Está en la página 1de 1

La fascinante historia de las palabras –603–

CIELO
Algunas lenguas tienen dos palabras distintas para referirse al lugar
trascendente de la gloria y al firmamento, como en inglés: heaven y sky. En las
lenguas romances se usa indistintamente el vocablo cielo.
Esta palabra, muy usada por las religiones, se basa en el término latino
‘caelum’, derivado posiblemente del griego ‘koilon’ = hueco, pues los romanos
llamaban así la bóveda celeste, como si fuera una gigantesca concavidad. Al
menos eso es lo que sugiere el Diccionario de la Real Academia de la Lengua.
En la Biblia, la palabra equivalente (en hebreo o griego) alude al lugar donde
resplandecen los relámpagos (Lucas 17,24), donde se forma el rocío y la
escarcha (Génesis 27,28; Job 38,29), donde vuelan las aves (Mateo 6,26) y soplan
los vientos (Salmo 78,26). Jesús se refirió con frecuencia al Padre que está en los
cielos (Mateo 5,16. 45; 6,9).
Cielo aparece por primera vez en castellano en el Cantar de Mío Cid (año 1140).
El adjetivo ‘celeste’ se registra más tarde (siglo XIII), y después el nombre
Celeste o Celestina.
Chiste celestial: - Pedro, ¿qué hay hoy de almuerzo? - Yogur y manzana.
- Y ¿ese olorcito a churrasco? – Viene del purgatorio o de más abajo.
- Pero Pedro, ¡prepara algo a nuestra altura!
- Que no. ¡Que para cuatro que somos yo no hago almuerzo!

También podría gustarte