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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL


“RAFAEL MARIA BARALT”
VICERRECTORADO ACADEMICO
PROGRAMA PREGRADO
ADMINISTRACIÓN MENCIÓN TRIBUTARIA
ASIGNATURA: LEGISLACIÓN TRIBUTARIA

UNIDAD III
DERECHOS Y GARANTIAS CONSTITUCIONALES QUE
RIGEN EL SISTEMA TRIBUTARIO EN VENEZUELA

Realizado por:
Br. Maria García
C.I 30.903.197
Sección: 321721
Profesor: Elva Reyes

San Francisco, Enero del 2024


UNIDAD II
DERECHOS Y GARANTIAS CONSTITUCIONALES QUE RIGEN EL
SISTEMA TRIBUTARIO EN VENEZUELA

1.- Principio de la legalidad tributaria

Legalidad este principio se origina en la carta magna, impuesta al Rey por el


parlamento de Inglaterra en el año 1215 y luego se extiende a las
constituciones de los Estados y se expresa con el aforismo “nulum tributum
sine lege”, similar al del derecho penal relativo a la tipificación del delito y de la
pena.

A nuestro entender es uno de los principios fundamentales del sistema


tributario por cuanto este coadyuva a garantizar otros principios tales como
Certeza, Seguridad Jurídica, entre otros. También es llamado Principio de
Reserva Legal. La jurisprudencia patria ha considerado al Principio de
Legalidad como la columna vertebral del Derecho Administrativo (Sentencia de
la Corte Suprema de Justicia del 17 de abril de 1997, caso DIRECTORES DEL
B.C.V. vs. C.G.R.)

En este orden de ideas podemos citar el aforismo latino “nullum tributum sine
lege” que significa que no habrá tributo sin Ley. Afirmar que no debe existir
tributo sin Ley, implica que solo la Ley puede establecer la obligación tributaria,
definir cuáles son los supuestos de hecho o hechos imponibles, cuales son los
sujetos pasivos de la obligación.

El Código Orgánico Tributario desarrolla este principio al establecer en su


artículo 3, lo siguiente:

Solo a las leyes corresponde regular con sujeción a las normas generales de
este Código las siguientes materias;
1. Crear, modificar o suprimir tributos; definir el hecho imponible, fijar la
alícuota del tributo, la base de cálculo e indicar los sujetos pasivos del mismo.
2. Otorgar exenciones y rebajas de impuesto.
3. Autorizar al Poder Ejecutivo para conceder exoneraciones y otros
beneficios o incentivos fiscales.

Para Dino Jarach (Curso de Derecho Tributario, 1980, pag. 75), el primer
principio fundamental del Derecho Tributario Constitucional, lo que denomina
“la partida de nacimiento” del Derecho Tributario, es el Principio de Legalidad.
En este orden de ideas, la base histórico-constitucional del principio es que los
tributos representan invasiones del poder público en las riquezas de los
particulares, por lo que en un Estado de derecho estas invasiones deben
hacerse únicamente a través de la Ley.

Es el principio según el cual la creación de tributos, manifestación del poder del


imperio del Estado, sólo debe hacerse mediante ley. En situaciones de
emergencia, y siempre con sujeción a las normas constitucionales, puede
admitirse que le Poder Legislativo autorice al Poder Ejecutivo para establecer,
modificar o derogar tributos.

Este principio exige que el instrumento legal en el que adopta un tributo


contenga todos los elementos fundamentales, a saber: Hecho Imponible, base
de cálculo, sujetos y alícuota, además de las otras materias que le ardimiento
jurídico exija que se adopten por ley, como deberes, sanciones y
procedimientos.

La legalidad es la base fundamental del Derecho Tributario, que impide a los


gobiernos decidir arbitrariamente la creación o suspensión de tributos, para los
cual somete estos actos a la decisión del Poder Legislativo como representante
legítimo del pueblo que lo elige, cumpliéndose la exigencia política de su
consentimiento.

2.- Principio de la generalidad del tributo

Este principio tiene su base constitucional en el artículo 133 de la Constitución


de la República que establece que todas las personas están obligadas a
contribuir con los gastos públicos.

Indica Giuliani Fonrouge en su obra Derecho Financiero, tomo I, pág. 341.1993.


Que el gravamen se debe establecer en tal forma, que cualquier persona cuya
situación coincida con las señaladas como hecho generador del crédito fiscal,
deben ser sujeto del impuesto.Partiendo de lo indicado por tal tratadista
podemos concluir que la existencia de este principio coadyuva a que se cumpla
el principio de igualdad.

Por otra parte, entendemos que, si bien es cierto que bajo este principio todas
las personas que se encuentren en los supuestos establecidos en la Ley para
el nacimiento de la obligación tributaria, y en consecuencia obligado al pago del
tributo, el mismo debe ser de acuerdo a su capacidad contributiva.

3.- Principio de la capacidad contributiva

Este principio implica que solo aquellos hechos de la vida social que son
índices de capacidad económica puede adoptados por las leyes como
presupuestos generador de la obligación tributaria. Más la estructura del tributo
y la medida en que cada uno contribuirá a los gastos públicos no están
solamente determinadas por la capacidad económica del sujeto pasivo, sino
también por razones de convivencia, justicia social y de bien común, ajenas a
la capacidad económica.

Este principio, tiene su base constitucional en el artículo 316 de la Ley


Fundamental de la República que expresa:

“El sistema tributario procurara la justa distribución de las cargas publicas


según la capacidad económica del o la contribuyente, atendiendo al principio
de progresividad, así como la protección de la economía nacional y la
elevación del nivel de vida de la población, y se sustentara para ello en un
sistema eficiente para la recaudación de los tributos”
La incidencia tributaria no puede descuidar la capacidad económica del
contribuyente. La carga tributaria que le corresponde a cada sujeto con
capacidad económica y contributiva debe ser proporcional a la manifestación
económica En este orden de ideas las categorías jurídicas impositivas deben
tener un carácter progresivo, en el entendido que el aumento de la carga fiscal
debe obedecer al incremento real de la riqueza del contribuyente, es decir, la
alícuota aumentara en la medida que aumente la capacidad contributiva del
sujeto gravado, razón por la cual, a mayor ingreso o mayor riqueza, mayor
gravamen, lo que implica en todo caso un impuesto progresivo.

4.- Principio de proporcionalidad

El principio de proporcionalidad tributaria se refiere a que los impuestos que


debemos pagar para los gastos públicos, no resulten desmesurados en cuanto
a las capacidades económicas de los individuos. El diccionario panhispánico
del español jurídico define el principio como aquel que exige una relación
razonable entre el ejercicio de las potestades y funciones de la Administración
tributaria en la aplicación de los tributos y las obligaciones materiales y
formales del obligado tributario evitando, en todo caso, un perjuicio de difícil o
imposible reparación.
Las cargas fiscales deben fijarse en proporción a los índices de capacidad de
pago, de forma que la imposición resulte igualmente onerosa, en términos
relativos, a cada contribuyente.

5.- Principio de eficiencia

Desde una perspectiva de carácter puramente tributario, el principio de


eficiencia se refiere a la capacidad de cumplir una meta deseada o idónea, con
la menor cantidad de procedimientos y recursos; por lo que en materia
tributaria se refiere a la capacidad de imponer tributos y recolectarlos de la
forma más sencilla, tanto para el Estado como para los contribuyentes.

Frente a la eficiencia vista desde el deber de contribuir, es necesario que la


legislación tributaria, así como su procedimiento se encuentren lo
suficientemente claras para que el contribuyente logre tener un entendimiento
adecuado de los tributos, y que efectúe su pago sin traumatismos innecesarios,
para poder continuar con cumplimiento fluido y estimulado de las obligaciones
fiscales.

De esta manera, de acuerdo con algunos doctrinantes, el principio de eficiencia


parte del análisis de la relación entre el derecho y la economía, donde se
determina si las políticas económicas son deseables o indeseables, a través de
la práctica de la economía positiva y normativa, conceptos que consagran:

Economía positiva: se encarga de la ejecución de un análisis de un


problema económico, basándose en los acontecimientos y consecuencias de la
práctica de este. Toma como medio de estudio la evidencia empírica y la lógica
subyacente.
Economía normativa: practica que complementa el ejercicio de la
economía positiva, que se encarga de hacer, de manera subjetiva, un juicio de
valor que establezca si esas consecuencias y efectos son deseables o
indeseables. Esto no parte de una teoría científica, ya que no se basa en
hechos o evidencias concretas.

6.- Principio de no confiscatoriedad

Este principio lo busca es garantizar a los ciudadanos su derecho constitucional


de propiedad, razón por la cual el constituyente establece la garantía de no
confiscación para evitar que por la vía tributaria se prive al sujeto pasivo de su
derecho de propiedad.

Para Héctor Villegas la confiscatoriedad existe cuando el Estado se apropia


indebidamente de los bienes de los contribuyentes, al aplicar un gravamen en
el cual el monto llega a extremos insoportables, desbordando la capacidad
contributiva de la persona, vulnerando la propiedad privada impidiéndole
ejercer su actividad.Un tributo será confiscatorio cuando absorbe parte
sustancial de la renta del contribuyente o absorbe parte de su capital, al no
poder satisfacerlo con su renta.

Consideramos que es importante destacar que no solo existe la


confiscatoriedad en los casos de un tributo cuyo gravamen sea excesivo, sino
también en los casos de un gran número de tributos que deteriore el patrimonio
del sujeto pasivo, lo que equivale a decir que estaríamos en presencia de un
sistema tributario confiscatorio... En nuestro país es necesario reflexionar si
nuestro sistema tributario es confiscatorio ante la existencia no solo de los
tributos administrados y controlados por el SENIAT, sino también la cantidad de
contribuciones parafiscales, impuestos estadales y las altas alícuotas
impositivas contenidas en las distintas Ordenanzas municipales.

7.- Principio de irretroactividad no retroactividad

La Irretroactividad es la prohibición de exigir tributos sobres hechos ocurridos


con anterioridad a la vigencia de la ley que los crea. En, esencia, una
consecuencia el principio de legalidad, ya que la aplicación retroactiva de la ley,
independientemente de la inequidad que conlleva, implica exigir un tributo
sobre hechos ocurridos cuando no existía norma legal que los calificara como
imponibles. Este principio acepta la excepción legal de la materia penal, al
ordenar la aplicación retroactiva de la ley cuando suprima el delito o imponga
menos pena, que beneficie tanto al indicado como al convicto.

El principio de Irretroactividad está consagrado en Artículo 24 de la


Constitución en los siguientes términos:

“Ninguna disposición legislativa tendrá efecto retroactivo, excepto cuando


imponga menor pena. Las leyes de procedimiento se aplicarán desde el
momento mismo de entrar en vigencia, aun en los procesos que se hallaren en
curso…”
En el ámbito tributario este principio se contempla en el artículo 8 del Código
Orgánico Tributario donde establece que las leyes tributarias indicaran su lapso
de entrada en vigencia , si ello no ocurriera se aplicara vencido los 60 días de
su publicación; las normas relativas al procedimiento tributarios se deberán
aplicar

con la entrada en vigencia de la ley ; las normas tributarias tienen carácter


irrectroactivo, excepto cuando se suprima o se establezca sanciones que
favorezcan al infractor.

En otras palabras, este principio, por su rango constitucional, no puede ser


menoscabado por ninguna ley, bajo la pena de nulidad. No obstante, hoy se
plante la validez de las normas legales retroactivas, inspiradas en la llamada
“retroactividad benigna”, o sea, cuando la aplicación de tales normas sea
favorable al contribuyente.

8.- Principio de pecuniario de la obligación tributaria

En el artículo 317 de nuestra carta magna se recogió este principio según el


cual

“no se podrán establecerse obligaciones tributarias pagaderas en servicios


personales”

Se consagre el derecho al carácter pecuniario del tributo, como garantía del


derecho a la integridad personal, es decir, como una garantía del derecho que
tiene toda persona que se respete su integridad física, psíquica y moral,
previsto en el artículo 46 Constitucional.

9.- Principio de progresividad

Es un principio interpretativo que establece que los derechos no pueden


disminuir, por lo cual, al sólo poder aumentar, progresan
gradualmente. Es importante notar que la naturaleza de este principio depende
del ámbito en el que esté incorporado y de la actividad para la que se aplique.

El contribuyente que más enriquecimiento obtenga deberá pagar mayor


tributo; es decir, los tributos se aplican de manera progresiva al enriquecimiento
obtenido, siendo este, por ejemplo, el principio que soporta las tarifas en
materia de impuesto sobre la renta, las cuales son progresivas de acuerdo al
tramo en el cual se ubica el enriquecimiento obtenido.

10.- Principio de acceso a la justicia

Previstos en el artículo 26 de nuestra Constitución de la siguiente manera:


“Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de administración de
justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos o
difusos, A la tutela efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la decisión
correspondiente”.
El principio de la tutela jurisdiccional representa la garantía más sólida de un
Estado democrático organizado; la tutela judicial efectiva es un principio
general del Derecho, un derecho fundamental de aplicación directa cuya
articulación técnica es absoluta e inmediata.
La justicia tributaria define los impuestos que cada contribuyente deberá
aportar al fisco para que exista equidad entre el Estado y la sociedad, sin dejar
de lado las necesidades que tienen los diferentes gobiernos para el adecuado
funcionamiento y cumplimiento de las necesidades básicas de los ciudadanos.

Este principio se encuentra recogido en el Artículo 316 de la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela al establecer que el sistema tributario
procurará la justa distribución de las cargas públicas, en el cual debe
interpretarse y aplicarse en forma conjunta con los principios de capacidad
económica / contributiva y de progresividad antes comentados.

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