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QUÉ ES EL SESGO COGNITIVO Y

POR QUÉ ES IMPORTANTE EN LOS


NEGOCIOS
En este preciso instante, justo ahora, cada persona en cualquier parte del
mundo está tomando o no acción en base a pensamientos, sensaciones,
creencias o percepciones de las que no son del todo conscientes, y que
difieren de lo predecible.
 
¿Crees que esa acción que toma o no una persona, viene determinada
tan solo por la información que tiene ante sus ojos?
 
Todos nosotros desarrollamos sesgos cognitivos, es decir, impulsores no
conscientes que influyen en la forma de percibir las cosas y de tomar
decisiones tanto en el entorno empresarial, como en la vida.
 
¿Interesante, no? Veamos todo esto con más detalle.
 
CONOCE EL SIGNIFICADO DEL
CONCEPTO SESGO COGNITIVO

 
Un sesgo cognitivo es una interpretación errónea sistemática de la
información disponible que ejerce influencia en la manera de procesar
los pensamientos, emitir juicios y tomar decisiones. El concepto de sesgo
cognitivo fue introducido por los psicólogos israelíes Kahneman y
Tversky en 1972.
 
Cada segundo tu cerebro ejecuta millones de procesos mentales. La
probabilidad de que algún sesgo cognitivo influya en tu comportamiento
es alta, y por cierto, ocurre con toda naturalidad.
 
Es fácil que las personas actúen movidas por sesgos ocultos cuyo efecto
puede llegar a sorprenderles…
 
 
Los sesgos cognitivos pueden influir en la forma que ves el mundo. Están
determinados por implicaciones culturales, influencia social, motivaciones
emocionales o éticas, atajos en el procesamiento de la información, o
distorsiones en la recuperación de los recuerdos y la memoria, entre
muchos otros.
 
DESCUBRE ALGUNOS EJEMPLOS
DE SESGO COGNITIVO

 
La naturaleza humana opta por no pensar demasiado en el momento de
tomar una decisión, y en consecuencia, se sirve de experiencias
pasadas, y de otro tipo de factores con más peso que la propia razón y la
lógica.
 
Sesgo de confirmación
 
Es la tendencia a buscar, propiciar, interpretar o recordar información de
manera que confirma algo que ya has decidido previamente, o que
favorece creencias y suposiciones muy arraigadas.
 
Es el caso, por ejemplo, de personas que apoyan o se oponen a un tema
determinado, y no solo buscan información para reforzar sus tesis sino
que además, las interpretan de forma que defienda sus ideas
preconcebidas.
 
Sesgo de anclaje
 
En este caso, te centras casi exclusivamente en la primera información
que recibes para tomar una decisión.
 
En el transcurso de una negociación salarial el aspirante a un puesto de
empleo se ve influenciado por la primera cifra mencionada en las
negociaciones, en vez de examinar de manera racional otras posibles
opciones.
 
Sesgo de observación selectiva
 
Este tipo de sesgo cognitivo se da cuando diriges tu atención a algo en
función de tus expectativas, y desatiendes el resto de la información.
 
Te compras un coche y a partir de ese momento empiezas a ver coches
de esa marca y ese color por todas partes.
 

 
Sesgo de negatividad
 
Prestas más atención, y le das mucha más importancia a experiencias e
información negativa, en vez de positiva o neutral.
 
Alguien da un paseo por un paraje espectacular entre montañas y valles
de gran belleza, y se rompe una pierna. ¿Qué va a recordar mucho más
vívidamente?
 
Resistencia reactiva
 
Consiste en el deseo de hacer lo contrario de lo que alguien te solicita o
aconseja, debido a una amenaza percibida o a la propia libertad de
elección.
 
Lo anticipa esta frase de Baltasar Gracián, el célebre escritor del Siglo de
Oro: «No tome el lado equivocado de una discusión solo porque su
oponente ha tomado el lado correcto».
 
Efecto de primera impresión
 
Llamado también efecto halo, explica el motivo por el que las primeras
impresiones tienen tanto peso, y describe cómo la impresión positiva
acerca de alguien, conduce a impresiones también positivas sobre otros
aspectos de esa misma persona.
 
En el momento de evaluar a un candidato en una entrevista de selección
de personal, se corre el riesgo de no ser objetivo porque los primeros
rasgos tienen una enorme influencia en percepciones posteriores.
 
Disponibilidad heurística
 
Es un atajo mental que otorga más valor y credibilidad a la primera
información que llega a tu mente y que es más fácil de recordar.
 
No importa la opinión que tengas con respecto al cambio climático o a las
circunstancias ambientales; cuando hace calor, el responsable es el
calentamiento global.
 
Sesgo de impacto
 
Es la tendencia a sobreestimar la intensidad y duración de una reacción
ante acontecimientos o eventos futuros de carácter bueno o malo.
 
El hecho de que te toque la lotería, por ejemplo, no va a variar tu nivel de
felicidad ni tu estado emocional promedio y poco después, dejas de verlo
como algo excepcional.
 
Sesgo de status quo
 
A causa de este sesgo cognitivo se tiende a favorecer las decisiones que
mantienen el status quo, es decir, el estado de cosas actual.
 
Las personas afectadas por este sesgo eligen no desviarse de los
comportamientos establecidos a menos que haya un incentivo
convincente para cambiar.
 
CÓMO INFLUYE EL SESGO
COGNITIVO EN LA TOMA DE
DECISIONES

 
 
El cerebro humano es increíble.
 
Ante una pregunta determinada, por ejemplo, responde antes a lo que no
le gusta que a lo que sí le gusta. Además lo hace en menos de la mitad
de un segundo, completamente al margen de la respuesta
conductual de la persona y de todas esas reacciones rápidas e
imposibles de controlar como efecto de los sesgos cognitivos.
 
Y es que gran parte de la memoria que utilizas todo el tiempo en tu vida
diaria es implícita, es decir, accedes a ella sin pensar y está sujeta a
información que no eres consciente que sabes. La memoria
implícita tiene una respuesta objetivable  e imposible de manipular.
 
Pero espera, hay más.
 
La neurociencia cognitiva es una disciplina que conecta el
comportamiento de las personas con las reacciones producidas en el
cerebro, y es capaz de analizar los mecanismos cerebrales que
subyacen a la toma no consciente de decisiones. Para conseguirlo se
sirve de tecnología de neuroimagen muy sensible, como la
Magnetoencefalografía, en combinación con análisis de datos avanzados
y aplicaciones de machine learning e inteligencia artificial.
 
Entiende qué valoran realmente tus potenciales clientes, anticipa sus
necesidades o preferencias, impulsa experiencias consistentes y toma
decisiones estratégicas de negocio con precisión científica.
La toma de decisiones es una actividad que forma parte de la vida cotidiana
de los seres humanos. Estas decisiones se nutren de las creencias,
percepciones, sentimientos y pensamientos personales, pero también
cuentan con una gran influencia de lo que se conoce como sesgos
cognitivos.
 

Estos sesgos cognitivos son desarrollados por todas las personas sin que se
den cuenta. Se trata de auténticos impulsores capaces de modificar
radicalmente la forma en que percibimos las cosas, en consecuencia,
alterando las decisiones que tomamos en nuestra vida personal, académica
o laboral.

Daniel Kahneman y Amos Tversky:


procesos de pensamiento
El concepto de sesgos cognitivos fue abordado por primera vez por los
psicólogos Tversky y Kahneman en 1972. Fue definido como un
interpretación sistemática y errónea de la información disponible, que
además tiene la capacidad de influir en la forma que se procesan los
pensamientos, se toman decisiones y se emiten juicios

Por ello, los sesgos cognitivos tienen el poder de modificar la forma que
una persona percibe al mundo. Lo que los determinan son diferentes
factores sociales, culturales, motivaciones éticas o emocionales,
distorsiones en los recuerdos y la memoria o atajos en el procesamiento de
información, entre otros aspectos.

7 🅴🅹🅴🅼🅿🅻🅾🆂 de sesgos cognitivos


Los siguientes ejemplos de sesgos cognitivos forman parte de
la cotidianidad de muchas personas:
1. Aversión a la pérdida
Consiste en considerar que es más importante la posibilidad de perder algo
que la posibilidad de conseguir algo de igual valor. Debido a este sesgo,
muchas personas consideran que perder tiene más impacto que ganar,
incluso en aquellas circunstancias donde ganar o perder puede ocurrir con
las mismas probabilidades.

2. Efecto Forer
El efecto Forer es el sesgo cognitivo detrás del éxito de los horóscopos.
Consiste en la tendencia de las personas a sentirse identificadas con
descripciones ambiguas, que pueden encajar con casi cualquier persona.

3. Sesgo de riesgo cero


Se trata de la tendencia a reducir los riesgos pequeños a una probabilidad
del 0%, evitando reducir más los riesgos con mayores probabilidades.

4. Efecto dotación
Este efecto consiste en darle más valor a aquellas cosas hechas por nosotros
mismos o que son nuestras únicamente porque nos pertenecen. El ejemplo
más común es cuando una persona desea vender algo a por un precio
superior al adecuado, debido a que lo eleva por su valor personal.

5. Prejuicio de retrospectiva
Cuando se produce este sesgo las personas tienden a pensar que cosas que
han ocurrido eran más previsibles de lo que eran antes de que
ocurrieran.

6. Efecto halo
Este sesgo cognitivo trata sobre valorar más positivamente las acciones y
características de una persona si en el pasado se ha evaluado
positivamente alguna característica. El ejemplo más común es cuando se
sobrevaloran las cualidades de una persona que es percibida como
físicamente atractiva.

7. Sesgo del punto ciego


Trata sobre la tendencia de las personas a creer que ellos mismos son
menos vulnerables ante los efectos de los sesgos cognitivos que otras
personas.
Los sesgos cognitivos más comunes en la
vida diaria
Los ejemplos anteriormente mencionados son útiles para saber cuándo
estamos ante un sesgo cognitivo y también para entender de mejor forma
este concepto. Sin embargo, no se trata de los sesgos más comunes. Los
que se presentan con más frecuencia en la cotidianidad son los
siguientes:

Sesgo de confirmación
Este sesgo empuja a las personas a recordar, interpretar, buscar o propiciar
información que confirma aquello que anteriormente han decidido. Su
objetivo es favorecer suposiciones o creencias bastante arraigadas en la
mente de la persona.

Sesgo de anclaje
Se suele presentar en las negociaciones y consiste en que la persona se
enfoca casi de forma exclusiva en la primera información que recibe antes
de tomar una decisión, por lo que el resto de opciones quedan relegadas a
segundo plano y ni siquiera son tomadas en cuenta racionalmente.

Sesgo de observación selectiva


Trata sobre enfocarse en aquello que se aspira a conseguir, ignorando
cualquier otra cosa. Por ejemplo, si se desea comprar un coche
determinado, comienza a verse con mucha frecuencia, mientras que otros
tipos de coches simplemente pasan desapercibidos.

Sesgo de negatividad
Es un enfoque hacia la información y experiencias negativas, que hace que
lo positivo y neutral pase desapercibido.

Resistencia reactiva
A raíz de la libertad de elección o una amenaza percibida, este sesgo genera
una tendencia a hacer lo contrario que alguien aconseja o solicita.

Sesgo de status quo


Este sesgo provoca que las personas tiendan a tomar decisiones que no
alterarán el estado actual de sus situaciones. Sin embargo, suele
desaparecer cuando existe un fuerte incentivo para que las personas
abandonen el statu quo.
¿Qué es un sesgo en psicología social?
En la psicología social los sesgos, también conocidos como prejuicios
cognitivos, se consideran efectos psicológicos que distorsionan la forma en
que nuestros sentidos procesan la información. Se hace especial énfasis en
los sesgos de tipo social, los cuales afectan a la interacción social en la
vida diaria.

Cómo influye el sesgo cognitivo en la toma


de decisiones
Los diferentes sesgos cognitivos pueden afectar de diferentes maneras en la
toma de decisiones. En ocasiones pueden provocar que la persona tome una
decisión irracional que podría llegar a alejarse de la respuesta conductual
más coherente. El mayor inconveniente de esto es que la persona no suele
ser consciente de que un sesgo está influyendo en sus decisiones.

Conclusiones
La mente es muy compleja y a través de los sesgos puede engañarnos a
nosotros mismos, haciendo que veamos cosas de forma diferente a cómo
realmente son. Aunque no existe una forma infalible de evitar caer en los
sesgos cognitivos, ser consciente de su existencia y sus
características puede ayudarnos a identificarlos cuando se presentan.

Aprender a identificar los sesgos cognitivos puede ser una habilidad muy
útil en la vida diaria, ya que permite tomar decisiones más racionales,
objetivas e inteligentes

¿Qué es un sesgo cognitivo?


Los sesgos cognitivos son predisposiciones psicológicas a llegar a un
determinado tipo de conclusiones de manera automática. Por
consiguiente, son maneras irracionales de dar por buenas determinadas
ideas o decisiones. Los sesgos cognitivos son la manera en la que se
expresan ciertos “atajos mentales” por los que muchas veces circula
nuestro pensamiento bajo la apariencia de la racionalidad, aunque en
realidad desafían toda lógica.
Así pues, ¿cuál es el motivo por el que e existen los sesgos cognitivos,
siendo que resultan totalmente irracionales? La respuesta es que nos
permiten tomar decisiones rápidamente, sin tener que esperar a llegar
a una decisión a través de la racionalidad. No hay que olvidar que el
cerebro humano no ha evolucionado para permitirnos usar la razón
constantemente, sino para hacernos capaces de sobrevivir. Y como el
mundo está lleno de cambios y situaciones novedosas, en muchos casos
resulta más útil estar predispuestos a actuar rápidamente incluso sin tener
la razón, que no actuar en absoluto hasta que estamos convencidos de
que lo que se nos ha ocurrido es razonable.

Varios ejemplos de sesgos cognitivos


Veamos algunos ejemplos de sesgos cognitivos que han sido
descubiertos a través de investigaciones de psicología y ciencias
cognitivas en general.

1. Aversión a la pérdida
Este sesgo cognitivo es uno de los que afectan más al comportamiento
humano, y consiste en darle más importancia a la posibilidad de perder
algo que a la posibilidad de ganar algo con el mismo valor. En
definitiva, la idea de perder algo es más relevante para nosotros que
la idea de ganar, incluso cuando ambas opciones tienen las mismas
probabilidades de ocurrir e implican que se nos sume o se nos reste algo
de valor equivalente.
2. Efecto Forer
El efecto forer es la tendencia a sentirnos identificados con
descripciones ambiguas, que en realidad encajan con la manera de ser o
la apariencia de prácticamente cualquier persona.
3. Sesgo de riesgo cero
Este sesgo cognitivo es la tendencia a preferir reducir un pequeño
riesgo hasta el 0% de probabilidad, en vez de reducir en mayor
cantidad (aunque sin reducirlo al 0%) un riesgo más probable.
4. Efecto dotación
El efecto dotación consiste en la tendencia a otorgarle más valor a
aquello que tenemos o que hemos hecho, por el simple hecho de que nos
pertenecen. Así, si alguien quiere obtener algo que poseemos, solemos
pedir a cambio más de lo que estaríamos dispuestos a dar si nosotros
fuésemos la otra persona.
5. Prejuicio de retrospectiva
Este sesgo cognitivo consiste en la propensión a juzgar las cosas que
han ocurrido como previsibles de lo que en realidad eran.
6. Efecto halo
El efecto halo consiste en tender a valorar más positivamente todas
las características y acciones de las personas que previamente hemos
valorado positivamente en una de sus características. Ocurre
normalmente con la belleza.
7. Sesgo del punto ciego
El sesgo del punto ciego consiste en la tendencia a asumir que los
demás son más vulnerables a los sesgos cognitivos que nosotros
mismos.

¿Qué se puede hacer ante los sesgos?


Tal y como hemos vistos, no se puede eliminar totalmente de nuestras
vidas los sesgos cognitivos, dado que estos están ahí debido al modo en
el que funciona nuestro cerebro. Sin embargo, sí se ha demostrado que
estar informado acerca de su existencia y tener presente que se pueden
manifestar de muchas maneras diferentes nos vuelve más inmunes a su
existencia, lo cual implica que aparecen con menor frecuencia.
Además de aprender acerca de los distintos tipos de sesgos cognitivos,
algo que resulta eficaz para mejorar en la capacidad de reconocerlos
cuando aparecen en nuestras vidas es llevar un autorregistro de
pensamientos e ideas que aparecen en nuestras mentes. Puede ser una
pequeña libreta en la que vamos anotando ejemplos de casos en los que
un sesgo cognitivo ha empezado a influir en nosotros, describiendo
brevemente el contexto en el que ocurrió e incluyendo día y hora. De
este modo, vamos “entrenándonos” a detectar de manera
espontánea estos patrones de pensamiento.

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