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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

INSTITUTO UNIVERSITARIO DE MERCADOTECNIA


CARRERA: CONTADURÍA
LEGISLACION FISCAL

PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES.

Integrante:

Yairis Agro 27.818.118

Sección: A

Profesora: Sonia Padilla

Caracas, febrero 2023


INDICE

INTRODUCCION ........................................................................................................ 3

PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES DEL SISTEMA TRIBUTARIO ................. 5

PRINCIPIO DE LA SUPREMACÍA DE LA CONSTITUCION .............................. 6


PRINCIPIO DE LEGALIDAD DEL TRIBUTO Y LA RESERVA LEGAL .............. 7

➢ ARTICULO 317 .................................................................................................... 7

➢ RESERVA TRIBUTARIA .................................................................................... 8

➢ ALCANCE DEL PRINCIPIO DE LEGALIDAD................................................. 9

➢ RIGIDEZ Y FLEXIBILIZACION DEL PRINCIPIO DE LEGALIDAD ............. 9

➢ QUEBRANTAMIENTO DEL PRINCIPIO DE LEGALIDAD ........................... 9

PRINCIPIO DE LA GENERALIDAD DEL TRIBUTO ..........................................10


PRINCIPIO DE LA CAPACIDAD CONTRIBUTIVA ............................................11
PRINCIPIO DE IGUALDAD, LA NO DISCRIMINACIÓN Y JUSTICIA
TRIBUTARIA .............................................................................................................13
PRINCIPIO DE LA CONFISCATORIEDAD DEL TRIBUTO..............................14
PRINCIPIO DE LA IRRECTROACTIVIDAD ........................................................15
CONCLUSION ..........................................................................................................18

BIBLIOGRAFIA .........................................................................................................20
INTRODUCCION

Una de las principales fuentes de ingresos nacionales son los impuestos,


estos se crearon sobre la base de los poderes imperiales que ostentaban los
estados y son poderes obligatorios para los sujetos pasivos o contribuyentes.
Los impuestos, deben determinarse en el marco de los principios generales y
constitucionales que deben ser seguidos y tenidos en cuenta por los Estados
en su imposición, y por las autoridades fiscales, los jueces y los contribuyentes
en sus diversas actividades. La adhesión a los principios de tributación y
razonabilidad tienen por objeto evitar el abuso de la potestad tributaria del
Estado, no como directriz, sino como elementos conducentes a la preservación
de los derechos civiles y la protección de los ciudadanos contra el abuso de la
potestad tributaria.

Asimismo, estos principios están diseñados para evitar abusos por parte
de las autoridades fiscales y los contribuyentes en un esfuerzo por
proporcionar a los jueces un marco básico para respaldar decisiones o
sentencias en disputas tributarias.

Ahora bien, el derecho tributario está considerado por la doctrina más


generalmente aceptada como una rama del derecho financiero, con normas y
principios propios que le confieren carácter autónomo, especialmente en lo
que refiere al derecho material. Donde el Derecho Tributario es el conjunto de
normas que regulan la creación y aplicación de los tributos y las relaciones
jurídicas que de ellos regulan, mientras que el tributo no es más que las
prestaciones de dinero exigidas por el Estado en el ejercicio de su poder de
imperio, mediante una ley, para atender los gastos destinados al cumplimiento
de sus fines.

Cabe destacar, que el derecho tributario es el encargado de la


recaudación fiscal, y es un elemento imprescindible para el funcionamiento de
cualquier Estado; sin embargo, dicha recaudación debe guardar los principios
elementales del derecho, en este caso, los principios constitucionales del
derecho tributario. Estos principios representan los fines últimos de todo
sistema legal, son las guías y bases de toda la legislación; en el derecho fiscal,
los principios tributarios establecen los elementos necesarios para justificar la
existencia de los tributos, que forman parte de las características elementales
para el cobro de los impuestos.

En definitiva, lo que persigue esta investigación es analizar los principios


constitucionales que se desprenden de la tributación en Venezuela, además
de exponer los artículos de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y del Código Orgánico Tributario que abalen cada uno de estos
principios y temas que engloben lo anteriormente mencionado.
PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES DEL SISTEMA
TRIBUTARIO

La constitución de la república bolivariana de Venezuela (1999), enmarca


los principios tributarios, la cual determina que los tributos se establecerán por
medio de leyes, tanto desde el punto de vista material como formal, es decir,
por medio de disposiciones de carácter general, abstracta, impersonal y
emanadas del poder legislativo, los cuales están revestidos de principios que
resguardan al contribuyente de futuras e inciertos atropellos que puedan
devenir de la administración tributaria.

De acuerdo al artículo 2 de la Constitución Venezuela, es un Estado


democrático y social de Derecho y de Justicia que tiene como valores
superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación la vida, la libertad, la
justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y,
en general, la primacía de los derechos humanos, la ética y el pluralismo
político.

El Poder Tributario como facultad para la creación o establecimiento de


tributos consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, encuentra sus limitaciones en las propias normas de rango
constitucional.

Los principios generales en materia tributaria tienen como objetivo


regular o limitar la potestad tributaria del Estado al momento de crear, modificar
o extinguir tributos, y así se subordinar al estado a la voluntad general de la
sociedad para con ello, evitar vulnerar los derechos fundamentales de los
ciudadanos.
PRINCIPIO DE LA SUPREMACÍA DE LA CONSTITUCION
El principio de supremacía establece que los ciudadanos tienen derecho
a que la Constitución sea aceptada por el pueblo en todo momento como
norma suprema, a que sólo se modifique mediante los procedimientos
especificados en la Constitución y a que no sea violada. La Constitución es la
norma jurídica primaria y prevalece sobre todas las demás normas jurídicas.

De esta forma, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela


de (1999), en su artículo 7, establece: “La Constitución es la Norma Suprema
y Fundamento del Ordenamiento Jurídico. Todas las Personas y los Órganos
que ejercen el Poder público están sujetas a esta Constitución”.

Siendo los principios tributarios, referidos en la constitución los que rigen


la imposición de toda carga contributiva por parte del Estado a sus habitantes,
estos tienen sus límites al poder discrecional Estatal el cual debe de asegurar
mediante la colaboración de quienes más tienen los derechos de todos.

En este sentido, Jarach (2007, p. 132), refiere que “Ambas partes, en


tanto el Estado, como el Contribuyente, están sometidas a la voluntad de la
Ley y a la Jurisdicción”, determinándose que cada una de las partes tienen
derechos y obligaciones y cualquier discrepancia entre ellas sobre el alcance
de sus derechos y atribuciones deben ser resueltas por jueces idóneos e
independientes.

Todos los individuos y las instituciones que ejercen el poder público se


rigen por esta Constitución (Principio de Supremacía Constitucional). Este
artículo deja muy claro que ninguna ley sustituye a la Constitución, y que toda
nueva legislación debe respetar el contexto de la Constitución para evitar
conflictos.
PRINCIPIO DE LEGALIDAD DEL TRIBUTO Y LA
RESERVA LEGAL
El principio de legalidad tributaria supone que no pueden cobrarse ningún
tipo de impuestos, tasas o contribuciones que no estén expresamente
establecidas en la Ley. García (2006, p. 271) desde el punto de vista del
derecho tributario material o sustantivo (relativo a las obligaciones tributarias),
por este principio no puede haber tributo sin ley previa que lo establezca.

Al respecto, Lares (2013, p. 212) sostiene que El principio de la legalidad


significa la subordinación de los actos del Poder Público a las leyes,
reglamentos, ordenanzas y demás actos normativos. En otras palabras, la
legalidad significa la conformidad con el derecho, lo que es igual a la
regularidad jurídica de las actuaciones de todos los órganos del Estado.

A este efecto, Moya (2014, p. 153) afirma que la doctrina considera el


principio de legalidad como regla fundamental del Derecho público, constituye
una garantía esencial en el Derecho constitucional en cuya virtud se requiere
que todo tributo sea sancionado por una Ley, entendido este como disposición
que emana, del órgano constitucional que tiene la potestad legislativa,
conforme a los procedimientos establecidos por la Constitución para la sanción
de las leyes y contenidas en una norma jurídica.

Este principio viene a ser un método de razonabilidad, dado que, si


mediante ley se da poder de implantar tributos, también mediante esta ley se
debería y se pone límites a este facultad o potestad, de tal forma que se le
opone a esta facultad tributaria una fuerza igual y superior que es la propia ley.

➢ ART ICULO 317

El Principio de la legalidad tributaria, está consagrado en el artículo 317


de la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (1999)
en los siguientes términos: “No podrá cobrarse impuesto, tasa ni contribución
alguna que no estén establecidos en la ley, ni concederse exenciones y
rebajas, ni otras formas de incentivos fiscales, sino en los casos previstos por
las leyes…”

➢ RESERVA T RIBUT ARIA

Es la regla del secreto de la administración fiscal sobre la información


que los individuos le ofrecen en relación con sus vínculos fiscales legales.

En este orden de ideas, el Código Orgánico Tributario, en la norma


establecida en el artículo 3, nos plantea, que sólo a las leyes corresponde
regular con sujeción a las normas generales determinadas en el COT, de
acuerdo a las siguientes materias, tales como. Crear, modificar o suprimir
tributos; definir el hecho imponible; fijar la alícuota del tributo, la base de su
cálculo e indicar los sujetos pasivos del mismo, de igual manera puede otorgar
exenciones y rebajas de impuesto, como también. Autorizar al Poder Ejecutivo
para conceder exoneraciones y otros beneficios o incentivos fiscales, de igual
forma regulara las demás materias que les sean remitidas por el COT.

Sin perjuicio de lo dispuesto en este artículo, la definición y fijación de los


elementos que integran el impuesto, así como los demás ítems identificados
como de reserva legal por este artículo, nunca podrán ser delegados. Sin
embargo, la ley que establezca el impuesto correspondiente podrá permitir que
el Ejecutivo Nacional ajuste la alícuota del impuesto dentro de las restricciones
establecidas en la ley.

Ahora bien, el artículo 4 del código orgánico tributario nos dice “Las leyes
establecerán los requisitos o condiciones esenciales para la validez de las
exenciones, exoneraciones, bonificaciones, devoluciones y demás beneficios
fiscales…”.
➢ ALCANCE DEL PRINCIPIO DE LEGALIDAD

El principio de legalidad es una premisa clave del derecho público que


establece que el ejercicio de la autoridad pública debe someterse a la voluntad
de la ley de su jurisdicción y no a la voluntad de los particulares. No debe
interpretarse como una mera formalidad, sino como un medio para que los
representantes de la soberanía popular debatan cuestiones de especial
trascendencia. En Venezuela, este concepto fundamental en el fondo puede
quedar obviado en el momento en que se dota de un estatuto habilitante al
presidente para dictar leyes sobre cualquier materia, lo que ha ocurrido y dado
lugar a leyes que han sido publicadas sin debate público alguno.

➢ RIGIDEZ Y FLEXIBILIZACION DEL PRINCIPIO DE


LEGALIDAD

La legalidad, como principio y en su definición jurídica más aceptada,


establece que todo acto de los órganos del Estado debe estar fundado y
motivado por la ley vigente. La batalla por el pleno respeto a este fundamental,
cuya fragilidad ha derivado en el juicio de amparo, es crítica para nosotros; de
su resultado dependerá el destino del país.

Los demás organismos están obligados a cumplir los requisitos de la


legislación orgánica, pero la asamblea nacional tiene autoridad para regularla
y flexibilizarla.

➢ QUEBRANT AMIENT O DEL PRINCIPIO DE


LEGALIDAD

Si un Estado se atiene a dicho principio, entonces las actuaciones de sus


poderes estarían sometidas a la Constitución y al estado actual o al imperio de
la ley.

No siguen las normas de las leyes formales u orgánicas. La


administración tributaria debe actuar de acuerdo con el principio de legalidad.
No se puede abandonar la finalidad tributaria, ni convertirla en parafiscal, ni
otorgarle poderes indebidos. Ninguna persona podrá ser sometida a juicio por
los mismos hechos en virtud de los cuales hubiese sido juzgada anteriormente.

Cuando se supone erróneamente que una conducta presuntamente


delictiva es el resultado de un acto que no tiene carácter delictivo, se rompe el
concepto de legalidad material en sentido negativo.

El uso que un Estado haga de sus poderes se vería limitado por la


Constitución y el ordenamiento jurídico vigente si defiende esta premisa.

PRINCIPIO DE LA GENERALIDAD DEL TRIBUTO


Este principio tiene su base constitucional en el artículo 133 de la
Constitución de la República que establece que todas las personas están
obligadas a contribuir con los gastos públicos.

Indica Giuliani Fonrouge en su obra Derecho Financiero, tomo I, pág.


341.1993. Que el gravamen se debe establecer en tal forma, que cualquier
persona cuya situación coincida con las señaladas como hecho generador del
crédito fiscal, deben ser sujeto del impuesto.

Partiendo de lo indicado por tal tratadista podemos concluir que la


existencia de este principio coadyuva a que se cumpla el principio de igualdad.

Por otra parte, entendemos que, si bien es cierto que bajo este principio
todas las personas que se encuentren en los supuestos establecidos en la Ley
para el nacimiento de la obligación tributaria, y en consecuencia obligado al
pago del tributo, el mismo debe ser de acuerdo a su capacidad contributiva.

El artículo 133 de la Constitución Nacional, declara que "Todos tienen el


deber de contribuir a los gastos públicos mediante el pago de los impuestos,
tasas y contribuciones que fijen las leyes".
El artículo 316 menciona que el sistema fiscal debe basarse en un
sistema eficaz de recaudación de impuestos para alcanzar sus objetivos de
protección de la economía nacional, mejora del nivel de vida de la población y
distribución equitativa de los costes públicos en función de la capacidad
económica de los contribuyentes y del principio de progresividad.

El artículo 317 establece que salvo en las circunstancias permitidas por


la ley, no se pueden recaudar impuestos, tasas o contribuciones que no estén
establecidos por ley, ni tampoco exenciones, devoluciones u otros tipos de
incentivos fiscales. Ningún impuesto puede actuar como forma de
confiscación. Puede que no sea posible establecer las obligaciones fiscales de
los servicios personales. Sin perjuicio de otras sanciones legales, la evasión
fiscal puede dar lugar a cargos penales. Los funcionarios públicos están
sujetos a un doble castigo.

Toda ley fiscal debe especificar cuándo entra en vigor. En caso contrario,
se entenderá fijada en sesenta días corridos. Las facultades extraordinarias
conferidas por el Ejecutivo Nacional en los supuestos previstos en la
Constitución no están limitadas por esta cláusula. La Asamblea Nacional
reconoció la autonomía técnica, funcional y financiera de la administración
tributaria nacional, y el presidente de la República elegirá su máxima autoridad
de acuerdo con la legislación.

PRINCIPIO DE LA CAPACIDAD CONTRIBUTIVA


Para Flores (2014), este principio redefine al ser humano como un sujeto
económico, lo define por sus condiciones económicas y no sociales o
culturales, sino por la capacidad de generar rentas, dado que el ser humano
es medido por su potencia económica, por ser generador de riqueza, y esta es
medida por su actividad.
Esta medida sirve, para lograr cierta conexión con la imposición tributaria,
por medio de la misma capacidad contributiva el sujeto de derecho, o persona
natural o jurídica es afectado en relación directa con su condición económica,
con las características y elementos adheridos a este sujeto como generador
de riqueza.

Así mismo, la capacidad contributiva puede ser contemplada desde tres


perspectivas:

a) Como fundamento ético jurídico del deber de contribuir, deber


indispensable para la existencia del Estado y la efectiva garantía de libertad
del ciudadano.
b) Como de medida, a partir de la cual habrá de fijarse la carga fiscal
concreta que deberá soportar cada contribuyente.
c) Como límite infranqueable de la potestad tributaria normativa, en
cuanto no podrá haber gravamen donde no exista capacidad contributiva.

El principio de la capacidad contributiva es una garantía presente en el


texto constitucional, el cual es legitimador del establecimiento de los tributos y
por su complejidad debe ser analizado en conjunción con la política, economía,
sociología, ética y recaudación, puesto que el contenido del principio confiere
equidad y proporcionalidad, lo que lo hace un principio autónomo que posee
cuatro manifestaciones: igualdad, no confiscatoriedad, proporcionalidad y
progresividad.

Este principio, tiene su base constitucional en el artículo 316 de la


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que expresa:

“El sistema tributario procurara la justa distribución de las cargas publicas


según la capacidad económica del o la contribuyente, atendiendo al principio
de progresividad, así como la protección de la economía nacional y la
elevación del nivel de vida de la población, y se sustentara para ello en un
sistema eficiente para la recaudación de los tributos”

La incidencia tributaria no puede descuidar la capacidad económica del


contribuyente. La carga tributaria que le corresponde a cada sujeto con
capacidad económica y contributiva debe ser proporcional a la manifestación
económica. En este orden de ideas las categorías jurídicas impositivas deben
tener un carácter progresivo, en el entendido que el aumento de la carga fiscal
debe obedecer al incremento real de la riqueza del contribuyente, es decir, la
alícuota aumentara en la medida que aumente la capacidad contributiva del
sujeto gravado, razón por la cual, a mayor ingreso o mayor riqueza, mayor
gravamen, lo que implica en todo caso un impuesto progresivo.

PRINCIPIO DE IGUALDAD, LA NO DISCRIMINACIÓN Y


JUSTICIA TRIBUTARIA
Todas las personas son iguales ante la ley y no se permite discriminación
alguna, ya sea por motivos de raza, sexo, credo, situación socioeconómica o
cualquier otro factor que genere desigualdad entre los contribuyentes. Según
esta idea, la ley debe garantizar las circunstancias jurídicas y administrativas
para que la igualdad sea real y efectiva.

Este principio tiene por finalidad la justicia distributiva de las cargas


públicas. Artículo 21 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999) que establece:

Todas las personas son iguales ante la ley y, en consecuencia:

1.- No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el


credo, la condición social.
2.- La ley garantizará las condiciones jurídicas y administrativas para que
la igualdad ante la ley sea real y efectiva.

3.- Sólo se dará el trato oficial de ciudadano o ciudadana; salvo las


fórmulas diplomáticas.

4.- No se reconocen títulos nobiliarios ni distinciones hereditarias.

El artículo 133, señala que "todos tienen el deber de coadyuvar al gasto


público mediante el pago de impuestos, tasas y contribuciones que establezca
la ley". De acuerdo con tal principio los tributos se aplican a todos por igual, a
todos aquellos que se encuentren dentro del supuesto de hecho que
establezca la norma que crea o modifique cualquier tributo, en el entendido
que no debe establecerse diferencias entre los que se encuentran en el mismo
supuesto que la ley determine como hecho imponible.

PRINCIPIO DE LA CONFISCATORIEDAD DEL TRIBUTO


Para García (2006) el principio de confiscatoriedad de los tributos es uno
de los principios constitucionales de justicia del deber de tributación . De
acuerdo a Rodríguez citado por Fraga (2012), define el principio de
confiscatoriedad como “Un principio que se proyecta sobre el conjunto del
sistema tributario a la manera de principio estructural de la constitución
financiera que trata de garantizar el respeto por parte del sistema fiscal de
otros valores y derechos consustanciales a la Constitución de Venezuela”.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999),


consagra el derecho de propiedad, así como las condiciones y limitaciones de
la expropiación de bienes, así como también la prohibición de confiscaciones.

De acuerdo al artículo 115 de la Constitución Bolivariana de Venezuela


(1999). Es garante del derecho de propiedad estableciéndolo taxativamente
“Toda persona tiene derecho al uso, goce, disfrute y disposición de sus bienes.
La propiedad estará sometida a las contribuciones, restricciones y
obligaciones que establezca la ley con fines de utilidad pública o de interés
general.”

De igual manera en el artículo 116 de la constitución establece que “No


se decretarán ni ejecutarán confiscaciones de bienes sino en los casos
permitidos por esta Constitución”, el artículo 317 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (1999), indica en su último parágrafo que
“Ningún tributo puede tener efecto confiscatorio”.

A juicio de los investigadores, este principio de confiscatoriedad, limita a


la potestad tributaria del Estado el cual consiste en garantizar que éste no
tenga la posibilidad de atentar contra el derecho de propiedad. Esto quiere
decir, que este principio por vía tributaria, el Estado no puede violar la garantía
de inviolabilidad de la propiedad establecida en la ley.

Es decir, la confiscación fiscal se produce cuando el Estado se apropia


de los bienes de los contribuyentes mediante la aplicación de una ley fiscal en
la que la cuantía alcanza extremos desagradables por su exagerada magnitud,
superando por tanto la capacidad contributiva del individuo y atentando
directamente contra la propiedad privada.

PRINCIPIO DE LA IRRECTROACTIVIDAD
Fraga (2012), afirma que la Ley debe pasar por tres etapas
perfectamente diferenciadas para adquirir fuerza obligatoria, la cual una de
ellas es la de ser sancionada por el Legislador, luego de esto la de ser
promulgada por parte del Poder Ejecutivo a cargo del presidente de la
República y luego la publicación en el órgano de difusión oficial de las leyes y
demás actos normativos.
El Artículo 24 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999). Dispone que “Ninguna disposición legislativa tendrá efecto
retroactivo, excepto cuando imponga men or pena…”. Pudiendo entenderse la
retroactividad como la incidencia de la ley que se promulgue en los efectos
jurídicos ya generada por situaciones anteriores. En materia tributaria, la ley
tampoco tendrá efecto retroactivo, no obstante, este principio gen eral cuenta
con excepciones lícitas relativas a las leyes más benignas en determinadas
materias.

De igual forma, el Código Orgánico Tributario (2014), prohíbe en su


artículo 8, la aplicación retroactiva de las normas tributarias. De tal manera
que, esta prohibición no solamente se encuentra plasmada en la Constitución
venezolana, sino que también atañe a las leyes tributarias de rango su blegal,
incluyendo los actos administrativos de efectos generales y de carácter
normativo.

Sobre la violación del principio de la irretroactividad de las leyes, se hará


mención a la sentencia Nº 1062 de Juzgado Superior Sexto de lo Contencioso
Tributario de Caracas, de 4 de diciembre de 2007. Donde el Tribunal para
decidir observa "El principio de irretroactividad de la ley es un antiguo derecho
humano fundamental que no sólo tiene consagración en el artículo 24 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, sino también en los
Pactos de San José (art. 9) e Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art.
15), y es considerado uno de los principios generales del Derecho Tributario,
según el cual las leyes tributarias sólo pueden aplicarse a hechos acaecidos
después de su entrada en vigencia, salvo las excepciones que la propia ley
contemple en relación con la aplicación de la ley que más beneficie".

En nuestro país, en relación con la irretroactividad de la ley, la doctrina y


la jurisprudencia ha acogido pacíficamente la posición del profesor J.S.C.,
desarrollada en su obra "La Vigencia Temporal de la Ley en el Sistema Jurídico
Venezolano", que ha sido acogida por la Sala Constitucional en su sentencia
Nº 15 de fecha 15 de febrero de 2005, en la que explicó:

El artículo 24 de la Constitución de 1999 recoge, en idénticos términos al


artículo 44 de la Constitución de 1961, el principio de irretroactividad de la ley,
de la siguiente manera:

“Ninguna disposición legislativa tendrá efecto retroactivo, excepto


cuando imponga menor pena. Las leyes de procedimiento se aplicarán desde
el momento mismo de entrar en vigencia, aun en los procesos que se hallaren
en curso; pero en los procesos penales, las pruebas ya evacuadas se
estimarán en cuanto beneficien al reo o rea, conforme a la ley vigente para la
fecha en que se promovieron”

A juicio de los investigadores, la retroactividad vendría hacer una


exigencia constitucional sólo si representa una tutela para el sujeto, es decir,
si desde el punto de vista penal la norma es más benigna para el imputado,
puesto que la ley penal no puede regular hechos cometidos antes de su
entrada en vigencia si de alguna manera perjudica la situación de los
infractores fiscales.
CONCLUSION

Tomando en consideración lo anteriormente expuesto se deduce que los


principios constitucionales son normas jurídicas específicas que son
elementos constitutivos de una estructura jurídica constitucional, contienen
lineamientos generales que definen el alcance utilitario y político de un
determinado ordenamiento jurídico y contienen ámbitos que aseguran su
estabilidad y carácter vinculante Contenido en la Constitución.

De acuerdo al principio de supremacía este establece que la constitución


es la norma suprema y por tanto tiene un poder normativo superior en la
cúspide de la jerarquía jurídica, ya que todas las entidades públicas deben
sujetarse a los preceptos y principios constitucionales y tener con ellos un
vínculo más fuerte que con las normas jurídicas inferiores, porque la aplicación
preferente debe ser la aplicación constitucional por excelencia de todo el orden
nacional. Por tanto, el pilar fundamental sobre el que descansa el ejercicio de
la potestad tributaria y los derechos y garantías de los ciudadanos respecto de
este ejercicio es la primacía absoluta, extraordinariamente intensa y
omnipresente de la Constitución y la inexorable obligación de aplicarla siempre
y en todo caso.

En cuanto al principio de legalidad se considera que es este uno de los


principios fundamentales del sistema tributario, ya que ayuda a mantener bajo
control a otros principios, es también llamado principio de reserva legal y es
considerado como eje del derecho administrativo. Vale la pena mencionar que
solo la ley puede determinar la obligación tributaria, los supuestos de hecho
imponible, los contribuyentes y las obligaciones. Este principio es
complementado con lo que establece el artículo 3 y 4 del código orgánico
tributario.
Es importante resaltar que cuando hablamos del principio de generalidad
este nos deja claro que toda persona esta obligada a participar en los gastos
públicos mediante el pago de impuestos, tasas y contribuciones que
establezca la ley.

Ahora bien, la capacidad contributiva nos habla sobre aquella capacidad


económica que se debe tener y que permita soportar el pago del tributo.

Por último, es importante resaltar, que los principios anteriores no deben


ni pueden ser interpretados aislados o individualmente, todos son
complementarios y su aplicación conmutativa determina su respeto, es decir,
su aplicación conjunta y no exclusiva garantiza su deducibilidad de los sujetos
activos o pasivos del informe fiscal o de la propia administración tributaria
como organismo de recaudación y administración tributaria.

Además de ser una base para dar respuestas a las leyes, los principios
constitucionales son necesarios para aclarar ambigüedades o lagunas para
proteger los derechos garantizados por la constitución.
BIBLIOGRAFIA
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