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MENDOZA
AUTOS Y VISTOS:
Estos autos, arriba intitulados, y
CONSIDERANDO:
I- Que a fs. 89/90 de autos comparece el Dr. Edgardo Manuel Valles,
en el ejercicio de la defensa técnica del imputado Sebastián Antonio Pasten, y solicita se
declare la nulidad del acta de reconocimiento de fs. 14 de autos, dejando interpuesto, en
subsidio, recurso de apelación de conformidad con lo normado por los arts. 484, 496 y
concordantes del Código Procesal Penal.
II- Concedido el recurso impetrado (fs. 126) y elevados los autos a este
Tribunal (fs. 134), durante el término de emplazamiento establecido en el Art. 468 del Código
Procesal Penal, el apelante presentó el correspondiente informe (fs. 36), dando así
fundamentos a sus agravios, en cumplimiento con lo normado por el Art. 471 del cuerpo
legal referido.
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elemento probatorio de suma importancia, ya que al haberse efectuado la devolución del
teléfono no se puede conocer con certeza si los datos contenidos en la tarjeta de memoria
permiten inferir si el teléfono es de la víctima o no.
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muestra apartada de las reglas de la lógica y la sana crítica racional. Así, si bien –reitero- son
cuantiosos los teléfonos que se adaptan a esos caracteres, el hecho de que el mismo haya sido
localizado en poder del encartado, quien fue identificado por la correspondencia física con los
datos proporcionados por la víctima, tan solo veinte minutos después de acaecido el evento
criminoso, junto a un arma de fuego, que coincidentemente se corresponde también con la
descrita por la víctima como aquella que emplearon los sujetos para intimidarlo (refirió Apaso
“saca una arma de fuego, color negra tipo revólver”, siendo el arma secuestrada “revólver
calibre 22, color negro...”), es una circunstancia más que suficiente como para poder aseverar
que ese teléfono secuestrado en poder del imputado es el sustraído a la víctima.
Esta afirmación no es menos importante, ya que encontrándose
individualizado el bien objeto del delito, el posterior reconocimiento de la cosa que se
efectuara revistió el carácter de innecesario, toda vez que la finalidad de la medida de
reconocimiento (sea de personas o de cosas) es, precisamente, y ante la existencia de dudas
entre la identidad física o material de la persona o de la cosa respectivamente sometida a la
medida, poder conocer que efectivamente el sujeto o el bien que está siendo objeto de
reconocimiento entre otros de similares características, es precisamente el que se encuentra
involucrado con la investigación en particular.
Ahora bien, considerando que la cosa mueble ya se encontraba
individualizada en oportunidad de efectuarse el secuestro de la misma, entiendo que, y sin
perjuicio de la denominación que se le haya impuesto en el acta que corre agregada a fs. 17,
mediante la misma no se instrumentó un reconocimiento propiamente dicho, sino que tuvo
como única finalidad la de formalizar la entrega del bien, que ya se encontraba identificado, a
su propietario.
De ninguna manera puede considerarse a dicho acto como un
“reconocimiento de cosas” en los términos del art. 280 del Código Procesal Penal (Ley N°
1908) como para exigir el cumplimiento de las formalidades impuestas legalmente para el
desarrollo de tales medidas. Ni siquiera alcanza a adquirir dicho acto la naturaleza de un
acto “pre procesal” orientativo del proceso, ya que difícilmente puede sostenerse que con el
mismo se intentó confirmar la identidad del bien secuestrado con el sustraído, lo que ya se
encontraba corroborado mediante el secuestro del bien al autor del delito.
No obstante lo dicho, advirtiendo que en el acta obrante a fs. 17 se ha
consignado que el elemento es reconocido por la víctima como de su propiedad –a juicio del
suscrito y por lo expuesto precedentemente de manera innecesaria-, y en abono de la postura
en la que se enrola el magistrado cuya resolución se pretende revocar, entiendo que asiste
razón al mismo en cuanto pregona la existencia de actos preprocesales –que si bien no están
expresamente reconocidos en la ley, surgen de las facultades que el Código de procedimientos
otorga la “policía judicial” (arts. 333 y ss. Ley 6730 y Arts. 189 y ss. ley N° 1908) y cuyo
ejercicio está en manos de la actual policía administrativa- y enrola al acto cuestionado dentro
de los mismos.
PODER JUDICIAL
MENDOZA
RESUELVO:
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RECHAZAR el Recurso de Apelación interpuesto por la defensa
técnica del imputado, Dr. Edgardo Valles, , y en consecuencia, CONFIRMAR el auto
emitido por el Sr. Juez titular del Juzgado en lo Penal de Menores de la Cuarta
Circunscripción Judicial, obrante a fs. 119/120, de conformidad con lo dispuesto por el art.
473 del Código Procesal Penal, con costas (art. 10 decreto ley 1304/75 y artículos 557, 560 y
concordantes del Código Procesal Penal ley 6730, T.O ley 7007).