- CONCEPTO DEL HOMBRE COMPLEJO EN LAS ORGANIZACIONES LA NATURALEZA DE LA PERSONA
La naturaleza del hombre, es una
unidad compleja. Una unidad substancial, no simple, compuesta por dos co-principios. Uno material, físico, corpóreo, que es el cuerpo. Y otro anímico, que es el alma racional o espiritual y cuya realidad es inmaterial, no física, no corpórea. LA NATURALEZA DE LA PERSONA
Existe un orden, una jerarquía entre estos
dos co-principios constitutivos de la persona humana. Uno de ellos es más importante que el otro. Se trata del co- principio anímico espiritual. Es el que da vida y unidad a la persona y el que otorga realidad y sentido a toda la existencia humana. Precisamente, la etimología nos enseña que la palabra alma proviene del vocablo latino ánima, que significa literalmente “lo que da vida” LA NATURALEZA DE LA PERSONA
la naturaleza del hombre es, en segundo
lugar, la de un animal racional, un ser que comparte con el resto de los animales el poseer vida instintiva y sensitiva. Pero, que se distingue por estar dotado de un alma racional o espiritual. Es decir, por tener razón. Y, como hemos visto, ello convierte al hombre en un ser muy distinto a los animales no racionales. De hecho, lo propio suyo es dominar y encauzar sus pasiones y sensaciones por medio de las facultades de la razón. LA NATURALEZA DE LA PERSONA UN SER LIBRE, UN SER MORAL
Que el hombre tenga un alma espiritual, o sea
Racional, significa que posee inteligencia y voluntad. Estas dos facultades son, a su vez, las que fundamentan su libertad. Precisamente, la Inteligencia permite conocer, entender y deliberar acerca de la conveniencia de una decisión de y la acción consiguiente. La voluntad por su parte, es la facultad imperativa, del querer, que decide y mueve al hombre hacia el fin o el bien querido. LA NATURALEZA DE LA PERSONA
Ello, como antes señalamos, supone que el
hombre puede conocer, mediante la inteligencia, el fin que lo perfecciona, es decir, su bien. Y ese bien puede ser querido por la voluntad, la cual lo moverá a conseguirlo espiritual y físicamente. La acción humana se caracteriza por la misma condición ontológica del hombre, por su propia naturaleza. Es lo que desde antaño ha sostenido la filosofía occidental: el obrar sigue al ser. LA NATURALEZA DE LA PERSONA
La acción humana libre, la
conducta moral, es autoreferencial: siempre revierte en sus consecuencias sobre quien la realiza, tranformándolo para bien o para mal; haciéndolo virtuoso o vicioso. LA NATURALEZA DE LA PERSONA
UN SER SOCIAL.
Conjuntamente con lo anterior, las acciones
humanas libres-buenas o malas-afectan a terceras personas, puesto que el hombre es, por naturaleza, un ser social, que se relaciona e interactúa con otros hombres. La supervivencia y el crecimiento y desarrollo de la persona pasan enteramente por la cooperación de otros. LA NATURALEZA DE LA PERSONA
Dentro de esta realidad, resulta obvio que la
actividad y acción empresarial, por ser humana y social, posea una -naturaleza esencial e ineluctablemente moral. La ética no es un valor añadido, sino intrínseco a toda actividad empresarial, puesto que los seres humanos damos a todo nuestro obrar una dimensión ética y perfeccionadora. LA NATURALEZA DE LA PERSONA
De esto se sigue que no existe una ética de los
negocios, como tampoco una moral de las profesiones, sino sólo una ética, que puede ser aplicada a situaciones donde se trata de decisiones y actuaciones insertas en el marco de una actividad empresarial. De forma particular y concreta, la acción humana en la actividad empresarial (la acción empresarial) debe encaminarse hacia la perfección de las personas: LA NATURALEZA DE LA PERSONA UN SER TRABAJADOR
El hombre también es por naturaleza un ser
trabajador. No de un modo accidental ni tampoco proveniente del libre arbitrio. Nuestra propia naturaleza nos impone la necesidad de trabajar. El hombre para alcanzar su plenitud requiere transformar la naturaleza, tanto la del mundo que lo rodea como la propia. Necesita cultivar y cultivarse. De otra forma es imposible su desarrollo y crecimiento. Esta es condición necesaria, reclamada por la propia naturaleza humana, para que el hombre sé hominice, esto es, se haga más cabalmente humano. LA NATURALEZA DE LA PERSONA
PERSONAS, ORGANIZACION Y TRABAJO
Desde el principio, el hombre es llamado
a relacionarse con la naturaleza para desarrollarse. En el libro del génesis, capítulos 1 y 3, se habla de la relación entre el hombre y la tierra y con los bienes que ella posee. Esta relación ha ido variando hasta nuestros días, complejizándose e involucrando cada vez a más personas y variables. LA NATURALEZA DE LA PERSONA
Considerando los estudios podríamos dividir la
historia de la relación del hombre con la naturaleza en cuatro etapas, considerando las características del proceso laboral, la relación del ser humano con su trabajo y los efectos del trabajo en las personas:
LA COOPERACION SIMPLE.
LA MANUFACTURA.
EL MAQUINISMO.
LA AUTOMATIZACION. LA NATURALEZA DE LA PERSONA
COOPERACION SIMPLE
Se caracteriza por una producción artesanal que
transforma objetos naturales a través del uso intensivo de las extremidades, especialmente de las manos de las personas, utilizando como principal fuente de energía la fuerza muscular en una primera etapa. Se valen de instrumentos muy rudimentarios y simples, construidos por el mismo trabajador que los utiliza. LA NATURALEZA DE LA PERSONA
LA MANUFACTURA
Al igual que el modelo anterior,
se caracteriza por una producción artesanal, que utiliza como principal fuente de energía la fuerza muscular. Aunque los instrumentos de trabajo son confeccionados por su mismo utilizador, responden a características más complejas y específicas para cada tarea. LA NATURALEZA DE LA PERSONA EL MAQUINISMO
La siguiente etapa del desarrollo de los procesos de
transformación de la naturaleza está definida por la creación e introducción en el trabajo de las máquinas y herramientas, que imponen la forma de trabajo y cuyo funcionamiento, el hombre controla. Una consecuencia es un ahorro significativo de tiempo y esfuerzo muscular, al comenzar a utilizarse otras fuentes energéticas. Pero también significa profundizar la división entre concepción y ejecución, la pérdida parcial del control sobre el trabajo, la realización de tareas aisladas y la introducción del trabajo por turnos. LA NATURALEZA DE LA PERSONA LA AUTOMATIZACION
La siguiente etapa en la evolución socio
técnica del trabajo está determinada por la introducción de automatismos y de la computación en el control de las máquinas y los complejos procesos laborales. Estos se caracterizan por la reducción paulatina de la participación de las personas y su reemplazo por sofisticados mecanismos de automatización, en los que sistemas computacionales son controlados por otros sistemas computacionales de mayor complejidad. CONCEPTO DEL HOMBRE COMPLEJO EN LAS ORGANIZACIONES
Tanto Idalberto Chiavenato (2000) como Mac
Gregor Douglas (1960), explican que en diferentes épocas, las teorías de las organizaciones han postulado concepciones diversas respecto de la naturaleza humana y de las organizaciones. Cada una de las cuales privilegian ciertos aspectos de la conducta de las personas y determina la manera como las organizaciones administran a las personas. Cada una de las concepciones tiene un contexto adecuado para explicarlas y justificarlas. CONCEPTO DEL HOMBRE COMPLEJO EN LAS ORGANIZACIONES
La primera concepción surgió a comienzos
del siglo XX y fue ofrecida por la Teoría de la Administración Científica (Taylor, Gilberth, Gant y otros), y marcó profundamente la manera como las organizaciones pasaron a enfocar la conducta humana. CONCEPTO DEL HOMBRE COMPLEJO EN LAS ORGANIZACIONES
Según esta concepción, las personas
trabajan sólo para ganar dinero, y la manera de motivarlas es ofreciéndoles recompensas financieras. De ahí el fuerte énfasis en los premios de producción y los incentivos salariales como forma básica de motivación humana para satisfacer principalmente sus necesidades fisiológicas de seguridad. CONCEPTO DEL HOMBRE COMPLEJO EN LAS ORGANIZACIONES
La segunda concepción surgió en la década de
1930 con la teoría de las relaciones humanas, de Mayo, Lewin, Roethlisberger, Dickson y otros psicólogos sociales que intentaron combatir el racionalismo y mecanicismo excesivos de los ingenieros de la administración científica. Fue el enfoque del hombre social, es decir, del hombre motivado exclusivamente por recompensas sociales, no materiales ni simbólicas. CONCEPTO DEL HOMBRE COMPLEJO EN LAS ORGANIZACIONES
La tercera concepción surgió con la teoría de la
burocracia y su posterior desdoblamiento en la teoría estructuralista, a comienzos de la década de 1950. Los sociólogos de las organizaciones se preocuparon por explicar el hombre organizacional, es decir, el hombre como representante de roles simultáneos en diversas organizaciones en que participa. CONCEPTO DEL HOMBRE COMPLEJO EN LAS ORGANIZACIONES
La cuarta concepción surgió con la teoría del
comportamiento a finales de la década de 1050, con los trabajos de Simon, que vinieron a sustituir los enfoques romántico e ingenuo de la escuela de las relaciones humanas, que le sirvió de base. Los psicólogos organizacionales se preocuparon por orientarlo, como un incansable procesador de información y tomador de decisiones. CONCEPTO DEL HOMBRE COMPLEJO EN LAS ORGANIZACIONES
Cada persona contribuye a la organización con
sus inversiones (esfuerzo, dedicación, trabajo etc.) a medida que prescribe que le traerán retribuciones proporcionales. De ahí surge la denominada reciprocidad, donde cada persona está dispuesta a contribuir, en la medida en que recibe incentivos y estímulos adecuados y suficientes. CONCEPTO DEL HOMBRE COMPLEJO EN LAS ORGANIZACIONES
Las personas constituyen el recurso más valioso
de la empresa. Tratar a las personas como personas (dotadas de características propias de personalidad, motivaciones, valores personales, etc.) o como recursos dotados de habilidades, capacidad y conocimiento. Gracias