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Material de trabajo (Comunicación y Argumentación)

Práctica 1 (primera parte)


Tema: Argumentos de autoridades académicas
Sección : ………………………..………………... INTEGRANTES:
Docente : Oscar Lagones Espinoza Estudiante 1 : ……………………………………….
Tipo de Práctica: Individual ( ) Equipo (X)
Fecha : .…../……/2023 Duración: 60 minutos Estudiante 2 : ………………………………………..

Instrucciones: De acuerdo con lo abordado en la parte teórica desarrolla los siguientes ejercicios. En un primer momento, trabaja
individualmente; después, integra un equipo de trabajo y comparte tus aprendizajes.

I. Lee el siguiente texto y desarrolla las actividades propuestas.


En el siguiente texto, identifica las citas académicas; luego, escribe las referencias bibliográficas “inventando”
los datos que faltan.

¿LOS VIDEOJUEGOS JUEGAN CON TU CEREBRO?1

Desde que los videojuegos fueron creados, su industria ha tenido un notable crecimiento. En la actualidad, las
consolas de videojuegos se encuentran en muchos hogares y han llegado a formar parte la cultura
contemporánea junto con otros elementos propios del desarrollo tecnológico. Es cada vez más común
encontrar que los niños, jóvenes y hasta adultos, hallan en los videojuegos un espacio no solo de
entretenimiento, sino también de interacción social; lo cual ha generado que dediquen bastante tiempo a dicha
actividad. Como mencionan Granic et al. (2014), los videojuegos son ubicuos para la vida de casi todos los
niños y adolescentes, con el 97% de ellos jugando al menos una hora por día, en los Estados Unidos. Esto
quiere decir que estamos ante un fenómeno que se ha instalado fuertemente dentro de la vida de muchísimas
personas; siendo que ya forman parte de las actividades de la vida diaria. Ante esta situación, es válida la
interrogante: ¿Los videojuegos tienen un impacto negativo, o un impacto positivo a nivel cerebral en quienes
los juegan? Muchas personas creen que los videojuegos son perjudiciales ya que fomentan respuestas violentas
y son un escape de la realidad. Mientras que otras muchas consideran que llegan a ser beneficiosos, pues
promueven el desarrollo y mejora de algunas habilidades cognitivas. Desde mi punto de vista, los videojuegos
sí influyen de manera favorable en el desarrollo de la capacidad cognitiva al utilizar reiteradamente ciertas
áreas cerebrales consolidando las tareas asociadas a dichas áreas.

En primer lugar, los videojuegos desarrollan la capacidad de la atención y esta “puede ser definida como la
capacidad mental para generar y mantener un estado de activación que permita el procesamiento de
información” (Gonzáles, 2012, p. 86). Siendo así, la atención no solo capta los diferentes estímulos que llegan
a los órganos sensoriales; sino también enfoca y diferencia al estímulo más importante o significativo entre lo
demás y los detalles que determinan dicha diferenciación; a su vez, procesa la información en un tiempo
determinado. Como menciona Gonzáles (2012), “la velocidad de procesamiento puede entenderse como la
cantidad de información que puede ser procesada por unidad de tiempo” (p. 88). En este sentido, los
videojuegos mejoran la capacidad de codificar los estímulos visuales, lo que significaría una mejora en la
atención. Esto se debe a que muchos videojuegos cuentan con temáticas que exigen que el jugador preste
especial atención a las imágenes que se presentan en pantalla y tengan que tomar decisiones rápidas basadas en
la información que se presenta en la misma, lo que genera la mejora en el cifrado de los estímulos visuales.
Asimismo, algunos estudios sugieren que los videojuegos demandan el uso de gran parte de la atención visual;
puesto que, en ocasiones, los estímulos visuales que se presentan son numerosos y simultáneos, por lo que el
jugador llega a incrementar o mejorar su velocidad de codificación de estímulos. Esto se ha comprobado,
puesto que los jugadores más experimentados de videojuegos son capaces de utilizar la atención de manera
más eficiente y veloz (Wilms et al., 2012, p.117). Estos estudios abren las puertas a futuras investigaciones
que aborden el déficit de atención, y encontrar posibles usos dentro del campo de la rehabilitación.

1 Ensayo redactado por la estudiante Rebeca Henostroza Márquez Mazmela de la modalidad semipresencial de la Universidad
Continental. Adaptado con fines educativos.
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En segundo lugar, algunas funciones cerebrales mejoran con el uso de los videojuegos, ya que la práctica
regular de estos genera que se utilicen áreas del cerebro que en otras circunstancias o actividades no son
utilizadas regularmente. Esto se debe a que, para poder superar los diferentes obstáculos que se presentan
durante el juego y cumplir con los objetivos de este, los jugadores deben realizar “diversos procesos mentales
como imaginar, inferir, tomar decisiones, recuperar conocimiento de la memoria, etc. Todas estas actividades
están orientadas a resolver el problema" (Lacasa, 2011, p. 80). De ese modo, los videojuegos dan la
oportunidad de adentrarse en situaciones en las que se utilizan zonas determinadas del cerebro para la
resolución de los retos y/o dificultades que se presentan en los mismos. Esto conlleva a que esas zonas se
activen con mayor regularidad; por lo que, el cerebro cambia y mejora la conexión neuronal en dichas zonas.
Por ejemplo, existen diversos estudios que corroboran cambios en la estructura cerebral, luego de jugar
videojuegos con regularidad. Entre estos estudios, se pueden encontrar cuatro que concluyeron que los
videojuegos tienen efectos sobre el hipocampo, el cual está relacionado con la memoria y el reconocimiento
espacial; así mismo, influye en zonas como el córtex dorsolateral prefrontal y el cerebelo, los cuales, están
relacionados con la memoria de trabajo y la manipulación de información para la resolución de problemas
(Brilliant et al., 2019, p.11). Es decir, el uso de los videojuegos tiene influencia directa sobre las estructuras
cerebrales y, por ende, en las funciones cerebrales relacionadas a dichas estructuras.

En tercer lugar, la capacidad de percepción de los detalles del entorno y el análisis de las situaciones mejora
sustancialmente con el uso de los videojuegos. Estos presentan condiciones complejas, lo que incrementa la
capacidad de análisis del entorno y de la información que es necesario "analizar exhaustivamente para
continuar en el juego, permitiendo que los jugadores aprendan a ponderar sus ideas e hipótesis a partir del
análisis de la información que van recopilando con la práctica del juego" (Alfageme y Sánchez, 2002, p. 116).
Así mismo, la necesidad de ubicar información que puede ser relevante para cumplir una misión en un
videojuego genera que el jugador habitual se concentre en las particularidades y detalles del contexto del
juego, lo que puede traducirse en una mayor capacidad para detectar los diferentes estímulos fuera de la
actividad lúdica. Por ejemplo, Bott et al. (2011) refieren que la exposición a los juegos a corto y largo plazo
parece producir cambios en la elaboración de estrategias. Los jugadores experimentados tienden a ser más
exhaustivos en su búsqueda de información y/o estímulos que los no jugadores, lo que conlleva a un mejor
rendimiento en la detección de cambios en su entorno. Es decir, los jugadores que tienen más horas de juego
han llegado a desarrollar la capacidad de generar estrategias en base a la información del contexto.

En conclusión, el uso adecuado de los videojuegos es beneficioso para el incremento de algunas habilidades
cognitivas que pueden ser utilizadas en el ámbito diario. Esto se debe a que permite la mejora en la atención, al
desarrollar y promover la concentración gracias al aumento en la capacidad de descifrar la información
circundante; también, fortalece la conexión neuronal de zonas cerebrales, lo que incrementa a su vez,
capacidades que no son ejercitadas por otros métodos; y finalmente, permiten ejercitar la observación y
diagnóstico del contexto y situación de manera más específica. Por ello, si bien aún existen muchos sesgos
negativos asociados a los videojuegos, cada vez más estudios e investigaciones referentes a estos están
comprobando y confirmando con mayor reiteración los beneficios que trae consigo la práctica de esta
actividad; por lo que, incluso, con el manejo adecuado, pueden ser utilizados como un recurso para la
rehabilitación en aquellas personas que hayan sufrido el deterioro de algunas capacidades cognitivas.

1. Identifica el tipo y modo de citas que se utilizó en el texto leído.

Cita directa corta


narrativa

Cita directa corta


parentética

Cita indirecta
parentética

Cita indirecta
narrativa
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2. Del texto leído, elabora una lista de referencias “inventando” los datos que falta. Debe incluirse la referencia de
un libro, una tesis, un artículo científico, un podcast y un video de YouTube (APA 7ma. edición)

Referencias

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