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exitosos en inducir la persuasión si los argumentos que contienen son fuertes y con-
vincentes. ¿Puedes determinar por qué sucede esto? De acuerdo con las teorías moder-
nas, tales como el modelo MPE y el modelo sistemático-heurístico, cuando la
relevancia es baja, los individuos tienden a procesar los mensajes a través del modo
heurístico, por medio de atajos mentales. Por tanto, la fuerza de los argumentos tiene
poco impacto sobre ellos. En contraste, cuando la relevancia es alta, los individuos
procesan los mensajes persuasivos más sistemáticamente y de esta manera, la fuerza
del argumento resulta importante (por ejemplo, Petty y Cacioppo, 1990).
De manera similar, la distinción entre sistemático y heurístico ayuda a expli-
car por qué es más fácil persuadir a las personas cuando están distraídas —en cierto
sentido, es pedirles que hagan dos cosas al mismo tiempo—. Bajo estas condicio-
nes, la capacidad de procesamiento de información ante un mensaje persuasivo se
encuentra limitada; por tanto, la gente adopta un modo heurístico de pensamiento.
Si los mensajes contienen las señales «adecuadas» (por ejemplo, los comunicadores
son atractivos o parecen expertos), la persuasión puede suceder porque la gente res-
ponde a estas señales y no a los argumentos presentados. En resumen, el enfoque
cognitivo moderno realmente parece proporcionar una clave fundamental para com-
prender muchos de los aspectos de la persuasión.
P U N TO S C L AV E
■ La investigación temprana sobre persuasión —esfuerzos para cambiar las actitudes a tra-
vés del uso de mensajes— se centró principalmente en las características del comu-
nicador (es decir, experiencia, atracción), del mensaje (es decir, unilateral vs. bilateral) y
de la audiencia.
■ La investigación más reciente ha buscado comprender los procesos cognitivos que jue-
gan un rol en la persuasión. Esta investigación sugiere que procesamos mensajes per-
suasivos de dos maneras distintas: a través del procesamiento sistemático, el cual implica
prestar una atención cuidadosa al contenido del mensaje o, a través del procesamiento
heurístico el cual implica el uso de atajos mentales (por ejemplo, «los expertos aciertan
habitualmente»).
VACUNACIÓN CONTRA LAS «MALAS IDEAS»: CUANDO OTROS NOS ANTICIPAN CONTRA-
ARGUMENTOS. La idea de que la resistencia a la persuasión parece provenir, al menos
en parte, de generar argumentos contra las posturas presentadas en mensajes per-
suasivos no es una idea nueva en psicología social. De hecho, hace más de cuarenta
años, McGuire (1961) sugirió que la gente podía ser «vacunada» contra la persua-
sión presentándoles posturas opuestas a las suyas junto con argumentos que refu-
taran estas posiciones contra-actitudinales. Él pensó que cuando se ofrece a la gente
contra-argumentos útiles para atacar los puntos de vista opuestos al suyo, estas per-
sonas serían estimuladas a generar por su cuenta contra-argumentos y esto hará que
sea más difícil cambiar sus actitudes.
Para probar esta predicción, este autor realizó varios estudios (por ejemplo,
McGuire y Papageorgis, 1961) en los cuales los individuos recibieron enunciados
actitudinales (por ejemplo, frases estereotipadas tales como «todos deberían cepi-
llarse los dientes después de cada comida») junto con uno de los siguientes argu-
mentos: argumentos que apoyan esta frase (la condición de defensa del apoyo) o
4 3,84
2 1,93
1
0,6 0,6 Contrarios
A favor
0
Proactitudinal Contraactitudinal
Tipo de mensaje
FIGURA 4.14
Contra-argumentar los mensajes contrarios a nuestras actitudes.
Los participantes manifestaron tener más pensamientos con respecto al
mensaje contraactitudinal que en relación al mensaje proactitudinal.
En contraste, manifestaron tener más ideas de soporte ante el mensaje
proactitudinal que en relación al contraactitudinal. Estos resultados son
consistentes con la perspectiva según la cual una de las razones por las
cuales somos tan buenos resistiendo la persuasión es que defendemos
nuestras actitudes de manera activa contraargumentando las posturas
contrarias.
[FUENTE: BASADO EN DATOS DE EAGLY ET AL., 2000.]
argumentos contrarios a la frase, los cuales fueron entonces refutados (la condición
de defensa de la refutación). Dos días más tarde, los participantes recibieron men-
sajes adicionales que atacaban las frases originales con nuevos argumentos. Al final,
los participantes mostraron sus actitudes hacia estas posturas. Como se predijo, la
defensa de la refutación fue más efectiva en prevenir la persuasión. En otras pala-
bras, la exposición a dosis relativamente débiles de argumentos opuestos a nues-
tras actitudes puede servir para fortalecer las posturas que tenemos, fortaleciendo
también nuestra resistencia ante los intentos subsecuentes para cambiarlas. En
cierto sentido, podemos, de hecho, estar vacunados contra las «malas ideas», ¡aque-
llas contrarias a las nuestras!
P U N TO S C L AV E
■ Nuestras actitudes tienden a permanecer bastante estables a pesar de muchos inten-
tos por cambiarlas.Varios factores contribuyen a dicha resistencia a la persuasión.
■ Uno de esos factores es la reactancia —reacciones negativas ante los intentos de los
demás de reducir o limitar nuestra libertad personal.
■ La resistencia a la persuasión se ve incrementada a menudo por la advertencia —el saber
que alguien va a intentar cambiar nuestras actitudes— y por la evitación selectiva —la
tendencia a evitar la exposición a información que contradice nuestras posturas.
■ Además, cuando estamos expuestos a mensajes persuasivos contrarios a nuestros pun-
tos de vista, contra-argumentamos de manera activa la información contenida en ellos.
Esto también incrementa nuestra resistencia a la persuasión.
■ Si recibimos argumentos en contra de nuestras posturas junto con argumentos para
refutarlos, se incrementará la resistencia que hagamos ante la persuasión subsiguiente;
esto es conocido, algunas veces, como vacuna ante las posturas contra-actitudinales.
■ Dos procesos adicionales —la asimilación sesgada y la polarización de la actitud— tam-
bién juegan un rol en la resistencia a la persuasión. La asimilación sesgada se refiere a
nuestra tendencia a evaluar la información inconsistente con nuestras actitudes como
menos confiable o convincente que la información que sí es consistente con ellas. La pola-
rización de la actitud se refiere a la tendencia a interpretar la evidencia mixta de manera
que fortalezca nuestras posturas y las haga más extremas.
asimilación sesgada: la
tendencia a considerar menos
convincente o confiable la
información que contradice
Disonancia cognitiva: ¿por qué algunas veces nuestros puntos de vista, que la
que las confirma.
nuestro comportamiento puede influir
nuestras actitudes? polarización de la actitud: la
QC
tendencia a evaluar la
información o la evidencia mixta,
uando al principio presentamos las preguntas de si y en qué de tal manera que refuerza
medida las actitudes y la conducta se encuentran relaciona- nuestros puntos de vista iniciales
haciéndolos más extremos.
das, destacamos que en muchas situaciones existe una gran
Disonancia cognitiva: ¿por qué algunas veces nuestro comportamiento puede influir nuestras actitudes? 149