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CLASIFICACIÓN
·Etiología
→DESENCADENANTES LOCALES O DE ACCIÓN DIRECTA SOBRE MUCOSA NASAL
-Traumatismos: Internos (introducción del dedo en fosas nasales por prurito nasal, costras o hábito) o externos
(golpe directo sobre la pirámide nasal).
-Inflamaciones: Rinopatías y rinosinusopatías pueden provocar epistaxis por hiperemia de mucosa nasal.
-Granuloma telangiectásico septal de zona de Kiesselbach, provocado por estímulo mecánico o infeccioso.
-Cuerpos extraños: Orgánicos o inorgánicos.
-Vasodilatación: Frecuente en verano, ante exposición al sol prolongada.
-Tumores: Benignos (pólipos, papiloma invertido, fibroangioma); malignos (carcinoma epidermoideo,
estesioneuroblastoma). Toda epistaxis requiere descartar existencia de neoplasia.
-Ulcera trófica simple o idiopática. Puede asociarse a costras o infecciones locales.
-Epistaxis post-quirúrgica. Hemorragia secundaria a septumplastias, punción sinusal.
-Enfermedades específicas. Leishmaniasis (lesiones vegetantes del tabique nasal, aframbuesadas, que se ulceran y
sangran); sífilis terciaria (destrucción de huesos propios y tabique óseo, produciendo epistaxis); lepra (produce
rinitis atrófica, con ulceraciones en zona de Kiesselbach que llevan a la perforación y destrucción del tabique
cartilaginoso); micosis (la rinosporidiosis se caracteriza por formación de granuloma vegetante en zona anterior
del tabique); rinoscleroma (comienza como una rinitis atrófica inespecífica de evolución lenta y que puede
extenderse a la narina, labio superior y la pirámide nasal).
-Epistaxis iatrogénica. Instrumentación quirúrgica.
·Localización
·Frecuencia
-Únicas: Primer episodio.
-Recurrentes: Se repiten varias veces al año y habitualmente ceden con taponamiento.
·Repercusión general
-Leves: Ceden espontáneamente, y no hay repercusión sobre el estado general del paciente.
-Moderadas: Necesitan taponamiento instrumental, sin comprometer el equilibro hemodinámico.
-Graves: Afectan la estabilidad hemodinámica del paciente. Pueden requerir transfusiones.
DIAGNÓSTICO
·INTERROGATORIO. Guía hacia un diagnóstico etiológico y topográfico. Determinar cuándo y cómo comenzó; si
traga sangre y cantidad (mayor o menor que la que sale por fosas nasales); primer episodio o recurrente;
enfermedades previas; ingesta de fármacos (anticogulantes); antecedente traumatismo (dinámica del
traumatismo, lesiones asociadas); antecedente de obstrucción nasal; antecedente de tratamiento, y cuál.
·EXAMEN FÍSICO. La observación dará una idea de la magnitud de la hemorragia y del estado general del paciente.
Si no forma coágulos, indica la posibilidad de coagulopatía. Se deben seguir los siguientes pasos:
-Control de presión arterial en epistaxis importantes.
-Rinoscopia anterior o microrrinoscopía, previa limpieza de fosas nasales (por soplo nasal o aspiración de
coágulos) y colocación de algodón con lidocaína 4% + adrenalina (vasoconstrictora) al 1‰ por 5-10 min. Esto
permite observar vaso o zona afectada (techo: arterias etmoidales; atrás o piso: ramas de arteria esfenopalatina).
-Examen orofaringe: presencia de coágulos y escurrimiento de sangre fresca en paredes laterales/posteriores.
-Rinoscopia posterior: Dificultosa por la hemorragia, permitirá ver el vaso o presencia de tumor.
-Rinofibroscopia: Visualización completa de fosa nasal. Identifica sitio de hemorragia y permite descartar tumor.
·ESTUDIOS DE IMÁGENES. Indicados en epistaxis recurrentes: RX simples (posiciones mentonasoplaca,
frontonasoplaca y de perfil de rinofaringe), TAC de macizo cráneofacial axial y coronal con o sin contraste (ante
sospecha de tumor), angiografía digital (sospecha de aneurismas; herramienta terapéutica), RMN.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Hemoptisis y hematemesis; que, por reflujo, pueden eliminar sangre a través de fosas nasales.
TRATAMIENTO
·TRATAMIENTO MÉDICO. Dirigido fundamentalmente a corregir las causas generales que provocan el sangrado y a
restablecer el equilibrio hemodinámico. Se aplica cualquiera sea el tipo de epistaxis.
-Tratamiento inmediato: Valoración de repercusión hemodinámica. Colocar al paciente en posición sentado,
inclinado hacia delante, NUNCA acostado o con la cabeza hacia atrás. El manejo terapéutico consiste en
establecer la hemodinamia normal, alterada por hemorragia y volemia. Frente a signos clínicos de hipovolemia, se
recurre a transfusión sanguínea, o expansores plasmáticos, en caso de que no sea posible una transfusión. Se
administrarán hipotensores, diuréticos y sedantes si la epistaxis coexiste con una crisis hipertensiva. No perder el
tiempo con exámenes complementarios innecesarios, pero NO se debe indicar el egreso del paciente de la
guardia sin el correcto estudio o aplicación de protocolos adecuados de la hemorragia.
-Tratamiento mediato: Dirigido a controlar la enfermedad que origino la epistaxis (tratamiento etiológico).
·TRATAMIENTO INSTRUMENTAL
Epistaxis anteriores
-Cauterización con sustancias químicas: Nitrato de plata o ácido tricloroacético. Está indicada en niños cuando la
hemorragia es capilar.
-Cauterización con galvanocauterio: Tratamiento de elección cuando se ve el vaso sangrante.
-Taponamiento anterior: Indicado ante la imposibilidad de cauterizar el vaso sangrante o bien
cuando la patología lo requiere (Rendu-Osler, coagulopatias). El objetivo es bloquear el tercio
anterior de la fosa nasal donde se visualiza la zona sangrante. Con gasas vaselinadas (para evitar
que se pegue a la mucosa) o sustancias sintéticas expansibles. El taponamiento debe ser bien
compresivo, es su mecanismo hemostático. Dura unas 48 – 72 hs y se indican antibióticos
orales. Previo al taponaje, debe realizarse correcta toilette nasal (limpieza de secreciones,
aspiración de coágulos, soplo nasal, algodón con lidocaína 4% + adrenalina 1%).
La epistaxis puede tratarse con Merocel (esponja de plástico, constituida por polivinilo poroso),
que se colocan en la nariz previamente higienizada, y se infla y amolda a la fosa nasal
luego de colocar agua/solución fisiológica y produce compresión sobre la región vascular afectada.
→ Complicaciones: sinusitis, otitis, celulitis orbitaria, por infección agregada; hipoxia y aumento CO 2, por
presencia del taponamiento, depresión centro respiratorio y muerte; necrosis válvula nasal; sinequias, estenosis.
Técnicas:
-Electrocoagulación del vaso sangrante: Con microscopio o endoscopio.
›Ramas terminales de arteria esfenopalatina: Epistaxis posteriores. Se realiza a nivel del agujero esfenopalatino,
mediante un abordaje transnasal microquirúrgico o endoscópico.
›Arteria etmoidal anterior: Epistaxis superiores. Por medio del abordaje transnasal se accede al tercio superior de
las fosas nasales y se electrocoagulan las ramas terminales de esta arteria.
-Ligadura del vaso. Epistaxis sin acceso por vía transnasal (razones anatómicas, traumáticas, tumorales).
›Arteria maxilar interna y ramas terminales: En fosa pterigomaxilar, por vía transantral. Indicada en fosa nasal que
presenta alteraciones anatómicas (sin acceso a agujero esfenopalatino) o ante tumores que ocupan la fosa nasal.
›Arteria etmoidal anterior: Por vía externa, a través de una incisión a nivel del ángulo superointerno del ojo. Se
indica en epistaxis superiores que, por razones anatómicas o tumorales, no se puede acceder por vía transnasal.
›Arteria carótida externa en cuello: Indicada cuando la epistaxis es ocasionada por un tumor del macizo
craneofacial, o cuando es secundaria a traumatismos del tercio medio de la cara.
→Cuanto más distante al vaso sangrante se efectúe la ligadura arterial, menor será la garantía de un buen
resultado y mayor la morbilidad.