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Nombre:
Wandy Adrian Then Martinez. 2019-0427
Ángel Manuel Álvarez Celado. 2019-0500
Asignatura:
Nefrología
Tema:
Síndrome Nefrótico
Dirigido a:
Dr. Darwin Zapata
Fecha:
26/06/2023.
Al introducir este trabajo, cabe destacar que el síndrome nefrótico no solo tiene un impacto
significativo en la salud de los individuos afectados, sino que también presenta una carga
emocional y financiera para los pacientes y sus familias. La enfermedad puede causar
complicaciones graves, como trombosis, infecciones recurrentes y enfermedad renal crónica
progresiva, lo que puede conducir a una disminución de la esperanza de vida. Además, el
tratamiento del síndrome nefrótico puede ser complejo y requiere una gestión adecuada y un
seguimiento continuo. Por lo tanto, es crucial investigar a fondo esta enfermedad para
mejorar los enfoques de diagnóstico, tratamiento y prevención.
El síndrome nefrótico es una enfermedad renal crónica que representa un desafío clínico y un
problema de salud pública significativo en todo el mundo. Se caracteriza por la presencia de
proteinuria masiva, hipoalbuminemia, edema y dislipidemia, lo que resulta en una serie de
complicaciones graves.
Etiología
La causa subyacente responsable de todas las características clínicas del síndrome nefrótico
es el aumento de permeabilidad de los capilares glomerulares, que se dan por:
Glomerulopatías primarias
Enfermedad de cambios mínimos: origen entre 70 y 90% del síndrome nefrótico en niños.
Glomeruloesclerosis focal y segmentaria.
Nefropatía membranosa: comprende de un 30% de los casos de síndrome nefrótico en
adultos y su incidencia máxima se alcanza entre los 30 y 50 años.
Glomerulonefritis mesangial capilar.
Nefropatía mesangial IgA.
glomerulopatías secundarias
Nefropatía diabética, amiloidosis y LES.
Neoplasias.
infecciones por VIH, HB Y C, CMV y Epstein-Barr
Fármacos, AINES, antibióticos, penicilina, captopril.
Examen físico
El edema es la principal característica del síndrome nefrótico. El desarrollo de
hipoalbuminemia reduce la presión oncótica dentro de los capilares, lo que favorece la
translocación neta de líquido al espacio intersticial. En la medida en la que esto se produzca,
el volumen intravascular y la presión sanguínea caen, lo que activa el sistema nervioso
simpático, el eje renina-angiotensina-aldosterona, aumenta los niveles de vasopresina y
modula otros muchos sistemas de control que actúan conjuntamente para promover la
retención neta de sal y agua.
El edema nefrótico es una forma de edema con fóvea, cuando se presiona con el pulgar sobre
una estructura ósea como la tibia o el sacro; la fóvea resultante permanece visible durante un
corto período de tiempo. El edema con fóvea se gradúa en una escala del 1 al 4 (desde muy
ligero hasta una fóvea más evidente y profunda que persiste durante >2 minutos). El edema
nefrótico es difuso y, hasta cierto grado, probablemente afecte a casi todos los tejidos, aunque
no esté igualmente distribuido.
Durante la exploración física se deben buscar indicios que lleven a otras enfermedades que
producen edema generalizado. Se deben evaluar con cuidado las venas del cuello para
determinar si hay aumento de las presiones a nivel del corazón derecho debido a problemas
cardíacos, pulmonares o pericárdicos.
Numerosas alteraciones cutáneas distintas del edema se asocian a su vez a síndrome
nefrótico. Algunas pueden sugerir ciertas enfermedades subyacentes. Los xantelasmas
palpebrales (xantomas periorbitales o en párpados) a menudo están asociados con
hipercolesterolemia y pueden volverse muy llamativos en pacientes nefróticos.
Un número de alteraciones relativamente específicas de la piel, las uñas y el cuero cabelludo
se asocian con diferentes enfermedades reumatológicas que pueden producir síndrome
nefrótico. Estas incluyen el rash malar facial, la alopecia cicatricial, las telangiectasias y los
bucles capilares e infartos vasculares en el lecho ungueal, y el eritema nodoso.
El síndrome uña-rótula , caracterizado por uñas distróficas, hipoplasia de rótula y de las palas
ilíacas, puede presentarse con síndrome nefrótico. Los ojos pueden estar inflamados o
mostrar evidencia de escleritis en las vasculitis sistémicas
Diagnóstico:
Lo primero es realizar el diagnóstico de Sx nefrótico, mediante la demostración de
proteinuria mayor a 3.5 g en orina de 24 h. Además de la presencia de
hipoalbuminemia menor a 3.5 g.
Buscamos las causas más comunes:
Función renal y electrolitos (creatinina, BUN, sodio, potasio, calcio, fosfato)
Perfil hepático (TGO, TGP, LDH) nos permite descartar hepatitis viral.
Perfil lipídico: HDL, LDL, colesterol total y triglicéridos. Estas pruebas nos permiten
encontrar otra de las manifestaciones clínicas que es la hiperlipemia.
Hemograma.
Glicemia.
Luego buscamos causas secundarias:
ANA, anti-ADN de doble cadena, complemento (c3, c4 y ch50) si se sospecha de
enfermedad del tejido conjuntivo, dígase lupus, vasculitis, etc.…
Ultrasonografía en los casos que exista reducción de la tasa de filtración glomerular.
En los casos de agenesia renal, la biopsia está contraindicada.
Crioglobulinas.
Luego buscamos las complicaciones: eventos tromboembólicos, LRA, derrame pleural,
insuficiencia cardiaca, ascitis…
Por último, consideramos la biopsia renal: De primera instancia a los niños no se les realiza
biopsia porque se asume que es por enfermedad de cambios mínimos que va a responder al
tratamiento con corticoides. Ahora, si no responden se deberá recurrir a la biopsia.
En los adultos, si no se encuentra una causa evidente o padece un cuadro severo que no
responde al tratamiento se deberá realizar la biopsia renal.
Complicaciones:
Hipertensión: debido a la retención de líquidos.
Edema
Derrame pleural y ascitis
Distrés respiratorio
Sepsis
Tromboembolismo: TVP o TEP
Manejo:
Niños: Corticoides. En niños con síndrome nefrótico reincidente o dependiente de corticoides
es necesario utilizar otros inmunosupresores, como: ciclofosfamida, micofenolato de
mofetilo, inhibidores de la calcineuria. En casos de resistencia a los esteroides, la primera
linea de elección son los inhibidores de la calcineuria, y si no hay respuesta micofenolato o
pulso EV de corticoides.
Adultos:
Enfermedad de cambios mínimos: Usualmente responde a prednisona.
Nefritis lúpica: prednisona combinada con ciclofosfamida o micofenolato induce a la
remisión del cuadro.
Amiloidosis secundaria con síndrome nefrótico: mejora con el tratamiento
antiinflamatorio de la patología primaria.
Para el manejo del edema se utilizan medidas como la reducción de la ingesta de sodio en la
dieta, se emplean el uso de diuréticos como furosemida, espironolactona y metolazona (en
casos de refractariedad se puede utilizar triamtereno y/o amilorida).
Los inhibidores del SRAA como IECAS y ARAII son recomendados en el síndrome
nefrótico debido a que disminuyen la presión intraglomerular, con lo que disminuyen la
proteinuria.
En pacientes que presenten complicaciones tromboembólicas se deberá anticoagular con
Warfarina o heparina de bajo peso molecular.
La hiperlipemia debe ser tratada en estos pacientes puesto a que aumenta el riesgo de
complicaciones cardiovasculares y tienen la propiedad de ser nefrotóxicos. Para esto se
utilizan hipolipemiantes como las estatinas.
Conclusión
Al concluir este trabajo de entrega, cabe destacar lo importante que es llevar un buen control
de la función renal, ya que las patologías de este órgano son muy extensas. En este sentido, es
fundamental destacar la importancia del diagnóstico temprano y el manejo adecuado para
controlar los síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo.
Bibliografía
1. Fauci, Wilson, Harrison TR. Principios de Medicina Interna (2 T.). 14a ed. Nueva
York, NY, Estados Unidos de América: McGraw-Hill Professional Publishing; 2000.
2. Yu ASL, Chertow GM, Luyckx V, Marsden PA, Skorecki K, Taal MW, editores.
Brenner Y Rector. El Rinon. 11a ed. Elsevier; 2021.