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ÓRGANO JUDICIAL

TRIBUNAL DEPARTAMENTAL DE JUSTICIA DE COCHABAMBA

SALA SOCIAL, ADMINISTRATIVA, CONTENCIOSA Y CONTENCIOSA


ADMINISTRATIVA SEGUNDA

AUTO DE VISTA : 061/2020


NUREJ : 3072389
DEMANDANTE : ABELINA PÉREZ
DEMANDADO : EMPRESA FLOTA PULLMAN PUNATA
PROCESO : SOCIAL
VOCAL RELATOR : DR. JUAN CARLOS OROZCO ALFARO

A, 19 de Junio de 2020
VISTOS: I) En grado de apelación, la Sentencia de 27 de Febrero de 2019,
pronunciada por el Juez de Partido de Trabajo y Seguridad Social N° 2 de la
Capital, por el cobro de beneficios sociales y derechos laborales seguido por
ABELINA PÉREZ contra la EMPRESA FLOTA PULLMAN PUNATA
representada por Héctor Omar Quinteros Peredo.
II) Previo el trámite de ley, se dictó la Sentencia de 27 de febrero de 2019,
mediante la cual, se declaró probada la demanda, conminándose a la
EMPRESA FLOTA PULLMAN PUNATA representada por Héctor Omar Quinteros
Peredo, pague a la actora el monto de Bs. 19.252,30.
CONSIDERANDO I) La parte demandada por memorial de fojas 117 a
118, planteó recurso de apelación contra el referido fallo, aduciendo
las siguientes razones:
1. Manifiesta que la sentencia dictada por el A quo, establece la prestación
de servicios de la actora en 6 años y 1 mes, sin considerar las literales de Fs.
60, que serian los únicos recibos que dan referencia al inicio de sus
actividades, en la que se acreditaría que la gestión 2014 recién empezó a
trabajar como boletera por 3 horas, por lo que los recibos hacen prueba
conforme el Art. 197, 198 y 200 del CPT, aspecto respaldado por la
declaración del testigo José Luis Rocha Zenteno, que manifestó no saber
cuándo habría sido contratada la actora pero que la vio a ella y a sus amigas
casi terminando el 2015 y empezando 2016.
2. Con relación a la extinción laboral, la actora en la liquidación de la
demanda de Fs. 14 a 15, no reclama el desahucio como beneficio, por lo que
la demanda constituiría una aceptación tácita de que la extinción laboral fue
por abandono de trabajo, aspecto respaldado y acreditado por la confesión
Judicial Provocada de Maribel Quinteros Torrico, en representación de Héctor
Omar Quinteros Peredo de Fs. 48, la que acreditaría que las cuatro boleteras,
decidieron abandonar en grupo su trabajo, que en el fondo del caso habría
sido debido a la influencia entre ellas y el mal manejo para no responder por
su malos actos, confesión provocada que al tenor del Art. 167 del CPT es
expresa e indivisible y el hecho admitido en ella no necesitaría más prueba.
3. El Juez A quo estableció el segundo aguinaldo de las gestiones 2014 y
2015 en base a Bs. 900 que sería el sueldo promedio indemnizable, por lo
que aclara que la actora solo vendía boletos por 3 horas en la terminal de
buses de Cochabamba, y que en la gestión 2014 el salario mínimo nacional
para una trabajadora que prestaba sus servicios por una jornada laboral era
de Bs.- 1.440, éste dividido entre 8 horas es 180, es decir por hora seria
180, por ende Bs. 540 sería su segundo aguinaldo por la gestión 2014. En la
gestión 2015 el salario mínimo nacional fue de Bs.-1.552,40 dividido entre 8
horas de jornada laboral 194.05 x 3horas = Bs. 582.15 seria segundo
aguinaldo de 2015.
4. Respecto al concepto de prima, correspondería a un trabajador que ha
prestado servicios en una empresa, la institución demandada es una línea
sindical, es decir sin fines de lucro, conformada por personas naturales
sindicalizadas, dedicadas al servicio del transporte interdepartamentales,
conforme consta de las literales de Fs. 21 y 21 vlta., que se auto sustenta
con los aportes sindicales, teniendo estatutos donde indica claramente que
sería "una asociación civil sin fines de lucro" (Fs. 59), aspecto respaldado con
la certificación emitida por la cámara de Comercio y Servicios Cochabamba
(Fs. 67), que acredita que no se encuentra afiliada en esa entidad, por lo que
al ser una asociación civil, no le corresponde a la actora las primas previstas
por ley.
Por lo expuesto y al amparo de la disposición establecida en el Art. 158 y
siguientes del CPT, solicita se revoque la sentencia y declare improbada la
demanda en los puntos de la sentencia sobre tiempo de servicios, pago
primas, desahucio, segundo aguinaldo, y sea con costas.
CONSIDERANDO II).- Que, de una cuidadosa revisión de antecedentes se
tienen los siguientes aspectos:
1. Respecto al tiempo de servicios, para resolver la controversia,
previamente, se debe tener presente uno de los principios que rigen el
Derecho Laboral, cual es el de la “primacía de la realidad”, instituido para
identificar si una determinada actividad se enmarca dentro de las normas de
la legislación laboral, observando aspectos inherentes a la prestación de
trabajo y dando prioridad a la naturaleza objetiva de la realidad,
prescindiendo de todo concepto subjetivo, sobre la base de los hechos y no
de la apreciación que reflejan algunas estipulaciones o documentos,
debiendo tener en cuenta que todo trabajo es una prestación a favor de otro,
por lo que siempre existe la realización de un acto, un servicio o ejecución de
obra; la distinción radica en el modo de la relación existente entre quienes lo
brindan y lo reciben, a tal fin, corresponde observar el papel realizado por
cada una de las partes.
El artículo 3. j) y 158 del Código Procesal del Trabajo, establece que la "libre
apreciación de la prueba", es el principio al que deben sujetarse los
procedimientos y trámites y, por el que el juez valora las pruebas con amplio
margen de libertad conforme a la sana lógica, así como los dictados de su
conciencia. Igualmente siguiendo la misma orientación el artículo 158 del
Adjetivo Laboral, en lo que hace a la valoración de la prueba, dice, que el
Juez no estará sujeto a la tarifa legal de pruebas, y por lo tanto formará
libremente su convencimiento, inspirándose en los principios científicos que
informan la crítica de la prueba y atendiendo las circunstancias relevantes
del pleito y la conducta procesal observada por las partes.
Es importante precisar que, en materia laboral, rige el principio de la
inversión de prueba, el fundamento de esa figura procesal en el ámbito del
Derecho Adjetivo del Trabajo, se halla en la forma en cómo funcionan las
relaciones laborales entre la trabajadora y el trabajador con el empleador.
Cuando el primero se emplea al servicio del segundo, este último asume la
obligación de cumplir con todas las formalidades que la ley establece, tales
como libro de planillas, boletas de pago y demás documentos. De manera
que es el empleador aquel que tiene en su poder los medios probatorios que
acreditan haber cumplido con todas sus obligaciones laborales, frente al
trabajador.
En tal sentido, el Código Procesal del Trabajo, de modo reiterado estipula
aquel principio, así, el inc. h) del Art. 3 señala como principio a la inversión
de la prueba, por el que la carga de la prueba corresponde al empleador; en
igual sentido el Art. 66, indica que en todo juicio social incoado por el
trabajador, la carga de la prueba corresponde al empleador, sin perjuicio de
que aquel pueda ofrecer las pruebas que estime convenientes; precepto
análogo al contenido por el Art. 150 del mismo cuerpo procesal, en sentido
que, corresponde al empleador demandado desvirtuar los fundamentos de la
acción, sin perjuicio de que el actor aporte las pruebas que crea conveniente.
Que en el caso de autos el apelante indica como agravio que no se valoró la
prueba aportada por su parte, así como la declaración de sus testigos para
así poder determinar el tiempo de servicio que prestó el actor, a su decir que
fue aproximadamente desde la gestión 2014 y que la actora indica como
fecha de ingreso 28 de febrero de 2011, al respecto de la revisión de
antecedentes, cursan las testificales de descargo a Fs. 53 a 54, de las cuales
se puede establecer que la testigo Mary Celia Ledezma Arebalo no hace
mención alguna respecto a la fecha de ingreso de la actora, asimismo el
testigo José Luis Rocha Zenteno a la aclaración solicitada por el abogado de
la actora señala: “Yo no sé cuando ha sido contratada pero le he visto a ella y a sus
amigas pero yo la he visto casi terminando el 2015 y empezando el 2016” , de lo cual se
establece claramente que la atestación de un solo testigo no tiene fe
probatoria conforme lo determina el Art. 169 del CPT, más aún si tomamos
en cuenta que dicha declaración no coincide con lo manifestado por el
demandado en su memorial de apelación, ya que el indica que la actora
ingreso en la gestión 2014 y no así 2015, lo que quiere decir que las
declaraciones testificales de ninguna manera desvirtúan la fecha de inicio de
la relación laboral, no aplicándose tales declaración dentro lo determinado
por el Art. 169 del CPT cuando señala que hacen fe probatoria las
declaraciones de dos o más testigos que concuerden en personas, cosas,
hechos, tiempos y lugares.
Así también la prueba aparejada al proceso cursante a Fs. 60 consistente en
comprobantes de egresos uno por concepto de pago de sueldo del mes de
septiembre de la gestión 2014, y el otro pago por saldo mes de octubre y
sueldo diciembre de 2013, de ninguna manera comprueban que la actora
haya ingresado recién en la gestión 2014, máxime si consideramos que la
boleta de egreso N° 000133 en su contenido por concepto señala: "sueldo del
mes de octubre y sueldo 400 Bs. del mes de Diciembre/2013…" , teniéndose por ello
que dicha literal demuestra todo lo contrario a lo manifestado por el ahora
apelante, ya que dicha literal evidencia que la actora estaba trabajando en la
empresa mas antes que la gestión 2014, más aún si de la revisión del
informe de la Jefatura Departamental del Trabajo cursante a Fs. 9 a 10 el
demandado no objeta en ningún momento la fecha de inicio de la actora, por
cuanto al estar presente en la audiencia debió refutar la afirmación hecha
por la actora, lo cual tampoco aconteció, más al contrario, la parte actora a
objeto de respaldar lo manifestado en su demanda de pago de beneficios
sociales ofrece prueba testifical de cargo cursante a Fs. 50 a 51 en las cuales
los testigos señalan de manera unánime que la actora ingresó a trabajar en
la gestión 2011, atestaciones que tienen todo el valor probatorio signado en
el Art. 169 del CPT, de lo que se infiere que el demandado no dio
cumplimiento cabal a lo establecido en los Arts. 3 h), 66 y 150 del Código
Procesal del Trabajo, tal cual era su obligación, teniéndose de antecedentes
que no se tiene prueba alguna con relación a lo reclamado por el apelante
por lo que la decisión asumida por el A quo en sentencia es correcta.
2. En lo que respecta al motivo de retiro, en principio corresponde señalar
que, la Constitución Política del Estado (CPE), en su Art. 46 protege el
derecho al trabajo y a la estabilidad laboral, estableciendo que I: "Toda
persona tiene derecho: 1. Al trabajo digno, con seguridad industrial, higiene y salud
ocupacional, sin discriminación, y con remuneración o salario justo, equitativo y
satisfactorio, que le asegure para sí y su familia una existencia digna. 2. A una
fuente laboral estable, en condiciones equitativas y satisfactorias. II. El Estado
protegerá el ejercicio del trabajo en todas sus formas. III. Se prohíbe toda forma de
trabajo forzoso u otro modo análogo de explotación que obligue a una persona a
realizar labores sin su consentimiento y justa remuneración”.
Cabe precisar que, el objeto de un proceso laboral, según establece el Art.
59 del CPT, es el reconocimiento de los derechos consignados en la ley
substancial y el Art. 48-II de la CPE que establece al “principio de protección”
como un principio rector en materia laboral, señalando al efecto lo siguiente:
“Las normas laborales se interpretarán y aplicarán bajo los principios de protección
de las trabajadoras y de los trabajadores como principal fuerza productiva de la
sociedad; de primacía de la relación laboral; de continuidad y estabilidad laboral; de
no discriminación y de inversión de la prueba a favor de la trabajadora y del
trabajador”. Por su parte La Conferencia Internacional del Trabajo, en su
LXVIII Reunión (Ginebra 1982), adopto sobre la terminación de la relación de
trabajo y la recomendación sobre la norma mínima, el principio que el
trabajador debe tener derecho a conservar su puesto, a menos que existan
causas especiales que justifiquen su despido y que antes de darse por
terminada la relación de trabajo debe otorgarse al trabajador la oportunidad
de defenderse de los cargos formulados en su contra, a menos que no pueda
pedirse razonablemente al empleador que le conceda esa posibilidad.
Así también es importante precisar que, en materia laboral, siendo
manifiesta la desigualdad existente entre el trabajador y el empleador a
tiempo de tener acceso a la prueba idónea para acreditar o desvirtuar
determinados asuntos laborales, como por ejemplo a la prueba documental,
el legislador con el ánimo de compensar esta situación, ha previsto que en
los procesos laborales la carga de la prueba es obligatoria para la parte
patronal y facultativa para el trabajador, conforme disponen los Artículos 3.
h), 66 y 150 del Código Procesal del Trabajo, es decir, que rige el principio
de "inversión de la prueba" correspondiendo al empleador desvirtuar los
hechos afirmados por el trabajador, o en su caso, demostrar con suficiencia
los argumentos aducidos en su defensa, siendo simplemente una facultad del
actor trabajador la de ofrecer prueba, mas no una obligación.
Ahora bien, definiremos el instituto jurídico del desahucio, entendido, como
la sanción que se impone al empleador por el despido injustificado del
trabajador por parte del empleador, por lo cual deriva en el pago del
desahucio, cuya finalidad es cubrir el tiempo considerado como prudencial
para que el trabajador busque una nueva fuente laboral a efectos de tener
una subsistencia digna. Al respecto el DS Nº 110 de 01 de mayo de 2009, en
su Art. 3, establece: "Corresponde el pago del desahucio a la trabajadora o al
trabajador que sea retirado intempestivamente. No corresponde el pago del
desahucio a las trabajadoras o trabajadores que se retiren voluntariamente de su
fuente laboral".
Bajo dicho contexto normativo, de la revisión de antecedentes se evidencia
que la parte demandada no acompañó prueba suficiente, para demostrar que
la actora hubiese abandonado voluntariamente su fuente de trabajo, toda
vez que las pruebas testificales de descargo de Fs. 53 a 54 no demuestran
dicho extremo, ya que de la revisión de las mismas, con relación al motivo
del retiro de la actora a la pregunta tercera señala la testigo Mary Celia
Ledezma Arebalo, que: “A lo que yo vi ellos dejaron de la noche a la mañana yo creo
que ha debido ser por los malo manejos.” , y el testigo José Luis Rocha Zenteno
dijo: "Por falsear los pasajes por adulterar el monto del pasaje.." , de lo cual se
establece claramente que las declaraciones de los testigos no son uniformes
ni concuerdan en hechos, tiempos y lugares, puesto que ninguno de ellos
han señalado que la actora abandono su fuente de trabajo así como tampoco
precisa la fecha exacta del supuesto abandono de trabajo, de lo cual se
deduce que mas que certezas las declaraciones testificales de descargo
aparejan incertidumbres, no aplicando tales declaraciones dentro lo
determinado por el Art. 169 del CPT.
Ahora bien, respecto al agravio señalado por el apelante en sentido de que la
actora en su liquidación de demanda de Fs. 14 a 15, no reclamó el pago de
desahucio como beneficio, por lo que la demanda constituiría una aceptación
tacita de que la extinción laboral fue por abandono de trabajo; al respecto de
la revisión de la demanda cursante a Fs. 14 a 15, se puede observar que en
la pagina 14 en tercer párrafo la actora señala: "cabe aclarar que en fecha 28 de
marzo de 2017, mi persona ha sido despedida por la hija de mi empleador en forma
intempestiva, quien manifestó lo Sgte: ABELINA DESDE HOY DESCANSAS, ÓSEA YA NO VAS
A TRABAJAR MAS, ESTE SÁBADO NOS REUNIREMOS EN LA BODEGA PARA ARREGLAR SUS
BENEFICIOS (…)", confesión espontánea que no requiere de mayor prueba,
máxime si esta afirmación se encuentra corroborada con la denuncia de
retiro forzoso hecha por la actora ante la Jefatura Departamental del Trabajo
de fecha 06 de abril de 2017 cursante a Fs. 12, por lo que no se evidencia la
vulneración alegada por esta parte.
Sobre la falta de valuación de la confesión provocada de Maribel Quinteros
Torrico en representación de Héctor Omar Quinteros Peredo, quien a la
pregunta segunda señala: "Tanto ella como sus otras compañeras se retiraron…", al
respecto,  la confesión provocada a la que fue deferida la apoderada de la
parte demandada como prueba de cargo (Fs. 48), no podía ser tomada en
cuenta por el Juez de instancia a los efectos del Art. 167 del CPT, porque
este medio probatorio no cumplía con los requisitos establecidos en al Art.
408.2) del Código de Procedimiento Civil (CPC), al no versar sobre hechos
que produjeren consecuencias jurídicas adversas al confesante o favorables a
la parte contraria, en otras palabras, no existió prueba de confesión de
cargo, porque la manifestación negativa del confesante no puede
considerarse como tal a los fines de su valoración, además que dicha
confesión no aportó mayores elementos de convicción, así como tampoco se
encuentra respaldada por documentación idónea.
A ello agregar que la parte demandada para demostrar el supuesto abandono
de trabajo de la actora, debió presentar prueba idónea, como ser la denuncia
por abandono de trabajo hecha por su persona a la Jefatura Departamental
del Trabajo, lo que tampoco ha ocurrido, en consecuencia, en virtud  al
principio de la inversión de la prueba establecido en los Artículos 3- h), 66 y
150 del Código Procesal del Trabajo antes citados, la carga de la prueba le
corresponde al empleador quien no presentó prueba alguna que acredite la
existencia de abandono de trabajo por parte de la actora.
Si bien las causas para el despido justificado o legal, están contempladas
expresamente en el ordenamiento jurídico previstas en el Artículo 16 de la
Ley General del Trabajo y 9 su Decreto Reglamentario, la inexistencia de
éstas serían consideradas como despido ilegal o intempestivo; situación que
guarda relación con la presunción prevista en el Artículo 182. c) del Código
procesal del Trabajo que señala: “La relación de trabajo termina por despido,
salvo prueba en contrario”; generando en consecuencia en el caso presente, el
pago de beneficios sociales, en este entendido, queda demostrado
objetivamente que la actora ha sido despedida intempestivamente de su
fuente laboral, hecho que no ha sido desvirtuado por el demandado ahora
apelante como se manifestó precedentemente. 
Es importante enfatizar que el trabajo, por constituir la base del orden social
y económico de la nación, es un derecho que se encuentra consagrado y
protegido por los Arts. 46 y 48.II y III de la CPE, prohibiendo además su Art.
49.III, el despido injustificado y toda forma de acoso laboral, habiéndose
emitido, para tutelar este derecho, varias normas que tienden a proteger la
estabilidad laboral, entre ellas el DS Nº 28699 de 1 de mayo de 2006, cuyo
Art. 11 protege y reconoce la estabilidad laboral de todos los trabajadores
asalariados, claro está, cuando estos no incurran en las prohibiciones
previstas por ley que den lugar a su despido con justa causa, parámetros
protectivos que en el caso no pueden ser desconocidos.
Por lo expuesto se establece que en el caso en particular la relación laboral
se extinguió en virtud al despido intempestivo de la actora y no porque
hubiese abandonado voluntariamente su fuente de trabajo como aseveró la
parte demandada ahora apelante, siendo procedente en consecuencia el
pago de desahucio.
3. Con relación al pago del aguinaldo denominado esfuerzo por Bolivia de la
gestión 2014 y 2015. Al respecto debemos precisar que el Supremo Gobierno
mediante el Decreto Supremo N° 1802 de 20 de noviembre de 2013, ha
instituido el segundo aguinaldo denominado “Esfuerzo por Bolivia” para las
servidoras y servidores públicos, trabajadoras y trabajadores del sector
público y privado del Estado Plurinacional, el mismo que debe ser otorgado
cada gestión fiscal, cuando el crecimiento anual del producto interno bruto
por contratación PIB, supere el cuatro punto cinco por ciento (4,5 %), tal
como dispone el Art. 1° de la disposición legal citada precedentemente, es en
ese contexto que tomando en cuenta que el párrafo I) del Art. 48 de la
Constitución Política del Estado en la cual dispone que “las disposiciones
sociales y laborales son de cumplimiento obligatorio” , en el caso de autos no se
necesita mayor caletre para establecer que la parte demandada estaba en la
obligación de otorgar a la actora el segundo aguinaldo previsto por el
Decreto Supremo N° 1802 de 20 de noviembre de 2013, cosa que no ha
ocurrido en el caso de autos, puesto que en obrados no cursa prueba alguna
que acredite que lo haya percibido en forma efectiva; no siendo evidente lo
argüido por esta parte, en sentido que solo le corresponde el pago de dicho
beneficio según las horas trabajadas por la actora, toda vez que la normativa
antes descrita no hace una diferencia en su pago por las horas trabajadas
como un requisito para el pago de dicho derecho; consecuentemente, se
establece que a la actora le corresponde el pago del segundo aguinaldo
denominado “Esfuerzo por Bolivia” de la gestión 2014 y 2015, dobles por su
incumplimiento, puesto que de conformidad al parágrafo I) del Art. 3 del
citado Decreto Supremo N° 1802 de 20 de noviembre de 2013, los criterios
de aplicación del segundo aguinaldo “Esfuerzo por Bolivia” se deben sujetar a
la normativa vigente que rige el aguinaldo de navidad, mismo que se
encuentra regulado por ley de 18 de diciembre de 1944, que a su vez se
encuentra reglamentado por el Decreto Supremo N° 229 de 21 de diciembre
de 1944; dejándose claramente establecido que la determinación del pago
del segundo aguinaldo denominado “Esfuerzo por Bolivia” a favor de la
actora por las gestiones 2014 y 2015, se la toma en aplicación estricta de los
Arts. 62 y 64 del Código Procesal del trabajo, no teniendo mérito tampoco
con relación a este punto lo denunciado.
4. Respecto al pago de las primas reclamadas, conviene señalar que la prima
anual es la participación legal del trabajador respecto de las utilidades
obtenidas por la empresa, es un derecho que se obtiene cuando la empresa
logra utilidades en esa gestión, por tanto, no es una forma libre de
retribución del empleador, sino una obligación para las empresas y un
derecho para el trabajador, la acreditación de dichas utilidades se hace a
través del balance general, donde se identifican las ganancias y las pérdidas,
conforme instituye el artículo 57 de la Ley General del Trabajo, cuando
menciona: “Las empresas que hubieran obtenido utilidades al finalizar el año,
otorgarán a sus empleados y obreros, una prima anual de mes de sueldo o salario
(art. 27 del D.S. Nº 3691 de 3 de abril de 1954)” , correspondiendo referir para
su correcta aplicación al principio proteccionista, relacionado con otros
principios como el principio pro-operario, que se expresa en la regla de
aplicación de la norma más favorable y la regla de la condición más
beneficiosa, de irrenunciabilidad de los derechos, de continuidad de la
relación laboral, de primacía de la realidad, de razonabilidad, de buena fe
entre otros, entendiéndose ésta que en caso de duda u omisión, debe
preferirse la solución que conduzca a la conservación del derecho, la
subsistencia del derecho del trabajador y, en consecuencia, al cumplimiento
efectivo de las obligaciones contraídas.
Asimismo, el artículo 50 del Decreto Reglamentario de la Ley General del
Trabajo, establece que para la acreditación de la existencia de utilidades, el
documento que sirve como prueba fehaciente es el balance general de
ganancias y pérdidas debidamente aprobado por la entidad fiscal y que la
falta de presentación de este documento por disposición del artículo 181 del
Código Procesal del Trabajo, hará presumir la obtención de utilidades,
aspecto ratificado por el artículo 2 de la Ley de 22 de noviembre de 1945,
que señala que las empresas que no llenen las formalidades contables para
determinar utilidades, aún cuando protesten contar con pérdidas, pagarán
válidamente la prima anual.
Consiguientemente, corresponde al empleador aportar los elementos legales
que lo eximan del pago al evidenciarse que en materia laboral, siendo
manifiesta la desigualdad existente entre el trabajador y el empleador a
tiempo de tener acceso a la prueba idónea para acreditar o desvirtuar
determinados asuntos laborales, como por ejemplo a la prueba documental,
el legislador con el ánimo de compensar esta situación, ha previsto que en
los procesos laborales la carga de la prueba es obligatoria para la parte
patronal y facultativa para el trabajador, conforme disponen los artículos 3.
h), 66 y 150 del Código Procesal del Trabajo, es decir, que en materia laboral
rige el principio de inversión de la prueba correspondiendo al empleador
desvirtuar los hechos afirmados por el trabajador.
En el caso, la parte demandada señala que la empresa Flota Pullman Punata
es una línea sindical sin fines de lucro, por lo que al ser una asociación civil,
no corresponde el pago de primas; en ese sentido el Art. 49 de la Ley 843
señala quienes están exentos del pago de impuestos al disponer: “Están
exentas del impuesto…. a)Las actividades del Estado Nacional, las Prefecturas
Departamentales, las Municipalidades, las Universidades Públicas, las Corporaciones
Regionales de Desarrollo, ( excluido por la Ley Nº 2493 del 04-08-03) y las
entidades o instituciones pertenecientes a las mismas, salvo aquellas actividades
comprendidas dentro el Código de comercio. b) Las utilidades obtenidas por las
asociaciones, fundaciones o instituciones no lucrativas autorizadas legalmente,
tales como: religiosas, de caridad, beneficencia, asistencia social, educativas,
culturales, científicas, ecológicas, artísticas, literarias, deportivas, políticas,
profesionales, sindicales o gremiales.
Esta franquicia procederá siempre que, por disposición expresa de sus estatutos, la
totalidad de los ingresos y el patrimonio de las mencionadas instituciones se
destinen exclusivamente a los fines enumerados, que en ningún caso se distribuyan
directa o indirectamente entre sus asociados y que, en caso de liquidación, su
patrimonio se distribuya entre entidades de igual objeto o se done a instituciones
públicas.
Como condición para el goce de esta exención, las entidades beneficiarias deberán
solicitar su reconocimiento como entidades exentas ante la Administración
Tributaria”.
Por lo que la empresa Flota Pullman Punata no se encuentra dentro las
exenciones establecidas en el Art. 49 de la Ley 843 antes transcrito, así
como tampoco se observa documentación autorizada por el Servicio de
Impuestos Nacionales en la que conste que la referida empresa se encuentra
exento del IUE, ya que las literales de Fs. 21 y 59, si bien señalan en su
interior que la flota Pullman Punata es una asociación civil sin fines de lucro,
empero estas no están autorizadas por la entidad competente, es decir por el
Servicio de Impuestos Nacionales; respecto a la literal de Fs. 67 concerniente
al certificado de la Cámara de Comercio, claramente la entidad indica que no
es la institución encargada del registro de matriculas de comercio, debiendo
en todo caso acompañar certificación de FUNDEMPRESA, por lo que dichas
literales de ninguna manera demuestran que la empres demandada es una
asociación sin fines de lucro.
Asimismo la falta de presentación de los balances generales conforme prevé
el Art. 181 del CPT, impide presumir la inexistencia de utilidades,
correspondiendo al efecto el pago de las primas a la actora, establecidas
acertadamente en sentencia.
Conforme a lo expuesto se advierte que el Juez A quo, aplicó correctamente
las normas legales vigentes en la materia y efectuó una correcta valoración
de las pruebas y de los antecedentes existentes.
POR TANTO: La Sala Social, Administrativa, Contenciosa y Contenciosa
Administrativa Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de éste
Distrito Judicial, CONFIRMA la Sentencia apelada de 27 de febrero de 2019.
Con costas y costos.
VOCAL RELATOR: DR. JUAN CARLOS OROZCO ALFARO.
REGÍSTRESE Y HÁGASE SABER.
Fdo. Dr. Juan Carlos Orozco Alfaro, Presidente, Sala Social,
Administrativa, Contenciosa y Contenciosa Administrativa Segunda.-
Fdo. Dr. Henry Milton Santos Alanes, Vocal, Sala Social,
Administrativa, Contenciosa y Contenciosa Administrativa Primera.-
Fdo. Dra. L. Karina Angulo Ferrufino. Secretaria de Cámara de la Sala
Social, Administrativa, Contenciosa y Contenciosa Administrativa
Segunda.

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