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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD YACAMBÚ

DECANATO DE EXTENSIÓN, CULTURA Y DEPORTE

DIPLOMADO DE FORMACIÓN Y ACTUALIZACIÓN DOCENTE

ENSAYO ARGUMENTATIVO EL DOCENTE COMO INVESTIGADOR

Alumno: Gustavo A. Nouel Yepez.

Cédula: 25.688.319

Cabudare, Agosto 2023


Dentro de los deberes del docente universitario se encuentra la actualización
teórica/práctica de los sujetos de estudio pertinentes a las materias que imparte, sino
de toda su carrera en general. Es esencial para el desarrollo académico el mantener un
currículo actualizado y que los profesores impartan dentro del aula de clases la
información perteneciente a los progresos científicos más recientes de su área de
estudio. Descrito esto, el docente se encuentra en la necesidad de mantenerse
actualizado, y buscar de fuentes confiables tanto bibliografía reciente como de
revistas científicas, la información recopilada más reciente y acorde a lo que este
imparte dentro de su aula, por lo tanto, el docente dentro de su rol asume la
responsabilidad de estar bajo un proceso de constante aprendizaje.

Consecuente con lo descrito anteriormente, Corrales y Jímenez (1994) describen

“la ida que la investigación curricular y su desarrollo debe ser llevada


por especialistas ligados con el aula, y con su campo de acción. No es
suficiente que el trabajo de los docentes constituya el foco de interés de la
investigación; éstos deben convertirse en investigadores de su propio
quehacer”

Las autoras expresan de forma clara la idea de que los currículos educativos deben
ser modificados y adaptados por expertos en un área que a su vez desempeñen su
labor docente, es decir, el docente como investigador asume ese rol transformador y
contextualizador en relación a los contenidos que se imparten dentro del salón de
clases. A los docentes investigar el quehacer propio asumen el compromiso de
divulgar lo investigado, manteniendo al tanto de los progresos actuales en sus
respectivas áreas a los estudiantes que acudan a sus aulas.

Así mismo, Hernández (2009) describe en su trabajo titulado “El docente


investigador en la formación de profesionales” lo siguiente:

“En el ámbito universitario permanentemente existirá una


preocupación por el, cuerpo docente, por su interacción directa con la
producción y la difusión del saber. Es necesario abogar por la sana
interacción entre profesores e investigadores o, mejor aún, por un alto
desempeño del docente investigador, fortaleciendo espacios para la
reflexión que conduzcan a su formación pedagógica e investigativa, en
procura de una educación con calidad, entendida ésta como la coherencia
existente entre todos los estamentos comprometidos con el sistema
educativo y el cumplimiento de las expectativas generadas por la
estructura social”
En este contexto, Hernández manifiesta la posición de vital importancia donde se
encuentra el docente, que es en el puesto directo entre la producción del saber y la
difusión del mismo, donde el docente deberá mantener una buena relación con el
panorama investigativo científico de su área, o en su defecto pertenecer a este y
desempeñar la funciones tanto de docente como de investigador. Independientemente
si el docente decide ser investigador, este deberá mantenerse al tanto de las
investigaciones ya que es una de las funciones dentro de su rol. Por lo tanto, la
universidad debe velar por construir espacios de formación pedagógica e
investigativa, de actualización docente para que, dentro de la misma casa de estudios,
los conocimientos del docente se puedan ver actualizados.

Mantener los conocimientos actualizados con el fin de lograr el desarrollo


profesional y científico de una nación de forma eficiente es deber del docente, la
universidad y del estado. Un estado que no solo cumpla con el derecho básico a la
educación, sino que fomente con incentivos económicos o profesionales la
investigación científica, es un estado que está garantizando la competencia dentro de
la investigación nacional, otorgándole motivos a los docentes para investigar y
divulgar lo investigado, del mismo modo las Universidades al crear revistas
científicas, colocar incentivos, garantizar espacios de formación y reconocer la
excelencia, también motiva no solo a que el docente procure mantenerse actualizado
en relación a sus saberes, sino que asuma el rol de investigador de forma simultanea
intentando del mismo modo contribuir al progreso científico.

Respaldando lo descrito anteriormente, Hernández (op.cit.) comenta lo siguiente


en relación al docente investigador dentro de la universidad:
“…desde el conocimiento histórico del contexto, realiza su actividad
formadora y, por tanto, asume la responsabilidad de educar integralmente
al estudiante, para que comparta con éxito la vida contemporánea,
fuertemente marcada por el desarrollo científico, tecnológico y la
problemática sociocultural; consciente de que la calidad de su desempeño
contribuye directamente al desarrollo del país y, por consiguiente, al
mejoramiento de la calidad de vida en su entorno.”
Es resaltado el rol clave del docente universitario, donde este influye de manera
directa en el desarrollo del país en donde este eduque. Consecuentemente influirá en
la vida profesional del estudiante, ya que, si los conocimientos que imparta en clases
no están actualizados, o en su defecto no pueden ser utilizados de forma práctica
dentro del área profesional donde se desempeñe, el efecto logrado en el estudiante
será el contrario al deseado. El docente universitario, por ende, debe procurar que
toda la información actualizada que este brinde a sus estudiantes pueda ser utilizada
de forma práctica dentro de su área de trabajo, el pragmatismo es uno de los valores
fundamentales del docente investigador.

Congruente con lo descrito antes, Anderson y Herr (2007) detallan el como


determinar la validez de la investigación docente, destacando la validez de la
resolución del problema “Una manera de determinar la validez de la investigación
acción es preguntarse hasta qué punto las acciones condujeron a la resolución del
problema planteado (en el estudio) o a un entendimiento más profundo del
problema”, es decir, en el planteamiento del problema de la investigación, siendo este
su objeto de estudio, el cómo este haya podido brindarle una solución efectiva a dicha
problemática, será un indicador completamente factible sobre la validez de su estudio.

Donde al mismo tiempo Anderson y Herr (op.cit.) plantean las siguientes


preguntas para que el docente investigador se las plantee al actualizar su
conocimiento en base a estudios de otros profesionales, como al momento de realizar
su propia investigación deseando lograr validez en la misma. “¿hasta qué punto se
resolvió el problema o dilema profesional dentro de un contexto específico y con
ciertos parámetros, limitaciones, y posibilidades?”, es decir, la validez se medirá en
torno a la aplicabilidad de las soluciones o respuestas que haya brindado una
investigación sobre el problema planteado. Siempre teniendo en cuenta la
complejidad contextual que implican ciertos contextos (específicamente en las
ciencias humanas y sociales).

Este tipo de validez dentro de la investigación docente es resaltada ya que se


adapta muy bien al contexto latino, específicamente el venezolano. Dentro del marco
de las ciencias humanas y sociales, los objetos de estudio suelen ser problemáticas a
tratar, siendo esta la gran diferencia con las ciencias naturales. Por ende, que un
investigador de las ciencias humanas y sociales, pueda ser capaz de proveer
soluciones factibles a problemas específicos que afectan de forma local, podrá
convertirse en el gestor de cambio que genere un cambio a macro dentro de su escala
inicial. Pudiéndose adaptar estas soluciones locales a soluciones regionales, y
posteriormente nacionales. Todo esto dependerá de la calidad de la investigación
realizada y de la eficacia de las soluciones proporcionadas. Pero es un denominador
común dentro de este contexto que los problemas locales se puedan trasladar a un
problema nacional.

En su trabajo Anderson y Herr (op.cit.) concluyen lo siguiente:

“En general, la investigación docente tiene como propósito principal la


reflexión y desarrollo profesional más que la generación de
conocimientos para diseminar más allá del escenario local. Esto es, en
parte, porque las instituciones educativas no tienen ni condiciones de
trabajo, ni un sistema de incentivos que favorezca la investigación
docente con fines de difusión, lo cual requiere la preparación y
publicación de un informe. Además, pocos docentes tienen la
sofisticación metodológica para recoger y analizar datos, por lo menos en
la forma exigida por los científicos sociales.”
La crítica es directa hacia el poder de las Instituciones Educativas, las cuales no
hacen uso de sus recursos ni su poder factico para generar un cambio positivo en el
rol investigador del docente. Cuando una parte tan importante del sistema falla, de
forma consecuente se verá afectada el resto del mismo, si las instituciones educativas
son incapaces de promover y mantener ambientes de actualización docente e
investigativa, de fomentar mediante incentivos la investigación científica, de financiar
proyectos de investigación, y de divulgar las investigaciones de sus docentes; el resto
del sistema que compone el entramado del desarrollo científico se verá truncado
debido a esto.

Dentro de toda esta problemática no solo se ven afectados los docentes, sino los
estudiantes que se convertirán en los futuros profesionales que ejerzan sus labores en
sus áreas de especialización, así como se verá afectado el desarrollo científico y
progreso tecnológico de la nación al no ser la educación ni la investigación una
prioridad para las instituciones educativas. Pero, se debe entender que el contexto
macro económico nacional influye en las decisiones que toman dichas instituciones,
es decir, que el estado también será una pieza clave que contribuya a que las
instituciones tanto publicas como privadas dediquen de sus recursos a la investigación
científica y desarrollo tecnológico.

Por lo tanto, el docente investigador no está solo en su labor investigativa y


divulgativa, al mismo tiempo que este puede asumir solo el rol de divulgador
actualizado como a su vez ser docente e investigador, contribuyendo es esta forma al
desarrollo científico dentro de su área profesional. La universidad como el estado son
otros pilares fundamentales que poseen dentro del sistema, mecanismos influyentes
para lograr motivar y mantener la investigación y el desarrollo científico local,
regional y nacional. Entendiéndose, que el docente no solo debe tener vocación por su
carrera profesional, sino por la pedagogía a la hora de educar a sus estudiantes, y por
la investigación científica a la hora de contribuir a un mejor futuro.

El investigador docente debe mantener su interés social dentro de los estándares


que conforman su ética, eso se traslada a que sus investigaciones brinden soluciones
efectivas a los problemas planteados. En el contexto actual, especialmente dentro de
las ciencias humanas y sociales, es pertinente que los profesionales de todas las áreas
de las humanidades hagan uso de sus conocimientos para brindar soluciones a tantos
problemas que se pueden encontrar de forma local, con la finalidad de trasladar esas
soluciones a mayor escala. No existe desarrollo científico que valga si no hay
desarrollo social.
Referencias bibliográficas:

 Anderson, G. Herr, K. (2007). El docente-investigador: Investigación -


Acción como una forma válida de generación de conocimientos. (Teacher
Research: Action Research as a valid form of knowledge generation.) In I.
Sverdlick (Ed.) La investigación educativa: Una herramienta de
conocimiento y de acción. Buenos Aires: Noveduc
 Corrales Sánchez, O. Jiménez Carrillo, M. (1994) El docente como
investigador. Revista Educción. 18(2), 73-79
 Hernández Arteaga, I. (2009). El docente investigador en la formación de
profesionales. Revista Virtual Universidad Católica del Norte, (27), 1-21.

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