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Una Visión Constructivista de La Drogodependencia
Una Visión Constructivista de La Drogodependencia
Es difícil que un sujeto consuma drogas si ello supone una limitación para elaborar
su sistema de constructos. Sin embargo, aquellos que encuentren que los primeros
contactos con la droga les capacita para anticipar de una manera más satisfactoria
algunos aspectos de su vida, tienen abierto el camino hacia la drogodependencia
(Hinkle, 1965).
Cuando la droga se consume por primera vez, las fantasías del individuo sobre lo
que puede ocurrir afectará a su experiencia. El grado en que la aparición de las
diversas sensaciones es interpretada como efecto del tóxico estará en relación con
las construcciones (anticipaciones) previas del individuo que pueden ser validadas
o invalidadas si las predicciones fallan (Salazar, Casas y Rodríguez, 1992), en todo
caso, el efecto de la droga consumida es interpretado (Dawes, 1985).
Los constructivistas afirman que los cambios son consustanciales con el ser
humano. Así, cada cambio exige una reconstruccion y por esa razón, se ha definido
el trastorno en términos de un sistema de construcción que no es permeable a los
cambios, o que a pesar de su invalidación se usa repetidamente (Kelly, 1955).
Un cambio puede poner en peligro el sistema de constructos y por tanto, producir
amenaza y ansiedad, ante esto, como respuesta, es comprensible que la persona
desarrolle un mecanismo autoprotector que se denomina resistencia en el contexto
terapéutico.
Para el constructivismo la drogodependencia puede ser vista como adaptativa
porque puede contribuir a la elaboración de aspectos del sistema de constructos
del individuo, lo que no le sería posible libre de drogas o en abstinencia. Cuando las
personas se enfrentan a acontecimientos que se encuentran fuera de los rangos de
conveniencia de su sistema de constructos, se genera la ansiedad que es la que va a
proporcionar el fundamento para el cambio, puesto que representa la conciencia
de que el propio sistema de constructos no se adapta a los acontecimientos que le
rodean (Salazar, Casas y Rodríguez, 1992).
Tanto las conductas adaptadas como las disfuncionales forman parte de la
experiencia en la que se ponen a prueba las construcciones de la persona para ser
confirmadas o no confirmadas, y en consecuencia revisadas (Botella y Feixas, 1998).
De manera que la salud psicológica se caracteriza por un proceso continuado de
revisión y fluctuación (Neymeyer y Neymeyer, 1996).
El alternativismo constructivo afirma esencialmente que todas nuestras
interpretaciones presentes del universo están sujetas a revisión y sustitución. De
ahí la importancia que tiene el alternativismo constructivo (Kelly, 1969a), y por
tanto, el abrir opciones o alternativas para el desarrollo y crecimiento del ser
humano. Desde este punto de vista se deriva que la psicoterapia es más una
empresa creativa que correctiva (Neimeyer y Harter, 1988). En terapia hay que ver
la manera de cultivar estructuras de significado alternativas, desarrollando en la
sesión un mundo fingido y seguro (Neymeyer, 1998).
Una estructura cognitiva que atribuye significado y relaciones, será resistente al
cambio si la persona no desarrolla estructuras de significado alternativas (Liotti,
1991).
La resistencia más que representar una especie de obstinación o inflexibilidad
irracional a cambiar aspectos fundamentales de las perspectivas o de la conducta
puede contemplarse como adaptativa (Neymeyer, 1989).
El drogodependiente vio peligrar constructos nucleares y se mostró resistente al
cambio, fracasando repetidamente en la búsqueda de alternativas a la
dependencia.
La terapia constructivista no se orienta únicamente al cambio conductual sino a la
revisión del sistema de construcción, de forma que las conductas implicadas en las
nuevas experiencias sean más satisfactorias para el sujeto y su entorno (Botella y
Feixas, 1998).
Los constructivistas inciden en los procesos de conocimiento y se orientan hacia la
evaluación de la viabilidad (utilidad) como opuesto a validez (verdad) de la visión
del mundo única de cada individuo (Neimeyer y Neymeyer, 1996)
Este nuevo sistema capacita para anticipar ciertos acontecimientos que están
limitados si se está abstinente y que incluyen situaciones de la vida cotidiana e
incluso estados psicológicos.
Se sugieren entre otras técnicas los métodos que analizan la estructura del sistema
de construcción del cliente como el escalamiento, el escalamiento dialéctico, la
flecha descendente y también de una manera más amplia la técnica de rejilla que
es una técnica usada para elicitar y hacer un mapa de aquellas dimensiones de
significado mediante las cuales una persona organiza sus percepciones de algún
dominio de la experiencia. Otra técnica es el nudo del problema que es una forma
de hacer un gráfico de las posiciones relacionadas de diversos miembros del
sistema familiar en el ámbito de las construcciones que tienen los unos de los otros
y de las acciones que son coherentes con esas construcciones. Una característica
única de esta estrategia es que muestra gráficamente la manera en que las
acciones de un miembro de la familia validan de manera no intencionada las
construcciones de otro miembro implicado en el sistema-problema, ofreciendo un
mapa detallado con forma de nudo- de las potenciales intervenciones
terapéuticas (Neimeyer y Mahoney, 1998).
En definitiva, se pueden utilizar todas las técnicas que sirvan para reconstruir el
propio pasado y discernir en él nuevos temas que apunten hacia un futuro más
esperanzador suelen ser efectivas (Bannister, 1975). De ahí su eclecticismo técnico.