1. Las investigaciones deben de nutrir los contenidos de las materias de los programas, es decir, la
educación y la docencia no deben ser replicadores de conocimiento, sino que deben basarse y
renovarse con los resultados de las investigaciones pertinentes.
3. La cultura de la investigación debe permear la vida académica y los procesos curriculares de los
programas.
6. El nivel de práctica (de dominio teórico y de habilidades en las técnicas) es lo que da calidad a la
vida académica; el estándar de exigencia se conquista con el trabajo colectivo (ethos). Para ello
hay que construir el entramado deseado y posible en los procesos de formación y de trabajo.
7. La elaboración de los productos de investigación en materias y niveles, como son los prototipos,
los proyectos de emprendedores, las investigaciones de campo, los programas sociales vinculados
con la investigación, etcétera.
8. Fomentar al interno, el manejo de los productos que se dan en los procesos formativos, como
los ensayos, las reseñas, el manejo de antologías, la consulta de los Jornales, los procesos de
formación y exigencia en los productos académicos, la elaboración de tesis (evitando el plagio), el
apoyo del uso del aparato crítico, la importancia de objetivar en productos la creatividad, etcétera.
10. Es importante que el esquema de docencia esté muy claro en los procesos curriculares, que
sustente y retroalimente a la vez con la investigación.
11. La docencia en las Universidades o en las IES debe de tener conocimiento articulado en cuanto
a las problemáticas de la región e internacionales. Es decir, debe estar a la altura de las exigencias
internacionales, atendiendo las necesidades locales. Fortalecimiento al interno con investigación
educativa.
12. Las propuestas de oferta educativa se distinguirán por la formación integral universitaria,
orientada cada vez más a la investigación y a los requerimientos regionales y globales, cumpliendo
con los requerimientos y estándares nacionales y a mediano plazo, internacionales.
Desde hace tiempo se defiende la necesidad del maestro investigador como un medio de mejora
de la práctica educativa y de desarrollo del rol profesional del maestro.
Nunca recurre a asesorías académicas, por iniciativa propia. Cuando es necesario, se apoya en el
auxilio técnico que está a su alcance.
La era actual del conocimiento requiere el manejo de herramientas específicas que permitan la
acción en las instituciones educativas. En este sentido la actividad de conocer, no es sólo un
proceso intelectual, va más allá, es un proceso interactivo. Todo docente es un investigador por
excelencia, por ello siempre es parte de una acción, es parte de una realidad, es parte de una
vivencia, en conclusión marca los pasos del desarrollo social de todos los seres humanos que
acuden a las aulas, para que les impartan aprendizaje y con los cuales vive nuevas experiencias y
trasmite las propias.
Sin embargo, la labor docente en los últimos tiempos ha venido perdiendo consistencia dentro y
fuera de las aulas, en gran medida debido a que un gran porcentaje de los docentes, desarrollan
una práctica pedagógica aplicando teorías y metodologías escritas por otros, las cuales no
necesariamente son aplicables a la realidad de sus aulas.
Cada salón de clases tiene su particularidad, de la misma manera los estudiantes, la escuela y la
comunidad en la cual se encuentra inmersa. Y es, a estas particularidades, que el docente debe
adaptarse, procurando transformar aquellas situaciones propias del ámbito educativo, que de
alguna manera afecten el proceso de enseñanza aprendizaje y por ende la labor educativa.
LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
Esta conversión científica no fue un mero producto del azar, sino el resultado de un largo proceso
que arranca a fines de la Edad Media y a principios de la Moderna, del trabajo de diversos autores,
pero muy especialmente de las aportaciones de Galileo, surgió un nuevo modelo de
aproximaciones al conocimiento de la realidad.
INVESTIGACIÓN EDUCATIVA-CONCEPTO
Es un conjunto de acciones sistemáticas con objetivos propios, que apoyados en un marco teórico
o en uno de referencia, en un marco teórico o en uno de referencia, en un esquema de trabajo
apropiado y con un horizonte definitivo, describen, interpretan o actúan sobre la realidad
educativa, organizando nuevos conocimientos, teorías, métodos, medios, sistemas, modelos,
patrones de conducta y procedimientos educativos o modificando los existentes.
En Venezuela, la carencia de una estructura legislativa actualizada, que articule con las políticas
públicas académicas formuladas anteriormente desde el Ministerio de Educación, Cultura y
Deportes, y actualmente desde el Ministerio de Educación Superior, ha retardado los avances que
en materia de reestructuración curricular vienen desarrollando las instituciones de educación
superior. De ahí la necesaria urgencia de abrir espacios de discusión, en los cuales se formulen
alternativas que fundamenten la calidad del sistema educativo superior desde una perspectiva no
habitual pero a tono con las necesidades y planteamientos sociales. Precisamente en este ámbito,
la pedagogía debe recuperar su papel relevante a partir de los enfoques educativos que se
presentan con vigencia, como lo es el de la transdisciplinariedad. La pedagogía, "como praxis de la
educación" (Molins Pera, 1995), está ubicada en todas las áreas del conocimiento educativo en
general y universitario en particular, característica que la sitúa en un nivel transdisciplinario. La
praxis educativa ofrecida en la educación superior venezolana debe estar centrada en la
pertinencia, colaboración y solidaridad, pues las instituciones de educación superior, en estos
momentos, padecen todos los males del cientificismo: rigidez en sus programas de estudios,
escasa capacidad de respuesta a las demandas sociales, poca capacidad para atender lo que
escapa del método verificable universal, excesivo disciplinarismo y concretismo, que parcelan el
conocimiento y lo disgregan, perdiendo el sentido y orientación de la realidad y dirigiendo el
conocimiento cada vez más hacia la especialización de la especialidad, es decir, a la "super-
especialización", sin ninguna conexión con el contexto social.
TRANSDISCIPLINARIEDAD
A menudo el conocimiento sobre ciertos aspectos en la sociedad del conocimiento está sujeto a
incertidumbre, se discute sobre la naturaleza de los problemas, y los intereses de los actores
implicados son intensos (Funtowicz & Ravetz 1993). Dichas situaciones claman por investigaciones
transdisciplinares porque en casos así no es obvio cuáles son los problemas más relevante y cómo
pueden ser estructurados y transformados en preguntas fructíferas de investigación. Un primer
tipo de preguntas de investigación importantes es el relacionado con los procesos empíricos que
han hecho aflorar los presentes problemas y que pueden también influir en el desarrollo de un
problema futuro (sistema de conocimiento). Otro tipo importante de preguntas de investigación
se refiere a los valores y normas que son aceptables como bases para determinar los objetivos
propios del proceso de resolución de problemas (objetivo del conocimiento). Un tercer tipo
importante de preguntas hace referencia al hecho de si la situación de un determinado problema
puede ser transformada o mejorada y al cómo (conocimiento de transformación). Las necesidades
para tratar con estas preguntas de investigación de una manera transdisciplinar incluyen el que la
complejidad de los problemas sea adecuadamente tratada, el que la diversidad del mundo vivo y y
de las percepciones científicas de los problemas sea tenida en cuenta, el que el conocimiento
abstracto y el de los casos específicos sea engarzado, y el que el conocimiento y la práctica sean
desarrollados promoviendo lo que es percibido como el bien común (Hirsch Hadorn et al. 2008,
Jaeger & Scheringer 1998).