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Ciudadano

TAREK WILLIAMS SAAB


FISCAL GENERAL DE LA REPÚBLICA
Presente.-

Yo, ELWIS ROLANDO PÉREZ MATERANO, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula
de identidad Nº V.- 10532377, actuando en mi propio nombre y representación acudo
respetuosamente ante su competente autoridad a los fines de ejercer el presente RECURSO DE
RECONSIDERACIÓN, conforme lo dispuesto en el artículo 94 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos y artículo 121 del Estatuto de Personal del Ministerio Público,
contra el acto administrativo contenido en la Resolución Nº 1329 de fecha 14 de junio de 2022,
debidamente notificado en fecha 28 de junio de 2022, emanado de la DIRECCIÓN DE
RECURSOS HUMANOS DEL MINISTERIO PÚBLICO, mediante el cual se me informa de
la REMOCIÓN Y RETIRO, al cargo de ASISTENTE ADMINISTRATIVO III, que venía
desempeñando en la Fiscalía Décima Cuarta del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial
del área Metropolitana de Caracas, adscrita a la Dirección General Contra Delitos Comunes, al
considerar erróneamente que ejerzo un cargo de Libre Nombramiento y Remoción, considerado
cargo de confianza, según lo previsto en el artículo 3 del Estatuto de Personal del Ministerio
Público, lo que acarea que el mencionado acto administrativo este viciado de nulidad, visto que: 1)
Vulnera flagrantemente el derecho a la defensa y debido procedimiento, establecido en el artículo
49 y 25 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, encontrándose por tanto
viciado por contrariedad a derecho; al violentar el derecho constitucional a la Defensa y el derecho
al procedimiento legalmente establecido conforme lo dispuesto en el artículo 19, Numeral 1º de la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos. 2) Se encuentra afectado de nulidad absoluta al
vulnerar el principio constitucional de irretroactividad de la ley conforme lo establecido en el
artículo 24 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, encontrándose
igualmente viciado por contrariedad a derecho conforme lo dispuesto en el artículo 19, Numeral 1º
de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos; e 3) Incurrir la administración en el vicio
del Falso Supuesto de Derecho, visto que la Administración para tomar su decisión y emitir el acto
administrativo de REMOCIÓN Y RETIRO, fundamento su decisión en supuestos normativos no
relacionados con el asunto objeto de decisión, razón por la cual vicia la causa y motivos que
sustentaron el referido acto administrativo, conforme lo dispuesto en el artículo 20 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos.
I
DE LA LEGITIMIDAD PARA EJERCER EL
PRESENTE RECURSO DE RECONSIDERACIÓN

He acudido ante su competente autoridad, todo a los fines de hacer valer mis derechos subjetivos e
intereses legítimos en mi condición de Funcionario de Carrera de este digno Ministerio Público,
mediante el ejercicio del presente Recurso de Reconsideración conforme lo dispuesto en el artículo
94 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos y artículo 121 del Estatuto de Personal
del Ministerio Público, que representa un medio de impugnación que permite en el presente caso, a
los funcionarios se revise, remedie, corrija y anule la ilegalidad o inconveniencia en sede
administrativa del acto administrativo contenido en Resolución Nº 1329 de fecha 14 de junio de
2022, debidamente notificado en fecha 28 de junio de 2022, emanado de la DIRECCIÓN DE
RECURSOS HUMANOS DEL MINISTERIO PÚBLICO. En este sentido, el ejercicio del
presente Recurso Administrativo le permite al Ministerio Público en sede administrativa, revisar y
corregir los errores o desaciertos en que se haya podido incurrir, sin necesidad de acudir a la vía
Contencioso Administrativa. En lo que respecta al lapso para interponer el recurso jerárquico, éste
se ejerce en el lapso previsto legalmente, es decir dentro de los quince (15) días hábiles siguientes
a la emisión del Acto Administrativo y correspondiente notificación del mismo, conforme lo
previsto en el artículo 94 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, por tanto en el
lapso legalmente previsto.
II
RELACIÓN DE LOS HECHOS

Debo manifestar que ingresé al Ministerio Público, en fecha 18 de agosto de 2014, desempeñando
el cargo de ASISTENTE ADMINISTRATIVO I, adscrito a la Fiscalía 14º del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del área Metropolitana de Caracas, iniciándose el
correspondiente período de prueba de dos (02) años conforme con lo dispuesto en el Título II,
Capitulo I, Artículo 8º del Estatuto de Personal del Ministerio Público, tal como puede
evidenciarse de Oficio Nº DRH-DTD-DRS-539-2014 de fecha 12 de agosto de 2014, suscrito por
la entonces Directora de Recursos Humanos del Ministerio Público, cuya copia fotostática anexo a
la presente marcada “A”.

El cargo de ASISTENTE ADMINISTRATIVO I, lo desempeñé con eficiencia y trabajo


comprometido en aras de generar resultados oportunos para el éxito de la gestión institucional,
haciendo especial énfasis que se supero con creces el periodo de prueba de (dos) años conforme
los establecido en el artículo 8 del Estatuto de Personal vigente en ese momento, contenido en la
Resolución Nº 1821 del 3 de noviembre de 2015, publicada en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela Nº 40.785 de fecha 10 de noviembre de 2015.

En este orden de ideas, igualmente, se evidencia solicitud de mi ascenso al Cargo de ASISTENTE


ADMINISTRATIVO III, de conformidad con lo previsto en el artículo 23 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público, según Oficio Nº 01-DDC-F14-0444-2017 de fecha 27 de abril de 2017,
suscrita por la entonces Fiscal Provisorio Décima Cuarta 14º del Ministerio Público del área
Metropolitana de Caracas. Así mediante Oficio Nº DF-GR-DRRHH-DTD-1011-2017, de fecha
01 de junio de 2017, el cual fue suscrito por la entonces Directora de Recursos Humanos del
Ministerio Público, mediante el cual se me informa que mediante Punto de Cuenta Nro. 2017-3-
772 de fecha 23 de mayo de 2017, se aprobó a partir del 01 de junio de 2017, mi ascenso al cargo
de ASISTENTE ADMINISTRATIVO III, en la Fiscalía 14º del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del área Metropolitana de Caracas, cuya copia fotostática anexo a la
presente marcada “B”.

Finalmente, en fecha 28 de junio de 2022, se me notifica del contenido de la Resolución Nº 1329


de fecha 14 de junio de 2022, mediante la cual se me notificó mi RETIRO Y REMOCIÓN al
cargo de ASISTENTE ADMINISTRATIVO III, que venía desempeñando en la Fiscalía Décima
Cuarta del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del área Metropolitana de Caracas,
adscrita a la Dirección General Contra Delitos Comunes, el cual anexo a la presente marcado “C”,
del cual transcribo textualmente contenido del mismo de la siguiente manera:

“(…) CONSIDERANDO: Que el Ministerio Público es un órgano del Poder Ciudadano que actúa en
representación del interés general, garantizando el cumplimiento del ordenamiento jurídico mediante el
ejercicio de las atribuciones constitucionales y legales, en pro de una respuesta efectiva y oportuna a la
colectividad, que propenda a la preservación del “Estado, Social, Democrático, de Derecho y de Justicia”,
garante de la legalidad, accesible, imparcial y confiable, caracterizada por el cumplimiento de sus
atribuciones e inmersa en la dinámica social con estricto apego a la preeminencia de los derechos
humanos, con sólidos valores como lo son la honestidad, la probidad, la justicia, la responsabilidad, la
eficacia, la humanidad, la lealtad, la imparcialidad, la ética y la solidaridad. CONSIDERANDO: Que
mediante la Resolución Nº 2703 del 13 de septiembre de 2018, publicada en la Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela Nº 41.482 de fecha 14 de septiembre de 2018, en acatamiento a lo
ordenado por la Asamblea Nacional Constituyente inherente a la reestructuración del Ministerio Público,
se reforma el artículo 3 del Estatuto de Personal del Ministerio Público, el cual prevé los cargos de
confianza y/o libre nombramiento y remoción en el Ministerio Público, en los términos siguientes: “…
Son funcionarios y funcionarias de carrera, quienes ingresen al servicio del Ministerio Público, en virtud
de la aprobación de un concurso público de credenciales y de oposición, mediante nombramiento,
siempre que desempeñen funciones de carácter permanente. Se consideran cargos de libre nombramiento
y remoción los cargos de alto nivel y de confianza que se determinan en el presente Estatuto de
Personal…”. CONSIDERANDO: Que el ciudadano ELWIS ROLANDO PÉREZ MATERANO, titular
de la cédula de identidad Nº V-10532377, comenzó a prestar servicios como funcionario en el Ministerio
Público a partir del dieciocho (18) de agosto de 2014, sin la debida realización del concurso establecido
en el artículo 146 de nuestra Carta Magna, ejerciendo el cargo de Asistente Administrativo III, en la
Fiscalía Décima Cuarta del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, adscrita a la Dirección General Contra Delitos Comunes, cargo considerado de confianza y, por
lo tanto, de libre nombramiento y remoción conforme a lo establecido en nuestro vigente Estatuto de
Personal, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 3, que dispone: “…Los cargos de confianza son
los siguientes: funcionarios y funcionarias que presten servicio en la Dirección y Coordinación del
Despacho de o la Fiscal General de la República, en la Vicefiscalía, en las Direcciones Generales, en las
Direcciones de Línea, en las Coordinaciones, en las Divisiones, en los Departamentos, en las Unidades,
en las Fiscalías Nacionales, en las Fiscalías Superiores, en las Fiscalías Estadales, en las Fiscalías
Municipales y en cualquier otra dependencia del Ministerio Público.” CONSIDERANDO: Que el
ciudadano ELWIS ROLANDO PÉREZ MATERANO, titular de la cédula de identidad Nº V-
10532377, ingresó a prestar servicios en el Ministerio Público, sin ostentar la cualidad de funcionario
público de carrera, por no haber concursado públicamente, no goza de Estabilidad Funcionarial en el
desempeño de sus funciones y, en consecuencia es susceptible de ser retirado del Ministerio Público, sin
la realización de un procedimiento administrativo previo. CONSIDERANDO: Que el artículo 16 del
Estatuto de Personal del Ministerio Público establece el período de disponibilidad aplicable a los
funcionarios de libre nombramiento y remoción, el cual comenzará a computarse a partir de la
notificación de la remoción y visto que han sido infructuosas las gestiones reubicatorias, realizadas a
través de los Oficios Nº DFGR-DRRHH-DRL-134-2022, Nº DFGR-DRRHH-DRL-135-2022, Nº DFGR-
DRRHH-DRL-136-2022 y Nº DFGR-DRRHH-DRL-137-2022, todos de fecha (17) de mayo de 2022, y
habiéndose consumado el mes de disponibilidad establecido en el artículo in comento. RESUELVE:
PRIMERO: RETIRAR del Ministerio Público al ciudadano ELWIS ROLANDO PÉREZ
MATERANO, titular de la cédula de identidad Nº V-10532377, del cargo de Asistente Administrativo
III, en la Fiscalía Décima Cuarta del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, adscrita a la Dirección General Contra Delitos Comunes, por cuanto ejerció un
cargo de libre nombramiento y remoción, considerado cargo de confianza, según lo determina
taxativamente el artículo 3 del Estatuto de Personal del Ministerio Público, dictado mediante la referida
Resolución Nº 2703 de fecha 13 de septiembre de 2018. (…)”.

III
FUNDAMENTACIÓN LEGAL DEL
PRESENTE RECURSO DE RECONSIDERACIÓN
El presente Recurso encuentra su fundamentación Jurídica en que el acto administrativo contenido
en Resolución Nº 1329 de fecha 14 de junio de 2022, debidamente notificado en fecha 28 de
junio de 2022, emanado de la DIRECCIÓN DE RECURSOS HUMANOS DEL MINISTERIO
PÚBLICO, mediante el cual se me informa de la REMOCIÓN Y RETIRO, al cargo de
ASISTENTE ADMINISTRATIVO III, que venía desempeñando en la Fiscalía Décima Cuarta
del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del área Metropolitana de Caracas, adscrita a
la Dirección General Contra Delitos Comunes, está viciado de nulidad por 1) Vulnerar
flagrantemente el derecho a la defensa y debido procedimiento, establecido en el artículo 49 y 25
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, encontrándose viciado por
contrariedad a derecho; por violentar el derecho constitucional a la Defensa y el derecho al
Procedimiento legalmente establecido conforme lo dispuesto en el artículo 19, Numeral 1º de la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos. 2) El referido acto administrativo igualmente se
encuentra afectado de nulidad absoluta al vulnerar el principio constitucional de irretroactividad de
la ley conforme lo establecido en el artículo 24 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, encontrándose viciado de nulidad absoluta por contrariedad a derecho, conforme lo
dispuesto en el artículo 19, Numeral 1º de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos; y
finalmente; 3) Incurrir la administración en el vicio del Falso Supuesto de Hecho, visto que el
Ministerio público en sede administrativa para tomar su decisión y emitir el acto administrativo de
REMOCIÓN Y RETIRO, fundamento su decisión en errada aplicación del derecho a supuestos
de hecho que no se corresponden con el asunto objeto de decisión, razón por la cual vicia la causa
y motivos que sustentaron el referido acto administrativo.

1.- Ahora bien, debo expresar que en relación al vicio de inconstitucionalidad e ilegalidad que
afecta la validez del acto administrativo contenido en el Resolución Nº 1329 de fecha 14 de junio
de 2022, notificado en fecha 28 de junio de 2022, emitido por la DIRECCIÓN DE RECURSOS
HUMANOS DEL MINISTERIO PÚBLICO, mediante el cual se me informa la REMOCIÓN
Y RETIRO, al cargo de carrera de ASISTENTE ADMINISTRATIVO III, que venía
desempeñando que acarrean su nulidad, por ser contrario a Derecho, conforme con lo previsto en
el artículo 19, Numeral 1º, de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, vulnera
flagrantemente mis derechos subjetivos e intereses legítimos al no ser consonó con el derecho
constitucional al debido proceso y derecho a la defensa, establecidos en el artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Al respecto debo señalar que la garantía
constitucional al debido procedimiento administrativo y derecho a la defensa son previstos en
nuestra Constitución, como principios fundamentales vinculados ostensiblemente al principio de
legalidad y a la concepción del estado social, democrático de derecho y de justicia de la siguiente
manera:

Artículo 49. El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y


administrativas; en consecuencia:
1. La defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado y grado de la
investigación y del proceso. Toda persona tiene derecho a ser notificada de los cargos por
los cuales se le investiga; de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los
medios adecuados para ejercer su defensa. Serán nulas las pruebas obtenidas mediante
violación del debido proceso. Toda persona declarada culpable tiene derecho a recurrir del
fallo, con las excepciones establecidas en esta Constitución y en la ley.
2. Toda persona se presume inocente mientras no se pruebe lo contrario.
3. Toda persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso, con las debidas
garantías y dentro del plazo razonable determinado legalmente por un tribunal competente,
independiente.
4. Toda persona tiene derecho a ser juzgada por sus jueces naturales en las jurisdicciones
ordinarias o especiales, con las garantías establecidas en esta Constitución y en la ley.
Ninguna persona podrá ser sometida a juicio sin conocer la identidad de quien la juzga, ni
podrá ser procesada por tribunales de excepción o por comisiones creadas para tal efecto.
5. Ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra sí misma, su
cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad y
segundo de afinidad. La confesión solamente será válida si fuere hecha sin coacción de
ninguna naturaleza.
6. Ninguna persona podrá ser sancionada por actos u omisiones que no fueren previstos
como delitos, faltas o infracciones en leyes preexistentes.
7. Ninguna persona podrá ser sometida a juicio por los mismos hechos en virtud de los
cuales hubiese sido juzgada anteriormente.
8. Toda persona podrá solicitar del Estado el restablecimiento o reparación de la situación
jurídica lesionada por error judicial, retardo u omisión injustificados. Queda a salvo el
derecho del o de la particular de exigir la responsabilidad personal del magistrado o de la
magistrada, del juez o de la jueza; y el derecho del Estado de actuar contra éstos o éstas.

La citada norma constitucional, establece y de esta manera la vinculación coherente tanto el


derecho a la defensa como al debido proceso. En tal sentido, debo manifestar que según la
jurisprudencia y la doctrina más calificada, ambos derechos se interrelacionan, coexisten y están
consubstanciados. De tal manera, cada vez que sea irrespetado el derecho a la defensa se
producirá necesariamente una violación del derecho al debido proceso, y, por su parte, cada vez
que sea irrespetado el derecho al debido proceso se lesionará el derecho a la defensa. Así las
cosas, resulta oportuno traer a colación lo indicado por el Tribunal Supremo de Justicia en Sala
Político Administrativa, mediante sentencia número 00550, del 11 de mayo de 2017, recaída en
el Expediente Nº 2014-0563, caso Banesco Banco Universal, C.A., en la cual señaló con
respecto al derecho al debido proceso y el derecho a la defensa, lo siguiente:

(…) Con relación a la violación del derecho a la defensa esta Sala ha señalado
reiteradamente que en el marco de un procedimiento administrativo su violación se
produce cuando se impide de manera absoluta la participación de los particulares, cuyos
derechos e intereses pudieran resultar afectados, en el procedimiento a través del cual la
Administración dicta su acto, o se le cercena el ejercicio de una adecuada defensa (Vid.
sentencia de esta Sala Nro. 770 del 1° de julio de 2015). (…)

En este mismo sentido, la Sala Político Administrativa del mismo Tribunal Supremo de Justicia,
en Sentencia Nº 00983, de fecha 06 de octubre de 2016, recaída en el expediente número 2013-
0244, caso Andreína Savelli Castillo sostiene que:

“(…) Respecto a este particular, el artículo 49 de la Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela dispone que el debido proceso y el derecho a la defensa deben
ser derechos reconocidos y aplicados tanto en las actuaciones judiciales como en las
administrativas en todo estado y grado del proceso o procedimiento -según sea el caso-,
por lo que toda persona “(…) tiene derecho a ser notificada de los cargos por los cuales se
le investiga, de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los medios adecuados
para ejercer su defensa”.

El pleno ejercicio del derecho constitucional a la defensa exige, fundamentalmente en los


procedimientos sancionatorios, que el particular interesado sea notificado de las conductas
e ilícitos imputados, que se le garantice la oportunidad de ser oído, de formular alegatos,
tener acceso y control de las pruebas, así como de promover las propias, y de acceder al
expediente administrativo en cualquier etapa del procedimiento, requisitos mínimos de
defensa del administrado. De modo que, el derecho a la defensa y al debido proceso
implica que una persona que ha sido acusada de incurrir en alguna conducta contraria a
derecho, no puede ser declarada culpable sino en virtud de una decisión administrativa o
judicial, precedida por un procedimiento que fundamente dicha decisión, y en virtud del
cual se hubieren obtenido las pruebas necesarias para adecuar la conducta concreta que se
cuestiona, en el supuesto normativo. (…)”

De los criterios jurisprudenciales citados, se concluye claramente que la violación al derecho a la


defensa se configura cuando el justiciable no tiene conocimiento alguno del proceso judicial, o
bien del procedimiento administrativo, que pudiere afectar sus intereses, o bien cuando no se le
permite su participación o el ejercicio de los derechos que les son inherentes, o si no se le ha
puesto al tanto de los recursos de que dispone y de los lapsos correspondientes, o cuando se le ha
negado la realización de las actuaciones probatorias; teniendo en cuenta que todos estos
supuestos exponen a las partes a un estado de indefensión. Así, resulta necesario citar el
contenido del artículo 25 constitucional, que dispone: “Artículo 25. Todo acto dictado en ejercicio
del Poder Público que viole o menoscabe los derechos garantizados por esta Constitución y la ley es
nulo; y los funcionarios públicos y funcionarias públicas que lo ordenen o ejecuten incurren en
responsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos, sin que les sirvan de excusa órdenes
superiores.” (Cursivas nuestras)

De modo que al verificarse en un acto administrativo, la violación, menoscabo o vulneración del


derecho a la defensa, entendido como uno de los pilares del Estado Democrático y Social de
Derecho y de Justicia, este será absolutamente nulo, de conformidad con la norma antes citada.
Ahora bien, del contenido del Acto Administrativo contenido en la Resolución Nº 1329 de fecha
14 de junio de 2022, mediante la cual se me notifico mi RETIRO Y REMOCIÓN al cargo de
ASISTENTE ADMINISTRATIVO III, que venía desempeñando en la Fiscalía Décima Cuarta
del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del área Metropolitana de Caracas, antes
trascrito, se evidencia que la Administración (El Ministerio Público), emplea como fundamento
de su decisión, lo establecido en el artículo 3 del Estatuto de Personal del Ministerio Público, en
concordancia con el texto Constitucional, relacionado entre otras cosas con los funcionarios
públicos que ostentan cargos de libre nombramiento y remoción.

Al respecto, debo expresar que la doctrina como la jurisprudencia venezolana han establecido
que los cargos de los funcionarios públicos se clasifican en cargos de carrera y de libre
nombramiento y remoción; los cargos de carrera son aquellos que se encuentran excluidos de la
Ley como de libre nombramiento y remoción, y los cargos denominados como de libre
nombramiento y remoción se clasifican a su vez en cargos de alto nivel y de confianza.
Asimismo, la jurisprudencia ha sostenido de manera pacífica y reiterada, que la determinación de
un cargo como de alto nivel se establece por la definición legal y porque se demuestre que dicho
cargo se encuentra en uno de los grados más elevados dentro de la estructura organizativa del
ente u organismo, contemplados en el artículo 20 de la Ley del Estatuto de la Función Pública,
mientras que la clasificación de un cargo como de confianza, está justificada por la naturaleza de
las actividades efectivamente realizadas por el funcionario las cuales requieren verdaderamente
un alto grado de confidencialidad, también aquellos que ejercen funciones de seguridad del
estado, de fiscalización e inspección, rentas, aduanas, control de extranjeros y fronteras,
caracterizándose como de libre nombramiento y remoción a diferencia a los cargo de carrera, de
poder ser nombrados y retirados libremente de la Administración por quienes detenten la
competencia en materia de gestión de la función pública, según sea el caso.

En este orden de ideas, el artículo 146 de la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela establece que se exceptúan de los cargos de carrera de la Administración Pública, los
de libre nombramiento y remoción, los contratados y contratadas, al servicio de la
Administración Pública y de los demás que determine Ley. A su vez se desprende con meridiana
claridad, que la regla general en cuanto a los cargos de los funcionarios de la Administración
Pública, es que los mismos sean de carrera, esto en aras de garantizar el derecho a la estabilidad
de los funcionarios públicos, en el ejercicio de sus funciones, pues es un derecho propio de un
estado social de derecho y de justicia como el nuestro y una forma de garantizar la prestación de
los servicios públicos. Siendo la excepción a esta regla, los cargos de libre nombramiento y
remoción que pueden ser de alto nivel o de confianza, así como los de elección popular, entre
otros. Asimismo, es menester señalar que el propio Texto Constitucional prevé la carrera
administrativa como la regla en los cargos de la Administración Pública, mientras que la
excepción a la regla está prevista en cuanto se refiere a los funcionarios de libre nombramiento y
remoción, así como al personal obrero y contratado, los cuales deben considerarse, en principio,
ajenos a la función pública. Siendo entonces que, los cargos de libre nombramiento y remoción
constituyen una excepción a los cargos de carrera tal y como se expuso precedentemente, no
pudiendo aplicarse sobre los mismos interpretación extensiva alguna, sino al contrario, la
interpretación debe ser restrictiva o en el mejor de los casos, taxativa y en tal sentido, deberá
determinarse a ciencia cierta, la clase de cargo que se ostenta en la norma que lo considera como
de libre nombramiento y remoción.

Por tanto, a los fines de establecer la naturaleza del cargo de ASISTENTE


ADMINISTRATIVO III, que venía ejerciendo en forma permanente, se hace necesario traer a
colación lo dispuesto en los artículos 2 y siguientes del Estatuto de Personal del Ministerio
Público, contenido en la Resolución Nº 1821 del 3 de noviembre de 2015, publicada en la Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 40.785 de fecha 10 de noviembre de 2015,
vigente para el momento de mí ingreso a esta digna institución los cuales son del tenor siguiente:
Artículo 2.- Funcionarios del Ministerio Público. Los funcionarios y funcionarias al
servicio del Ministerio Público, pueden ser de carrera o de libre nombramiento y
remoción del o la Fiscal General de la República.

Artículo 3.- Funcionarios de carrera y de libre nombramiento y remoción. Son


funcionarios y funcionarias de carrera, quienes ingresen al servicio del Ministerio
Público, en virtud de la aprobación de un concurso público de credenciales y de
oposición, mediante nombramiento, siempre que desempeñen funciones de carácter
permanente. Se consideran cargos de libre nombramiento y remoción los cargos de
alto nivel o de confianza que se determinan en el presente Estatuto de Personal. Los
cargos de alto nivel son los siguientes: Vicefiscal, Directores Generales, Directores de
Línea, Subdirectores, Coordinadores, Jefes de División, Jefes de Departamento, Jefes
de Unidad y Fiscales Superiores. Los cargos de confianza son los siguientes:
funcionarios y funcionarias que presten servicios directamente en la Dirección y
Coordinación del Despacho del o de la Fiscal General de la República, así como los
funcionarios y funcionarias que presten servicios relacionados con la seguridad del o
de la Fiscal General de la República y de las dependencias del Ministerio Público,
personal técnico que preste sus funciones en el área de Tecnología, Auditores,
Registradores de Bienes y Materiales, Almacenistas, Supervisores de Mantenimiento,
Supervisor de Mensajeros, Supervisor de Seguridad Industrial, Supervisores de
Reproducción y Comunicadores Sociales. Se consideran también cargos de libre
nombramiento y remoción, aquellos que sean determinados como tales en el
nombramiento del funcionario, en atención a la naturaleza de sus funciones.

Artículo 4.- Finalidad de la carrera. La carrera del Ministerio Público, tiene por
finalidad asegurar la estabilidad de los o las fiscales y demás funcionarios y
funcionarias de la Institución, regular las condiciones para el ingreso, permanencia y
cese en el ejercicio de sus cargos y establecer las sanciones y el procedimiento a
seguirse para imponerlas.

Artículo 5.- Régimen de carrera. Los y las fiscales y demás funcionarios y


funcionarias del Ministerio Público que sean de carrera, de conformidad con lo
previsto en el presente Estatuto, tendrán estabilidad en el desempeño de sus cargos y
no podrán ser destituidos, suspendidos o retirados del ejercicio de sus funciones, sino
por las causales y mediante el procedimiento determinado en la Ley Orgánica del
Ministerio Público y en el presente Estatuto de Personal.

Conforme a las normas transcritas, se evidencia que la regla general es la carrera administrativa;
sin embargo, existe una categoría de funcionarios públicos que serán considerados de libre
nombramiento y remoción cuando: i) Se desempeñen en uno de los cargos identificados en el
artículo 3 del Estatuto de Personal del Ministerio Público. ii) Las funciones que desempeñen
requieran un alto grado de confidencialidad o; iii) Cuando las funciones que desempeñen
comprendan principalmente actividades de seguridad del Ministerio Público y sus autoridades,
de supervisión, fiscalización, registro, entre otros. Sin embargo, la determinación de un cargo de
libre nombramiento y remoción no se deriva únicamente de la disposición legal respectiva, que
en el presente caso lo constituye un acto administrativo de efectos generales con contenido
normativo, es decir las normas de rango sublegal contenidas en el Estatuto de Personal del
Ministerio Público, instrumento normativo que debe desarrollar sin alterar el espíritu, propósito
y razón de lo dispuesto en el artículo 146 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y artículo 93 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, sino que, de acuerdo al caso,
debe probarse el nivel que ocupe en la estructura administrativa o las funciones inherentes al
mismo, según se trate de un funcionario de libre nombramiento y remoción por ser de alto nivel
o de confianza, respectivamente.

Sin embargo, debo destacar que mi ingresó a la Administración Pública ha sido en un cargo de
carrera, tal como se evidencia de Oficio Nº DRH-DTD-DRS-539-2014 de fecha 12 de agosto de
2014, mediante el cual se realizó la aprobación de mi ingreso desde el día 18 de agosto de 2014, al
Ministerio Público desempeñando el cargo de ASISTENTE ADMINISTRATIVO I. En tal
sentido, es evidente que desde el día 18 de agosto de 2014, ingresé en un cargo de carrera, siendo
ascendido en fecha 01 de junio de 2017, al cargo de ASISTENTE ADMINISTRATIVO III,
ejerciendo funciones inherentes al referido cargo en la Fiscalía 14º del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del área Metropolitana de Caracas, y aun cuando no presenté el debido
concurso, todo ello, porque no puede ser imputable al administrado el hecho que la administración
no realicé el debido concurso de credenciales y de oposición para el ingreso. En relación a este
aspecto, debe mencionarse lo expuesto en la sentencia Nº 521 de Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, de fecha 01 de julio de 2016, que estableció:

(…) En este orden de ideas, se aprecia que el constituyente estableció una norma expresa y categórica,
que fija la forma de ingreso a la carrera administrativa, sin embargo aprecia esta Sala que casos como
el presente denotan no sólo un incumplimiento por parte de diversos órganos y entes de la
Administración Pública sino una inobservancia del texto constitucional, siguiendo de esta manera una
política arcaica de ingreso a la carrera administrativa diferente a la celebración de un concurso público,
tal como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Estas actuaciones no
solo derivan en una falta de la Administración de ejecutar sus obligaciones constitucionales, sino que
ello conlleva aparejado un deterioro o menoscabo de los derechos de los trabajadores al servicio de la
Administración Pública, al serle omitida o restringida la protección de sus derechos constitucionales
ocasionando heterogeneidad en la relación jurídica que los regula así como una incertidumbre en su
funcionamiento (vgr. como reflejo de ello, cabe destacar la contradictoria interpretación generada por la
referida Inspectoría así como por los órganos jurisdiccionales con competencia en materia laboral). De
esta manera, se advierte la existencia y un aumento progresivo de una administración paralela al
margen de las directrices constitucionales, volviendo a la ejecución de prácticas que habían sido objeto
de restricción con la promulgación del texto constitucional diversos mecanismos de ingreso a la carrera
administrativa, al procederse al nombramiento de un ciudadano en un cargo de carrera administrativa
sin que previamente se haya celebrado el concurso de oposición o atendiendo a los regímenes
estatutarios propios de cada organismo para su ingreso a la carrera. …omissis…

Si bien, debe admitirse que el derecho a la estabilidad se encuentra consagrado solo a los funcionarios
de carrera, como lo establece el artículo 30 de la Ley del Estatuto de la Función Pública, cuando
dispone “Los funcionarios o funcionarias públicos de carrera que ocupen cargos de carrera gozarán de
estabilidad en el desempeño de sus cargos. En consecuencia, sólo podrán ser retirados del servicio por
las causales contempladas en la presente Ley”; no es menos cierto, que no existe una garantía respecto a
los otros funcionarios independientemente de la forma de ingreso a la Administración Pública, cuando
esta haya sido mediante nombramiento a diversos cargos dentro de su estructura orgánica.
…omissis…

Con el mencionado proceder, se advierte que lejos de favorecer los derechos de los trabajadores se crea
una inestabilidad incipiente a los trabajadores de la Administración Pública que se encuentren en la
misma situación de hecho, ya que ello habilitaría para que la Administración Pública pueda desconocer
la existencia de sus garantías constitucionales protectoras del derecho al trabajo, en virtud de que
dichos nombramientos carecerían de eficacia jurídica, pudiendo ser destituidos sin el concurso de las
causales de retiro de la Administración Pública sino por las establecidas en la Ley Orgánica del
Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras. …omissis…

En este sentido, se advierte que al ser el artículo 146 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela una norma taxativa y no enunciativa en cuanto a la forma de ingreso a la Administración
dentro del cual no cabe una interpretación arbitraria sino adecuada al texto constitucional y a los
supuestos expresos previstos por el constituyente, no es menos cierto que la interpretación de las normas
constitucionales debe ser favorable a la protección de los valores y principios constitucionales, entre
ellos el valor de justicia. En este orden de ideas, los valores constitucionales constituyen un eje
axiológico que penetra en el ordenamiento jurídico no solo en cuanto a su contenido sino a la
interpretación de las normas para la comprensión integral del sistema jurídico, de manera que las
normas constitucionales no se convierta en una norma carente de contenido, al efecto, cabe destacar
sentencia de esta Sala del 9 de marzo de 2000 (caso José Alberto Quevedo), que dispuso:

“...Los principios inmersos en la Constitución, que la cohesionan, así no aparezcan en su texto, si no se


aplican o se violan tienden a desintegrar a la Carta Fundamental, y si ello sucediere la Constitución
desaparecería con todo el caos que ello causaría. Basta imaginar qué pasaría, si un juez ordena que un
científico convierta a un humano en animal, o que cese el sistema democrático y se elija a un monarca, o
que condene a muerte a alguien, a pesar de la aquiescencia de las partes del juicio donde surge esa
situación. El Juez que dentro de un proceso lo conociera, que responde por la integridad y supremacía
de la Constitución, de oficio tendría que dejar sin efectos tales determinaciones judiciales, ya que ellas
contrarían el orden público constitucional y las violaciones del orden público se declaran de oficio. La
Constitución, como se dijo, no sólo está formada por un texto, sino que ella está impregnada de
principios que no necesitan ser repetidos en ella, porque al estar inmersos en la Constitución, son la
causa por la cual existe...”.

Ello así, se destaca el elemento de relevancia y respeto de los valores superiores como el núcleo central
o el elemento espiritual de la Constitución, y por ende debe existir una conexión entre las reglas y el
valor de justicia, así como entre ésta última y la interpretación de la regla cuestionada. …omissis…
En tal sentido, no puede admitirse una intervención arbitraria de los órganos administrativos en los
derechos de los trabajadores al pretender mantener una inseguridad jurídica latente sobre aquellos
funcionarios que laboran en la Administración Pública sin la celebración de un contrato previo o bajo
un período indefinido de prueba, o manteniéndolos con un presunto nombramiento sin un concurso
público, ya que como se expuso anteriormente tal obligación recae única y exclusivamente en los
diversos órganos administrativos y la obligación consecuencial de los trabajadores es su participación
en éstos.

Del mismo modo, se advierte que el Estado consagra a través de una serie de principios, la protección
del derecho a los trabajadores y trabajadoras, evitando de tal forma que sea alterada la intangibilidad y
progresividad de los derechos y beneficios laborales establecidos para ello, por ende mal puede esta
Sala advirtiendo tales elementos no regular las señaladas conductas cuando ellas atentan contra los
principios de seguridad jurídica, confianza legítima y finalmente los valores superiores que imbuyen el
ordenamiento jurídico.

Al efecto, el propio artículo 146 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, regula


expresamente cuáles son los cargos de la Administración Pública, en los siguientes términos:

“Artículo 146. Los cargos de los órganos de la Administración Pública son de carrera. Se exceptúan los
de elección popular, los de libre nombramiento y remoción, los contratados y contratadas, los obreros y
obreras al servicio de la Administración Pública y los demás que determine la Ley.

El ingreso de los funcionarios públicos y las funcionarias públicas a los cargos de carrera será por
concurso público, fundamentado en principios de honestidad, idoneidad y eficiencia. El ascenso estará
sometido a métodos científicos basados en el sistema de méritos, y el traslado, suspensión o retiro será
de acuerdo con su desempeño”.

De la norma transcrita, se desprende que el propio constituyente estableció los diferentes cargos de la
Administración Pública, y las exclusiones constitucionales al régimen de carrera, los cuales son a saber:
i) los de elección popular, ii) los de libre nombramiento y remoción, iii) los contratados y contratadas,
iv) los obreros y obreras al servicio de la Administración Pública y v) los demás que determine la ley.
(vid. Sentencia de esta Sala Constitucional n.° 1412/2007).

De esta manera, si afirmamos como se expuso anteriormente que ante la presencia de i) un funcionario
que no ha ingresado a la carrera administrativa porque no se ha celebrado un concurso de oposición, a
pesar de tener un nombramiento y ejerciendo funciones materialmente asignadas a un cargo de carrera;
pero ii) tampoco ha celebrado un contrato previo para que sea calificado como un contratado, y iii) el
cual no ejerce un cargo de libre nombramiento y remoción y iv) tampoco se desempeña como un obrero,
cabe reflexionar cómo podríamos calificarlos, y que régimen jurídico los regula (Vid. Sentencias de esta
Sala Nros. 237/2016 y 238/2016).

Sin duda, la propia norma carece de un vacío ya que es imposible que éstas sean casuísticas en cuanto a
la previsión de todos los supuestos normativos que se puedan generar, más aun cuando uno de los
supuestos deviene de un incumplimiento de la propia Administración que es la que genera la distorsión
advertida.

En tal sentido, se aprecia que en tales casos, el funcionario que se encuentre bajo tales condiciones, es
decir que tenga un nombramiento sin que se haya celebrado un concurso de oposición, tal como lo
establece el artículo 146 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y no haya
ingresado mediante contrato y esté en ejercicio de un cargo de carrera, deben serle garantizados sus
derechos constitucionales a la defensa y al debido proceso, en el marco de la revisión de las causales de
egreso de la Administración, es decir que para que éstos sean retirados de la Administración Pública
debe aplicársele las mismas causales de egreso que los funcionarios de carrera, para su retiro sin que
ello implique la extensión de otros beneficios, como el período de disponibilidad o el agotamiento de las
gestiones reubicatorias en dicho período (vid. Sentencia de esta Sala n.° 1130/2013), ya que ello no
implica una equiparación al derecho a la estabilidad ni admitir un ingreso a la Administración Pública.
…omissis…

En este orden de ideas, se aprecia que dichos trabajadores podrán ser retirados de la Administración
cuando se verifiquen las causales de destitución o cuando celebrado un concurso éstos no resulten
acreedores del mismo, ya que bajo tales condiciones habría sido evaluado para el desempeño del cargo
sin que se haya apreciado una aptitud para su ejercicio. (…) (Cursivas nuestras).

De la sentencia parcialmente transcrita, se desprende que cuando la administración pública


incumple su obligación de llamar a concurso público de credenciales y de oposición e ingresa a
un ciudadano a un cargo de carrera administrativa, sin realizar los mismos, no puede afectarse la
estabilidad de un funcionario de hecho. De manera que, la administración pública no puede
desconocer la existencia de las garantías constitucionales que protegen a ese trabajador; así se
tiene que, cuando un funcionario ejerce funciones de un cargo de carrera, sin presentar el
concurso de oposición establecido en la Constitución, debe serle garantizado sus derechos
constitucionales a la defensa y el debido proceso, razón por la cual, para ser retirados de la
administración pública debe aplicárseles las mismas causales de egreso que los funcionarios de
carrera.

En tal sentido, que el cargo desempeñado de ASISTENTE ADMINISTRATIVO I y


ASISTENTE ADMINISTRATIVO III, es un cargo de carrera y que, si bien no ingresé
mediante concurso de oposición se debe respetar la estabilidad que gozo desde el momento de
mi ingreso al Ministerio Público con un cargo de carrera de hecho (ya que obviamente la
administración no ha realizado los correspondientes concursos de credenciales y de oposición),
por lo que, se me debe garantizar mi derecho al trabajo, y en consecuencia, para ser retirado de
mis funciones debía realizarse el debido procedimiento administrativo de destitución,
encuadrando tales motivos en las causales de destitución establecidas en la Ley Orgánica del
Ministerio Público y Estatuto de Personal del Ministerio Público. En tal sentido, y de
conformidad con lo establecido, es de resaltar que los funcionarios de carrera de hecho, para ser
destituidos deben encuadrar en las causales de destitución, establecidas en el artículo 57 de la
Ley Orgánica del Ministerio Público que prevé:
Faltas Artículo 57. Las faltas de los funcionarios o funcionarias del Ministerio Público son
absolutas, temporales y accidentales:
1. Constituyen faltas absolutas las que se produzcan por:
a) Muerte del funcionario o de la funcionaria.
b) Cesación en el ejercicio de sus funciones.
c) Jubilación.
d) Destitución.
e) Renuncia aceptada.
f) Abandono del cargo.
g) Anulación de nombramiento.
h) Enfermedad que lo o la incapacite para el ejercicio del cargo.
i) Cualquier otro motivo que lo o la inhabilite para ejercer el cargo.

Asimismo, el artículo 117, 118 y 119 eiusdem, prevén:

Artículo 117. Los fiscales o las fiscales y demás funcionarios o funcionarias del Ministerio
Público, previo el debido proceso, podrán ser sancionados disciplinariamente por el Fiscal o la
Fiscal General de la República, sin perjuicio de la responsabilidad por los delitos o faltas en
que incurran:

1. Por ofender de palabra, por escrito o de obra a sus superiores jerárquicos, iguales o
subalternos; falta a las consideraciones debidas al personal y traspasar los límites racionales
de su autoridad respecto a sus auxiliares y subalternos o a los ciudadanos y ciudadanas que
acudan a solicitar los servicios de su ministerio.
2. Cuando incumplan el horario establecido o se ausenten del lugar donde ejerzan sus
funciones en tiempo hábil y en forma injustificada, sin la licencia respectiva.
3. Cuando contraigan obligaciones que den lugar a reclamaciones judiciales en las que fueren
declarados responsables.
4. Cuando observen una conducta censurable que comprometa la dignidad del cargo o le
hagan desmerecer en el concepto público.
5. Cuando soliciten o reciban dádivas, préstamos, regalos o cualquiera otra clase de lucro de
alguna de las partes, apoderados o terceros.
6. Cuando realicen actos propios del libre ejercicio de la profesión de abogado.
7. Cuando realicen actividad político-partidista de cualquier naturaleza durante el ejercicio de
sus funciones.
8. Cuando propicien, auspicien u organicen huelgas, paros, suspensión total o parcial de
actividades o disminución del ritmo de trabajo o participen en tales actos o los toleren.
9. Cuando incurran en abuso o exceso de autoridad.
10. Por incumplimiento o negligencia en el ejercicio de sus deberes.
11. Por denuncias de ciudadanos y ciudadanas se aprueba el retardo procesal en juicio bajo su
responsabilidad y sea imputable a la conducta del Fiscal o la Fiscal del Ministerio Público.
12. Cuando se revele expresamente la confidencialidad y reserva de la documentación y los
asuntos determinados como tales en los artículos 115 y 121 de esta Ley.
Sanciones
Artículo 118. Las sanciones disciplinarias aplicables a los fiscales o a las fiscales, y demás
funcionarios o funcionarias del Ministerio Público, según la gravedad de las faltas cometidas
son:
1. Apercibimiento.
2. Amonestación oral.
3. Amonestación escrita.
4. Suspensión hasta por tres meses del ejercicio de las funciones y del goce del sueldo
correspondiente.
5. Destitución.
En el caso de que el o la Fiscal o el funcionario o la funcionaria haya incurrido en la causal
número cinco de esta Ley, se le aplicará exclusivamente esta última sanción y no se le
permitirá, bajo ninguna circunstancia, su reingreso al Ministerio Público, sin perjuicio del
inicio del juicio a que haya lugar.

Asimismo, se le aplicará una multa igual al doble de la cantidad en la que se haya lucrado al
incurrir en la mencionada causal o, en caso de no poder precisar con exactitud dicha cifra, la
multa oscilará entre quinientas unidades tributarias (500 U.T.) y tres mil unidades tributarias
(3.000 U.T.).

La sanción disciplinaria se impondrá mediante procedimiento que se regirá por lo establecido


en el Estatuto de Personal del Ministerio Público. Para su imposición deberán tomarse en
cuenta los antecedentes del funcionario o funcionaria, así como la debida proporcionalidad
que debe existir entre la falta cometida y la sanción a ser aplicada.

Del procedimiento
Artículo 119. Para la imposición de la sanción, el Fiscal o la Fiscal Superior de la respectiva
circunscripción judicial, a solicitud del Fiscal afectado, deberá iniciar un procedimiento
sancionatorio mediante auto de apertura, notificándole al funcionario o la funcionaria o al
particular sobre la falta cometida. El investigado o investigada tendrá la posibilidad de
presentar un escrito de defensa de la falta que se le imputa, dentro de las cuarenta y ocho
horas siguientes a la notificación de inicio del procedimiento sancionatorio, con las pruebas
que estime pertinentes. El Fiscal o la Fiscal Superior del Ministerio Público decidirá dentro de
las setenta y dos horas siguientes a la presentación del escrito por el investigado o la
investigada. Toda sanción se impondrá por resolución escrita, debidamente motivada y
contendrá indicación expresa del recurso que corresponda, en los términos y modalidades
previstos en la Ley. El Fiscal o la Fiscal Superior deberá remitir a la Dirección de Adscripción
del Fiscal afectado, copia de toda sanción impuesta a los o las particulares o a las funcionarias
o funcionarios.

De las normas transcrita, se desprende que la Ley del Ministerio Público establece un
procedimiento y una serie de causales de destitución para aquellos funcionarios de carrera, así
las cosas, por lo que resulta evidente mi ingreso con un cargo de carrera, convirtiéndome así, en
un funcionario de carrera de hecho (ya que no se aperturó el correspondiente concurso de
oposición), por lo que, se me debe garantizar mi derecho al trabajo, y en consecuencia, para ser
retirado de mis funciones se tenía que realizar el debido procedimiento administrativo de
destitución, encuadrando tales motivos en las causales de destitución establecidas en la Ley del
Estatuto de la Función Pública. En consiguiente, no se evidencia en ningún momento la
existencia de expediente administrativo alguno en el que se evidencia que haya incurrido en las
causales de destitución, antes trascritas. Muy al contrario, se constata que no se me realizó el
debido procedimiento para comprobar la aplicación de la misma, en tal sentido, no se le respeto
la estabilidad de hecho que en principio me resguarda.

De conformidad con lo anteriormente expresado, siendo que el cargo con el cual ingresé es de
carrera por las funciones que ejercía, y sobrepaso el periodo de dos (02) años de prueba, y no se
realizo ningún procedimiento administrativo de destitución, es evidente la Nulidad que afecta al
acto administrativo relacionado a mi retiro, el cual viola el derecho al debido proceso y derecho
a la defensa, razón por la cual, se encuentra viciado de nulidad según lo contemplado el artículo
25 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con lo
establecido en el numeral 1 del artículo 19 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos.

2) En cuanto al vicio de nulidad que afecta el acto administrativo contenido en la Resolución Nº


1329 de fecha 14 de junio de 2022, debidamente notificado en fecha 28 de junio de 2022,
emanado de la DIRECCIÓN DE RECURSOS HUMANOS DEL MINISTERIO PÚBLICO,
mediante el cual se me informa de la REMOCIÓN Y RETIRO, al cargo de ASISTENTE
ADMINISTRATIVO III, que venía desempeñando en la Fiscalía Décima Cuarta del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del área Metropolitana de Caracas, adscrita a la Dirección
General Contra Delitos Comunes, vulnera el principio constitucional de irretroactividad de la ley
conforme lo establecido en el artículo 24 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, encontrándose igualmente viciado por contrariedad a derecho conforme lo dispuesto en
el artículo 19, Numeral 1º de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos.

En tal sentido, debó expresar que la administración se sustento para fundamentar su errada
decisión en la Resolución Nº 2703 del 13 de septiembre de 2018, publicada en la Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela Nº 41.482 de fecha 14 de septiembre de 2018, en acatamiento con lo
ordenado por la Asamblea Nacional Constituyente inherente a la reestructuración del Ministerio Público.
En tal sentido se reformo el artículo 3 del Estatuto de Personal del Ministerio Público, el cual modificó los
cargos de confianza y/o libre nombramiento y remoción en el Ministerio Público, en los términos
siguientes: “Artículo 3.- Son funcionarios y funcionarias de carrera, quienes ingresen al servicio del
Ministerio Público, en virtud de la aprobación de un concurso público de credenciales y de oposición,
mediante nombramiento, siempre que desempeñen funciones de carácter permanente. Se consideran cargos
de libre nombramiento y remoción los cargos de alto nivel y de confianza que se determinan en el presente
Estatuto de Personal. Los cargos de confianza son los siguientes: funcionarios y funcionarias que presten
servicio en la Dirección y Coordinación del Despacho de o la Fiscal General de la República, en la
Vicefiscalía, en las Direcciones Generales, en las Direcciones de Línea, en las Coordinaciones, en las
Divisiones, en los Departamentos, en las Unidades, en las Fiscalías Nacionales, en las Fiscalías
Superiores, en las Fiscalías Estadales, en las Fiscalías Municipales y en cualquier otra dependencia del
Ministerio Público.”

De allí que precisamente, una de las consecuencias del principio de publicidad normativa y, por
tanto, de la entrada en vigencia de las normas jurídicas, es el principio de irretroactividad de la ley
establecido en el artículo 24 de nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela el
cual dispone lo siguiente: “Artículo 24. Ninguna disposición legislativa tendrá efecto retroactivo,
excepto cuando imponga menor pena. Las leyes de procedimiento se aplicarán desde el momento
mismo de entrar en vigencia aún en los procesos que se hallaren en curso; pero en los procesos
penales, las pruebas ya evacuadas se estimarán en cuanto beneficien al reo o rea, conforme a la
ley vigente para la fecha en que se promovieron. Cuando haya dudas se aplicará la norma que
beneficie al reo o rea.’
Como puede observarse de la norma antes transcrita, la aplicación de las disposiciones legislativas
parten del momento de su publicación y, en consecuencia, la aplicación retroactiva está prohibida,
salvo la única excepción de la despenalización o de la sanción menos gravosa de una conducta.
Cabe agregar que este principio de irretroactividad normativa se encuentra igualmente justificado
en la seguridad jurídica que debe ofrecer el ordenamiento a los ciudadanos en el reconocimiento
de sus derechos y relaciones ante la eventual mutabilidad de la legislación, más aún cuando se
trata de los derechos de los trabajadores, en el presente caso el derecho constitucional de la
intangibilidad y estabilidad. En el presente caso esta fehacientemente demostrado, que ingresé a un
cargo de carrera en fecha 18 de agosto de 2014, bajo la vigencia plena una normativa que
establecía la condición de carrera del cargo de ASISTENTE ADMINISTRATIVO I y III, que
desarrolló los aspectos inherentes a la disposición contemplada en el artículo 146 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como con lo dispuesto en el artículo
93 de la Ley Orgánica del Ministerio Público. Esta situación evidencia que la administración, en el
presente caso la Dirección de Recursos Humanos aplica en forma retroactiva la Resolución Nº 2703
del 13 de septiembre de 2018, publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº
41.482 de fecha 14 de septiembre de 2018, que modificó la calificación del cargo que desempeñaba, lo que
acarrea que está afectado de nulidad por su contrariedad a derecho al violar el principio de irretroactividad
constitucional y por consiguiente viciado de nulidad absoluta conforme lo dispuesto en el artículo 19
numeral 1º de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos.

3) En cuanto al vicio que afecta la Causa o Motivo, del acto administrativo en el Resolución Nº
1329 de fecha 14 de junio de 2022, debidamente notificado en fecha 28 de junio de 2022,
emanado de la DIRECCIÓN DE RECURSOS HUMANOS DEL MINISTERIO PÚBLICO,
mediante el cual se me informa de la REMOCIÓN Y RETIRO, al cargo de carrera de
ASISTENTE ADMINISTRATIVO III, se evidencia que la Administración al dictar el
mencionado acto administrativo, fundamento su decisión en una normativa inaplicable a la
situación funcionarial no relacionado con el o los asuntos objeto de decisión, razón por lo cual
acarrea su nulidad. De esta manera, el falso supuesto de derecho se verifica cuando se incurre en
una errónea aplicación del derecho o en una falsa valoración del mismo, aplicándose al supuesto
de hecho una consecuencia jurídica distinta a la prevista en la norma que lo regula. Así el
Ministerio Público, dicto el acto administrativo asumiendo ejecutó procedimientos distintos al
previsto por la ley correspondiente, es decir, en forma errónea se realizó una calificación previa
del procedimiento a seguir, que acarreó que la actuación administrativa del iter procedimental que
debía aplicarse de conformidad con el texto legal correspondiente y se prescindieron de los
principios y reglas esenciales para la formación de la voluntad administrativa, así como se
transgredieron fases del procedimiento que constituyen garantías esenciales de los administrados,
conforme lo dispuesto en el artículo 20 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos.

III
PETITORIO

Por todos los razonamientos antes expuestos le solicito que sea admitida y sustanciado el presente
Recurso de Reconsideración y por tanto:

1.- Se declare la nulidad el acto administrativo contenido en la Resolución Nº 1329 de fecha 14


de junio de 2022, debidamente notificado en fecha 28 de junio de 2022, emanado de la
DIRECCIÓN DE RECURSOS HUMANOS DEL MINISTERIO PÚBLICO, mediante el cual
se ordenó la REMOCIÓN Y RETIRO, al cargo de ASISTENTE ADMINISTRATIVO III, que
venía desempeñando en la Fiscalía Décima Cuarta del Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del área Metropolitana de Caracas, adscrita a la Dirección General Contra Delitos
Comunes, al estar viciado de nulidad, por vulnerar flagrantemente el derecho a la defensa y debido
procedimiento, establecido en el artículo 49 y 25 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, conforme lo dispuesto en el artículo 19, Numeral 1º de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos. 2) Se encuentra afectado de nulidad absoluta al vulnerar el
principio constitucional de irretroactividad de la ley conforme lo establecido en el artículo 23 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, encontrándose igualmente viciado por
contrariedad a derecho conforme lo dispuesto en el artículo 19, Numeral 1º de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos; y 3) Incurrir la administración en el vicio del Falso Supuesto de
Derecho, visto que la Administración para tomar su decisión y emitir el acto administrativo de
REMOCIÓN Y RETIRO, fundamento su decisión en normas inaplicables o no relacionadas con
el asunto objeto de decisión, razón por la cual vicia la causa y motivos que sustentaron el referido
acto administrativo.

2.- Se ordene mi reincorporación al cargo de ASISTENTE ADMINISTRATIVO III, o a otro de


igual jerarquía y remuneración, con el correspondiente pago de los sueldos, así como todos los
demás beneficios socioeconómicos, dejados de percibir desde el momento del ilegal retiro.
Establecemos como domicilio procesal el siguiente: Entre Esquinas de Pinto a Miseria, Casa Nº
100, Parroquia Santa Rosalía, Municipio Bolivariano Libertador, Caracas, Distrito Capital. En
Caracas, es justicia a la fecha de su presentación.

ELWIS ROLANDO PÉREZ MATERANO


V.- 10532377
Telf: 0424/1907235
Email: elwilspm72@gmail.com

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