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HOMILÍA DOMINICAL: “JESÚS: LA ARMONÍA DE NUESTROS HECHOS Y PALABRAS” [Mt. 23:1-12].

VIGÉSIMO TERCER
DOM. DESP. DE PENTECOSTÉS. Iván Montes, vdm. “Adveniat Regnum Tuum…” Reforma SV. T4E52.

LA LECTURA DE ESTE DÍA, ES DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 23 [1-12…“A”]
[05/XI/2023]

“1Tiempo después, Jesús les dijo a la gente y a sus discípulos: 2 Los fariseos y los maestros de la Ley son los
que más conocen la ley de Moisés. 3 Ustedes deben hacer todo lo que ellos digan; pero no hagan lo que
ellos hacen, porque enseñan una cosa y hacen otra. 4 Imponen mandamientos muy difíciles de cumplir,
pero no hacen ni el más mínimo esfuerzo por cumplirlos. 5 Todo eso lo hacen para que la gente los vea y los
admire. Por eso escriben frases de la Biblia en papelitos que guardan en cajitas de cuero, y se las ponen en
la frente y en los brazos. Cada vez hacen más grandes esas cajitas y los flecos que le ponen a la ropa, para
que la gente piense que son muy obedientes a Dios. 6 Cuando van a la sinagoga o asisten a fiestas, les
encanta que los traten como si fueran los más importantes. 7 Les gusta que la gente los salude en el mercado
con gran respeto, y que los llame maestros. 8 Pero ustedes no esperen que la gente los llame maestros, 1
porque ustedes son como hermanos, y tienen solamente un maestro. 9 No le digan padre a nadie, porque
el único padre que ustedes tienen es Dios, que está en el cielo. 10 Tampoco esperen que la gente los trate
como líderes, porque yo, el Mesías, soy su único líder. 11 El más importante de ustedes deberá ser el
sirviente de todos. 12 Porque los que se creen más importantes que los demás serán tratados como los
menos importantes. Y los que se comportan como los menos importantes serán tratados como los más
importantes.”

ESTA ES LA PALABRA DEL SEÑOR. [Sal. 43; Mq. 3:5-12; I Tes. 2:9-13; Mt. 23: 1-12].

“JESÚS: LA ARMONÍA DE NUESTROS HECHOS Y PALABRAS”


1. “Jesús: su espiritualidad en debate con nuestra interioridad…” En la medida que nuestro ciclo
litúrgico llega a su fase última y nos conduce a estar en espera de su inminente y esperanzadora
venida, la demanda de su predicación se torna más expresa, llevándonos al plano de las
intimidades de nuestra personalidad. Hoy puntualiza la consecuencia de nuestros hechos con
nuestras palabras, literalmente, se refiere a lo que profesamos en contraste con el fruto de
nuestras acciones. Primero, comienza con una prevención que incluye la conducta de Doctores
y religiosos fariseos, que constituyen los referentes de la fe por excelencia. Tal prevención es:
Hagan lo que enseñan, pero observen con atención su conducta y no sigan por ese camino…
escoge este modelo por ser notorio entre ellos, como ocurre también a nosotros, ya que la clase
religiosa es un excelente ejemplo para demostrar el compromiso con las demandas del
Evangelio, porque su luz despeja cualquier ropaje con presunción de santidad, la élite
promotora de la fe es tomada cual modelo para percibir los niveles de inconsistencia en el
carácter, menudas demostraciones de líderes religiosos, quienes guardan prisión por delitos
graves de abuso de autoridad, secuestros, abusos de menores, corrupción, societarios del
crimen organizado, aliados de la corrupta política, etc. el Apóstol en prevención a los seguidores
de Cristo llega con su advertencia: “Para los últimos días, habrá gente egoísta, con mucho
interés en el dinero, llena de orgullo, sin respeto a D, llenos de ofensas, violentos, llenos de
crueldad…” [II Tim. 3:1-5]. Luego, el texto lanza otra advertencia, es sobre la conducta externa,
estos aditivos sugieren -ante la opinión de los hombres- que estos caminan en rectitud; sobre
esto nos llama a poner atención en los signos humanos que nos demuestre que verdaderamente
somos personas de integridad, lo cual no siempre es así; en los días de Jesús, como en los
nuestros, los practicantes usaban unos distintivos tanto en la frente como en el brazo izquierdo
llamados TIFILÍN o Filactelias, se escribían textos para cumplir con la ordenanza, "Y atarás estas
palabras mías en tu mano y en tu frente" [Dt. 6:8] muchos religiosos agrandaban las cajitas
para así, dar a creer que su espiritualidad era más grande, presunción que es indicador de falta
de sinceridad, honestidad y fe sincera; con tristeza inmensa muchos creen que el tamaño del
auto o residencia pastoral determina su fe y ejemplaridad, nunca hubo confusión ante ejemplos
HOMILÍA DOMINICAL: “JESÚS: LA ARMONÍA DE NUESTROS HECHOS Y PALABRAS” [Mt. 23:1-12]. VIGÉSIMO TERCER
DOM. DESP. DE PENTECOSTÉS. Iván Montes, vdm. “Adveniat Regnum Tuum…” Reforma SV. T4E52.

tan distantes del consejo bíblico porque la materialidad es una muy mala referencia para medir
la fe y espiritualidad; las palabras de Jesús son contundentes: “Todo eso lo hacen para que la
gente los vea y los admire… para que la gente piense que son muy obedientes a Dios ”.
Finalmente, hermanos, entendamos la intención del Maestro, un llamado a ser consistentes
entre lo que profesamos y cómo actuamos, quizá no sea tarde y comencemos a meditar con
profundidad en nuestras obras y nuestras palabras, de paso, observar con seriedad el ejemplo
que vemos en los demás. El Escritor apostólico nos traslada su consejo: “Obedezcan a sus
pastores, que hablaron la Palabra; vean el resultado de su conducta, imiten su fe...” [Hb. 13:
17]. Luego afirma el profeta “Que tu verdad sea nuestra luz que nos guíe hasta tu templo, el
lugar donde moras” [Sal. 43:3].
2. “Jesús: el engaño de los falsos maestros…” La dignidad y rango del hombre a menudo es 2
indicado por sus logros, nuestras sociedades reconocen esta cultura y nuestros días exaltan los
hombres con muchas distinciones, títulos, honores, grados universitarios, profesiones, etc. lo
interesante de este asunto, es que a cada quien, ostentando estas distinciones, a priori les
consideramos peritos y especialistas, por lo cual se les ve con autoridad casi inequívoca; tal
asunto no era extraña en el contexto de Jesús; lugares públicos como sinagogas, festividades,
calles, etc. los Doctores y Fariseos tenían predilección para que ante la gente fueran llamados
con títulos honoríficos, tales como Maestro, Padre espiritual, Rabino o Moré; Jesús nos hace
otra llamada de atención, que no procuremos la exaltación de nosotros mismos, además
evitemos la vanidad y exaltación de nuestro yo, nos invita también al rechazo de obtener
influencia sobre los demás. La autoridad es declarada de tajo al decir: “YO SOY SU MAESTRO, D
ES VUESTRO ÚNICO PADRE”. Este problema en los hombres es muy recurrente porque es muy
fácil que el error, engaño y herejía se filtren rápidamente entre la comunidad de creyentes; el
profeta lo explica así: “los profetas que engañan a mi pueblo hablan de paz para sacar
provecho a quienes sacan ganancia, y declaran la guerra a los que no les ofrecen nada. Yo los
pondré en ridículo a esos adivinos. Yo Miqueas por la justicia de D afirmo que Israel es un
pueblo pecador y desobediente, sus gobernadores rechazan la justicia e irrespetan cualquier
ley…” [Miq. 3:5-10]. Es una ilustración que coincide con nuestros críticos momentos, en medio
de la confusión abundan los hombres engañadores que usan el Evangelio como pretexto para
aprovecharse de los débiles. El incansable líder metodista Juan Wesley decía a manera de
consejo: “Por medio de los mismos frutos espirituales podrás distinguir la voz de D de cualquier
engaño del Diablo…” así que el asunto es mantenernos en alerta, porque las ovejas son
sorprendidas desde cualquier escenario. D nos ilumine con su verdad, que podamos ver los
frutos espirituales, así como los frutos de la carne; que el Espíritu de Cristo prevalezca a nuestro
favor para no someternos a los malos pastores y seguir fielmente a Cristo y D.
3. “Jesús: la importancia de servir a los demás…” El Maestro cierra esta enseñanza puntualizando
la idea de nuestro lugar en relación con los semejantes. Por modestia, consideración a otros,
nos plantea la postura de Cristo ante cualquier situación es necesario priorizar la condición del
prójimo; la contradicción aparente es atender su necesidad antes que la nuestra. Dice Jesús que
nuestro rol primordial es servir y no ser objeto del servicio de otros, su consigna es inerrante:
“Yo, el Hijo del Hombre, lo hago así. No vine a este mundo para que me sirvan, sino para servir
a los demás. Vine para dar mi vida por la redención de muchos.” [Mt. 20:28]. Su mismo
testimonio no hace más que corroborar sus dichos, no hay nada ajeno al escrito sagrado con el
testimonio apostólico. A nosotros nos pide algo que contrasta enormemente con la actitud de
este mundo caído en el individualismo y de egoísmo insaciable; nuestro mundo está en
decadencia por habernos olvidado del prójimo, mucha de la solución a la crisis del mundo está
en nuestra voluntad y en la fuerza de nuestra actitud para ser compasivos hacia los demás sin
importar estatus o condición, sin esperar recompensa. Jesús ejemplarmente tocó a leprosos,
HOMILÍA DOMINICAL: “JESÚS: LA ARMONÍA DE NUESTROS HECHOS Y PALABRAS” [Mt. 23:1-12]. VIGÉSIMO TERCER
DOM. DESP. DE PENTECOSTÉS. Iván Montes, vdm. “Adveniat Regnum Tuum…” Reforma SV. T4E52.

ulcerosos, hemorrágicos, despreciados, marginados, en fin, no faltó sufriente que no supiera


donde estaba la medicina del amor y la misericordia. A nosotros corresponde atendernos de los
que padecen los horrores del genocidio, a elevar no solo nuestras oraciones, también nuestra
voz para detener al Anticristo que vino para matar y destruir; no es posible que nuestra atención
esté puesta seriamente en personajes del deporte, política y religión invisibilizando a los que
agonizan, sin alzar nuestra protesta y pedir dirección del cielo; increíblemente este mundo
emboba a sus ciudadanos con certámenes de belleza que superan la ridiculez, y olvidan a los
encarcelados, los presos injustamente, los abusos de gobernantes enfermizamente al borde de
la insanidad por su ansia de poder que a la vez irrespetan la Ley. El llamado del Cristo es ver con
aprecio al prójimo, que sea objeto de nuestro afecto y servirle con amor sincero anhelando lo
mejor para todos. Es un vehemente llamado hermanos, es de urgencia, pongamos la mirada en 3
todo hombre porque seguramente nos necesita con premura. El poeta [Ian Simons] dice en sus
líneas:
“Aprendí que el servicio es amor incondicional,
Compromiso y entrega…
Aprendí que el servicio es la mejor manera de servir a D
Porque al servir a los demás, en realidad le estás sirviendo a Él.”

OREMOS: D amoroso y misericordioso: tus magníficas enseñanzas y ejemplo por medio de tu


Hijo Jesucristo nos conducen por la ruta de la sencillez y humildad, y por tu orden ocupar el
lugar de menos notoriedad cediendo la preferencia a nuestro prójimo, concédenos tu gracia
para obedecer tus enseñanzas y desechar el producto de nuestro orgullo y soberbia; por
Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo D, por los siglos
de los siglos. Amén.

Y… QUE EL SEÑOR OMNIPOTENTE Y MISERICORDIOSO: PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO NOS


BENDIGA Y NOS GUARDE… AMÉN.

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