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UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PROGRAMA DE ESTUDIOS AVANZADOS


DOCTORADO EN CIENCIAS PARA EL DESARROLLO ESTRATÉGICO
ÁREA DE CONOCIMIENTO:
GESTIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS

LOS FUNDAMENTOS LEGALES QUE SUSTENTA LA AUTOGESTIÓN Y


COGESTIÓN ECONOMICA DE LA PROPIEDAD SOCIAL DEL PODER POPULAR,
PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO COMUNAL EN VENEZUELA

Realizado por: Ángel Esteban Laya Lara


Caracas, 01 de noviembre de 2018
INTRODUCCIÓN

En el presente desarrollo investigativo, que debemos reiterar, se enmarca dentro del Área
de Conocimiento de Gestión de Políticas Públicas perteneciente al Doctorado en Ciencias para el
Desarrollo Estratégico, nos proponemos plantear estrategias adecuadas para la implementación de
la autogestión y cogestión económica de la propiedad social del Poder Popular para la
construcción del Estado Comunal en Venezuela. Por ello, se analizará brevemente los
fundamentos legales que sustentan nuestra investigación.

Entre los motivos que nos animan a llevar a cabo el presente estudio, es que permitirá
explorar las posibles estrategias que permitan alcanzar la autogestión y cogestión económica de la
propiedad social, en cuyo contexto el Poder Popular organizado progresivamente se incorpore al
reordenamiento de la realidad socioeconómica existente, adoptando el Modelo Productivo
Socialista, y tal como lo plantea el Plan de la Patria 2013-20191, mediante la implementación de
la autogestión y cogestión económica de la propiedad social, permita construir un sistema socio
productivo, que si bien es cierto se encuentra vinculado a otras formas de gestión económica, el
mismo se encamine a la conformación del Estado Comunal.

Por tanto, la fundamentación teórica y legal de esta progresiva transferencia de propiedad


social a los distintos entes pertenecientes al Poder Popular, se sustenta en los lineamientos
desarrollados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el Proyecto Nacional
Simón Bolívar, Plan de la Patria 2013-2019, Ley Orgánica del Poder Popular, la Ley Orgánica de
las Comunas, Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal, entre otras.

Ahora bien, es importante y oportuno plantearse que debe entenderse como Estado
Comunal. Esta categoría, constituye en sí misma una específica forma de organización política,
económica, social y jurídica que comprende el autogobierno. Es un espacio territorial
determinado, en la cual los ciudadanos y ciudadanas ejerciendo el Poder Popular despliegan la
soberanía, en los planos políticos, social, jurídico, económico etc.

1
Plan de la Patria, Plan Económico y Social, publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela, Extraordinario Nº 6.118 de fecha 04 de diciembre de 2013.

2
Entre las categorías que examínanos en nuestra investigación, resalta por su importancia
la noción de soberanía. Esta categoría la vemos claramente expresada en el preámbulo de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela2, al plantear refundar la República sobre
las bases del poder originario, el reconocimiento de las organizaciones populares. Pero
igualmente plantea contradicciones entre un ordenamiento jurídico establecido por los intereses
de la clase burguesa dominante, donde no se le reconoce al pueblo su facultad de ejercer su
soberanía en forma directa, y una Constitución que impone la necesidad de establecer un nuevo
ordenamiento jurídico que responda a las verdaderas necesidades de las mayorías y permita al
pueblo ejercer su soberanía. Nuestra Constitución Bolivariana, al plantear refundar la República
sobre las bases del poder originario, otorga el reconocimiento soberano a las organizaciones
populares de base, más aún cuando nos encontramos históricamente en una fase constituyente,
cuyo poder originario tendrá la tarea fundamental de readecuar el texto constitucional a la
realidad existente en nuestro país.

Analizando el marco legal partiendo del principio de supremacía constitucional, se debe


señalar que nuestra Constitución, declara al Estado venezolano en su artículo 2, como; “ un
Estado democrático y social de derecho y justicia, que propugna como valores superiores de su
ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la
solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los
derechos humanos, la ética y el pluralismo político”.

De igual forma, el artículo 3 de la Constitución Bolivariana de Venezuela, establece entre


los fines del Estado los siguientes: “. …….la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a
su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad
justa y amante de la paz, lo promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del
cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta
Constitución. La educación y el trabajo son los procesos fundamentales `para alcanzar dichos
fines.”.

2
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Enmendada en el 2009, Gaceta Oficial Extraordinaria No.
5.908 de 19 Febrero 2009.

3
Debemos mencionar que la Constitución Bolivariana de Venezuela, no obstante proclamar
la democracia participativa y protagónica, reproduce la forma republicana de Estado, donde se
obstruye al pueblo la facultad de ejercer su soberanía en forma directa, al subyacer aún sesgos de
la democracia representativa, que se contrapone a las necesidades de las mayorías y permita al
pueblo ejercer plenamente su poder, su soberanía, tal y como lo establece el artículo 5 de la
vigente Constitución (1999), al preceptuar:

La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en


la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el
sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.

En este sentido vale decir que para que pueda existir una suprema felicidad social
venezolana, se hace necesaria la refundación de la República, la cual debe estar orientada hacia la
construcción del Estado Comunal.

En nuestra Constitución, cuando se trata lo relativo a la perspectiva que deben poseer los
medios de participación del pueblo, se puede apreciar dicha visión en nuestra carta magna, al
expresarse:

Artículo 70: Son medios de participación y protagonismo del pueblo en


ejercicio de su soberanía (…) y en lo social y económico: las instancias de
atención ciudadana, la autogestión, la cogestión, las cooperativas en todas
sus formas incluyendo las de carácter financiero, las cajas de ahorro, la
empresa comunitaria y demás formas asociativas guiadas por los valores de
la mutua cooperación y la solidaridad. La ley establecerá las condiciones
para el efectivo funcionamiento de los medios de participación previstos en
este artículo.

Somos de la opinión que en Venezuela, el ejercicio de la participación protagónica ha


venido siendo obstaculizada por la visión individualista y liberal que sustenta el capitalismo
rentístico venezolano. Para este sector, es inaceptable la existencia de las diversas instancias de
participación social pertenecientes al Poder Popular, menos aún permitir la posibilidad que los
trabajadores puedan gestionar y administrar bienes que en principio los administra la burguesía.
Hay que advertir que está en construcción el Estado Social, y todavía falta crear leyes ordenadas
en la Constitución, entre otras deben adaptarse leyes como el Código Civil, el de Comercio por
ejemplo.

4
En cuanto al estado actual que presenta el derecho a la Participación protagónica en
nuestro país, podemos dar cuenta por ejemplo, la labor que viene realizando la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la cual en forma reiterada se ha referido a la
participación ciudadana como:

(…) una pretensión constitucionalmente consagrada, que encuentra sus


raíces en la llamada Cláusula de Estado Democrático, conforme a la cual las
relaciones entre la sociedad, las organizaciones políticas y el gobierno se
caracterizan por un marcado pluralismo, en donde “el poder es fruto de la
representación del máximo posible de voluntades, y del acuerdo sobre un
mínimo común de principios y procedimientos de gobierno”3.

Así tenemos, que la participación protagónica consiste fundamentalmente, en el derecho que


poseen los ciudadanos a intervenir activamente en la toma de decisiones públicas en forma
colectiva o plural. Ejemplo ilustrativo de ello, lo podemos evidenciar en otra sentencia del 5 de
junio del año 2002 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia 4, la cual
resolviendo una solicitud de interpretación constitucional sobre el sentido y alcance del artículo
72 de la Carta Magna, dictaminó lo siguiente:

(…) precisa esta Sala señalar, que la Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela, aprobada por vía de referéndum popular, el 15 de
diciembre de 1999, otorga al principio democrático una función primordial
en la formación y funcionamiento de los poderes públicos. Así se evidencia
que, la Constitución de 1999 acoge el principio de la participación, cuyo
contenido, manifestado en varias de las disposiciones constitucionales,
reconoce a los ciudadanos el derecho a participar libremente en los asuntos
públicos, directamente o por medio de sus representantes. Nuestra novísima
Constitución, establece y desarrolla una serie de principios que garantizan
precisamente a todos los ciudadanos venezolanos la participación en
términos de igualdad, justicia y libertad en todos los ámbitos de la vida
ciudadana, siendo la participación ciudadana un medio eficiente para
desarrollar los postulados de una democracia participativa y protagónica,
postulados éstos que constituyen las bases que sustentan la llamada
‘revolución democrática’ derivada del nuevo orden constitucional.

3
Ver Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia N° 3151 de fecha 15 de diciembre de
2004.
4
Ver Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en la decisión número 1139 del 5 de junio
de 2002 (Caso: Sergio Omar Calderón Duque y William Dávila Barrios).

5
En este sentido, somos del parecer que nuestro país constituye vanguardia en
Latinoamérica y en mundo, en relación al ejercicio de la democracia participativa y protagónica,
contando con suficiente desarrollo doctrinal y legislativo que otorga a los ciudadanos, la
participación directa en el ámbito político, social, cultural, económicos etc.

En nuestro país, el régimen jurídico que contempla la Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela5, en cuanto al ejercicio del derecho de propiedad, lo preceptúa el
artículo 115, de la siguiente manera:

Artículo 115. Se garantiza el derecho de propiedad. Toda persona tiene


derecho al uso, goce, disfrute y disposición de sus bienes. La propiedad
estará sometida a las contribuciones, restricciones y obligaciones que
establezca la ley con fines de utilidad pública o de interés general. Sólo por
causa de utilidad pública o interés social, mediante sentencia firme y pago
oportuno de justa indemnización, podrá ser declarada la expropiación de
cualquier clase de bienes.

No tenemos dudas, en señalar categóricamente que debe realizarse un esfuerzo


institucional, a los fines de adecuar el marco jurídico vigente, el cual presente fuerte sesgo
ideológico que sustenta y reproduce las bases materiales del modo de producción capitalista
dependiente heredado. Por ello, se debe modificar y reformar totalmente la legislación mercantil
vigente, en virtud que la misma tutela fundamentalmente las relaciones propias de un modelo
capitalista.

Al respecto, debemos expresar que nuestra Constitución desarrolla la concepción del


“Estado Social”. Esta noción, examinada en reiterada jurisprudencia interpretativa de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia 6, vincula el Estado Social, con nuestro régimen
económico previsto en nuestra Constitución, estableciendo las bases del Estado de naturaleza

5
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Enmendada en el 2009, Gaceta Oficial
Extraordinaria No. 5.908 de 19 Febrero 2009.
6
Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 24 de enero del año 2002, caso
Asociación Civil Deudores Hipotecarios de Vivienda Principal (ASODEVIPRILARA).

6
social7, prosocialista, que permite al Poder Popular y por consiguiente al pueblo la autogestión y
cogestión económica.

Por otra parte, tenemos igualmente las falencias que presentan los modelos alternativos
empleados en nuestro país en la realización de gestión económica, los cuales por ejemplo son de
gran notoriedad pública. Las políticas públicas, encaminadas a la incorporación del pueblo a los
procesos productivos, no han sido efectivas. Ocurrió con las cooperativas, que al ser una figura
asociativa influida por un conjunto de principios jurídicos permeados ideológicamente con los
valores del individualismo y el lucro, incidió que fuera desvirtuada y reprodujo el mecanismo de
explotación y trabajo alienado de la clase trabajadora.

En este orden de ideas, podemos mencionar la exposición de motivos contemplado en el


Plan de la Patria, al exponerse la transición de la Agenda Alternativa Bolivariana al Proyecto
Nacional Simón Bolívar, de la siguiente manera:

De allí la necesidad del Comandante Eterno de presentar al país una visión


que divergiera de ese falso consenso que a fin de cuentas no hacía más que
recoger el "Consenso de Washington", aquella fatídica lista de diez políticas
originalmente formuladas por el economista británico John Williamson, la
cual fue adoptada como un dogma de fe por los organismos financieros
Internacionales, y que posteriormente fue impuesto a sangre y fuego en los
países del llamado tercer mundo, tras el fin de la guerra fría.

Al respecto, consideramos que nuestro marco constitucional, establece las bases de un


régimen socioeconómico prosocialista, en el cual conjuntamente con la iniciativa comunitaria,
social y personal, garantiza el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar
fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar la calidad de vida de la población, lograr
la suprema felicidad social, todo lo cual, permitirá superar el modelo económico heredado
sustentado en el capitalismo dependiente y especulador.

7
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en la sentencia N° 1.158 del 18 de agosto de 2014,
manifestó: "el paradigma de Estado Social comporta un cambio en la manera que el Estado debe actuar y
desenvolverse. dentro de un Estado de naturaleza social".

7
Como aspecto importante a destacar, tenemos por ejemplo que en nuestro país al Poder
Popular se le reconoce legislativamente por primera vez en la Ley Orgánica del Poder Popular,
publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 6.011 Extraordinario
de fecha 21 de diciembre de 2010. En la exposición de motivos de la referida ley, se establece
que la soberanía la ejerce el pueblo y por consiguiente puede por sí mismo dirigir el Estado, sin
necesidad de delegar su soberanía, reconociéndole al pueblo venezolano su ejercicio directo a
través del Poder Popular, en los diversos ámbitos tanto políticos, sociales, económicos, como
culturales, jurídicos etc. En este sentido, su artículo 1º, expresa:

Artículo 1. La presente Ley tiene por objeto desarrollar y consolidar el


Poder Popular, generando condiciones objetivas a través de los diversos
medios de participación y organización establecidos en la Constitución de la
República, en la ley y los que surjan de la iniciativa popular, para que los
ciudadanos y ciudadanas ejerzan el pleno derecho a la soberanía, la
democracia participativa, protagónica y corresponsable, así como a la
constitución de formas de autogobierno comunitarias y comunales, para el
ejercicio directo del poder

En nuestro criterio, en la democracia protagónica revolucionaria, el Estado es ético, de


carácter solidario, preserva los derechos a la defensa de la vida y la solidaridad en comunidad
como sentido de la cooperación social. El pueblo, por sí mismo, ejerce el poder y la soberanía, la
cual no se puede enajenar ni dividir, pues la soberanía es el derecho del pueblo para garantizar el
bien común, pues está al servicio de toda la comunidad.

Cabe destacar, lo previsto en la Ley Orgánica del Poder Popular 8, normativa que establece
en su artículo 18, lo siguiente:

Artículo 18. La economía comunal, es un ámbito de actuación del Poder


Popular que permite a las comunidades organizadas la constitución de
entidades económico-financieras y medios de producción, para la
producción, distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios, así
como de saberes y conocimientos, desarrollados bajo formas de propiedad
social comunal, en pro de satisfacer las necesidades colectivas, la
reinversión social del excedente, y contribuir al desarrollo social integral del
país, de manera sustentable y sostenible, de acuerdo con lo establecido en el
8
Ley Orgánica del Poder Popular, Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 6.011
Extraordinario de fecha 21 de diciembre de 2010.

8
Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación y la ley que regula la
materia.

En este orden de ideas, la Ley Orgánica de las Comunas, establece en su artículo 4, numeral
10, lo siguiente:

Artículo 4.-
Omisis
10. Estado comunal: Forma de organización político-social, fundada en el Estado
democrático y social de derecho y de justicia establecido en la Constitución de la
República, en la cual el poder es ejercido directamente por el pueblo, a través de los
autogobierno comunales, con un modelo económico de propiedad social y de
desarrollo endógeno y sustentable, que permita alcanzar la suprema felicidad social
de los venezolanos y venezolanas en la sociedad socialista. La célula fundamental de
conformación del estado comunal es la Comuna.

En relación al escaso desarrollo legal de mecanismos de gestión, auto-gestión y cogestión


de la clase trabajadora, somos de la opinión, que no obstante las reiteradas interpretaciones de la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, las políticas públicas dirigidas a la gestión,
cogestión y autogestión, de medios de producción por parte del Poder Popular, especialmente
dirigidos a la clase trabajadora, no se han concretado aun eficazmente.

Ejemplo de ello, lo tenemos en la Exposición de Motivos de la Ley Orgánica del Trabajo,


en relación a la participación de los Trabajadores en la gestión directa de medios de producción,
al expresarse lo siguiente:

También establece la potestad del Ejecutivo para, en protección del proceso


social de trabajo, restablecer las actividades productivas de una entidad de
trabajo que haya sido objeto de cierre ilegal o fraudulento, o cuyo patrono o
patrona se encuentre en desacato de una orden de reinicio de actividades.
Igualmente, se reconoce el derecho de los trabajadores y trabajadoras a
preservar sus fuentes de trabajo incluso a través de la gestión directa de los
activos de las entidades de trabajo que se encuentren en las dificultades
antes citadas, mediante designación de Juntas Administradoras Especiales,
para lo cual podrán recibir asistencia técnica del Estado 9.

9
Ley Orgánica del Trabajo, las Trabajadoras y Trabajadores. Publicada en la Gaceta Oficial Extraordinaria de
fecha 07 de mayo de 2012.

9
Sin embargo, la Ley Orgánica del Trabajo, las Trabajadoras y Trabajadores, si bien logra
adecuar y desarrollar los derechos constitucionales, aún muestra un tímido avance normativo en
relación con la democratización de las fuerzas productivas y la diversificación en la participación
de los trabajadores en la cogestión y autogestión de medios de producción, estableciendo
escasamente en su artículo 149, la participación de los trabajadores, solo en casos de cierre
fraudulento o paro patronal.

Estos, obstáculos institucionales en la incorporación del Poder Popular en la gestión


económica, son consecuencia directa del modelo socio-productivo venezolano predominante.
Carlos, Armando Lazo (2014), al tratar el tema de la ofensiva de las masas y el problema del
Poder, expresa:

El escenario histórico y socio-económico desde el cual surge el actual proceso


bolivariano lo podemos denominar Capitalismo dependiente y periférico, no
capitalismo sin más, sino un tipo de capitalismo propio de naciones
subdesarrolladas, subproducto de la fase imperialista del desarrollo capitalista.
Éste determina el carácter de la confrontación de clase, su profundización,
estancamiento o derrota para las clases trabajadoras. Debemos recordar que el
capitalismo que se construyó en Venezuela es un modelo de dominación
imperialista, caracterizado por relaciones de subalternidad de las empresas de
la burguesía venezolana en sus relaciones con las empresas transnacionales,
fundamentalmente norteamericanas, que liderizaron el proceso de
industrialización por sustitución de importaciones. (p.234).

El Poder Popular, tiene un derecho soberano para la participación económica plena. Somos
de la opinión, que el entramado institucional existente en la actualidad en nuestro país, ha traído
como consecuencia la obstaculización del ejercicio de la soberanía popular, especialmente en el
ámbito económico. Esto es consecuencia de la aún existente estructura institucional, que se
resiste a los procesos de cambios. Por tanto, consideramos que las transformaciones estructurales
desde el punto de vista organizativo, institucional, legal y financiero, continúan siendo escollos a
superar por el proceso bolivariano.

En relación al modelo de gestión económica que propicia la participación del Poder


Popular, en nuestro país, debemos mencionar lo dispuesto en el artículo 6 de la Ley Orgánica del

10
Sistema Económico Comunal, el cual nos permite aproximarnos a dicha definición, al desarrollar
lo que debe entenderse como Gestión económica comunal, de la siguiente manera:

Artículo 6

<Omissis>

9. Gestión económica comunal: Conjunto de acciones que se planifican,


organizan, dirigen, ejecutan y controlan de manera participativa y
protagónica, en función de coadyuvar en la generación de nuevas relaciones
sociales de producción que satisfagan las necesidades colectivas de las
comunidades y las comunas, para contribuir al desarrollo integral del país.

Otros de los aspectos a resaltar, lo constituye la existencia en nuestro país del peculiar
modo de producción capitalista dependiente, monopólico y poco desarrollado. Este modelo
agotado, ha impedido fácticamente la incorporación plena del Poder Popular a la gestión socio
productiva. Esto lo evidenciamos, en el poco impulso existente en la actualidad en la efectiva
transferencia de medios de producción social directa, hacia las diversas instancias de
participación social pertenecientes al Poder Popular., Al respecto, en nuestra legislación podemos
encontrar una definición legal. En este sentido, el artículo 2 de la Ley Orgánica de los Consejos
Comunales, establece lo siguiente:

Son instancias de participación, articulación e integración entre las diversas


organizaciones comunitarias, grupos sociales y los ciudadanos y ciudadanas, que permiten al
pueblo organizado ejercer directamente la gestión de las políticas públicas y proyectos orientados
a responder a las necesidades y aspiraciones de las comunidades en la construcción de una
sociedad de equidad y justicia social.

En este sentido, consideramos que el agotamiento del modelo rentístico, es evidente en


todos los ámbitos del quehacer actual de la sociedad venezolana. Una causa que incide en esta
situación, si la apreciamos desde el ámbito económico, la podemos notar por ejemplo, en el
Decretó de Emergencia Económica de fecha 16 de enero de 2016 10, emitido por nuestro

10
Decreto de Emergencia económica, Nº 2.184 de fecha 14 de enero de 2016. publicado en la Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela Nº 6.214 Extraordinario de fecha 14 de enero de 2016. Se debe destacar, que

11
Presidente Nicolás Maduro Moros, con la finalidad de atender la alarmante y grave situación
ocasionada por la guerra económica, que se viene aplicando sostenidamente contra el pueblo
venezolano, instrumento jurídico que le otorga atribuciones excepcionales, para hacer frente a la
situación coyuntural por la que atraviesa la economía venezolana.

Indudablemente, esta situación demuestra que el modelo socio productivo venezolano se


encuentra estructuralmente agotado. Es incuestionable que el Estado venezolano, depende
grandemente de los ingresos obtenidos por la exportación petrolera, lo que acarrea crisis cíclicas
en nuestra economía originada por los vaivenes de los precios del petróleo a escala mundial. Este
escenario, en nuestra opinión, pone de relieve la necesidad imperiosa de promover y diseñar
estrategias que partiendo de bases teóricas firmes, permitan la efectiva autogestión y cogestión
económica de la propiedad social de medios de producción, que contribuya al desarrollo,
democratización y diversificación de nuestro modelo económico productivo.

Por otra parte, es evidente que el modelo socio productivo sustentado en el extractivismo
mono-productor, constituye un obstáculo, para la autogestión y cogestión económica de la
propiedad social. En efecto, Emiliano Terán Mantovani (2014), al tratar el tema en cuestión,
expresa lo siguiente:

De esta forma, en el marco de una crisis de largo plazo del capitalismo rentístico, nos
enfrentamos a los fundamentales dilemas del extractivismo, que hemos evidenciado
que no son sólo desafíos de orden ecológico, sino modelos y estructuras de poder
local y global, insertos en una lógica que es insostenible en el mediano plazo (p.18).

Compartimos esta postura. La lógica del modelo rentístico es insostenible para nuestro país.
Por otra parte, si analizamos esta situación desde el ámbito social, podemos mencionar que este
sistema productivo rentista, causa perturbaciones en la autogestión y cogestión económica de la
propiedad social al ser proclive a la división del trabajo y mantener intactas las relaciones de
producción capitalistas.

este Decreto fue prorrogado por sesenta días más, según Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº
6.219 de fecha 11 de marzo de 2016.

12
Como ejemplo de esta situación, tenemos la opinión emitida por el Magistrado García
Rosas, el cual en su intervención como Orador de Orden, en la sesión solemne de apertura de
actividades judiciales del 02 de febrero de año 2015, en el Tribunal Supremo de Justicia,
comentó:

Humildemente, considero que la frase “Estado Social” puede tenerse como


una declaración pro-socialista para, desde el capitalismo, influir en el
cambio económico-social”. No todas las constituciones que protegen los
derechos sociales son socialistas pero, ciertamente, algunas naciones
latinoamericanas que han acuñado el término muestran su carácter
revolucionario y su inseparable vinculación con el pensamiento de
izquierda, expresó, al repasar brevemente la historia sobre estos conceptos
en la bibliografía y las consideraciones de filósofos mundiales. Dijo que con
la excepción de Cuba y Nicaragua, donde la Constitución expresamente
refiere al Estado Socialista, las demás cartas magnas de países inclinados a
la izquierda necesitan de interpretación de la expresión “Estado Social.

En el artículo 5, numeral 6º, del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de la Ley Para la
Gestión Comunitaria de Competencias, Servicios, y Otras Atribuciones, se define a la propiedad
social, como:

El derecho que tiene la sociedad de poseer medios y factores de producción o entidades con
posibilidades de convertirse en tales, esenciales para una vida plena o la producción de
obras, bienes o servicios, que por condición o naturaleza propia son del dominio del
Estado; bien sea por su condición estratégica para la soberanía y el desarrollo humano
integral nacional, o porque su aprovechamiento garantiza el bienestar general, la
satisfacción de las necesidades humanas, el desarrollo humano integral y el logro de la
suprema felicidad social.

En este sentido, el Poder Popular, ejercido por las comunidades organizadas se le


reconoce la potestad de ejercer la administración, gestión, custodia y control sobre un conjunto de
bienes, considerados como de propiedad pública, todo a los fines de consolidar las bases del
socialismo y democratizar de esta manera la propiedad sobre bienes y recursos reiterando con
ello que los Estados y sus pueblos tienen un derecho soberano sobre sus recursos naturales.

13
Referencias Bibliográficas

1. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Enmendada en el 2009, publicada


en la Gaceta Oficial Extraordinaria No. 5.908 de 19 Febrero 2009.
2. Plan de la Patria 2013-2019, publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana
de Venezuela, Extraordinario Nº 6.118 de fecha 04 de diciembre de 2013.
3. Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de la Administración Pública.
Publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, Extraordinaria
Nº 6147 de fecha 17 de noviembre de 2014.
4. Código Civil de Venezuela, publicado en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela
Nº 2.990 Extraordinaria de fecha 26 de Julio de 1982.
5. Decreto con Rango, Valor y Fuerza de la Ley Para la Gestión Comunitaria de
Competencias, Servicios, y Otras Atribuciones, Publicada en la Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela Nº 40.540, de fecha 13 de noviembre de 2014.
6. Decreto de Emergencia económica, Nº 2.184 de fecha 14 de enero de 2016. publicado en
la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 6.214 Extraordinario de
fecha 14 de enero de 2016.
7. Ley Orgánica del Trabajo, las Trabajadoras y Trabajadores. Publicada en la Gaceta
Oficial Extraordinaria de fecha 07 de mayo de 2012.
8. Ley Orgánica del Poder Popular, Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela Nº 6.011 Extraordinario de fecha 21 de diciembre de 2010.
9. Ley Orgánica de las Comunas, Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela
Nº 6.011 Extraordinario de fecha 21 de diciembre de 2010.
10. Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal, Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela Nº 6.011 Extraordinario de fecha 21 de diciembre de 2010.
11. Ley Orgánica de la Jurisdicción Especial de la Justicia de Paz Comunal, publicada en la
Gaceta Oficial Nº 39.913 del 2 de mayo de 2012.
12. Sentencia de la Sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia del 26 de
enero de 2010.
13. Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, de fecha 16 de
diciembre de 2010.

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14. Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, N° 1.158 del 18 de
agosto de 2014.
15. Sentencia N° 1139 del 5 de junio de 2002, de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia (caso: Sergio Omar Calderón Duque y William Dávila Barrios).
16. Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 24 de enero
del año 2002.
17. Decreto de Emergencia económica, Nº 2.184 de fecha 14 de enero de 2016. publicado en
la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 6.214 Extraordinario de
fecha 14 de enero de 2016. Se debe destacar, que este Decreto fue prorrogado por sesenta
días más, según Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 6.219 de
fecha 11 de marzo de 2016.

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