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El pericardio es una membrana serosa compuesta de dos capas (parietal y visceral) que se
puede afectar por una serie de agentes infecciosos, físicos, traumáticos, inflamatorios o de
una forma secundaria a procesos metabólicos o enfermedades generales. La reacción del
pericardio ante estas diferentes agresiones se traduce en forma de unas manifestaciones
clínicas relativamente inespecíficas como son los síntomas inflamatorios propios de la
pericarditis aguda, la producción de líquido en el saco pericárdico con la eventual
posibilidad de taponamiento cardíaco, y la reacción fibrosa-retráctil del pericardio que
puede conducir a la pericarditis constrictiva.
El pericardio normal, al ejercer una fuerza de restricción, evita la dilatación súbita de las
cavidades cardiacas, en especial de la aurícula y ventrículo derechos durante el esfuerzo y
en la hipervolemia.El pericardio también restringe la posición anatómica del corazón,
reduce al mínimo la fricción entre el corazón y las estructuras adyacentes, impide su
desplazamiento y la torcedura de los grandes vasos y probablemente retrasa la diseminación
de las infecciones desde los pulmones y cavidades pleurales al corazón
PERICARDITIS
síndrome clínico debido a una inflamación del pericardio que se caracteriza por dolor
torácico, roce pericárdico y alteraciones electrocardiográficas evolutivas
ETIOLOGIA
Las pericarditis agua puede presentarse de manera aislada o como parte de una
enfermedadsistémica, siendo su etiología muy variada e influenciada por la epidemiología y
población. La forma más sencilla de clasificarla es en pericarditis de causa infecciosa y no
infecciosa, siendo la etiología más frecuente la viral (hasta en un 80% de los casos).
Disección aórtica
Cáncer
Cáncer de pulmón
Cáncer de mama
Leucemia
Linfoma
Radioterapia
Procainamida
Hidralazina
Penicilina
Isoniazida
Quimioterapia
FISIOPATOLOGIA
Habitualmente, la reacción del pericardio ante una lesión se limita a proceso inflamatorio y
liberación de mediadores químicos que pueden aparecer como una lesión fibrinosa
estrictamente inflamatoria exudación de líquido, fibrina y células, siendo de variada
composición dependiendo de la causa etiológica que origine la afección pericárdica,
pudiendo ser seroso, purulento, quilo, sangre, etc.
El pericardio visceral está constituido por tres capas cuyo componente principal es el
colágeno, siendo la más interna la más delgada y con algunas fibras elásticas y las otras dos
capas más gruesas y con mayor rigidez. Las células mesoteliales poseen numerosas
microvellosidades que disminuyen la fricción y facilitan el intercambio de fluidos,
proteínas y electrolitos. Entre el pericardio visceral y el parietal se forma un espacio virtual
que contiene una pequeña cantidad de líquido de color amarillento (15-50ml) que favorece
la lubricación y el deslizamiento durante los cambios que producen la contractilidad, la
relajación y la torsión longitudinal y radial durante el ciclo cardiaco. La inflamación del
pericardio aumenta la producción de líquido por las células mesoteliales, en forma de
exudado. La disminución de la reabsorción debido al aumento de la presión venosa
sistémica, acumulará líquido en forma de trasudado.
CLASIFICACION
Fibrinosa
Efusiva-constrictiva
Constrictiva
Constrictiva
CLINICA
frote pericárdico: un sonido raspante, de arañazo o de chirrido con hasta 3 componentes por
ciclo cardíaco y que se escucha mejor durante la espiración con el paciente inclinado hacia
delantepuede auscultarse en forma transitoria y tener una, dos o tres fases. ; se define como
un sonido superficial de chirrido (secundario al roce de las hojas pericárdicas inflamadas)
que se aprecia mejor a nivel del borde esternal izquierdo al final de la espiración con el
paciente inclinado hacia delante. Está originado por el rozamiento de las dos capas del
pericardio. Se oye con facilidad utilizando la membrana del estetoscopio colocada
firmemente sobre la piel, en la zona paraesternal izquierda (parte más inferior), apex y
mesocardio, mientras que practicamente nunca puede ser oído a la derecha del esternón. Es
clave auscultar al paciente conteniendo la respiración (espiración) y respirando, para
conocer si se relaciona con la actividad cardíaca y/o la respiración, pudiendo en algunas
ocasiones encontrarse que el roce se acentúa durante la inspiración, lo que se conoce como
roce pleuropericardico. Igualmente debe auscultarse al paciente en diversas posiciones,
siendo relativamente frecuente que no se ausculte en decúbito supino y sí cuando el
individuo está sentado e inclinado hacia adelante o al hacerle elevar ambos brazos por
encima de la cabeza.
DIAGNOSTICO
analítica completa que incluya marcadores inflamatorios (PCR, VSG) y de daño miocárdico
(CK y Troponina), - ecocardiografía, radiografía de tórax.
• Estadio IV: el ECG vuelve al estadio previo al episodio de pericarditis. Ocurre semanas o
meses más tarde. En algunos casos, persisten las ondas T negativas durante meses, sin que
ello signifique la persistencia de la enfermedad.
Los 4 estadios de evolución se presentan sólo en la mitad de las pericarditis agudas. Se han
descrito pericarditis sin cambios en el electrocardiograma o con cambios atípicos, esto
último en 40% de los casos. A diferencia del IAM, no se forma onda Q ni hay pérdida de
onda R.
Radiografía de tórax: Varía desde la normalidad a silueta cardiaca “en botella de agua”
(cantimplora) que supone más de 200 ml de líquido pericárdico. Puede revelar alteraciones
pulmonares o mediastínicas asociadas.
Permite diagnosticar la disfunción ventricular cuando hay afectación del miocardio y puede
ayudar a diferenciar la pericarditis aguda de la isquemia miocárdica al descartar trastornos
segmentarios de la contractilidad que concuerdan con la distribución del flujo coronario en
pacientes con dolor torácico agudo.
TAC: Muy precisa para visualizar el tejido calcificado y además permite obtener un
excelente detalle anatómico del corazón y el pericardio.
Se podrá realizar en los casos de: taponamiento cardiaco; derrame severo, recurrente o
refractario a tratamiento médico; o cuando exista sospecha de etiología específica (no viral
o idiopática) y el análisis pueda ser de ayuda en el proceso diagnóstico.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Angina estable e inestable: dolor o malestar torácico paroxístico causado por una isquemia
miocárdica. La angina estable se caracteriza por una corta duración de las molestias, que
suelen estar asociadas a factores desencadenantes como la actividad física o el estrés. En la
angina inestable, los síntomas están presentes incluso en reposo. La mayoría de los
individuos con angina padecen una enfermedad coronaria.
IAM: muerte de células miocárdicas debida a la isquemia del tejido miocárdico causada por
una obstrucción completa o una constricción drástica de la arteria coronaria. Los síntomas
típicos incluyen dolor torácico que puede irradiarse al brazo izquierdo, la mandíbula, el
cuello y la parte superior de la espalda, así como náuseas y vómitos. La elevación del ST en
el ECG puede estar presente (IAMCEST) o ausente (IAMSEST).
Esofagitis: inflamación del revestimiento del esófago, que puede estar causada por la
enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE), infecciones, medicamentos y reacciones
alérgicas.
Pancreatitis: una inflamación del páncreas que suele provocar un dolor epigástrico que se
irradia a la espalda
Neumonía: inflamación aguda o crónica del tejido pulmonar causada generalmente por una
infección bacteriana, viral o fúngica.
Pleuritis: también conocida como pleuresía, es una inflamación de la pleura que recubre los
pulmones. Puede ser causada por una infección viral (la más común), neumonía, cáncer de
pulmón, enfermedad autoinmune o embolia pulmonar
Tuberculosis: enfermedad causada por el Mycobacterium tuberculosis, que suele atacar los
pulmones, pero que también puede dañar otras partes del cuerpo. Se presenta con fiebre,
pérdida de peso, sudoración nocturna y tos productiva
Neumotórax: acumulación de aire en el espacio pleural que provoca el colapso del pulmón
debido a la pérdida de la presión negativa. Se manifiesta con dolor torácico pleurítico,
disnea, taquicardia y reducción de los ruidos respiratorios en el lado ipsilateral
TRATAMIENTO
AINEs:
El ácido acetilsalicílico (AAS) o los AINE son la base del tratamiento de la pericarditis
aguda.
Ibuprofeno: 600-800 mg/8 horas. Tratamiento durante 1-2 se manas con descenso posterior
de dosis 200-400 mg cada 1-2 semanas en función de respuesta y evolución clínica.
AAS: 750-1.000 mg/8 horas como dosis de inicio hasta que los síntomas hayan
desaparecido. Tratamiento durante 1-2 semanas con descenso posterior de dosis 250-500
mg cada 1-2 semanas en función de respuesta y evolución clínica.
Indometacina: 25-50 mg/8 horas. Evitar en pacientes ancianos, dado que disminuye el flujo
coronario.
Colchicina: Dosis de 0,5-1 mg/24 horas (< 70Kg) o 0,5mg/12horas (>70Kg). Las
evidencias de los estudios realizados en los últimos años sugieren que su uso asociado a
AINEs, desde el primer episodio de pericarditis, mejora los síntomas, reduce las
recurrencias y es bien tolerada. Se recomienda su uso durante 3 meses en un primer
episodio de pericarditis, y 6 meses en casos de recurrencias.
Corticoides: Se deben evitar como primera línea de tratamiento dado que su utilización se
ha asociado con una tasa mayor de recurrencias y por su dependencia farmacológica. Se
deben considerar como segunda opción para pacientes con casos de pericarditis agudas
refractarias o con contraindicación y falta de respuesta al tratamiento con aspirina
Tras la dosis inicial que generalmente se asocia a colchicina, una vez conseguido el alivio
sintomático y normalización de marcadores inflamatorios como la PCR, se procede a una
reducción de forma lenta hasta su supresión en un periodo de 2-4 meses. Se recomienda
continuar tratamiento con AINEs y colchicina durante un periodo de tiempo tras la
suspensión de corticoides.
Debe asociarse protección gástrica con inhibidores de la bomba de protones, debido a que
se emplean dosis altas de AINEs o aspirina de forma prolongada.
COMPLICACIONES
DERRAME PERICARDICO
Existe una amplia variedad de situaciones clínicas que pueden llevar a la aparición de un
derrame pericárdico, tales como infecciones virales, bacterianas y fúngicas, o como
resultado de procesos inflamatorios, autoinmunes, neoplásicos y dentro de la evolución
postoperatorio de la cirugía cardiaca
TAPONAMIENTO CARDIACO
Los pacientes con taponamiento generalmente se presentan con signos que muestran
diversos grados de reducción del gasto cardíaco y shock, como bajo nivel de conciencia y
cianosis periférica(1), también un signo común aquí va a ser el pulso paradójico.
y si el diagnóstico no está claro deberían llevarse a cabo una evaluación de las causas
específicas. Por otra parte si se desarrolla un taponamiento cardiaco o el riesgo de progresar
al mismo es elevado, se llevará a cabo una pericardiocentesis y si no es posible realizarla o
esta falla, se debe realizar un drenaje quirúrgico abierto, con biopsia