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Desde que los videojuegos fueron creados, su industria ha tenido un notable crecimiento. En la
actualidad, las consolas de videojuegos se encuentran en muchos hogares y han llegado a
formar parte la cultura contemporánea junto con otros elementos propios del desarrollo
tecnológico. Es cada vez más común encontrar que los niños, jóvenes y hasta adultos, hallan en
los videojuegos un espacio no solo de entretenimiento, sino también de interacción social; lo cual
ha generado que dediquen bastante tiempo a dicha actividad. Como mencionan Granic et al.
(2014), los videojuegos son ubicuos para la vida de casi todos los niños y adolescentes, con el 97%
de ellos jugando al menos una hora por día, en los Estados Unidos. Esto quiere decir que estamos
ante un fenómeno que se ha instalado fuertemente dentro de la vida de muchísimas personas;
siendo que ya forman parte de las actividades de la vida diaria. Ante esta situación, es válida la
interrogante: ¿Los videojuegos tienen un impacto negativo, o un impacto positivo a nivel cerebral
en quienes los juegan? Muchas personas creen que los videojuegos son perjudiciales ya que
fomentan respuestas violentas y son un escape de la realidad. Mientras que otras muchas
consideran que llegan a ser beneficiosos, pues promueven el desarrollo y mejora de algunas
habilidades cognitivas. Desde mi punto de vista, los videojuegos sí influyen de manera favorable
en el desarrollo de la capacidad cognitiva al utilizar reiteradamente ciertas áreas cerebrales
consolidando las tareas asociadas a dichas áreas.
En primer lugar, los videojuegos desarrollan la capacidad de la atención y esta “puede ser
definida como la capacidad mental para generar y mantener un estado de activación que
permita el procesamiento de información” (Gonzáles, 2012, p. 86). Siendo así, la atención no solo
capta los diferentes estímulos que llegan a los órganos sensoriales; sino también enfoca y
diferencia al estímulo más importante o significativo entre lo demás y los detalles que determinan
dicha diferenciación; a su vez, procesa la información en un tiempo determinado. Como
menciona Gonzáles (2012), “la velocidad de procesamiento puede entenderse como la
cantidad de información que puede ser procesada por unidad de tiempo” (p. 88). En este
sentido, los videojuegos mejoran la capacidad de codificar los estímulos visuales, lo que
significaría una mejora en la atención. Esto se debe a que muchos videojuegos cuentan con
temáticas que exigen que el jugador preste especial atención a las imágenes que se presentan
2Ensayo redactado por la estudiante Rebeca Henostroza Márquez Mazmela de la modalidad semipresencial de la Universidad
Continental. Adaptado con fines educativos.
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en pantalla y tengan que tomar decisiones rápidas basadas en la información que se presenta
en la misma, lo que genera la mejora en el cifrado de los estímulos visuales. Asimismo, algunos
estudios sugieren que los videojuegos demandan el uso de gran parte de la atención visual;
puesto que, en ocasiones, los estímulos visuales que se presentan son numerosos y simultáneos,
por lo que el jugador llega a incrementar o mejorar su velocidad de codificación de estímulos.
Esto se ha comprobado, puesto que los jugadores más experimentados de videojuegos son
capaces de utilizar la atención de manera más eficiente y veloz (Wilms et al., 2012, p.117). Estos
estudios abren las puertas a futuras investigaciones que aborden el déficit de atención, y
encontrar posibles usos dentro del campo de la rehabilitación.
En segundo lugar, algunas funciones cerebrales mejoran con el uso de los videojuegos, ya que la
práctica regular de estos genera que se utilicen áreas del cerebro que en otras circunstancias o
actividades no son utilizadas regularmente. Esto se debe a que, para poder superar los diferentes
obstáculos que se presentan durante el juego y cumplir con los objetivos de este, los jugadores
deben realizar “diversos procesos mentales como imaginar, inferir, tomar decisiones, recuperar
conocimiento de la memoria, etc. Todas estas actividades están orientadas a resolver el
problema" (Lacasa, 2011, p. 80). De ese modo, los videojuegos dan la oportunidad de adentrarse
en situaciones en las que se utilizan zonas determinadas del cerebro para la resolución de los retos
y/o dificultades que se presentan en los mismos. Esto conlleva a que esas zonas se activen con
mayor regularidad; por lo que, el cerebro cambia y mejora la conexión neuronal en dichas zonas.
Por ejemplo, existen diversos estudios que corroboran cambios en la estructura cerebral, luego de
jugar videojuegos con regularidad. Entre estos estudios, se pueden encontrar cuatro que
concluyeron que los videojuegos tienen efectos sobre el hipocampo, el cual está relacionado
con la memoria y el reconocimiento espacial; así mismo, influye en zonas como el córtex
dorsolateral prefrontal y el cerebelo, los cuales, están relacionados con la memoria de trabajo y
la manipulación de información para la resolución de problemas (Brilliant et al., 2019, p.11). Es
decir, el uso de los videojuegos tiene influencia directa sobre las estructuras cerebrales y, por
ende, en las funciones cerebrales relacionadas a dichas estructuras.
En tercer lugar, la capacidad de percepción de los detalles del entorno y el análisis de las
situaciones mejora sustancialmente con el uso de los videojuegos. Estos presentan condiciones
complejas, lo que incrementa la capacidad de análisis del entorno y de la información que es
necesario "analizar exhaustivamente para continuar en el juego, permitiendo que los jugadores
aprendan a ponderar sus ideas e hipótesis a partir del análisis de la información que van
recopilando con la práctica del juego" (Alfageme y Sánchez, 2002, p. 116). Así mismo, la
necesidad de ubicar información que puede ser relevante para cumplir una misión en un
videojuego genera que el jugador habitual se concentre en las particularidades y detalles del
contexto del juego, lo que puede traducirse en una mayor capacidad para detectar los
diferentes estímulos fuera de la actividad lúdica. Por ejemplo, Bott et al. (2011) refieren que la
exposición a los juegos a corto y largo plazo parece producir cambios en la elaboración de
estrategias. Los jugadores experimentados tienden a ser más exhaustivos en su búsqueda de
información y/o estímulos que los no jugadores, lo que conlleva a un mejor rendimiento en la
detección de cambios en su entorno. Es decir, los jugadores que tienen más horas de juego han
llegado a desarrollar la capacidad de generar estrategias en base a la información del contexto.
estos están comprobando y confirmando con mayor reiteración los beneficios que trae consigo
la práctica de esta actividad; por lo que, incluso, con el manejo adecuado, pueden ser utilizados
como un recurso para la
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rehabilitación en aquellas personas que hayan sufrido el deterioro de algunas capacidades
cognitivas.
Cita narrativa con paráfrasis Granic et al. (2014), los videojuegos son ubicuos para la
vida de casi todos los niños y adolescentes, con el 97%
de ellos jugando al menos una hora por día, en los
Estados Unidos.
LIBRO
- Gonzáles, J (2012). La capacidad mental (2da edición). Pontifica Universidad
católica del Perú.
TESIS
- Lacasa, F. (2011). El mundo de los Videojuegos. [Tesis doctoral]. Universidad de
Piura.
ARTÍCULO CIENTÍFICO
- Alfageme, F. & Sánchez, S. (2002). Los videojuegos y el impacto en niños y jovenes.
Pedagogía, 46(1), 20-39.
PODCAST
- Wilms et al. (2012). Las personas y los videojuegos [Podcast]. Spotify.
VIDEO DE YOUTUBE
- Brilliant et al. (2019). Influencia de los videojuegos en la salud de las personas
[YOUTUBE].
II. Lee las siguientes dos fuentes de información, luego planifica la redacción de una
introducción y un argumento de autoridad a través de un esquema enumerativo. En el
esquema debe considerarse las citas de las fuentes presentadas. Finalmente, redacta el
texto evidenciando las citas y las referencias bibliográficas.
Fuente 1
Enlace para referenciar:
https://riunet.upv.es/bitstream/handle/10251/173469/Espi%20-
%20Seguridad%20alimentaria%20de%20los%20alimentos%20transgenicos%20y%20el%20com
p ortamiento%20del%20consumidor.pdf?sequence=1&isAllowed=y
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Fuente 1
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Tema Los alimentos transgénicos
Esquema de redacción
2. Argumento 1
2.1. Afirmación: El desarrollo de la bioingeniería en los alimentos transgénicos
permitirá disminuir el hambre y mejorar la nutrición de las familias peruanas.
2.2. Razonamiento: Predicciones en el año 230 para combatir el hambre
2.3. Evidencia: Datos estadísticos de la FAO
Redacción del texto (hazlo en una hoja aparte)
Según Weston (2001), cuando se establece la relación entre dos eventos, no solo se debe
verificar la correlación, sino que se debe comprobar la coherencia. En sus términos, “los buenos
argumentos (…) no apelan únicamente a la correlación de A y B, también de explicar por qué
‘tiene sentido’ para A causar B” (p. 22).
Ejemplo
En la actualidad, maestros y padres de familia consideran que la escuela debe ser el espacio
que prepare a los estudiantes para que estos obtengan un beneficio específico: ingresar a la
universidad y, en el futuro, acceder a mejores condiciones de vida. Como investigadora
comparto con los actores educativos su preocupación en relación con el ingreso a la
universidad, a las condiciones de vida en el futuro especialmente, porque vivimos en un país
en donde la educación superior se percibe como un bien para ascender socialmente. No
obstante, considero relevante reflexionar críticamente en torno a estas dos interrogantes:
¿Debe abandonar la escuela pública el encargo de ser un foro público de discusión sobre las
desigualdades sociales para abocarse a la preparación de las estudiantes en pro de beneficios
individuales? ¿Qué riesgos trae pensar y vivir la escuela PÚblica solo como un espacio de
“preparación” para rendir un examen de admisión en un contexto en el que las ideologías de
mercado regulan gran parte de las relaciones sociales de los individuos? A continuación,
presentaré tres razones por las que considero que es peligroso que la escuela PÚBLICA se
instrumentalice y olvide su rol transformador de las ideologías dominantes.
En primer lugar, pensar la escuela como un espacio que se dedica solo a “preparar” a los
estudiantes con miras a un examen de admisión, porque esto les permitirá acceder a
mejores condiciones de vida, contribuirá a que poco a poco se naturalice la idea de que la
escuela es un lugar del que se pueden obtener “bienes privados”. Al respecto, Torres (2001),
señala:
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otorgadoras principalmente de bienes privados (…). Poner el énfasis en la movilidad
social facilita que las personas piensen en las instituciones docentes como lugares a los
que acuden pensando exclusivamente en sí mismas, en los beneficios privados que
esperan obtener, pero no como espacios a los que asiste de cara a prepararse para
colaborar en la mejora de la sociedad, de todos y cada uno de sus vecinos y vecinas.
(p. 231)
De este modo, a partir de lo señalado por Torres, insistir en la escuela como el espacio que
otorga “beneficios privados”, contribuye a la formación de una subjetividad del estudiante
y de los padres como clientes o consumidores educativos (Giroux, 2003). Asimismo, deja ver
que el énfasis en la “movilidad social” impide la formación de un estudiante solidario,
comprometido con las necesidades y luchas de quienes, debido a las inequidades
estructurales ocupan una posición desvalida en las jerarquías sociales. Es decir, la escuela,
poco a poco, deja de ser el espacio PÚblico para pensar y luchar por el bien común
(Apple, 1996).
En segundo lugar, otro riesgo es que para lograr que los estudiantes ingresen a la
universidad, en las sesiones de aprendizaje se invierta tiempo y espacio importante del
currículo en prácticas memorísticas y repetitivas, y se prescinda de otros saberes, como las
artes y las humanidades, que son necesarias para que los estudiantes asuman una posición
crítica, reflexiva y cuestionadora de su realidad social que les permita defender y
problematizar la democracia y libertad como derechos inalienables para todos. Muchas
personas coinciden en señalar que se debe prescindir de “ciertos cursos” para invertir más
tiempo en preparar a las estudiantes para el examen de admisión. Un padre de familia, por
ejemplo, señaló “Yo creo que el colegio debe cortar ciertos cursos que todos los años se les
viene enseñando. La historia, por decir, es un curso que todos los años se enseña a los
alumnos, pero es la misma historia que se enseña, la historia no lo podemos cambiar”.
Desde este punto de vista, la historia es percibida como un producto acabado en el tiempo
sobre el que es imposible pensar para actuar y transformar el presente. Si bien esta visión
tiene que ver, en parte, con la falta de rigurosidad con la que se enseña la historia en la
Escuela Básica Regular, no es aislada en el terreno educativo. Nussbaum (2015) refiere que
experimentamos un tiempo en el que las humanidades y las artes están siendo eliminadas
de todos los niveles educativos porque son percibidas por los responsables políticos como
“adornos inÚtiles”. En el lugar de estas, se están promoviendo el desarrollo de habilidades
“Útiles” que se ajusten a fines lucrativos. En este contexto, es crucial pugnar por espacios
educativos en los que “las personas aprendamos a situarnos en la historia como proyecto
inacabado y, por tanto, mejorable; a revisitar nuestro pasado para realizar aprendizajes
que nos sirvan para entender y tomar el control democrático de nuestro presente como
colectividad” (Torres, 2015, p. 8). De este modo, es urgente evitar una simplificación
curricular que reduzca los contenidos de la escuela a saberes cuyo resultado puede ser
medido y cuantificado en términos de logros como, por ejemplo, ¿cuántas estudiantes
ingresaron a la universidad? Insistir en estas prácticas progresivamente impedirá que los
estudiantes puedan acceder a una formación crítica que les permita posicionarse como
ciudadanos capaces de cuestionar y problematizar el entorno social, su posición en él y su
relación con los demás en el marco de derechos y responsabilidades.
En tercer lugar, otro de los riesgos es que la escuela PÚblica deje de ser un bien PÚblico. A
partir del análisis presentado, se evidenció que la incorporación de prácticas que apuntan
a la “preparación para la universidad”, ha surgido a partir de la percepción que los actores
educativos tienen de la escuela pública: una institución carente de utilidad. Esta
percepción se enmarca en la lógica de las ideologías neoliberales que constantemente
están atacando a las instituciones PÚblicas y las presentan como ineficientes e innecesarias
(Giroux, 2003). De este modo, si la escuela ya no se percibe como una institución válida y;
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por ende, debe imitar y alinearse a lo que propone el mercado, entonces, desde la
perspectiva de los defensores de la privatización de la educación, no tiene mucho sentido
que siga siendo un bien PÚblico. Como se puede observar, el hecho de que la escuela deje
de ser un bien PÚblico constituye un grave atentado “a las normas y valores de
igualitarismo”. (Apple, 2002, p. 51)
A partir de lo señalado, si se sigue insistiendo en la escuela como un espacio solo para
prepararse para el examen de admisión, se corre el riego de que esta se convierta en un
medio para obtener beneficios individuales. Asimismo, su función se reduciría al desarrollo
de habilidades instrumentales y repetitivas, lo cual impediría una visión crítica de la realidad
social y de que esta, si se percibe como un espacio carente de utilidad, deje de ser un bien
PÚblico, al que las grandes mayorías puedan acceder. Por ello, es necesario repensar la
escuela y su rol formativo en la sociedad.
Esquema de planificación
1. INTRODUCCIÓN
1.1. Contextualización: Opiniones de padres y docentes respecto a la función de la
escuela
1.2. Controversia: ¿Debe abandonar la escuela pública el encargo de ser un foro
público de discusión sobre las desigualdades sociales para abocarse a la
preparación de las estudiantes en pro de beneficios individuales? ¿Qué riesgos
trae pensar y vivir la escuela Pública solo como un espacio de “preparación”
para rendir un examen de admisión en un contexto en el que las ideologías de
mercado regulan gran parte de las relaciones sociales de los individuos?
1.3. Tesis: Considero que es peligroso que la escuela pública se instrumentalice y
olvide su rol transformador de las ideologías dominantes.
2. ARGUMENTO 1
2.1. Razón 1 (Afirmación): pensar la escuela como un espacio que se dedica solo a
“preparar” a los estudiantes con miras a un examen de admisión, porque esto
les permitirá acceder a mejores condiciones de vida, contribuirá a que poco a
poco se naturalice la idea de que la escuela es un lugar del que se pueden
obtener “bienes privados.
2.2. Razonamiento:
- Cita de Torres
- Cita de Giroux
- Cita de Apple
3. ARGUMENTO 2
3.1. Razón 2 (Afirmación): otro riesgo es que para lograr que los estudiantes
ingresen a la universidad, en las sesiones de aprendizaje se invierta tiempo y
espacio importante del curriculum en prácticas memorísticas y repetitivas y se
prescinda de otros saberes, como las artes y las humanidades. 3.2.
Evidencia: testimonio de un padre de familia.
3.3. Razonamiento:
- Cita de Nussbaum
- Cita de Torres
4. ARGUMENTO 3
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4.1. Razón 3 (Afirmación): otro de los riesgos es que la escuela PÚblica deje de ser
un bien PÚblico.
4.2. Evidencia: prácticas de “preparación para la universidad”.
4.3. Razonamiento:
- Cita de Apple
- Cita de Torres
5. CONCLUSIÓN
5.1. Reiteración de la tesis
5.2. Síntesis de argumentos Reflexión final