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LA SIMULACIÓN

Definición: Es la declaración de un contenido de voluntad no real1, emitida conscientemente


y de acuerdo entre las partes, para producir, con fines de engaño la apariencia de un negocio jurídico
que no existe o es distinto de aquel que realmente se ha llevado a cabo.
Requisitos de la simulación:
1. Disconformidad entre el fuero interno y el fuero externo.
2. Aquella manifestación disconforme debe ser deliberada y consciente.
3. Debe haber acuerdo entre las partes.

La simulación es siempre bilateral. La disconformidad entre lo querido lo declarado debe ser


conocido y compartido por las partes para que exista simulación.
Si es sólo una de las partes la que quiere y sabe que lo que declara no es coherente con su fuero
interno, estamos frente al dolo.
La simulación NO necesariamente implica el ánimo de perjudicar a terceros. Aún cuando si
exista el ánimo de engañarlos.
La voluntad real, por ser real, radica en el fuero interno, en el querer íntimo de los
contratantes. Nuestro Derecho en principio se apega a la doctrina de la voluntad declarada, a lo
literal de las palabras que exteriorizan aquella voluntad. Esto, sin perder de vista, lo dispuesto en el
artículo 1560, que nos dice que conocida claramente la intención de los contratantes, debe estarse
más a ella que a lo literal de las palabras. Pero eso implica que la intención se conozca “claramente”,
si hay disputa entonces esta no se conoce claramente.
En virtud del principio de la buena, las partes deben respetar aquello a lo que realmente se
obligaron2. Deben respetar ese acuerdo en virtud del principio de la buena fe que señala el artículo
1546. Por otra parte, debe buscarse esa voluntad real en conformidad a la regla general de
interpretación de los contratos que establece el artículo 1560 del Código Civil al disponer que
"conocida claramente la intención de los contratantes, debe estarse a ella más que a lo literal de las
palabras".

¿Prohíbe el Código Civil la simulación?


¡No profesor!, es más; en el artículo 1707 a propósito de la prueba de las obligaciones, autoriza el
otorgamiento de contraescrituras públicas y privadas. Don René abeliuk nos dice que se habla de
las contraescrituras para designar a los instrumentos otorgados por las partes para modificar y dejar
sin efecto las estipulaciones de otra escritura y que una contraescritura puede importar o no una
simulación. Y que habrá simulación en el caso que la contraescritura que venga a modificar
sustancialmente lo estipulado, está destinado a permanecer en secreto.
Ante la ley el acto aparente produce todos sus efectos como su fuera un acto válido mientras
no se declare la simulación. Aunque como ya dijimos, los actos simulados son reconocidos por

1
que el manifestante no tiene la verdadera intención de obligarse.
2
Conforme al principio de la autonomía de la voluntad señalado en el artículo 1545 del Código Civil
nuestra legislación, el artículo 1545 señala que todo contrato legalmente celebrado es una ley para
las partes.
CLASIFICACIÓN DE LA SIMULACIÓN.

Atendiendo a su propósito La simulación puede ser lícita o ilícita.


• Lícita: no tiene por objeto perjudicar a terceros, no tiene un fin fraudulento. Sino que por
la razón que sea, pretende ocultar una declaración de voluntad. Como el caso de quien
hace un acto de beneficencia, con el interés que nadie se entere que ha sido él quien lo ha
realizado. Si la causa real es lícita, no es nula la obligación simulada

• Ilícita: Su objeto es engañar a terceros o cometer fraude a la ley. Para su configuración se


requieren 4 requisitos, que son los mismos 3 que ya conocemos pero se suma la intensión
de perjudicar a terceros. Como por ejemplo aumentar ficticiamente el patrimonio para
conseguir créditos o disminuirlo para frustrar la satisfacción del crédito de los acreedores.
La simulación ilícita, está sancionada con un tipo penal en el artículo 471 Nº2 del Código
Penal, “El que otorgare en perjuicio de otro un contrato simulado”.

Dede otro punto de vista nos dice el Profesor Abeliuk. La simulación puede ser absoluta, relativa
y por interposición de personas.
• Absoluta el acto aparente es completamente ficticio y no encubre ningún acto real: en él
las partes no quieren el acto sino la ilusión externa del mismo. Como por ejemplo: Se dice
que se celebra una compraventa cuando en realidad nunca hubo acuerdo en la cosa y el
precio, tampoco hubo tradición de la cosa, ni pago alguno.
En tal caso el acto será absolutamente nulo (o inexistente) por falta de voluntad y de causa
en conformidad a los arts. 1444 porque le falta una de las cosas sin las cuáles el acto no
produce efecto alguno, 1445 porque no tiene voluntad ni causa, 1467 porque no puede
haber obligación sin una causa real y lícita,1682 porque le falta un requisito para el valor del
acto y de nacer a la vida del derecho se sanciona con nulidad absoluta.
Entonces la ley se pone en el supuesto que si estamos ante una simulación absoluta, aquello
será para perjudicar a terceros.
• En la simulación relativa efectivamente existe un acto, pero el acto, pero se muestra de
forma distinta a la intención de las partes. Entonces se habla aquí del acto disimulado, como
se dice que hay una compraventa cuando en realidad lo que sí hubo fue una donación. Hubo
transferencia de dominio de la cosa… sí, pero no de la forma que da cuenta el acto
celebrado. O como cuando efectivamente sí hubo compraventa, pero esta no se produjo en
los términos que refleja el precio declarado. O se compra una cosa mueble por una persona
cuando el verdadero comprador es un tercero que no quiere reflejar ese activo en su
patrimonio, sirviéndose de lo que vulgarmente se conoce como testaferro. A contrario
sensu de la nulidad absoluta, este no es un acto inválido.

• Simulación por interposición de personas: El contrato se celebra en apariencia con una


persona, pero con el propósito que sea otra quien se sirva de los efectos jurídicos de aquel
contrato. Es frecuente apreciarlo con el objeto de eludir una prohibición legal, como la de
compraventa entre cónyuges. Lo encontramos en el artículo 2144 que prohíbe al
mandatario por sí o por interpósita persona ejecutar determinados actos sin autorización
del mandante. Esta especie de simulación es ilícita cuando la intención del adquirente
fingido es transferir lo adquirido y lícita cuando actuó para sí.

Efectos de la Simulación
Profesor, tenemos que distinguir respecto de los efectos entre terceros y entre las partes.

• Las Partes: son los que concurrieron con su voluntad a perfeccionar el acto jurídico; sino
concurrieron entonces son terceros.
• Los terceros: Aquí distinguimos entre los terceros absolutos y los terceros relativos.
Los terceros relativos: Son las personas que pudieran llegar a ser afectados por el acto
jurídico. Como por ejemplo los cesionarios, herederos, acreedores, etc.. O sea deben tener
un interés, y ese interés como sabemos tiene que ser actual y susceptible de apreciación
pecuniaria.
En el caso de los herederos, al ser continuadores del causante, tendrán el carácter de partes
y no de terceros. Pero también podría darse el caso que el acto simulado realizado por el
causante perjudique directamente al heredero, como por ejemplo, si el acto simulado
lesiona el derecho del heredero en la asignación forzosa. Y ahí puede ejercitar las acciones
que le asistan como tercero de buena fe.

Terceros absolutos: Los efectos del acto no les afectan de manera alguna.

Nosotros dijimos que en la simulación absoluta, se dice haber un acto, cuando en realidad
no hubo acto alguno. Pero bien puede ser que una de las partes quiera aprovecharse del acto
simulado y exigir su cumplimiento. En tal evento la otra parte podrá oponer la excepción de
simulación. De la misma forma, cualquiera de las partes podría intentar la acción de simulación para
impedir los efectos del acto aparente que de otro modo se producirían por la presunción de
veracidad de los contratos que legalmente celebrados es una ley para las partes.
En el caso de la declaración judicial de la simulación absoluta, el acto aparente no produce
efecto alguno. Ni aun entre las partes.
Entonces, una vez acreditada la simulación absoluta del contrato, la nulidad absoluta del
acto simulado, estará de manifiesto, y el juez debe declararla conforme a lo dispuesto en el artículo
1683 (lo que de todas maneras siempre conviene pedirlo) o demandarla ªconforme a las reglas
generales de la acción de nulidad.
Efectos de la simulación respecto de terceros de buena fe (y sólo de buena fe) Los mala fe quedan
afuera.
Frente a la simulación, el artículo 1707 dispone una protección legal en beneficio de los terceros, y
para ejercitarla y que distinguir cuál es el acto que les afecta.
• Si les afecta el acto aparente: Pueden intentar la acción de simulación.
• Si les afecta el acto real: Les es inoponible por clandestinidad porque ellos no tuvieron
conocimiento, y podrán atenerse al acto aparente, y pueden oponer la respectiva excepción
de simulación.
Si el tercero celebra el acto en conocimiento de la simulación, se pierde la buena fe y la protección
legal.

La acción de simulación.

La acción de simulación es una acción declarativa de carácter personal (proviene de un


derecho personal) y patrimonial, por tanto transmisible y prescriptible. El plazo de prescripción se
cuenta para algunos autores desde la celebración del acto simulado y para otros como Ducci Claro
se contaría desde que una de las partes pretende servirse del acto simulado.

El código no sistematiza la acción de simulación, pero nosotros podemos obtenerla se


ciertas disposiciones desde donde es posible apreciarla.
Comencemos recordando que la simulación no es necesariamente ilícita, así se desprende
por ejemplo del artículo 1876, que nos dice que la resolución por no haberse pagado el precio, no
le da derecho al vendedor contra terceros poseedores si estos estaban de buena fe, y si se trata de
un inmueble, aquella condición resolutoria tenía que haber constado en el título y este haber
estado inscrito.

¿Qué quiere decir esto?


Que la ley entiende que bien pudo no haber sido efectiva la declaración de haberse pagado el precio
de la cosa como efectivamente da cuenta la escritura de compraventa y eso no es ilícito ¡Ah! ¿Cómo
que no? Y qué habría entonces. Hay una falta de un elemento de la esencia particular del contrato
de compraventa y eso nos da acción de nulidad en contra del contrato de compraventa. Y una vez
declarada la nulidad del contrato, entonces tengo acción contra los terceros poseedores. ¿Qué
acción? La acción reivindicatoria, porque por declararse nulo el contrato, las partes se restituyen al
estado anterior nos dice el 1687 y entonces vuelvo a ser el propietario de la cosa, pero no estoy en
posesión, entonces me asiste la acción reivindicatoria, anótale a tu código debajo de la palabra
acción en el inciso 2º del 1687.

Entonces Cuándo la simulación será ilícita.


El acto real, tiene que violar la ley por falta de objeto o por ilicitud del objeto o de su causa, o por
contravenir una prohibición legal. O por causar perjuicios a terceros de buena fe, que ignoran la
voluntad real de las partes. Esto nosotros lo podemos obtener, de nuevo de los artículos 1464, 1466,
1467, 1682 y 1683 del Código Civil.
En cuanto al otorgamiento de contratos simulados en perjuicio de terceros de buena fe lo podemos
obtener de los artículos 1491 y 1876 del Código Civil. Lo que además constituye un delito previsto y
sancionado en el N°2 del artículo 471 del Código Penal.
¿Cómo se Prueba de la simulación?
Aquí tenemos que distinguir por un lado la prueba de la simulación por terceros y de las partes por
otro.
Para los terceros: La simulación se prueba conforme a las reglas generales por los medios de prueba
señalados en el artículo 341 del Código Civil. Esto es interesante porque puede probarse por
testigos, aun cuando el monto de la obligación sea superior a dos unidades tributarias. Por qué,
porque se intenta probar que hubo simulación, no la obligación que emana de ella.
Para las partes: a diferencia de los terceros, la simulación no se puede probar por medio de testigos
porque el inciso 2° del artículo 1709 es claro al señalar que no es admisible la prueba de testigos en
cuanto adicione o altere lo que se expresó en el acto o contrato, ni de lo que se dijo antes, durante
o después de su otorgamiento.

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