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LENGUA Y LITERATURA • 8° BÁSICO

EVALUACIÓN DE TÉRMINO • UNIDAD N°1 • TEXTOS NARRATIVOS

NOMBRE Y APELLIDO

CURSO COLEGIO CDM CEC LC CEC LP CEC LV PAAE

PUNTAJE PORCENTAJE DE
NOTA
OBTENIDO LOGRO

INSTRUCCIONES:
• Tienes 90 minutos para responder esta prueba.
• La evaluación tiene 25 preguntas de alternativas y 1 de desarrollo.
• Ennegrece la única alternativa correcta a las preguntas en tu hoja de respuesta.
• Tu hoja de respuestas es el único documento válido para las preguntas de alternativa.
• Responde la pregunta de desarrollo usando únicamente el espacio disponible para ello.

TABLA DE ESPECIFICACIONES
IMPORTANTE: La siguiente tabla de especificaciones da cuenta de la distribución de las preguntas según las tareas
específicas que se espera que el estudiante demuestre respecto de la comprensión de un texto. Léala antes de
comenzar la prueba y tenerla presente al momento de resolver cada una de las preguntas de la evaluación.

HABILIDADES
INDICADORES: TAREAS ESPECÍFICAS DE LECTURA CÓDIGO PREGUNTAS
LECTORAS
Extraer información explícita que se encuentra en cualquier parte de
Localizar un texto a partir de claves que facilitan su localización (como títulos, 3, 6, 11, 12, 20,
Localizar 1
información subtítulos, recuadros, información reiterada, imágenes u otros) o 22, 24
cuando se requiere discriminar entre información similar.
Establecer de qué trata un texto completo, o de una sección de él
(tema, conflicto, mensaje, propósito o postura del autor), cuando Interpretar 1 1, 2, 9, 15, 19
aparecen varias ideas que compiten en importancia.
Realizar inferencias integrando información que se encuentra en
distintas partes del texto, o relacionando texto e imagen, o bien, a
Interpretar y partir de la totalidad del texto. Por ejemplo, inferir:
Relacionar ● las intenciones, las motivaciones o los sentimientos de personajes. 4, 5, 7, 8, 10,
Interpretar 2
● las características de los personajes a partir de sus acciones. 13, 14, 16, 17,
● la causa o la consecuencia directa de un hecho. 18, 21, 23, 25
● los estereotipos o el problema humano que se expresa en el texto.
● otras conclusiones sobre información del texto en que es
necesario interpretar o generalizar ideas.
Evaluar un texto o un aspecto de éste y fundamentar dicha evaluación
Reflexionar Reflexionar 1 PD
con información referida al sentido global del texto.
Lee el siguiente texto y responde desde la pregunta 1 hasta la 6 y la pregunta de desarrollo.

EL HOBBIT
(Novela épica contemporánea)

1. Durante largo rato los enanos permanecieron inmóviles en la oscuridad, ante la puerta ubicada
en la pared de la Montaña Solitaria, y discutieron hasta que al final Thorin habló:

2. ––Ha llegado el momento de que nuestro estimado hobbit, el señor Bilbo Bolsón, que ha
probado ser un buen compañero durante nuestra aventura, y un hobbit de coraje, lleve a cabo el
servicio para el que fue incluido en nuestra compañía. Ha llegado el momento de que el señor
Bolsón gane su recompensa.

3. ––Si quieres decirme que mi trabajo es introducirme primero por el pasadizo secreto, oh enano
Thorin, Escudo de Roble, ¡dilo así de una vez y se acabó! Yo ya los he sacado de grandes aprietos
y creo haberme ganado por ello alguna recompensa. Pero como la tercera es la vencida, no pienso
rehusarme e iré de los primeros y echaré un vistazo para terminar de una vez. ¿Quién viene
conmigo?

4. Bilbo no esperaba un coro de voluntarios, de modo que no se decepcionó y además sabía que
los enanos pagarían muy bien sus servicios, pues no son buenos héroes sino gente calculadora,
con una idea precisa del valor del dinero.

5. Las estrellas aparecían detrás de él en un cielo pálido cruzado por nubes negras, cuando el
hobbit se deslizó por el portón encantado y entró sigiloso al interior de la Montaña Solitaria.
Avanzaba con una agilidad que no se hubiera esperado porque esta, no era una cueva de elfos,
era un pasadizo construido por enanos, en los tiempos en que habían sido muy ricos y hábiles.
Bilbo sintió un ruido dentro del túnel y optó por ponerse el anillo y se arrastró en silencio hacia
abajo, abajo, abajo en la oscuridad. Bilbo ya era un hobbit muy distinto del que partió de la
Comarca, aflojó la daga en la vaina y prosiguió.

6. “Ahora ya estás dentro y allá vas, Bilbo Bolsón” se dijo. “No tengo ningún interés en tesoros
guardados por dragones” pensaba. Siguió avanzando hasta que toda señal de la puerta se
desvaneció. Estaba completamente solo. A medida que avanzaba pudo percibir una especie de
luz a lo lejos, hasta que no hubo ninguna duda, era una luz rojiza que crecía y crecía mientras el
calor aumentaba en el túnel.

7. Un ruido como el de un ronroneo de un gato gigante se comenzó a sentir cada vez más fuerte.
En ese preciso momento Bilbo se detuvo, seguir adelante fue su mayor hazaña. Libró su verdadera
batalla allá solo en el túnel antes de ver el enorme y acechante peligro.

8. Vio una abertura parecida a la puerta del túnel, el hobbit asoma su cabecita y ante él yace el
más inmenso sótano o mazmorra de los antiguos enanos, en la raíz misma de la montaña. Un gran
resplandor lo ciega por un instante, el brillo de Smaug, el temible dragón que guarda el tesoro de
los enanos del linaje de Thorin.

9. Allí yacía un enorme dragón, que dormía profundamente. De su boca y narices le salía un
ronquido, e hilachas de humo. Debajo del cuerpo y las patas y la larga cola enroscada había
incontables pilas de preciosos objetos,
oro labrado y sin labrar, gemas, joyas y
plata que la luz teñía de rojo. Smaug, el
dragón, yacía con las alas plegadas
como un inmenso murciélago. Detrás,
en las paredes más próximas, podía
verse armaduras y hachas, lanzas,
grandes jarrones rebosantes de una
riqueza inestimable.

10. Decir que Bilbo se quedó sin aliento


no es suficiente. No hay palabras que
alcancen a expresar ese asombro. Bilbo
había oído antes relatos y cantos sobre
tesoros ocultos de dragones, pero el
esplendor, la magnificencia, la gloria de
un tesoro semejante, no había llegado
nunca a imaginarlos. El encantamiento
lo traspasó y le colmó el corazón y
entendió el deseo de los enanos de
recobrar su antiguo tesoro.

11. Contempló el oro por un largo


tiempo, hasta que arrastrado casi
contra de su voluntad avanzó sigiloso
hasta el borde más cercano a la colina
del tesoro. El dragón dormía encima. Bilbo tomó un copón de doble mango, de los más pesados
que podía cargar y echó una temerosa mirada hacia arriba. Smaug sacudió un ala, desplegó una
garra y el ruido de los ronquidos cambió de tono.

12. Entonces Bilbo escapó corriendo, aunque el dragón no despertó, no todavía, pero tendido ahí
en el salón robado, tuvo sueños de avaricia y de violencia, mientras el pequeño hobbit, regresaba
penosamente por el largo túnel. El corazón le saltaba en el pecho y su cuerpo le temblaba, pero
no soltó el copón y su principal pensamiento era ¡Lo hice!

13. Los enanos estaban encantados de volver a ver a Bilbo, le daban fuertes abrazos y celebraban
pasándose el copón de mano en mano, cuando de improviso sintieron que algo retumbó en el
interior de la montaña como si un antiguo volcán entrara en erupción. Es posible que los dragones
no saquen provecho de toda la riqueza que guardan, pero en general la conocen hasta la última
parte y Smaug no era diferente, despertó de su sueño intranquilo y se dio cuenta que le faltaba
el copón.

14. ¡Ladrones! ¡Fuego! ¡Muerte! Nada parecido le había ocurrido desde que llegara a la montaña.
La ira del dragón era indescriptible. Smaug vomitaba fuego, el salón humeaba, las raíces de la
montaña se estremecían. Rugiendo se arrojó afuera de la guarida. Buscar al ladrón, atraparlo y
despedazarlo era el único pensamiento de Smaug. Se posó en el pico más alto de la montaña,
envuelto en un fuego verde y rojo. Los enanos escucharon el aterrador ruido y se acurrucaron
entre medio de los peñascos esperando, de alguna forma, escapar a aquellos ojos terroríficos.

15. Habrían muerto todos si no fuera por Bilbo, una vez más – ¡Rápido! ¡Rápido!- jadeó. ¡La
puerta! ¡El túnel! Aquí no estamos seguros. Estos fueron los momentos más duros y difíciles por
lo que habían tenido que pasar, los horribles estruendos de la cólera de Smaug resonaban arriba.
Se oyó un zumbido gigante, una luz rojiza alumbró las cimas de las rocas, Smaug se acercaba.
Apenas tuvieron tiempo de correr de regreso al túnel, cuando Smaug apareció como un rayo
desde el norte, lamiendo con fuego las laderas de la montaña. El aliento arrasó la hierba ante la
puerta y alcanzó la grieta por donde habían entrado a esconderse y los chamuscó. Entonces,
mientras el Dragón pasaba otra vez volando, cayó la oscuridad. Los poneys de la compañía de
aventureros chillaron de terror, rompieron las cuerdas y escaparon al galope. El dragón dio media
vuelta, corrió tras ellos y, desapareció.

16. Pero los peligros todavía no habían terminado, porque Smaug no descasará hasta encontrar
al ladrón.

J.R.R Tolkien (2001). El Hobbit. Barcelona: Editorial Minotauro (Fragmento).

1 ¿Qué idea sintetiza el fragmento leído?

A. El antiguo y fabuloso tesoro custodiado por un enorme dragón.


B. La arriesgada aventura de Bilbo al interior de la Montaña Solitaria.
C. La valerosa acción de los enanos por recuperar sus antiguos tesoros.
D. El violento despertar de Smaug al notar que le habían robado un copón.
2 ¿Para qué los enanos contrataron a Bilbo Bolsón?

A. Para enfrentarse con Smaug.


B. Para introducirse por un pasadizo secreto.
C. Para ayudarlos a recuperar su antiguo tesoro.
D. Para protegerlos cuando estuvieran en aprietos.

3 Según Bilbo, ¿qué caracteriza a los enanos?

A. Que son ambiciosos.


B. Que son calculadores.
C. Que son colaboradores.
D. Que son buenos compañeros.

4 ¿Quién es Smaug?

A. Un enano.
B. Un tesoro.
C. Un hobbit.
D. Un dragón.

5 ¿Cómo reaccionaron los enanos cuando Bilbo volvió con el copón de oro?

A. Con miedo.
B. Con alegría.
C. Con gratitud.
D. Con sorpresa.
6 ¿Por qué Smaug se dio cuenta que le faltaba el copón?

A. Porque tuvo un sueño premonitorio.


B. Porque conocía en detalle su tesoro.
C. Porque sintió a Bilbo cuando escapaba.
D. Porque escuchó la celebración de los enanos.

PREGUNTA DE DESARROLLO

• En este fragmento, ¿consideras que Bilbo actúa como un héroe?

Marca con una X:

NO

¿Por qué?

Justifica tu opinión usando información del texto.

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Lee el siguiente texto y responde desde la pregunta 7 hasta la 10.

SARPEDÓN, AYANTE DE TELAMÓN, HÉCTOR


AYANTE
Se levantó una tempestad de viento que daba miedo. Había polvo por todas partes, que ascendía
hasta los puentes de las naves. Los troyanos atravesaron la fosa y arremetieron contra nuestro
muro. Arrancaban las almenas de las torres, abatían los parapetos, intentaban hacer saltar las
pilastras que sostenían todo aquello. Nosotros estábamos arriba de todo, protegiéndonos detrás
de los escudos de cuero y atacando siempre que podíamos. Volaban las piedras, por todas partes,
como copos de nieve en una tempestad de invierno. Podíamos haberlo logrado: el muro resistía
bien, pero entonces llegó Sarpedón. Con el enorme escudo de bronce y oro, sosteniéndolo
delante, y empuñando dos lanzas: se nos echó encima igual que un león hambriento.

SARPEDÓN
Yo estaba ahí, en medio del tumulto, y Glauco estaba a mi lado. “Maldita sea, Glauco, ¿somos o
no somos los mejores de entre los licios, esos a los que todos honran y a los que miran con
adoración?… Pues entonces acabemos ya con esto de una vez, subamos a ese maldito muro,
porque de alguna manera hay que morir: si así tiene que ser, que sea aquí, al menos le daremos
a alguien su gloria, o alguno nos la dará a nosotros”. Con Glauco, y con todos los licios, ataqué.

AYANTE
Los vieron llegar, desde una de las torres, y empezaron a pedir ayuda, pero nadie los oía, tal era
el estruendo que había… Al final enviaron a un mensajero, llegó hasta mí y me dijo: “Ayante, los
licios han atacado el muro en tropel, por la torre que Teucro defiende. Corre, necesitas ayuda”.
Eché a correr y al llegar allí vi que estaba en aprietos. Había una piedra enorme apoyada sobre el
parapeto del muro, la cogí y la levanté en vilo; no sé con qué fuerzas lo hice, de verdad, era
enorme: pero la levanté y la arrojé sobre las cabezas de los licios. Y mientras tanto, Teucro, con
su arco, alcanzó a Glauco en el brazo: justo cuando estaba a punto de superar el muro, lo alcanzó
en el brazo, y Glauco se dejó caer en el muro.

Vocabulario:
• Almenas: columnas.
Alessandro Baricco (2004). Homero, Ilíada.
• Parapetos: trincheras, barricadas.
• Pilastras: pilares, apoyos. Barcelona: Editorial Anagrama (Fragmento).
• Tumulto: levantamiento, motín.
• Tropel: multitud.
• En vilo: inquieto, tenso.
7 ¿Qué situación se narra en este fragmento?

A. El miedo de los héroes ante la violencia de un ataque.


B. Las aventuras de unos guerreros que intentan atacar Troya.
C. La batalla para defender una invasión de otro pueblo guerrero.
D. Los violentos ataques que unos guerreros son incapaces de resistir.

8 ¿Qué caracteriza a Sarpedón?

A. Su fuerza.
B. Su valentía.
C. Su inteligencia.
D. Su agresividad.

9 ¿Para qué Ayante de Telémaco tomó una piedra?

A. Para defenderse de los licios.


B. Para atacar a Glauco en el brazo.
C. Para esconderse de los enemigos.
D. Para evitar que los licios destruyeran las almenas.

10 ¿Qué valor heroico se puede concluir de las palabras de Sarpedón?

A. El coraje.
B. El honor.
C. La fuerza.
D. La perseverancia.
Lee el siguiente texto y responde desde la pregunta 10 hasta la .

LA CIUDAD ESTÁ TRISTE

1. Pensaba en la tristeza de la ciudad, cuando


golpearon a la puerta, en las luces que esa tarde
de invierno veía encenderse paulatinamente a
través de la ventana y en las calles donde
acostumbro a caminar sin otra compañía que mi
sombra y un cigarro que enciendo entre las
manos, reconociendo que, como la ciudad, estoy
solo, esperando que el bullicio cotidiano se
extinga para respirar mi antojo, beber un par de
tragos en algún bar de poca monta y regresar a mi
oficina con la certeza de que lo único real es la
oscuridad y el resoplido de los lobos escondidos
en las esquinas.

2. Había sido un día malo, con momentos llenos


de tedio y ganas de ser otra persona, en otro
oficio y otro mundo. A esa hora de la tarde no
alentaba un cambio de suerte ni la llegada de mi
hada madrina.

3. Un día malo, como tantos desde hace tanto


tiempo. Por la mañana, la resaca; al mediodía, caminar una docena de cuadras hasta sentir la
humedad comiendo mis pies; y al final, llegar al despacho a estudiar el programa hípico o leer una
novela policial adquirida a la rápida en una librería de viejo. En definitiva, lo de siempre. Dejar
pasar otro día sin hacer mucho esfuerzo porque se note mi presencia. Ya hay demasiados en el
ruedo que quieren matar al toro y muchos más que ni siquiera alcanzan a ubicarse en los asientos.

4. Los golpes se repitieron y luego de unos segundos la puerta se abrió, permitiéndome observar
a una muchacha de unos veinte años. Morena, de cabellera larga y negra, y unos pantalones
vaqueros que se ceñían a sugerentes muslos. Su rostro no era feo y, seguramente, acompañado
de una sonrisa habría llamado la atención de muchos.
––¿El señor Heredia? –preguntó, deteniéndose junto a la puerta.

5. ––El mismo, adelante –respondí al tiempo que arreglaba el nudo de mi corbata, recordando el
nombre escrito en la placa de acrílico que había hecho colocar en la puerta, diez años atrás, con
un agregado de “investigaciones legales” bajo él, sin saber hasta esa fecha qué demonios quería
decir con eso. De seguro provenía de los años en qué dejé de estudiar leyes, porque comprendí
que la justicia se movía por otra parte, amparada por la complicidad del dinero y el silencio.
6. Entonces instalé el negocio. Nada importante que me haga ocupar portadas de revistas.
Maridos celosos que quieren saber de sus mujeres mientras ellos están en sus trabajos o con sus
amantes; muchachas descontentas que se escapan de sus casas y aparecen a los pocos días en la
de alguna amiga; y en el mejor de los casos, algún robo al que el policía no le presta atención. No
es demasiado en verdad, pero no me quejo. Me gusta lo que hago y creo que no son muchos los
tipos que pueden decir lo mismo. Si no fuera así, habría puesto llave a mi oficina, regalado mi
pistola calibre cuarenta y cinco, y desde hace unos años vegetaría en un empleo público,
esperando los fines de semana para salir a pasear en un auto pagado con interminables cuotas
mensuales. Sí, me gusta lo que hago, y más aún, es grato sentir la libertad que poseo, sin que
nadie me dé órdenes o a quien poner caras simpáticas por las mañanas.

7. ––Necesito su ayuda –dijo la muchacha acercándose hasta mi escritorio atestado de papeles.


Temblaba bajo su ropa y no era preciso ser mago para adivinar que había caminado largo rato en
medio de la lluvia que empapaba la ciudad.

8. Le dije que tomara asiento y le ofrecí café. Me levanté y junto a la cafetera eléctrica busqué sin
éxito un paquete de grano molido para preparar la bebida. Contrariado, revisé mis bolsillos y
encontré en ellos solo un par de arrugados billetes de mil pesos. Era todo mi capital hasta la
noche, en que, con un poco de fortuna, me devolverían un préstamo.

9. ––Se terminó el café. La invito al boliche de la esquina y ahí me cuenta su problema –le dije.

Ramón Díaz Eterovic (2000). La ciudad está triste. Santiago: LOM Ediciones (Fragmento).
Vocabulario:
• Tedio: Aburrimiento, cansancio
• Resaca: malestar producto de tomar alcohol.
• Librería de viejo: local de venta de libros usados.
• Boliche: negocio.

11 ¿De qué se trata el fragmento anterior?

A. De la vida cotidiana de Heredia.


B. De la joven mujer que sedujo a Heredia.
C. De la visita de la misteriosa amiga de Heredia.
D. De la recepción de un caso en la oficina de Heredia.
12 ¿Cuál es el principal acontecimiento que se narra al final del fragmento?

A. Un detective se da cuenta que tiene poco dinero.


B. El narrador reflexiona acerca del origen de su negocio.
C. Heredia invita a la clienta a un café para que le cuente su caso.
D. La muchacha llega empapada a la oficina del detective Heredia.

13 ¿Cuál es una de las actividades cotidianas de Heredia?

A. Matar un toro.
B. Caminar por la ciudad.
C. Recibir visitas de mujeres.
D. Pensar en la tristeza de la ciudad.

14 ¿Qué piensa Heredia de la justicia?

A. Que está muy corrompida.


B. Que produce desinterés en el tiempo.
C. Que resuelve situaciones insignificantes.
D. Que se puede ejercer sin haberla estudiado.

15 ¿Por qué a Heredia le gusta su trabajo?

A. Porque puede hacer justicia.


B. Porque tiene su propia oficina.
C. Porque tiene libertad en su oficio.
D. Porque puede ayudar a los demás.
16 ¿Qué hizo Heredia justo cuando la muchacha preguntó por él?

A. Le invitó un café.
B. Instaló un negocio.
C. Revisó sus bolsillos.
D. Se anudó la corbata.

17 En el fragmento, ¿cómo es la vida de Heredia?

A. Pobre.
B. Inquieta.
C. Monótona.
D. Acomodada.

18 ¿Con qué párrafo se relaciona la ilustración que acompaña el texto?

A. Con el párrafo 1.
B. Con el párrafo 3.
C. Con el párrafo 6.
D. Con el párrafo 7.

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