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C. F. G. S.
INTEGRACIÓN SOCIAL
PROMOCIÓN DE LA
AUTONOMÍA PERSONAL
UD1: LA PROMOCIÓN DE LA
AUTONOMÍA PERSONAL
PROMOCIÓN DE LA AUTONOMÍA PERSONAL UD1. La promoción de la autonomía personal
1. INTRODUCCIÓN
Elegir cómo vivir la propia vida y la autonomía en el desempeño de las tareas que llevan al
desarrollo personal y social son algunos de los valores principales de la sociedad actual. Si las
personas no son capaces de alcanzar estos objetivos de forma totalmente autónoma, la
sociedad deberá garantizar los medios que le permitan lograrlo.
Se hace necesario que dejemos atrás modelos de intervención donde toda la responsabilidad
cae sobre la persona y es ésta, y solo ésta a la que le corresponde rehabilitarse, curarse,
integrarse, normalizarse, asumiendo una visión mucho más biopsicosocial y dinámica del
funcionamiento de las personas. La integración de personas y colectivos pasa por un cambio
de mirada, por una nueva concepción y calibración entre las personas excluidas, por un cambio
de modelo entre lo normal y anormal. Nuestro sistema puede llegar a ser mucho más
marginador y discapacitante, que las consecuencias de determinadas condiciones de salud de
las personas que derivan en lo que denominamos situaciones de discapacidad.
Uno de los valores más apreciados en la sociedad actual es el derecho del ser humano a elegir
su propia vida y a poder ejecutar por sí mismo las actividades necesarias para hacer efectiva
dicha elección. Para ello es imprescindible un desarrollo adecuado de las habilidades de
autonomía personal y social.
A lo largo de la vida, el ser humano se va enfrentando a distintas necesidades a las que debe
dar respuesta. Esto es posible gracias a una serie de capacidades que se adquieren con el
nacimiento y se van ampliando con los años y que configuran la autonomía de cada individuo.
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2.1. LA AUTODETERMINACIÓN
La autodeterminación se refiere a la capacidad y el derecho de una persona para actuar
libremente y tomar las propias decisiones, asumiendo los riesgos derivados de estas. Sin
autodeterminación, las personas se encuentran bajo el poder de otras para regular las metas y
normas de su vida.
2.2. LA INDEPENDENCIA
Otro concepto relacionado con la dimensión de la autonomía personal es la independencia.
Las Actividades de la Vida diaria Básicas (AVDB), que son imprescindibles para vivir. El
desarrollo de estas actividades es fundamental para conseguir un nivel de autonomía
elemental, pues se centran en actividades de autocuidado: la comida, el vestido, la higiene, el
control de esfínteres, el desplazamiento, etc.
Las Actividades de la Vida Diaria Avanzadas (AVDA). Son las conductas más elaboradas o
complejas que tienen que ver con el estilo de vida y permiten a la persona disfrutar de una
buena calidad de vida. Entre estas actividades podemos considerar las dirigidas al ocio (como
viajar o practicar aficiones), el deporte, las actividades laborales, la participación social, etc.
Las habilidades de autonomía personal y social (HAPS) son las capacidades, conductas y
destrezas de las que dispone una persona para funcionar en su vida diaria.
Existen diferentes maneras de clasificar las HAPS, pues abarcan todos los ámbitos de la vida.
Una de las clasificaciones más aceptadas es la propuesta por la AAIDD (American Association
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on Intellectual and Developmental Disabilities), que organiza todas las habilidades en tres
áreas:
3. LA DEPENDENCIA
En algunas personas, las limitaciones psíquicas, físicas, sensoriales o sociales pueden impedir o
dificultar que se adquieran o desarrollen las competencias necesarias para llevar una vida
autónoma.
A. GRADOS DE DEPENDENCIA
La autonomía y la dependencia no se pueden tratar como conceptos absolutos, sino que se
presentan en varios grados. Así, una persona puede ser absolutamente dependiente en unas
áreas, dependiente con apoyos en otras y totalmente autónoma en otras.
B. LOS APOYOS
Muchas personas con limitaciones en diferentes áreas pueden mejorar su nivel de autonomía
con unas ayudas o apoyos que les permitan realizar las funciones que su dependencia les
limita.
Un apoyo es cualquier recurso que se puede activar para que una persona en situación de
dependencia pueda, en la medida de sus posibilidades, incrementar funcionalmente su
autonomía.
Es errónea la idea de que una persona con dependencia siempre va a carecer de calidad de
vida. La calidad de vida se compone para todas las personas de los mismos factores, vinculados
a su bienestar en diferentes áreas (bienestar emocional, relaciones interpersonales, bienestar
material, desarrollo personal o bienestar físico).
D. DISCAPACIDAD Y DEPENDENCIA
En 2001, la OMS presenta una nueva clasificación para reemplazar a la anterior, denominada
“Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud” (CIF), que impulsó
un cambio fundamental en la percepción de la discapacidad a partir de ese momento. La CIF
presenta la discapacidad como el resultado de la relación entre las condiciones de salud
(lesiones, enfermedades, capacidad intelectual, etc.) y los factores contextuales, tanto
personales (edad, sexo, estilo de vida, etc.) como del entorno (barreras arquitectónicas,
servicios a disposición de la persona, etc.). Si la relación entre ambos factores es conflictiva, se
pueden producir distintas manifestaciones:
- Déficits en el funcionamiento, por afectación significativa o pérdida de las funciones
(fisiológicas y psicológicas) o de las estructuras corporales de la persona.
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Tienen derecho a vivir con dignidad desde la diferencia y a mantener el control de sus vidas.
Para ello, deben poder acceder a las mismas oportunidades y enfrentarse a las mismas
elecciones en la vida diaria que el resto de la población.
El apoyo informal incluye las atenciones y cuidados prestados, de manera altruista y gratuita,
por alguna persona o varias del entorno inmediato de la persona. Generalmente, este apoyo
informal proviene de algún miembro de la familia que constituye uno de los recursos más
importantes de la población en situación de dependencia.
Sin embargo, hay que tener en cuenta también que esta opción implica algunos
inconvenientes, las personas cuidadoras no formales no poseen formación específica que sí
tienen los y las profesionales (movilizaciones, entrenamiento cognitivo, etc.). El cuidado de una
persona dependiente supone un gran desgaste físico, psicológico y emocional para quienes se
ocupan de ello. Esto puede conducir a una situación de agotamiento que incida negativamente
en la atención que presta.
→ Recursos de apoyo formal, procedente del abanico de recursos de los que la sociedad
dispone.
El apoyo formal incluye todos los recursos y servicios creados por la sociedad para dar
respuesta a las personas que no pueden vivir de manera independiente en su hogar y no
pueden ser atendidas íntegramente por su familia. Existe una gran variedad de recursos de
apoyo formal para atender el mayor espectro posible de necesidades, que se recogen en un
catálogo o cartera.
Centros residenciales
Sistemas alternativos de alojamiento - Viviendas tuteladas
- Alojamientos compartidos
Centros intermedios o de respiro familiar - Centros de día
- Clubes
- Programas de vacaciones
Servicios de apoyo en el domicilio - SAD
- Teleasistencia
Centros de formación, ocupación e inserción - Empleo protegido
laboral - Centros ocupacionales
En los equipos de atención formal se integran los técnicos y las técnicos superiores en
integración social (TSIS) como personal de acción directa.
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El desarrollo del trabajo de asistencia personal se realiza previo acuerdo entre ambas partes y
se regula mediante un contrato. En esta relación laboral, las decisiones las toma la persona con
discapacidad, mientras que el asistente o la asistenta ejerce de apoyo y realiza las tareas que
se le indiquen, que pueden ser muy variadas, en función de las necesidades de la persona
asistida (cuidados personales, tareas del hogar, actividades de acompañamiento, etc.).
En los tres casos, la finalidad es conseguir el máximo nivel de autonomía de la persona, ya sea
entrenándola para que adquiera nuevas destrezas, aprovechando las capacidades que aún
posea, supliendo las funciones que demande o, simplemente, atendiéndola cuando su
dependencia sea muy severa.
BIBLIOGRAFÍA
▪ Información extraída de los siguientes manuales:
Díaz, M. E. (2014). Promoción de la autonomía personal y social. Altamar.
Díaz, M. E. (2022). Promoción de la autonomía personal y social. Altamar.