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La actividad aseguradora es uno de los tres pilares de los mercados financieros, junto con la

actividad bancaria y el mercado de valores.

Su importancia estratégica, social y económica lleva a que estén sometidas a estricta


supervisión administrativa con reglas propias de funcionamiento, control e inspección, como
también al control estatal a través de las legislaciones y superintendencia creada para tal fin.
Las empresas de seguros actúan como intermediarios financieros con unas características
especiales que las diferencian de las restantes empresas financieras.

Una aseguradora es la empresa especializada en el seguro cuya actividad consiste en producir


el servicio de seguridad, cubriendo determinados riesgos económicos (asegurables) a las
unidades económicas de producción y consumo. Para poder afrontar los riesgos derivados de
su actividad, las entidades aseguradoras deben disponer de los recursos financieros suficientes
y, en consecuencia, la legislación les impone determinadas restricciones, entre ellas, la
prohibición de desarrollar esta actividad por personas naturales; de ejercer actividades
distintas al ramo por las empresas aseguradoras; y estar sometidas al control por el Estado en
todo momento.

La actividad que desempeña la aseguradora es la de una operación con ánimo de lucro, a


través de las aportaciones de muchos sujetos expuestos a eventos económicos desfavorables,
para destinar lo así acumulado, a los pocos a quienes se presenta la necesidad. Sigue el
principio de mutualidad, buscando la solidaridad entre un grupo sometido a riesgos. Esta
mutualidad se organiza empresarialmente creando un patrimonio que haga frente a los
riesgos. El efecto desfavorable de estos riesgos en su conjunto queda aminorado
sustancialmente, porque los riesgos individuales se compensan: sólo unos pocos asegurados
los sufren, frente a los muchos que contribuyen al pago de la cobertura. Ello permite una
gestión estadística del riesgo, desde el punto de vista económico, aunque se conserve
individualmente desde el punto de vista jurídico.

Por lo tanto, las entidades de seguro deben tener presente ciertos principios técnicos: 1) La
Individualización: es necesaria la definición y delimitación de cada uno de los riesgos existentes
para clasificarlos y poder evaluarlos y agruparlos. 2) La acumulación: de acuerdo con las leyes
de la probabilidad, cuanto mayor es la agrupación de riesgos, menores son los fallos entre la
probabilidad teórica y el número de siniestros. 3) La selección de riesgos: los aseguradores solo
deben aceptar los riesgos que, por su naturaleza, se presuma no originarán necesariamente
resultados desequilibrados. 4) La distribución o división de riesgos: la aseguradora requiere la
necesidad de conseguir que los riesgos que asume, en virtud de los contratos de seguro, sean
homogéneos cualitativa y cuantitativamente, de forma que se cumpla el principio mutual o de
compensación.

Desde el punto de vista económico financiero, las empresas aseguradoras son intermediarios
financieros que emiten, como activo financiero específico, las pólizas o contratos de seguros,
obteniendo financiación mediante el cobro del precio o prima del seguro, y constituyen las
oportunas reservas o provisiones técnicas (operaciones pasivas) a la espera de que se realice el
pago de la indemnización o prestación garantizada (suma asegurada), por alguna contingencia
ocurrida o por estimación de su posible ocurrencia por métodos y procedimientos actuariales.

La técnica del seguro se basa en el pago anticipado de los recursos que se invierten a largo
plazo, fijándose las reservas especiales, las denominadas provisiones técnicas, que garantizan,
cuando ocurran eventos dañosos, el pago de las indemnizaciones por siniestro. Las citadas
reservas son invertidas por las empresas de seguros normalmente en activos reales
(inmuebles) o en activos financieros (títulos o valores mobiliarios, operaciones activas).

Las provisiones técnicas se derivan inmediatamente de los contratos de seguro, formándose


con una parte de las aportaciones de los asegurados y corresponden a la obligación futura que
para con ellos tiene el asegurador. En tanto que el margen de solvencia lo constituye el
patrimonio de la entidad aseguradora libre de todo compromiso previsible y con deducción de
los elementos inmateriales.

Al constituirse un contrato, la compañía de seguros al recibir una prima en concepto de pago


se obliga frente al asegurado a indemnizarle según lo pactado, si deviene el evento no
deseado. El espíritu es restituir al asegurado al «estado» previo al siniestro, para que la
calamidad no se convierta en lucro.

Las sociedades de corretaje y los agentes independientes median entre los asegurados y las
aseguradoras. Es de importancia capital que estos tengan la formación y niveles adecuados
patrimoniales para brindar la mejor orientación y el soporte al asegurado, pues ellos
representan el eslabón más prominente y muchas veces más frágil de la industria aseguradora.
Para distribuir el riesgo, las empresas aseguradoras pueden ceder una parte o la totalidad de
riesgos suscribiendo contrato con empresas reaseguradoras, acordándose cómo será el
reparto de las primas devengadas de la asunción del riesgo y el reparto de los pagos por las
responsabilidades derivadas del riesgo. No se cede la responsabilidad del asegurador con el
asegurado, sin embargo, se hace la prevención y se dispensa los riesgos.

El seguro realiza una importante labor de prevención mediante la selección de riesgos y la


adecuada cotización de primas; juega un papel importante en materia crediticia; constituye un
importante fuente de ingreso al fisco, y; en el aspecto individual, el seguro se destaca el
espíritu de prevención que representa el tratar de prevenirse de las consecuencias
desfavorables de un evento, con la consiguiente mejora de la conciencia social de los
individuos.

La actividad aseguradora
2.- Ratio de densidad: primas totales entre el número de habitantes o cantidad que cada
individuo dedica al
concepto de prima (gasto per cápita en seguros).
I.1.- INSTITUCIÓN ASEGURADORA
Se puede decir que la Institución Aseguradora está constituida por el conjunto de organismos,
entidades y
consumidores que intervienen en el desarrollo de la actividad y, además, por sus respectivos
medios, prácticas y
técnicas sin olvidar las normas que regulan su inicio, desarrollo, control y vigilancia.
Este servicio corresponde a una necesidad de protección frente al riesgo (posible evento
futuro, aleatorio e
incierto susceptible de crear necesidades patrimoniales que, como se ha mencionado, no es
sólo una actividad
de tipo económico sino que debe cumplir una serie de condiciones técnicas, legales,
económicas y morales).
Existe la posibilidad de que ocurran siniestros (sucesos con repercusiones económicas
negativas) lo que motiva
a individuos y a la sociedad, en general, a contratar un seguro (entre otras posibles acciones)
para compensar o
aminorar sus posibles repercusiones desfavorables.
Actualmente la transferencia, reparto y agrupación de riesgos justifican la existencia del
seguro, que está
alcanzando mundialmente un volumen extraordinario. Para cubrir todos los riesgos, las
empresas deben
administrar grandes capitales.[1] Existen dos tendencias: especialización en un tipo de seguro
(o en muy pocos)
o bien, ampliación del negocio al mayor número de ramos posibles.
La importancia como sector canalizador de ahorro e inversión y su especial característica de
relacionarse con
tomadores, asegurados y beneficiarios mediante contratos de adhesión, determinan que el
acceso, ejercicio y
control financiero de la actividad estén intervenidos por los gobiernos de casi todos los países.
No obstante, en
los últimos años, se ha ido liberalizando el intervencionismo estatal, centrándose éste en la
vigilancia e
inspección del cumplimiento de las normas legales.

Definición
Se entiende por actividad aseguradora, aquella mediante
la cual existe la obligación de prestar un servicio o el
pago de una cantidad de dinero, en caso de que ocurra un
acontecimiento futuro e incierto y que no dependa exclusivamente
de la voluntad del beneficiario, a cambio de una
contraprestación en dinero. Es el desarrollo del derecho
de seguro que es supervisado y controlado por el Estado a
través de la Superintendencia de Seguros.

¿Qué objetivo tiene un seguro y qué requisitos son


necesarios para contratarlo? 
El objetivo del seguro o interés asegurable es la prevención de un riesgo o de sus
consecuencias, cubiertas mediante su resarcimiento o indemnización (normalmente,
económica) por parte de las entidades aseguradoras cuando ocurre un hecho o siniestro
estipulado en el contrato (coberturas del seguro) a cambio de una prima.

En el seguro confluyen tres elementos principales: el interés, el daño y el riesgo.

 El interés asegurable, que es el objetivo, se basa en la relación económica entre el


tomador del seguro y un bien amenazado por un riesgo (que puede ser su propia vida
o la de su familia, su integridad, o cosas materiales).
 El daño es la lesión total o parcial de ese interés que se produce en el siniestro, que
ocurre cuando se realiza el riesgo.
 Y el riesgo es la posibilidad aleatoria de que ese siniestro se produzca.

https://www.sudeaseg.gob.ve/descargas/regulaciones/2010/Ley%20de%20la
%20Actividad%20Aseguradora.pdf

Una primera distribución de las compañías aseguradoras básica sería la siguiente.

Compañías Tradicionales

Compañías clásicas que cuentan con grandes redes de oficinas y varios sistemas de
venta que suelen incluir mediadores, agentes e incluso corredores.

En este grupo encontrarás a las aseguradoras ‘de toda la vida’..

Compañías Directas

Las compañías de directo realizan una labor comercial directa, sin intermediarios ni
mediadores. Se trata de aseguradoras que invierten en marketing para la venta directa
generalmente a través del teléfono e internet.

De hecho, las primeras compañías de directo usaban el teléfono como fórmula de


atención y la publicidad como estrategia de venta.

Compañías de Libre Prestación de Servicios (LPS)

Las compañías de Libre Prestación de Servicios o LPS son compañías extranjeras que
trabajan en España sin un establecimiento como empresa española. Destacan por no ser
muy conocidas pero ofrecer previos muy competitivos porque no tienen que soportar
una gran estructura de costes en el país.

Las LPS no son aseguradoras, pero firman contratos para poder distribuir (vender)
productos aseguradores entre sus clientes, a cambio de una comisión pactada. El cliente
de ese modo no sólo está asegurado por el mismo precio, sino que cuenta con un
profesional que representa sus intereses y gestiones, desde el momento de la oferta a
que su seguro expire o se anule

Corredores
Los corredores de seguros son intermediarios independientes entre la aseguradora y el
cliente. Trabajan con varias compañías y asesoran al asegurado para elegir el mejor
seguro y el que realmente necesita.

categorías:

1. Seguros personales
Son aquellos que comprenden todos los riesgos que pueden afectar a una persona en su
integridad física, salud o existencia. Se clasifican en:

 Seguros de vida: sirve para que los beneficiarios puedan tener una seguridad
económica en el caso de fallecimiento de la persona asegurada o invalidez absoluta o
permanente.
 Seguros de accidentes personales: se trata de servicios y prestaciones asistenciales. El
asegurado puede ser indemnizado si sufriera una lesión o incapacidad a causa de un
accidente y también, en caso de fallecimiento.
 Seguros de salud o enfermedad: ofrece una cobertura sanitaria cuando se necesita,
además de prestación de capital o reembolso de gastos sanitarios.
 Seguro de dependencia: cubre a los clientes que tengan algún tipo de limitación física
o psíquica diagnosticada, a causa de la cual necesiten una persona que les asista.

2. Seguros de daños o patrimoniales


Cubren los riesgos del patrimonio de la persona y de las empresas. Se dividen en:

 Seguros de coche: cubren los riesgos que se pueden correr a la hora de conducir y son
obligatorios por ley para circular. Adicionalmente, se pueden incorporar coberturas
ante robo, incendio y/o daños propios del vehículo.
 Seguros de ingeniería: están especializados en daños del patrimonio a causa de
accidentes provocados por fenómenos naturales, fallos humanos, acción de las cosas o
desgaste natural.
 Seguros multirriesgo: abarcan una amplia variedad riesgos a través de la contratación
de una única póliza de seguros.
 Seguros de crédito: cubren pérdidas por insolvencia de los deudores.
 Seguros de robo: se contratan ante la posible sustracción ilegítima (robo) de los bienes
asegurados, mediando violencia o intimidación.
 Seguros de transportes: garantizan la cobertura por los daños materiales que puedan
sufrir las mercancías o el transporte.
 Seguros de incendios: cubren los daños producidos si se incendia el objeto asegurado.
 Seguro de responsabilidad civil: se contratan para indemnizar a un tercero cuando el
asegurado resulte civilmente responsable de los daños o perjuicios causados.

3. Seguros de prestación de servicios: 


La obligación del asegurador consiste en la prestación de un servicio al asegurado.

 Seguros de asistencia en viaje: cubren imprevistos en la realización de un viaje.


 Seguros de decesos: abarcan los gastos derivados del funeral del asegurado y los
trámites y gestiones que se deben realizar en el momento del fallecimiento.
 Seguros de defensa jurídica: se centran en servicios de asistencia jurídica y
extrajudicial.

Simuladores de seguros
Antes de contratar un producto de estas características, conviene saber:

1. Cuáles son los riesgos que hay que cubrir.


2. Cuánto costaría hacerles frente sin seguro.
3. Cuánto ahorro supondría si se contrata un seguro.

Para ayudar en esta tarea existen herramientas, como los simuladores o calculadoras
‘online’, que dan al usuario todos estos datos con tan solo rellenar un sencillo
cuestionario. Dichos simuladores permiten comparar los precios de las distintas
entidades, algo que es necesario hacer cada vez que se va a contratar un producto
financiero. Si se necesita el consejo de un experto, siempre se puede recurrir a su
agente, corredor o entidad banco-aseguradora que le sirva de guía a la hora de contratar.

Seguros

El seguro de viaje BBVA, garantía de tranquilidad


para viajar fuera de España
BBVA Seguros lanza un seguro digital de asistencia en viaje. Los clientes del banco
estarán protegidos en caso de que una enfermedad, accidente u otros imprevistos
ocurran durante un viaje a cualquier país del mundo y les impida disfrutar de la
experiencia. Además, gracias a la tecnología, en el mismo momento de la compra del
viaje, el cliente recibe una notificación en el móvil para que pueda contratarlo de forma
rápida y sencilla.

Una vez que se ha optado por un seguro, es importante decidir cómo se va a pagar.
Conviene tener en cuenta que, en ocasiones, el pago a plazos puede suponer un
incremento en el precio final, por lo que es necesario informarse bien antes de firmar.

Los riesgos. Características y clasificación


Riesgo

Es un evento posible, incierto y futuro, capaz de


ocasionar un daño del cual surja una necesidad
patrimonial. El acontecimiento debe ser posible, porque de
otro modo no existiría inseguridad. Lo imposible no
origina riesgo. Debe ser cierto, porque si necesariamente va a
ocurrir, nadie asumiría la obligación de repararlo.
El riesgo se individualiza en cada póliza por su
unión a circunstancias de "tiempo" (periodo de vigencia),
espacio (límite territorial de la cobertura), y causas
(riesgo incluido y exclusiones del riesgo). Sin riesgo no puede
haber seguro, porque al faltar la posibilidad de que se produzca
el evento dañoso, ni podrá existir daño ni
se puede pensar en indemnización alguna.

CARACTERÍSTICAS

El riesgo presenta ciertas características que


son las siguientes:

 Es incierto y aleatorio
 Posible
 Concreto
 Lícito
 Fortuito
 De contenido económico.

https://segurosypensionesparatodos.fundacionmapfre.org/seguros/tipos-de-seguros/

https://www.segurosuniversitas.com/wp-content/uploads/2017/11/
ley_actividad_seguradora.pdf

Misión
Ejercer la potestad regulatoria de la actividad aseguradora nacional, para garantizar la
transformación socio-económica que promueve el Estado venezolano, a través de la
participación ciudadana y el compromiso de sus trabajadores y trabajadoras en la
defensa de los derechos de los usuarios y usuarias y en el desarrollo sustentable y
sostenible del sector asegurador.

Visión
Ser un órgano de gestión integral comprometido con el desarrollo social y económico
del país, alcanzando el reconocimiento nacional e internacional mediante el alto nivel de
profesionalidad de su recurso humano, en consonancia con las políticas del Estado
venezolano, contribuyendo con el ejercicio eficiente en la producción de resultados, a la
tutela del interés general representado por los usuarios y usuarias del sector asegurador
y a la optimización del sistema público nacional de salud.
Artículo 2
Actividad aseguradora
La actividad aseguradora es toda relación u operación relativas al contrato de seguro y
al de
reaseguro, en los términos establecidos en la ley especial que regula la materia. De
igual manera,
forman parte de la actividad aseguradora la intermediación, la inspección de riesgos, el
peritaje
avaluador, el ajuste de pérdidas, los servicios de medicina prepagada, las fianzas y el
financiamiento de primas

https://www.sudeaseg.gob.ve/descargas/regulaciones/2010/gaceta-oficial-39-481.pdf

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