en las centrales nucleares.
Los daños que producen son: quemaduras, conjuntivitis, cataratas, y daños en la piel
Radiaciones no ionizantes: son ondas de baja o media frecuencia, que poseen poca
energía. Pueden provocar efectos térmicos, irritaciones en la piel o en los ojos,
quemaduras graves e incluso cáncer de piel. Son los rayos ultravioletas, los rayos
infrarrojos, el radar, las microondas, las radiofrecuencias y el láser
Los daños que producen son: cáncer profesional entre otros.

Las medas de prevención y protección son:

Señalización obligatoria de la zona de riesgo y el uso obligatorio de EPIS


Vigilancia periódica de la salud para evaluar el nivel de radiaciones recibido
Limitación del tiempo de exposición a las radiaciones
Obligación de usar EPIs adecuados: pantallas faciales en trabajos de soldadura, protección
en rayos X en sanidad
Formación e información de los trabajadores
5.2. Riesgos de origen químico
En los centros de trabajo se producen polvos, humos, gases o vapores, que contaminan
el aire y cuyos efectos van a depender del nivel de concentración y del tiempo al que
se esté expuesto
Cuando se superan los valores límites admisibles (VLA), las condiciones de trabajo son
inseguras para el trabajador.

Se define como producto químico peligroso aquel que puede representar un riesgo para
la seguridad y salud de los trabajadores debido a sus propiedades fisicoquímicas,
químicas o toxicológicas, y a la forma en que se utiliza o se halla presente en el lugar
de trabajo.

¿Qué productos químicos son peligrosos? Para responder a esta pregunta tendremos en
cuenta dos criterios:

1.- Los que cumplen los criterios establecidos por la normativa vigente para su
clasificación como sustancias o preparados peligrosos (Reales Decretos 1078/93 y
363/95, y sus posteriores modificaciones).
2.- Los que dispongan de un VLA (Valor Límite Ambiental), conforme a lo establecido
en el "Documento sobre límites de exposición profesional para agentes químicos en
España", publicado anualmente por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el
Trabajo.

Los productos químicos peligrosos se pueden clasificar según diferentes aspectos:

Por sus propiedades fisicoquímicas: explosivos, comburentes, extremadamente


inflamables y fácilmente inflamables.

Por su forma: sólidos, líquidos, gases y vapores.

Por sus propiedades toxicológicas: muy tóxicos, tóxicos, nocivos, corrosivos, irritantes y
sensibilizantes.

Por sus efectos sobre la salud humana: carcinogénicos, mutagénicos y tóxicos para la
reproducción.

Por sus efectos sobre el medio ambiente: peligrosos para el medio ambiente.

Para identificar un producto químico peligroso se utilizan unos símbolos o pictogramas que
deben aparecer en el etiquetado del envase y que informan de los peligros que pueden
derivarse de su utilización.

EFECTOS SOBRE LA SALUD

¿Cómo penetran los productos químicos en nuestro organismo? Pueden hacerlo a través de
varias vías:

Respiratoria: a través de la nariz o de la boca, llegan a los bronquios y alvéolos


pulmonares. Es la vía de entrada más importante.

Dérmica: a través de la piel. Es la segunda vía de entrada más importante.


Digestiva: a través de la boca llegan al estómago e intestinos. Es la vía menos
importante en cuanto a la frecuencia de contaminación. Suele ocurrir en trabajadores y
trabajadoras que tienen la costumbre de comer en el puesto de trabajo.

Parental: a través de heridas, cortes o punciones, el contaminante entra directamente


en el torrente sanguíneo.

Cuando penetran en el organismo, los agentes químicos pueden producir diversos efectos
sobre la salud o daños sobre la salud: irritantes, corrosivos, asfixiantes, anestésicos,
sensibilizadores, cancerígenos y mutágenos, neumoconióticos y sistémicos.

Hay algunas enfermedades profesionales que están causadas por agentes químicos, como
el asma ocupacional, la dermatitis y el cáncer profesional entre otros.

Cuando existan contaminantes químicos en el ambiente laboral que puedan ser una fuente
de riesgo para la salud de los trabajadores y trabajadoras deben tomarse acciones
correctoras para eliminarlos o en su defecto reducirlos, actuando sobre el foco, el medio de
difusión o el individuo receptor.
Pero además del tipo de agente, necesitamos conocer la concentración de los agentes
químicos en el ambiente laboral. Los resultados se comparan con unos valores de
referencia (VLA) que, en caso de superarse, supondrían unas condiciones laborales
inseguras para los trabajadores y trabajadoras.

Medidas de prevención

¿Qué medidas de prevención son las más adecuadas?

La Higiene Industrial, como medida de la prevención procura, a través de la recogida de


muestras contaminantes, que el nivel de exposición del trabajador al contaminante sea nulo o
permanezca por debajo de los valores límite de exposición a partir de los cuales puede ser
nocivo.

Estas medidas pueden plantearse según un orden de prioridad:

Se comienza actuando sobre el foco de generación del contaminante.

Si el problema no queda resuelto se actúa sobre el medio de difusión de ese


contaminante.

Como última opción, se protege a los trabajadores expuestos.

Por otro lado debemos tener en cuenta que las medidas de prevención pueden ser
colectivas e individuales.

Cuando se actúa sobre el foco emisor y el medio de difusión se adoptan generalmente


medidas colectivas, o sea, aquellas que tratan de proteger a todos los trabajadores y
trabajadoras.
Mientras que las actuaciones sobre el trabajador o trabajadora mediante el empleo de
equipos de protección individual se consideran medidas individuales.

Hemos comentado más arriba que existe una jerarquía de prioridades (foco, medio,
receptor) y por tanto las medidas colectivas priman siempre sobre las individuales y
estas últimas sólo se utilizarán cuando las colectivas no han mostrado una eficacia tal que
nos asegure la protección de todos los trabajadores y trabajadoras.

5.3 Riesgos de origen biológico

Un agente biológico es un ser vivo (bacterias, gusanos) o estructura biológica (virus) que
ocasionan enfermedades de tipo parasitario al penetrar en el organismo.

Pueden penetrar en el organismo humano igual que lo hacen los agentes químicos, es decir,
por vía respiratoria, digestiva, parenteral y dérmica. Algunas enfermedades profesionales
causadas por estos agentes son: el carbunco, la tuberculosis, la rabia, etc.

El RD 664/97, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los


riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo, realiza
la siguiente clasificación de los agentes biológicos en función de su riesgo de infección:

Tipos de agentes
biológicos
Agente
biológi
co del Aquel que resulta poco probable que cause una enfermedad en el ser humano.
grupo 1
Agente
biológi Aquel que puede causar una enfermedad en el ser humano y puede suponer
co del un peligro para los trabajadores y trabajadoras, siendo poco probable que se
grupo 2 propague a la colectividad y existiendo generalmente profilaxis o tratamiento
eficaz.
Agente
biológi Aquel que puede causar una enfermedad grave en el ser humano y presenta
co del un serio peligro para los trabajadores y trabajadoras, con riesgo de que se
grupo 3 propague a la colectividad y existiendo generalmente una profilaxis o
tratamiento eficaz
Agente
biológi Aquel que causando una enfermedad grave en el hombre supone un serio
co del peligro para los trabajadores, con muchas probabilidades de que se
grupo 4 propague a la colectividad y sin que exista generalmente una profilaxis o un
tratamiento que sea eficaz.
Los daños que pueden provocar pueden ser los siguientes:
Hepatitis B, sida, tuberculosis, tétanos etc….
Las medidas de prevención y protección son las siguientes:
Medicina preventiva y reconocimientos médicos periódicos
Desinfeción y esterilización en los lugares de trabajo.
Utilización de jabones antisépticos
No beber ni comer en lugares de trabajo
Uso de Epis adecuados: mascarilla, bata, botas, guantes etc
Formación e información de los trabajadores.
6. Riesgos ergonómicos y psicosociales

La carga de trabajo es el conjunto de exigencias físicas y mentales que requiere un puesto de


trabajo, las exigencias físicas dan lugar a la carga física del trabajo y las exigencias mentales a la
carga mental del trabajo.

1.- Carga física. Aparece cuando deben realizarse tareas que requieren de esfuerzo muscular.
Los tres factores que inciden en la carga física son:
Los esfuerzo físicos a lo largo de la jornada tanto en trabajos de pie como sentado
Las posturas incorrectas
La manipulación manual de cargas
Los daños que pueden producir son dolores musculoesqueléticos, cervicales, lumbares, dorsales,
hernias, síndrome del túnel carpiano, fatiga física o cansancio.
Las medidas de prevención y protección son:
Posturas correctas, espalda recta, evitando posturas forzadas como en cuclillas, arrodillado
o encorvado
Formación en manipulación de cargas
Sustituir la manipulación manual de cargas por equipos mecánicos
Rotación de tareas
Realizar estiramientos y ejercicios de relajación.

2.- Carga mental se define como el conjunto de requerimientos psíquicos a los que se ve
sometido el trabajador en su trabajo diario.

Cuando las exigencias de atención, análisis y control son excesivas, el trabajador o la trabajadora
pueden sufrir fatiga mental.

Los factores que influyen en su aparición son:

La cantidad de información que recibe el trabajador y su mayor o menor complejidad

El tiempo disponible para realizar el trabajo.

Las características personales del trabajador o trabajadora: edad, experiencia, capacidad


intelectual.

Los daños son problemas personales, además de una disminución del rendimiento, dolores
de cabeza, insomnio, depresión, ansiedad, irritabilidad, agresividad, etc.

Y las medidas de prevención y protección pueden ser:

facilitar las pausas a lo largo de la jornada de trabajo,


Adaptar la cantidad de información a la capacidad del trabajador así como todo
lo relativo a las medidas a tener en cuenta con las pantallas de visualización de datos.
.
Las pantallas de visualización de datos (PVD) han generado nuevos riesgos laborales,
relacionados con la carga de trabajo:

Los principales daños asociados al uso habitual de estos equipos son:

Fatiga visual, vista cansada, escozor en los ojos, pesadez en ojos y párpados.

Trastornos musculoesqueléticos por las posturas incorrectas en el puesto de trabajo.

Fatiga mental, dolores de cabeza, estrés, insomnio, etc.

Como medidas de prevención y protección se pueden clasificar en tres grupos:

Aquellas que se dirigen a garantizar que todos los elementos del puesto satisfagan los
requisitos de lo que se conoce como diseño ergonómico, como por ejemplo, pantallas
de buena calidad, sistemas de iluminación sin reflejos ni deslumbramientos, programas
informáticos de fácil manejo, evitar el parpadeo de la pantalla.

Aquellas otras dirigidas a garantizar la correcta organización del trabajo, tales como la
realización de pausas periódicas y el respeto al ritmo y capacidad del trabajador.

Las medidas dirigidas a proporcionar una información y formación a los


trabajadores.

6.1. Objetivos de la ergonomía y la psicología


aplicada

Los objetivos de la Ergonomía y psicosociología aplicada:

Identificar, analizar y reducir los riesgos laborales (psicosociales y ergonómicos).

Adaptar el puesto de trabajo y las condiciones de trabajo a las características del


trabajador o trabajadora.

Controlar la introducción de las nuevas tecnologías en las organizaciones y su


adaptación a las capacidades y aptitudes de la población laboral existente.

Establecer prescripciones ergonómicas para la adquisición de útiles y herramientas.

Aumentar la motivación y satisfacción en el trabajo

Disminuir el absentismo y promocionar la salud en el trabajo.


En el diseño de los puestos de trabajo se evitarán las posturas indeseables y aquéllas
cuya prolongación provoque fatiga, por lo que se facilitarán los cambios de postura.

La posición de sentado será preferible a la de pie como postura de trabajo principal.

La postura será adecuada a los esfuerzos requeridos por la tarea y se proporcionarán


los medios técnicos necesarios para evitar la fatiga.

Para prevenir daños a la salud de las personas que trabajan sentados los
ergonomistas recomiendan como medidas de prevención y/o protección:

Diseño adecuado del puesto de trabajo y, sobre todo del mobiliario.

Formación de los trabajadores y trabajadoras acerca de los riesgos de esa postura


de trabajo y su prevención. Realizar estiramientos y ejercicios de relajación

Selección de personal adecuado u entrenado.

Facilitar los cambios de posición en el mismo puesto de trabajo, incluir diversas


pausas a lo largo de la jornada de trabajo que permitan ponerse de pie y caminar.
6.2. Factores de riesgos psicosociales
¿Últimamente estás más nervioso, comes en exceso, te cuesta conciliar el sueño y te
duele la cabeza con frecuencia?

¡Cuidado! podrías estar sufriendo los efectos de algún factor de

riesgo psicosocial. Estos factores pueden surgir por diversas causas

debidas a:

Las características del puesto de trabajo: la falta de autonomía, un trabajo repetitivo


y monótono pueden generar insatisfacción, depresión. En cambio un nivel alto de
responsabilidad y una cualificación profesional adecuada son fuente de satisfacción.

La organización de la actividad: un clima de comunicación adecuado, un estilo de


mando democrático, jornadas laborales y descansos que favorezcan la recuperación del
trabajador o trabajadora, contribuyen a que éstos estén satisfechos con su trabajo, es
decir, aquellos derivados de la jornada y la organización de la empresa. En cambio, un
horario nocturno o a turnos puede provocar trastornos fisiológicos, psicológicos y
sociales.
Las capacidades del trabajador o trabajadora, sus necesidades, su cultura y
situación personal determinan su forma de actuar y pueden favorecer la aparición de estrés,
insatisfacción, etc.
6.3. Daños generados por los riesgos psicosociales
Como hemos visto, los riesgos psicosociales pueden generar algunos daños
.¿Cuáles son esos daños? ¿Cómo pueden afectarnos?

La insatisfacción laboral: es un fenómeno psicosocial de rechazo y descontento hacia


el trabajo ocasionado por factores derivados de una inadecuada organización del
trabajo (sobrecarga de trabajo, estilo de mando autocrático, falta de comunicación y
participación en la empresa) y por otros factores personales y extralaborales que
ocasionan consecuencias tanto individuales como de organización.

El estrés: es el conjunto de reacciones emocionales, cognitivas, fisiológicas y de


comportamiento ante ciertos aspectos adversos del contenido, la organización o el
entorno de trabajo. El estrés relacionado con el trabajo se experimenta cuando las
demandas del medio ambiente laboral exceden la capacidad de los trabajadores para
controlarlas. Algunas de las causas pueden ser la cultura de la empresa, las relaciones
con los compañeros y compañeras, etc. Algunos síntomas son: depresión, ansiedad,
insomnio, agresividad, irritabilidad, consumo de drogas, absentismo, etc.

Mobbing o acoso moral: es un comportamiento irracional y repetido, respecto a una


persona empleada o a un grupo de empleados y empleadas, que constituye un riesgo
para la salud o seguridad del trabajador o trabajadora.

Leymann lo define como una situación en la que una persona o un grupo ejercen un
conjunto de comportamientos caracterizados por una violencia psicológica, ejercida de forma
sistemática, al menos una vez por semana y durante un tiempo prolongado (más de seis
meses) sobre otra persona en el lugar de trabajo para disminuir su autoestima y conseguir el
abandono del puesto de trabajo.

¿Cómo se ejerce el Mobbing? Fundamentalmente cuando en la empresa se aplican hacia


el profesional conductas como las siguientes: ordenar al trabajador o trabajadora la
realización de tareas inútiles o degradantes, aislarle e ignorarle, insultarle o amenazarle
verbal o físicamente, etc.

Síndrome del Burnout o "estar quemado". Es un estrés de carácter crónico que se


experimenta en el ámbito laboral. Se suele producir en aquellas profesiones que
implican un trabajo en contacto con otras personas que, por sus características, son
sujetos de ayuda (profesores, personal sanitario, asistentes sociales, etc). Surge
cuando el profesional ve defraudadas sus expectativas y se ve incapaz de modificar su
situación laboral y poner en práctica sus ideas con respecto a cómo debe ser realizado
su trabajo. Algunos síntomas son agotamiento emocional, cansancio físico y
psicológico, sentimiento de incompetencia, de no poder atender debidamente las tareas.
Las medidas preventivas de riesgos psicosociales deben encaminarse hacia:

Características del puesto de trabajo: Intentar que haya la menor cantidad posible de
trabajo repetitivo y de ciclo corto, hacer una correcta planificación de los ritmos de
trabajo, adecuar las condiciones ambientales del puesto: luz, temperatura, ruido,
contaminación ambiental, definir claramente cuáles son todas las tareas a realizar en el
puesto concreto, utilizar procesos automáticos para evitar en la medida de lo posible
trabajos que resulten monótonos y repetitivos, optar por un estilo de dirección que
permita la participación en las decisiones de todas las personas que se vean afectadas
por ellas.

Jornada: Introducir pausas y rotaciones de puestos, determinar claramente y con


antelación cuál va a ser el tiempo de trabajo, así como los turnos, evitando planificar
jornadas largas o penosas, conocer los turnos con suficiente antelación.

Organización del trabajo: Evitar inestabilidad en el empleo y las condiciones laborales


empobrecidas, enriquecer las tareas, produciendo variaciones que interrumpan el
trabajo rutinario de realizar siempre la misma tarea, procurar que las comunicaciones
dentro de la empresa estén bien organizadas, establecer redes de relaciones
interpersonales positivas.

Características del trabajador: Selección de los trabajadores y a las trabajadoras en


puestos de trabajo acordes a sus capacidades procurando ofrecerles la mayor
autonomía posible y formación para cada uno de los puestos de trabajo.
7. Los daños profesionales

¿Es lo mismo el riesgo laboral que el daño laboral o profesional?

¡Por supuesto que no! Aunque están íntimamente relacionados, lo que diferencia a los
riesgos de los daños profesionales es que el riesgo es algo que puede ocurrir y el daño es
algo que ya ha ocurrido.

El daño profesional se define como la materialización de un riesgo concreto que


ocasiona un deterioro en la salud del trabajador o trabajadora y que es provocado
por el mismo trabajo.
7.1. Agrupación de los daños profesionales

Los daños profesionales son:

El accidente de trabajo: desde el punto de vista preventivo, es un suceso imprevisto,


no esperado ni deseado, que interrumpe el proceso normal del trabajo y que ha
producido o ha podido producir una lesión. La definición del artículo 115.1 de la Ley
General de la Seguridad Social dice que un accidente de trabajo es toda lesión corporal
que el trabajador sufra con ocasión o por consecuencia del trabajo que ejecute por
cuenta ajena.

Así mismo, en el apartado 2 señala que tendrán la consideración de accidentes de trabajo:


Los que sufra el trabajador al ir o al volver del lugar de trabajo denominado accidente
"in itinere"

Los que sufra el trabajador con ocasión o como consecuencia del desempeño de
cargos electivos de carácter sindical, así como los ocurridos al ir o al volver del
lugar en que se ejerciten las funciones propias de dichos cargos.
Los ocurridos con ocasión o por consecuencia de las tareas que, aun siendo
distintas a las de su categoría profesional, ejecute el trabajador en cumplimiento de
las órdenes del empresario o espontáneamente en interés del buen funcionamiento
de la empresa.
Los acaecidos en actos de salvamento y en otros de naturaleza análoga, cuando
unos y otros tengan conexión con el trabajo.
Las enfermedades, no incluidas en el artículo 116, que contraiga el trabajador con
motivo de la realización de su trabajo, siempre que se pruebe que la enfermedad
tuvo por causa exclusiva la ejecución del mismo.
Las enfermedades o defectos, padecidos con anterioridad por el trabajador, que se
agraven como consecuencia de la lesión constitutiva del accidente.
Las consecuencias del accidente que resulten modificadas en su naturaleza,
duración, gravedad o terminación, por enfermedades intercurrentes, que
constituyan complicaciones derivadas del proceso patológico determinado por el
accidente mismo o tengan su origen en afecciones adquiridas en el nuevo medio
en que se haya situado el paciente para su curación.

Se presumirá, salvo prueba en contrario, que son constitutivas de accidente de trabajo


las lesiones que sufra el trabajador durante el tiempo y en el lugar del trabajo.

Se producen al entrar en contacto con un elemento del ambiente (máquina, sustancia,


instalación). Por ejemplo, recibir un golpe con un objeto.

Y debemos tener en cuenta, así mismo, en el caso de que se produzca un accidente de


trabajo, con lesión pero éste no ocasione la ausencia del trabajador superior a un día ni la
prescripción de baja médica al trabajador deberá cumplimentarse la relación de accidentes
de trabajo ocurridos sin baja médica. No hay que confundir con un accidente blanco o
incidente, dónde no hay daños físicos pero sí han podido producirse daños materiales.

La enfermedad profesional: como definición preventiva es una enfermedad derivada


del trabajo aquel deterioro lento y paulatino de la salud del trabajador, producido por una
exposición crónica a situaciones adversas, sean éstas producidas por el ambiente en
que se desarrolla el trabajo o por la forma en que éste está organizado.

La Ley General de la Seguridad Social define la enfermedad profesional como la


contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades
que se especifican en el cuadro legal del Real Decreto 1299/2006 de 10 de Noviembre y
que esté provocada por la acción de los elementos o sustancias que en dicho cuadro
se indiquen. La enfermedad profesional se diferencia del accidente de trabajo en que
éste se presenta de forma súbita mientras que aquélla es el resultado de un
proceso lento y progresivo.

Las enfermedades contraídas como consecuencia del trabajo y que no estén


contempladas como enfermedades profesionales serán consideradas, a efectos legales,
como accidentes de trabajo.

La fatiga profesional: consiste en un agotamiento de la persona, tanto a nivel nervioso,


psicológico, muscular, intelectual o sensorial, que tiene como causa más probable la
continuidad de una tarea sin haber efectuado un descanso compensatorio adecuado al
esfuerzo realizado.

La insatisfacción laboral: es un efecto que se produce cuando las expectativas del


trabajador, en cuanto a las compensaciones de toda índole que pudiera recibir, se ven
mermadas y no compensadas con el esfuerzo personal y profesional que realiza.

No debemos confundir riesgo con peligro, el riesgo es la probabilidad de que se produzca


en el futuro un suceso fatal y el peligro representa una probabilidad muy elevada de que
tenga lugar dicho percance.

8. La evaluación de riesgos

¿Para qué sirve la evaluación de riesgos? ¿Quién se encarga de realizarla?

Evaluar un riesgo significa analizar la posible gravedad del mismo con el fin de priorizar
y poder establecer medidas correctoras y preventivas que lo eliminen o reduzcan.

El empresario o la empresaria debe realizar una evaluación inicial de los riesgos para la
seguridad y salud de los trabajadores y trabajadoras, recogido en el artículo 16 de la LPRL,
teniendo en cuenta la clase de actividad que realiza, las características de los distintos
puestos de trabajo y de los trabajadores y trabajadoras que lo realizan, prestando especial
atención a trabajadores y trabajadoras:

Especialmente sensibles a determinados riesgos. En el artículo 25 de la LPRL se


determina dicha protección: El empresario garantizará de manera específica la
protección de los trabajadores que, por sus propias características personales o estado
biológico conocido, incluidos aquellos que tengan reconocida la situación de
discapacidad física, psíquica o sensorial, sean especialmente sensibles a los riesgos
derivados del trabajo. Igualmente, el empresario deberá tener en cuenta en las
evaluaciones los factores de riesgo que puedan incidir en la función de procreación de
los trabajadores y trabajadoras

Embarazadas o en período de lactancia. El artículo 26 LPRL desarrolla la protección de


la maternidad

Menores de 18 años. En este caso será el artículo 27 LPRL el que regula la protección de
los menores.

Con temporalidad. En la LPRL en su artículo 28 se establece la prevención de las


relaciones de trabajo temporales, de duración determinada y en empresas de trabajo
temporal.
Estos trabajadores y trabajadoras recibirán una formación suficiente y adecuada a las
características del puesto de trabajo a cubrir, teniendo en cuenta su cualificación y
experiencia profesional y los riesgos a los que se les va a exponer.

También deberá hacer una evaluación cuando seleccione los equipos de trabajo, o haya
sustancias químicas nuevas o cuando se acondicionen los lugares de trabajo.

¿Cómo se realiza una evaluación de riesgos?

El primer paso para evaluar un riesgo es crear un cuestionario o guía de chequeo


que nos permita detectar los posibles daños, cómo se producen y con qué frecuencia.

El siguiente paso es valorar la magnitud del riesgo en función de la severidad del


daño (consecuencia) y la probabilidad de que ocurra. La siguiente tabla relaciona
ambas variables dando lugar a diferentes niveles de riesgo.
Evaluación de
Riesgos
Probabilidad Severidad Ligeramente Severidad Severidad Muy
del daño Dañina (LD) Dañina Dañina (MD)
(D)
Riesgo
Baja Riesgo Trivial (T) Tolerab Riesgo Moderado
le (TO) (MO)

Riesgo
Media Riesgo Tolerable (TO) Modera Riesgo Importante (I)
do (MO)
Alta Riesgo Moderado (MO) Riesgo Riesgo Intolerable (IN)
Importante (I)

Una vez estimado el nivel de riesgo se tiene que valorar el mismo y decidir si hay
que mejorar el control de riesgos existente o bien se tiene que implantar uno nuevo. En
el siguiente recurso se muestra una tabla sobre valoración de riesgos que puede ser un
punto de partida para la toma de decisiones sobre qué riesgos hay que controlar y la
urgencia con la que deben adoptarse las medidas de control de los mismos.

El apartado 2 del artículo 16 del Plan de prevención de riesgos laborales, evaluación


de los riesgos y planificación de la actividad preventiva, los instrumentos esenciales para la
gestión y aplicación del plan de prevención de riesgos, que podrán ser llevados a cabo por
fases de forma programada, son la evaluación de riesgos laborales y la planificación de
la actividad preventiva a que se refieren los párrafos siguientes:

a. El empresario deberá realizar una evaluación inicial de los riesgos para la


seguridad y salud de los trabajadores, teniendo en cuenta, con carácter general, la
naturaleza de la actividad, las características de los puestos de trabajo existentes y
de los trabajadores que deban desempeñarlos. Igual evaluación deberá hacerse con
ocasión de la elección de los equipos de trabajo, de las sustancias o preparados
químicos y del acondicionamiento de los lugares de trabajo. La evaluación inicial
tendrá en cuenta aquellas otras actuaciones que deban desarrollarse de
conformidad con lo dispuesto en la normativa sobre protección de riesgos
específicos y actividades de especial peligrosidad. La evaluación será actualizada
cuando cambien las condiciones de trabajo y, en todo caso, se someterá a
consideración y se revisará, si fuera necesario, con ocasión de los daños para la
salud que se hayan producido.

Cuando el resultado de la evaluación lo hiciera necesario, el empresario realizará


controles periódicos de las condiciones de trabajo y de la actividad de los
trabajadores en la prestación de sus servicios, para detectar situaciones
potencialmente peligrosas.

b. Si los resultados de la evaluación prevista en el párrafo a) pusieran de manifiesto


situaciones de riesgo, el empresario realizará aquellas actividades preventivas
necesarias para eliminar o reducir y controlar tales riesgos. Dichas actividades serán
objeto de planificación por el empresario, incluyendo para cada actividad preventiva
el plazo para llevarla a cabo, la designación de responsables y los recursos
humanos y materiales necesarios para su ejecución.

El empresario deberá asegurarse de la efectiva ejecución de las actividades


preventivas incluidas en la planificación, efectuando para ello un seguimiento
continuo de la misma.

Las actividades de prevención deberán ser modificadas cuando se aprecie por el


empresario, como consecuencia de los controles periódicos previstos en el párrafo
a) anterior, su inadecuación a los fines de protección requeridos.

Las empresas, en atención al número de trabajadores y a la naturaleza y peligrosidad


de las actividades realizadas, podrán realizar el plan de prevención de riesgos
laborales, la evaluación de riesgos y la planificación de la actividad preventiva de
forma simplificada, siempre que ello no supo una reducción del nivel de protección de
la seguridad y salud de los trabajadores y en los términos que reglamentariamente se
determinen.

Cuando se haya producido un daño para la salud de los trabajadores o cuando, con
ocasión de la vigilancia de la salud prevista en el artículo 22, aparezcan indicios de
que las medidas de prevención resultan insuficientes, el empresario llevará a cabo
una investigación al respecto, a fin de detectar las causas de estos hechos.

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