CAM JOSÉ VASCONCELOS

CUADERNILLO

“CONTROL DE ESFÍNTER
Y LAVADO DE MANOS”

PSIC. PAULA DEL CARMEN CONTRERAS LÓPEZ

 PROGRAMA DE AUTONOMÍA
CONTROL DE ESFÍNTER Y LAVADO DE MANOS
DESCRIPCIÓN GENERAL DEL PROGRAMA
En estos días que permaneceremos en casa, se trabajarán actividades para favorecer la autonomía
de su hijo, para que continúe con su proceso de maduración. Las áreas para trabajar serán:

• Control de esfínter (lavado de manos)

• Vestido-desvestido
• Hábitos en mesa

En el presente cuadernillo se presentan actividades sencillas y guiadas. Recuerde, la manera en que

apoyamos al niño es la clave para el éxito, si lo ayudamos demasiado no le permitimos llegar a un
reto y permanece sin desarrollar hábitos de independencia; por el contrario, si no lo ayudamos lo
suficiente el reto será muy grande y lo más probable es que renuncie a la tarea de inmediato, incluso
puede llegar a presentar un berrinche. Siempre hay que apoyar al niño dándole seguridad, que
perciba que nosotros creemos en él o ella, y si algo no sale bien, sepa que estamos ahí para ayudarlo,
no para recriminarlo. Cada niño tiene su reto exacto y la manera de descubrirlo es observarlo
constantemente y evaluar en cada actividad su actuar para ajustar la actividad siguiente. Acuérdese
que papás, tutores y maestros somos los arquitectos neuronales de los niños, ¡¡ayudémoslos a
pensar!!

CONROL DE ESFÍTER

Cada uno de los niños tienen un proceso diferente, mientras que algunos ya han iniciado y lo
suspendieron por el frío, otros es su primera experiencia en dejar el pañal, y otros pocos ya han
asistido al CAM sin pañal algunos días, pero no van al baño de la escuela con la autonomía y
seguridad necesarias. Cada niño seguirá un proceso único, y en cada casa se deberá adaptar según
las competencias que presente actualmente y los logros que vaya presentando.

Para comenzar el programa de control de esfínter, o continuarlo en algunos casos, primeramente,

analice y conteste las preguntas del anexo 1. Se solicita que mande sus repuestas por whatsApp, ya
sea por audio, foto o en texto a la psicóloga encargada, ella responderá por la misma vía sus dudas,
en caso necesario realizará una llamada telefónica.

Objetivo del entrenamiento de control de esfínter

Objetivo del cuidador: Enseñar al niño la rutina establecida relacionada con el hábito de ir al baño.

Objetivo del niño: Aprender a controlar su esfínter, manteniendo una conducta funcional y
autónoma para realizar sus evacuaciones en el baño.

NOTA: se utilizan las palabras “hijo” y “niño” haciendo referencia a ambos géneros (masculino y femenino) para facilitar la lectura y sin
intención alguna de discriminación.

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Muy importante distinguir el objetivo de cada uno, si usted está trabajando en la rutina indicada y
el niño aún no logra controlar su esfínter, usted está haciendo lo correcto, dele tiempo al niño de
hacer lo suyo. El estrés es un mal consejero en este proceso, si usted se estresa demasiado, lo
transmitirá al niño y el control de su esfínter se verá alterado, pues si está nervioso o ansioso bajará
su nivel de control muscular.

En el anexo 2 encontrará una evaluación que es necesario llenar en dos momentos, 1) antes de
iniciar el entrenamiento y 2) un día antes de regresar a la escuela. Es una manera de llevar el registro
de los logros y avances.

Fases del entrenamiento:

Fase 1: acercamiento

Para los niños que van iniciando, aún con el pañal puesto durante dos o tres días se favorece que:

• El niño vea como algo natural ir al baño (evite que el baño esté cerrado con llave, es una
habitación más de la casa como cualquier otra, no es un lugar secreto y mucho menos un
cuarto de castigo).
• Que vea “modelos” defecando y orinando (pida apoyo a todos los miembros de la familia,
sobre todo a quien tenga el mismo género que el niño, como niña con mamá o hermana y
niño con papá o hermano).
• Procurar la imitación (sentarse en el retrete o pararse frente a él).
• Puede sentar al menor en el retrete con la tapa abajo para peinarlo, lavarle los dientes,
limpiarle la cara etcétera.
• Evitar bromas como fingir que se cae en el retrete o que hay algo que saldrá del retrete.
• Ambiente relajado y tranquilo.
• Verbalizar lo que estamos haciendo (“me siento en el retrete”, “hago pipí o popó” o el
vocabulario propio que utilice la familia para referirse a la orina y el excremento).

NOTA: en el caso de los niños que tienen la condición del espectro autista, esta fase es complicada
y en algunos casos no se cubre del todo puesto que a la mayoría de ellos no les significa imitar a
otros, ni logran hacer generalizaciones, esto es, si la mamá hace la rutina para el baño el menor no
identifica que es algo que él debe hacer. Con estos niños igualmente bríndele dos o tres días a esta
fase y pase a la siguiente, aunque no haya logrado la imitación, porque si logra el familiarizarse con
la acción.

Si ya realizó anteriormente esta etapa, no la realice nuevamente y pase a la etapa 2 o a la 3 según

corresponda.

Fase 2: Observación

En esta fase ya se retira el pañal, primero podrá mucha atención e interés en el control durante el
día, dejando el de la noche para después; es importante que durante la noche puedan dormir todos
tranquilos y cargar pilas para el día siguiente, pues en ocasiones el trabajo es arduo.

Durante un día se realiza un registro individualizado para conocer el intervalo y frecuencia entre una
micción/defecación con la siguiente. Igualmente es indispensable identificar patrones de conducta

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como horarios más frecuentes, lenguaje verbal o no verbal que utiliza el niño antes de evacuar y
después de haberlo hecho en su ropa.

En el anexo 3 del presente cuadernillo se encuentra una hoja de registro para identificar intervalos,
frecuencia y horarios. Siguiendo este registro usted podrá tener mayor claridad de los patrones de
conducta que presenta su hijo, partirá de ahí en las acciones siguientes.

Si usted ya realizó la etapa 2 o considera que ya conoce los patrones de conducta y horarios de su
hijo, pase directamente a la fase 3.

Fase 3: Entrenamiento

Una vez identificada la información anterior se comienza a llevar al niño al baño por horarios
eligiendo aquellos en los que identificó que suele evacuar, por lo general entre una evacuación y
otra se tiene entre una hora y hora y media de diferencia.

Para llevar al niño al baño se puede utilizar una nica o algún adaptador con un banquito en el suelo,
dependiendo de la preferencia del menor. Si utiliza la nica, una vez que evacúe es necesario junto
con el niño, pasar el contenido de su evacuación al retrete y jalarle. Si se utiliza adaptador, tenga la
precaución de poner un banquito o caja firme en el suelo de tal manera que, mientras esté sentado
en el retrete pueda tener los pies apoyados, eso le da seguridad de poderse parar cuando lo desee.

Puede estar ofreciendo abundancia de líquido, cuidando el no exagerar con la ingesta de azúcar
evitando jugos industrializados, refrescos, leche azucarada y aguas muy endulzadas, privilegie mejor
fruta o agua de sandía, papaya, piña y jamaica. Puede ofrecer alimentos salados que provoquen sed,
como galletas saladas, cacahuates o pistaches

Mientras lleva al niño al baño verbalice lo que están haciendo de manera clara y concisa: “vamos a
que hagas pipí”, “entramos al baño” “bajamos pantalón” etcétera. Tanto para niños dentro del
espectro autista, como para el resto de los pequeños, es un apoyo valioso el uso de pictogramas, en
el anexo 4 encontrará pictogramas de la rutina para ir al baño, se recomienda imprimirlos según el
género (niño o niña), enmicarlos y tenerlos a la mano, a la vez de colocar el pictograma de “baño”
en la puerta de dicho espacio.

No mantenga al menor en el retrete por más de tres minutos, no por estar sentado mucho tiempo
se garantiza que evacúe y por el contrario puede aprender a rechazar el sentarse en el retrete.
Tampoco permita que entre con juguetes o poner la nica frente al televisor, pues el niño va a
distraerse demasiado y no identificará la finalidad de la rutina. Nunca obligue al niño a sentarse si
no lo desea, en caso de que presente mucha resistencia, comience a realizar acercamientos
progresivos, y se refuerzan las actividades de la fase 1.

En caso de que logre la micción o defecación en el retrete hay que elogiarlo, de la manera en que a
su hijo le gusta, recordemos que hay niños que los aplausos o las porras le son molestos, mientras
que a otros les gustan demasiado.

Por el contrario, en caso de “accidentes” se le explica que deseamos el pipí o popó en el baño, se le
lleva a éste y se le motiva a terminar su evacuación; en el cuarto de baño se le asea y se le cambia,
para que identifique que todo lo relacionado con la evacuación sucede en el baño. Busque que el

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menor coopere en el aseo de su ropa y del suelo que se ensució por su evacuación, sabiendo que
no podrá hacerlo solo al 100% pero si puede cooperar.

En esta fase se sigue el registro del anexo 5, cada día se marca la conducta manifiesta del menor.

NOTA:

• Evitar el regaño, pues provoca ansiedad, agresividad y tanto el niño como el cuidador
abandonarán el entrenamiento con frustración.
• Evitar compararlo con sus hermanos, primos o compañeros del salón; cada niño tiene su
proceso, mientras estemos haciendo la rutina propia el niño logrará controlar su esfínter
tarde o temprano.
• Evitar ridiculizarlo. Hable con sus familiares para que comprendan la importancia de no
burlase o hacer comentarios ofensivos, sarcásticos o de rechazo.
• Evitar informar a otros que el niño aún no controla como recurso para causar vergüenza en
el menor y así presionarlo a que controle su esfínter.
• Evite el disminuir la ingesta de líquidos, con la finalidad de que existan menos evacuaciones,
por el contrario, entre más practiquen, más cerca están de lograrlo.
• Evite lo más posible poner el pañal nuevamente, eso causa confusión al niño.
• Evite dejar al niño sucio “para que aprenda”, eso puede traerle problemas de infección o
rozaduras.
• Evite poner plazos o límites para lograr el control de esfínter, recuerde que la tarea del niño
es precisamente controlar su esfínter, usted no puede ponerle una fecha límite, solo
conseguirá frustrarse si al llegar la fecha no se cubre su expectativa.

Si durante el entrenamiento el niño adquiere una enfermedad que implique problemas

gástricos, fiebre y/o decaimiento, suspenda el entrenamiento y atienda lo más posible su salud,
pues el niño no estará en condiciones de aprender una habilidad nueva.

Si el niño ya logra el control de esfínter y tiene algún “accidente” ocasional, es normal, pero si
tiene un retroceso significativo y persistente es necesario analizar las posibles causas,
descartando primero la parte médica y posterior algún evento psicológico.

Hable con sus familiares, si usted por algún momento se siente muy cansada del entrenamiento,
solicite que otro familiar siga con las actividades y registros mientras usted se repone y tiene
energía necesaria para volver a empezar. No olvide que una vez que el menor logra el control
de esfínter ganan en autonomía tanto el niño como usted.

La última frase es para usted, recuérdela y respire con profundidad tres veces cuando sienta
que está incrementando su estrés.

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 LAVADO DE MANOS
Se aprovecha cada hora u hora y media que se lleva al niño al baño, para el adecuado lavado de
manos, utilizando jabón anti-bacterial, de preferencia líquido, y una toalla personal. Igualmente se
anexan la secuencia de pictogramas para el lavado de manos en el anexo 7.

Se le puede cantar una canción que haga referencia al lavado de manos para que la relacione con
dicha actividad. Recuerde apoyar al menor lo menos posible. Una manera de lograrlo es con la
técnica de “encadenamiento hacia atrás”, que consiste en dividir la tarea en pequeños eslabones
(cada acción está en la secuencia de pictogramas del anexo 7) comenzar el lavado de manos con
ayuda física y la última acción, que es secarse las manos dejarlo solo, cuando ya lo logre entonces
se inicia igual el lavado de manos y se le deja concluir las dos últimas tareas, así sucesivamente hasta
que lo logre por sí mismo.

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 ANEXO 1: CUESTIONARIO INICIAL

¿Identifica alguna barrera o impedimento para el entrenamiento en control de esfínter?

¿Qué actitud presenta usted para iniciarlo?

¿Ya ha tenido alguna experiencia previa en el entrenamiento de control de esfínter con otro niño
(a) distinto a su hijo en cuestión? ___________________

¿Sabe si existe algún impedimento físico y/o sensorial para iniciar el entrenamiento de su hijo (a)?

¿Tiene alguna duda para iniciar el entrenamiento del control de esfínter para su hijo (a)?

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ANEXO 2: EVALUACIÓN INICIAL Y FINAL PROGRAMA DE CONTROL DE ESFÍNTER

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ANEXO 3 REGISTRO DE EVACUACIONES

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ANEXO 4 SECUENCIA CONTROL DE ESFÍNTER

Y PICTOGRAMA DE BAÑO

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ANEXO 5 HOJA DE SEGUIMIENTO

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Baño

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 ANEXO 6

Video sugerido para control de esfínter: Elmo va al baño. Se sugiere que primero usted vea el video,
el cual está hecho por pequeños bloques donde se cuentan historias, se actúa un pequeño scketch,
o se canta una canción. Elija uno de estos pequeños bloques, el que considere que le llamará más la
atención a su hij@ y muéstreselo varias veces, jugando e interactuando juntos, según la motivación
del menor. Si no le interesó, no se le obligue, al día siguiente elija otro bloque. Hay niños que no les
interesan los videos, entonces su canal de aprendizaje será otro.

En este mismo video está un pequeño espacio de una niña lavándose las manos, muy divertido y
motivante.

https://youtu.be/6sxZEwmb5GQ

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 ANEXO 7 SECUENCIA PARA EL LAVADO DE MANOS

Sabemos que el lavado de manos correcto, según nos lo marca la Organización Mundial de la Salud
(OMS) implica varios pasos, sin embargo para trabajar la autonomía de nuestros niños, a ellos solo
se les pedirá un tallado de manos sencillo, el adulto responsable concluirá en el niño el tallado
correcto, pues consideramos que para la edad de nuestros niños es complicado que logren
aprenderse la rutina completa en este periodo. Sin embargo si es muy importante ayudarlos a que
sus manitas queden completamente limpias.

Para identificar el lavado de manos correcto se sugiere ver el siguiente video:

https://youtu.be/ptZeGP3t4g8

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