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UNIVERSIDAD YACAMBU

VICERRECTORADO ACADÉMICO
MODELO ACADEMICO CURRICULAR DIRECCIÓN DE CURRICULO

MODELO ACADÉMICO-CURRICULAR
DE LA UNIVERSIDAD YACAMBÚ

Documento sujeto a modificaciones

Cabudare, junio 2022


1
UNIVERSIDAD YACAMBÚ
Barquisimeto

Ingeniero Juan Carlos Pereira Medina


Presidente Consejo Superior

AUTORIDADES UNIVERSITARIAS

Dr. Juan Pedro Pereira Medina


Rector

Dra. Sofía Beatriz Márquez Olmos


Vicerrectora Académica

Dra. Mariángel Herrera


Vicerrectora de Investigación y Postgrado

Dr. Mario Garrido


Secretario General

2
DECANOS

Dr. José Corrales


Facultad de Ciencias Administrativas

Dr. Gretser Orellana


Facultad de Humanidades

Dr. Daniel Rojas


Facultad de Ingeniería

Msc. María Andreina Perdomo


Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

Msc. Reina Villavicencio de Aular


Decana de Extensión, Cultura y Deportes

3
DIRECCIÓN DE CURRÍCULO

Dra. Belkis Mendoza de Gómez


Directora de Currículo

Dra. Marisela Álvarez Espinoza


Jefe Departamento de Planificación y Gestión Curricular

Lcda. Luzvennis Mogollón


Sección de Organización y Soporte Curricular

T.S.U Vallita Alfonzo


Sección de Análisis y Evaluación Curricular

Msc. Susana Rodríguez Rojas


Analista de acreditación

Profesora Yulmaris Alvarado


Analista de Equivalencias Internas

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MODELO ACADÉMICO-CURRICULAR
DE LA UNIVERSIDAD YACAMBÚ

Papel de trabajo sujeto a modificaciones

Elaborado Por:
Dra. Belkis Mendoza de Gómez
Dra. Marisela Álvarez

Junio 2022

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INDICE GENERAL
pp.
INTRODUCCIÓN 9
PARTE I 13
MODELO ACADÉMICO-CURRICULAR EN LA UNIVERSIDAD YACAMBU 13
Conceptualización del Modelo Académico-Curricular para la Universidad 18
Yacambú
PARTE II 20
EL MODELO ACADÉMICO-CURRICULAR DE LA UNIVERSIDAD YACAMBÚ. 20
MARCO CONCEPTUAL Y OPERATIVO
Dimensión Orientadora del Modelo Académico-Curricular 22
Proceso Educativo Centrado en el Aprendizaje del Estudiante 23
Características principales del componente Proceso Educativo Centrado en 27
el Aprendizaje del Estudiante
Alcance del Componente Proceso Educativo Centrado en el Aprendizaje del 28
Estudiante en el Modelo Académico de la Universidad Yacambú
Formación basada en Competencias 29
Características principales del componente formación basada en 31
competencias
Alcances del componente Formación basada en competencias en el modelo 32
académico-curricular
Formación Integral 35
Características principales del componente formación integral 38
Alcance del componente formación integral en el modelo académico- 39
curricular
Inter y transdisciplinariedad 41
Características principales del componente Interdisciplinariedad y 43
transdisciplinariedad
Alcances del componente interdisciplinario y transdisciplinarios en el modelo 44
académico-curricular
Las tecnologías en los procesos formativos 47
Características principales del componente las tecnologías en los procesos 49
formativos
Alcances del componente tecnologías en los procesos formativos en el 50
modelo académico-curricular
La Investigación: formación, producción, desarrollo e innovación 53
Características principales del componente investigación 54
Alcances del componente Investigación en el modelo académico-curricular 55

6
Dimensión Contextual del Modelo Académico-Curricular 58
Educación Continua 59
Características principales del componente educación continua 61
Pertinencia y Responsabilidad Social 63
Características principales del componente en el Modelo Académico 65
Curricular
Alcance del componente en el Modelo Académico-Curricular 66
PARTE III 69
DESARROLLO DE LOS EJES DINAMIZADORES Y COMPONENTES DEL 69
MODELO EDUCATIVO DE LA UNIVERSIDAD YACAMBÚ EN EL MODELO
ACADÉMICO-CURRICULAR.
Ejes curriculares integradores 70
- Investigación 81
- Tecnologías de la Información y de la Comunicación 84
- Vinculación con el entorno 85
Ejes transversales 88
- Ética y valores 97
- Ambiente 103
- Emprendimiento 112
- Liderazgo 119
- Sentido Humano 126
Ejes operativos 129
- Flexibilidad 130
- Innovación curricular 135
- Internacionalización 139
PARTE IV 146
ACTORES Y PROCESO DEL MODELO ACADÉMICO CURRICULAR 146
- El docente 147
- El estudiante 147
- Los procesos de enseñanza-aprendizajes 151
- La evaluación de los aprendizajes 154
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 159
GLOSARIO 164

7
LISTA DE GRÁFICOS

Gráficos Pág.

No. 1 Dimensiones del Modelo Académico Curricular 22

No. 2 Integración de los Componentes del Modelo Educativo 68


en el Modelo Académico Curricular
No. 3 Integración de Componentes y Ejes Dinamizadores 144

No. 4 Ejes del modelo Curricular 145

No. 5 Modelo Académico Curricular 158

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INTRODUCCIÓN

Los tiempos actuales, signados por una realidad incierta y cambiante,


consecuencia sostenida de un proceso post-pandémico producto del COVID-19,
han agudizado la capacidad de las Instituciones de Educación Superior, en cuanto
a sus responsabilidades históricas de atender las necesidades y demandas del
entorno, como también la de formar los profesionales que la sociedad requiere para
la solución de los problemas existentes.
Es por ello, que las universidades han de enfrentar los retos del presente,
sumarse a los cambios rápidos y situaciones emergentes con el propósito de
continuar con el cumplimiento de su misión, de formar profesionales con las
competencias requeridas a fin de responder de manera idónea a las exigencias del
entorno social-laboral y actuar con una sólida base ético-moral-ciudadana como
agentes transformadores en el contexto donde se desempeñe, en pro del desarrollo
sostenible para la construcción de un mundo posible para todos.
Evidentemente, se requiere de nuevos profesionales, personas y
ciudadanos, exigencia que la Universidad Yacambú como Institución de Educación
Superior ha asumido responsablemente, razón por la cual en el año 2018 inició un
proceso de transformación universitaria, con base en su nueva Filosofía de Gestión;
estrategia que consecuentemente demandó un nuevo modelo educativo, el cual no
solo integró todos los elementos claves establecidos en su visión, a la par que
replanteó y direccionó su función formativa atendiendo a los requerimientos del
contexto internacional, nacional y organizacional, manteniendo su ethos
institucional, apostando a su proyección global, excelencia académica, innovación,
pertinencia social y ambiental.
Es así como, se construyó un modelo educativo que busca ofrecer a sus
estudiantes una formación humanista e integral en el marco del enfoque basado en
competencia a los fines de formar profesionales, lideres, emprendedores, con
sentido humano para su incorporación y desempeño idóneo en contextos
nacionales, internacionales y multiculturales. A través de del modelo educativo

9
procuramos ubicarnos en un escenario globalizado y a su vez ofrecer una educación
integral por competencias, centrada en el aprendizaje del estudiante e
interdisciplinaria, que le facilite al futuro egresado de nuestra casa de estudio su
incorporación exitosa al ámbito laboral.
Ahora bien, alcanzar tal cometido, implica para la Universidad Yacambú
redimensionar sus funciones sustantivas, llevar a cabo modificaciones en sus
procesos de planeación y organización académica, asumir nuevas estrategias,
funciones, vinculaciones en su práctica académica, acorde a los fundamentos
filosóficos -pedagógicos establecidos en su modelo educativo, con el fin de
potenciar su ejecución e impacto.
En razón de lo anterior, se construye el presente Modelo Académico-
Curricular de la Universidad Yacambú, con el propósito de guiar la ejecución de las
actividades propias de esta casa de estudio para cumplir su misión institucional. Su
diseño, muestra de manera articulada e integrada los componentes que interactúan
en el desarrollo de los aspectos académicos que ordenan y conducen el quehacer
cotidiano.
En este documento se detalla el modelo académico, cimentado en la visión y
misión institucional, en elementos conceptuales, teóricos, curriculares plasmados
en el modelo educativo, que luego derivan en dimensiones, ejes, conceptuación de
actores y procesos de enseñanza-aprendizaje-evaluación de carácter operativo, los
cuales integrados en un corpus teórico-práctico, orientan y encauzan el accionar de
las funciones sustantivas de nuestra casa de estudio para atender los desafíos
emergentes de las realidades actuales, las nuevas tendencias educativas y sobre
todo, formar a los profesionales de este siglo XXI.
El Modelo Académico de la Universidad Yacambú, está estructurado en
cuatro partes, las cuales son producto del análisis reflexivo-critico-constructivo por
parte de la Dirección de Currículo a diversos informes o documentos nacionales e
internacionales sobre la formación en educación superior, literatura relacionada con
cada uno de los elementos que lo integran y particularmente, el análisis reflexivo y

10
prospectivo al marco conceptual de nuestro modelo educativo a los fines de
transferirlos a la práctica académica para su ejecución.
La primera parte, expone la importancia del Modelo Académico Curricular de
la Universidad Yacambú, especifica su alcance con base a los rasgos distintivos del
modelo educativo, por ser este el marco referencial para su consecuente
conceptuación, comprensión de su estructura y propósito.
La segunda parte, presenta el marco conceptual -operativo del modelo
académico-curricular, a partir de la relación e integración de cada uno de los
componentes desarrollados en el modelo educativo. Estos se organizan en tres
dimensiones: orientadora, integradora y contextual, cada una acompañada de su
descripción, características principales y alcances de los componentes que la
integran. Esto facilita no solo su comprensión e implicaciones, también provee de
operatividad para su incorporación a la tarea educativa cotidiana.
La tercera parte, desarrolla los ejes dinamizadores y componentes del
modelo educativo en el presente modelo académico-curricular. Y para ello, se
operacionalizan en ejes curriculares, transversales y operativos, cada uno integrado
por componentes y/o por ejes dinamizadores del modelo educativo, lo cual favorece
tanto su despliegue teórico como concreción práctica. Asimismo, permite establecer
lineamientos para planificar y efectuar las adecuaciones curriculares requeridas en
todos los programas académicos que oferta nuestra casa de estudio, como también
construir nuevas propuestas formativas acordes a su filosofía institucional y modelo
educativo.
El cuarto capítulo, trata sobre los actores y procesos del modelo académico-
curricular. En este sentido, describe teóricamente en qué consiste la función del
docente, cual es el papel del estudiante y cómo desarrollar el proceso de
enseñanza-aprendizaje y la evaluación de los aprendizajes, en el marco de lo
establecido en el modelo educativo de ofrecer una formación humanista e integral
en el marco del enfoque basado en competencias.

11
Seguidamente, se presenta el glosario con definiciones puntuales que
permiten al lector comprender la información desplegada a lo largo de todo el
documento.
Finalmente, es importante señalar que el presente Modelo Académico-
Curricular de la Universidad Yacambú, demanda del trabajo colaborativo entre los
diversos actores educativos, por lo que se hace necesario el compromiso
institucional sumado al de toda la comunidad universitaria para atender y gestionar
un proceso formativo sostenido, que afirme calidad y excelencia académica, con la
finalidad de asegurar competitividad nacional e internacional.

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PARTE I

EL MODELO ACADÉMICO-CURRICULAR EN LA UNIVERSIDAD YACAMBÚ

La disposición de la Universidad Yacambú como Institución de Educación


Superior de construir un Modelo Educativo en consonancia con su ethos
institucional, acorde a los desafíos que plantea el contexto actual y en respuesta a
las nuevas realidades locales-globales, es de suma trascendencia; pues ello implica
además de comprometerse con un paradigma educativo que se proyecta en todas
sus funciones sustantivas: docencia, extensión e investigación, tomar la decisión de
transformar el Modelo Académico-Curricular existente, pues se requiere que éste
materialice la visión pedagógica implícita en su nuevo Modelo Educativo.
El Modelo Educativo de la Universidad Yacambú (2021), establece el marco
referencial que orienta la función formativa de esta Casa de Estudio, respaldado en
los principios y finalidades de su proyecto de creación, procura atender las
demandas y tendencias nacionales e internacionales en educación superior y así
formar los profesionales que la actual sociedad del conocimiento exige y requiere.
Por tales razones, el nuevo Modelo Educativo constituye un documento
estratégico, que establece la manera de concebir y gestionar la formación de
profesionales de pregrado y postgrado, pues reconoce que las actuales realidades
marcadas por la complejidad e incertidumbre, demandan profesionales, personas y
ciudadanos del mundo con las competencias requeridas para desempeñarse de
forma idónea en contextos nacionales e internacionales y aportar soluciones
efectivas a los problemas del entorno.
Ahora bien, alcanzar los propósitos formativos planteados en el Modelo
Educativo de la Universidad Yacambú, de manera coherente y articulada con su
sello institucional, conduce ineludiblemente a realizar un proceso de transformación
académico-curricular, a modo de cristalizar lo establecido en su propuesta de valor:
“Formar profesionales, investigadores, líderes, emprendedores, con sentido

13
humano y calidad académica para desempeñarse con idoneidad en contextos
locales y globales”. (Dirección de Planificación. Universidad Yacambú. 2019, 2020).
Tal trasformación, incluye la construcción de un Modelo Académico-Curricular
para la Universidad Yacambú, a los fines de operativizar los fundamentos teóricos-
conceptuales, componentes y ejes dinamizadores establecidos en su Modelo
Educativo, con el propósito de incorporarlos en los programas educativos que ofrece
la universidad y establecer prácticas, que expresen su filosofía educativa y de
gestión.
Esto implica, llevar a cabo una reforma integral de la institución en todos sus
niveles y ámbitos de acción, pues sólo a través de las tareas que se espera
desarrolle cada instancia académico-administrativa, será posible la concreción de
su Modelo Educativo y su Modelo Académico- Curricular.
En tal sentido, con el Modelo Académico-Curricular de la Universidad Yacambú se
aspira:
- Precisar las líneas de trabajo para la aplicación ejecutiva del Modelo Educativo
de la Universidad.
- Definir el marco conceptual de las diferentes dimensiones institucionales
(académica, de extensión e investigación), las relaciones entre éstas, los
agentes (docentes y estudiantes) y factores del proceso formativo (enseñanza,
aprendizaje, evaluación), como sustento teórico para el cumplimiento de su
misión institucional.
- Orientar la planeación, diseño, operación e instrumentación del currículo
institucional, así como el seguimiento y evaluación curricular en
correspondencia con las estructuras académico-administrativas, recursos y
formas operativas para su organización y desarrollo.
- Cimentar los procesos de trasformación curricular que implican la incorporación
del modelo educativo en los programas educativos, además de guiar el rediseño
de los programas académicos vigentes y el diseño de nuevos programas
formativos.

14
- Lograr que todos los actores educativos (docentes, estudiantes, personal
académico-administrativo, autoridades), identifiquen su nivel de participación y
responsabilidad en hacer operativo el modelo educativo.
Para alcanzar tales aspiraciones, se hace necesario destacar los rasgos
distintivos del Modelo Educativo de la Universidad, como marco referencial que
permita en primera instancia conceptualizar el Modelo Académico-Curricular para la
Universidad Yacambú y posteriormente, establecer un conjunto de contenidos
conceptuales-teóricos y estrategias institucionales que permitan cumplir con lo
planteado en dicho Modelo.
Destacan las siguientes:
- Responde a las tendencias nacionales e internacionales en materia de
educación superior, como también a planteamientos establecidos en
documentos, tratados y acuerdos de organismos internacionales con
reconocida trayectoria en el ámbito educativo y en los señalados, por el Estado
Venezolano en su base doctrinaria.
- Reconoce la importancia de atender las necesidades del contexto social local y
global a través de programas académico-formativos, de investigación,
vinculación con el entorno y educación continua, con calidad y pertinencia socio-
ambiental.
- Promueve desde una perspectiva humanista, integral, crítica, con visión
sistémica compleja, centrada en el desarrollo humano la formación de
profesionales e investigadores, líderes y emprendedores con las competencias
requeridas para aportar desde sus espacios profesionales, personales y de
convivencia, soluciones orientadas a contribuir con el mejoramiento continuo de
su entorno local y global.
- Considera como prioridad el desarrollo armónico y coherente de todas las
dimensiones del ser humano: ético, espiritual, cognitivo, afectivo, comunicativo,
estético, corporal y socio-político; que alcance su realización plena en la
sociedad donde se desempeñe como profesional, persona y ciudadano.

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- Se apoya en el enfoque basado en competencias para la formación humanista
e integral, de formar profesionales, personas y ciudadanos con calidad
académica, sentido humano y visión multicultural.
- Prioriza la formación centrada en el aprendizaje del estudiante, por ser el eje
sobre el cual convergen los procesos educativos, de perfilar un estudiante que
participa activamente en su proceso formativo, mediante experiencias de
aprendizaje que benefician su interacción con el entorno social y profesional,
tanto en lo local como en lo global.
- Establece ejes dinamizadores que, en conjunto con los componentes del
modelo, perfilan el diseño, rediseño y evaluación de los programas educativos
de la institución, así como la organización académica, que hacen posible la
formación humanista e integral por competencias, mediante un currículo flexible
y abierto.
- Asume el enfoque socio-formativo por competencia, dado que éste aporta a la
visión de integralidad que actualmente se requiere en la formación profesional,
involucrando al estudiante en los saberes fundamentales del conocer, hacer,
ser, sentir, convivir y emprender.
- Procura formar estudiantes con racionalidad crítica para crear su propio
conocimiento mediante el desarrollo de capacidades, destrezas, habilidades en
el marco de un sistema de valores que incite a la autorreflexión y el interés, tanto
por el conocimiento de sí mismo, como por el entorno socio-ambiental que le
rodea.
- Considera de importancia realizar cambios en los procesos formativos,
incorporando nuevas visiones que se construyen a partir de los vínculos que
van descubriendo de una disciplina a otra, favoreciendo así la
interdisciplinariedad y con ello, la formación holística del estudiante.
- Incorpora el principio de educación continua como proceso de formación y/o
actualización en conocimientos, destrezas y habilidades para mejorar el
desempeño profesional o accionar cotidiano y así reconstruir, construir o ampliar
el conocimiento.

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- Fomenta en los estudiantes la responsabilidad ciudadana y el compromiso
social con el entorno a través de experiencias reales y de servicios prestados a
la comunidad.
- Enfatiza en la formación investigativa de sus estudiantes de pregrado y
postgrado con actitud crítica, constructiva y responsable para la búsqueda,
generación y aplicación de conocimiento teórico, científico y tecnológico.
- Redimensiona el rol del estudiante, dado que promueve el desarrollo de
habilidades para su autonomía cognoscitiva y el trabajo independiente.
Igualmente, enfatiza en el cambio del rol del docente a facilitador, mediador de
aprendizajes y acompañante en el desarrollo del educando.
- Promueve el uso adecuado de las Tecnologías de la Información y
Comunicación (TIC), así como, las herramientas tecnológicas y digitales en los
procesos formativos, a los fines de suscitar el aprendizaje significativo, el trabajo
colaborativo, el intercambio de información, la construcción de nuevos
conocimientos, la autonomía y el aprendizaje compartido.
- Establece el diseño de trayectorias formativas con diversas modalidades de
aprendizaje, en respuesta a las necesidades de los estudiantes para su ingreso,
permanencia y egreso, brindando igualdad de oportunidades.
- Fomenta una cultura universitaria de integración disciplinar, articulación entre
docencia, extensión e investigación, de creación de espacios colectivos para el
diálogo de la cultura científica con la humanística y artística, para formar
profesionales universales, con visión global desde lo local.
Los fundamentos expuestos, orientan el proceso educativo en la Universidad
Yacambú, con ellos se busca garantizar el desarrollo integral por competencias con
calidad y pertinencia socio-ambiental. Es así como, manteniendo los principios e
ideales de su creación y atendiendo a su actual filosofía de gestión, estos
fundamentos constituyen guías para el trabajo académico institucional,
primordialmente en el diseño de la oferta educativa de esta Casa de Estudio,
procurando garantizar la formación de profesionales con las competencias

17
requeridas para incorporarse exitosamente al entorno laboral, en contextos
nacionales, internacionales y multiculturales.

Conceptualización del Modelo Académico-Curricular para la Universidad


Yacambú

De acuerdo a Escudero (1981), un modelo académico a la par que describe el


accionar del modelo educativo, permite la planeación, operación y evaluación del
mismo a través de una configuración esquemática y una representación simplificada
de la realidad. En este sentido, diseñar el Modelo académico-curricular para la
Universidad Yacambú, conduce previamente a la definición del mismo, luego derivar
contenidos, fines, sujetos, procesos y medios que participan en el proceso
educativo, de modo de alcanzar las metas propuestas (Cerón, 1981).
Tünnnerman (2008) plantea, que el modelo académico debe garantizar que el
modelo educativo se ejecute en el trabajo cotidiano, puesto que él define la manera
en que la universidad se organiza para gestionar sus espacios de formación.
Igualmente, procura asegurar el resultado concreto, es decir, verse reflejado en
cada egresado de la institución educativa, indistintamente del programa, nivel o
modalidad educativa del cual egrese.
Por lo tanto, el modelo académico- curricular de la Universidad Yacambú
traduce en organización académica y diseño curricular, el compromiso de la
institución con su proyecto educativo, lo que hace necesario sobre la base de éste,
puntualizar los referentes conceptuales y operativos que sustentan el quehacer
institucional, así como definir contenidos, estrategias y acciones que favorezcan
cumplir lo planteado en el modelo educativo.
Con base a lo anterior, el Modelo Académico-Curricular de la Universidad
Yacambú, se concibe como el conjunto de elementos conceptuales-
procedimentales que integra los componentes filosóficos, teóricos, pedagógicos,
presentes en el modelo educativo. Equivalentemente, define la práctica de dichos
componentes y el desarrollo de los ejes dinamizadores para su instrumentación en
los programas educativos de pregrado, postgrado y educación continua, orientados

18
hacia la formación humanista e integral y basada en competencias, con el propósito
de formar profesionales, investigadores, lideres, emprendedores para
desempeñarse con idoneidad en contextos nacionales e internacionales.
Por consiguiente, el Modelo académico-curricular de la UNY, constituye el
marco especifico que orienta la planeación, operatividad y evaluación del Modelo
Educativo. De hecho, describe a través de dimensiones, actores y procesos, las
estrategias y acciones a considerar en el diseño curricular a los fines de orientar el
proceso formativo y hacer posible el cumplimiento de su misión institucional. De allí
que representa el instrumento que permite la aplicación ejecutiva de los
componentes del modelo educativo y la operacionalización de sus ejes
dinamizadores a través del diseño curricular.
De allí, su importancia en la planeación, diseño, desarrollo, seguimiento y
evaluación del currículo, por cuanto operativiza los fundamentos filosóficos,
psicológicos, socioculturales, pedagógicos y axiológicos del modelo educativo,
expresa los propósitos formativos y el modo de alcanzar las metas formativas
establecidas en el proyecto educativo de la Universidad Yacambú.

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PARTE II

EL MODELO ACADÉMICO-CURRICULAR DE LA UNIVERSIDAD YACAMBU


MARCO CONCEPTUAL Y OPERATIVO

En la dinámica impuesta por el contexto actual, les ha correspondido a las


instituciones de educación superior, el reto de responder a los cambios imprevistos
que acontecen a nivel local y global, en todos los ámbitos en los cuales la sociedad
convive, produce, se relaciona e interacciona. Es por ello, que los profesionales que
egresan de Educación Superior son los llamados a responder de manera efectiva,
asertiva y pertinente a las necesidades o requerimientos de la sociedad, para
contribuir con el progreso y el bienestar de la humanidad.
De allí pues, que la tendencia formativa a nivel mundial, es aportar
profesionales con una formación integral, es decir, que alcancen su realización
plena como persona, profesional y ciudadano del mundo, transformándose en un
sujeto altamente comprometido con la búsqueda de soluciones a los problemas del
entorno, que desde sus espacios personales y laborales contribuya con la
trasformación y el avance de la sociedad.
Dentro de esta perspectiva, la Universidad Yacambú propone su Modelo
académico-curricular, el cual refleja la visión y misión institucional como también su
historia institucional, en respuesta a las demandas del entorno regional, nacional e
internacional. En este sentido, a través del presente modelo académico-curricular,
los componentes teóricos-conceptuales que constituyen el modelo educativo se les
provee de operatividad, con el objetivo de facilitar la comprensión y concretar su
alcance, de modo que sean incorporados a la tarea educativa cotidiana.
Es importante señalar, que, a los fines de proveerle operatividad a los
componentes teóricos del modelo educativo en el modelo académico curricular,
éstos se reconocen y organizan en dimensiones, entendidas como la proyección
de un objeto en una determinada dirección. De allí que cada componente, se
suscribe a una dimensión, conforme al alcance e intencionalidad de la misma. Así
se tiene:

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a. Dimensión Orientadora:
Representa el enfoque curricular y pedagógico asumido por la Universidad
Yacambú para la formación profesional. Estos enfoques conforme a los
componentes que integran el modelo educativo son: proceso educativo
centrado en el aprendizaje del estudiante, formación basada en competencias
y formación integral.
b. Dimensión integradora:
Establece procesos formativos que articulados con la dimensión orientadora
favorecen la formación integral y el desarrollo de competencias profesionales.
En correspondencia con el modelo educativo, los componentes que conforman
esta dimensión son: inter y transdisciplinariedad, tecnología en los procesos
formativos e investigación.
c. Dimensión contextual:
Instituye los procesos y estrategias de acción, conducentes a garantizar el
desarrollo continuo del estudiante y del profesional egresado para vincularse,
actuar e interactuar con el entorno de manera idónea, ética y socialmente
responsable. En conformidad a lo establecido en el modelo educativo, los
componentes de esta dimensión son: educación continua, pertinencia y
responsabilidad social.

Los antes expuesto se representa en el siguiente esquema:

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DIMENSIÓN ORIENTADORA
PROCESO
EDUCATIVO DIMENSIÓN INTEGRADORA
CENTRADO EN EL
APRENDIZAJE
DEL ESTUDIANTE INTER-TRANSDISCIPLINARIEDAD

TECNOLOGIA EN LOS PROCESOS FORMATIVOS


FORMACIÓN
BASADA EN
COMPETENCIAS DIMENSIÓN CONTEXTUAL
INVESTIGACIÓN

FORMACION PERTINENCIA Y
INTEGRAL
EDUCACIÓN RESPONSABILIDAD
CONTINUA SOCIAL

Gráfico 1: Dimensiones del Modelo Académico-Curricular. Fuente Dirección de Currículo (2021)

Dimensión Orientadora del Modelo Académico-Curricular

Esta dimensión se caracteriza, en que respalda teóricamente los procesos


formativos en la Universidad Yacambú, por esta razón, provee los elementos
estructurales para el diseño de sus programas educativos. De allí pues, que, sobre
la base del reconocimiento del estudiante como el centro del proceso educativo, se
configuran estrategias y acciones orientadas a promover en él, aprendizajes
significativos.
Del mismo modo, se reconoce que las tendencias formativas actuales
enfatizan en la integración de los saberes: saber conocer, saber hacer, saber ser y
saber convivir; con énfasis en el “saber hacer” en el contexto de cada área de
actividad formativa. Esta propensión, articula las distintas dimensiones del saber en
un desempeño complejo para desarrollar las competencias profesionales
requeridas y realzar la formación integral.

22
En tal sentido, el proceso educativo centrado en el aprendizaje del estudiante,
la formación basada en competencias y la formación integral, delinean en la
Universidad Yacambú, los diseños curriculares de los programas formativos e
integran las intenciones educativas en unidades de aprendizaje y componentes
curriculares, que contribuyen a que el estudiante desarrolle las competencias,
establecidas en el perfil de egreso.
Por consiguiente, es importante reconocer que los procesos de enseñanza y
aprendizaje han de diseñarse con la finalidad de concretar el “aprender a aprender”
como estrategia de aprendizaje que sumada a la estrategia “aprender haciendo”,
propia de esta casa de estudio, favorecen el desarrollo de capacidades, destrezas,
habilidades y valores en el estudiante de pregrado, postgrado, educación continua
para un desempeño idóneo y competitividad personal-profesional. Por esta razón,
los docentes han de adecuar sus prácticas educativas a las implicaciones que trae
consigo, situar al estudiante como centro del proceso educativo, asegurando una
formación integral y basada en competencias.
A continuación, se describen cada uno de los componentes que configuran la
dimensión orientadora del presente Modelo Académico-Curricular, seguido de
lineamientos definidos para su aplicabilidad en el contexto de la Universidad
Yacambú.

Proceso Educativo Centrado en el Aprendizaje del Estudiante

El proceso educativo centrado en el aprendizaje constituye uno de los


componentes de la dimensión orientadora que conforman el Modelo Académico de
la Universidad Yacambú, el mismo implica un cambio de paradigma, pasando del
modelo tradicional de enseñanza a nuevas maneras requeridas actualmente por la
sociedad del conocimiento; es decir, sustentarse en una formación social del
individuo, donde se le otorga al ser humano realizar su propio esfuerzo en la
construcción de saberes significativos, que otorguen sentido a lo que realiza y le

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posibiliten seguir descubriendo y desarrollando las potencialidades que le son
propias.
Es importante destacar que el proceso educativo centrado en el aprendizaje,
ha sido abordado por diferentes organismos y autores, quienes desde diversas
posiciones y perspectivas han opinado al respecto. Entre ellos tenemos los
postulados de la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI:
Visión y Acción de la Organización de la Naciones Unidas para la Ciencia y la
Cultura (UNESCO, 1998), donde establecen que la educación superior tiene que
adaptar sus estructuras y métodos de enseñanza a las nuevas necesidades.
Corroborando que se trata de pasar de un paradigma centrado en la enseñanza y
la transmisión de conocimientos a otro, centrado en el aprendizaje y desarrollo de
competencias transferibles a contextos diferentes en el tiempo y en el espacio.
Esta declaración, considera en el artículo nueve, la aplicación de métodos
educativos innovadores: pensamiento crítico y creatividad, que “en un mundo en
rápido cambio, es necesario una nueva visión y un nuevo modelo de enseñanza
superior, que debería estar centrado en el estudiante” (UNESCO, 1998, p. 14).
Asimismo, en el artículo diez, se pondera que “un elemento esencial para las
instituciones de enseñanza superior es una enérgica política de formación del
personal mediante programas adecuados que estimulen la innovación permanente
en los planes de estudio y los métodos de enseñanza y aprendizaje” (UNESCO,
1998, p. 15).
En términos generales con todo esto se trata de impulsar el proceso educativo
centrado en el aprendizaje de los estudiantes, particularmente en el nivel de
educación superior, desde la perspectiva del aprendizaje significativo, creando
nuevos soportes y estrategias que faciliten el aprender a aprender, haciendo de la
práctica educativa la formación de profesionales más competentes, críticos e
innovadores (Pérez et. al., 2000).
Ahora bien, es importante señalar que esta nueva perspectiva de aprendizaje
depende en gran medida de la capacidad del sujeto para asimilar y modificar en su
propio interior la representación inicial de la realidad externa. Todo esto lleva a que

24
el proceso ponga el énfasis en el estudiante en aras de promover su crecimiento
como persona y profesional a través de un aprendizaje constructivo y significativo.
Lo que permite resaltar el lado humano en el aspecto académico señalado en
el Modelo Educativo, el cual orienta al estudiante a ser él mismo (autonomía)
ayudándolo a encontrar el camino para su autorrealización, enfatizando su
desarrollo ético, altruista y social tal como lo plantea Rogers (1978), sustentado
también en los aportes de Ausubel y Vygotsky para asumir la visión cognitiva
constructivista del aprendizaje, donde el alumno es responsable de su proceso.
Es oportuno señalar, que en este proceso de aprendizaje se parte de que el
conocimiento adquirido es una construcción realizada con base en los
conocimientos previos poseídos por el individuo; involucra que la función del
docente es conectar los procesos de construcción del alumno con el saber colectivo
culturalmente organizado. Además, se asume la postura que el aprendizaje es un
constructo social, siempre en relación con la idea de colectividad; no es un solo
sujeto el que conoce, sino que los demás individuos completan el proceso.
Ahora bien, todo aprendizaje constructivo implica la creación efectuada por
medio de un proceso mental específico que, a su vez, implica la edificación de un
nuevo conocimiento; en este proceso no solamente se fabrica el conocimiento
nuevo, sino que a la par se desarrolla una nueva actitud que posibilita la aplicación
de lo previamente aprendido a una nueva situación.
Al respecto Rogers (1978) considera, que es necesario centrar los
aprendizajes en el nivel de las actitudes, facilitando el autoaprendizaje,
autodescubrimiento y el aprendizaje de los valores democráticos. Además señala,
que en el aprendizaje centrado en el estudiante, los objetivos del mismo han de ser
vividos como importantes para el estudiante y no como amenazantes para su
integridad por cuanto si un aprendizaje es vivido como amenazante el “yo” se resiste
y tiende a rechazarlo; también señala que el aprendizaje debe ser participativo, es
decir, el alumno debe ser parte en la elección de los objetivos, formulación de los
problemas, descubrimiento de los recursos y exigencia de responsabilidades; así
mismo, tener la libertad de realizar la autocrítica y autoevaluación de los

25
aprendizajes, lo que permite al docente manifestar su confianza en el alumno y
facilitarle el logro de su propia autonomía.
En este sentido, el aprendizaje es una acción que se desarrolla en dos niveles:
a) en el pensamiento y b) en el comportamiento (Zabalza, 1991); que integra lo
intelectual, afectivo y lo interpersonal. La función del profesor es ahora de facilitador
y propiciador de los procesos de aprendizaje, al favorecer en el aula una
participación activa, constructiva y corresponsable del estudiante en su propio
proceso de aprendizaje; para ello requiere de una actitud de apertura, humildad y
flexibilidad, un fuerte compromiso con el cambio y una voluntad decidida para
hacerle frente (Ángeles, 2003).
Todo este proceso educativo centrado en el aprendizaje también se sustenta
en la Teoría General de Sistema (TGS), puesto que, en él se requiere la integración
de diferentes disciplinas, así como el establecimiento de relaciones sustantivas
entre ellas a través de la interrelación y la comunicación efectiva de los especialistas
y los demás actores del proceso educativo, con la finalidad de contribuir a una
formación integral del estudiante.
Para que esta orientación se concrete, es fundamental la transformación real
y comprometida de las prácticas institucionales, en función de brindar atención a los
requerimientos del estudiante. La formación centrada en el estudiante se orienta a
lograr aprendizajes significativos utilizando estrategias cognitivas del pensamiento
lógico y creativo, promoviendo la actividad autónoma del estudiante mediante una
participación más activa y responsable en la construcción de su propio conocimiento
para el logro de competencias profesionales de alto nivel, de acuerdo con la
demanda y necesidades del desarrollo sostenible del país y otros contextos.

26
Características principales del componente Proceso Educativo Centrado en el
Aprendizaje del Estudiante

El proceso está centrado en la persona, respetando la individualidad en la totalidad.


El aprendizaje no es sólo intelectual, sino también social, emocional y afectivo; por
lo tanto, se deben crear ambientes socio afectivos para los aprendizajes, los cuales
deben ser vivenciales.
El conocimiento se entiende como construcción personal cooperando profesor y
alumnos.
Considera la transformación del individuo en su totalidad, tanto en el
comportamiento como en el pensamiento.
Promueve el desarrollo integral del estudiante a través de las diversas áreas
curriculares.
Se basa en desarrollar la autonomía e independencia del estudiante, poniendo la
responsabilidad del aprendizaje en sus manos
Favorece la transferencia de la teoría a la práctica en situaciones de la vida real,
para fundamentar la solución de problemas con sentido ético y comprometido con
el desarrollo sustentable y sostenido de su entorno.
La teoría del aprendizaje centrado en el estudiante está basada en el
constructivismo, que enfatiza la función crítica del estudiante en construir significado
de información nueva y experiencia previa.
Coloca en primer lugar los intereses de los estudiantes, reconociendo la voz
estudiantil como parte central de la experiencia del aprendizaje.
Requiere estudiantes activos, participantes responsables de su propio aprendizaje
y de su propio ritmo de aprendizaje.
El papel fundamental del profesor es el de mediador y articulador de buenos
entornos y experiencias de aprendizaje.
Se permite al estudiante diseñar sus rutas de aprendizaje y se le anima a participar
activamente en el proceso.
El control de los contenidos recae sobre profesor y estudiantes.
La interacción estudiante-profesor es bidireccional para negociar significados.
Se promueve el trabajo cooperativo del alumno para la construcción conjunta del
conocimiento y el desarrollo de habilidades, actitudes y valores necesarios en su
vida estudiantil y profesional.
El interés y la motivación recaen sobre todo en los propios estudiantes.

27
Alcance del componente pproceso educativo centrado en el aprendizaje del
estudiante en el Modelo Académico de la Universidad Yacambú:

- La responsabilidad del diseño curricular es del profesor, trabajando


conjuntamente con sus colegas, pero en el desarrollo curricular deben cooperar
los estudiantes.
- El aprendizaje está fundado en el enfoque por competencia, que ayuda a
identificar y evaluar conceptos, procedimientos, actitudes y responsabilidades
sociales, que permiten el desempeño satisfactorio en la realidad laboral.
- Se debe enfatizar en los intereses de cada estudiante, sus habilidades y estilos
de aprendizaje.
- La planificación docente debe favorecer la innovación y coordinación didáctica
del profesorado.
- Este proceso presenta como elementos relevantes la enseñanza innovadora;
por ello el uso de diferentes métodos propiciadores del aprendizaje activo:
trabajo cooperativo, aprendizaje basado en problemas, desarrollo de proyectos
integradores, enseñanza de aprendizaje autorregulado, y otros.
- Se requiere del uso de una evaluación significativa, planteada como
oportunidad de aprendizaje, utilizando diferentes fuentes de recogida de
información, que ofrezca feedback a los estudiantes y la oportunidad de
participar en el proceso, por ejemplo eligiendo vías y productos para mostrar los
aprendizajes adquiridos, y fomente también el aprendizaje del propio proceso
de autoevaluación del estudiante, permitiendo la clarificación -Se necesita
explicitación de las competencias y resultados de aprendizaje a adquirir y
adquirido por el estudiante.
- Un currículum flexible, para darle al estudiante posibilidades de elegir rutas
alternativas de aprendizaje.
- Se demanda trabajo cooperativo de los profesores, diseños curriculares
integrados; se precisa también programas de formación de los profesores, de
motivación y compromiso de profesores y estudiantes.

28
- Se requieren diferentes estrategias educativas y el aprendizaje de lenguas
extranjeras, para favorecer la movilidad y adaptabilidad a los diferentes
contextos sociales, la comprensión de otras culturas y el uso de las TIC en la
mejora de la calidad de los aprendizajes del estudiante.
Bajo esta perspectiva, la Universidad Yacambú propone un modelo académico
centrado en el aprendizaje del estudiante, favoreciendo su formación humanista-
integral que le permitirá desarrollarse como persona, profesional y ciudadano del
mundo para integrarse y desempeñarse en un entorno global. De igual manera, la
universidad reconoce la importancia del papel activo del estudiante en el proceso
de aprendizaje, a partir de la realización de actividades previamente planificadas,
dirigidas a la adquisición, consolidación e independencia cognoscitiva de este.
Es interesante destacar también, que este modelo académico es entendido
como un proceso dinámico y en cambio permanente, en el cual los estudiantes en
formación conversan, interactúan y, sobre todo, opinan y cuestionan; por ello,
conlleva a redimensionar los roles del estudiante y del profesor a partir de una
activación más sistemática del papel de la gestión curricular de ambos elementos,
así como del desarrollo consciente de habilidades de independencia cognoscitiva
caracterizados por un proceso de dirección del aprendizaje determinado por el
trabajo independiente y matizados también por el papel novedoso del facilitador
(docente) como acompañante del desarrollo del educando.

Formación basada en Competencias

Afrontar los retos de la sociedad del conocimiento y la globalización, junto a


los desafíos que impone el vigente despliegue de una civilización tecnológica por
los cambios socioeconómicos y las emergentes formas de organización del trabajo,
deja claro que el actual momento histórico amerita de profesionales con la
capacidad para movilizar e integrar sus conocimientos, habilidades, destrezas,
actitudes y valores, de manera de atender oportunamente las necesidades del
contexto así como, resolver con idoneidad los problemas de su entorno laboral o
social, sea este de naturaleza local o global.

29
Para lograr lo anterior, la Universidad Yacambú en su Modelo Educativo,
asume la educación centrada en el aprendizaje del estudiante y la formación basada
en competencias, pues establece que ambos enfoques ubican al estudiante como
el centro del proceso educativo y, además permiten dar la razón que alcanzar la
formación integral implica el desarrollo de competencias. De este modo, la
educación centrada en el aprendizaje adicional a la educación basada en
competencias, favorecen la formación integral del estudiante de la Universidad
Yacambú.
La educación basada en competencias (EBC), es un modelo de formación que
busca liar el mundo académico con el mundo laboral y vida personal del futuro
profesional. Se ocupa no solo en desarrollar competencias, también en que se
demuestre el dominio de las mismas, por ello los procesos formativos se centran en
ofrecer al estudiante experiencias de aprendizaje vinculadas a las aptitudes y
actitudes que se pretenden potenciar, conforme a su perfil de egreso.
En la formación basada en competencias, la teoría y la experiencia convergen
con las habilidades y valores del estudiante para alcanzar el resultado o meta
planteada. De hecho, procura desarrollar en el estudiante conocimientos,
habilidades, destrezas, actitudes y valores que, aplicadas en contextos vinculados
al perfil académico-profesional favorecen su formación como profesional, persona y
ciudadano. De allí que las prácticas profesionales, las pasantías y el servicio
comunitario constituyen excelentes espacios formativos para que el estudiante
demuestre su desempeño profesional.
Bajo esta perspectiva, el presente modelo académico-curricular, encauza la
formación basada en competencias en el marco del enfoque socioformativo, pues
enfatiza en articular los procesos formativos con el ámbito donde el estudiante va a
desempeñarse, en crear situaciones contextualizadas de modo que transfiera lo
aprendido y así, adquiera un rol protagónico para aprender, pensar, crear ya sea en
el espacio académico, a través de la interacción con otros o consigo mismo. De este
modo, se facilita la formación integral y se confiere relevancia a la formación del

30
estudiante como profesional, persona y ciudadano para desempeñarse con
idoneidad y ética en diversos contextos.
Ahora bien, a los fines de sustentar las implicaciones de la formación basada
en competencias en el modelo académico-curricular de la Universidad Yacambú, a
continuación, se describen las características principales de este enfoque, como
soporte para su comprensión en la aplicabilidad de las mismas en los procesos
formativos:
Características principales del componente formación basada en
competencias

Confiere relevancia al ser humano y su formación integral


Enfatiza en la formación del estudiante como profesional, persona y ciudadano del
mundo
Integra las áreas cognitivas, afectivas y motoras para desarrollar en los estudiantes
conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores, aplicables y
demostrables en contextos cercanos a su desempeño laboral
El desarrollo de competencias, implica la integración del saber conocer, saber hacer
y saber ser, de manera que el estudiante realice una tarea o actividad aun en
situaciones complejas, con idoneidad y excelencia
Procura crear espacios de aprendizaje vivenciales y experienciales, que le permitan
al estudiante transferir lo aprendido
Reconoce las modalidades de enseñanza alternas: educación a distancia, abierta,
continua y permanente, apoyada en las tecnologías de información y comunicación
Promueve la construcción de diseños curriculares integrales y flexibles, centrados
en el aprendizaje del estudiante, que propicien el desarrollo de competencias para
formar profesionales que respondan a las demandas del entorno local y global
El estudiante asume un papel activo en su proceso de aprendizaje, por ello lo
compromete con la construcción de sus propias competencias, de modo coherente,
con lo que la sociedad demanda y su propio proyecto de vida.
El centro y el fin del proceso de aprendizaje es el estudiante, por ello se enfatiza en
el desarrollo de la creatividad, pensamiento crítico, espíritu emprendedor, la
responsabilidad personal y la autogestión
Fomenta la responsabilidad personal y el compromiso social del estudiante
Enfatiza en equilibrar la teoría con la práctica y la adquisición de valores éticos, de
modo que estudiantes y docentes vinculen lo que saben hacer con lo que saben,
para construir sus conocimientos en el marco de un proyecto ético de vida.
Las estrategias de aprendizaje constituyen procedimientos, pasos, secuencias,
operaciones que el estudiante emplea de modo consciente, controlado e
intencional, con el fin de aprender significativamente y solucionar problemas

31
El estudiante aprende, cuando se identifica con lo que produce, reconoce el proceso
que realiza y las metodologías que lo guían en el proceso de construcción.
La evaluación determina aquello especifico que el estudiante va a desempeñar o
construir, pues se basa en la comprobación de que es capaz de hacerlo
El desempeño, se entiende como la expresión concreta de los conocimientos,
habilidades, destrezas, actitudes y valores, que el estudiante concierta de manera
de realizar una tarea o actividad, apropiadamente y con idoneidad
El docente es facilitador, orientador, planificador, tutor, motivador y desarrollador de
recursos, con las competencias requeridas para el diseño, dirección, organización
y evaluación de actividades que favorezcan en el estudiante aprendizajes efectivos
y el desarrollo de las competencias.

Alcances del componente formación basada en competencias en el modelo


académico-curricular

- Establecer vínculos permanentes con diversos sectores de la sociedad, de


manera de realimentar la actividad académica en cuanto a la formación
profesional que el entorno local, regional, nacional e internacional demanda y
requiere.
- Considerar las demandas y requerimientos del entorno local y global para el
diseño de las competencias básicas y específicas.
- Integrar los propósitos formativos instituidos en el proyecto educativo y el
Modelo Educativo de la Universidad Yacambú, en las áreas curriculares y
unidades de aprendizaje, que el estudiante desarrolle las competencias
establecidas en el perfil de egreso y conforme a la identidad institucional.
- Adecuar las prácticas educativas y diseñar los procesos de enseñanza-
aprendizaje con actividades que favorezcan al estudiante el saber hacer, en el
ámbito de cada área formativa.
- Incorporar en las practicas pedagógicas, estrategias de enseñanza que
promuevan el trabajo colaborativo, cooperativo y en red, la resolución de
problemas, el aprendizaje basado en retos, el aprendizaje por proyectos, y así
desarrollar en el estudiante la iniciativa, la creatividad, la responsabilidad e
independencia en su actuación.

32
- Crear espacios curriculares que faciliten el desarrollo de competencias en
entornos de aprendizaje vivenciales cercanos a su ámbito laboral. Las prácticas
profesionales, proyectos socio comunitarios, proyectos de integración, de
vinculación con el entorno y el servicio comunitario, representan escenarios de
actuación del estudiante para desarrollar, fortalecer y potenciar las
competencias establecidas en el perfil académico-profesional.
- Diversificar las formas, momentos, instrumentos y agentes de evaluación, de
modo que el estudiante demuestre lo que es capaz de construir o desempeñar,
como evidencia de la competencia adquirida o desarrollada.
- Definir los propósitos de formación de los programas de pregrado y postgrado
a partir del estudio y análisis del contexto, es decir, acorde a las demandas
sociales, económicas y políticas del entorno local -global, requerimientos del
ámbito laboral, planes de desarrollo del país y para atender la formación integral
del estudiante como persona, ciudadano y profesional.
- Identificar los espacios formativos e unidades curriculares que propician el logro
parcial o total de las competencias.
- Establecer esquemas de vinculación con la gestión de la investigación en la
Universidad Yacambú y con el sistema de educación a distancia, y así favorecer
el desarrollo de competencias investigativas y tecnológicas, conforme al perfil
académico-profesional establecido.
- Implantar programas de formación al docente, orientados al desarrollo de las
competencias requeridas para el mejoramiento continuo de su práctica
educativa en pro de desarrollar las competencias en el estudiante y su
formación integral.
- Crear espacios curriculares que favorezcan la integración docencia e
investigación, mediante el abordaje de problemas vinculados al área de
formación profesional y la consecuente búsqueda de soluciones a los problemas
presentes en las diversas disciplinas que definen e integran su trayectoria
formativa.

33
- Desarrollar en los estudiantes el compromiso social, fortaleciendo los valores
de solidaridad, cooperación y responsabilidad con la sociedad, mediante
actividades en las que el estudiante traslade lo aprendido a la solución de los
problemas del entorno.
- El docente se convierte en un facilitador de los aprendizajes en el estudiante,
facilitando el proceso de construcción del conocimiento y con ello, el desarrollo
de las competencias en forma integral, conforme a las expectativas del
estudiante y el nivel de complejidad de las mismas.
- El docente tiene la responsabilidad del proceso de planificación, ejecución,
acompañamiento, facilitación, mediación y evaluación de las actividades de
aprendizaje, de manera que el estudiante alcance las competencias planteadas
en el programa académico.
En suma, la formación basada en competencias en el marco del enfoque socio
formativo, se refleja en los procesos de enseñanza-aprendizaje que incorporan
actividades para que el estudiante lleve a la acción lo aprendido. Esto significa, que
el docente de la Universidad Yacambú, organice experiencias de aprendizaje en las
cuales el estudiante tenga la oportunidad de abordar situaciones problemáticas
cercanas a su futuro entorno laboral. Mientras que el estudiante, a través de la
experiencia vivida integre conceptos, principios, teorías, procedimientos y valores
que respalden su accionar y así analizar la realidad para generar soluciones,
mediante las relaciones e interacciones colaborativas que establece con otras
personas y con el entorno.
De este modo, se persigue que el estudiante desarrolle las competencias al
conocer y comprender la realidad circundante para reestructurarla y reorganizarla,
combinando sus habilidades, conocimientos, destrezas, diseñando las estrategias
necesarias y haciendo uso de las actitudes adecuadas para buscar mejoras, en
convivencia con otros. Todo ello, además de vincular al estudiante de la Universidad
Yacambú con la vida cotidiana y el entorno laboral, favorece el desarrollo de su
capacidad de adaptación y flexibilidad a otros contextos, facilitando de este modo

34
su incorporación a los actuales escenarios laborales que además de competitivos,
son inciertos y complejos.

Formación Integral

La formación integral es el proceso continuo, permanente y participativo que


busca desarrollar armónica y coherentemente todas y cada una de las dimensiones
del ser humano, a fin de lograr su realización plena en la sociedad. (ACODESI,
2005: 13). Desde este enfoque el proceso educativo debe estar centrado en el
estudiante, para que, haciendo uso de todas sus potencialidades, constituya y
desarrolle su ser personal desde la perspectiva integral de la persona humana.
En la actualidad las universidades enfrentan el gran reto de ampliar su
capacidad de respuesta a las exigencias sociales, a las demandas crecientes que
enfrentan los profesionales en formación para que alcancen a insertarse
plenamente en los procesos sociales, productivos y científicos en un contexto de
alta complejidad, caracterizado por la desigual económica, los vertiginosos cambios
tecnológicos y la amplia diversidad sociocultural.
La formación integral permite el progreso de todas las dimensiones de la
personalidad de los estudiantes, como el desarrollo de las capacidades teóricas,
prácticas e investigativas, la cultura física, la apreciación artística, el desarrollo de
los afectos, sentimientos, emociones y la voluntad. La universidad Yacambú al optar
a este componente, brinda una formación integral que abarca varias dimensiones:
la profesional (formación intelectual y especializada de alta calidad), investigativa
con responsabilidad social (formación para investigar, y producir nuevos
conocimientos), personal (formación para el desarrollo cognitivo, afectivo, volitivo-
conativo), sociopolítica (formación en valores, ética y ciudadana) y cultural
(formación corporal y sensibilidad artística); es decir, trata de alcanzar la meta de la
integralidad, a través de procesos de formación que hacen referencia a una
multiplicidad de aspectos como los cognitivos, afectivos, estéticos, éticos,
biológicos, sociales, ambientales y espirituales.

35
Formar profesionales integrales amerita la consideración de estos aspectos,
así como la diversidad de puntos de vista, disciplinas o perspectivas que coadyuvan
al desarrollo de competencias necesarias para reflexionar y actuar con base a un
razonamiento crítico de la realidad contextual; al tiempo que remite a la integración
del hombre consigo mismo, la sociedad, el mundo y las tradiciones culturales, e
incluso con aquello que experimenta como absoluto o trascendente en distintas
etapas de su vida.
Desde los documentos rectores que rigen el sistema educativo venezolano,
existe el énfasis en la formación integral; así como las orientaciones que al respecto
ofrecen los documentos de organismos nacionales e internacionales, dan pautas
importantes para favorecer en los estudiantes el logro de la formación integral desde
todas las asignaturas que se les imparten en el currículo; la cual ha de impactar el
desarrollo pleno de la personalidad de los estudiantes, integrantes activos del
contexto social, lo cual los faculta para un despliegue eficaz de todas sus
potencialidades, en procura de convertirlas en realidades.
Ahora bien, enfrentar los nuevos retos que impone la sociedad del
conocimiento, es necesaria la reestructuración del currículo, tomando como
principal referente las competencias, quienes vienen a darle mayor énfasis a la
formación integral, considerándose el elemento estructural y clave de dicha
formación.
En respuesta a todo lo planteado, la Universidad Yacambú, ha trazado la meta
de una formación integral sobre la base del enfoque socio-formativo por
competencia, que permite la construcción de un soporte consistente a la integralidad
en la formación profesional, involucrando al estudiante en los saberes
fundamentales: conocer, hacer, ser, sentir, convivir, emprender, entre otros que
puedan considerarse esenciales, que favorezca la personalidad abarcando su
desarrollo, en lo que respecta a las capacidades, cualidades morales, valores y
convicciones, que le ayude a ocupar una posición activa y creadora en la
construcción de la sociedad.

36
Con este enfoque se aspira facilitar el establecimiento de recursos y espacios
para promover la formación humana integral y, dentro de esta, la preparación de
personas con competencias que permita actuar con idoneidad en diversos
contextos, apoyándose en la construcción del proyecto ético de vida, el aprender a
emprender y la vivencia cultural, considerando las dinámicas sociales y económicas.
En el enfoque, se tiene la visión de la persona humana como un todo,
considerando su dinámica de cambio y realización continua, a través de la
mediación pedagógica desde la propia autorrealización de la persona en
correspondencia con el fortalecimiento del tejido social y el desarrollo económico.
Desde esta perspectiva, para la Universidad Yacambú la formación integral es
una:
“característica del currículo que contribuye a través de los ejes
formadores y transversales, la interdisciplinariedad-transdisciplinariedad
en el aprendizaje, la optimización de los diferentes procesos que pueda
aprender el estudiante con respecto a su área profesional, el
fortalecimiento del liderazgo en el emprendimiento y la investigación, así
como también en los más altos valores humanos, la protección de los
recursos naturales y los ecosistemas, el alto compromiso social y cultural,
el sentido por la paz y el respeto de la vida”. (UNY 2021 p.69)

Además, para la Universidad Yacambú la formación integral es un proceso


flexible, abierto en corresponsabilidad a las oportunidades del entorno, integrado y
sustentable, continuo, permanente y participativo de desarrollo armónico y
coherente con cada una de las dimensiones del ser humano, a los fines de lograr la
realización plena en su ámbito profesional, personal y como ciudadano para resolver
problemas prácticos de la vida.
En síntesis, esta concepción de formación integral plantea, la formación del
estudiante para el ejercicio de una profesión desde lo humano y social; en este
sentido se comparte con Orozco (1999), la posición de que en la formación integral
se considera la práctica educativa centrada en la persona y en sus dimensiones,
además de su capacidad transformadora, que pueda o sepa servirse de la formación
para afrontar las dificultades y aprovechar oportunidades que le ofrece el mundo y

37
la cultura, y esta forma aportar al mejoramiento de la calidad de vida propio y de los
demás.
En consecuencia, la propuesta del Modelo Académico de la Universidad
Yacambú, se orienta a impulsar la formación profesional integral del estudiante a
través de la construcción de conocimiento, expresado en la noción de
competencias, que son aquellos saberes que articulan conocimientos globales y
movilizan recursos cognitivos, afectivos y valórico-actitudinales.

Características principales del componente formación integral


Es una formación acorde con el contexto histórico, socio-cultural económico y
político.
Pretende una formación propiciadora del desarrollo profesional, personal y
espiritual.
Tiene un diseño curricular centrado en el estudiante y su aprendizaje.
Busca la generación de aprendizajes significativos y humanísticos.
Está orientada al desarrollo de la conducta, la voluntad y el conocimiento
Tiende al desarrollo de competencias generales y específicas.
Es una formación vivencial, creativa, constructivista y Busca la realimentación.
Es un aprendizaje de conocimientos, habilidades, actitudes y valores desde una
perspectiva interdisciplinaria.
Se involucra a los estudiantes en la gestión de la vida institucional; es decir, la
misma le brinda oportunidades de participación en el gobierno estudiantil y la
creación de nuevos espacios que promuevan la convivencia.
Se trabaja con el fin de crear una comunidad incluyente, manteniendo un ambiente
de respeto, equitativo y libre de discriminación. Por lo tanto, la institución promueve
una cultura de inclusión ofreciendo un entorno de confianza e integración;
generando las condiciones incluyentes para todos los estudiantes facilitando la
disminución y erradicación de situaciones de violencia entre ellos, como es el caso
del Bull ying.
Estimula el desarrollo mental y emocional; fortaleciendo las habilidades básicas
personales y sociales, a través de espacios de dialogo, meditación y autorreflexión
que permitan encontrar un balance físico, intelectual y ambiental.
Fomenta un ecosistema saludable, promoviendo un ambiente en el que los alumnos
tengan las herramientas para cuidar su salud física y emocional. El acceso a
servicios médicos, asistencia nutricional, actividades físicas y consejería psicológica
son algunas de las facilidades que puede brindar la universidad para generar estilos
de vida saludables que contribuyan al aprendizaje y éxito de los estudiantes.

38
Alcance del componente formación integral en el modelo académico-
curricular

- La formación integral implica que el estudiante es considerado desde la


perspectiva humana, como una totalidad poseedora de emociones, intelecto,
afecto, razón, valores, aptitudes y actitudes.
- El aprendizaje involucra al conjunto de características humanas, teniendo en
cuenta que el individuo aprende aquello que encuentra altamente significativo.
- Se orienta bajo principios del aprendizaje significativo y humanista.
- Formación equilibrada en los diferentes aspectos de su desarrollo que le
ofrezcan las mejores oportunidades de optar por puestos dentro de los
diferentes ámbitos de la sociedad.
- Se parte de las capacidades de quien aprende, es decir, se escucha al
estudiante; permitiendo la identificación del camino más efectivo para educarlo.
- Se respetan los tiempos de aprendizajes; cada estudiante es un universo que
tiene su propio ritmo para aprender.
- Promueve la creatividad, ofreciendo la posibilidad de ser crítico y valorativo, que
pueda aportar soluciones y generar nuevas ideas que transformen su entorno
de forma positiva.
- Aplica un enfoque constructivo, que permite al estudiante encontrar satisfacción
en sus propias conquistas y logros.
- Otorga énfasis en la independencia, a través del fomento de valores como el
compromiso y la libertad. La formación integral debe propiciar la
autodeterminación e independencia del alumno.
- Crea criterios sólidos, que le permiten pensar con rigurosidad y persuadir desde
la razón; es decir, ayudan a establecer un equilibrio entre sus procesos
emocionales, afectivos, cognitivos, psicológicos y espirituales, de tal manera
que pueda tomar decisiones con lucidez, claridad, y comportarse de forma
coherente con la moral y costumbres de su entorno.
De lo antes planteado se desprende que alcanzar una integralidad en la
formación profesional a nivel universitario implica, no solo formar un profesional con

39
sólidos conocimientos, sino también uno que se encuentre comprometido con su
labor y la sociedad en que se inserta, a cuyo desarrollo debe contribuir desde su
profesión, independientemente de la especificidad de la misma y contexto de
actuación.
Este proceso formativo integral, se lleva a cabo en un entorno interactivo
donde la motivación y comunicación unidas al aprendizaje desarrollador, reflexivo y
constructivo juegan un importante papel en el logro de los resultados. Acá el
estudiante es considerado, desde la perspectiva humana, como una totalidad
poseedora de emociones, intelecto, afecto, razón, valores, aptitudes y actitudes.
Esta visión lleva a comprender que el “aprendizaje” involucra al conjunto de
características humanas, teniendo en cuenta que el individuo aprende aquello que
encuentra altamente significativo.
Así que el modelo académico que se asume se orienta a la formación integral,
bajo principios del aprendizaje significativo, humanista y por competencia, de cara
a las actuales exigencias sociales, que reclaman cambios y transformaciones
curriculares con la finalidad de responder al emergente orden social, teniendo en
cuenta que las nuevas maneras de formar al profesional de hoy también la exigen.

Dimensión integradora del Modelo Académico-Curricular

A través de esta dimensión, se procura que los procesos formativos


favorezcan la generación y construcción de nuevos conocimientos, su aplicación y
trasferencia, a partir de la relación que el sujeto establece con un objeto de
conocimiento y el cómo aborda el mismo, mediante la integración de sus saberes.
Ello implica, en primera instancia reconocer al estudiante como sujeto
individual constructor del conocimiento y en segunda instancia, asumir que en el
presente modelo académico-curricular integrar los saberes en interacción con el
objeto de conocimiento, ocurre a través de:
a) La conjunción de diferentes perspectivas en torno a un objeto de conocimiento
y la construcción de nuevas formas para abordarlos.

40
b) El abordaje del objeto, realidad, hecho o fenómeno y consecuente construcción
o generación de conocimiento sistemático y socializado.
c) El apoyo de las tecnologías (TIC, TAC, TEP) para captar información,
almacenar, procesar, comunicar e interactuar con el entorno para combinar los
conocimientos y así, crear nuevos conocimientos.
Desde esta perspectiva, la dimensión integradora del Modelo académico-
curricular de la Universidad Yacambú establece como estrategia formativa para la
adquisición de competencias y su formación integral, que el estudiante articule los
conocimientos previos de diversas disciplinas y estrategias de pensamiento, de
manera de interaccionar con un objeto o resolver un problema, movilizar sus
habilidades cognitivas, actitudes, valores a los fines de aplicarlas en contextos
reales, generar conocimiento nuevo, útil y valioso, aprender haciendo con las
tecnologías y desarrollar las competencias digitales, exigidas a todos los
profesionales del siglo XXI.
En el marco de tales consideraciones, seguidamente se desarrollan cada uno
de los componentes que conforman la dimensión integradora del presente modelo
académico-curricular: Inter y transdisciplinariedad, Tecnología en los procesos
formativos e Investigación.

Inter y transdisciplinariedad

Las múltiples problemáticas del siglo XXI y particularmente las generadas a


partir del año 2020, manifiestan un común denominador; a diario éstas se
acrecientan, se tornan más complejas, incrementando su impacto a nivel local,
regional y global. Es por ello, que abordar los retos de las problemáticas, no puede
ser solo desde el ámbito disciplinar, la complejidad de las mismas indica que son
desafíos inter y transdisciplinarios.
En el contexto universitario, los retos que la sociedad actual impone,
demandan la formación de profesionales con las competencias requeridas para
atender las realidades presentes, razón por la cual aun cuando predomina la
enseñanza disciplinar, la universidad como institución social tiene la necesidad

41
inmediata de inclinarse hacia una visión holística e integral, por lo que debe
reconstruir su territorio y abrir espacios para el diálogo de saberes.
En el marco de esta perspectiva, el Modelo Educativo de la Universidad
Yacambú, asume la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad como enfoque
integrador del conocimiento para abordar o comprender las circunstancias actuales,
reflexionar sobre éstas de modo analítico y crítico, aprovechando la multiplicidad de
metodologías y lenguajes que brindan los distintos campos del conocimiento. Esto
demanda esencialmente, el concurso de todas las potencialidades del conocimiento
humano de tal forma que la realidad sea abordada de forma integral, plural,
interdependiente y participativa.
Lo anterior, exige a la Universidad Yacambú, consolidar una cultura académica
inter y transdisciplinaria, y así asegurar la formación de profesionales con
pertinencia social y ambiental. De este modo, al asumir la formación basada en
competencias, esto incluye integrar disciplinas, conocimientos, habilidades,
prácticas y valores, con el fin de formar profesionales con las competencias
requeridas para afrontar los rápidos cambios que acontecen en el mundo, con una
formación humanística, ética y social, de manera que contribuya con el
mejoramiento continuo de la calidad de vida en todos los ámbitos donde se
desempeñe.
Cabe destacar que la interdisciplinariedad, también constituye una opción que
busca construir nuevas formas de abordar los objetos de investigación, estudiar y
comprender las realidades desde la unidad del conocimiento para resolver
problemas mediante la interconexión entre disciplinas. Alcanzar tal cometido,
implica para la Universidad Yacambú, establecer una mayor articulación entre
docencia e investigación, a la par de promover el trabajo en equipo y el desarrollo
de proyectos interdisciplinarios y transdisciplinarios, de manera de generar
conocimiento científico y soluciones integrales, que contribuyan en la construcción
de una sociedad más justa y más humana.
Se evidencia así, la importancia de la interdisciplinariedad y
transdisciplinariedad en los procesos formativos que se desarrollan en la

42
Universidad Yacambú, lo que amerita considerar las características principales de
este componente para su comprensión y desarrollo en el presente modelo
académico-curricular:

Características principales del componente Interdisciplinariedad y


transdisciplinariedad

Implica una filosofía que requiere del diálogo entre diversas disciplinas
Busca superar el reduccionismo científico, el saber fragmentado, la parcelación
disciplinaria, romper la súper e hiperespecialización a los fines de encontrar visiones
más amplias y generales.
Abordar la realidad desde variadas visiones y perspectivas experienciales de modo
de buscar o encontrar otras relaciones, que posibilite diferentes comprensiones o
explicaciones del mundo y a su vez, deriven en nuevos conocimientos.
La realidad se concibe multidimensional, ello exige recabar en todas sus
dimensiones la información que involucra personas y grupos sociales, de manera
de comprenderla o explicarla desde la interacción, la diversidad, la confluencia e
integración de saberes
Promueve el trabajo en equipo, el aprendizaje cooperativo, la interdependencia
entre docencia e investigación, establecer nuevos vínculos entre los actores
educativos basados en el descubrimiento, la creatividad e innovación compartida
Invita a tener una perspectiva globalizadora y sistémica de la realidad para la
comprensión total de un aspecto de la realidad
Conjuga metodologías y lenguajes de varias disciplinas para examinar o resolver
problemas
Busca comprender puntos de vista o enfoques de los otros a través del dialogo como
instrumento operativo, de manera de situar los métodos y técnicas que favorezcan
la construcción de un nuevo espacio intelectual, vivencial y compartido
Propicia el dialogo intercultural mediante la creación de un metalenguaje que
permite articular las similitudes conceptuales entre las disciplinas
Plantea la aplicación de conceptos, metodologías y procedimientos a más de una
disciplina
Conjuga la ciencia, la tecnología y el humanismo para contribuir en el fortalecimiento
de los valores humanos y democráticos
La transdisciplinariedad es complementaria al enfoque disciplinario, dado que hace
emerger nuevos datos que articulan las disciplina ofreciendo una nueva visión de la
realidad
Reconceptualiza las relaciones e interacciones entre sujeto y objeto.

43
Alcances del componente interdisciplinario y transdisciplinarios en el modelo
académico-curricular

- El profesor debe suministrar marcos de pensamiento interdisciplinarios que le


permitan a los estudiantes ubicar los problemas y comprender los vínculos que
articulan hechos, eventos o fenómenos, supuestamente inconexos. Esto
implica, resignificar los métodos y técnicas utilizadas en los espacios áulicos,
que superen la memorización y el diseño de experiencias de aprendizaje que
estimulen la curiosidad, la aventura, el cuestionamiento permanente.
- Establecer nuevas formas de relaciones e interacciones entre docente y
estudiante, entre el estudiante con sus pares y estudiantes-entorno, pues entre
todos construyen conocimiento e historia.
- Implementar programas de formación docente orientados a resignificar las
practicas pedagógicas de manera de facilitar en los estudiantes el desarrollo del
pensamiento divergente y holográfico, critico, reflexivo; fortalecer su capacidad
de adaptabilidad al cambio, el trabajo en equipo y en equipos interdisciplinarios,
potenciar valores como solidaridad y justicia.
- Fortalecer el aprender haciendo, mediante experiencias de aprendizaje que
promuevan aprendizajes significativos en los estudiantes, además le faciliten
pasar de operaciones cognoscitivas concretas a operaciones formales.
- Asegurar que el docente desarrolle en el aula tareas integradoras de naturaleza
teórico-práctico, con el propósito que el estudiante materialice la actividad y la
socialice en los espacios curriculares y co-curriculares.
- Promover investigaciones sustentadas en enfoques multidisciplinarios y
transdisciplinarios, a los fines de fortalecer la integración de saberes para
atender de manera efectiva y pertinente los problemas sociales del entorno
local, regional y nacional del país.
- Establecer esquemas de vinculación entre pregrado y posgrado tales como:
sistema tutorial, cursos acreditables, reconocimiento de créditos.

44
- Integrar los conocimientos que se generan en la universidad desde la pluralidad
de los saberes culturales, cotidianos e históricos, con el propósito de coadyuvar
en la construcción de una sociedad más justa y democrática.
- Fortalecer la formación en investigación interdisciplinaria de manera de
desarrollar en el estudiante su capacidad creativa, independencia de
pensamiento y respeto por la diversidad cultural.
- Incorporar en los programas formativos los proyectos integradores, a los fines
de favorecer la vinculación de la teoría con la práctica, los saberes académicos
y el trabajo individual con el colectivo.
- Crear espacios para la participación estudiantil en los problemas públicos, como
estrategia para que el estudiante construya cosmovisiones humanizadoras que
lo orienten en la toma de decisiones, aportes a la sociedad, desarrolle valores
solidarios y cooperativos contribuyendo así, con su formación integral y
especialmente, como ciudadano.
- Identificar en los planes de estudio contenidos que vinculen carreras-programas
y facultades, además que puedan estructurarse en ejes temáticos y así ser
abordados interdisciplinariamente.
- Diseñar una agenda de puntos críticos sobre la vinculación docencia e
investigación e integración docencia- investigación-extensión en la universidad,
de modo de ser atendidas desde una visión interdisciplinaria.
- Establecer una agenda de problemas del entorno social con el fin de fortalecer
la investigación interdisciplinaria y la conformación de redes de cooperación
científica.
- Identificar en los planes de estudio unidades curriculares que se interrelacionen
en cuanto a contenidos, estrategias, métodos y alcances, con el fin de
desarrollar investigaciones, actividades formativas, talleres, seminarios, que
contribuyan con el desarrollo de una práctica educativa y formación del
estudiante, desde la perspectiva interdisciplinaria.
- Integrar lo científico, humanístico y artístico en los programas y proyectos de
extensión y servicio comunitario.

45
- Generar espacios institucionales que permitan la búsqueda de nuevas formas
de cooperación e integración con las comunidades.
- Incentivar institucionalmente el trabajo académico en equipos interdisciplinarios.
- Implementar programas de formación y actualización de los docentes en
investigación interdisciplinaria y transdisciplinaria, así como en el diseño y
desarrollo de proyectos integradores.
En resumen, con el presente modelo académico-curricular se promueve la
interacción e integración disciplinar, la interrelación de contenidos, habilidades y
evaluación de una disciplina o entre varias disciplinas, y así docentes y estudiantes
desde los espacios formativos a nivel de asignatura, disciplina y/o carrera, motoricen
la interconexión, imbricación, interconexión entre la formación académica, laboral e
investigativa.
De este modo, el estudiante dispondrá de espacios formativos para demostrar
sus habilidades teórico-prácticas propias de la profesión, como también sus
habilidades investigativas y tecnológicas, mediante su vinculación con el entorno y
a través de los proyectos de investigación, con actitud creativa, abierta a los saberes
y con las competencias para trabajar en equipo. Con ello, se le facilitara el abordaje
de las distintas problemáticas locales y globales que le rodean, desde diferentes
visiones del conocimiento, dándole así la posibilidad de comprender el mundo de
forma amplia y multidimensional, en procura de la formación de un profesional más
holístico y consustanciado con el entorno.
Se espera, a través de la inter y transdisciplinariedad consolidar en la
Universidad Yacambú la integración de saberes, y generar conocimiento científico
innovador, global, creativo, vinculado con las realidades complejas locales o
globales para de este modo, corresponder efectivamente a las necesidades
sentidas y demandas del entorno social. Siendo así, la Universidad Yacambú
asumirá una posición proactiva frente a los retos educativos actuales, cristalizará su
visión interdisciplinaria del currículo establecido en su Proyecto Educativo (1983) y
encauzará su quehacer cotidiano hacia una verdadera transformación universitaria.

46
Las tecnologías en los procesos formativos

La era digital que actualmente vivimos, ha configurado un modelo de vida que


envuelve todas las actividades humanas y una nueva forma de convivencia,
asentada en las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC). Del
mismo modo, consolida una sociedad en la cual tanto el conocimiento como la
información, representan insumos indispensables para la generación de bienes y
servicios, tangibles e intangibles. En consecuencia, esta sociedad, demanda de
nuevos trabajadores, ciudadanos, organizaciones que faciliten el intercambio de
información y participen en la construcción de nuevos conocimientos.
Atender tal demanda, implica para la educación superior cambios estructurales
y por supuesto en los modelos de formación de profesional universitario, por su
condición de fuerza en la consolidación de la sociedad de la información y del
conocimiento, pues tiene la responsabilidad de formar profesionales preparados y
cualificados para responder adecuadamente a las necesidades productivas, la
innovación tecnológica y la competencia en los mercados globales.
En este contexto, las universidades requieren de modelos de formación que
fomenten la innovación, la investigación y la creatividad, centrados en el desarrollo
de capacidades para aprender a aprender, con modalidades educativas que faciliten
el aprendizaje a lo largo de la vida, apoyados en propuestas curriculares abiertas,
flexibles, centradas en la cooperación y el trabajo colaborativo. Para lograrlo, las
universidades recrean sus modelos formativos integrando las tecnologías, como
estrategia para ofrecer respuestas efectivas a las necesidades sociales, construir
otros escenarios educativos, propiciar experiencias de aprendizaje innovadoras,
generar y difundir el conocimiento.
En este propósito, la Universidad Yacambú integra a su modelo de formación
las tecnologías, no solo como estrategia para alinearse a los cambios de esta
sociedad globalizada, también las incorpora y usa de manera razonada, equitativa
y creativa en todos los ámbitos de su quehacer universitario, de manera de brindar

47
a los estudiantes a lo largo de su trayectoria formativa, experiencias educativas
mediadas por las tecnologías.
Es por ello que, la Universidad Yacambú como institución formadora de
profesionistas y ciudadanos del siglo XXI, considera una oportunidad en su modelo
educativo el proceso centrado en el aprendizaje del estudiante y la formación
integral para fortalecer la educación mediada por las tecnologías, dado que ambos
componentes promueven procesos de enseñanza y aprendizaje activos,
participativos e interactivos, facilitando en el estudiante el aprendizaje significativo
y construcción de nuevos conocimientos con el apoyo de las tecnologías.
Siendo así, la educación mediada por las tecnologías en la Universidad
Yacambú procura elevar la calidad del trabajo académico, de sus procesos
formativos, académicos, administrativos y resultados previstos en su filosofía
institucional. Asimismo, al integrar a su currículo las tecnologías, traza la ruta de la
innovación y búsqueda de la excelencia académica en función de la formación
integral, por competencias y en investigación, declarada en su modelo educativo.
Tal decisión, le otorga un papel relevante en el presente modelo académico a
las tecnologías, pues su instrumentación abarca las prácticas educativas que
acontecen en los espacios áulicos y fuera de ellos, la implementación de
modalidades de aprendizaje no convencionales, así como en la diversificación de la
gestión pedagógica, conformación de redes académicas y de investigación. De este
modo, la Universidad Yacambú atiende las necesidades y requerimientos
tecnológicos de estudiantes, docentes, investigadores, administrativos y comunidad
en general, con la finalidad de ser más competitivos en los procesos de enseñanza-
aprendizaje, generación de conocimiento, proyección social, en la gestión integral,
formación del talento humano y aseguramiento de la calidad de los programas
formativos y de educación continua.
Indudablemente, las tecnologías en los procesos formativos que se desarrollan
en la Universidad Yacambú, contribuyen a mejorar los procesos de enseñanza-
aprendizaje, mediante la creación de experiencias de aprendizaje que favorecen la
interacción, el acceso a la información y el diálogo de saberes, fortaleciendo así las

48
competencias profesionales en pro de un desempeño exitoso, que contribuya a la
mejora de la calidad de vida personal y colectiva.
Ahora bien, sobre la base de las argumentaciones expuestas, se hace
necesario presentar a continuación las características principales de este
componente para su comprensión e impulso en el presente modelo académico-
curricular:

Características principales del componente las tecnologías en los procesos


formativos

El estudiante es el centro del proceso, por lo tanto, a través de la tecnología se


busca fortalecer tanto el aprender a aprender como el aprender a convivir.
Desarrolla el pensamiento crítico, la autonomía y el autoaprendizaje a lo largo de la
vida.
Prioriza la flexibilización de la enseñanza, los cambios en los medios didácticos y la
interacción profesor-estudiante.
Facilita en el docente los procesos de enseñanza y a su vez, favorece en el
estudiante el aprendizaje y la construcción de aprendizajes significativos
Le facilita al estudiante la exploración de saberes y la construcción de conocimientos
dentro y fuera del contexto de formación, dado que a través de las tecnologías
accede a problemas reales, bibliotecas virtuales o centros de intercambio de
información, haciendo uso de sistemas multimedia para representarlas.
Promueve la enseñanza flexible y aprendizaje abierto, así el estudiante tiene libertad
para decidir y controlar la forma en que aprende.
La presencia de las tecnologías en los procesos de enseñanza-aprendizaje implica
cambios: en las concepciones sobre cómo funciona el aula, los procesos didácticos,
en los recursos básicos (contenidos, infraestructura, uso abierto); en las prácticas
de los docentes, estudiantes y, por consiguiente, en el sistema de evaluación.
Promueve el aprendizaje cooperativo mediante la participación activa e interacción
permanente entre estudiantes y docentes, estudiantes-estudiantes, docentes-
estudiantes-entorno.
Facilita el intercambio interpersonal y multipersonal con el uso de actividades
sincrónicas/asincrónicas en los ambientes de aprendizaje.
Posibilita el intercambio de experiencias y el trabajo coordinado entre los docentes
Desarrolla la autonomía y responsabilidad en el estudiante en cuanto a su proceso
de aprendizaje, el trabajo en equipo, el trabajo colaborativo y la gestión de proyectos
cooperativos.
Compromete al docente a asumir roles de orientador, tutor y mediador del
aprendizaje del estudiante.

49
Orienta el quehacer del docente hacia la incorporación de contenidos educativos
digitales y herramientas WEB en el aula, centrados en facilitarle al estudiante el
acceso a la información y construcción de conocimientos. Asimismo, canaliza su
accionar pedagógico hacia la planeación de metodologías constructivistas y en el
manejo didáctico de la TIC, TAC y TEP en el aula
El docente asume el rol de facilitador de los aprendizajes, pues su quehacer se
centra en organizar el proceso de aprendizaje, orientar al estudiante en el proceso
investigativo y asesorarlo en la búsqueda, almacenamiento, manejo y
representación de la información.
Fortalece el trabajo por proyectos, como estrategia de acercamiento a la
investigación y propicia el trabajo en redes académicas e investigativas

Alcances del componente tecnologías en los procesos formativos en el


modelo académico-curricular

- Desarrollar en los estudiantes las competencias digitales a través de planes de


estudio, que, apoyados en las tecnologías, propician espacios innovadores para
el logro de los objetivos de aprendizaje.
- Desarrollar en los estudiantes competencias para el uso de las herramientas
tecnológicas y comunicacionales que le permitan aplicar sus conocimientos y
experiencias previas, manejar los contenidos y aprender en grupo, para
facilitarle la construcción de nuevos conocimientos que favorezcan su formación
personal y profesional.
- Formar a los estudiantes como usuarios inteligentes de la información, de
manera que aprendan a manejarla adecuadamente, interpretarla y
reinterpretarla en forma idónea, asertiva y con ética.
- Asumir la flexibilización como principio para la gestión del currículo en los
entornos virtuales de aprendizaje (EVA), tanto en la planificación Y la práctica
educativa.
- Propiciar experiencias de aprendizaje que le permitan al estudiante mediante el
manejo y uso adecuado de herramientas WEB, la interacción, participación y la
exploración de saberes.

50
- Implementar programas de formación continua a los docentes y así desarrollen
las competencias tecnológicas requeridas para actuar con idoneidad como
tutor, facilitador y mediador en los EVA.
- Fomentar el trabajo colaborativo y cooperativo, donde el docente como el
estudiante, aprendan a trabajar en redes y con diversidad de grupos.
- Planificar acorde al modelo de gestión pedagógica: en línea, mixta, presencial
y virtual las actividades, los tiempos y los recursos académicos en los EVA,
garantizando al estudiante su éxito académico.
- Adecuar las estrategias didácticas y de evaluación a la modalidad de
aprendizaje mediada por las tecnologías, a los fines de favorecer el aprendizaje
centrado en el estudiante y apoyo al desarrollo del currículo centrado en el
aprendizaje.
- Impulsar en todos los procesos formativos el uso de las tecnologías, para
potenciar en el estudiante la autogestión, resolución de problemas y el estudio
independiente.
- Promover la conformación de equipos de trabajo y en redes, con apoyo de las
tecnologías como estrategia para fortalecer la investigación.
- Desarrollar proyectos de investigación orientados al estudio de las TIC y su
relación con los procesos de producción, adquisición y difusión del
conocimiento.
- Promover el uso de las tecnologías para el desarrollo de competencias en el
docente y estudiante de un segundo idioma extranjero, conformando grupos de
trabajo internacionales ya sea para el intercambio de saberes, la búsqueda de
información o la participación en redes académicas o de investigación.
- Conformar con el soporte de las tecnologías, equipos inter-multidisciplinarios de
carácter institucional que apoyen los procesos de aprendizaje, la gestión del
conocimiento, proyección social e investigación en la universidad.
Por todo lo expuesto, la incorporación de las tecnologías en los procesos
académicos y administrativos en la Universidad Yacambú, no solo permite atender
los requerimientos y demandas de la presente sociedad del conocimiento, también

51
responde a las necesidades de formación tecnológica a estudiantes, docentes,
investigadores, administrativos y comunidad en general. Con las tecnologías, se
busca fortalecer los procesos de enseñanza-aprendizaje para el desarrollo de las
competencias digitales a estudiantes y docentes, elevar los niveles de
competitividad en la gestión del conocimiento, promover la inclusión y proyección
social, así como, fortalecer la identidad institucional mediante la conformación de
redes de conocimiento, académicas y de investigación con otras instituciones
educativas.
Es así como, en el presente modelo académico-curricular, las tecnologías
crean nuevos escenarios que solicitan modelos centrados en el aprendizaje
autónomo, acompañados de estructuras curriculares flexibles que faciliten la gestión
pedagógica y la creación de ambientes virtuales en los cuales el estudiante y el
docente puedan además de accesar al recurso tecnológico, interactuar con el
medio, captar, almacenar, procesar e interpretar la información de manera de
combinarla para crear nuevos conocimientos. De igual manera, encontrar espacios
permanentes de capacitación y actualización a los fines de favorecer la educación
continua y a lo largo de toda la vida.
Ahora bien, con la incorporación en la Universidad Yacambú de las tecnologías
en los procesos formativos, se privilegia el aprender a aprender, se propician nuevas
formas de aprendizaje que buscan potenciar la autonomía del estudiante, se amplía
su formación integral y se contribuye con el desarrollo de competencias digitales
para que pueda accesar de manera continua a espacios formativos y así
actualizarse profesionalmente, conforme a las demandas del entorno laboral. Al
mismo tiempo, se responde en cuanto a la necesidad de formación de profesionales
con las competencias tecnológicas requeridas para desempeñarse con idoneidad
en la actual sociedad del conocimiento, en correspondencia a las finalidades
establecidas en el modelo educativo de formar personas, profesionales y
ciudadanos del mundo.

52
La Investigación: formación, producción, desarrollo e innovación

Las nuevas realidades locales-globales han generado otras y más


necesidades o demandas sociales, que han inducido a las instituciones de
educación superior el proponerse acciones a los fines de atenderlas de manera
efectiva, pertinente e inmediata. Es así como, las universidades han sido las
llamadas no solo a formar los profesionales e investigadores con las competencias
requeridas para satisfacer con idoneidad las realidades actuales, también le ha sido
otorgada la responsabilidad de aportar nuevos conocimientos científicos-
tecnológicos, que contribuyan a resolver la diversidad y multiplicidad de problemas
existentes en la sociedad, a través de la investigación como función sustantiva y
misión universitaria.
Es por ello, que la Universidad Yacambú se compromete con la sociedad en
relación a la producción, desarrollo, transferencia de conocimiento e innovación,
acorde a los requerimientos y oportunidades de carácter nacional e internacional.
Razón por la cual, en su modelo educativo, asume la investigación como labor
esencial de su quehacer académico integrada con la docencia y la extensión, dado
que por su naturaleza, la investigación no solo nutre sustancialmente el proceso de
generación y aplicación del conocimiento científico- tecnológico-humanístico,
también aporta nuevos conocimientos que contribuyen con la formación de
profesionales cuyas competencias le permiten producir conocimientos nuevos,
útiles y valiosos para la solución de los problemas de su entorno, el bienestar de la
población y el progreso del país.
Para la Universidad Yacambú, la investigación es parte constitutiva de su
misión académica, dado su estrecha vinculación con la enseñanza y la interacción
social. Por tanto, mediante la investigación científica (actividades de investigación y
desarrollo (I+D), la universidad genera conocimiento, lo difunde a través de la
publicación de los resultados y su aplicación en los procesos formativos. Además,
lo transfiere (I+D+i+t), para atender, dar respuesta y proveer soluciones innovadoras
a los problemas del entorno productivo-empresarial y sociedad en general.

53
En tal sentido, a los fines de fortalecer su responsabilidad con la sociedad y
asumir con compromiso su labor investigativa, la universidad define la
investigación como un proceso sistemático de búsqueda, construcción,
generación, difusión y transferencia de conocimientos e innovación, en función de
formar profesionales-investigadores, desarrollar competencias científicas en los
estudiantes, generar, transferir conocimiento científico-tecnológico- humanístico y,
fomentar una cultura investigativa, de innovación y emprendimiento en la
comunidad universitaria.
Alcanzar tal cometido, significa asumir la investigación como proceso
(formación en investigación), como producto (instrumento que da respuesta a las
necesidades del entorno) y como línea estratégica (integradora de las funciones
sustantivas). De este modo, se consolida la formación multidisciplinaria, que
despliega un modelo de investigación interdisciplinario con proyección
transdisciplinaria, orientado a fortalecer la investigación como elemento integrador
e instrumento para el desarrollo y la trasformación social.
En el marco de lo planteado hasta ahora, la investigación en la Universidad
Yacambú en la dimensión integradora del modelo académico-curricular presenta las
siguientes características:

Características principales del componente investigación


Promueve la investigación formativa para potenciar, desarrollar o fortalecer
competencias en el estudiante para investigar, con el apoyo y orientación de un
investigador, docente-investigador o un especialista en el área específica del
conocimiento de manera de contribuir con su formación integral, desarrollar su
espíritu creador, crítico e innovador y realizar actividades de investigación que le
permitan abordar la realidad, comprenderla para aportar soluciones a los problemas
de su entorno con rigor metodológico, actitud y ética investigativa.
Considera la investigación en el aula realizada por el docente, una estrategia
institucional que favorece la labor formativa, el aprendizaje de la investigación, el
mejoramiento continuo del quehacer pedagógico y la creación de innovaciones
curriculares que contribuyan con la formación del estudiante como profesional e
investigador
Propicia la adopción de nuevos enfoques de transferencia de conocimiento, que
beneficien la integración e interrelación de la investigación, el desarrollo y la
innovación, como marco orientador para la formación de profesionales-

54
investigadores, cuyo desempeño profesional y productos investigativos, respondan
de manera idónea y con pertinencia social-ambiental tanto a las necesidades del
entorno local-global, como a las demandas del sector productivo, empresarial y
público
Fomenta la vinculación universidad-empresa- instituciones con acciones que
implican tanto la inversión mancomunada, la conformación de redes
interinstitucionales como la creación de espacios colaborativos con el propósito de
hacer ciencia y producir tecnología, con carácter humano y espiritual.
Sinergia su principio institucional “aprender haciendo”, pues orienta los procesos
formativos de enseñanza y aprendizaje de la investigación, hacia la búsqueda de la
verdad, pertinencia social de los productos investigativos y el asumir una actitud
crítica ante el propio proceso investigativo, de manera que el estudiante además de
las competencias investigativas que requiere, desarrolle ese espíritu científico que
busca desde la argumentación, discusión reflexiva, apertura a las críticas y ética
investigativa construir conocimiento científico, tecnológico y humanístico que aporte
a las disciplinas o en alguna de las áreas del conocimiento de su formación
profesional, pero que además de ser valioso sea útil para su entorno laboral y social
Gestiona espacios institucionales e interinstitucionales nacionales e internacionales
que favorezcan en estudiantes, docentes e investigadores la incorporación a redes
de investigación, la difusión y publicación de los productos investigativos, la
transferencia de conocimientos y tecnología a los fines de generar esquemas de
vinculación que faciliten la autogestión y favorezcan su visibilidad científica.

Alcances del componente Investigación en el modelo académico-curricular

- Impulsar el desarrollo de investigaciones en todas las áreas del conocimiento,


con la finalidad de atender la diversidad de problemas existentes en el contexto
local, regional, nacional, mundial además de proveer respuestas efectivas con
pertinencia social-ambiental.
- Promover la formación de investigadores en pregrado y postgrado generadores
de conocimiento científico-tecnológico-humanístico, que aporten en la
construcción y desarrollo del conocimiento universal.
- Propiciar la creación de redes de investigación interinstitucional e
intrainstitucional para optimizar recursos e infraestructura, facilitar la difusión de
los productos investigativos y la transferencia de conocimiento
- Establecer programas de formación de investigadores dirigidos a estudiantes y
docentes, de manera continua y sostenida.

55
- Fortalecer la oferta educativa de los postgrados, dado que, por su naturaleza y
alcance en la formación de investigadores, así como en la producción de
conocimiento científico- tecnológico-humanístico con rigor metodológico,
contribuye a estimular, promover, incrementar la investigación en la universidad.
- Estimular la investigación formativa, como estrategia para favorecer la
enseñanza y aprendizaje de la investigación, el desarrollo de competencias
investigativas tanto en los estudiantes como en los docentes.
- Incorporar a los espacios formativos curriculares y co-curriculares el aprendizaje
por descubrimiento, el aprendizaje basado en proyectos, basado en problemas
o basado en retos, la creación e innovación de tecnologías, como estrategias
que favorecen el aprendizaje desarrollador de la investigación en estudiantes y
docentes.
- Crear y consolidar redes, equipos, grupos de investigación y publicaciones con
comunidades nacionales e internacionales, para promover en la universidad el
diálogo o debate científico, el intercambio académico, la investigación
interdisciplinaria y la transferencia de conocimiento.
- Promover la investigación básica y aplicada para el desarrollo experimental de
manera de fortalecer la formación de profesionales en investigación e
innovación tecnológica.
- Generar conocimiento básico o creación de tecnología desde la
interdisciplinariedad, de forma colaborativa, cooperativa o en redes con el apoyo
de organizaciones y empresas, con el fin de fortalecer el aprendizaje de
docentes y estudiantes en la construcción colectiva de saberes, en la
adaptación de conocimientos empíricos y experiencias que favorecen la
investigación- creación e innovación, así como su difusión.
- Instituir programas de difusión y divulgación de los productos de la investigación
científica -tecnológica que se generen en la universidad.
- Crear plataformas para la transferencia de resultados y conocimiento científico,
que favorezcan la creación de incubadoras de empresas y empresas de base

56
tecnológica, asimismo contribuyan con la generación de empleo y desarrollo de
la región.
- Promover y apoyar la participación en proyectos de investigación reconocidos
internacionalmente en los cuales tanto docentes como estudiantes participen,
de modo de realizar investigaciones de calidad y favorecer la proyección
internacional de la UNY.
- Crear y consolidar los semilleros de investigación, como espacios académicos
para aprender a investigar.
- Revisar y valorar periódicamente las áreas, líneas y programas de investigación
a los fines de ofrecer de modo sostenida espacios para la formación en
investigación y producción de conocimiento científico, tecnológico y humanístico
acordes a las realidades del entorno como también adecuadas a las áreas de
profesionalización en pregrado y postgrado.
- Desarrollar en los estudiantes el pensamiento científico, el pensamiento creativo
y las actitudes científicas necesarias tanto para identificar los problemas del
entorno como el realizar investigaciones generadoras de soluciones en su
respectiva área de formación y tutor entorno laboral.
- Fomentar una cultura emprendedora, a los fines de promover el desarrollo de
ideas innovadoras y su expresión, que traducidas en investigaciones aplicadas,
tecnológicas o educativas contribuyen a fomentar la cultura investigativa y de
innovación en los espacios comunitarios, empresariales y particularmente, en la
comunidad universitaria.
- Impulsar el intercambio de profesores y estudiantes entre la universidad y el
sector productivo facilitando la transferencia de conocimiento mediante
acuerdos de colaboración y corresponsabilidad.
Desde estos planteamientos, la investigación se consolida en la Universidad
Yacambú, como función sustantiva y objetivo misional, que se fortalece mediante
el desarrollo de la investigación formativa, la investigación como aprendizaje
desarrollador y la investigación científico-tecnológica, pues asume con compromiso
y responsabilidad su papel de generadora de conocimiento científico-tecnológico-

57
humanístico; consciente de que la actual sociedad del conocimiento requiere de las
universidades en la formación de profesionales e investigadores que respondan a
través de la producción de conocimiento y desarrollo de tecnologías a las
necesidades de la sociedad.
Es por ello que, como institución de educación superior formadora de
profesionales, en el marco de una realidad compleja e incierta, se ocupa de
desarrollar competencias investigativas en sus estudiantes y docentes, desde una
visón interdisciplinaria, con el propósito de convertir el conocimiento en propuestas
de valor que apoyadas en ecosistemas y redes de colaboración permitan ofrecer
respuestas pertinentes a las necesidades y oportunidades del contexto local-global,
a la par de contribuir con el desarrollo y progreso de la sociedad asumiendo la
investigación como instrumento para el desarrollo y la transformación social.

Dimensión contextual del Modelo Académico-Curricular

A medida que la sociedad del siglo XXI cambia y las realidades emergentes
se tornan cada vez más complejas e inciertas, la Universidad Yacambú como
Institución de Educación Superior, amplía su compromiso con los diversos sectores
sociales, económicos y productivos del entorno local, regional, nacional e
internacional, con el propósito de atender responsablemente sus requerimientos de
manera oportuna y ética.
Es por ello, que en su filosofía de gestión ha establecido el principio
institucional la responsabilidad social, esta abarca además de la conexión con el
entorno a través de su quehacer universitario, el formular y gestionar propuestas
pertinentes e innovadoras que contribuyan al desarrollo sostenible y bienestar de la
sociedad. Asimismo, erige en su misión, uno de los factores claves, la formación de
calidad, la cual lleva inmerso el principio de educación permanente, entendido como
un proceso de formación continua orientado al desarrollo integral del individuo a lo
largo de la vida.
Todo esto implica, que la Universidad Yacambú establezca a través de su
modelo académico-curricular, los espacios para la educación permanente

58
facilitándole al estudiante, egresado o persona interesada desarrollar todas las
posibilidades de formación, actualización o capacitación para un accionar personal
o laboral idóneo en el ámbito donde se desempeñe. Igualmente, las estrategias que
encaminen la vinculación efectiva de los estudiantes con el entorno como también
la conexión de la universidad con los grupos de interés, de manera de asumir su
liderazgo social y gestionar a través de sus funciones sustantivas programas,
planes, proyectos que además de contribuir con la formación integral del estudiante,
aporten al bienestar social, el rescate de la dignidad humana y el desarrollo
sostenible de toda la sociedad.
Desde esta perspectiva y acorde al Modelo educativo, a continuación, se
describen los componentes que conforman la dimensión contextual del presente
modelo académico curricular y sus alcances para la operatividad en la Universidad.

Educación Continua

Entender la educación como un proceso continuo a lo largo de la vida que


facilita el acceso y la adquisición constante de nuevos conocimientos, es un factor
clave para el desarrollo de capacidades y competencias que permiten a las
personas contar con más y mejores oportunidades personales, profesionales y ser
mejores ciudadanos del mundo; contribuyendo de esta manera a que más personas
se integren progresivamente a la sociedad del conocimiento.
En tal sentido, la Universidad Yacambú parte de la premisa que ella como
institución debe fortalecer los servicios que brinda a la sociedad y al desarrollo
humano, tener la capacidad de acompañar los procesos formativos desde que la
persona inicia su proceso educativo, a lo largo de su vida profesional y aún después
de concluir la etapa laboral, además ser abierta a todo aquel que desee estudiar,
consciente de los niveles de exigencia y calidad; de manera que todo esto, la lleve
a ser una universidad capaz de ofrecer una educación continua para toda la vida.
Es importante señalar que tanto los países y sus instituciones deben propiciar
el desarrollo de las condiciones necesarias para el ejercicio de este derecho
mediato, además garantizar la prestación de servicios educativos de calidad en sus

59
diferentes niveles y con las características necesarias como la disponibilidad,
accesibilidad, aceptabilidad y adaptabilidad.
Ahora bien, las tendencias a la globalización, las políticas internacionales, el
desarrollo del conocimiento y las nuevas tecnologías, generaron nuevas
necesidades de actualización, requerimientos a los estudiantes y profesionales, no
sólo para mejorar la formación sino también autorizar el surgimiento y ejercicio de
algunas profesiones que debían ser atendidas oportunamente; todo esto creo la
posibilidad de generar opciones de formación y actualización con gran versatilidad
y posibilidad de innovación en sus contenidos, metodologías y tecnologías, lo que
hizo que la educación continua fuera un hecho.
En consideración a lo planteado, la Universidad Yacambú ofrece a la
comunidad universitaria y sociedad en general servicios de educación continua, los
cuales son estudios de carácter complementario, tanto en aspectos profesionales
como personales, y no conducen a grado académico; de ser concluidos
satisfactoriamente, llevan a la obtención de un diploma, certificado o constancia de
formación continua.
En tal sentido, en sus estatutos (Estatuto Orgánico de la Universidad Yacambú,
1983) incorpora el principio de educación continua como una oferta formativa para
sus estudiantes activos, tanto en pregrado, postgrado y el Decanato de Extensión,
a fin de preparar a los estudiantes para enfrentar los retos de desempeño
profesional en una comunidad local proyectada a la sociedad global del
conocimiento. De igual manera son ofertados cursos de actualización y
perfeccionamiento orientados a la formación de profesionales egresados o no, a los
fines de satisfacer las necesidades locales y globales de la sociedad.
Todo ello, ofreciendo una formación con pertinencia y calidad para dar
respuestas oportunas y soluciones al entorno social; tomando también en
consideración las políticas institucionales, de estado, las demandas de desarrollo
científico-técnico de la región, las establecidas por los Planes de la Nación y demás
organismos de planificación, dirección y promoción de la ciencia-tecnología, la
investigación y la cultura a nivel nacional e internacional.

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Desde esta visión, el Modelo Académico de la Universidad Yacambú se orienta
a impulsar la educación continua para brindar opciones a las necesidades sociales,
de formación profesional y habilidad para emprender, aspectos planteados desde
su creación. De allí que se asume, como un programa dirigido a satisfacer las
necesidades de formación, actualización y desarrollo de la comunidad intra y
extrauniversitaria. Las formas de organización de los programas de educación
continua en la universidad se les denomina modalidades, entre ellos tenemos:
Diplomado, Curso, Taller, Seminario, Congreso, Jornada, Simposio, Encuentros de
Saberes.

Características principales del componente educación continua


Las actividades de educación continua están organizadas en áreas temáticas que
responden a las áreas disciplinarias que la universidad ofrece, tanto en el pregrado
como en el posgrado, pero también en otras que responden a las demandas del
mercado actual.
Las actividades se diseñan y aprueban tomando en consideración la relevancia y
pertinencia temática para su aporte al compromiso de la universidad en atender a
problemáticas específicas de la realidad del país, necesidades y demandas sociales
y del mercado laboral.
La cobertura y alcance de aplicación para atender al público, es presencial,
semipresencial o virtual a nivel local, regional, nacional e internacional.
Se caracteriza por la contribución e impacto en el desarrollo de capacidades y sus
efectos en la solución de problemas sociales en el mediano y largo plazo.
Se implementa la innovación formativa y pedagógica al generar espacios formativos
flexibles, creativos y novedosos que aportan a nuevas formas y estilos de
aprendizaje.
Las actividades de educación continua pueden articularse a la formación de
pregrado y posgrado bajo criterios y requisitos precisos, acordados entre las
unidades organizadoras y las unidades académicas de la universidad. De esta
manera, las actividades de educación continua podrán ser consideradas una
alternativa para convalidar asignaturas como parte de un plan de estudios regular.

Alcance del componente en el Modelo Académico-Curricular

- Cobertura y diversidad: La educación continua se fundamenta en su capacidad


de ampliar la cobertura a diversos públicos: por su edad, formación o su lugar

61
de residencia. Es pertinente, adecuada a las necesidades de la sociedad y a
diversos colectivos, promueve el desarrollo de nuevos espacios de aprendizaje,
habilidades y competencias.
- Flexibilidad e innovación: Es una educación que explora y promueve nuevas
áreas de aprendizaje, espacios y modalidades formativas (virtual, presencial y
semipresencial), que se compromete con el desarrollo de mejores capacidades
para la vida, que trabaja en alianza con otras instituciones educativas, artísticas,
culturales y profesionales, que se adecúa a los nuevos entornos de enseñanza
y aprendizaje.
- Articulación: Es una educación continua que responde al modelo educativo de
la Universidad Yacambú y su compromiso con el desarrollo humano, que se
articula con su propuesta educativa de pregrado y posgrado de manera que les
permite a las personas proyectar su formación en diversos campos y de forma
continua en la universidad.
- Calidad: Una educación que responde a parámetros de calidad educativa
claramente definidos, desde los aprendizajes logrados, los recursos a los que
se accede y procesos que la soportan.
- Sostenibilidad: Responde a las necesidades y demandas de la sociedad, con
capacidad de aportar con nuevos conocimientos, metodologías y tecnologías.
Es un servicio con capacidad de generar sus propios recursos y contribuir con
el financiamiento de las labores propias de la universidad.
Para concluir, la educación continua en la Universidad Yacambú, constituye
la actividad docente universitaria cuya misión es vincularse con el medio vía
programas de formación y capacitación educando de por vida a personas
(profesionales y no profesionales) que desean o requieran profundizar, mantenerse
al día en los conocimientos, habilidades, actitudes y destrezas que caracterizan a
su disciplina, o bien quieren extender su conocimiento hacia áreas
complementarias, acceder al manejo de nuevos procedimientos y/o tecnologías,
que les permitan lograr un mejor desempeño, posición laboral o bien crecer en su
desarrollo personal o espiritual.

62
Ella constituye una opción educativa fuera del sistema formal, pero presenta no
solo alta calidad académica, sino también flexibilidad acorde a las necesidades de
personas que están plenamente insertas en el mercado laboral. De allí, que sus
programas suelen ser de corta duración en comparación con otros programas
académicos y se enfocan en aspectos particulares de un tema más amplio.

Pertinencia y Responsabilidad Social

Para la Universidad Yacambú la pertinencia social de la educación


universitaria se conceptualiza como el grado de vinculación existente entre la
institución educativa y la sociedad, igualmente con los sectores productivos y de
servicios. Es considerada esencialmente en función de su lugar y rol en la sociedad,
es decir, su misión en materia de educación, investigación y servicios, tanto como
sus lazos con el mundo del trabajo en el sentido más amplio, sus relaciones con el
Estado y las fuentes del financiamiento público e interacciones con los otros grados
y formas de enseñanza. (Unesco, 1998).
La Universidad Yacambú asume la pertinencia social desde los factores claves
de su visión, la concreta a través del Modelo Académico con un rol activo en el
desarrollo social y sostenible a través de la formación de individuos comprometidos
con la mejora de la calidad de vida de la sociedad en un ambiente democrático; es
decir, la responsabilidad del desarrollo de la región y del país mediante una
formación de alta pertinencia social-profesional, que permita atender la realidad del
entorno en el momento histórico y cultural, antes las condiciones cambiantes del
contexto, colocando los saberes adquiridos en las disciplina al servicio de la
sociedad.
Con respecto a la responsabilidad social, la Universidad Yacambú la
conceptualiza como la conexión de la universidad con las necesidades internas y
del entorno a través de su quehacer institucional (funciones universitarias y grupos
de interés) en la sociedad, que se traduce en una mayor pertinencia y pertenencia
social, al brindar soluciones innovadoras para el cambio y la transformación efectiva.

63
La Universidad Yacambú la asume como un compromiso de actuación con y
para la sociedad, a través del cumplimiento de las funciones sustantivas (docencia,
investigación y extensión), con los más altos estándares de calidad y la participación
de cada uno de los integrantes de la comunidad universitaria, a partir de la
consistencia entre las acciones institucionales con la misión, la visión y los valores
institucionales.
El Modelo Académico permite la vinculación de la universidad con el contexto,
no solo contribuyendo a la difusión del conocimiento o a la solución de las
necesidades y demandas sociales en la visión del desarrollo sostenible, sino
también presentando la oportunidad para aprender y aprehender de la realidad; es
decir, un espacio para crear escenarios de aprendizajes vivenciales, donde la
responsabilidad social se alinea con la investigación fortaleciendo la enseñanza
aprendizaje y el perfil del estudiante (Aponte, 2009). Lo cual implica, salir del aula
hacia el entorno, para que no sea el estudiante un transmisor de conocimientos
repetitivos, sino un recreador del conocimiento a través de la experiencia, el
contacto directo con los problemas del entorno, para encontrarle el sentido a lo que
se aprende y aprehende. Se procura el contraste entre lo que se dice en la teoría y
lo que se hace en la práctica; es decir, es una suerte de verificación y validación de
los conocimientos en el terreno real de los hechos.
Esta perspectiva supone nuevas formas para la articulación y vinculación de
la universidad con la sociedad civil; requiriendo de la asunción de una
responsabilidad cada vez mayor en materia de formación, investigación, servicios
orientación, transferencia de tecnología y educación permanente-continua. Es de
suma importancia que la labor universitaria se desarrolle sobre la base de una
planeación y gestión estratégica de proyectos los cuales partan de un diagnóstico
del contexto social y las necesidades prioritarias de la sociedad sobre la que se
trabaja, diseña y ejecuta con la metodología y acompañamientos académicos
adecuados, evaluados y con indicadores pertinentes, que permitan conocer tanto el
impacto de los proyectos en la formación personal y profesional de quienes
participan, como su impacto social e institucional.

64
Este acercamiento entre las comunidades y la universidad debe estar
acompañado de una oferta de educación continua a lo largo de la vida, de manera
de contribuir a la formación de la ciudadanía; no siendo solo unidireccional, sino que
la propia universidad aprenda y se fortalezca a partir del diálogo y la alianza con los
actores de la sociedad civil; esta relación puede enriquecer a la propia institución
educativa al tiempo que contribuye al desarrollo humano y social contando para ello
con los propios sujetos sociales (Navarro, 2011).
Aparece entonces la responsabilidad social como un desafío a la universidad,
al comprometerse no sólo a formar buenos profesionales y generar conocimiento,
sino que sus estudiantes deben ser sensibles a los problemas de los demás,
comprometidos con el desarrollo de su país, la inclusión social y reconozcan la
necesidad de evaluar el impacto social.
De esta manera, la pertinencia y responsabilidad social en la Universidad
Yacambú se operacionaliza a través de las Dimensiones del Modelo Académico,
concretándose con su componente de formación integral de profesionales a través
de la asimilación, producción, aplicación y difusión de conocimiento científico,
humanístico, tecnológico, artístico y cultural, con espíritu crítico para que se aborden
eficazmente la solución de los problemas relevantes del desarrollo humano integral
de la sociedad, con proyección nacional e internacional, dentro de un marco de
libertad de pensamiento, pluralismo ideológico y conformidad con una ética que
reivindique la solidaridad y la dignidad humana.

Características principales del componente en el Modelo Académico


Curricular

Se forman profesionales de alto nivel, portadores de una cultura científica y


humanística, capaces de resolver problemas con racionalidad y objetividad
Genera, adapta, recrea y aplica conocimientos.
Difunde la ciencia y la cultura bajo el principio de libertad y compromiso social, para
responder a los problemas de su entorno regional, nacional e internacional.
Contribuye al desarrollo económico y la democratización de la sociedad
Reafirma, recrea la cultura y enriquece el patrimonio cultural, natural y ambiental del
país.

65
Permite la construcción de una sociedad productiva, innovadora, justa y segura
Contribuye al pleno ejercicio de la ciudadanía mediante la formación humanística,
crítica y reflexiva.
Promueve la actuación del universitario en el seno del pueblo al que pertenece,
destacando su sensibilidad para los problemas de su época y las soluciones de los
mismos.
Propone soluciones viables ante la problemática científica, educativa, política,
económica y social.
Forma una conciencia crítica de la sociedad, no dependiente, enmarcada
solidariamente en los principios sustentados en la independencia y bienestar.
Aumenta el acervo de conocimiento de la humanidad.
Difunde los ideales de paz, progreso, justicia social y respeto a los derechos del
hombre, a fin de contribuir a la formación de una conciencia colectiva basada en
esos valores.
Contribuye en la formación de ciudadanos como agentes de cambio en la
comunidad.
Forma integralmente a hombres y mujeres articulando una sólida cultura general y
profesional, con el compromiso hacia la nación y las mejores causas de la
humanidad.

Alcance del componente en el Modelo Académico-Curricular

- Incorpora contenidos de temáticas ciudadanas y desarrollo sustentable en los


programas educativos.
- Incentiva la formación ética, en valores y responsabilidad social a lo largo de la
trayectoria formativa de los estudiantes.
- Asegura que los profesores vinculen los contenidos temáticos de sus unidades
de aprendizaje con problemas sociales de actualidad.
- Realiza actividades en escenarios reales de aprendizaje que permitan que los
estudiantes tomen conciencia de la realidad y las problemáticas sociales, en
particular sobre el desarrollo sustentable.
- Incentiva a los estudiantes, para que, como parte de su formación integral,
participen en la realización de proyectos de investigación aplicada relacionados
con la atención de problemas ambientales, así como en proyectos sociales
comunitarios y servicio social que tengan un alto impacto en la sociedad y
contribuyan a fortalecer su formación integral.

66
- Incentiva la participación de actores sociales externos en los procesos de
diseño, actualización y reforma de los programas educativos.
- Evalúa el logro del perfil de egreso y opera programas educativos reconocidos
por su calidad con esquemas nacionales vigentes de evaluación y acreditación
y, en su caso, de alcance internacional.
Todo lo planteado, implica un auto cuestionamiento de la labor educativa y del
compromiso frente a la realidad social del entorno; partiendo del hecho que la
universidad como parte del contexto, está obligada en revisar continuamente los
programas de formación y garantizar el desarrollo del individuo para una sociedad
en permanente cambio.

67
68
PARTE III

DESARROLLO DE LOS EJES DINAMIZADORES Y COMPONENTES


DEL MODELO EDUCATIVO DE LA UNIVERSIDAD YACAMBÚ
EN EL MODELO ACADÉMICO-CURRICULAR.

La Universidad Yacambú a través de su Modelo Educativo-2021, busca


ofrecer a sus estudiantes una formación humanista e integral en el marco del
enfoque basado en competencias con el fin de formar profesionales,
investigadores, líderes, emprendedores, con sentido humano y calidad académica,
para su incorporación y desempeño idóneo en el contexto nacional e internacional
y multicultural.
Para enfrentar este reto, en el Modelo Educativo se establecen principios,
enfoques, teorías que orientan y ordenan el quehacer universitario. Estos, derivados
de documentos institucionales, propuestas educativas y basamento legal nacional,
así como tendencias formativas universitarias emitidas por instancias
internacionales, aportan el referente ideal que guía la acción y el sentido de cada
una de las funciones académicas de la universidad. Por lo tanto, permea todos los
procesos académico-administrativos y articula el proceso formativo que se ofrece
desde esta Casa de Estudio.
Ahora bien, incorporar los lineamientos teóricos del modelo educativo en el
modelo académico-curricular y consecuentemente en los programas de formación
de pregrado y postgrado, amerita desplegar tanto en lo teórico como en lo práctico
cada uno de sus ejes dinamizadores y componentes; en virtud de que, a través de
ambos elementos teórico-conceptuales se establecen los principios orientadores
para el diseño, rediseño y evaluación de los programas formativos en la Universidad
Yacambú. De la misma forma, definen la organización académica, así como las
estrategias y acciones de los procesos académicos-administrativos a ejecutar, con
la intención de gestionar la formación humanista e integral del estudiante desde el
enfoque basado en competencias.
De esta manera, el Modelo Educativo- 2021 se concreta y orienta el proceso
educativo en la Universidad Yacambú y con el Modelo académico-curricular, se

69
establecen los lineamientos para planificar y establecer las adecuaciones
curriculares requeridas en todos los programas académicos de pregrado, postgrado
y educación continua vigentes, como también construir nuevas propuestas de
programas educativos/ formativos con pertinencia socio-ambiental y calidad
académica, apostando de esta manera como institución de educación superior a la
proyección local-global.
La concreción de los aspectos antes mencionados, específicamente en las
practicas institucionales y la tarea educativa cotidiana, se operacionaliza a través
de los ejes curriculares y transversales, los cuales constituyen lineamientos que
direccionan y confieren institucionalidad al proceso educativo. También, enuncian
el compromiso y responsabilidades que han de asumir, todos los actores educativos
que conforman esta Casa de Estudio.
En el contexto de la Universidad Yacambú, su filosofía de gestión y modelo
educativo, los ejes curriculares y transversales sustentan el currículo, éstos cruzan,
articulan, atraviesan, permean todo el proceso formativo para el logro de su misión
y visión. E efecto se definen y estructuran según su alcance en el currículo, a modo
de facilitar su comprensión e implicaciones en el presente modelo.
A continuación, se presentan los ejes que estructuran el modelo académico-
curricular de la Universidad Yacambú:
EJES CURRICULARES
Investigación Tecnologías de la Vinculación con
información y de la
el entorno
comunicación
EJES TRANSVERSALES
Ético-formativo Ambiente Emprendimiento Liderazgo Sentido humano

EJES OPERATIVOS
Internacionalización Innovación curricular Flexibilidad Curricular

Ejes Curriculares Integradores


La sociedad actual, afronta diversos retos que demandan realizar cambios
acelerados e imprevistos en todos los ámbitos sociales, así adaptarse y

70
evolucionar. Uno de los retos conocidos por todos, es la consolidación de la llamada
sociedad del conocimiento, la cual acompañada de la sociedad digital han generado
procesos de transformación que impactan inevitablemente la educación y
particularmente a la educación superior.
Para asimilar tales cambios, la educación superior siempre ha sido la llamada
a responder, por cuanto la sociedad espera que a través de sus producciones e
innovaciones científicas-tecnológicas como también mediante la formación idónea
de sus estudiantes y egresados, pueda atender apropiadamente las necesidades
que emergen y las demandas que impone este mundo globalizado, de manera de
alcanzar el bien común y el progreso de la sociedad.
Al respecto Mercado (2017) señala, que la universidad en el contexto de la
sociedad del conocimiento debe ofrecer una educación en beneficio de la calidad
de vida de las personas a través de la investigación, la innovación y el conocimiento,
en función de alcanzar el desarrollo humano sostenible. Agrega que, para ello es
necesario modelo educativos que aseguren la formación de conocimientos
pertinentes con enfoques orientados hacia la formación de profesionales para
desempeñarse tanto en contextos locales como globales.
De hecho, la UNESCO en el año 2014 lo declaraba en el Programa de Acción
Mundial sobre la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS), específicamente
en el Objetivo N° 1, el cual enuncia lo siguiente: “Reorientar la educación y el
aprendizaje para que todas las personas tengan la oportunidad de adquirir
conocimientos, competencias, valores y actitudes en las que puedan contribuir al
desarrollo sostenible” (p.101). De la misma forma y con la finalidad de impulsar la
agenda de la EDS definió cinco ámbitos de acción prioritarios; interesa resaltar el
ámbito de acción 2, el cual invita a transformar los entornos de aprendizaje y
formación, mediante la integración de los principios de la sostenibilidad.
La ejecución de dicho programa y la concreción del ámbito, se puntualiza con
la aprobación en el año 2015 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, junto
a los diecisiete 17 ODS. Es así como, a través del Objetivo 4 “Educación y Calidad”,
se marca el compromiso de las universidades de garantizar una educación de

71
calidad a lo largo de toda la vida, guiados por los principios de equidad, inclusión y
equidad de género. El compromiso se amplía cuando la UNESCO, define como
prioridades globales: a) el aprovechamiento de la ciencia, la tecnología e innovación
para el desarrollo sostenible; b) ampliar el acceso a las TIC; c) educar para la
emergencia; d) fortalecer la resiliencia ante el cambio climático, los desastres
naturales y conflictos.
Es evidente, que la perspectiva planteada por el Programa de Acción Mundial
se orienta a fortalecer la educación y el aprendizaje, con el fin de promover la
formación de personas, profesionales y ciudadanos críticos e innovadores,
participativos, pensadores de futuros más sostenibles, ejecutores de cambios con
transformaciones reales, sustentados en valores democráticos y comprometidos
responsablemente en ofrecer respuestas efectivas a las primacías globales
establecidas en la Agenda 2030.
Ante tales exigencias, las universidades deben ocuparse en desarrollar
procesos formativos con calidad académica, que apoyen el desarrollo integral de la
persona a los fines de habilitarlo para que aprenda a ser, conocer, hacer, convivir
y servir a la sociedad, de modo que tanto su desempeño profesional como su
accionar ciudadano esté canalizado para aportar al desarrollo sostenible
contribuyendo así, con la consolidación de una sociedad justa y próspera.
En lo que respecta al ámbito nacional, la Ley Orgánica de Educación (2009),
al referirse a la educación universitaria, instituye que ésta ha de profundizar en la
formación integral y permanente de ciudadanos críticos, reflexivos, comprometidos
social y éticamente con el desarrollo del país. Y para cumplir con tal cometido,
establece que los programas de formación han de estar orientados hacia al
desarrollo pleno del ser humano, de modo permanente y continuo a los fines de
asegurar su inserción al ámbito laboral.
Se trata, de plantear programas formativos dirigidos al desarrollo socio
cognitivo afectivo, axiológico y práctico de la persona mediante la articulación e
integración de saberes, de manera de vincular la teoría con la práctica superando
así la disgregación entre el saber y el hacer. Asimismo, se requiere de programas

72
que coadyuven al desarrollo del humanismo social, con una didáctica centrada en
procesos para el desarrollo de la investigación, la creatividad, la innovación y con
métodos innovadores que favorezcan el aprendizaje desde la cotidianidad y
experiencia. (LOE, 2009)
Explícitamente, a las universidades se le ha otorgado la responsabilidad de
ofrecer no solo una educación de carácter humanista e integral, también de la más
alta calidad, por cuanto como instituciones formadoras de profesionales e
investigadores con altos niveles de competitividad, han de encauzar todos sus
procesos formativos hacia el desarrollo pleno del ser humano, su creatividad,
talento e intelecto, con la finalidad de que se desempeñen idóneamente en
cualquier ámbito donde se desenvuelvan, sean el soporte para superar los retos o
cambios imprevistos de esta sociedad del conocimiento y además, aporten al
bienestar y progreso de la humanidad.
En el marco de las consideraciones expuestas, la Universidad Yacambú como
institución de educación superior, asume en su misión institucional el compromiso
de ofrecer una formación de calidad, contribuir con la generación y difusión del
conocimiento mediante la integración de la docencia, extensión e investigación.
Todo ello, con el propósito de fortalecer su quehacer académico en cuanto a la
formación de personas como profesionales integrales y con las competencias
requeridas para aportar comenzando con su entorno personal- laboral- social y
desde lo local hacia lo global, nuevos conocimientos e innovaciones que
contribuyan con el desarrollo social, económico, cultural, científico, tecnológico del
país y la sociedad en general.
En razón de lo anterior, desde una visión de corresponsabilidad con el país y
el mundo, la Universidad Yacambú a través de su Modelo Educativo-2021:
…”promueve en el marco de una perspectiva humanista e integral, critica
con una visión sistémica compleja, centrada en el desarrollo humano, la
formación de profesionales e investigadores, líderes y emprendedores con
competencias para aportar desde sus espacios profesionales, personales y
de convivencia, en la construcción de soluciones orientadas a favorecer el
mejoramiento continuo de su entorno y en la consolidación de una sociedad
que busca la calidad de vida , mejorar su autonomía y aspirar al bien

73
común” (p.27).
Y para alcanzar tan significativa tarea, es fundamental que a través de sus
funciones sustantivas se concreten acciones que favorezcan la innovación,
transferencia de conocimiento y vinculación con el entorno, mediante programas
formativos y de investigación que eleven la capacidad competitiva de los
estudiantes para su inserción exitosa en el ámbito laboral. Asimismo, es necesario
plantear diseños curriculares flexibles y pertinentes orientados a potenciar,
desarrollar y fortalecer en el estudiante las competencias requeridas para integrarse
de forma efectiva al actual mundo globalizado, tecnológico y multicultural.
A la luz de tales aspiraciones, es evidente el papel del currículo en la
transformación de los procesos de formación, dado que tal como lo plantean
Casanova Y, Paredes I y Ortega E (2020), “el currículo es eslabón y centro” (p.512).
Por una parte, es donde se establece la declaración de los principios generales y
su traducción a la práctica, como también la planificación de lo que debe ser y lo
que va a ser. Igualmente, sobre el currículo giran todos los planes y proyectos de
reforma educativa, en cuanto constituye el referente sobre el cual se derivan otras
acciones a desarrollar, que favorecen concretar el proceso de transformación
educativa.
Para los mismos autores, el currículo tiene una dimensión de gestión muy
importante en su desarrollo, por cuanto en él, deben estar expresos los
fundamentos epistemológicos, filosóficos, psicológicos, socioculturales y
pedagógicos que justifiquen lo que el currículo seleccione, organice, transmita y
produzca en el diseño curricular; pues tales principios definen claramente la
concepción de educación (fines), la noción de currículo y el diseño de los
componentes del currículo.
Aunado a ello, Casanova (2011) plantea que, para los procesos de
transformación curricular en educación superior, ha de considerarse la coherencia
entre los tres (03) niveles de concreción del currículo:
a. nivel macro: en este debe presentarse de manera prescriptiva la concepción de
educación y sus propósitos. Estos aspectos definen la esencia del proceso

74
formativo que luego se expresan de manera resumida en el perfil académico-
profesional.
b. nivel meso: constituido por la malla curricular, define los alcances de las áreas,
líneas y ejes transversales, como también las perspectivas para la gestión del
currículo.
c. nivel micro refiere a el plano de los programas de las unidades curriculares.
Estos tres niveles, permiten el desarrollo coherente del currículo, pues
establecen los lineamientos medulares para la transformación de los procesos de
formación y con ello, los programas formativos que ofrece la institución, cónsonos
a las políticas del estado y las de la propia institución, asegurando así calidad,
eficiencia y productividad, tanto en la gestión académica como institucional.
En razón de lo anterior, es oportuno señalar que de los niveles de concreción
del currículo antes mencionados, interesa por ahora precisar el nivel meso
curricular, por cuanto en este nivel se ubican los ejes curriculares y transversales,
los cuales en el presente modelo académico-curricular congregan los ejes
dinamizadores y componentes del modelo educativo, que al ser desarrollados
teóricamente sustentan y definen la concepción curricular del modelo curricular de
la Universidad Yacambú y su correspondiente diseño curricular.
Por otra parte, es importante resaltar que la Universidad Yacambú asume
como modelo pedagógico el enfoque basado en competencias, por cuanto en el
logro de su misión y visión, considera fundamental ofrecer un modelo educativo que
“contribuya al desarrollo integral y por competencias, de manera permanente y con
calidad a través de programas académicos acordes a las demandas de los nuevos
escenarios mundiales, a los cambios socioculturales y la internacionalización de la
Educación Superior” (UNY Modelo Educativo-2021p.38).
Además, tal como lo plantea Vargas (2008), el enfoque por competencias
posibilita la creación de un sistema formativo que circunscribe un diseño curricular,
organiza el proceso de enseñanza y aprendizaje alrededor de la construcción de
las capacidades para llegar a ser competente, como también facilitar la educación
continua conforme a los requerimientos del ámbito laboral.

75
En la misma línea, Paredes (2011), resalta la importancia de asumir la
construcción del currículo desde el enfoque basado en competencias, por cuanto
considera que, desde esta visión, constituye una oportunidad para el cambio con
apertura al mundo, a la sociedad del conocimiento y la pertinencia social de la
formación profesional. Sin embargo, esta autora señala, que aun cuando en la
definición de competencias prevalece el comprenderlas como procesos de
desempeños integrales para la resolución de problemas, esto va más allá del
desempeño y la acumulación de conocimientos disciplinares fragmentados;
significa superar la fragmentación disciplinar y apuntar hacia la integración de los
saberes.
De allí, que Casanova (2018) plantea, que es fundamental reforzar en la
educación el principio de interdisciplinariedad, pues con ello se fortalece la
vinculación, cooperación y transferencia de las diferentes asignaturas, favorece el
desarrollo de un modelo de educación global que permita configurar una nueva
forma de concebir la práctica educativa e implícitamente redefinir el pensamiento
que define el currículo y su praxis, a partir del reconocimiento de sus implicaciones
complejas, sistémicas e interdisciplinarias.
Evidentemente, desde esta perspectiva se procura la integración de las
competencias en cuanto a lo que el estudiante debe saber, saber hacer, saber
emprender, saber ser y saber convivir, en fin, se integra lo cognoscitivo, con lo
procedimental y actitudinal. Ello favorece el desarrollo de potencialidades interiores
que le permitan acceder a nuevos conocimientos y configurar contextos disímiles
para luego sintetizar, recrear y crear. De este modo, se promueve en el estudiante
el desarrollo del pensamiento sistémico y complejo.
Como puede observarse, en la base de estos planteamientos, subyace un
modelo de integración curricular que alcanzarlo conforme a los principios
establecidos en el enfoque basado en competencias, amerita reconocer e
incorporar en el diseño del currículo, las diversas dimensiones que se requieren
para la formación integral del profesional. Esto a criterio de Paredes (ob.cit),
favorece la transcendencia del hombre, por cuanto la formación por competencias

76
le permite actuar de manera reflexiva -autónoma; reflejo de la integración de
saberes y un desempeño profesional integral, consciente, comprometido, acorde a
la realidad contextual en la cual se inserta como ser multidimensional, que se
encuentra en constante proceso de formación.
En este sentido, es evidente que agenciar tal cometido, requiere una
estrategia curricular que posibilite afrontar la realidad desde una perspectiva global,
holística e interdisciplinaria en especial, que propicie la integración de saberes y
rescate aquellos saberes socialmente útiles. Con base a esta necesidad y aunado
a los planteamientos señalados hasta ahora, el presente modelo académico-
curricular de la Universidad Yacambú, incorpora ejes curriculares y transversales,
pues se reconoce el potencial de ambos en la formación integral y desarrollo de las
competencias académico-profesionales de estudiantes y egresados de esta casa
de estudio.
De hecho, se considera que a través de ambos ejes, se asume el reto de
promover en los estudiantes el alcanzar aprendizajes complejos, dado que se
busca que a lo largo de su trayectoria formativa desarrollen una visión global,
multirreferencial, contextualizada de la realidad, derivada de la integración de
saberes, enmarcada en la ética y en los valores, de manera que los profesionales
que egresen de esta casa de estudio manifiesten un desempeño idóneo y aporten
substancialmente a los desafíos de la ciencia, a los problemas ambientales, al logro
del desarrollo sostenible y así, contribuir como persona, profesional, ciudadano del
mundo, con la mejora continua de las condiciones de vida del ser humano, de forma
armónica e inclusiva.
En este orden de ideas, es oportuno señalar que, en la literatura referida a
currículo y diseño curricular, el termino eje transversal también es comprendido
como eje curricular. No obstante, para fines del presente modelo académico
curricular, además de que se plantean tanto ejes curriculares como ejes
trasversales, estos se diferencian a partir de los fundamentos teóricos instituidos
en el modelo educativo y, con base al alcance de cada uno de ellos, en los procesos
formativos que se aspiran para la Universidad Yacambú.

77
En este sentido, a continuación, se desarrollan los ejes curriculares y en la
siguiente sección los ejes transversales, cada uno con los elementos teóricos
conceptuales que los sustentan acompañados de la descripción de cada uno de los
ejes que los constituyen, de manera de distinguir el propósito de cada uno de ellos,
pero sin dejar de reconocer que ambos se cruzan a lo largo de todo el proceso
formativo.
Ahora bien, en opinión de Mora (2001), los ejes curriculares representan las
grandes ideas que trascriben la intencionalidad del proceso educativo. Por lo tanto,
constituyen el nivel más general de un plan de estudio, pues están presentes desde
la planificación, ejecución y evaluación del proceso educativo. Por su parte,
Quesada y Solano (2001) señalan que constituyen lineamientos que determinan la
intencionalidad y direccionalidad del proceso educativo, en consecuencia, todos los
aspectos que conforman el currículo han de responder a tales lineamientos. De
hecho, viabilizan la coherencia interna del currículo, pues representa la guía que
orienta el proceso formativo en el marco de una filosofía de gestión institucional.
Se entiende entonces, que los ejes curriculares constituyen vinculantes
dimensionales que integran diferentes campos del conocimiento, los cuales
posibilitan que a través de las diversas disciplinas que lo estructuran se alcance el
perfil académico-profesional delineado en los propósitos educativos institucionales,
planteados acordes a las demandas, necesidades, tendencias educativas de
carácter mundial y nacional, en referencia a la formación de profesionales
competentes e integrales.
En este orden de ideas el Documento Base del Currículo UPEL (2011), al
referirse a los ejes curriculares señala: …” concretan y desarrollan el currículo bajo
la égida del deber ser de la formación de un ciudadano, profesional e investigador
de la docencia” … (p.28). “…se convierten en estrategias de vinculación con los
problemas sociales, éticos, políticos, ambientales, tecnológicos y económicos” (p
29).
Con base a lo anterior, se puede asumir que los ejes curriculares expresan el
principio de formación integral que ha de fundamentar un diseño curricular por

78
competencias, garantizando con ello la integralidad del currículo. Cruzan todo el
proceso formativo y se van ajustando conforme a los niveles de complejidad del
mismo, mediante unidades curriculares que interrelacionadas, fortalecen la
articulación entre los distintos espacios curriculares y la vinculación del estudiante
con los problemas y necesidades reales del entorno.
Cabe señalar, que el punto de partida para la definición de los ejes curriculares
son las necesidades de formación del futuro profesional, es por eso que a través
de ellos se reorienta la educación y el aprendizaje, en virtud de cada eje refiere a
una dimensión del proceso formativo concertada institucionalmente, de manera que
el estudiante pueda formarse para responder como futuro egresado a los
requerimientos del contexto social y laboral, tanto local y global.
En este sentido, los ejes curriculares como estrategias formativas, procuran
que el estudiante aprenda a fusionar conocimiento con experiencias, articular teoría
con la práctica, favoreciendo así el aprendizaje interdisciplinar, transdisciplinar y
continuo. Es por ello, que cada eje transversal posee sus propias temáticas y
competencias, procesos, actividades y lenguajes, pero sin límites rígidos y
fuertemente vinculado con los demás ejes.
Ahora bien, en el marco de los planteamientos expuestos, en el presente
Modelo Académico-curricular de la Universidad Yacambú, se conciben los ejes
curriculares como una estrategia formativa que posibilita a través de un conjunto de
unidades curriculares afines e integradas entre sí, generar espacios de aprendizaje
articulados y contextualizados de manera que el estudiante a través de procesos
reflexivos y prácticos, aborde la realidad de un modo global e integre saberes y
conocimientos, para la resolución de problemas, la creación intelectual y el aporte
consciente, comprometido e idóneo de conocimientos al contexto laboral-social.
Desde esta noción, se considera que los ejes curriculares en el presente
modelo académico-curricular:
- Favorecen que el estudiante a partir de un conjunto de contenidos y actividades
orientadas a la participación e integración con el contexto social, incorpore

79
nuevos conocimientos y experiencias para su crecimiento personal, servicio a
la sociedad, creación y recreación de conocimientos con significado social,
- Integran contenidos, problemas, actividades y procesos de unidades
curriculares afines pertenecientes a un área del conocimiento, con la finalidad
de respaldar la interdisciplinariedad y el desarrollo de competencias integrales
en el estudiante para enfrentarse a problemas que trascienden las disciplinas,
como también abordar y solucionar problemas emergentes de naturaleza
científica y social.
- Reducen la fragmentación del conocimiento e integran los campos del saber,
saber ser, saber hacer y saber convivir de modo de favorecer aprendizajes
significativos en el estudiante.
Es así como, a través de los tres (03) ejes curriculares que se proponen en el
presente modelo académico curricular: investigación, vinculación con el entorno,
tecnología de la información y la comunicación (TIC); se procura conducir al
estudiante a través de la investigación por el camino de la producción de
conocimientos, la creación e innovación, a la par, relacionarlo con el mundo real
para desarrollar en él una mayor sensibilidad hacia los problemas socio-
ambientales, tomando contacto con ellos en la propia realidad, de manera
progresiva y a lo largo de su trayectoria formativa.
Y al mismo tiempo, que el estudiante se beneficie de las potencialidades que
brindan las TIC para que aprenda a gestionar la información, de modo responsable
y ético, por cuanto haciendo uso eficiente de éstas en concordancia a los fines
formativos establecidos en los otros dos ejes curriculares, alcance su formación
integral por competencias y el aprender a lo largo de la vida. Tal como se declara
en la filosofía de gestión de la Universidad Yacambú, su propuesta de valor y en
los principios establecidos en el Modelo Educativo.
En razón de lo anterior, a continuación, se desarrollan los ejes curriculares del
modelo académico-curricular.

80
Eje curricular Investigación

En la Universidad Yacambú, la investigación se considera la actividad


fundamental del quehacer institucional y el desarrollo académico, la cual siguiendo
un proceso sistemático de búsqueda, construcción, generación, difusión y
transferencia de conocimientos e innovación, permite formar profesionales
investigadores con las competencias requeridas para la indagación, producción y
aplicación de conocimiento teórico, científico y tecnológico que contribuya con la
solución de los problemas del entorno local-global y al mejoramiento continuo de la
calidad de vida de la sociedad.
La investigación como eje curricular tiene el propósito, que el estudiante a lo
largo de su trayectoria formativa desarrolle competencias investigativas para el
abordaje y búsqueda de respuestas a problemas de naturaleza teórico,
epistemológico en el ámbito de una disciplina o problemas teóricos-prácticos dentro
de un área de conocimiento vinculada con su formación profesional o problemas
socio ambientales propios del entorno social-laboral donde se encuentre inmerso.
Y para ello, el proceso formativo en investigación se canaliza a través de tres
(03) modos de enseñar y aprender investigación, explícitos en el Modelo Educativo-
2021:
a. Investigación formativa: entendida como enseñanza basada en la investigación,
se centra en involucrar al estudiante con el proceso investigativo en sí mismo,
su naturaleza, búsqueda, etapas y funcionamiento. Favorece la enseñanza y el
aprendizaje de la investigación e implica prácticas y la presencia de diversos
actores.
El docente asume un nuevo rol, pues ha de brindar al estudiante experiencias
de aprendizaje, de manera que a través de la disciplina que gestiona incorpore
actividades investigativas, plantee proyectos de investigación vinculados con la vida
real o sobre áreas de desempeño como futuro profesional o referidos a un problema
común entre dos o más disciplinas (currículo correlacionado). De esta manera, le
facilita al estudiante el acceso al conocimiento, así como el desarrollo de

81
habilidades, actitudes y valores que se ameritan para efectuar un proceso
investigativo.
Esta forma de educación para la investigación, implica formar investigadores
desde su inicio en la carrera-programa pregrado, por ello debe introducirse desde
los primeros periodos académico. De este modo, se busca favorecer el desarrollo
de habilidades y competencias científicas en los estudiantes, con proyección para
la formación de futuros jóvenes investigadores (semilleros de investigación)
mediante la práctica de la investigación en todas las unidades curriculares del plan
de estudio; sumado a todas aquellas unidades curriculares suscritas al componente
de investigación y pasantías.
b. Formación para el aprendizaje desarrollador de la investigación: está
relacionado con la formación en investigación del futuro profesional y graduado
universitario a través del estudio de pregrado o postgrado respectivamente, en
el marco de la noción de integralidad como uno de los principios del currículo de
la UNY para orientar el desarrollo curricular, la cual consiste en:
… “asumir el proceso de enseñanza-aprendizaje de la investigación
como un todo, en seleccionar y organizar contenidos a partir de
proyectos, programas y líneas de investigación, los cuales definen
temáticas relacionadas con problemas centrales de los propios
programas de investigación o con problemas de la sociedad, que
sustentan y orientan la realización del trabajo de investigación (Modelo
Educativo-2021, p. 126)

Esta modalidad de formación en investigación, se distingue en que se


sustenta en la existencia previa por parte del estudiante del manejo teórico de la
investigación y de un modelo de investigación, que favorece el aprendizaje
desarrollador de la investigación. Los procesos formativos se orientan a consolidar
la formación integral, fortalecer la autonomía, la autorregulación, desarrollar la
capacidad de conocer y aprehender la realidad para transformar el entorno, el
dominio de procedimientos y métodos que en el ámbito de formación y áreas afines
existan.
Amerita del trabajo en equipo con estudiantes, docentes e investigadores de
diversa formación académica en el abordaje y búsqueda de solución a un problema

82
o problemas de investigación de interés compartido. De allí, que el diseño de redes
y agendas de investigación desde las líneas de investigación de la universidad y
estas como espacios organizacionales, son fundamentales para apoyar y gestionar
la formación en el aprendizaje desarrollador de la investigación.
c. Formación para la investigación e innovación y transferencia de conocimiento
científico-tecnológico: tiene como propósito el desarrollo de competencias
investigativas conforme a las demandas del sector productivo, empresarial,
público y necesidades del contexto global, mediante la adopción de enfoques
de transferencia que integran e interrelacionan: investigación, desarrollo,
innovación y transferencia (I+D+i+t).
Implica el desarrollo de la investigación básica, investigación aplicada y
desarrollo experimental de manera de generar, aplicar y transferir conocimientos
para la innovación tecnológica, así como en la producción de bienes y servicios con
valor agregado en diferentes sectores de la sociedad.
La presencia de centros de investigación universitarios, centros de
investigación públicos o privados del sector productivo y empresarial son
fundamentales para el desarrollo de esta modalidad de formación en investigación,
por cuanto además de disponer de investigadores y equipos de investigadores
competentes, aportan los recursos necesarios en la conformación de grupos y
redes de investigación. A la par, que constituyen espacios formativos que facilitan
al estudiante el “aprender a investigar investigando” y “aprender a investigar con
otros”, como estrategias formativas que le garantiza la generación y transferencia
de conocimiento científico, tecnológico y humanístico con pertinencia social y
ambiental.
De esta manera, la investigación como eje curricular, constituye la vía para
formar, capacitar, actualizar, ampliar, profundizar en el estudiante de la Universidad
Yacambú el desarrollo de competencias investigativas y su desempeño como
profesional e investigador en esta sociedad del conocimiento. Es por ello, de
importancia brindar al estudiante una formación en el área investigativa, desde
diferentes tendencias epistemológicas, teóricas y metodológicas, en el

83
cumplimiento de lo establecido en el modelo educativo- 2021:
…”la investigación es un proceso, con apertura a diversas tendencias
epistemológicas, teóricas y metodológicas. Hecho que permite concebir
el modelo de investigación en proceso evolutivo y susceptible de
incorporación de tendencias investigativas, en correspondencia las
demandas de la sociedad. De allí, que puede visionarse a futuro como
un modelo de esencia interdisciplinaria y transdisciplinaria.” (p.145).

Eje Curricular Tecnologías de la información y la comunicación (TIC)

Este eje curricular plantea el desarrollo en el estudiante de competencias


tecnológicas que le permitan accesar, interpretar, reinterpretar y hacer uso
adecuado de la información para la adquisición, producción y difusión del
conocimiento; aprender a relacionarse e interactuar a través de nuevas tecnologías
de forma pertinente en aras de favorecer el aprendizaje, la construcción del
conocimiento y su socialización. Todo ello, en función de su formación como futuro
profesional e investigador y el desarrollo profesional.
Las TIC como eje curricular formativo, se convierte en un medio para articular
a través de todas las unidades curriculares del plan de estudio el desarrollo en el
estudiante de habilidades comunicativas, digitales e informacionales, por cuanto su
uso en los ambientes formativos promueve desarrollar capacidades en la
comunicación asertiva; habilidades, actitudes y valores que le faciliten
desenvolverse de modo activo-participativo en entornos virtuales de aprendizaje,
laborales, sociales y destrezas para seleccionar, también las herramientas
tecnológicas más adecuadas que le permitirán accesar a la información requerida,
valorarla críticamente e incorporarla como conocimiento, atendiendo criterios
legales, económicos, sociales y éticos.
El uso de las TIC facilita el aprendizaje colaborativo, el aprendizaje auto
dirigido y el desarrollo del pensamiento complejo, reflexivo y crítico. Es por ello, que
la gestión del docente es fundamental, pues ha de guiar a los estudiantes en el uso
pertinente de las bases de información y conocimiento, en el desarrollo de
experiencias colaborativas, monitorizar el progreso del estudiante, proporcionarle

84
realimentación, crear opciones que difunda lo aprendido, fomentar la participación
para el desarrollo de las habilidades comunicativas y el aprendizaje a través de
redes.
A la par, el docente ha de gestionar el ambiente de aprendizaje, de manera
que el estudiante tenga acceso fluido a la información, al conocimiento y a los
recursos de aprendizaje, además plantear actividades que supongan retos
cognitivos en la búsqueda de fuentes de información e intercambio de conocimiento
con pares y profesionales de otras universidades y latitudes.
De allí, que sea necesario en todas las unidades curriculares del plan de
estudio, el diseño didáctico del proceso de enseñanza-aprendizaje con: a.
situaciones educativas centradas en el estudiante, b. mediaciones pedagógicas
cuyas instrucciones procuren un acercamiento comprensivo a la información para
su razonamiento y consecuente realización de las actividades y c. recursos,
materiales didácticos que faciliten la interacción, intercomunicación entre
estudiantes y profesores.
De este modo, las TIC como eje curricular formativo, constituyen un medio
para gestionar aprendizajes centrados en el estudiante, por cuanto integradas en
todos los procesos de enseñanza, aprendizaje e investigación, favorecen el
desarrollo de las competencias tecnológicas que la actual sociedad de la
información y del conocimiento demandan a los nuevos profesionales en este siglo
XXI.
Cabe agregar, que las TIC como eje formativo, también coadyuvan a
desarrollar las competencias específicas propias de la profesión, las competencias
investigativas y competencias transversales, fortaleciendo así la formación integral
de nuestros estudiantes como futuros profesionales e investigadores, egresados de
esta casa de estudio.

Eje curricular Vinculación con el entorno

En la Universidad Yacambú la vinculación con el entorno, se concibe como:

85
…” la interacción permanente y sostenida entre la universidad y el entorno,
con la finalidad de prestar un servicio que contribuya con el desarrollo
social de la comunidad u organización. Las prácticas profesionales, las
intervenciones y el servicio comunitario, son espacios formativos donde el
estudiante interactúa y se relaciona con el entorno, lo cual favorece su
formación integral, mejora su compromiso social y ejercita la participación
activa, critica, constructiva en el abordaje de las realidades sociales y en
la búsqueda de soluciones, con la consecuente generación y aplicación
del conocimiento. También a través de la educación continua, la
asistencia técnica, la difusión de la cultura, los intercambios artísticos y
deportivos el estudiante encuentra otros espacios de interacción y
participación” (Modelo Educativo-2021, p.43).

La vinculación con el entorno como eje formativo, tiene el propósito favorecer


el acercamiento del estudiante a las realidades socio-ambientales que le rodean,
de manera de conocer las problemáticas existentes, reflexionar sobre ellas y desde
su área de formación profesional, participar activamente en la solución de dichos
problemas mediante la generación y transferencia de conocimiento.
Como eje formativo, implica acciones que demandan del estudiante
habilidades para enlazar la teoría con la práctica, por cuanto al estar en contacto
directo con la realidad, le facilita realizar un análisis crítico de ésta, actuar e
intervenir a través de actividades o proyectos, que orientados a la solución de
problemas reales le permiten no solo aplicar o adquirir competencias propias de su
programa formativo, también aprender de la sociedad, desarrollar valores como la
responsabilidad, solidaridad y el compromiso social.
La prestación de servicio por parte del estudiante a través de las prácticas
profesionales, intervenciones y el servicio social comunitario, representan espacios
formativos e interactivos en los cuales los estudiantes aplican lo aprendido a lo largo
de su trayectoria formativa en la solución de problemas. Además de ello, adquieren
nuevos conocimientos o mejoran los existentes, desarrollan habilidades,
estrategias, técnicas para la toma de decisiones, direccionar, apoyar o diseñar
propuestas contextualizadas relacionadas con la sostenibilidad, actuar con
iniciativa y determinación, participar en grupos interdisciplinarios de manera ética y
comprometida socialmente. Todo ello, prepara al estudiante para el mundo laboral

86
y el ejercicio de una ciudadanía activa, responsable, consciente.
De igual manera, a través de estrategias de vinculación de la universidad con
el entorno tales como: educación continua, difusión de la cultura, difusión y
divulgación científico-tecnológica, desarrollo emprendedor, prestación de servicios
externos, intercambio académico, gestión de proyectos de investigación o
proyectos sociales institucionales, de docentes, estudiantes o de ambos que
emergen de la investigación en el aula , entre otras, los estudiantes encuentran
espacios formativos para interactuar con la realidad, aportar propuestas creativas
e innovadoras que correspondan a sus competencias y la solución de problemas y
necesidades de la sociedad.
En este contexto, el estudiante tiene la oportunidad de potenciar y ofertar su
talento para incorporarse a sectores sociales que requieran de su participación o a
sectores económicos de bienes y servicios, con proyectos vinculados a su
formación profesional que faciliten el desarrollo de las competencias establecidas
en su perfil de egreso. Como también, desarrollar habilidades en su iniciación como
emprendedor social o empresarial.
De este modo, el eje curricular vinculación con el entorno, sitúa al estudiante
en contextos reales que le permiten expresar sus competencias disciplinares para
la resolución de los problemas del entorno, de manera de fortalecerlas, potenciarlas
o adquirir nuevas habilidades y destrezas como futuro profesional. Asimismo, se
apoya con el eje curricular investigación, por cuanto el estudiante amerita de
habilidades para abordar, comprender realidades vividas, diseñar acciones o
proyectos contextualizados que aporten alternativas de solución en un ámbito
determinado, en el marco de las competencias ético-valóricas que adquiere, a
través de los ejes transversales propuestos en el presente modelo académico-
curricular.
En fin, el eje curricular vinculación con el entorno, favorece la formación
integral del estudiante, consolida la relación universidad -sociedad, aporta a la
pertinencia social-ambiental de los programas educativos, promueve la prestación
de servicio y contribuye con el desarrollo social- económico de la región, el país y

87
de otras latitudes.

Ejes Transversales

En la actual dinámica mundial, en la que se consolida la sociedad del


conocimiento acompañada de la digitalización total o parcial de los procesos de
producción, es importante no solo encontrar los mecanismos para adaptarse a las
necesidades y nuevos procesos de producción, también es conveniente replantear
el propósito de la educación y del aprendizaje, dado que las realidades actuales
demandan profesionales con más competencias que conocimientos disciplinares,
es decir con competencias que trasciendan la educación formal y los sistemas de
formación.
En el marco de tales aspiraciones, la Universidad Yacambú desde su proyecto
de creación, ha establecido la importancia de tal trascendencia, por ello entre los
principios que rigen su Proyecto Educativo establece lo siguiente:
…”… la acción educativa de la Universidad Yacambú (UNY) tiende a
responsabilizar a los individuos en tareas de autoformación y de
construcción de proyectos individuales de futuro deseable”…”a través de
la acción pedagógica dirigida a la formación científica y humanística de un
profesional universitario con actitud crítica en el análisis e interpretación
de la realidad; creativo y capaz de tomar decisiones; auténtico en la
construcción y sustentación de sus valores espirituales, morales y
ciudadanos; respetuoso de sí mismo y de los demás; consciente de que
su acción transformadora debe estar enmarcada en la conservación,
mejoramiento y desarrollo armónico de los ecosistemas naturales y
humanos.” (p.46)

Y entre las finalidades declara lo siguiente:


“Mantener un centro de alto nivel científico y educativo que promueva y
permita el desarrollo integral de los educandos, el análisis científico, el
esclarecimiento y la solución de los problemas regionales, dentro del
contexto nacional, y el afianzamiento de los valores trascendentales del
hombre, de acuerdo a los principios de democracia, justicia social y
solidaridad internacional… (p. 62).

Los principios y finalidades también se reflejan en el Modelo Curricular (1983),


al definir las diferentes áreas curriculares de los planes de estudio, como espacios

88
orientados al desarrollo de competencias y actitudes para la problematización y
transformación de la realidad, teniendo como centro el hombre. Por tanto, considera
necesario el domino de las operaciones y juicios de carácter valorativo que faciliten
el análisis de los problemas vinculados con el hombre, la sociedad, la ciencia y la
tecnología, desde una perspectiva interdisciplinaria.
Todo indica que, la Universidad Yacambú en su Proyecto Educativo, destaca
la importancia de promover la interacción consciente del estudiante con su entorno
físico-social y el fomentar un aprendizaje integrado a lo sociocultural, desde una
mirada crítica; pues considera que en la medida que el estudiante establezca una
relación dialéctica con el entorno, en esa medida, puede tomar decisiones para
crear e innovar y transformarlo.
En la misma línea de pensamiento, el Modelo Educativo- 2021 señala que la
Universidad Yacambú a los fines de atender y responder con calidad académica y
eficiencia administrativa, los retos y desafíos que le impone la Sociedad del
Conocimiento, propone:
…” un modelo centrado en el aprendizaje del estudiante, que favorezca su
formación integral y por competencias, para que el profesional egresado de
esta casa de estudios se integre exitosamente al contexto laboral, responda
a las necesidades del entorno, sea reconocido por su calidad, competitividad
y compromiso social, al aportar soluciones que contribuyen al mejoramiento
continuo de la calidad de vida de la sociedad” (p.36). …

Tal argumento, se sustenta en lo planteado por la UNESCO en la Conferencia


Mundial de Educación Superior (2009), en la que se destaca la responsabilidad
social de las instituciones de educación superior, de formar profesionales no solo
con las competencias requeridas para responder con idoneidad a las demandas de
su entorno, también en formar ciudadanos éticos comprometidos con la
construcción de la paz, la defensa de los derechos humanos y los valores de la
democracia.
Como puede verse, la Universidad Yacambú desde su creación, ha
promulgado su interés en la formación en valores sociales- culturales que insertos
en la dinámica institucional, la visionan y proyectan como institución de educación

89
superior con principios orientados hacia la trasformación del entorno y co-
constructora de nuevos valores encauzados a contribuir con el logro del desarrollo
sostenible, la paz, el bienestar y la promoción del bien común.
De este modo, se ratifica el compromiso institucional de esta casa de estudio,
en participar activamente y colaborar en la construcción de una sociedad en la que
predomine la justicia, la equidad y la democracia. Es por ello, que no solo busca
atender oportunamente las problemáticas complejas de la sociedad actual, también
persevera en aportar a las trasformaciones necesarias para mejorar la calidad de
vida de la población, desde una perspectiva sustentable y sostenible.
Alcanzar tal cometido, amerita comprender la realidad en su totalidad,
conectarse e impregnarse del actual entorno sociocultural y más importante aún,
plantear opciones educativas que favorezca en el sujeto en formación, desarrollar
las competencias necesarias para abordar con compromiso y responsabilidad los
desafíos históricos, sociales y culturales en los que se encuentran inmersos
Una de las opciones, que se plantea en el presente modelo académico-
curricular es la transversalidad, entendida como una nueva manera de ver la
realidad y vivir las relaciones sociales desde una perspectiva holística-
globalizadora. En opinión de Ferrini (1997), esta visión posibilita descubrir en cada
una de las experiencias curriculares los valores con los que el hombre quiere
humanizarse y humanizar lo que le rodea. Dichos valores emergen de la realidad
social, como espacio donde acontecen los problemas que ameritan urgentemente
ser resueltos, por cuanto han de ser apreciados a los fines de lograr entender el
mundo y las interacciones sociales que suceden, en un ámbito determinado.
Siendo así, la transversalidad encuentra su justificación tanto en el diseño
curricular como en las prácticas educativas, por cuanto implica según Reyzábal y
Sanz (1995), incorporar en ambas los problemas y conflictos de la sociedad actual
que, al ser abordadas en su totalidad desde una mirada valórica, invita a asumir
posiciones ya sea personal o colectivas con la finalidad de generar cambios
sociológicos, epistemológicos, axiológicos en los sujetos y, por ende, en la
sociedad.

90
Es importante señalar, que la transversalidad del currículo, implica la
aprehensión de valores y formación de actitudes ante la problemática social, con
intencionalidad trasformadora. Por ello, su dimensión humanista, aporta a la
formación integral de las personas, a la integración de saberes (conocer, hacer, ser,
convivir, emprender), mediante procesos educativos orientados a fortalecer el
discernimiento axiológico y profundizar en los niveles de compromiso y
responsabilidad colectiva e individual, con aquellos valores que hagan posible el
logro del bien común, tanto en lo ambiental como en lo socio-cultural.
A criterio de Ferrini (ob.cit), Reyzabal y Sanz (ob.it), esta mirada supone
educar en nuevos valores sociales y culturales que insertos en el quehacer
institucional suscitan la participación activa de los estudiantes, el aprender a
aprender de modo crítico y comprometido, lo cual fortalece su formación integral;
pues la acción formativa contempla abordar de modo equitativo tanto los aspectos
intelectuales como los morales, de manera de potenciar el desarrollo armónico de
la personalidad del sujeto en el marco del contexto social en la cual se encuentra
inmerso y las problemáticas que vive.
De acuerdo a González Lucini (1996) y Yus (1998), educar desde la
transversalidad se traduce en la capacidad de dotar de contenido humanista el
sistema de formación. Significa prestar atención a los valores y actitudes, a los
contenidos actitudinales y al desarrollo moral, a la formación integral de las
personas, dado que interesa prepararlo para la vida en sociedad y la supervivencia.
Por lo tanto, se convierte en un proyecto de humanización con visión global.
Indudablemente, la transversalidad apuesta a la transformación del hombre
de manera integral, mediante la recreación de competencias sociales, culturales y
cognitivas para su formación como persona, profesional y ciudadano del mundo.
Ello, posibilita sensibilizarse ante las realidades sociales locales-globales, abordar
los problemas de su entorno inmediato de manera crítica, con compromiso y
responsabilidad en pro de vivir bien, buscar el bien común y aportar en la
construcción de una sociedad más humana, pluralista y democrática.
Desde esta perspectiva la formación integral y por competencias, debe

91
superar el alejamiento histórico de las ciencias y las humanidades, por cuanto
según Martin Barbero (2003), la transversalidad promueve rescatar aquellos
saberes lógicos, simbólicos, estéticos e históricos, que aun cuando no tienen
vinculación directa con la profesión, representan saberes socialmente útiles que
favorecen la realización personal del hombre y su trascendencia.
Lo anterior conduce, según Casanova (2018), a reforzar el principio de la
interdisciplinariedad en la educación, pues se requiere la cooperación, vinculación
y transferencia de las diferentes asignaturas, temáticas, competencias y logros
científicos-técnicos de los problemas del entorno, con especial interés en el
desarrollo sostenible y sustentable, los ideales democráticos, los derechos
humanos y la convivencia solidaria.
De igual manera, entender la transversalidad como un proceso que permite el
desarrollo de un modelo de educación integral-global, que fomenta la integración
de la realidad socio-cultural con los procesos formativos, parte de los conocimientos
y experiencias previas, redefine el pensamiento que sustenta el currículo, por lo
tanto, resignifica la práctica educativa. Todo ello, involucra concienciación y critica
reflexiva, por cuanto su desarrollo exige rescate y conciliación de saberes, visión
interdisciplinaria a la par de la integración del sentir de la sociedad donde el ser,
vive, actúa y convive. Esto conduce a la unidad del saber y a una toma de
conciencia de la complejidad de las realidades que nos rodea (Casanova, 2020).
En el marco de lo planteado hasta ahora, educar desde la transversalidad se
convierte en un proyecto de humanización con visión global, de integración de
saberes desde la interdisciplinariedad, construcción de nuevas realidades y
entornos que aseguran al desarrollo de competencias para la vida y la convivencia.
Evidentemente, esta perspectiva, redimensiona todo el proyecto educativo
institucional, pues ello implica incorporar los cambios y demandas sociales,
culturales, epistemológicos en la estructura curricular; mediante los ejes
transversales, que han estar presentes en todas las unidades curriculares de los
diferentes planes de estudio.
Por tales razones, el currículo de la Universidad Yacambú en el marco de su

92
modelo educativo, ha de estar conformado por ejes transversales, de manera que
se facilite en el estudiante la integración de competencias y se logren establecer
puentes de unión entre la realidad y lo académico, lo científico y lo cotidiano, el
aprender a aprender con el aprender a vivir, entre la realidad concreta con los
intereses de los estudiantes. De ser así, se logra una proximidad significativa del
estudiante con la realidad, lo que se revierte en funcionalidad de los aprendizajes y
la concreción del “aprender haciendo”, como filosofía de esta casa de estudio.
En este orden de ideas, Magendzo (1998) plantea, que los ejes transversales
constituyen conceptos e instrumentos de carácter global e interdisciplinario insertos
en todo el currículo académico para la formación humanista del estudiante y en
valores éticos-morales, que garantizan una educación integral e integrada con la
realidad. Oraisón (2000) señala, que los ejes transversales son contenidos o temas
que forman parte de un plan curricular, que atraviesan en forma longitudinal y
horizontal el currículo, de tal manera que alrededor de ellos se articulen los temas
de las diferentes áreas de formación.
Por su parte, el Modelo Universitario de la Benemérita Universidad de Puebla
(2007), los define como contenidos y propósitos de aprendizaje que van más allá
de los espacios disciplinares y temáticos, representan ejes a cuyo rededor giran los
demás aprendizajes. Se distinguen, porque impregnan el currículo de valores y
actitudes, como atributo para la formación personal y ciudadana.
Para la Universidad Yacambú, los ejes transversales como elemento
curricular, constituyen organizadores de contenidos de carácter ético, valoral,
cultural, estético, artístico, que agrupan áreas de conocimiento y/o temas
integradores para facilitar en el estudiante la comprensión y vinculación directa con
los problemas locales-globales, de manera que desde la reflexión crítica, asuma
posiciones personales- colectivas y diseñe estrategias de intervención que
contribuyan con la transformación y construcción de una sociedad más justa y
solidaria
Desde esta perspectiva, los ejes transversales que distinguen el currículo de
la Universidad Yacambú, presentan las siguientes particularidades:

93
- Impregnan todo el currículo y el contexto institucional, dado que aportan
elementos filosóficos y éticos que fortalecen el proyecto institucional,
otorgándole identidad como institución de educación superior e imagen
académica, a través de los programas académicos y los profesionales
formados en ellos.
- Articulan contenidos que han sido seleccionados en respuesta a los principios,
objetivos, finalidades, misión, visión y valores de la Universidad Yacambú, a fin
de asegurar su esencia institucional en la formación de profesionales integrales,
que se diferencian por su accionar personal, profesional y social, como
egresados de esta casa de estudio.
- Se despliegan a lo largo y ancho del currículo por lo que, en conjunción con los
ejes curriculares y operativos, complementan la formación humanística e
integral basada en competencias, como paradigma educativo asumido por la
Universidad.
- Configuran una red de conceptos, contenidos y valores adecuadamente
elegidos y secuenciados que interrelacionados refuerzan valores, fomentan
ciertos comportamientos y desarrollan competencias transversales que no solo
tratan de responder a necesidades personales y sociales, también legitiman la
misión, visión y valores de esta casa de estudio.
- Abordan las necesidades del entorno humano y socio-cultural local-global
desde una perspectiva interdisciplinaria, de manera que el estudiante construya
un mapa social de la realidad y mediante la integración de sus conocimientos,
saberes, experiencias previas que le aportan las diversas disciplinas,
comprende la realidad de forma significativa, lo que hace posible el desarrollo
de su personalidad y actuar de modo responsable, ético, constructivo en su
entorno personal, laboral y social.
- Se expanden desde las áreas curriculares, con la finalidad de aportar un
enfoque globalizador e interdisciplinario a los contenidos y alcances formativos
de cada área que integra la estructura curricular.

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- Se ejecutan dentro de las unidades curriculares, apuntando al logro de tres
propósitos fundamentales:
a) Acercar al estudiante desde el interior de las disciplinas y contenidos
programáticos a las realidades y problemas socioculturales del entorno
para su análisis, comprensión y adopción de una posición ético-valorativa
ante éstas, de modo racional y libre.
b) Desarrollar nuevos conocimientos habilidades, actitudes y
comportamientos basados en valores para la solución y trasformación de
dichos problemas.
c) Potenciar en el estudiante la capacidad para asumir con base a su propio
juicio moral, actitudes y comportamientos que al ser transferidos a
nuevos u otros escenarios sociales de su entorno personal, laboral o
social, contribuyen con el bienestar común y el de la sociedad en general.
En el marco de lo expuesto hasta ahora, en el presente modelo, la
transversalidad curricular va más allá de la ubicación de ciertos contenidos o temas
dentro de la estructura curricular; procura desarrollar en todas las unidades
curriculares que integran los planes de estudio de pregrado y postgrado de la
Universidad Yacambú contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales de
naturaleza valórica, ética, ambiental y socio-cultural para el desarrollo en el
estudiante de habilidades, destrezas, valores y actitudes que fortalezcan su
formación como persona, profesional y ciudadano del mundo, además con las
competencias requeridas para desempeñarse con idoneidad tanto en contextos
locales como globales.
Cabe destacar que, con la transversalidad curricular, se facilita la integración
entre las unidades curriculares e implica crear formas alternativas de organización
del conocimiento, por cuanto son las interrelaciones que suceden entre diferentes
contenidos lo que conduce a nuevas perspectivas y significados, favoreciéndose
así el carácter global e interdisciplinario planteado en el modelo educativo.
Desde esta perspectiva, cada uno de los ejes transversales asumidos por la
Universidad Yacambú, son derivados del análisis correlacionado entre la Filosofía

95
de Gestión (2019) y el Modelo Educativo (2021). Estos ejes transversales alcanzan
todos los programas académicos que actualmente se ofrecen, como también las
nuevas propuestas formativas, a los fines de asegurar la formación integral del
estudiante y encontrar en lo axiológico legitimación institucional, social y personal
de toda la comunidad universitaria.
Es oportuno mencionar, previo a la descripción de cada uno de los ejes
transversales que sustentan el currículo de la Universidad Yacambú que, en el año
2008 a los fines de responder en forma pertinente y oportuna a las tendencias
mundiales en cuanto a la formación de profesionales para el siglo XXI, el modelo
curricular incorpora el enfoque basado en competencia, por tanto, lo asume como
proyecto pedagógico, y plantea en el documento “La Universidad como Proyecto
Educativo” (2008), lo siguiente:
“En el plan de estudio se instrumentan tres ejes: el eje ético-formativo,
b) el eje emprendedor y c) el eje ambiental. Es importante indicar también,
que los contenidos actitudinales, (considerados en el enfoque instruccional
cognitivo), estarán representados en cada una de las asignaturas en
términos de las competencias genéricas y especificas contempladas para
las mismas, es decir, en cada asignatura se cuida la inclusión de
competencias con la intencionalidad expresa de fortalecer los tres ejes
curriculares del plan de estudio” ... (p.21).

Con base a lo expuesto, el presente modelo académico-curricular conserva


los ejes transversales antes mencionados y, además, propone el eje transversal
Liderazgo y Sentido Humano, en correspondencia a la actual filosofía de gestión,
la propuesta de valor y el modelo educativo de esta Casa de Estudio.
En consecuencia, cada eje transversal proyecta las competencias genéricas
o transversales, las cuales han de ser coherentes con los propósitos que cada eje
establece, de manera que los egresados de la Universidad Yacambú posean
elementos en su perfil que los distingan como profesionales formados en esta Casa
de Estudio y se diferencien de egresados de otras universidades, consolidando así
su identidad institucional y marcando las huellas como universidad con proyección
global.

96
Eje transversal Ético-formativo

El Modelo Educativo de la Universidad Yacambú (2021), encauza su quehacer


educativo hacia la formación humanista e integral de profesionales dispuestos a
lograr su autorrealización y adquisición de una identidad profesional, socio-cultural
y humana, adoptando una postura ética, crítica y coherente con las realidades del
contexto en el que se desenvuelve. Es por ello, que en su fundamentación filosófica
declara lo siguiente:
“la educación será principalmente humanista e integral, enfocada a la razón
crítica y al fomento de los valores universales en la formación de
profesionales, líderes, emprendedores con compromiso ambientalista, que
le ayude a desenvolverse como miembros de su comunidad, actuando de
una manera ética y responsable”. (p.44)

Esta visión filosófica, define el enfoque pedagógico de la Universidad


Yacambú, al reconocer y asumir que su principal tarea es “Educar”, pues se interesa
en atender el desarrollo de todas las capacidades de la persona, sus valores y
actitudes, a fin de formar sujetos integrales, profesionales auténticos, críticos y cuyo
accionar sea coherente con sus principios y valores. Por ello, asume que educar es
una actividad compleja, supera el acto de enseñar, dado que no solo es formar para
desempeñarse en el campo laboral, es también formarse para la vida en sociedad
(Reyzabal y Sanz, ob.cit; Yus R, ob.cit).
Al respecto Camps, V (1993) plantea, que la educación como actividad en sí
misma es normativa, por consiguiente su función no solo es instruir, también es
integrar una cultura cuyas dimensiones incluyen: unas creencias, tradiciones,
actitudes, una lengua y formas de vida, que inevitablemente envuelven todo el
proceso formativo, van reconfigurando y a su vez configurando en el estudiante
una manera de ser y un estilo de vida que no debe estar alejado de esa dimensión
ética individual, colectiva y universal, que la propia educación le otorga. Agrega esta
autora, que educar es formar el carácter de la persona, con la finalidad de
prepararlo para la vida en sociedad, comprometido con el desarrollo moral de las
estructuras y actitudes sociales, aportando en la construcción de un mundo más

97
humano.
Desde esta perspectiva, indudablemente se enfatiza en la tarea humanizadora
de la educación, por ello de acuerdo a Reyzabal y Sanz, (ob.cit), significa incluir en
los procesos formativos, la educación ética, entendida como un conjunto de hábitos,
actitudes y valores que definen una forma particular de vida, regulan el accionar
individual y permiten vivir bien, como persona, profesional y ciudadano.
Este aspecto, había sido declarado en la Conferencia Regional de Educación
Superior en América Latina y el Caribe (2008), específicamente el literal D referido a
los valores sociales y humanos, el cual reivindica el carácter humanista de la
Educación Superior, al señalar que la formación de profesionales:
…debe estar orientada a la formación integral de personas, ciudadanos y
profesionales, capaces de abordar con responsabilidad ética, social y
ambiental los múltiples retos implicados en el desarrollo endógeno y la
integración de nuestros países, y participar activa, crítica y
constructivamente en la sociedad (p. 5).

Asimismo, en la Conferencia Mundial de Educación Superior, UNESCO 2009,


el punto 4 destaca lo siguiente:
“La educación superior no solo debe proveer de competencias sólidas al
mundo presente y futuro, sino contribuir a la educación de ciudadanos
éticos, comprometidos con la construcción de la paz, la defensa de los
derechos humanos y los valores de la democracia” (p.2).

Como puede verse, en los acuerdos mencionados, se enfatiza en la


responsabilidad de la educación superior en la formación de valores básicos para
la vida y la convivencia; mirada que la Universidad Yacambú ha asumido desde su
creación y que reafirma en su Filosofía de Gestión (2019-2023), al plantear para el
cumplimiento de su misión y visión institucional los siguientes valores: honestidad,
responsabilidad, respeto, compromiso y cooperación.
Estos valores, guían los comportamientos esperados en el ámbito
institucional, definen a lo interno conductas laborales y formas de relacionarse, que
inevitablemente impregnan la práctica educativa, creando escenarios universitarios
donde el estudiante interactúa y le permiten ir perfilando sus actitudes y valores
como futuro profesional.

98
En el mismo orden de ideas y en consonancia con la filosofía de gestión, el
modelo educativo (2021), plantea formar un hombre o sujeto:
“que impulsa los valores universales tales como: libertad, igualdad, justicia,
responsabilidad, solidaridad y tolerancia, dispuesto a promover un buen
convivir, a contribuir con el mejoramiento continuo del ambiente, líder y
emprendedor de proyectos que le permitan desarrollarse en diversas
actividades personales, ciudadanas, profesionales en beneficio de la
sociedad” (p.45).

En lo planteado hasta ahora, se deja establecido que la Universidad Yacambú


ha asumido con responsabilidad la tarea de educar, por cuanto se ha ocupado en
la formación ética de sus estudiantes. Es por ello, que a través de los valores
institucionales y de su modelo educativo que explícitamente o tácitamente
funcionan en esta casa de estudio, procura trasmitir con certeza unas ideas o
maneras de ser, que definen la potencialidad axiológica de la institución en cuanto
a los procesos pedagógicos que favorecen la formación ético-moral de sus
estudiantes.
Siendo así, la presencia del eje ético -formativo en el presente modelo
académico-curricular no solo se justifica por la actual crisis de valores a nivel
mundial, también por el compromiso de la universidad como institución de
educación superior de formar no solo profesionales competentes e integrales, cuyo
accionar tal como lo planta Botero (2006) …”no solo dependa de los conocimientos
y habilidades que se adquieren en los claustros docentes, sino de las convicciones,
sentimientos y valores éticos que regulan la actuación profesional del egresado, lo
cual requiere de una sólida formación axiológica” (p.51).
Tales consideraciones, han sido contempladas en el documento institucional
“La Universidad como Proyecto Educativo” (ob.cit), el cual señala que el eje
transversal ético-formativo tiene como finalidad:
…” fortalecer el comportamiento y los valores de los estudiantes con énfasis
en lo previstos en la filosofía de gestión de la UNY. Se manifiesta como la
reflexión permanente en cada asignatura y actividad del plan de estudio,
acerca de la escala de valores que debe estar presente en la formación del
Licenciado, Ingeniero o Abogado y en el comportamiento apropiado que
debe mostrar para el ejercicio de la profesión de acuerdo con las normas

99
que la rigen” (p.21).

Como puede observarse el eje ético- formativo declara el énfasis en la


formación de valores, con transcendencia en la conducta ética del profesional que
egresa de esta casa de estudio. Esto, en el marco del modelo educativo se
amplifica, al considerarse sus implicaciones en las conductas no solo éticas
también deontológicas, la cuales en los contextos socioculturales actuales ameritan
ser reconocidas con base a los valores institucionales y la perspectiva filosófica
antes descrita, pues cimientan todas las carreras-programa de pregrado y
programas de postgrado que se ofertan en esta casa de estudio.
En este orden de ideas y en concordancia con lo planteado por Reyzabal y
Sanz, (ob.cit), se establece que la incorporación de la dimensión ética en el modelo
académico-curricular no es de modo sistemático y riguroso, tampoco consiste en
imponer un conjunto de principios y deberes, de normas, valores y actitudes; al
contrario, lo que se procura es crear condiciones favorables para que el estudiante:
- aprenda a discernir, reflexionar, meditar y evaluar opciones axiológicas que le
permitan tomar decisiones y justifiquen su accionar personal y social.
- comprenda la realidad humana, de tal forma que pueda identificar y analizar los
problemas que en ella se manifiestan para buscar soluciones que contribuyan
con el bienestar individual y colectivo.
- argumente actitudes y comportamientos basados en valores que favorezcan la
convivencia democrática, el respeto a las diferencias y la pluralidad de
pensamiento.
- desarrolle el pensamiento crítico-constructivo en la relación del hombre con el
ambiente, con la vida y con la sociedad.
- aprenda a dudar razonablemente y a buscar opciones razonables, de manera
libre y argumentada.
- elabore sus propios juicios valóricos y asuma posición ante los problemas y
conflictos que se le presenten.
- desarrolle y guíe con criterio su modo y estilo de vida personal -profesional.

100
Con lo antes expuesto, el propósito del eje transversal ético-formativo se
amplia, pues no solo se orienta a fortalecer el comportamiento y los valores de los
estudiantes a lo largo de su trayectoria formativa, también procura desarrollar su
capacidad axiológica y promover el desarrollo del juicio moral los cuales le permiten
de forma racional, elegir y delinear con plena libertad y autonomía su proyecto ético
de vida.
Ante las realidades actuales y en el contexto de la UNY, la formación ética del
estudiante exige promover conductas y actitudes que favorezcan la tolerancia, la
solidaridad, equidad, justicia, igualdad y la libertad. Es por ello que, mediante la
conjunción del saber, saber hacer, saber ser y saber convivir, que le aporta la
formación basada en competencias se busca la construcción de una base moral
común, que aporte a la convivencia democrática y garantice la justicia social y la
paz tanto en la institución como en los espacios personales y sociales donde el
estudiante o el profesional egresado comparta y conviva.
Ahora bien, en virtud de que en el contexto de la Universidad Yacambú el eje
transversal ético-formativo, enfatiza la formación en valores como base para que
sus egresados muestren un adecuado comportamiento en el ejercicio de su
profesión; este eje también incluye la ética profesional, por cuanto implica el
desarrollo de una conciencia moral como profesional.
En este orden de ideas, Torbay (2011) señala, que la ética deontológica hace
referencia a aquellos valores que sustentan el acto en sí y lo catalogan, lo que
significa que ciertas conductas y sus consecuencias, se valoran con base a
principios o normas universalmente aceptados y válidos. Se trata de una ética, que
admite y usa por consentimiento tácito o convenido, ciertas características formales
de los actos humanos que pueden ser catalogadas como aceptables o reproblables
en un determinado ámbito profesional.
En el campo profesional, esta concepción de ética hace referencia a nociones
deontológicas que si bien es cierto son de importancia en el quehacer de un
profesional, en el marco del presente eje transversal interesa no solo considerar la
escala de valores que el estudiante va configurando en su trayectoria formativa,

101
sobre la cual sustenta el cumplimento de los deberes y obligaciones expresos en
un código de ética profesional; importa ir más allá de ello, pues en las actuales
realidades es fundamental integrar las virtudes y roles que el profesional egresado
de nuestra casa de estudio ha de interiorizar y aplicar de manera autónoma en su
práctica profesional; más aún cuando el Proyecto Educativo de la Universidad
Yacambú (1983), establece entre sus objetivos lo siguiente:
La Universidad Yacambú, se centra en la formación científica y humanística
de un profesional universitario con actitud crítica en el análisis e
interpretación de la realidad, creativo, con capacidad para tomar decisiones,
auténtico en la construcción y sustentación de sus valores espirituales,
morales , ciudadanos; respetuoso de sí mismo y de los demás, consciente
de que su acción transformadora debe estar enmarcada en la conservación
, mejoramiento continuo y desarrollo armónico del ambiente natural y social.
(p.43)

Siendo el planteamiento así, resulta claro que es importante además de la


deontología, considerar lo referente a la ética profesional. De acuerdo al catálogo
de competencias transversales de la Universidad del país Vasco (2019), la ética
profesional integra una serie de principios morales y modos de actuar en un ámbito
profesional. Esto es, la aplicación de los principios de la ética general como también
lo plantea Bolívar (2005), la incorporación de valores, hábitos metas y bienes
propios de cada ámbito de desempeño profesional.
En este sentido, Oakley y Cocking citados por Bolívar (2005), plantean tres
componentes de la ética profesional, los cuales son de importancia considerar para
la formación integral del futuro profesional. Estos son: a. los criterios fundamentales
éticos del campo profesional, b. la conciencia moral del profesional y c. la cultura
profesional. Dichos componentes, configuran en el futuro profesional los principios
éticos específicos de su profesión, desarrolla el carácter moral y de aplicación en
su ámbito profesional y configura un comportamiento acorde al ethos profesional.
Cobo (2003), destaca ciertas acciones que identifican la ética profesional,
estos son: respetar la dignidad, libertad, igualdad y los derechos humanos en su
práctica profesional, la de sus colegas y ciudadanía en general, proceder siempre
hacia el logro de la justicia social, actuar con autonomía tanto en el ejercicio

102
profesional como también desde la ética propia de la profesión colocar sus
competencias profesionales al servicio del bien individual y social, ejercer con
responsabilidad profesional demostrando calidad en el trabajo que realiza y
respondiendo de manera oportuna e idónea a las expectativas de la ética cívica de
su profesión.
Con base a lo expuesto hasta ahora, evidentemente el eje transversal ético-
formativo, enfatiza en la formación en valores como parte de la formación integral
del estudiante, pero también se interesa en formar ciudadanos que hagan un buen
uso de su profesionalidad. Es por ello, que a través de este eje se procura que el
estudiante de la Universidad Yacambú a lo largo de su proceso formativo interiorice
principios universales de la ética y los específicos de su profesión, así como los
derechos y obligaciones en su ejercicio profesional. Igualmente, elabore sus
propios juicios ante los problemas y conflictos sociales de su profesión sustentados
en valores morales, principios éticos generales y código deontológico, de modo de
comportarse y accionar en cualquier contexto con ética personal y profesional.
Es así como la Universidad Yacambú a través del eje transversal ético forma
profesionales y ciudadanos éticos, quienes desde una actitud crítica-constructiva
promueven en su entorno personal-profesional el desarrollo de valores básicos para
la vida y la convivencia, así como la construcción de espacios colectivos en los
cuales se promueve el dialogo, la tolerancia, el respeto, la equidad y solidaridad,
para lograr transformar efectivamente la sociedad y alcanzar un futuro sostenible
para todos.

Eje transversal Ambiente

Actualmente, la humanidad intenta superar una serie de eventos


circunstanciales consecuencia de la pandemia por el COVID-19, creando nuevos
escenarios científicos, tecnológicos e industriales como vía para atender la onda
expansiva de la globalización económica e informativa. Sin embargo, aun cuando
todo ello responde a la naturaleza innata de los seres humanos de sobrevivir, se
generan otros problemas de naturaleza socio-ambiental que agudizan los

103
existentes, afectando inevitablemente el hábitat de todos los seres humanos.
Según el Banco Mundial (2018), entre las consecuencias de tales problemas
se encuentran las siguientes: pobreza extrema, lento crecimiento económico, alto
porcentaje de jóvenes desempleados, estados de derecho y gobernabilidad
sesgadas, pérdida de confianza en el liderazgo político y desesperanza, lo cual
conlleva a la profundización de la desigualdad social y conflictos de intereses, que
limitan alcanzar el bien común. A esta realidad, se suman los problemas
ambientales que han pasado de generación en generación, los cuales se han ido
agudizando como lo son: el deterioro de la capa de ozono, desertificación, pérdida
de biodiversidad, agotamiento del agua dulce, cambio climático, desforestación,
contaminación, entre otros más.
Evidentemente, vivimos una crisis socio ambiental planetaria, creada por las
diversas y múltiples actividades antropogénicas, las cuales impactan de manera
desfavorable a toda la población humana, por tanto, además de que urge atender
esta crisis, es necesario formular propuestas efectivas para acercarnos a su
solución de manera de mejorar la capacidad del planeta y así sustentar la vida.
De acuerdo a Miranda, Aparicio, Guzmán, Rodríguez, Beltrán y Sampedro
(2019), una de las soluciones para atender esta crisis de carácter global, es
proporcionar conocimientos a los ciudadanos. Es por ello, que la UNESCO a finales
de la década de los sesenta (60), ante las realidades ambientales existentes,
declara incorporar como recurso educativo en todos los niveles y modalidades de
la educación formal, la dimensión ambiental. Tal decisión, se centró en agregar
temáticas y contenidos referidos a la protección del ambiente, al proceso docente
educativo, a los proyectos, estudios e investigaciones, como también en las
escuelas, familias y comunidades. De este modo, se le confiere un enfoque
educativo y de investigación a la problemática ambiental, además, que la convierte
en un área objeto de estudio.
Este hecho, además de signar el comienzo de la preocupación por la
problemática ambiental, sienta las bases de una nueva mirada del ser humano
hacia el planeta y con ello, el inicio de un programa mundial para enfrentar dicha

104
problemática. Es así como, desde la Cumbre de la Tierra de Estocolmo realizada
en el año 1972, se han ido definiendo conceptos, diseñando planes de acción,
agendas de trabajo, directrices, entre otros, los cuales además de ser
fundamentales para comprender las relaciones de la humanidad con su ambiente,
las naciones se ocupan en gestionar los recursos necesarios para la solución de
los múltiples problemas ambientales que nos agobian.
Después de esta cumbre, en el año 1987 la Comisión Mundial para el medio
ambiente y el desarrollo (UNCED) a través de la Comisión Brundtland, introduce el
concepto de desarrollo sostenible. En 1992, se realiza la Cumbre de la tierra en Rio
de Janeiro, en ella se plantearon temas de importancia referidos a la sostenibilidad
y la conservación de los recursos naturales. Asimismo, se elaboró un plan de acción
y una agenda de trabajo para el nuevo siglo, conocida como Agenda 21 (1992). A
esta cumbre le siguieron la de Johannesburgo en el año 2002, donde se acordó
promover el desarrollo sostenible y la cumbre Rio+20 en el año 2012.
Con la Agenda 21, se reconoce que la educación y particularmente la
educación superior, es crítica para alcanzar el desarrollo sostenible, hecho que
llevó a muchas universidades a firmar declaraciones tales como la declaración de
Talloires (1999) o la Carta Copernicus (CRE,1993), que las compromete a
incorporar en la formación que ofrece el desarrollo sostenible (CRUE,2005).
Este compromiso, ha sido asumido por la Universidad Yacambú desde su
creación en el año 1983, declarado en el principio 1.3 que rige su Proyecto
Educativo (ob.cit), el cual señala lo siguiente:
“La Universidad Yacambú se distingue por la formación de profesionales
con actitud crítica en el análisis e interpretación de la realidad…. consciente
de que su acción trasformadora debe estar enmarcada en la conservación,
mejoramiento y desarrollo armónico de los ecosistemas naturales y
humanos” (p.47)

Por lo tanto, como institución de educación superior, se compromete con la


protección del ambiente, formando profesionales que se distinguen por ser críticos,
reflexivos, preparados y decididos a resguardar, conservar, mejorar, transformar el
ambiente natural- social, de manera de contribuir desde su entorno personal y

105
social en la construcción de sociedades más sostenibles.
Cabe destacar, que en el año 2014 la ONU a través de su Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), planteaba que las
universidades pueden colaborar emprendiendo acciones orientadas a educar en la
protección del ambiente, a la par de proponer medidas para que los espacios
universitarios sean sustentables.
Sin embargo, de acuerdo con Hiram H, Martuscelli D, Muñoz H y Narro J
(2015), para las Universidades esto ha sido un desafío, por cuanto además de
respetar el entorno, debe educar con enfoque de sustentabilidad. Esto es …”
promover la atención y disminución de los impactos en el ambiente provocados por
la globalización y el cambio social en cada país, para lo cual es menester tener un
diálogo permanente con la sociedad. …” (p.209). Por lo tanto, la universidad
además de ocuparse en atender la problemática ambiental, debe incorporar a esta
tarea el entorno social, de manera que en su quehacer cotidiano refleje su
compromiso social, con sus estudiantes y la sociedad.
Indudablemente, la participación de la educación superior es fundamental
para promover el desarrollo humano sostenible, de hecho, en el año 2002, las
Naciones Unidas ante la insostenibilidad que afronta el planeta, proclama la Década
de la Educación para el Desarrollo Sostenible (2005-2014), designando a la
UNESCO como el ente ejecutor. Con ello, se pretende hacer un llamado urgente
para que la educación viabilice la construcción de un mundo más justo y equitativo.
Se plantea, la necesidad de una educación orientada a la formación de ciudadanos
y ciudadanas capaces de construir un futuro posible y sostenible.
En el año 2014 la Conferencia General de la UNESCO sobre la Educación
para el Desarrollo Sostenible (EDS), marcó la pauta al declarar que el desarrollo
sostenible (DS) comienza con la educación, por ser el medio esencial para hacer
efectivo los objetivos del desarrollo sostenible (ODS). Luego con el Foro Mundial
de Educación (2015), en el cual se aprueba la Declaración de Incheon para la
Educación 2030, se instituyó la visión de la educación en los próximos 15 años. Ese
mismo año, en la Asamblea General de la ONU, los estados miembros aprobaron

106
la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 objetivos.
Es importante señalar que, en todos los antecedentes mencionados, se deja
claro el papel de la educación y particularmente la responsabilidad que tiene la
educación superior para el mejoramiento de la vida en el planeta. De hecho, se
ratifica con la Agenda 2030 que declara la visión prospectiva de la EDS y la concreta
a través del ODS N°4, que reza lo siguiente “Garantizar una educación inclusiva,
equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para
todos” (ONU-2015).
A través de este ODS, se enfatiza en el compromiso que tiene la educación
superior en garantizar una formación de calidad y ofrecer oportunidades a todos
para aprender a lo largo de la vida. Igualmente, confirma la responsabilidad de
proveer los conocimientos que se requieren para el análisis e interpretación critica
de la actual realidad ambiental, a la par de crear escenarios de aprendizaje que
faciliten la vinculación con el entorno, el desarrollo de actitudes y valores, la
construcción compartida de soluciones y propuestas que encaminen el idear un
futuro sostenible.
Alcanzar tal cometido a criterio de Núñez I (2019), requiere que las
instituciones educativas realicen transformaciones sustanciales y un esfuerzo
organizado, institucional e interinstitucional, orientado a concretar la forma de
contribuir al logro de los ODS. Esto implica, el diseño de programas formativos,
crear formas para vincularse con el entorno social, la transversalidad de los
contenidos relacionados con el DS; la construcción de métodos, escenarios y
recursos desde una visión inter y transdisciplinaria que coadyuve en la formación
de profesionales con las competencias necesarias para la identificación y solución
de los problemas del entorno bajo el prisma de la acción humana y el desarrollo
sostenible.
En este sentido, la Universidad Yacambú con el propósito de aportar al logro
de los ODS y ser participe en el ODS N° 4, declaró en su Filosofía de gestión 2019-
2023 la pertinencia social y ambiental como elemento clave de su visión:
“La Universidad como organización social asume su rol activo en el

107
desarrollo sostenible, que orienta su quehacer para colaborar en la
construcción de una sociedad en la que imperen los principios de justicia,
equidad y democracia, favoreciendo el pensamiento plural. Esta búsqueda
se sustenta en una visión de apertura, orientada a establecer una
vinculación efectiva con los diferentes actores de la sociedad, bien sea
públicos o privados, locales, estadales, nacionales, internacionales o
comunidades, formular respuestas a los problemas del entorno y, de esta
manera, contribuir con las transformaciones necesarias para mejorar la
calidad de vida de la población, sin comprometer los recursos y
posibilidades de las generaciones futuras”(Dirección de Planificación,
2018).

Desde este factor clave, la Universidad Yacambú como institución de educación


Superior, declara su compromiso con la Educación para el Desarrollo Sostenible
(EDS) y asume la responsabilidad de ofrecer una educación en la que todos de
manera inclusiva y equitativa tengan la oportunidad de aprender valores,
comportamientos y estilos de vida, que favorezcan la trasformación de la sociedad
para la construcción de un mundo realizable.
En fin, es ofrecer una educación orientada a la formación de ciudadanos y
ciudadanas capaces de construir un futuro posible y sostenible, que a criterio del
Comité ejecutivo del grupo de trabajo de calidad ambiental y desarrollo sostenible-
CRUE (2005), implica capacitar a ciudadanos y dirigentes para afrontar los retos
presentes y futuros, con la finalidad que tomen decisiones adecuadas en la
construcción de un futuro posible y sostenible.
Es oportuno señalar que, de acuerdo a Valdés O, Llivina M, Abreu D, Miranda T y
Reinoso, C, (2016) la Agenda 2030 para el DS con sus 17 ODS, atiende a la
concepción de desarrollo humano desde la perspectiva humanista. Esta perspectiva
supone: la ampliación de oportunidades del ser humano (equidad); tener una vida
prolongada, saludable y decente (productividad); acceder a los recursos existentes,
a la formación para el desarrollo de capacidades humanas, a la participación en
cualquier ámbito social (potenciación-cooperación) y a fomentar estrategias que
deberán satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer
la capacidad de las futuras generaciones asegurando la sustentabilidad en todos los
ámbitos: ambiental, físico, cultural, financiero y social.

108
Esto obliga, a que las universidades con el propósito de contribuir a alcanzar
los objetivos de la EDS, valoren si los programas académicos están contribuyendo
en la formación de profesionales capaces de afrontar los retos actuales y futuros. De
acuerdo al CRUE (ob.cit), las universidades deben preparar profesionales para
desempeñarse de manera idónea en su contexto laboral, pero también que atienda
las necesidades y aporte soluciones a los problemas socio-ambientales. Lo que se
espera, es que las Instituciones de Educación Superior asuman el proceso educativo
desde un enfoque global u holístico y, para ello, propone incorporar competencias
para la sostenibilidad de forma transversal, a los fines que el estudiante aprenda a
tomar decisiones y ejecutar acciones con criterios de sostenibilidad.
En el marco de lo expuesto hasta ahora, es evidente que la EDS se ha venido
perfilando a partir de la Declaración de Jomtien (1990) con la “Educación para todos”.
Asimismo, ha trascendido los enfoques conservacionistas suscritos a concepciones
biológicas sobre el ambiente, incorporando dimensiones tecnológicas,
socioculturales, políticas y económicas, con el propósito de no limitarse a la
educación ambiental y lograr una educación para el desarrollo sostenible. (UNESCO-
2005-2014).
Tal trascendencia a criterio de Núñez, I (ob.cit), quedó refrendada con la
Agenda 2030, por cuanto al declarar que el desarrollo sostenible comienza con la
educación, quedó instituido que ninguno de los ODS podrá ser alcanzado sin el
efecto de la educación. Esto reconoce el carácter transversal del ODS N°4, por
cuanto el resto de los ODS no se desarrollan espontáneamente, sino a través de la
educación.
Indudablemente, en la actualidad el término sostenibilidad y su aplicación en el
escenario universitario, establece criterios orientadores de los estudios universitarios
hacia el desarrollo humano sostenible. No obstante, ha de reconocerse que el
carácter transversal de la EDS, se formaliza con la incorporación en el currículo de
temas o contenidos ambientales de manera transversal.
De acuerdo con Tobón (2013), incorporar el eje transversal ambiente en el
currículo, consiste en abordar un problema ambiental con los saberes de varias

109
disciplinas, áreas o campos de manera de lograr una comprensión integral del tema
y plantear su solución. De este modo, se atiende la problemática ambiental, se
contribuye la formación de un individuo ambientalmente responsable, como vía para
lograr construir y consolidar una cultura que contribuya al desarrollo humano integral
y ambientalmente sostenible.
En razón de lo anterior, la Universidad Yacambú asume su responsabilidad y
compromiso social en la formación de profesionales con la competencias, actitudes
y valores necesarios para forjar un futuro ambientalmente sostenible. Es por ello, que
fortalece su proceso educativo centrado en el desarrollo humano, a través del eje
transversal ambiente.
Es oportuno señalar, que el proyecto educativo de esta casa de estudio (ob.cit),
establece que el eje transversal ambiente, tiene como propósito “desarrollar una
actitud hacia la conservación del ambiente como base del entorno que garantiza la
vida en el planeta” (p.21). No obstante, con base a las consideraciones expuestas
hasta ahora y la trascendencia de la EDS, el eje transversal ambiente en el marco
de la educación para el desarrollo sostenible, asume:
- el concepto de ambiente, declarado en el artículo 3 de la Ley Orgánica del
Ambiente, el cual reza lo siguiente; “… sistema de naturaleza física, química,
biológica, sociocultural en constante dinámica por la acción humana o natural
que rige o condiciona la existencia de los seres humanos y demás organismos
vivos que interactúan permanentemente en un espacio y tiempo determinado”
(p.18).
- la concepción de educación para el desarrollo sostenible, desde una perspectiva
integradora, contextual, critica y transformativa. Esto es: abordar desde una
visión holística, multidisciplinaria e interdisciplinaria los elementos que sustentan
la sostenibilidad: sociales, políticos, económicos, ambientales, culturales, a nivel
local, regional, mundial, pasados, presentes y futuros; reconocer que la
sostenibilidad ha de formularse acorde a la realidad , tiempo y espacio los cuales
son únicos; cuestionar todos los modelos dominantes que no responden a los
criterios de sostenibilidad; enfatizar en la toma de conciencia para el cambio y la

110
trasformación real del entorno natural- social mediante la formación adecuada y
participación responsable a los fines de coadyuvar en la construcción de estilos
de vida, valores, comunidades y empresas más sostenibles (Oreste, C y otros,
ob.cit).
Desde tales nociones el presente modelo académico-curricular establece que
el eje transversal-ambiente:
- Desarrolla en el estudiante competencias para comprender y proyectarse en la
problemática socio ambiental, entender los procesos sociales en estrecha
interacción con la realidad a fin de participar responsablemente en la prevención
y solución de situaciones ambientales.
- Resalta la formación en aquellos valores orientados al respeto, protección y
cuidado de los recursos naturales, con la finalidad de asegurar no solo la
sensibilización y concienciación como ciudadano para el uso responsable y
solidario de los recursos naturales, también en la proyección de desarrollos
económicos que garanticen la protección y conservación del ambiente natural-
social.
- Promueve el desarrollo sostenible, por ser la vía para asegurar la supervivencia
de las actuales formas de vida en el planeta y alcanzar los niveles de equilibrio
que se requieren, de modo de satisfacer las necesidades del presente sin
comprometer la capacidad de las futuras generaciones.
- Fomenta la educación para el desarrollo sostenible en interacción con la
educación en valores, la educación ambiental y la educación ciudadana, de
manera de aportar a la formación de los estudiantes como agentes de cambio
para la trasformación social y construcción de sociedades más sostenibles.
- Impulsa la formación de una cultura ambientalista en la comunidad universitaria
y el entorno para la concienciación de las personas sobre la problemática
ambiental y sus soluciones, creación de proyectos, planes y programas
compartidos, que encauzados hacia el mejoramiento continuo del ambiente van
configurado comportamientos ético-ambientales, que aportan valor al entorno
natural-social y contribuyen con el avance del desarrollo humano sostenible.

111
Es así como, a través del eje ambiente, se procura que el estudiante de la
Universidad Yacambú a lo largo de su proceso formativo desarrolle competencias,
valores y actitudes para una adecuada toma de decisiones en cuanto a la manera de
relacionarse con el ambiente natural- social de manera de asumir como persona,
profesional y ciudadano, comportamientos y estilos de vida que aporten en la
trasformación auténtica de la sociedad.
Se espera, que el profesional egresado de esta casa de estudio adquiera los
conocimientos, competencias, actitudes y valores requeridos para respetar la tierra
y la vida en toda su diversidad, comprometerse con el fomento de la democracia, la
inclusión, la paz y participar responsablemente en la construcción de una sociedad
más humana y próspera, como garantía para alcanzar un futuro sostenible.

Eje transversal Emprendimiento

Una de las características que identifican este siglo XXI, es el cambio


apresurado que sucede en todos los sectores de la actividad humana. Hecho, que
deriva en la proliferación a escala mundial de fenómenos socio-ambientales,
económicos y tecnológicos que, en su mayoría inéditos e imprevistos además de
complejos, van impulsando la necesidad de recrear las realidades existentes o crear
nuevas realidades, como mecanismo en la búsqueda del bienestar colectivo e
individual y así conseguir, la supervivencia de la especie humana.
Hoy en día, los contextos actuales muestran inestabilidad e indeterminación en
todos los espacios sociales, revelan disímiles necesidades de tipo social-personal y
múltiples desafíos, que a criterio de Gervilla (2004), han de ser las universidades las
que deben asumirlos e incluso anticiparse a ellos, pues la sociedad demanda de
profesionales preparados para afrontar los desafíos emergentes y aportar
respuestas satisfactorias, útiles y valiosas.
Para las instituciones de educación superior, asumir este compromiso implica
trascender su quehacer más allá de la docencia y la investigación, es el llamado al
cumplimiento de su tercera misión, esto es: apertura a las tareas de innovación,

112
emprendimiento y compromiso social. De hecho, según Naval C, García R, Puig, J y
Anxo M, (2011), ello implica que las universidades deban preguntarse, en cómo llevar
a la práctica los conocimientos y convertirlos en conocimiento socialmente útiles.
Incluso, indagar en cómo contribuir con el desarrollo personal, la formación valores
y educación para la ciudadanía.
De esta tercera misión, interesa destacar la tarea del emprendimiento, sin
olvidar su estrecha vinculación con la innovación y el compromiso social, por cuanto
en esta sociedad del conocimiento las universidades además de ocuparse de sus
funciones sustantivas, también deben crear los medios requeridos para fortalecer a
través de sus procesos formativos y de investigación su capacidad innovadora. Y
para ello, ha de crear espacios de aprendizaje que favorezcan el desarrollo de la
creatividad, la creación, el descubrimiento e invención, como también organizar
otros modos de producción y transferencia de conocimiento, que le permitan utilizar
en forma provechosa los conocimientos disponibles siempre en beneficio de la
sociedad.
Por consiguiente, las instituciones de educación superior deben asumir no
solo el reto de formar profesionales con las competencias básicas y disciplinares
requeridas para su desempeño profesional, a la par debe desarrollar en los
estudiantes competencias emprendedoras, que además de ser parte de su
formación integral, los capacite y prepare para buscar oportunidades de mejora,
aun en medio de esta sociedad en crisis. Al respecto, Mulford M, Plata de Plata D,
Mestre F y Torres O (2021), señalan que formar en el emprendimiento, desarrolla
en los estudiantes mentalidad emprendedora, creativa e innovadora, además de
habilidades, destrezas, actitudes que le facilitan ser agente de cambio y potenciar
su futuro profesional como emprendedor exitoso.
El fomento de la formación en emprendimiento, se ha venido perfilando desde
la visión de educación para todos de Jacques Delors (1994), con los cuatro pilares
de la educación: “aprender a conocer, aprender hacer y aprender a vivir juntos”
(UNESCO, 1996, p.34), específicamente con el aprender hacer, pues en este pilar
subyace la idea de vincular la teoría con la práctica y llevar el pensamiento a la

113
acción. No obstante, fue en la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en
el Siglo XXI: Visión y Acción (1998), cuando la UNESCO en su artículo 7, referido
a “Reforzar la cooperación con el mundo del trabajo y el análisis y la previsión de
las necesidades de la sociedad” (p.105), establece en el numeral d, lo siguiente:
“Aprender a emprender y fomentar el espíritu de iniciativa debe convertirse
en importantes preocupaciones de la educación superior, a fin de facilitar
las posibilidades de empleo de los diplomados, que cada vez estarán más
llamados a crear puestos de trabajo y no a limitarse a buscarlos. Las
instituciones de educación superior deberían brindar a los estudiantes las
posibilidades de desarrollar plenamente sus propias capacidades con
sentido de la responsabilidad social, educándolos para que tengan una
participación activa en la sociedad democrática y promuevan los cambios
que propiciarán la igualdad y la justicia” (p106).

Del mismo modo, el referido documento en su artículo 9, alusivo a “Métodos


educativos innovadores: pensamiento crítico y creatividad “, destaca en el literal C,
el propiciar la adquisición de conocimientos prácticos, desarrollar competencias
para la comunicación, el análisis creativo y crítico, la reflexión independiente y el
trabajo en equipo en contextos multiculturales, espacios que reclaman creatividad,
a fin saber combinar lo teórico y lo práctico, la ciencia y tecnología. Estos
planteamientos dejan claro, la importancia de fortalecer en los procesos formativos
el desarrollo de la creatividad, el pensamiento crítico e innovador, de manera de
formar profesionales capaces de analizar los problemas de la sociedad, buscar
soluciones efectivas y aplicarlas.
De hecho, tales consideraciones fueron reafirmadas por la UNESCO en el año
2009, en la Conferencia Mundial de Educación Superior: “La Nueva Dinámica de la
Educación Superior y la búsqueda del cambio social y el Desarrollo”, al plantear
como estrategia imperativa el promover la investigación, la innovación y la
creatividad para la construcción de una sociedad del conocimiento y la diversidad.
Es así como, en la agenda educativa global se refleja uno de los aspectos
fundamentales, el “Aprendizaje de la Innovación y la Investigación”. De allí pues,
que les sitúa a las instituciones de educación superior, la tarea de buscar áreas de
investigación y enseñanza que favorezcan la construcción de conocimientos

114
propios a los fines de ampliar y fortalecer en los procesos formativos: la
comprensión de las realidades existentes, la creación de vínculos con el entorno
social, el intercambio y transferencia de conocimiento. Todas conducentes a
alcanzar el bienestar de la sociedad.
Asimismo, la Asamblea General de las Naciones Unidas reunida en el año
2015 con la finalidad de aprobar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible,
señala en su preámbulo lo siguiente …” tomar las medidas audaces y
transformativas que se necesitan urgentemente para reconducir al mundo por el
camino de la sostenibilidad y la resiliencia. “(p. 2). Y para ello, plantean la Agenda
Global con los 17 ODS, de los cuales interesa resaltar el ODS 8: “Promover el
crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y
productivo y el trabajo decente para todos” (p.16). Concierne, la meta 8.3 que
instituye lo siguiente:
“Promover políticas orientadas al desarrollo que apoyen las actividades
productivas, la creación de puestos de trabajo decentes, el
emprendimiento, la creatividad y la innovación, y fomentar la formalización
y el crecimiento de las microempresas y las pequeñas y medianas
empresas, incluso mediante el acceso a servicios financieros” (p.22)”.

Con base a los anteriores acuerdos mundiales, en el año 2019 la Organización


de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, resalta la
urgencia de una transformación profunda en la educación superior, particularmente
en América Latina y el Caribe. Se trata de promover desde las instituciones de
educación superior el desarrollo sostenible y para ello considera que se debe
asumir como elemento central el “aprender a aprender”, a los fines de facilitar en
los futuros profesionales la construcción consciente y continua de significados que
emergen de la interacción con el entorno, el desarrollo de competencias para
percibirlo y transformarlo, procurando siempre el bienestar con los seres humanos
y el mundo.
Como puede verse desde la Conferencia Mundial sobre Educación Superior
(1998) promovida por la UNESCO, se ha hecho mención a la importancia de
abordar el emprendimiento y junto a éste, la investigación, la creatividad e

115
innovación. Sin embargó fue en el año 2000, cuando la UNESCO formalizó la
formación en emprendimiento, hecho que trajo consigo que las universidades lo
incorporaran en los diseños curriculares de las diversas carreras y así, contribuir de
manera significativa con el progreso de la sociedad.
Es por ello, que en el año 2009 la Universidad Yacambú, tal como lo refiere
el documento “La Universidad como Proyecto Educativo” (ob.cit), incorpora el
emprendimiento como eje transversal, en todos los planes de estudio de las
carreras que oferta, con la siguiente finalidad:
…” contribuir con el desarrollo y la formación del espíritu emprendedor
en el estudiante de la UNY, de manera que se forme para generar trabajo,
crear microempresas y romper con la tendencia universitaria de formar para
la dependencia laboral. Es una manera de considerar lo establecido por la
UNESCO en el año 2000 para los objetivos de cualquier carrera (formar
para aprender a comprender, aprender a ser, aprender hacer, aprender a
convivir y aprender a emprender) …” (p.21).

De esta manera la Universidad Yacambú asume responsablemente lo


lineamientos establecidos por la UNESCO en el marco de la propuesta de Tedesco
(2005) de educar para el futuro, en cuanto a los dos pilares fundamentales para la
formación de profesionales en la sociedad del conocimiento: “aprender a aprender”
y “aprender a vivir juntos”, suma el tercer pilar: “aprender a emprender”. Tal como
lo plantea Jaramillo (2008), fomenta el emprendimiento y aporta a la sociedad
profesionales preparados para solucionar problemáticas del entorno, creadores de
propuestas que contribuyan a la construcción de nuevos escenarios de innovación.
Al respecto Ferreyra (2010), plantea que el tercer pilar de la educación
“aprender a emprender” está orientado a
…” preparar a los ciudadanos como agentes activos de la transformación
de su entorno a través del desarrollo de actitudes proactivas que -desde el
hacer, con saber y conciencia- les posibiliten fijarse metas, formular
propuestas y tomar iniciativas enfrentado con inteligencia, sensibilidad,
innovación y creatividad las dificultades, desde sus fortalezas,
aprovechando las oportunidades y superando las amenazas que se le
presentan en el escenario actual” (p.4).

Agrega Ferreyra (ob.cit), que el aprender a emprender promueve el desarrollo

116
de competencias que integradas con el aprender a aprender y aprender a convivir,
favorecen la formación de profesionales capaces de apropiarse de nuevos
aprendizajes, asumirlos como oportunidades para crear y aportar con rigor
metodológico respuestas pertinentes a los problemas que se presentan en su
realidad inmediata ya sean carácter personal, social o profesional.
En el marco de estas consideraciones, el emprender supera la tendencia de
vincularla solo con la creación de empresas o la capacidad de las personas para
transformar recursos con el propósito de crear riquezas. No obstante, aun cuando
se reconoce que esta perspectiva contribuye a generar empleos, crear
independencia laboral y aporta al progreso de un país por cuanto mejora los niveles
de crecimiento económico y de competitividad; han surgido otras concepciones que
lo conciben como el arte de transformar una idea en realidad, la aptitud para crear,
descubrir e inventar otros modos de hacer las cosas o la actitud de plantearse
desafíos en los diversos ámbitos de la vida. (Mulford y otros ob.cit; Ferreyra, ob.cit).
Al respecto Cabrera (2015), plantea que, al hablar de emprendimiento, es
importante considerarlo desde una visión humana, actitudinal y social, dado que
emprender conjuga aspectos que van desde lo personal y actitudinal hasta la
ejecución de una idea o proyecto, además, forma parte del proyecto de vida de
quien decide emprender. Esta perspectiva conduce a dos términos de interés en la
formación para el emprendedorismo como lo son: el ser emprendedor y el espíritu
emprendedor.
De acuerdo a Cabrera (ob.cit), el ser emprendedor es la persona capaz de
generar una idea y concretarla en un proyecto innovador que, al llevarlo a la acción
aporta nuevas o mejores soluciones a un problema, asumiendo los riesgos que se
presenten a lo largo de su ejecución con motivación y tenacidad hasta lograrlo.
Mientras que el espíritu emprendedor, refiere a la capacidad y disposición de la
persona para innovar, es la actitud de pensar cosas nuevas o hacerlas de un modo
diferente, es ampliar la mirada, ver oportunidades o crear posibilidades existentes,
en cualquier espacio donde se encuentre hasta hacer realidad la idea que ha
emergido.

117
Ahora bien, en el contexto universitario incorporar el emprendimiento en sus
procesos formativos, implica no solo ocuparse en el desarrollo de competencias
emprendedoras como valor agregado a la formación integral del estudiante, es
también atender la formación de un espíritu emprendedor, generador de ideas
innovadoras que se materializan en proyectos o alternativas para la satisfacción de
necesidades y solución de problemáticas, que coadyuvan al bienestar y calidad de
vida personal -social.
En razón de lo anterior, la Universidad Yacambú en el marco de su filosofía
de gestión, modelo educativo y presente modelo académico, enfatiza en la
formación del emprendimiento desde un enfoque con visión de futuro, creatividad e
innovación; de manera que la persona desarrolle competencias, actitudes
emprendedoras y espíritu emprendedor para desempeñar un papel protagónico en
la construcción de su propio proyecto de vida como ser individual -social sobre todo,
tal como lo refiere Ferreyra (ob,cit, p. 78), “autores de progreso firmemente situados
en la perspectiva del desarrollo humano sostenible”.
Agrega este autor, que en un escenario de inequidad como el actual, con
distribución desigual de los recursos cognoscitivos y amenaza continua a los
recursos socio-ambientales, urge formar sujetos cuyos saberes teóricos-prácticos
se traduzcan en acciones que potencien la iniciativa personal, el trabajo en equipo
y las alianzas estratégicas en función de los recursos locales y el espíritu
emprendedor con el fin último de crear futuros posibles.
Desde tale argumentaciones, la Universidad Yacambú asume la educación
para el emprendimiento y a través del eje transversal emprendimiento, por cuanto
favorece en el estudiante el desarrollo de competencias cognitivas desde lo
actitudinal, esto le permite “aprender a emprender” con base a sus propias
experiencias, expectativas y oportunidades que le brinda el entorno universitario a
través de la integración docencia, extensión e investigación
Además, el eje emprendimiento forma parte del sello institucional de esta casa
de estudio, desde sus inicios y durante su trayectoria como institución de educación
universitaria, por cuanto ha modelado el emprendedurismo asumiendo con

118
creatividad los retos y desafíos de esta sociedad del conocimiento y se ha
anticipado al futuro, mediante el aprovechamiento de los avances tecnológicos y la
internacionalización para el mejoramiento de los niveles de competitividad. De esta
manera, la Universidad Yacambú fomenta la innovación y el emprendimiento como
elementos constitutivos del quehacer universitario para aportar valor en su gestión,
mejorar la calidad académica con impacto favorable en la formación de
profesionales emprendedores e integrales.
En fin, con el emprendimiento como eje transversal se pretende desarrollar,
potenciar, fortalecer en los estudiantes espíritu y habilidades emprendedoras,
creativas e innovadoras, donde aprenda a generar y desarrollar ideas novedosas,
útiles y valiosas, que exprese en propuestas empresariales o sociales que
favorezcan la generación de empleos y fortalezcan su proyecto ético de vida, en
pro de la mejora continua tanto de su entorno como de la sociedad.

Eje transversal Liderazgo

La actual concepción del ser y del deber ser de la Universidad Yacambú,


declarada en su Filosofía de Gestión (2019-2023) y explícita en su Modelo
Educativo (2021), refrenda que su gestión académica ha de estar orientada a la
formación integral y por competencias de sus estudiantes, al desarrollo de la
creatividad, el liderazgo, la innovación, el emprendimiento, con el propósito de
formar profesionales, investigadores, lideres, emprendedores con sentido humano
para desempeñarse con idoneidad en el contexto social o laboral donde se
desenvuelva.
En razón de lo anterior, el modelo educativo plantea que para la Universidad
Yacambú:
“la formación integral es una característica del currículo que
contribuye a través de los ejes formadores y transversales, la
interdisciplinariedad-transdisciplinariedad en el aprendizaje, la optimización
de los diferentes procesos que pueda aprender el estudiante con respecto
a su área profesional, el fortalecimiento del liderazgo en el emprendimiento
y la investigación, así como también en los más altos valores humanos, la

119
protección de los recursos naturales y los ecosistemas, el alto compromiso
social y cultural, el sentido por la paz y el respeto de la vida” (p.72).

En efecto, se busca que el estudiante de esta casa de estudio tenga


oportunidades para desarrollarse en todas sus dimensiones como ser humano, a
los fines de lograr su realización plena como profesional, personal y ciudadano. Es
por ello, que a través de la formación integral se plantea un proceso formativo que
favorezca que el estudiante se desarrolle en lo humano y lo social, de manera que
en el ejercicio de su profesión además de mostrar un desempeño de calidad
profesional, sepa servirse de la formación recibida para superar dificultades,
aprovechar oportunidades, demostrar sus potencialidades, capacidad
trasformadora y consciente de sus valores morales-éticos; refleje un actuar que
aporte al mejoramiento continuo de la calidad de vida propia y la de los demás.
Con este propósito, se plantea el eje transversal liderazgo, por cuanto se
considera que la tarea de la universidad es facilitar que la formación integral de los
futuros egresados se despliegue en su totalidad, siendo el liderazgo uno de los
elementos formativos que sustentan la posibilidad de alcanzar la excelencia
académica, como factor clave de la visión institucional. Es por ello, que el liderazgo
se presenta en el modelo educativo como un eje dinamizador, pues aparte de
fortalecer la formación por competencias apoya el desarrollo y alcance de los otros
ejes transversales, en función de lograr que el accionar del futuro egresado
sustentado en una sólida formación profesional, ética y ciudadana, se distinga por
su comportamiento como líder.
En este sentido, el Modelo Educativo de la Universidad Yacambu-2021 define
el liderazgo como:
“un proceso formativo, orientado a desarrollar competencias en el
estudiante desde la reflexión crítica, que lo conduce al autoconocimiento
de sus potencialidades, con el propósito de influir, motivar, incentivar e
inspirar el cambio en las conductas de las personas y actividades que
realizan, para guiar sus esfuerzos y motivaciones hacia el logro de metas
compartidas en pro del bienestar personal y colectivo” (p.44).

Evidentemente, en la definición expuesta subyace la noción del liderazgo

120
transformacional, al plantear que el profesional egresado de la Universidad
Yacambú como líder, puede dar origen a cambios en el entorno social o laboral
donde se desempeñe e influir en la dinámica de interrelaciones entre las personas
con la finalidad de alcanzar en forma conjunta metas o fines en pro del bien común.
En este orden de ideas Mendoza y Ortiz (2006), con base en el Modelo de
Liderazgo de Rango completo propuesto por Bass en 1985, en el cual se identifican
dos tipos de liderazgo: el transaccional y el transformacional, plantean ciertas
características que identifican cada tipo de liderazgo, de las cuales interesa
presentar las referidas al liderazgo transformacional, por las razones antes
expuestas:
- Estimula el emerger de la conciencia de las personas, el compromiso con el
logro de la misión de la organización, apartando su interés personal para
enfocarse en los intereses colectivo.
- Motiva a las personas a hacer más de lo que ellas mismas esperan, lo que trae
como resultado cambios en los grupos, organizaciones y por ende en la
sociedad, lo cual representa un beneficio para la colectividad.
- Incita cambios de visión que conducen a cada individuo a buscar el bienestar
colectivo por encima del interés personal. Este cambio de prioridades de la
persona, conduce a que se interese en su crecimiento personal, dado el
compromiso que adquiere con el logro del objetivo grupal. Este efecto genera
como resultado el surgimiento de un nuevo líder trasformador.
Como puede observarse en lo planteado, un liderazgo transformacional
provee oportunidades para el crecimiento colectivo e individual, motiva e impulsa a
las personas a desarrollar sus potencialidades creativas para la solución de los
problemas, de forma consciente y comprometida en que la solución está
fundamentada en valores ético-morales individuales y en los valores deseados por
la organización.
De acuerdo a Bracho y García (2013), el liderazgo transformacional es un
proceso enfocado en la motivación de la conciencia de las personas, con el
propósito de convertirlos en trabajadores productivos que aceptan y se

121
comprometen con el alcance de la misión organizacional, relegando sus intereses
particulares y centrándose en los colectivos. Es así como, desde este liderazgo se
guían los esfuerzos y motivaciones de las personas hacia el logro de los fines
sociales sobre los cuales fue creada la organización, por ello se considera un
elemento fundamental para alcanzar las metas propuestas.
En la misma línea de pensamiento, Rivera (2020) plantea que el liderazgo
transformacional es la relación que se establece entre el líder y los seguidores para
avanzar a un nivel más alto de la moral y motivación. Este líder infunde motivos
para alcanzar tanto las metas como expectativas de los seguidores, estimula la
generación de ideas nuevas e inspiradoras, contribuye a darles sentido, de modo
de lograr las transformaciones necesarias.
Por su parte Vanegas (2019), define el liderazgo transformacional como una
corriente moderna en la cual se fortalecen las relaciones entre los miembros de la
organización y se les motiva a trascender sus propios intereses, de manera de
desarrollar lo mejor de sí mismos, potenciando sus capacidades, reforzando sus
habilidades, fomentando la satisfacción personal y unificando su motivación con los
objetivos organizacionales.
En la base de estos planteamientos, de acuerdo a teóricos como Bass y Avolio
(2006), Bass y Riggio (2006) subyace, que el liderazgo transformacional también
implica un proceso de dirección, enfocado a la transformación tanto de las personas
como de la organización. No obstante, los mismos autores al igual que para Lozado
(2013), Zellman (2015), Nájera (2016) y Riveras (ob.cit), este tipo de liderazgo
presenta ciertas características que hacen que su impacto dentro de la organización
implique un aprendizaje organizativo, lo que contribuye a la mejora continua.
De acuerdo a los actores mencionados, aunado a lo planteado por Bracho y
García (2013), existen características fundamentales que deben estar presentes en
el líder transformacional. Sin embargo, destacan dos características a. el líder
modela comportamientos favorables en el proceso, lo cual favorece el desempeño
de las actividades cotidianas y b, tiene la capacidad para lograr apalancar las
motivaciones personales de los colaboradores a los de la organización,

122
produciendo transformaciones dentro de los procesos y actividades
organizacionales, así como en las personas y el colectivo, de manera de encauzar
a sus seguidores al logro de los fines de la organización.
Evidentemente, la literatura al respecto refiere diversidad de características
necesarias para un liderazgo transformacional, no obstante interesa destacar las
presentadas por Rivera (ob.cit) y Lozado (ob,cit), en virtud de que estos autores las
contextualizan en el ámbito educativo:
- Su comportamiento motiva e inspira, es carismático, los miembros del equipo
lo admiran y lo quieren imitar. En la opinión de Bass y Avolio (2006), el líder
carismático posee ciertos atributos que le permiten ser admirados, respetados
y convertirse en persona de confianza al demostrar una conducta ética y moral,
por ello es pertinente que se comporte como un modelo a seguir.
- Demuestra alta capacidad de comunicación para hacer llegar al miembro del
equipo su visión en forma clara. Esto significa, que el líder logra articular su
visión con la de los demás y los anima, de manera de alcanzar los propósitos y
metas de la organización.
- Posee alta capacidad intelectual, estimula, apoya, el desarrollo profesional y el
desarrollo del pensamiento divergente y creativo de las personas, creando
espacios para que esto ocurra y las personas desarrollen al máximo sus
potencialidades en pro de los objetivos establecidos en la organización. Bass y
Riggio (2006), agregan que el líder debe mostrar apertura para el aprendizaje,
visión prospectiva, innovación, capacidad de crear sinergias, asumir riesgos,
diseñar y manejar los cambios.
- Es empático, se interesa en conocer las necesidades, inquietudes y
requerimientos de cada miembro del equipo. Por ello brinda atención personal
e individual, considerando de acuerdo a Zellman (2015), el aporte que cada
persona realiza a la organización y sus expectativas.
- Demuestra un comportamiento ético, asume y respeta las normas éticas. Su
conducta se rige por un conjunto de valores claramente establecidos, que
promueve, defiende y comparte como parte de su integridad.

123
- Es paciente, cordial y de buen carácter.
- Es coherente, mantiene la armonía entre lo que piensa, dice y hace, entre
pensamiento, palabra y acción. Esta coherencia, a criterio de Parra y García
(2013), favorece una actitud hacia la colaboración y participación de los equipos
de trabajo para alcanzar el éxito, sin negar también la capacidad de adaptarse
o reorientar su accionar como respuesta a los cambios emergentes del entorno.
- Es altamente proactivo, estimula de manera persistente la conciencia crítica de
las personas, demuestra su capacidad de interactividad para el trabajo en
equipo, promueve la colaboración entre los diferentes miembros generando un
clima organizacional positivo, lo cual favorece la creación de nuevas ideas y la
innovación.
Indudablemente, cada una de las características presentadas además de
tipificar al líder transformacional, posibilitan entenderlas como funciones que
determinan las acciones a emprender en un liderazgo transformacional, de modo
de llevar a la organización a alcanzar sus propósitos y metas. Razón por la cual,
Delgado (2004) plantea, que el liderazgo se conceptualiza como una función, una
cualidad y una propiedad que reside en el grupo y dinamiza la organización. De allí
que se considera que las características antes planteadas, se comportan como
funciones y estrategias, pero lo más importante, es que dinamizan a un grupo u
organización para generar su propio crecimiento en función de una misión o
proyecto compartido.
En el marco de estas consideraciones y en el presente modelo académico-
curricular, el eje transversal liderazgo con base a lo establecido en el Espacio
Europeo de Educación Superior, se entiende como una competencia transversal
pues comprende y abarca otras competencias más operativas, propias de la
práctica profesional o especifica. Significa entonces, que como competencia
transversal dinamiza la ejecución de otras competencias vinculadas con el ejercicio
profesional del futuro egresado, de este modo se constata su carácter dinamizador
tal como se expresa en el Modelo Educativo-2021.
En este contexto y desde la mirada formativa, desarrollar el liderazgo como

124
competencia tal como lo plantea el Modelo Educativo del Tecnológico de Monterrey
TEC 21 (2016), significa que debe ser cultivada de manera transversal a lo largo
del plan de estudio e integrado a diversas unidades curriculares vinculadas con la
formación ética y ciudadana. Igualmente, acompañada de actividades co-
curriculares en las que se promueva la participación activa de los estudiantes de
manera de desarrollar en ellos, las competencias de liderazgo.
De allí pues que para la Universidad Yacambú, el eje transversal liderazgo
representa una estrategia curricular que contribuye a establecer puentes de unión
entre el saber, el saber ser y el saber vivir, por cuanto procura desarrollar
competencias en el estudiante para que con conciencia de sí mismo y sus
potencialidades como persona y profesional, gestione en su entorno laboral-social
procesos de cambio y mejora continua mediante la modelación ético-profesional
como inspiración para que otros se sumen, además guiando, motivando a otros
para trabajar de manera compartida y colaborativa hacia una meta en común que
contribuya al bienestar personal, colectivo y de la organización.
De esta manera el futuro egresado de la Universidad Yacambú además de
ser un profesional e investigador será un líder transformador, consciente de sus
fortalezas y oportunidades, sensible y empático a las motivaciones y expectativas
de las personas con quienes comparte su entorno laboral-social, dispuesto a apoyar
a las personas para que desarrollen al máximo sus potencialidades en beneficio de
los objetivos establecidos y además ser un agente de cambio por cuanto en todos
los ámbitos de su desempeño procurará trasformar el entorno para el bien de todos.
Siendo el planteamiento así, es fundamental acotar lo que señala el TEC-21
antes citado: “La formación de líderes requiere de un ecosistema en donde los
diferentes acontecimientos a los que se enfrenta el individuo actúen como
forjadores de su carácter.” (p26). Argumento coincidente con lo que se ha venido
fundamentando hasta ahora, respecto a la importancia de que la formación de
competencias en liderazgo ha de estar acompañada de una sólida formación ética
como dimensión de la formación integral.
Tal como lo expresa el Modelo Educativo de la Universidad Yacambú-2021:

125
“La ética como dimensión de la formación integral, está orientada hacia la
forja del carácter que ayude enfrentar la vida con altura humana en pro de
la justicia, la tolerancia, la solidaridad y la felicidad; por tal razón, ambas
permiten labrar un buen camino para ser humanamente íntegros “(p.66)

De esta manera, a través del eje transversal liderazgo, se procura ampliar la


formación integral del estudiante para su accionar como agente de cambio
transformador y promotor de mejoras siempre en pro del bienestar de las personas
y del colectivo, particularmente, en los actuales contextos signados por la
incertidumbre y los cambios inesperados. Se procura que su formación como líder
fortalezca el tejido social, coadyuve en la construcción de una ciudadanía
responsable y contribuya en la edificación de equipos, grupos, empresas u
organizaciones que se distinguen por ser competitivas, prósperas y especialmente
éticas.

Eje transversal Sentido Humano

La universidad se enfrenta a nuevos desafíos que se han generado por la


globalización y la nueva sociedad del conocimiento, desafíos que han ido
transformando su quehacer humanista y función social. Tal como lo señala la
UNESCO en la Conferencia Mundial de Educación Superior (2009), donde se
destaca que las instituciones de educación superior tienen la responsabilidad social
de proveer de competencias sólidas al mundo presente y futuro, contribuir a la
educación de ciudadanos éticos, comprometidos con la construcción de la paz, la
defensa de los derechos humanos y los valores de la democracia.
Lo anterior fortalece el compromiso de la Universidad Yacambú en ofrecer una
formación humanista-integral con pertinencia social-ambiental en profesionales y
ciudadanos socialmente responsables, líderes con saberes disciplinarios y
actitudinales para promover el respeto y protección del medio ambiente, así como
la participación en la comunidad y su vinculación con otros actores sociales de
interés.

126
En razón de lo anterior, el modelo educativo plantea la necesidad de “redefinir
el papel de la universidad y de su pertinencia y responsabilidad social para aportar
a la sociedad seres humanos dispuestos a lograr su autorrealización, adquisición
de una identidad profesional, cultural, social y humana, adoptando una postura
ética, crítica y coherente con las realidades del contexto en el que se desenvuelve”
(UNY, 2021; p. 51).
En efecto, se busca que el estudiante a través de la formación humanista-
integral pueda o sepa afrontar las dificultades y aprovechar las oportunidades que
les ofrece el mundo y la cultura, de esta forma aportar al mejoramiento de la calidad
de vida propio y de los demás. Por lo tanto, la tarea de la universidad se concentra
en crear las mejores condiciones para que el estudiante fortalezca el compromiso
con la ética, la participación ciudadana, poner el talento personal y profesional al
servicio de los demás, pueda identificarse con las costumbres de la sociedad y
construir su proyecto de vida.
Con este propósito se plantea el eje transversal sentido humano como parte
de la pertinencia y responsabilidad social de la Universidad Yacambú, la cual es un
compromiso de actuación con y para la sociedad, a través del cumplimiento de las
funciones sustantivas con la participación de cada uno de los integrantes de la
comunidad universitaria, a partir de la consistencia entre las acciones institucionales
y la misión, visión y valores institucionales.
Por cuanto se considera que la tarea de la universidad es fomentar de manera
intencionada competencias para el desarrollo del compromiso ético y ciudadano, de
esta forma proporcionar al estudiante el desarrollo del sentido humano como futuro
profesional, al poner su talento personal y excelencia profesional al servicio de los
demás, además que reconozca la importancia de la función social en el ejercicio de
su profesión, de manera constructiva, solidaria, sostenible, contribuyendo al
desarrollo y transformación social del país a través de la vinculación con otras
organizaciones.
Es por ello que el sentido humano se presenta en el modelo educativo como
un eje dinamizador, pues aparte de fortalecer la formación por competencias apoya

127
el desarrollo y alcance de los otros ejes transversales, con el fin que el accionar del
futuro egresado, sostenido en una sólida formación profesional, ética y ciudadana,
se destaque con un comportamiento de líder, emprendedor con sentido humano.
Al respecto, en el Modelo Educativo de la Universidad Yacambu-2021 el
sentido humano consiste “en comprometerse con el mejoramiento continuo del
entorno y de contribuir a la transformación social. Involucra el diálogo constructivo,
la convivencia en la diferencia y la interdisciplinariedad; el estudiante desarrolla
competencias éticas-ciudadanas que respaldan su ejercicio profesional y se
fortalece como persona y ciudadano del mundo” (UNY, 2021; p. 51).
Evidentemente, en lo expuesto se busca el desarrollo de aquellas cualidades
que configuran el perfil de un buen profesional, es decir, aquel que tiene claro cuáles
son los derechos y responsabilidades relacionados con el ejercicio de su profesión
y que habrá de asumir, así como los deberes que la sociedad espera deben ser
cumplidos como profesional y ciudadano.
En este orden de ideas, el Modelo Educativo del Tecnológico de Monterrey TEC
21 (2016 p. 30), define el sentido humano como la “capacidad de tener en cuenta a
los demás, de poder hacerse cargo de las consecuencias de las acciones propias,
de interesarse y comprometerse con el mejoramiento de la comunidad propia y
ajena, incluso estimular el llevar a cabo acciones que supongan una verdadera
transformación social”. Esta capacidad involucra una serie de competencias éticas-
valóricas y ciudadanas que habrán de desarrollarse a lo largo del currículum y en la
dinámica de la vida estudiantil.
En el marco de estas consideraciones y, de acuerdo a lo expresado en el
Espacio Europeo de Educación Superior (tipologías de Competencias Básicas-
Personales), se presenta en el modelo académico-curricular, el eje trasversal
sentido humano, el cual se entiende como una competencia transversal que abarca
y apoya otras competencias más operativas propias de la práctica profesional. Se
entiende entonces, que, como competencia trasversal, dinamiza (tal como se
expresa en el Modelo Educativo-2021) el accionar de otras competencias
vinculadas con el ejercicio profesional del futuro egresado.

128
Ahora bien, desde la acción formativa, el fortalecer el sentido humano como
competencia, requiere ser cultivada de manera trasversal, es decir trabajadas en
todas las unidades curriculares que conforman el plan de estudio (que recorra el
currículo horizontalmente) vinculado con la formación ética y ciudadana; de igual
manera debe ser acompañada de actividades co-curriculares en las que se fomente
el compromiso con la ética, la participación ciudadana y donde el futuro egresado
internalice que debe poner el talento personal y profesional al servicio de todos.
En razón a lo anterior, para la Universidad Yacambú, el eje transversal sentido
humano representa una estrategia curricular que ayuda a crear puentes de unión
entre el saber, saber ser y el saber vivir, por cuanto procura desarrollar y fortalecer
competencias en los estudiantes que posibiliten la construcción del diálogo, la
convivencia en la diferencia, la interdisciplinariedad, apertura a los sentimientos
propios y ajenos, en suma, una formación comprometida con un modo de actuar
que dé sentido moral al quehacer profesional.
De allí pues, que el futuro egresado de la Universidad Yacambú además de
ser un investigador, emprendedor y líder transformador será un profesional y
ciudadano con sentido humano, con competencias éticas-ciudadanas que
fortalezca el contexto social, colaborando en la construcción de ciudadanos
responsables y, además, apoye en la formación de equipos, empresas u
organizaciones que se destaquen por ser especialmente éticos y humanos.

Ejes Operativos

Se entienden como el conjunto de estrategias y acciones, orientadas a replantear


escenarios de aprendizajes y ampliar opciones que agregan valor a los procesos
formativos e intervienen en el desarrollo curricular, con la finalidad de alcanzar la
formación integral por competencias del estudiante de la Universidad Yacambú, como
también desarrollar en ellos, competitividad internacional para desempeñarse de
manera exitosa en contextos globales.
Los ejes operativos del presente Modelo Académico-Curricular son: Flexibilidad,

129
Innovación curricular e Internacionalización. Se diferencian de los ejes curriculares y
transversales por su carácter dinámico y catalizador de las prácticas educativas, que le
facilitan al estudiante nuevas experiencias como también escenarios de aprendizaje,
de manera que, a través de éstas, pueda desarrollar autonomía intelectual, tomar
decisiones en cuanto a opciones de formación y construir su transcurso formativo,
acorde a sus necesidades, expectativas e intereses.
Se consideran ejes claves, dado que le otorgan funcionalidad al modelo educativo
de manera que alcance sus principios y propósitos, asimismo facilitan la aplicabilidad
del modelo académico-curricular, pues actúan como mediadores de cambios o mejora
de los programas formativos y procesos de enseñanza-aprendizaje. Todo ello, con la
finalidad de facilitar el aprendizaje en los estudiantes, brindarles flexibilidad en los
procesos académicos, movilidad e intercambio académico e investigativo nacional e
internacional y ofrecerles escenarios para la participación en redes académicas e
investigativas.
De este modo, se busca fortalecer la formación del futuro egresado de la
Universidad Yacambú para desempeñarse de manera exitosa como profesional,
persona y ciudadano tanto en contextos locales y globales, conforme a lo establecido
la misión y visión institucional.

Eje operativo Flexibilidad

El término flexibilidad recibe diversas acepciones, dado que proviene de enfoques


disciplinarios vinculados con el área de la administración y psicología laboral. Su
incorporación reciente al ámbito de la educación, se expone tradicionalmente en los
planes de desarrollo de la Educación Superior y en los Proyectos Educativos
Institucionales (PEI), como una propuesta de mejora en la gestión académica,
académico-administrativa, curricular o pedagógica. (Malagón, Rodríguez y Ñañez,
2019).
Ahora bien, en el marco del Modelo Educativo- 2021, la flexibilidad se concibe
como uno de los elementos dinamizadores del modelo, que orientan las estrategias y

130
acciones de los procesos académicos- administrativos a desarrollar en la Universidad
Yacambú. Refiere a ofrecer un currículo abierto y flexible que le ofrezca al estudiante
opciones sobre el cómo, cuándo y dónde estudiar, además de diversas modalidades de
aprendizaje (línea, mixta, presencial y virtual), con apoyo de las Tecnologías de la
Información y de la Comunicación (TIC). Significa, flexibilidad en el plan de estudio y en
las experiencias de aprendizaje, con el propósito que el estudiante personalice su
trayectoria formativa y maximice sus experiencias de aprendizaje con el apoyo de las
TIC.
Esta definición en el contexto del presente modelo académico-curricular se
amplía, por cuanto con base a lo establecido en la dimensión orientadora respecto al
enfoque curricular y pedagógico asumido por la Universidad Yacambú, por
competencias y centrado en el aprendizaje del estudiante respectivamente, amerita que
esta casa de estudio le brinde al estudiante un conjunto de múltiples y variadas
opciones de manera que, tal como lo plantea Vargas (2008), decida con autonomía,
objetividad y libertad, las vías que considere pertinentes para el cumplimiento de su
proyecto de vida académica, utilizando los espacios, tiempos, conocimientos y
experiencias que considere necesarios y convenientes.
Desde esta perspectiva, significa asumir la flexibilidad como principio para
redimensionar la curricular, darles un sentido diferente a los procesos de reforma y
transformación curricular, a fin de entender que la flexibilidad no solo es una
característica declarada en los documentos institucionales, es parte de la práctica
académica, curricular, pedagógica y de gestión. De allí que para cada uno de estos
ámbitos ESTABLECIDOS se define de la siguiente manera:
- Flexibilidad Académica o académico- administrativa: apunta a superar la rigidez de
las estructuras académicas, generando procesos organizativos abiertos,
dinámicos, horizontales que faciliten el tránsito de los estudiantes y los saberes
(Díaz, 2002). Esta forma de flexibilidad se desarrolla en la Universidad Yacambú, a
través de: la oferta de cursos acreditables previo ingreso del estudiante a estudios
de pregrado o postgrado, la movilidad académica e investigativa, la transferencia

131
de créditos, el reconocimiento de créditos, la acreditación de aprendizajes por
experiencia y acreditación de saberes.
- Flexibilidad curricular: refiere a diversificar las formas de organización del currículo
en cuanto a modalidades, tipos de cursos, estrategias, actividades y escenarios,
que faciliten operativizar los programas educativos. Se ocupa, de realizar un
proceso de revisión y actualización permanente de los currículos, con el propósito
de mantener su pertinencia social, ajustándolos o adecuándolos a las dinámicas
cambiantes de los saberes y exigencias del entorno e intereses de los estudiantes.
También describe, la apertura de los límites entre los diferentes campos y áreas de
conocimiento a los fines de fortalecer la integración conceptual y práctica.
Igualmente, diversificar la oferta de cursos y actividades prácticas que le permitan
al estudiante incrementar su capacidad de elección de cursos acordes a sus
necesidades e intereses (Díaz, ob.cit; Crosa y Soubirón, 2008).
o En el caso de la Universidad Yacambú, todas estas formas de flexibilidad curricular,
están contempladas desde su creación y plasmadas en el Proyecto Educativo
(1983). En este documento se plantean como estrategias para la flexibilidad
curricular las siguientes: salidas intermedias, presencia de electivas
interdisciplinarias en los planes de estudio, porcentaje moderado de prelaciones,
actualización continua de electivas, unidades curriculares interfacultades, carreras
paralelas, cursos auto dirigidos, revisión continua y sostenida de los programas
sinópticos para la actualización de contenidos.
- Flexibilidad pedagógica: se orienta a fortalecer el aprendizaje centrado en el
estudiante, por ello amerita de currículos centrados en el aprendizaje que faciliten
aprehender “diversas formas para la apropiación, socialización, reconstrucción y
producción del conocimiento” (Díaz, p.62). De hecho, el docente brinda al
estudiante contextos diversos para enseñar y roles diferentes para que él aprenda.
En el proceso enseñanza-aprendizaje, el docente ofrece variedad de modalidades
de aprendizaje (presencial, mixta, en línea), diversos materiales didácticos, planifica
distintas actividades o prácticas considerando las características individuales del
estudiante, como también diversifica las formas y estrategias de evaluación de los

132
aprendizajes, procurando de este modo que el estudiante aprenda a aprender,
desarrolle habilidades meta cognitivas, autonomía, toma de decisiones, capacidad
para personalizar y maximizar sus experiencias de aprendizaje.
Como puede observarse en los antes planteado, la flexibilidad como eje operativo
dota de cualidades a los programas académicos que se ofertan en esta casa de estudio,
con la finalidad que el estudiante disponga de procesos y procedimientos que le
permitan conformar su propio currículo, elegir alternativas que le faciliten diversificar su
proceso formativo y ampliar su visión como futuro profesional para alcanzar
competitividad nacional e internacional.
En el marco de las consideraciones expuestas y a los fines de sustentar las
implicaciones del presente eje operativo, en los procesos formativos que se desarrollan
en la Universidad Yacambú, a continuación, se describen sus características seguido
de la aplicabilidad de las mismas, como soporte para su ejecución.

Características principales del eje operativo flexibilidad


Integrado como principio curricular desde el proyecto educativo institucional y por
consiguiente en las normativas, facilita superar la rigidez académico-administrativa
y curricular que limitan la flexibilidad en todas sus formas
Favorece la incorporación a los procesos de enseñanza-aprendizaje de escenarios,
métodos y recursos pedagógicos que generan impactos favorables en el
aprendizaje del estudiante y promueven cambios, transformaciones, mejoras en el
quehacer académico universitario, conforme a las demandas y avances del entorno
sociocultural.
Se apoya en la investigación para valorar los procesos implícitos en las distintas
formas de flexibilidad que se ejecutan en la institución
Facilita opciones y escenarios de aprendizaje al estudiante que benefician y amplían
su formación como profesional, ciudadano y persona para lograr competitividad
nacional e internacional.
Favorece la internacionalización de los programas educativos y la movilidad del
estudiante según sus intereses y necesidades.
Promueve la actualización continua del personal docente, al permitir atender con
idoneidad la flexibilidad curricular y pedagógica.
Favorece la actualización constante de la oferta educativa y con ello la creación o
actualización de procesos y procedimientos académicos- administrativos de apoyo
a los fines de asegurar calidad académica.

133
Implicaciones del eje operativo Flexibilidad
De acuerdo a Malagón y otros (ob.cit), la flexibilización se ha ido
generalizando como una conducta organizacional, que envuelve la gestión
institucional arropando el currículo y los procesos pedagógicos, lo cual no solo
favorece la actualización continua de todos los programas académicos y procesos
formativos que se despliegan en el ámbito universitario, también facilita la apertura
institucional al entorno social y su internacionalización.
En tal sentido el enfoque de flexibilización asumido en el presente modelo
académico-curricular implica:
- Articular la flexibilidad a las políticas de docencia, extensión e investigación
institucionales como estrategia para promover cambios en el quehacer
académico y asegurar una real transformación universitaria.
- Superar la rigidez de estructura y funcionamiento administrativo, de manera de
apoyar la flexibilidad curricular y pedagógica.
- Crear una curricula flexible, abierta, que incremente en el estudiante su
capacidad de elección acorde a sus intereses personales y necesidades de
formación, además concilie con sus anhelos como futuro profesional para su
inserción exitosa en el campo laboral.
- Promover el estudio independiente, aprendizaje autónomo, la formación
interdisciplinaria y nuevas alternativas de enseñanza - aprendizaje tanto dentro
como fuera del aula, la autoevaluación y evaluación formativa.
- Incrementar en los planes de estudio el número de cursos complementarios
optativos y electivos, así como la disminución de prelaciones, facilitando al
estudiante el tránsito inter e intra carreras-programa.
- Promover flexibilidad en la estructura académico-administrativa, organización
curricular y prácticas pedagógicas.
- Construir una cultura institucional hacia la formación interdisciplinaria y el
trabajo intra e interdependencias como apoyo para gestionar las estrategias de
flexibilización que la institución establece.

134
- Configurar un sistema de créditos académicos, que fortalezca las propuestas
de flexibilización académica vinculadas con la acreditación, doble titulación,
transferencia de crédito y movilidad estudiantil.
- Crear un programa institucional de tutorías para la asesoría permanente a
estudiantes, que aspiran diversificar su proceso formativo mediante la movilidad
académica y/o la participación en redes académicas y de investigación.
- Fortalecer la infraestructura tecnológica y administrativa institucional.

Eje operativo Innovación Curricular

En el modelo educativo-2021, la innovación curricular junto a otros ejes,


dinamizan las estrategias y acciones requeridas para facilitar los procesos académicos-
administrativos, que ayuden a fortalecer la formación centrada en el aprendizaje del
estudiante y basada en competencias, por ser los pilares en los cuales la Universidad
Yacambú se respalda, con el propósito de atender las demandas de la actual sociedad
del conocimiento, ofrecer respuesta a las políticas emanadas de diversos organismos
nacionales e internacionales y contribuir con la formación de los profesionales de este
siglo XXI.
En este sentido, en el modelo educativo la innovación curricular se concibe como:
“Proceso generador de cambios en el desarrollo del currículo, a partir del
análisis reflexivo e involucramiento de docentes y estudiantes,
transformando sus concepciones y prácticas educativas, a los fines de
replantear escenarios, dinámica, estructura de los procesos de
enseñanza-aprendizaje para su mejora y evolución significativa” (p.36).

Evidentemente, desde esta perspectiva, la innovación curricular implica


cambios que producen mejora, significa recrear procesos, estructuras y prácticas
educativas para dar respuestas a necesidades vividas o emergentes con actores
educativos dispuestos a valorarlas e involucrarse de manera creativa, a los fines de
impulsarla y consolidarla. También, comprende la creación de nuevos
conocimientos, productos, procesos y evaluarlos continuamente, a fin de

135
reconducirlos o recomenzar, realizar ajustes, mejorar errores y asumir riesgos,
hasta alcanzar el éxito deseado.
Al respecto Díaz -Barriga (2010) plantea, que hablar de innovación curricular
amerita entenderla como la necesidad sentida de realizar cambios profundos tanto
en los modelos como en las prácticas sociales-educativas, a partir de la reflexión de
las personas involucradas. Resalta, que solo los estudiantes y docentes podrán
efectuar las transformaciones requeridas, pero solo desde la apropiación o el
empoderamiento de la innovación por parte de estos actores, será posible la
creación de nuevos conocimientos, procesos, productos y escenarios, necesarios
que favorezcan ejecutar y cristalizar la innovación.
Por su parte, De La Torre (1998) señala que la innovación curricular refiere,
particularmente, a la gestión del currículo, de hecho, procura cambiar y mejorar
algún aspecto determinado del currículo hasta lograr su realización. Por
consiguiente, responde a un proceso planeado, sistematizado e intencional tanto
personal como institucional, pues concretarlo requiere de una necesidad e interés
compartido y estrategias colaborativas que faciliten la gestión trasformadora hasta
llegar a su consolidación.
Guzmán D, Maureira O, Sánchez A y Vergara A (2015), proponen ciertos
criterios que caracterizan la innovación curricular en educación superior:
a. Participación: la innovación amerita de un gran número de actores educativos
quienes de manera colaborativa e integrada participan en el proceso de
construcción curricular desde sus inicios, en el desarrollo y seguimiento
correspondiente. La idea es que, en el rediseño curricular, se tome en cuenta a
los diversos actores educativos de la institución como también actores externos
para su validación
b. Sistematicidad e intencionalidad: todo proceso de innovación curricular ha de ser
organizado y planificado. Es fundamental diseñar una planificación estratégica
que defina propósitos, etapas, estrategias y acciones a realizar, como también
las formas de evaluar el proceso, a modo de reorientar hasta alcanzar los
resultados esperados.

136
c. Permanencia en el tiempo: lo que se aspira es que el diseño elaborado se
consolide. Sin embargo, su permanencia está sujeta al surgimiento de nuevas
necesidades de formación de profesionales que demanda el entorno.
Se observar en lo expuesto hasta ahora, el eje operativo Innovación Curricular,
se concibe en el marco de la gestión del currículo, por cuanto se reconoce la labor
del docente ante la tarea de innovar el currículo y su práctica. Es por ello, que en
atención a la vinculación de este eje con los otros ejes operativos, dado que
contribuye con la construcción de escenarios de aprendizaje creativos e
innovadores, se asume como la implementación por parte del docente de
estrategias, técnicas, recursos pedagógicos originales y variadas herramientas
tecnológicas digitales, con la finalidad de facilitar el aprendizaje de los estudiantes,
desarrollar su creatividad, capacidad creadora, mantener su motivación,
participación en el proceso educativo, fortaleciendo actitudes de apertura al cambio,
la renovación, emprendimiento, a la creación.
Dentro de esta perspectiva, la innovación del docente consiste en la integración
de nuevas y novedosas estrategias didácticas, que generan impactos favorables en
el aprendizaje de los estudiantes, que a la par mejoran el quehacer docente.
Alcanzar tal cometido, implica a criterio de Díaz Barriga (ob.cit), construir una cultura
institucional de la innovación …” que descanse en el desarrollo de comunidades de
aprendizaje profesional entre el profesorado” (p.45) para el trabajo y toma de
decisiones conjuntas que garanticen el cambio y mejora sostenible, tanto de los
procesos de enseñanza-aprendizaje como la labor del docente.
En razón de lo anterior y a los fines de sustentar las implicaciones del presente eje
operativo en los procesos formativos que se desarrollan en la Universidad Yacambú, a
continuación, se describen sus características seguido de la aplicabilidad de las
mismas, como soporte para su ejecución.

137
Características principales del eje operativo Innovación Curricular

Es un proceso continuo y evolutivo


Promueve la participación de los actores educativos con el fin de involucrarlos desde
el inicio hasta la consolidación de la propuesta de innovación
Suscita el consenso y la toma de decisiones que coadyuven en concretar la
innovación curricular y alcanzar el éxito deseado
Introduce la idea de cambio a partir de la propuesta de innovación curricular para el
mejoramiento continuo de la calidad educativa
Busca transformar las concepciones, ideas y prácticas escolares, replantear
escenarios, dinámica y estructura de los procesos que se desarrollan en el aula
Mejora el proceso formativo como también da respuesta a las demandas y
transformaciones sociales
Involucra al docente en la tarea de innovar el currículo y su práctica en el aula
Procura asegurar que el proceso formativo contribuya a la formación de
profesionales idóneos para alcanzar competitividad nacional e internacional

Implicaciones del eje operativo Innovación Curricular


- Participación e involucramiento por parte de los docentes en los procesos y
prácticas innovadoras a incorporar en la gestión del currículo
- Diversificar las experiencias y escenarios de aprendizaje, haciendo uso de
herramientas tecnológicas digitales y espacios académicos dentro y fuera del
aula
- Fortalecer el eje curricular Tecnologías de la Información y de la Comunicación
en el currículo como modalidad y escenario de aprendizaje y apoyo tanto para
desarrollar la innovación curricular y su socialización
- Fomentar la apertura hacia diversas modalidades de aprendizaje y uso por parte
del docente de novedosas estrategias didácticas orientadas a facilitar el
aprendizaje del estudiante
- Promover el reconocimiento y difusión de prácticas pedagógicas desarrolladas
por los docentes que han sido exitosas y han generado impactos favorables en
el aprendizaje del estudiante
- Adaptar los métodos, estrategias, recursos para el aprendizaje a las exigencias
de los nuevos paradigmas curriculares

138
- Formar al docente para innovación curricular, por ser actor principal en la
implantación de los cambios o mejoras en la gestión del currículo y su
concreción
- Aplicar estrategias didácticas como el aprendizaje basado en problemas,
aprendizaje orientado a proyectos, aprendizaje basado en retos y el método de
casos, con el propósito de desarrollar en el estudiante habilidades para abordar
problemas en escenarios reales y plantear soluciones. De esta manera, el
estudiante desarrolla competencias y se prepara para resolver problemas en su
entorno social-laboral, alcanzado así el propósito fundamental del enfoque
basado en competencias: aprender a aprender y aprender haciendo.
- Promover la investigación en el aula, la conformación de equipos docentes inter
y multidisciplinarios como estrategia para ensayar, aplicar, desarrollar y evaluar
innovaciones en el aula, acordes a las realidades educativas institucionales
- Replantear la concepción y técnicas de evaluación de los aprendizajes en pro
de respaldar la evaluación por competencias
- Fomentar la incorporación en el aula de recursos para promover la autogestión
y el aprendizaje colaborativo

Eje operativo Internacionalización

En la Universidad Yacambú, la internacionalización constituye un elemento


clave de su visión. Se concibe como una estrategia institucional orientada a mejorar
la calidad, competitividad y posicionamiento de la institución tanto en contextos
locales como globales. Al mismo tiempo, promueve la creación de escenarios y
espacios de aprendizaje que favorezcan en el estudiante el desarrollo de
competencias para desenvolverse en escenarios globales, lo que se traduce en una
mayor competitividad nacional e internacional y empleabilidad.
Es por ello, que en el modelo educativo-2021, la internacionalización
constituye un eje dinamizador, cuyas estrategias y acciones se encauzan a:
…” ofrecerle al estudiante escenarios educativos en países extranjeros,
que le permitan conocer e interactuar en otros contextos, le faciliten el

139
intercambio, la participación en redes académicas y de investigación a los
fines de desarrollar competencias para desempeñarse en escenarios
globales y fortalecer competitividad internacional”. (p.37).

Dentro de esta perspectiva, la internacionalización de la UNY promueve la


transferencia de saberes y talento humano con el propósito de crear espacios
compartidos para el intercambio de conocimientos y saberes, que se conviertan en
retornos perfeccionadores de nuestros programas educativos y así, ofrecer
respuestas efectivas a las demandas del entorno, desde lo local con visión global,
pertinencia social-ambiental y calidad académica a los fines de consolidar
competitividad institucional. De esta manera, se busca alcanzar una mejor visión del
mundo a los fines de proyectarse, dentro de redes y procesos colaborativos
internacionales.
Ahora bien, la internacionalización como eje operativo permea todas las
funciones sustantivas universitarias y por ende su currículo. Esto implica la inserción
de elementos interculturales e internacionales a los procesos académicos de
enseñanza, con prácticas pedagógicas orientadas a enriquecer el aprendizaje de
los estudiantes y potenciar el desarrollo de competencias globales para
desempeñarse exitosamente en un escenario mundial y multiculturalmente diverso,
que demanda profesionales con calidad académica capaces de afrontar los retos
locales y globales.
En este orden de ideas, Knight (2005) define la internacionalización de la
educación superior como “el proceso de integración de una dimensión internacional,
intercultural o global en el propósito, las funciones- en primer lugar de docencia,
investigación y servicio-y la provisión de educación superior” (p.40) Por su parte
Botero y Bolívar (2015) la conciben como un “proceso transversal de desarrollo e
implementación de políticas y acciones integradoras de las dimensiones
internacionales e interculturales a todos los aspectos universitarios…”pág. 41
De esta manera, la internacionalización se entiende como un proceso, que a
criterio de Ruiz (2000) “afecta todos los aspectos de la vida de una institución de
educación superior” (p140); permea todos los aspectos del quehacer universitario,

140
hecho que favorece el intercambio e interacción de saberes, tecnologías,
estudiantes, profesores, proyectos, programas, convenios de cooperación
interinstitucional, entre otros y con ello, atender de manera eficiente ciertos criterios
establecidos por comunidades académicas o científicas de carácter internacional.
Con la internacionalización, se aspira trascender los espacios locales y
consolidar marcos internacionales, que favorezcan la formación o actualización de
profesionales con las competencias que reclaman los nuevos tiempos, perfilados
por la globalización y ahora reconfigurados por la pandemia (Ruiz, ob.cit; Ramírez
Lozano ,2013).
Todas estas consideraciones, dejan claro que internacionalizar la universidad
implica la presencia de la dimensión internacional e intercultural en las funciones
sustantivas, acompañada de un conjunto de acciones y estrategias que, a nivel de
gestión, academia, extensión e investigación, den cuenta de un proceso transversal,
que contribuye con la formación integral de todos los actores educativos a partir de
su involucramiento activo e interactivo. Esto significa, tal como lo expresa el Modelo
Educativo de la Universidad de Sinaloa …” pensar la educación en un nivel de
competencia global, que, sin perder la identidad cultural, local y nacional, favorezca
la apertura académica a un mundo sin fronteras” (p.27).
Dentro de este orden de ideas y a los fines de sustentar las implicaciones del
presente eje operativo, en los procesos formativos que se desarrollan en la
Universidad Yacambú, a continuación, se describen sus características seguido de
la aplicabilidad de las mismas, como soporte para su realización.

Características principales del eje operativo Internacionalización

Constituye una visión interdisciplinaria orientada a crear una visión institucional


global e intercultural en respuesta a la globalización y mundialización
Amerita políticas y estrategias nacionales e institucionales que impregnen la misión,
visión de la educación superior y permeen de manera integral el quehacer
institucional
Implica internacionalizar los estudios, los campus, la organización, los proyectos y
planes de desarrollo; pues deben estar presente en la práctica académica,
investigativa y de extensión

141
Amplia los escenarios de aprendizaje del estudiante favoreciendo su formación
integral y el desarrollo de competencias sociales para su desenvolvimiento en
contextos internacionales.
Promueve el desarrollo de competencias globales e interculturales, a través de los
programas de intercambio académico e investigativo
Facilita la integración académica regional, la movilidad académica, el
reconocimiento de los trayectos formativos y la producción de conocimientos a partir
de la cooperación institucional
Proyecta y posiciona a la universidad en el contexto local y global
Propicia el acceso a otros y nuevos esquemas de docencia, extensión e
investigación

Implicaciones del eje operativo Internacionalización

- Diseño de programas formativos y perfiles académicos -profesionales acordes a


criterios internacionales y tendencias globales
- Internacionalizar los procesos de enseñanza-aprendizaje, esto incluye la
incorporación de temas internacionales en las unidades de aprendizaje, el uso de
estrategias, técnicas, espacios, recursos y herramientas digitales innovadores,
como también la participación de docentes e investigadores de universidades del
extranjero
- Promover la movilidad docente a través de proyectos de investigación
internacionales e internacionalización de su propia enseñanza, de manera de
conformar una planta profesoral con perfil internacional
- Fomentar la movilidad académica de estudiantes y el desarrollo de carrera del
talento humano, especialmente de docentes e investigadores.
- Incorporar en todos los planes de estudio el aprendizaje de un segundo idioma
específicamente el idioma inglés, de manera que el estudiante pueda interactuar
con pares o docentes en el extranjero durante su trayectoria formativa y como
futuro profesional
- Crear programas de formación en idiomas como francés, portugués o alemán a
fin de favorecer la formación multilingüe de nuestros futuros egresados

142
- Formar a docentes e investigadores, personal académico-administrativo en lo
referente a internacionalización e interculturalidad, atención internacional y
manejo del idioma inglés, entre otros.
- Promover y apoyar la incorporación de los profesores e investigadores en redes
de colaboración internacional, participación en eventos académicos
internacionales, publicación y difusión de productos académicos e investigativos
- Fortalecer los procesos y procedimientos académico-administrativos para la
doble titulación, acreditación de aprendizajes y transferencia de créditos.
- Suscitar el uso de las TIC en la creación de escenarios que faciliten el intercambio
de experiencias con docentes y estudiantes de universidades en el extranjero
durante su trayectoria formativa.
- Aperturar programas para recibir estudiantes internacionales como estrategia
para ir configurando institucionalmente ambientes multiculturales.
- Incorporar los créditos académicos en los programas formativos de pregrado y
postgrado de manera de homologarnos y atender a los criterios internacionales.
- Internacionalizar el currículo de la Universidad Yacambú.

143
Gráfico No. 3 Integración de componentes y Ejes Dinamizadores

144
Grafico No. 4 Ejes del Modelo Curricular

145
PARTE IV

ACTORES Y PROCESOS DEL MODELO ACADÉMICO CURRICULAR

Distintos actores juegan un papel importante en la puesta en marcha del


proyecto curricular, uno de los que ha sostenido esta posición es Schwab (1970)
quien planteó la necesidad de participación de determinados personajes en la
deliberación y toma de decisiones respecto al currículo, entre ellos señala a:
profesores, especialistas en las materias o disciplinas, estudiantes, expertos
curriculares y aquellos que representan a la sociedad o comunidad.
Hoy en día lo antes planteado, toma relevancia al reconocerse que los
tomadores de decisiones, como los directivos, docentes, estudiantes y miembros de
la sociedad son responsables de la gestión académico-administrativa a distintos
niveles, jugado un papel relevante en la posibilidad de llevar a buen puerto un
proyecto curricular. Todo esto se sustenta en el principio estipulado por Schwab
(1970), de los llamados referentes comunes del currículo y la noción de currículo
participativo, donde se afirma que, si los actores de la institución educativa quedan
rezagados o al margen del proyecto curricular, se producirá un “punto ciego” que
terminará por socavar el proyecto, dado que no habrá apropiación del currículo y
menos aún compromiso por llevarlo a la realidad del aula y generar procesos de
transformación e innovación.
La clave del éxito del Modelo Educativo está en la participación de los
diferentes actores educativos, donde estudiantes, docentes/facilitadores, personal
administrativo/directivo y otros de apoyo, cumplen un papel que se complementa,
cada uno con su liderazgo para transformar las condiciones psicológicas,
pedagógicas, físicas y de infraestructura, necesarias para que se logre la formación
integral.

146
El Docente

En los modelos educativos centrados en los estudiantes, la figura del docente


es consistente con el enfoque donde él es facilitador/mediador de aprendizaje.
Ubicar su función en una relación educativa influida por las vicisitudes actuales,
plantea varias interrogantes: ¿cómo sería la función docente en una propuesta
curricular centrada en el aprendizaje? ¿qué debe hacer el docente para que el
alumno sea más responsable de sus aprendizajes? ¿cómo es un docente que se
preocupa por establecer las condiciones adecuadas para que los alumnos aprendan
desde sus circunstancias personales, académicas y culturales? y ¿cómo debe ser
un docente que se preocupa porque el estudiante aprenda a aprender, antes que
aprender contenidos específicos?
Al considerar estas interrogantes nos damos cuenta de la complejidad de las
responsabilidades docentes. Es innegable que en las últimas décadas la función
docente ha sufrido modificaciones. Para Zabalza (2003) en la actualidad aparece
una función diferente; no basta con dominar la materia y establecer las condiciones
bajo las cuales sucede el aprendizaje; ahora, al igual que el estudiante, al docente
se le exige mayor participación y responsabilidad. Además, debe interesarse por el
aprendizaje, preocuparse por las conclusiones en las que llegan los estudiantes; en
pocas palabras, además de interesarse en la enseñanza, también requiere
centrarse en el aprendizaje. Esto le obliga a asumir nuevos retos y roles como los
de facilitador, tutor, mediador.
En la Universidad Yacambú, por centrar su aprendizaje en el estudiante, el
nuevo papel del docente consiste en la creación y coordinación de ambientes de
aprendizaje, donde facilite un conjunto de actividades que les apoyen en la
comprensión de los programas de estudio, apoyados en relaciones de colaboración
con los compañeros, él mismo y sus pares.
Es decir, el docente actúa como facilitador/mediador, ubicándose más allá del
modelo de profesor informador y explicador del modelo tradicional. Esto supone que
pueda seleccionar adecuadamente los procesos básicos del aprendizaje y organizar

147
la mediación a su desarrollo, a través del uso de diversas estrategias (Gutiérrez,
2009:1).
Ahora bien, su papel es encauzar a los estudiantes en la gestión del proceso de
aprendizaje, guiarlos por las estrategias que él mismo diseña para lograr el
desarrollo de sus competencias; buscar espacios cercanos a la realidad que se
desarrollen actividades que permitan la integración de los saberes conceptuales,
habilidades y valores. Ante tales propósitos, el docente debe identificar las
potencialidades del estudiante, al mismo tiempo sus problemáticas para reflexionar,
y de esta forma promover procesos mentales complejos que contribuyan en su
formación integral y aprendizaje significativo.
De igual forma en su práctica retoma lo contextual, un marco para el diseño y
planificación del proceso de aprendizaje, vinculándolo con los problemas y
necesidades reales; establece diversas estrategias donde el estudiante participa
activamente frente a la situación laboral que se vive cotidianamente; lo motiva
mediante diversos mecanismos que le ayudaran a incorporarse activamente al
proceso que vivirá para enriquecer su formación; define mecanismos e instrumentos
con los que evalúa el aprendizaje. En ese sentido, su papel es trascendental al
asumirse como diseñador y facilitador/mediador en la interacción con los
estudiantes en el logro de los perfiles deseados.
Desde esta perspectiva, el docente facilitador/mediador es reflexivo de su
propia práctica, lo que le permite autoevaluarse, realimentarse y buscar diversas
formas de actualización constante que le acerquen al conocimiento disciplinar y
pedagógico del momento. Su interés por profesionalizarse en la docencia le permite
estar al día en los avances, además conformar academias o redes de trabajo con
sus pares en las que participa activamente. Por su parte, el liderazgo del
docente/facilitador es crucial para lograr transformar el hecho educativo, retomando
los principios del constructivismo social en su práctica docente y el enfoque por
competencias al diseñar los programas de estudio (Zabalza, 2003).
De igual manera, el mismo autor señala que todo lo planteado anteriormente,
puede representar un gran reto para los profesores de nivel superior, la mayoría de

148
los cuales no fueron formados pedagógicamente para ser docentes. Para centrar el
aprendizaje en el alumno no es suficiente con reconocerlo como persona, se debe
tener en perspectiva al sujeto que está en posibilidades de adquirir nuevos
conocimientos, que entabla una relación educativa de manera intencional con otra
persona que voluntariamente asume que le puede ayudar a aprender.
Por lo mismo, centrarse en el estudiante trasciende la sola intención de
establecer condiciones para que el sujeto que aprende se “sienta a gusto”. Al
propiciar el aprendizaje, se debe no sólo pensar en el alumno como un sujeto que
aprende, de forma alegre y cómoda, sino también reconocer que el aprendizaje
implica algunos momentos difíciles, en los que él tiene que echar mano de sus
conocimientos académicos, culturales y experiencia, incluyendo sus limitaciones y
certezas.
De allí que el docente UNY debe tener las competencias que le posibiliten, en
suma, transformar su entorno (aula, institución y contexto social), acompañado de
la búsqueda de experimentación crítica, de interés y trabajo solidario, generosidad,
iniciativa y colaboración, para contribuir de forma directa al perfil de egreso que
deben alcanzar los estudiantes.

El Estudiante

Algunos autores como McCombs y Whisler (2000) consideran que en el


enfoque de “educación centrada en el aprendizaje” la concepción educativa
trasciende el aula tomando en cuenta una serie de elementos sociales que rodean
el proceso enseñanza aprendizaje, la presencia de factores afectivos y cognitivos.
El estudiante, es concebido como el sujeto que, además de disponer de
características para el aprendizaje, también es considerado “persona”. Es el agente
central del proceso de aprendizaje, concebido como sujeto activo, capaz de
construir conocimientos a través de las acciones.
Por ello, el estudiante UNY, se le reconoce como una persona en la que
influyen sus dimensiones biológicas, ética, espiritual, cognitiva, afectiva,

149
comunicativa, estética, corporal y socio-política, por lo que es capaz de ser
protagonista de su propio desarrollo y adquirir las competencias que se plantean en
el perfil de egreso; su papel es activo, lo que le hace tomar el liderazgo de su propio
desarrollo y hacer aportes que enriquecen el ambiente educativo.
Se proyecta como un ser propositivo, emprendedor y entusiasta, a la vez que
crítico y reflexivo de su propio trabajo y entorno, lo que le permite aprender
significativamente de manera colaborativa, participativa y abierta conformando
equipos de trabajo, todo ello en torno del desarrollo de sus competencias. Está
consciente de su realidad, necesidades y problemáticas que debe resolver, por ello
se acerca a solicitar servicios educativos, para fortalecerse y estar en posibilidades
de tomar las mejores decisiones e incorporarse socialmente como ente productivo.
De esta manera, se rechaza la concepción del estudiante como un simple
receptor o reproductor de los saberes por cuanto de él depende, en última instancia,
la construcción del conocimiento, aun cuando el aprendizaje sea una actividad que
entraña procesos que se producen tanto individual como social. Este aprendizaje
desde una visión constructivista centrado en la estudiante crea un proceso
dinámico, en el cual se espera que el estudiante sea capaz de construir significados
por sí mismo, además atribuir sentido a los contenidos por aprender en diferentes
situaciones y circunstancias, lo que equivale a “aprender a aprender”.
Es importante señalar que, dotar de significatividad a los aprendizajes es un
proceso complejo que implica que el estudiante construya gracias a la ayuda
pedagógica recibida y al uso de sus recursos cognitivos, interpretaciones
significativas y valiosas de los contenidos revisados; de igual manera que sea capaz
de atribuir un valor funcional a las interpretaciones, con relación a la utilidad que
estos aprendizajes puedan tener en el futuro.
Ahora bien, para que esto se concrete y el estudiante se responsabilice
progresivamente de su propio proceso de aprendizaje, se debe fomentar la
autonomía intelectual y moral, la memorización comprensiva y aplicación de lo
aprendido, así como los procesos de individualización y socialización. No se debe
perder de vista que, si bien es cierto el estudiante es responsable de construir su

150
conocimiento al atribuir significado a los contenidos curriculares, es el docente quien
orienta dicha construcción en una determinada dirección, al estructurar experiencias
significativas que promueven, en mayor o menor medida, el desarrollo cognoscitivo
del estudiante.

Los Procesos de Enseñanza-Aprendizaje

El proceso de enseñanza y aprendizaje es aquel que se produce de un modo


intencionado, tanto por parte del profesor como del alumno. En este sentido, los
docentes deben planificar las actividades y generar estrategias didácticas que se
van a poner en marcha en el contexto institucional encaminadas a provocar el
aprendizaje (Coll, 1988: 131-142).
Por otra parte, Zabalza (2003), considera que la enseñanza no puede entenderse
más que en relación al aprendizaje; esta realidad relaciona no sólo a los procesos
vinculados a enseñar, sino también aquellos vinculados a aprender, la
reconsideración constante de los procesos y estrategias a través de los cuales los
estudiantes llegan al aprendizaje. Quedando así, planteado el proceso enseñanza
aprendizaje como un sistema de comunicación intencional que se produce en un
marco institucional y en el que se generan estrategias encaminadas a provocar el
aprendizaje.
La Universidad Yacambú entiende el proceso de enseñanza aprendizaje como
un proceso constructivo, social y comunicativo; en él participan activamente tanto el
docente y los estudiantes elaborando versiones de la “realidad” más o menos
compartidas por todos. Día a día, el conocimiento se produce, transforma y circula
en la interacción discursiva entre docentes y estudiantes. Unos y otros conversan
en el aula haciendo explícitas sus concepciones y creencias acerca de la “realidad”
que les rodea. Estas ideas no siempre coinciden entre sí, ni con lo que
científicamente es considerado como “verdadero”, y entran en conflicto unas con
otras produciéndose lo que hemos denominado conflicto sociocognitivo. Mediante
las actividades diarias y con el apoyo y/o ayuda ajustada del docente, se van

151
negociando nuevos significados comunes a todos, creándose y desarrollándose
contextos mentales compartidos que suponen una adquisición, por parte de los
estudiantes, de modos discursivos cada vez más cercanos a los de las disciplinas
académicas que son el referente conceptual en el aula.
El enfoque del trabajo docente en dicho proceso, en el marco del Modelo
Académico de la Universidad Yacambú, privilegia el aprendizaje de los estudiantes
sobre la enseñanza; el estudiante tiene que contar con las condiciones adecuadas
para adquirir la competencia de aprender a aprender, por otra parte, el profesor
mediante la promoción de ambientes de aprendizaje en las diferentes modalidades
educativas debe enseñar a los estudiantes a aprender y a pensar.
En este sentido, el Modelo Académico de la Universidad Yacambú destaca la
importancia del aprendizaje significativo, así como la transformación real de las
prácticas institucionales. Los primeros involucrados deben ser los docentes,
quienes tienen la responsabilidad de facilitar que el aprendizaje se dé efectivamente
en el entorno y las características en las que se desarrolla el plan de estudios,
cualquiera que sea el tipo o nivel de educación formal en que se encuentren
inmersos. La tarea del docente es intervenir para que las prácticas sean mejores y
aquellos estudiantes que no desarrollen las habilidades de estudio adecuadas, o
que las practican deficientemente, las adquieran o desarrollen aún más.
Es por ello que los docentes en este proceso de aprendizaje, deben asumir la
función de organizar, motivar y coordinar lo necesario, y así lograr educar
integralmente con participación de los estudiantes, en lo cual se considerar: a) los
valores y principios planteados en el modelo educativo; b) actividad dialógica y
crítico reflexiva; c) experiencias cercanas a los intereses de las y los estudiantes; d)
investigación y actualización permanente; e) integración de saberes: teóricos,
prácticos y actitudinales; f) entornos de empoderamiento de los estudiantes,
reconociendo sus talentos y apoyándoles para hacer posible su éxito (Coll, C.,
1990).
Ahora bien, el proceso de aprendizaje en el Modelo Académico de la
Universidad Yacambú debe centrarse en el estudiante y privilegiar el

152
autoaprendizaje y desarrollo de competencias generales, básicas, investigativas y
específicas de la profesión; de allí que es importante que el docente le ayude a
descubrir y utilizar las estrategias de aprendizaje pertinentes y efectivas, con la
finalidad de ajustar su comportamiento a las exigencias de las tareas
encomendadas y las circunstancias en que se producen.
En congruencia con la premisa que es el estudiante la persona responsable
de su aprendizaje, a él se le favorece mediante un proceso dialógico, los principales
métodos y estrategias para el aprendizaje y desarrollo de competencias los cuales
le permitirán un proceso autorregulado, reflexivo y colaborativo. Entre estos
métodos se encuentran el aprendizaje basado en problemas, el método de
proyectos, el análisis de casos, el aprendizaje colaborativo, modelado, simulaciones
y prácticas situadas en contextos reales.
Con respecto a las estrategias de aprendizaje ellas vienen a ser acciones
educativas conscientes e intencionales, dirigidas a un objetivo relacionado con el
aprendizaje. Se componen de actividades, técnicas, dinámicas de enseñanza y
aprendizaje, entre otras, que requieren de una adecuada planeación didáctica. Es
importante favorecer el uso de aquellas que ayuden al estudiante en el
establecimiento de metas de aprendizaje y procesos para su logro, así como
aquellas que le permitan reflexionar sobre el resultado (metacognición) con la
intención de propiciar el aprendizaje autónomo y la autorregulación. Por lo tanto, las
estrategias de aprendizaje son ejecutadas por el estudiante, la tarea del docente es
diseñar y facilitar ese proceso.
De este modo, las estrategias de aprendizaje son diversas, pueden aplicarse
en diferentes contextos y para distintos propósitos. Cada estudiante podrá
desarrollar aquellas que se adapten mejor a su propio estilo de aprendizaje o a las
características del trabajo que realiza en un momento determinado de su formación.
Por lo tanto, los docentes deben conocerlas y dominarlas, porque así estarán en
condiciones de incorporar las estrategias de aprendizaje más adecuadas a su tarea
educativa diaria.

153
En conclusión, las estrategias dentro del proceso de aprendizaje deben ser
diversificadas y favorecer que en ellas se involucre la reorganización del
conocimiento, la puesta en marcha del pensamiento crítico y la solución de
problemas. Entre estas estrategias se pueden mencionar: mapas mentales y
conceptuales, ensayos, debates, cartografías, foros de discusión, entre otros y una
multiplicidad de herramientas tecnológicas que facilitan el proceso.
En este mismo proceso, también la investigación se convierte en una
herramienta fundamental para el aprendizaje, como medio que genere nuevo
conocimiento y sustento en la intervención o solución de problemas. Desde esta
perspectiva, tomando en consideración lo planteado en el Modelo Educativo y en el
Modelo Académico la investigación puede ser incluida en el proceso de aprendizaje
como: investigación formativa, formación para la investigación e investigación
científica y tecnológica; en este sentido, ello lograra consolidar la formación integral,
fortalecer la autonomía y autorregulación en el estudiante, desarrollar en él la
capacidad de conocer y aprehender de manera de transformar su propia persona y
el entorno, propiciar el desarrollo de su auto perfeccionamiento, desarrollar
competencias investigativas y “aprender a aprender”.

La evaluación de los aprendizajes

La evaluación es entendida como el estimar, apreciar el valor de algo, la cual


implica un proceso donde se recoge información sobre el aprendizaje del estudiante,
aplicando ciertos criterios de calidad y, por último, emitiendo un juicio sobre dicho
aprendizaje (Salinas, 2007). Otros autores entienden la evaluación como aquella
que abarca el conocimiento, las habilidades y predisposiciones requeridas para
apoyar el aprendizaje a lo largo de la vida. Así mismo, se defiende una “evaluación
orientada al aprendizaje” que se compone de los siguientes elementos básicos:
participación activa del estudiante, retroalimentación prospectiva y tareas auténticas
(Rodríguez & Ibarra, 2012).

154
Ahora bien, es importante señalar que la concepción de la evaluación que se
asume, así como los procedimientos para llevarla a cabo, deberán adaptarse a la
filosofía del Modelo Educativo de la Universidad con relación a las nuevas formas
de aproximación al conocimiento y los roles establecidos de estudiantes y
profesores; pues estos enfoques educativos inciden directamente en la evaluación.
Si los estudiantes construyen y aprenden de cierta manera, la evaluación debe
proveerles oportunidades para aplicar su propio aprendizaje en situaciones lo más
reales posibles que reflejen sus actividades diarias de manera auténtica.
El currículo estructurado con base en competencias requiere que el estudiante
sea capaz de realizar tareas significativas en el mundo real, con el que se
encontrará al egresar, entonces, las actividades de aprendizaje y evaluación
deberán reproducir los retos de este mundo real. El interés principal que se persigue
a través de la evaluación basada en competencias es valorar el desempeño real del
estudiante, sintetizando los conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y
valores involucrados en una actividad, utilizando métodos capaces de producir
evidencias que comprueben el logro de los aprendizajes.
Los procesos de evaluación deberán adaptarse al tipo de unidad de
aprendizaje y a las competencias que se pretenden desarrollar en cada una de ellas,
debiendo quedar plasmados en los programas analíticos correspondientes, para lo
cual es indispensable el trabajo colegiado y la organización académica. Por lo tanto,
los criterios de desempeño son guías o principios mediante los cuales se juzga o
evalúa la ejecución de un estudiante, describiendo lo que se busca en la realización
de evidencias o productos que genera. De los desempeños se prosigue establecer
un proceso de evaluación lo más claro y consistente posible mediante criterios de
evaluación explícitamente definidos.
Para la Universidad Yacambú, quien adopta el enfoque socio formativo
propuesto por Tobón (2013), asume la evaluación de los aprendizajes por
competencia; ella según Zabalza (2002) es un proceso de retroalimentación,
determinación, idoneidad y certificación de aprendizajes de los estudiantes en
relación con las competencias de referencia, mediante el análisis del desempeño

155
de los estudiantes en tareas y problemas pertinentes. De esta forma la universidad
la define como un proceso de recogida de evidencias (a través de actividades de
aprendizaje) y formulación de valoraciones sobre la medida y naturaleza del
progreso del estudiante, según unos resultados de aprendizaje esperados.
En consonancia con el Modelo Educativo, el Modelo Académico también
centrado en el estudiante, asume la evaluación del aprendizaje como un aspecto
fundamental para alcanzar los niveles de calidad deseados; por ello, además de la
evaluación del proceso formativo que lleva a cabo el docente, será necesario
establecer mecanismos para una valoración más global que permita identificar las
competencias alcanzadas por los egresados del sistema, desde diferentes
perspectivas y distintos momentos de los procesos de enseñanza y aprendizaje,
que favorece especialmente a los estudiantes para que sus conocimientos sean
más amplios, significativos y profundos, a los docentes, para que su actividad
didáctico-pedagógica resulte más pertinente.
En el Modelo Académico, lo que corresponde a la evaluación de
competencias, se considera necesario atender la demostración del dominio
alcanzado durante el desempeño, en lo cual se valore el nivel de integración de
conocimientos teóricos, habilidades-destrezas (prácticos) y actitudes. Es necesario
que esta valoración se corresponda con el propósito académico establecido, así
como con las características y el contexto en que se realizan las tareas; es
importante también, que los docentes establezcan los criterios e indicadores de
calidad y nivel de dominio a alcanzar en sus cursos.
El docente, con la finalidad de evaluar una competencia de manera integral,
debe utilizar métodos, técnicas e instrumentos de evaluación acordes con lo que se
pretende evaluar: la transferencia de saberes conceptuales, procedimentales y
actitudinales en desempeños profesionales. De acuerdo con esto, entre los métodos
de aprendizaje situado que se consideran pertinentes para evaluar competencias,
se encuentran los siguientes: a) aprendizaje basado en proyectos, b) estudio de
casos, c) solución de problemas, d) prácticas situadas, e) aprendizaje servicio

156
(learning service), f) investigación tutelada y g) aprendizaje basado en retos, entre
otros.
A su vez, según el propósito instruccional de los métodos de aprendizaje, se
puede optar por una serie de técnicas y dinámicas, estrategias de evaluación del
logro del aprendizaje de los estudiantes, tales como: a) debates, b) bitácoras de
observación, c) experimentos tecnológicos, d) entrevistas, e) juego de roles, f)
portafolio de evidencias, g) organizadores gráficos, entre otras alternativas de
evaluación.
La evaluación se convierte en un proceso continuo privilegiando la formativa a
lo largo del periodo académico con el propósito de ir valorando el desempeño de
manera paulatina, diversa y sostenida. La evaluación no recae solo en el docente
(heteroevaluación) sino también en los pares (coevaluación) y en los mismos
sujetos de aprendizaje (autoevaluación), lo que enriquece y hace más objetivo el
proceso de evaluación de los aprendizajes.
La aplicación de estas técnicas conlleva a su vez, el uso de los instrumentos
de evaluación de aprendizajes clásicos y aún pertinentes como son los exámenes
objetivos de opción múltiple, igualmente los de identificación de componentes a
través de figuras, ordenamiento o jerarquización, asociación de hechos,
complementación de frases; además de los de respuesta abierta, tipo ensayo, de
procedimiento y respuesta directa; pero incorporando a las prácticas educativas el
uso de rúbricas, listas de cotejo, escalas de estimación entre otros, que arrojen
realimentación integral, válida, confiable y transparente acerca del desempeño del
estudiante.
Por lo tanto, la metodología de evaluación del enfoque por competencias
considera desde los agentes que evalúan (autoevaluación, coevaluación,
heteroevaluación, evaluación externa), hasta las evidencias de conocimiento,
desempeño o producto (proyectos, casos, exámenes objetivos, exámenes abiertos,
ensayos, debates, pruebas de laboratorio, entre otros); los instrumentos que
especifiquen los criterios bajo los cuales se va a evaluar (rúbricas, listas de cotejo,
listas de observación, diarios de campo, entre otros); así como los diversos

157
momentos (diagnóstica, formativa, sumativa). En suma, es la diversificación de
agentes, momentos e instrumentos, que permiten evaluar el desarrollo de las
competencias, otorgando información y realimentación valiosa a los estudiantes
sobre su proceso de aprendizaje.

Grafico No. 5 Modelo Académico

158
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163
GLOSARIO

Modelo Académico-Curricular
Se concibe como el conjunto de elementos conceptuales- procedimentales que
integra los componentes filosóficos, teóricos, pedagógicos, presentes en el modelo
educativo. Equivalentemente, define la práctica de dichos componentes y el
desarrollo de los ejes dinamizadores para su instrumentación en los programas
educativos de pregrado, postgrado y educación continua, orientados hacia la
formación humanista e integral y basada en competencias, con el propósito de
formar profesionales, investigadores, lideres, emprendedores para desempeñarse
con idoneidad en contextos nacionales e internacionales.

Dimensión Orientadora del Modelo Académico-Curricular


Representa el enfoque curricular y pedagógico asumido por la Universidad
Yacambú para la formación profesional. Estos enfoques conforme a los
componentes que integran el modelo educativo son: proceso educativo centrado en
el aprendizaje del estudiante, formación basada en competencias y formación
integral.

Dimensión Integradora del Modelo Académico-Curricular


Establece procesos formativos que articulados con la dimensión orientadora
favorecen la formación integral y el desarrollo de competencias profesionales. En
correspondencia con el modelo educativo, los componentes que conforman esta
dimensión son: inter y transdisciplinariedad, tecnología en los procesos formativos
e investigación.

Dimensión Contextual del Modelo Académico-Curricular


Constituye los procesos y estrategias de acción, conducentes a garantizar el
desarrollo continuo del estudiante y del profesional egresado para vincularse, actuar
e interactuar con el entorno de manera idónea, ética y socialmente responsable. En
conformidad a lo establecido en el modelo educativo, los componentes de esta
dimensión son: educación continua, pertinencia y responsabilidad social.

Ejes curriculares integradores


Se conciben como una estrategia formativa que posibilita a través de un conjunto
de unidades curriculares afines e integradas entre sí, generar espacios de
aprendizaje articulados y contextualizados de manera que el estudiante a través de
procesos reflexivos y prácticos, aborden la realidad de un modo global e integre
saberes y conocimientos para la resolución de problemas, la creación intelectual y
el aporte consciente, comprometido e idóneo de conocimientos al contexto laboral-
social.

164
Eje Curricular Vinculación con el entorno
Como eje curricular sitúa al estudiante en contextos reales que le permiten expresar
sus competencias disciplinares para la resolución de los problemas del entorno, de
manera de fortalecerlas, potenciarlas o adquirir nuevas habilidades y destrezas
como futuro profesional.

Eje Curricular Investigación


Como eje curricular tiene como propósito, que el estudiante a lo largo de su
trayectoria formativa desarrolle competencias investigativas para el abordaje y
búsqueda de respuestas a problemas de naturaleza teórico, epistemológico dentro
del ámbito de una disciplina o problemas teóricos-prácticos dentro de un área de
conocimiento vinculada con su formación como profesional o problemas socio
ambientales propios del entorno social-laboral donde se encuentre inmerso.

Eje Curricular Tecnologías de la Información y de la Comunicación


Como eje curricular formativo, se convierte en un medio para articular a través de
todas las unidades curriculares del plan de estudio el desarrollo en el estudiante de
habilidades comunicativas, digitales e informacionales, por cuanto su uso en los
ambientes formativos promueve desarrollar capacidades para la comunicación
asertiva; habilidades, actitudes y valores que le faciliten desenvolverse de modo
activo-participativo en entornos virtuales de aprendizaje, laborales, sociales y
destrezas para seleccionar, también las herramientas tecnológicas más adecuadas
que le permitirán accesar a la información requerida, valorarla críticamente e
incorporarla como conocimiento, atendiendo criterios legales , económicos, sociales
y éticos

Ejes transversales
Constituyen conceptos e instrumentos de carácter global e interdisciplinario insertos
en todo el currículo académico para la formación humanista del estudiante y en
valores éticos-morales, de manera de garantizarles una educación integral e
integrada con la realidad.

Eje Transversal Liderazgo


Orientado a desarrollar competencias en el estudiante desde la reflexión crítica, que
lo conduce al autoconocimiento de sus potencialidades, con el propósito de influir,
motivar, incentivar e inspirar el cambio en las conductas de las personas y
actividades que realizan, para guiar sus esfuerzos y motivaciones hacia el logro de
metas compartidas en pro del bienestar personal y colectivo.

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Eje Transversal Sentido humano
Representa una estrategia curricular que ayuda a crear puentes de unión entre el
saber, saber ser y el saber vivir, por cuanto procura desarrollar y fortalecer
competencias en los estudiantes para que posibilite la construcción del diálogo, la
convivencia en la diferencia, la interdisciplinariedad, apertura a los sentimientos
propios y ajenos, en suma, una formación comprometida con un modo de actuar
que dé sentido moral al quehacer profesional.

Eje Transversal Emprendimiento


Como eje transversal pretende desarrollar, potenciar, fortalecer en los estudiantes
espíritu y habilidades emprendedoras, creativas e innovadoras, donde aprenda a
generar y desarrollar ideas novedosas, útiles, valiosas, que expresas en propuestas
empresariales o sociales favorezcan la generación de empleos y fortalezca su
proyecto ético de vida, en pro de la mejora continua tanto de su entorno como de la
sociedad.

Eje Transversal Ético- formativo


A través de este eje, se forma profesionales y ciudadanos éticos quienes desde una
actitud crítica-constructiva promueven en su entorno personal-profesional el
desarrollo de valores básicos para la vida y la convivencia, así como la construcción
de espacios colectivos en los cuales se promueve el dialogo, la tolerancia, el
respeto, la equidad y la solidaridad, para lograr transformar efectivamente la
sociedad y alcanzar un futuro sostenible para todos.

Eje Transversal Ambiente


Desarrolla en el estudiante competencias para comprender y proyectarse en la
problemática socio ambiental, entender los procesos sociales en estrecha
interacción con la realidad de manera de participar responsablemente, en la
prevención y solución de situaciones ambientales. Enfatiza en la formación de
estudiante para abordar un problema ambiental con los saberes de varias disciplina,
áreas o campos de manera de lograr una comprensión integral del tema y plantear
su solución como también en valores orientados al respeto, protección y cuidado de
los recursos naturales. De este modo atiende la problemática ambiental con
compromiso y responsabilidad, como vía para aportar en la construcción de una
cultura que contribuya al desarrollo humano integral y ambientalmente sostenible.

Ejes operativos
Se entienden como el conjunto de estrategias y acciones, orientadas a replantear
escenarios y ampliar opciones que agregan valor a los procesos formativos e
influyen en el desarrollo curricular, con la finalidad de alcanzar la formación integral
por competencias del estudiante de la Universidad Yacambú, como también
desarrollar en ellos, competitividad internacional para desempeñarse de manera
exitosa en contextos globales

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Eje Operativo Flexibilidad curricular
Se concibe como uno de los elementos dinamizadores del modelo, que orientan las
estrategias y acciones de los procesos académicos- administrativos a desarrollar en
la Universidad Yacambú. Refiere a ofrecer un currículo abierto y flexible que le
ofrezca al estudiante opciones sobre el cómo, cuándo y dónde estudiar, además de
diversas modalidades de aprendizaje (línea, mixta, presencial y virtual), con apoyo
de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Significa, flexibilidad en
el plan de estudio y en las experiencias de aprendizaje, de manera que el estudiante
personalice su trayectoria formativa y maximice sus experiencias de aprendizaje
con el apoyo de las TIC.

Eje Operativo Innovación curricular


Proceso generador de cambios en el desarrollo del currículo, a partir del análisis
reflexivo e involucramiento de docentes y estudiantes, transformando sus
concepciones y prácticas educativas, a los fines de replantear escenarios, dinámica,
estructura de los procesos de enseñanza-aprendizaje para su mejora y evolución
significativa

Eje Operativo Internacionalización


Estrategia institucional orientada a mejorar la calidad, competitividad y
posicionamiento como institución de educación superior tanto en contextos locales
como globales; promueve la creación de escenarios y espacios de aprendizaje que
favorezcan en el estudiante el desarrollo de competencias para desenvolverse en
escenarios globales, lo que se traduce en una mayor competitividad nacional e
internacional y empleabilidad. Habilita al estudiante escenarios educativos en
países extranjeros, que le permitan conocer e interactuar en otros contextos, le
faciliten el intercambio, la participación en redes académicas y de investigación a
los fines de desarrollar competencias globales.

El docente
Facilitador y mediador de aprendizajes en el estudiante. Su papel es encauzarlo en
la gestión del proceso de aprendizaje, guiarlos por las estrategias que él mismo
diseña para lograr el desarrollo de sus competencias. Se ocupa de crear espacios
cercanos a la realidad y experiencias de aprendizaje donde se desarrollen
actividades que le faciliten al estudiante la integración de los saberes conceptuales,
habilidades y valores. Ante tales propósitos, el docente debe identificar las
potencialidades del estudiante, al mismo tiempo sus problemáticas para reflexionar,
y de esta forma promover procesos mentales complejos que contribuyan en su
formación integral y aprendizaje significativo. Es reflexivo de su propia práctica, lo
que le permite autoevaluarse, realimentarse y buscar diversas formas de
actualización constante que le acerquen al conocimiento disciplinar y pedagógico
del momento.

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El estudiante
Se le reconoce como una persona integral en la que influyen sus dimensiones
biológicas, ética, espiritual, cognitiva, afectiva, comunicativa, estética, corporal y
socio-política. Es el protagonista de su propio desarrollo para adquirir las
competencias que se plantean en el perfil de egreso; su papel es activo, lo que le
hace tomar el liderazgo de su proceso de aprendizaje y hacer aportes que
enriquecen el ambiente educativo. Se proyecta como un ser propositivo,
emprendedor y entusiasta, a la vez crítico y reflexivo de su contexto social-laboral,
lo que le permite aprender significativamente de manera colaborativa, participativa
y abierta en equipos de trabajo, todo ello en torno al desarrollo de sus competencias.
Está consciente de su realidad, necesidades y problemáticas que debe resolver, por
ello se acerca a solicitar servicios educativos, para fortalecerse y estar en
posibilidades de tomar las mejores decisiones e incorporarse socialmente como
ente productivo.

Procesos de enseñanza-aprendizaje
Proceso constructivo, social, comunicativo, centrado en el estudiante privilegiando
el autoaprendizaje y desarrollo de competencias generales, básicas, específicas e
investigativas de la profesión. Se produce de un modo intencionado y planificado a
los fines de provocar y lograr que el estudiante aprenda a aprender, aprenda
haciendo, aprenda a investigar y aprenda investigar con otros.

Evaluación de los aprendizajes


Es un proceso de retroalimentación, determinación, idoneidad y certificación de
aprendizajes de los estudiantes en relación con las competencias de referencia,
mediante el análisis del desempeño de los estudiantes en tareas y problemas
pertinentes. Amerita, recogida de evidencias (a través de actividades de
aprendizaje) y formulación de valoraciones sobre la medida y naturaleza del
progreso del estudiante, según unos resultados de aprendizaje esperados.

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