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Auto Supremo Nº 622

Sucre, 08/10/2013
Expediente: 338/2013-S
Distrito: La Paz
Magistrado Relator: Antonio G. Campero Segovia
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VISTOS: El recurso de casación en el fondo de fs. 288-289 interpuesto por Jorge Martin Botello Camberos en representación de la Empresa Intertrade
Courier Bolivia SRL., contra el Auto de Vista Nº 068/2013 SSA. II de 5 de junio de 2013 (fs. 284-285), pronunciado por la Sala Social y Administrativa Segunda
del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, dentro el proceso social que sigue Marineli Rodríguez Ríos contra la Empresa Intertrade Courier Bolivia SRL.;
la respuesta de fs. 291-292; el Auto de fs. 293 que concedió el recurso; los antecedentes del proceso; y
CONSIDERANDO I: Que tramitado el proceso social de pago de beneficios sociales, el Juez Quinto de Trabajo y Seguridad Social de La Paz, emitió la
Sentencia Nº 366/2012 de fecha 4 de diciembre de 2012 (fs. 261-266), declarando probada en parte la demanda de fs. 6-7 y probada en parte la excepción
perentoria de pago opuesta a fs. 20-22 de obrados, disponiendo que la Empresa demandada a través de su representante legal cancele a la actora la suma de
Bs.3.305,32.- (Tres mil trescientos cinco 32/100 Bolivianos), por concepto de indemnización, aguinaldo duodécimas 2011, sueldo devengado y multa del 30%
conforme el Decreto Supremo 28699 de 1 de mayo de 2006.
En grado de apelación interpuesta por el representante de la empresa demandada a fs. 268-270, mediante Auto de Vista Nº 068/2013 SSA. II de 5 de
junio de 2013 (fs. 284-285), la Sala Social y Administrativa Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, confirmó la Sentencia Nº 366/2012 de
fecha 4 de diciembre de 2012, cursante a fs. 261-266 de obrados, con las formalidades de ley.
Dicho fallo motivó el recurso de casación en el fondo de fs. 288-289, interpuesto por Jorge Martin Botello Camberos en representación de la Empresa
Intertrade Courier Bolivia SRL., acusando que tanto la Sentencia Nº 366/2012 como el Auto de Vista basan su fundamentación en el Decreto Supremo Nº 110
de 1 de mayo de 2009 y que por la acta de confesión provocada se demostraría la subsunción de una de las causales del artículo 16 de la Ley General del
Trabajo y 9 de su Reglamento, y siendo que la demandante no cumplió quinquenio alguno debió considerarse la aplicación del artículo 4 del Decreto Supremo
Nº 110, además de que dicha disposición seria contradictoria a la Ley General del Trabajo y su reglamento respecto a las causales de retiro y la sanción
pertinente.
Manifestó también que el Tribunal de Alzada hizo referencia a las pruebas, sin embargo no realizaron la revisión correcta de los errores en los cuales
incurrió el Juez a quo, puesto que tampoco valoraron la confesión provocada, haciendo una simple relación de los hechos sin fundamentar el fondo sobre las
observaciones realizadas, debiendo considerarse en su magnitud la confesión provocada puesto que como dispone la norma legal la confesión en materia
laboral es expresa y divisible y el hecho admitido en ella no requiere prueba, por lo que señaló que existe indebida aplicación de la ley y las resoluciones
dictadas por el Juez a quo como por el tribunal superior contiene disposiciones contradictorias, más aun cuando existe error en la valoración de la prueba
aportada.
Finalmente solicitó que el Tribunal Supremo de Justicia case las resoluciones señaladas y ordene se dicte nueva resolución de sentencia declarando
improbada la demanda principal y declarar probada la excepción de pago por así corresponder en derecho.
CONSIDERANDO II: Que a mérito de estos antecedentes, revisado minuciosamente el recurso de casación en el fondo, corresponde resolver el mismo
de acuerdo a las siguientes consideraciones:
De los argumentos esgrimidos en el recurso, se advierte que la parte recurrente persigue que se efectúe una nueva valoración y compulsa de las
pruebas acumuladas en el expediente respecto a que la actora habría incurrido en una de las causales del artículo 16 de la Ley General del Trabajo y 9 de su
Decreto Reglamentario, sin percatarse que esta situación ya fue dilucidada por los de instancia, estableciendo conforme a las literales de fs. 205-207 la
existencia de una agresión física y verbal por parte de la actora, producida en fecha 16 de agosto de 2011 hecho que fue corroborado por el acta de confesión
provocada de fs. 184-185, coligiéndose que la actora infringió el reglamento interno de la empresa, razón por la cual se produjo la ruptura de la relación laboral,
evidenciándose que el Juez a quo compulsó debidamente el elenco probatorio, situación ratificada en Segunda Instancia por el Tribunal de Alzada.
Al respecto, cabe señalar que las pruebas deben ser compulsadas de forma conjunta, en razón de que la Sentencia debe recaer sobre la base de todos
los puntos litigados conforme al artículo 202 del Código Procesal del Trabajo, entendiéndose que los jueces de instancia deben valorar de forma global todas
las demás pruebas presentadas, tal cual se hizo en Sentencia y se ratificó en el Auto de Vista.
Siendo preciso aclarar que la valoración y compulsa de las pruebas, es una atribución privativa de los Juzgadores de Instancia e incensurable en
casación, a menos que se demuestre fehacientemente la existencia de error de hecho en la apreciación de las pruebas que se da cuando se considera que no
hay prueba suficiente sobre un hecho determinado, o que se hubiere cometido error de derecho que recaiga sobre la existencia o interpretación de una norma
jurídica, o en su caso que los juzgadores de instancia ignorando el valor que atribuye la ley a cierta prueba, le hubieran asignado un valor distinto, aspectos que
en la especie no concurrieron en la tramitación de la presente causa, al evidenciarse que el Tribunal  ad quem valoró correctamente las pruebas aportadas por
las partes conforme a la facultad conferida por los artículos 3. j), 158 y 200 del Código Procesal del Trabajo, en virtud a la cual no se encuentra sujeto a la tarifa
legal de la prueba y por lo tanto puede formar libremente su convencimiento, claro está, inspirándose en los principios científicos que informan la crítica de la
prueba y atendiendo las circunstancias relevantes del pleito y la conducta procesal observada por las partes.
Ahora bien respecto a la acusación de que los de instancia aplicaron indebidamente la ley, corresponde señalar que el artículo 16 de la Ley General del
Trabajo establece: “No habrá lugar a desahucio ni indemnización cuando exista una de las siguientes causales: e) Incumplimiento total o parcial del
convenio;”, mientras que el artículo 9 del Decreto Reglamentario de la Ley General del Trabajo prevé: “No habrá lugar a desahucio ni indemnización cuando
exista una de las siguientes causales: e) Incumplimiento total o parcial del contrato de trabajo del reglamento interno de la empresa;”
Como se podrá advertir, la norma citada precedentemente, se aplica en caso de producirse una causal justificada para el despido del trabajador o
trabajadora; empero, se evidencia en obrados que el Auto Vista recurrido baso su fundamentación en lo dispuesto por el artículo 1 del Decreto Supremo Nº 110
de 1 de mayo de 2009 que establece: “El presente Decreto Supremo tiene por objeto garantizar el pago de indemnización por tiempo de servicios de las
trabajadoras y trabajadores, luego de haber cumplido más de noventa (90) días de trabajo continuo, producido el retiro intempestivo de que fueran objeto
o presentada su renuncia voluntaria, toda vez que el pago de la indemnización por tiempo de servicios constituye un derecho adquirido.” , concluyéndose que
dicha normativa no es aplicable al caso de autos por cuanto garantiza el pago de indemnización cuando se produce el retiro intempestivo, es decir cuando el
empleador, de forma unilateral, sin la existencia de causal legal alguna, sorpresivamente concluye la relación laboral, o cuando el trabajador se acoge al retiro
voluntario situación que no sucedió en el presente proceso.
Más aun considerando que el artículo 4 de la citada disposición legal que modificó el artículo 2 del Decreto Supremo Nº 11478 de 16 de mayo de 1974,
anota: “Los derechos adquiridos por las trabajadoras y los trabajadores cada cinco (5) años, serán acumulados, por lo que, la pérdida de sus beneficios sociales
en aplicación de las causales señaladas en el Artículo 16 de la Ley General del Trabajo y Artículo 9 de su Decreto Reglamentario, sólo se aplicará al quinquenio
vigente sin afectar los anteriores”, norma que establece que en caso de despido con causa justificada sólo se afectará al quinquenio vigente.
A lo señalado, y conforme la jurisprudencia sentada por este Tribunal, tanto en los procesos administrativos, como en la jurisdicción ordinaria debe
prevalecer la verdad material sobre la verdad formal, así los artículos 180. I de la Constitución Política del Estado y 30. 11 de la Ley del Órgano Judicial,
establecen como un principio procesal a dicha verdad, con la finalidad de que toda resolución contemple de forma inexcusable la manera y cómo ocurrieron los
hechos, en estricto cumplimiento de las garantías procesales; es decir, dando prevalencia a la verdad pura, a la realidad de los hechos, antes de subsumir el
accionar administrativo y jurisdiccional en ritualismos procesales que no conducen a la correcta aplicación de la justicia. En la especie corresponde referir,
conforme establecieron los de Instancia, que ambas partes suscribieron un acuerdo en sede administrativa, en el cual la empresa demandada se comprometía
a cancelarle a la actora sueldos y salarios hasta el cumplimiento del preaviso; es decir, hasta el 13 de septiembre de 2011, empero la actora en fecha 16 de
agosto de 2011 agrede física y verbalmente a la Gerente Administrativo de la empresa demandada, infringiendo el Reglamento Interno en su artículo 69. 8,
acomodando su conducta a las causales de despido justificado señalada en el artículo 16. e) de la Ley General del Trabajo y 9. e) de su Decreto Reglamentario,
razón por la cual a la actora no le corresponde el pago de indemnización, en aplicación correcta del artículo 4 del Decreto Supremo N° 110 dado que la actora
sólo prestó sus servicios profesionales para el tiempo de 1 año, 7 meses y 25 días.
Ahora bien se advierte que la empresa demandada ahora recurrente mediante memorial cursante a fs. 20-22 opuso excepción perentoria de pago,
adjuntando el correspondiente deposito a favor de la demandante que se habría realizado el 18 de noviembre de 2011, monto que cubre incluso en demasía,
los derechos laborales que le corresponden a la actora; es decir, respecto al aguinaldo por duodécimas gestión 2011, vacaciones correspondientes a la gestión
2011, sueldos devengados de agosto de 2011 más la multa del 30% conforme el Decreto Supremo 28699 de 1 de mayo de 2006.
Consiguientemente, siendo evidente las infracciones de las disposiciones acusadas en el recurso, corresponde aplicar lo establecido en los artículos
271. 4) y 274 del Código de Procedimiento Civil, aplicables por la permisión del artículo 252 del Código Procesal del Trabajo.
POR TANTO: La Sala Social y Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, con la atribución conferida en el artículo 184. 1 de la Constitución
Política del Estado y el artículo 42. I. 1 de la Ley Nº 025 del Órgano Judicial de 24 de junio de 2010, CASA el Auto de Vista Nº 068/2013 SSA. II de 5 de junio de
2013 cursante a fs. 284-285 y deliberando en el fondo declara improbada la demanda cursante a fs. 6-7 y probada la excepción perentoria de pago opuesta a
fs. 20-22 de obrados.
Sin responsabilidad de multa por ser excusable.
En cumplimiento del artículo 41 de la Ley del Órgano Judicial concordante con la Sentencia Constitucional Plurinacional Nº 2537/2012 de 14 de
diciembre de 2012, no se convoca a un tercer Magistrado para resolución.
Regístrese, notifíquese y devuélvase.
Firmado:         Dr. Antonio G. Campero Segovia                                       
Dra. Norka N. Mercado Guzmán

Ante mí:               Dra. Carla Jimena Rivera Taboada


                      Secretaria de Sala Social y Administrativa     
        

        

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