Vicios del acto jurídico: simulación

¿Qué significa “simular”?

Hacer aparentar lo que no es.

¿Qué implicancias tiene la simulación como vicio del acto jurídico? La doctrina definió este
vicio de diversas maneras:

• Compagnucci: negocio donde la declaración se divorcia de la intención.

• Betti: divergencia consiente entre la causa típica del negocio y la intención práctica
perseguida.
Concepto criticado por un sector de la doctrina en tanto por más que la persona
manifieste que está vendiendo y en realidad está donando, hay igualmente voluntad
de declarar vender y, en consecuencia, no hay divergencia (Picazo).
• Ferrara: brinda un concepto más amplio, ya que entiende a la simulación como la
declaración de un contenido de voluntad no real, emitida conscientemente para
producir, con fines de engaño a terceros, la apariencia de un acto jurídico que no
existe o es diferente al llevado a cabo.
• Rivera: concierto o inteligencia de dos o más personas para dar a una cosa la
apariencia de otra, siendo su finalidad el engaño.

Características del acto simulado según el art. 333 CCyC

La simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia
de otro o cuando el acto contiene cláusulas que no son sinceras o fechas que no son
verdaderas, o cuando por él se constituyen o transmiten derechos a personas interpuestas,
que no son aquellas para quienes en realidad se constituyen o transmiten.

Elementos que integran al acto simulado (y que surgen del propio concepto)
• Contradicción entre la voluntad interna y la declarada.
• Acuerdo simulatorio: para engañar y ocultar es necesario tratados y entendimientos
entre los protagonistas que acuerdan el acto simulado (contradocumento).
• Ánimo de engañar.

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Tipos de simulación contempladas en el CCyC
• Absoluta: cuando el acto jurídico celebrado nada tiene de real. Ejemplo: realizo un
acto de compraventa de mi casa, pero en realidad dicho bien nunca salió de mi
dominio. Aquí las partes celebran un negocio y, en un acuerdo distinto y secreto,
declaran no querer efecto alguno de aquel.
• Relativa: se trata de un acto jurídico distinto al que realmente sucedió. Ejemplo:
celebro un acto jurídico en el que indico vender un bien, pero en otro acuerdo
(distinto y secreto) manifiesto que estoy donando; también son supuestos de
simulación relativa el empleo de fechas distintas a las cuales realmente sucedió el
acto, consignar montos diferentes a los reales, etc.
• Lícita (art. 333 CCyC): se presenta cuando no perjudica a terceros ni es contraria a
la ley. ¿Por qué el ordenamiento jurídico admite la simulación lícita? La respuesta se
encuentra en el art. 958 del CCyC y 19 de la Constitución nacional
(autodeterminación del sujeto), en la medida que su reconocimiento se vincula con
una zona de reserva o intimidad del sujeto. Es decir, lo cuestionable no es el engaño
(simulación), sino su finalidad (perjudicar a terceros o burlar la ley), entonces
mientras ello no suceda, la simulación no será reprochable.
• Ilícita: este es el mayor supuesto que se presenta en la jurisprudencia de nuestro
país y, al contrario de lo que sucede en la simulación lícita, sí existe un claro ánimo
de perjudicar a terceros o burlar la ley. Ejemplo: simular una transferencia de
inmueble para obtener la adjudicación de una vivienda con crédito bancario muy
conveniente, en la medida que ser titular de un inmueble le restringía tal posibilidad,
antedatar la fecha de la compra de un bien para que sea considerado “propio” y no
“ganancial”.

Acción de simulación
Finalidad: dejar sin efecto el acto simulado y poner al descubierto el verdadero acto
realizado.

• La acción puede ser ejercida entre las partes otorgantes del acto: si se trata de una
simulación lícita, no hay obstáculo alguno para ello; en cambio, si se trata de una
simulación ilícita, en principio no hay acción el uno contra el otro “… excepto que las
partes no puedan obtener beneficio alguno de las resultas del ejercicio de la acción
de simulación” (art. 335 CCyC).

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 ¿Cuál es la razón de esta distinción? Quien engañó para perjudicar no podrá
beneficiarse solicitando el reconocimiento de ningún derecho que surja del
esclarecimiento de tal circunstancia. La prueba fundamental en la acción que es
ejercida entre partes es el contradocumento (donde se expuso la real situación) y,
de manera subsidiaria, las presunciones.
• La acción puede ser ejercida por terceros, es decir, por los sujetos ajenos al acto
simulado y que sufrieron una afectación de un derecho o interés legítimo a causa de
su celebración (art. 336 CCyC). Ejemplo: acreedores, cesionarios, cónyuge y todo
aquel que no tuvo intervención y se ve perjudicado.
Prueba: aquí el tercero no tendrá en su poder el contradocumento, por lo cual las
presunciones y los indicios relevantes juegan un rol preponderante.

Efectos frente a terceros

Art. 337: “Deber de indemnizar. La simulación no puede oponerse a los acreedores del
adquirente simulado que de buena fe hayan ejecutado los bienes comprendidos en el acto.

La acción del acreedor contra el subadquirente de los derechos obtenidos por el acto
impugnado solo procede si adquirió por título gratuito, o si es cómplice en la simulación.

El subadquirente de mala fe y quien contrató de mala fe con el deudor responden

solidariamente por los daños causados al acreedor que ejerció la acción, si los derechos se
transmitieron a un adquirente de buena fe y a título oneroso, o de otro modo se perdieron
para el acreedor. El que contrató de buena fe y a título gratuito con el deudor, responde en
la medida de su enriquecimiento”.

Prescripción
Según los arts. 2562 y 2563 el plazo es de dos años, pero ¿desde cuándo?:

• Acción entre partes: desde que, requerida una de ellas, se negó a dejar sin efecto el
acto simulado.
• Acción ejercida por el tercero: desde que conoció o pudo conocer el vicio del acto.

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