Está en la página 1de 1

La fascinante historia de las palabras –926–

TIARA
Casi sin darnos cuenta, muchas cosas han cambiado en la sociedad e -incluso-
en la Iglesia católica. Hasta Juan XXIII, las celebraciones vaticanas del
Soberano Pontífice eran otra cosa: “Anunciada su entrada con trompetas de
plata, portando en su cabeza la tiara majestuosa, con guantes y calzado según
el tiempo litúrgico, llevado en andas y acompañado por un abigarrado grupo de
nobles patricios romanos, su figura parecía divina y totalmente alejada de los
demás mortales.” (Jesús Espeja: ‘A los 50 años del Concilio’)
La palabra tiara existía en el griego antiguo: ‘tiára’ y significaba: cubrecabeza.
Así pasó al latín como ‘tiãra’, y al castellano como tiara. El Diccionario de la
Real Academia la define como: “1) Gorro alto, a veces ricamente adornado, que
simbolizaba la realeza en el Antiguo Egipto y otras monarquías orientales; 2)
Triple corona usada por los papas, símbolo de su autoridad como papa, obispo
y rey.”
La tiara se menciona en el Éxodo y el Levítico entre las vestiduras de los
sacerdotes de Israel. En la Iglesia católica la tiara se menciona por primera vez
en el siglo VIII, pero es a partir del siglo XIII que comienza a agrandarse y
enjoyarse. El 13 de noviembre de 1964 el Papa Pablo VI renunció a la tiara y
donó a los pobres su equivalente en dinero.

También podría gustarte