0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
5 vistas1 página
El autor agradece a los maestros que han contribuido a configurar su filosofía y habilidades, así como a las personas que han trabajado detrás de escena apoyándolo. Todas estas personas nunca aceptaron que algo fuera imposible y a través de esta odisea obtuvieron milagros, lo que les hizo crecer y convertirse en más. El autor considera a todos ellos gigantes en su vida.
El autor agradece a los maestros que han contribuido a configurar su filosofía y habilidades, así como a las personas que han trabajado detrás de escena apoyándolo. Todas estas personas nunca aceptaron que algo fuera imposible y a través de esta odisea obtuvieron milagros, lo que les hizo crecer y convertirse en más. El autor considera a todos ellos gigantes en su vida.
El autor agradece a los maestros que han contribuido a configurar su filosofía y habilidades, así como a las personas que han trabajado detrás de escena apoyándolo. Todas estas personas nunca aceptaron que algo fuera imposible y a través de esta odisea obtuvieron milagros, lo que les hizo crecer y convertirse en más. El autor considera a todos ellos gigantes en su vida.
A los gigantes sobre cuyos hombros me he apoyado, los maestros
que tanto han contribuido a configurar mi filosofía, mis estrategias y
habilidades: os reconocí en Poder sin límites,[1] y vuelvo a saludaros una vez más. Y, finalmente, gracias a todos aquellos que han actuado y trabajado entre bambalinas y que me han apoyado, entre los que se incluyen: Kathy Moeller, Suzy Gonzales, Joan Meng, Nancy Minkus, Shari Wilson, Mary Kent, Valerie Felts, Leigh Lendzian, Dave Polcino, Cherrell Tarantino, Mark Lamm, Robert Mott por el trabajo artístico y los miembros de Franklin Type, en Nueva York. Todas estas personas jamás aceptaron que hubiera algo imposible. Todos nosotros esperamos y obtuvimos milagros a través de esta odisea, y en ese proceso hemos crecido y nos hemos convertido en algo más. Todos ellos son gigantes en mi vida.