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LAS OBLIGACIONES

Pedro Pablo Hernández

SERIE AUTOAPRENDIZAJE

Santiago de los Caballeros, República Dominicana, 2017


Unidad
La contraescritura y
simulación
Las Obligaciones

Orientaciones unidad VIII


En esa última unidad es dedicada a un tema muy delicado que tiene una importancia
práctica capital en los negocios jurídicos. A veces a las partes contratantes hacen actos
simulados que persiguen ocultar una situación jurídica, y hay que saber entonces cual es
el acto que tiene fuerza de ley entre las partes, si el real o el aparente y qué efecto tiene
frente a los terceros. Lo más importante como se trata este acto. Consideramos vital que
presten atención a este tema, pues con frecuencia se presentan casos de esta naturaleza
en el ejercicio de tu profesión, y se amerita dar respuesta satisfactoria a tus clientes.

Competencias concretas de la Unidad VIII


1-Demuestra dominio de la contra escritura en los negocios jurídicos y los mecanismos
para atacar ante los tribunales un acto jurídico aparente en las defensas o asesorías que
brinda a sus clientes en su quehacer profesional.

2-Aplica las teorías relativas a la contraescritura y simulación en los casos dados, como
forma de resolución de conflictos jurídicos en la defensa de sus clientes ante los tribunales
para un mejor ejercicio profesional.

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UNIDAD VIII: LA CONTRAESCRITURA Y SIMULACIÓN

Esquema de contenido Unidad VIII


1. Qué es la contraescritura?
2. Simulación y contraescritura
3. Naturaleza jurídica de la simulación
4. La simulación como un caso de divergencia entre la voluntad y su
declaración
5. Divergencia entre la declaración y contradeclaración
6. La simulación es un mero disfraz de la voluntad de las partes
7. La simulación al acto simulado como una divergencia entre la
declaración y la causa
8. La simulación como un acuerdo complejo único
9. Efecto y oponibilidad de la contraescritura
10. Requisitos que deben reunir los terceros
11. La acción en simulación
12. La acción en declaración de simulación intentada por las partes
13. Acción ejercida por terceros
14. Requisitos de la simulación
15. El acuerdo simulatorio
16. El perjuicio de causar daños a terceros
17. Clases de simulación
17.1. Simulación absoluta
17. 2. Simulación relativa
17. 3. Simulación total
17. 4. Simulación parcial
17. 5. Simulación lícita
17. 6. Simulación ilícita
17. 7. Simulación por interpósita persona
18. Efectos de la simulación absoluta entre las partes
19. Efectos de la simulación relativa entre las partes
20. Efectos de la simulación parcial entre las partes
21. Efectos entre simulantes y terceros
22. Efectos entre los simulantes y los terceros acreedores del titular
Aparente.
23. Efectos entre acreedores de ambas partes simulantes
24. Efectos de declaración de simulación
25. Prueba de la simulación
26. Prueba en terreno registrado
27. Libertad probatoria
28. Poder soberano de los jueces
29. Firmas legalizadas por un notario

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Las Obligaciones

Desarrollo Unidad VIII


1. Qué es la contraescritura?
La contraescritura es un contrato mantenido en secreto y que las partes conciertan antes
o al mismo tiempo que un acto aparente, que no corresponde a su voluntad y con la
finalidad exclusiva de disimular la realidad.

A fin de proteger a las personas engañadas por el acto aparente, y para impedir que las
partes recurran al procedimiento de la contraescritura, en fraude de la ley, el legislador
establece, por una parte, algunas excepciones a las reglas del efecto y de la oponibilidad
de los contratos; por otra parte, permite que se haga aparecer, por la acción declarativa
de simulación, la situación verdadera.

2. Simulación y contraescritura.

En el ámbito jurídico se presentan distintas situaciones en las cuáles las partes realizan
actos simulados. A veces para engañar a terceros con los más diversos fines: aparentar
solvencia o insolvencia económica, defraudar a los acreedores, engañar a un pariente,
eludir prohibiciones legales, evadir impuestos, beneficiar a unos hijos antes que a otros,
o facilitar la realización de ciertos negocios.

La simulación es toda operación en virtud de la cual se crea una situación jurídica aparente,
diferente de la situación jurídica verdadera, producto de la ocurrencia de determinadas
circunstancias adversas a los intereses patrimoniales de las partes contratantes.

Ferrara, citado por Cámara, afirma que la simulación es la declaración de un contenido


de voluntad no real, emitido conscientemente y de acuerdo entre las partes, con el
propósito de producir engaño, la apariencia de un negocio jurídico que no existe, o que
simplemente, es distinto de aquél que realmente se ha ejecutado; o el acuerdo de partes
de dar una declaración de voluntad a designio divergente de sus pensamientos íntimos,
con el fin de engañar inocuamente en perjuicio de la ley o de terceros.

La simulación también es utilizada para encubrir un acto por otro. Así, José suscribe un
contrato de compraventa de un inmueble con Carlos, pero en realidad lo que ha habido
es una donación.

La simulación es la operación a través de la cual se crea una situación jurídica aparente


que difiere de la situación jurídica verdadera. En esencia se trata de ocultar la verdadera
situación jurídica tras la fachada de una situación aparente.
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UNIDAD VIII: LA CONTRAESCRITURA Y SIMULACIÓN

Dos personas pueden concluir un contrato, y para ocultar la situación real, formalizan
otro contrato, donde simulan una realidad distinta. Esto es lo que se llama una
contraescritura, la cual designa el contrato verdadero que disimula el acto ostensible o
acto aparente.

Josserand, sostiene que la simulación en materia contractual, implica la coexistencia de


dos convenciones contradictorias, una ostensible y la segunda secreta, que no puede
hacer ley y recibir ejecución al mismo tiempo, lo cual dependerá de la parte que la
invoca, si una de las partes contratantes o si los terceros.

En la simulación, pueden presentarse varias situaciones: acto ficticio, acto ocultado e


interposición de personas.

Un acto es ficticio cuando las partes no han querido contratar, y únicamente han tenido
intención de crear la ilusión de que estaban unidas por un contrato. El acto aparente es
puramente ficticio. Una persona para evitar que su bien sea embargado, finge una venta,
cuando en realidad es un acto ficticio, porque no habido tal venta.

El acto es oculto cuando las partes han concluido una negociación, pero quieren que
permanezca ignorada; para lograr el propósito, la disfrazan bajo la apariencia de otro
contrato, tal es el caso de una donación disfrazada de venta.

La simulación puede ser parcial, ya que las partes pueden en un contrato de compraventa
disfrazar el precio real de la venta.

La interposición de personas ocurre cuando las partes fingen la intervención de un


tercero. Así por ejemplo, una persona quiere donarle un inmueble a un incapaz, disfraza
la donación a nombre de otra persona, para que esta restituya el importe de la liberalidad
al incapaz beneficiario.

No es lo mismo la interposición de personas y la convención con un prestanombre.


En la interposición de personas interviene un acto aparente, el acto aparente tiene por
finalidad ocultar la situación real a los terceros. En cambio un contrato concluido por
un prestanombre, éste interviene como un verdadero contratante, cuando en realidad
es un mandatario que obra en nombre del mandante. En este caso no existe simulación,
porque la simulación es obra de las partes que celebran una convención para ocultar el
acto que formalizan. En este último caso, el vínculo jurídico se crea con el prestanombre,
por ser el acreedor en la obligación asumida.

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Las Obligaciones

La Suprema Corte de Justicia, ha decidido como Corte de Casación, (B. J. 1062, junio
1999, Pág. 872) que la simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico de
un acto bajo la apariencia de otro, o cuando el acto contiene cláusulas que no son sinceras
o cuando por él se transfieren derechos a personas interpuestas, que no son para quienes
en realidad se constituyen o transmiten; que por tanto, la acción en simulación puede
ser ejercida por cualquier persona y no debe ser confundida con la acción pauliana que
es la que se acuerda a los acreedores para demandar la revocación de los actos celebrados
por el deudor en perjuicio o en fraude de sus derechos, ni tampoco con la acción oblicua,
también denominada acción indirecta o acción subrogatoria, que es la que se acuerda
al acreedor para ejercer las mismas acciones que competen a su deudor negligente, con
excepción de aquellos derechos que son inherentes a las personas; que por lo expuesto es
criterio de ésta corte, que la acción en declaración de simulación no está reservada a los
terceros o extraños al contrato de enajenación impugnado.

3. Naturaleza jurídica de la simulación.

Existen varias doctrinas que tratan de explicar la naturaleza jurídica de la simulación,


dentro de las cuales se señalan: la simulación como un caso de divergencia entre la
voluntad y su declaración, divergencia entre la declaración y contradeclaración, la
simulación es un mero disfraz de la voluntad de las partes, la simulación al acto simulado
como una divergencia entre la declaración y la causa, y la simulación como un acuerdo
complejo único. Todas ellas serán explicadas a continuación.

4. La simulación como un caso de divergencia entre la voluntad y su declaración.

Esta corriente ha sido sostenida por la doctrina tradicional, la cual considera a la


simulación como un caso de divergencia entre la voluntad y su declaración, por considerar
que las partes (simulantes), hacen una declaración de voluntad que no coincide con su
real intención interna. Muchos juristas, entre ellos Alvadalejo, son partidarios de esta
tesis, al sostener que hay simulación de negocio cuando, de común acuerdo, las partes
entre sí; o si aquél es unilateral, de acuerdo al declarante con el destinatario- emiten
una declaración (o declaraciones) no coincidente con la voluntad interna, con el fin de
engañar a terceros.

De Cossio, citado por Torres (2007), expresa que ninguna de las partes manifiesta una
voluntad disconforme con su interno querer, sino que entre ambas están de acuerdo en
dar apariencia de veracidad a una voluntad diversa de la real: de una parte, aparentan
querer algo, y de la otra, no querer nada o querer algo diferente. Así en la simulación no
hay disconformidad entre la voluntad y la declaración, lo que hay es un querer aparente
y un querer real, el cual puede consistir en no querer nada o querer algo distinto.

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UNIDAD VIII: LA CONTRAESCRITURA Y SIMULACIÓN

Sostiene el citado jurista, que la declaración del querer aparente es comunicada a los
terceros y la declaración del querer real se mantiene en secreto, pero ambas declaraciones,
la aparente y la real, corresponde al interno querer de las partes. Los otorgantes de un
acto simulado, no manifiestan una voluntad distinta a su interno querer, sino, por el
contrario, expresan su deseo común de realizar un acto ficticio, para engañar a terceros,
ya porque con la apariencia no esconden nada que sea real (simulación absoluta), ya
porque querer esconder la verdadera naturaleza, o el objeto, o el fin del acto que ocultan
bajo la apariencia, lo que equivale a una simulación relativa.

5. Divergencia entre la declaración y contradeclaración.

La simulación ofrece el espectáculo de que las partes emiten una declaración una
contradeclaración dentro del mismo negocio, de suerte que ambas se neutralizan
recíprocamente. No debe creerse que existan dos negocios que se excluyen sucesivamente.
En el elemento de la declaración está contenida también la contradeclaración -aunque se
fije posteriormente por escrito- y la una se neutraliza por la otra; de modo que el negocio
en conjunto conduce a un efecto nulo, ya que va al resultado dinámico que se deriva de
la totalidad de las declaraciones que comprende. Según esta teoría los simulantes hacen
dos declaraciones de voluntad: la declaración interna, denominada contradeclaración
destinada a permanecer secreta y la declaración externa que aparece frente a terceros.

6. La simulación es un mero disfraz de la voluntad de las partes.

Esta teoría considera que por la simulación las partes adoptan un lenguaje convencional
atribuyendo a la declaración un significado atípico, pero que entre ellas tiene valor
solamente el acto real. De Castro y Bravo, citado por Morales, dicen que la declaración
simuladora es querida y no sólo para ocultar o engañar; se quiere crear una apariencia
y otra un determinado. El dato necesario y suficiente que identifica la simulación es
sobre todo la apariencia intencional de un negocio que por acuerdo de las partes no se
corresponde en todo o en parte de su real relación.

7. La simulación al acto simulado como una divergencia entre la declaración y


la causa.

El negocio jurídico simulado no puede ser tutelado por el ordenamiento jurídico, por
la falta de causa y por eso es considerado nulo. El acuerdo simulatorio priva al contrato
simulado de su causa, en la medida en que manifiesta la voluntad de las partes en dar
vida solo a una apariencia. Pugliatti, citado por Morales, refiere: “de esta manera, por
faltar la causa, el negocio o contrato ostensible estará viciado de nulidad”.

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La crítica que se le hace a esta teoría, es que nadie crea una apariencia de acto jurídico así
por así, sin perseguir alguna finalidad, sino que lo hace con la finalidad de obtener algún
resultado específico. Con el acto simulado, las partes crean una regulación de intereses
con la intención de que sea inoperante entre ellas, o sea utilizando de modo ficticio una
figura jurídica que tiene una específica función económica-social, persiguiendo un fin
práctico diverso. El fin negocial que aparece exteriormente, con el cual quieren dar a
entender que desean los efectos típicos de la figura jurídica que ex profesamente han
escogido, es designado como simulado y como disimulado el fin realmente perseguido.

Este fin real que queda sin expresión sensible frente a los terceros, puede consistir en
que las partes no quieren ningún resultado específico o desean esconder un resultado
diferente.

8. La simulación como un acuerdo complejo único.

Esta teoría sostiene que en la simulación concurren dos negocios jurídicos: el uno
aparente y el otro real, en posición de antagonismo, por cuanto es una perspectiva que se
coloca en contra de la realidad de las cosas y de la unidad de la compleja determinación
negocial de los estipulantes.

Para esta corriente, la simulación es un caso de anomalía de la autonomía de la voluntad


privada, por el cual los particulares crean un acto complejo que contiene una doble
regulación de los intereses en juego: una regulación valedera para los terceros, y otra
regulación operativa solamente entre las partes. Un acuerdo unitario en el cual no
existe antinomia entre sus diversas disposiciones, las mismas que son ciertas en su
correspondiente ámbito de acción: el ámbito relativo a las relaciones entre las partes y
los terceros y el concerniente a las relaciones internas ente las partes.

9. Efecto y oponibilidad de la contraescritura.

El artículo 1321 del Código Civil establece que las contraescrituras no pueden surtir
efecto sino entre las partes contratantes, no producen efecto contra los terceros. El acto
aparece carente de valor, tanto respecto a las partes contratantes que quisieron que fuese
así, como respecto a sus herederos, que tomando su lugar la suceden en sus obligaciones
y en sus derechos.

Al igual que cualquier contrato la contraescritura no produce efecto frente a los terceros,
pero un contrato es susceptible, a veces de crear obligaciones frente a los causahabientes
singulares.

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Por principio general, se sabe que las partes deben cumplir la contraescritura, ya que el
acto aparente, es inexistente entre ellos. Sin embargo, en algunos casos la ley constriñe
a las partes a cumplir el acto aparente y no la contraescritura, especialmente cuando se
trata de burlar al fisco.

10. Requisitos que deben reunir los terceros.

No es necesario que los terceros justifiquen un perjuicio. Estos pueden invocar el acto
aparente, incluso cuando la simulación no le haya causado ningún perjuicio. Es suficiente
con que tengan interés en invocar el acto ostensible.

Si el litigante que pretenda desconocer la contra escritura tenía conocimiento, no hay


ya apariencia, y no existe razón para protegerlo. La existencia de un acto aparente lleva
a presumir que el tercero ignoraba la convención verdadera.

11. La acción en simulación.

La acción en simulación es una acción autónoma y declarativa, tendiente a hacer


constar de un modo autorizado la falta de realidad o la verdadera naturaleza de una
relación jurídica”. Lo que pretende, en caso de haber existido una simulación absoluta,
es obtener se declare la inexistencia o nulidad de un acto ficticio; es decir, se trata de una
acción de reconocimiento negativo. En caso de simulación relativa, lo que se persigue
es, simultáneamente, un reconocimiento negativo y positivo: se declare a la vez la
inexistencia o nulidad del acto ficticio y la realidad del negocio disimulado.

La simulación puede también alegarse por vía de excepción, cuando el actor intenta
hacer producir efectos al acto ostensible tras el cual ninguna realidad existe o al acto
ficticio que oculta el verdadero consentimiento. Incluso podría suceder que frente a
la acción de simulación absoluta el demandado opusiera la excepción de simulación
relativa.

12. La acción en declaración de simulación intentada por las partes.

En principio, cualquiera de las partes pueden demandar por ante el Tribunal de Tierras
en virtud de una litis sobre derechos registrados, cuyo fundamento jurídico sea la
Declaratoria por simulación de un acto. Para ello sostiene la Suprema Corte de Justicia
que: “Cuando la declaración de simulación de un contrato es ínterpartes, se hace
necesario que la parte que tiene el derecho a invocarla demuestre la existencia de un
contraescrito”.

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13. Acción ejercida por terceros.

Cuando la simulación es lícita: los terceros carecen de acción para verificar la inexistencia
del acto simulado, ya que, sin interés no hay acción.

Cuando la simulación es ilícita: los terceros pueden demandar la declaración de


simulación. La acción de simulación compete a los terceros interesados por derecho
propio, y puede ser ejercida por vía de acción o excepción. Por vía de acción se incoa
contra todos los autores del acto simulado.

Si se alega como una defensa contra una demanda, basta con que se oponga solo contra
el demandante. En esta situación la sentencia que declare la simulación no hará cosa
juzgada contra los autores del acto simulado que no hayan intervenido en el pleito.

14. Requisitos de la simulación.

La mayoría de los doctrinarios coinciden en señalar que los requisitos de la simulación


son dos: 1) el acuerdo simulatorio; y, 2) el fin de engañar a terceros.

15. El acuerdo simulatorio.

La simulación no puede realizarse sin la previa disposición de un medio de preexistencia


o coexistencia con el negocio simulado: se trata del acuerdo simulatorio. El acuerdo
simulatorio es aquél por el que se determina que lo declarado no es realmente querido,
o sea, sobre lo que realmente quieren hacer en privado y lo que realmente quieren
aparentar hacer en público.

La simulación puede ser bilateral o plurilateral o unilateral. Será bilateral cuando en


el negocio sólo participan dos partes; plurilateral si existe acuerdo de varías partes; y,
unilateral en los negocios receptivos, verbigracia en una donación, en la cual existe
únicamente prestación sólo de una de las partes.

El acuerdo simulatorio que también es denominado contradeclaración, vincula la


situación aparente y la situación real. El acuerdo simulatorio podrá ser un acuerdo verbal
o constar en un documento. A éste último se le denomina contraescrito, que viene a ser
el contenido de un instrumento público o privado que puede ser modificado o dejado sin
efecto por otro documento. También público o privado, otorgado por las mismas partes
simultáneamente o posteriormente. Se puede afirmar por regla general, su finalidad es
garantizarse una de las partes contra el contenido ficticio o simulado del instrumento

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principal. Así cuando se declara una deuda inexistente, el supuesto deudor suele exigir,
del presunto acreedor, el reconocimiento de que la deuda es fingida, cubriéndose así de
cualquier intento de la ejecución de la deuda.

16. El perjuicio de causar daños a terceros.

Como la simulación tiene por finalidad producir un acto jurídico aparente, el propósito
de engañar le es propio. El engaño va dirigido a los terceros, aunque sea un engaño no
reprobado por la ley. En éste último término al decir de Torres, el engaño no siempre es
fraude de los terceros, porque la simulación puede tener una finalidad lícita como ilícita.
Es decir, no es necesario el animus nocendi, sino el animus decipiendi.
Con la declaración de la simulación las partes muestran a terceras personas como real
y auténtico un acto que lo quieren como una simple apariencia o como una apariencia
que oculta la verdadera naturaleza o contenido del acto que realizan.

17. Clases de simulación.

Existen varios tipos de simulación: Absoluta, relativa, total, parcial, lícita, ilícita, e
interpósita persona.

17.1. Simulación absoluta.

En la simulación absoluta, la causa es la finalidad concreta de crear una situación aparente


y, por tanto, no vinculante. Por la simulación absoluta se aparenta celebrar un negocio
jurídico, cuando en realidad no se constituye ninguno. El negocio jurídico celebrado no
producirá consecuencias jurídicas entre las partes. Ejemplo, cuando una persona con el
propósito de evitar que un acreedor le haga una ejecución sobre sus bienes, simula una
venta a un tercero. En este caso se trata de una simulación absoluta, debido a que la
venta no se concretizó, ni si quiera se pagó el precio, ya que únicamente perseguía evitar
la ejecución.

De Castro y Bravo, citado por Álvarez (2000), refiere que la simulación absoluta,
suponehaberse creado la apariencia de un negocio, y en realidad no se quiso dar vida a
ese negocio, sino tan sólo una apariencia de causa.

17. 2. Simulación relativa.

El mismo De Castro y Bravo, citado por Álvarez (2000), sostiene que simulación
relativa, es más compleja que la simulación absoluta, porque en ella se ha de tomar en

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consideración, no sólo el negocio simulado y el acuerdo sobre el encubrimiento, sino


también el negocio jurídico ocultado, lo que supone atender a la influencia dañina
que el hecho de la simulación pueda tener sobre el negocio disimulado, la que sobre el
mismo pueda tener el carácter del acuerdo de simular, así como también el apoyo que
el negocio simulado pueda ofrecer al negocio disimulado y los requisitos necesarios para
que el negocio jurídico disimulado pueda ser válido.

En la simulación relativa, el fin del negocio simulado es el de ocular al disimulado, o


a los elementos disimulados, a fin de que los efectos que aparezcan al existir se crean
procedentes de un negocio que no es aquél del que realmente proceden, por ejemplo
ocultar una donación a través de una compraventa. En la simulación relativa se realiza
aparentemente un negocio jurídico, queriendo y llevando a cabo en realidad otro
distinto. Los contratantes concluyen un negocio verdadero, que ocultan bajo una forma
diversa, de tal modo que su verdadera naturaleza permanece secreta.

En la simulación relativa existen dos negocios jurídicos:


a) Negocio simulado como aparente y fingido
b) Negocio disimulado como oculto y real.

17. 3. Simulación total.


La simulación es total cuando abarca al acto jurídico en su totalidad. La simulación total
es inherente a la simulación absoluta, pues en ella tiene esta característica desde que
comprende la totalidad del acto, en todos sus aspectos.

17. 4. Simulación parcial.

La simulación relativa puede ser parcial o total. La simulación relativa total afecta la
integridad del negocio jurídico, verbigracia un anticipo de herencia es ocultado mediante
un contrato compraventa.

La simulación relativa parcial recae solamente sobre alguna de las estipulaciones del
acto. Esto sucede cuando el acto contiene unas estipulaciones que son verdaderas y otras
que son falsas. Tal como en un contrato de compraventa se ha simulado el precio con la
finalidad de evadir impuestos.

En la simulación parcial, el acto jurídico no será nulo. Por el principio de conservación


de los actos jurídicos, el acto se mantendrá; sólo se anulara las estipulaciones en los
cuales se haya cometido la simulación.

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17. 5. Simulación lícita.

Tal como se ha señalado, la simulación en principio no es ilícita. La ilicitud se da cuando


se perjudica el derecho a terceros. Barbero, considera que el fin de la simulación puede
ser lícito y que no hay nada ilícito, por ejemplo cuando alguien pretende conservar sus
bienes para ello simula que los ha vendido, a fin de evadir ciertos requerimientos de sus
familiares.

La simulación lícita denominada también legítima, inocente o incolora, ocurre cuando


no se trata de perjudicar a terceros con el acto; además no deberá violar normas de orden
público, imperativas ni las buenas costumbres. Se funda en razones de honestidad.

17. 6. Simulación ilícita.

La simulación es ilícita, maliciosa, cuando tiene como propósito perjudicar a terceros u


ocultar la transgresión de normas imperativas, el orden público o las buenas costumbres,
verbigracia un deudor simula enajenar sus bienes a fin de sustraer de la obligación de sus
acreedores.

No se debe confundir el acto jurídico simulado ilícito con el error en la declaración. En


el primero las partes en forma concertada anteladamente pretende celebrar un acto a fin
de que no tenga efectos entre ellos. En el segundo las partes quieren que el acto tenga
plena eficacia, es decir, no existe un acuerdo para perjudicar a los terceros.

17. 7. Simulación por interpósita persona.

La simulación por interpósita persona es una modalidad de la simulación relativa que


consiste en que una persona aparezca como celebrante del acto y destinatario de sus
efectos cuando en realidad es otra persona. El que aparece celebrando el acto es un
testaferro, un sujeto interpuesto ficticiamente, ya que el acto realmente se celebra con
la otra persona, el interponente, y sólo en apariencia se celebra con el interpuesto o
testaferro. Esta clase de simulación se configura cuando alguien finge estipular un
negocio con un determinado sujeto, cuando, en realidad, quiere concluirlo y lo concluye
con otro, que no aparece.

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Absoluta

Relativa

Total

Clases de simulación Parcial

Lícita

Ilícita

Interpósita persona

18. Efectos de la simulación absoluta entre las partes.

Si el acto jurídico ha sido simulado con simulación absoluta, en la que existe sólo un acto
aparente, irreal, que carece de contenido, pues la voluntad de las partes quedó contenida
únicamente en el acuerdo simulatorio convenido precisamente para no producir un acto
verdadero, el acto jurídico así simulado no produce eficacia alguna. Así también se ha
pronunciado la jurisprudencia al establecer que la simulación absoluta tiene como efecto
que el acto sea inválido y no se admite su convalidación o confirmación. La simulación
relativa es un acto anulable que puede ser confirmado.

El acto simulado es un negocio ficticio querido y realizado por las partes para engañar
a terceros, pero no para que produzca efectos entre ellas. Los otorgantes quieren la
declaración pero no su contenido, por lo que no pueden exigir su cumplimiento. Es
decir, el acto simulado no produce ningún efecto entre las partes, por la razón de que no
es efectivamente sino sólo fingidamente querido.

La carencia de efectos entre las partes del acto simulado es independientemente de su


licitud o ilicitud. Un acto ficticio, desprovisto de contenido, aun cuando sea lícito,
no puede producir efectos para los otorgantes, porque tal fue su común intención al

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otorgarlo. Con mayor razón si el acto simulado es ilícito, no produce los efectos entre
las partes, ni para nadie. Si la simulación es lícita sólo podrá ser invocada por las partes,
los terceros quedan desprovistos de la acción por no tener legitimidad para obrar.

19. Efectos de la simulación relativa entre las partes.

Este negocio simulado tendrá efectos entre las partes, siempre que concurran los
requisitos de validez y no perjudique el derecho del tercero. Así, el negocio jurídico
disimulado (oculto y real) vincula efectivamente a las partes siempre y cuando concurran
sus requisitos de validez. Además, el negocio jurídico disimulado no debe afectar el
derecho del tercero. Aquí se tutela el interés de los terceros en hacer prevalecer la realidad
(negocio disimulado) sobre la apariencia (negocio simulado). Es irrelevante si el negocio
simulado (aparente y fingido) no reúne los requisitos de validez.

20. Efectos de la simulación parcial entre las partes.

Cuando las partes no esconden el carácter total del negocio que realizan bajo la apariencia
de otro negocio diferente, sino solamente ciertos aspectos mediante estipulaciones o
cláusulas que hacen referencia a datos inexactos, tienen efectos entre ellas los datos
exactos, ocultados, por ser los efectivamente queridos, siempre que sean lícitos y no
afecten los derechos de terceros.

De otro lado en la simulación relativa subjetiva parcial por interpósita persona ficticia, el
testaferro no adquiere ni transmite derechos sino que sirve de enlace para que el derecho
pase directamente del trasmitente al efectivo titular oculto. El acuerdo simulatorio se da
entre el disponente del derecho, el testaferro y el adquirente efectivo, de modo que la
simulación de persona es siempre parcial; no es aparente todo el acto, sino solamente
con relación a uno de los sujetos. El testaferro no adquiere nada; presta una colaboración
puramente material; la relación jurídica se constituye desde el primer instante entre
el trasmitente y el verdadero adquirente. El que transfiere el derecho sólo se obliga
aparentemente con el interpuesto, pero en la inteligencia de obligarse hacia el tercero,
frente al cual adquiere los derechos y asume las obligaciones resultantes del acto.

21. Efectos entre simulantes y terceros.

Conforme al principio jurídico res iter alios acta, previsto por el artículo 1165 del Código
Civil, que los actos jurídicos sólo producen efectos entre las partes contratantes. Sin
embargo, tal aseveración no es tan rígida, tratándose de los actos jurídicos simulados.

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En ese sentido se entiende por terceros aquéllos que no han tenido participación en la
celebración del acto jurídico, ni por sí ni mediante representante; y, por consiguiente,
no pueden gozar ni sufrir sus efectos. Ahora bien, en el tema de los terceros en materia
de simulación serán únicamente los que tengan un derecho bien legal, bien contractual.
Los terceros pueden ser absolutos y relativos. Es tercero absoluto quien no tiene ninguna
relación jurídica con cual-quiera de las partes. Es tercero relativo, son aquellos ajenos a las
partes del acto jurídico, pero que pueden ser alcanzados, positivamente o negativamente,
por sus efectos.

Las relaciones entre simulantes y terceros se basa en el principio de la oponibilidad de


la simulación por los simulantes a los terceros de buena fe. La simulación, mientras no
sea descubierta, es irrelevante para los terceros. Por principio, el acto simulado es válido
y eficaz frente a los terceros. Si la simulación es relativa, descubierto el acto disimulado
será válido éste.

22. Efectos entre los simulantes y los terceros acreedores del titular aparente.

El acto jurídico simulado es válido y eficaz frente a los terceros acreedores del adquirente
(titular aparente). El acreedor de buena fe del simulante adquirente tiene un interés
opuesto al del acreedor del simulante enajentante. Su interés es el de hacer prevalecer la
apariencia sobre la realidad, a fin de poder satisfacer su crédito con la ejecución forzada
del bien que aparentemente ha ingresado al patrimonio de su deudor.

Los autores de la simulación no pueden oponer ésta a los terceros acreedores del titular
aparente. Por el contrario, los terceros acreedores del enajentante simulado pueden hacer
valer la simulación en relación a las partes cuando ella perjudica sus derechos.
23. Efectos entre acreedores de ambas partes simulantes.

Al existir un conflicto entre los acreedores del simulante enajenante y acreedores del
simulante adquirente (titular aparente), según Torres se presenta las situaciones que se
señalan a continuación:

1) Si ambos acreedores en conflicto son de fecha anterior a la simulación, será preferido


el acreedor del enajenante por ser la víctima de la simulación; el acreedor del adquirente
nada pierde, pues, no contaba en el activo de su deudor con los bienes adquiridos después
en forma ficticia.

284
UNIDAD VIII: LA CONTRAESCRITURA Y SIMULACIÓN

2) Si ambos acreedores son de fecha posterior a la simulación, será preferido el acreedor


del titular aparente que ya contó en el patrimonio de su deudor con los bienes ingresados
en forma simulada, mientras que el acreedor del simulante enajenante no contaba ya
con esos bienes en el patrimonio de su deudor.

3) Si los acreedores del enajenante son anteriores a la simulación y los del propietario
aparente son posteriores, se da preferencia a las víctimas de la simulación sobre los
acreedores del propietario aparente. Esto aún cuando hayan iniciado de buena fe la
ejecución forzada, sucumbe en el conflicto con los acreedores del simulante enajenante,
cuyo crédito es anterior al acto simulado.

24. Efectos de declaración de simulación.

La simulación, en el caso de ser demandada o alegada por los terceros o acreedores,


produce los mismos efectos que en el caso de ser demandada por las partes: la nulidad
del acto simulado.

Declarada la simulación, da lugar a dos consecuencias principales:

1) Verifica la inexistencia del acto ostensible, de lo que sigue la posibilidad de que los
acreedores del enajenamiento ficticio ejecute los bienes de su deudor que no han salido
del patrimonio. Esta posibilidad favorece a todos los acreedores del enajenante aparente,
ya que se los considera representados por su deudor.

2) La simulación ilícita es una especie de acto ilícito que compromete la responsabilidad


de los autores por daños y perjuicios sufridos por los terceros como consecuencia de su
maniobra. Esta responsabilidad es solidaria.

Cuando la simulación es aducida por los terceros, pueden presentar toda clase de medios
de prueba. Es una demostración de hechos sobre los cuales el demandante permaneció
ajeno pero le son perjudiciales.

25. Prueba de la simulación.

La Suprema Corte de Justicia (S. C. J. B. J. 1050, mayo 1998, Pág. 420), en funciones
de Corte de Casación, ha estimado que la simulación es una cuestión de hecho que los
jueces del fondo aprecian soberanamente y escapa por lo mismo a la censura de la Corte
de Casación. (S. C. J. B. J. 1050, mayo 1998, Pág. 420).

285
Las Obligaciones

En otra decisión el alto tribunal de Justicia, reiteró un criterio semejante, y decidió,


que los jueces del fondo gozan de un poder soberano de apreciación para decidir si
en una operación o acto determinado, existe o no simulación. Esa apreciación queda
fuera del control de la Suprema Corte de Justicia, a menos que lo decido acerca de la
simulación en uno u otro sentido, se haga con desconocimiento de actos jurídicos cuya
consideración hubiera podido conducir a una solución distinta, o con desnaturalización
de dichos actos jurídicos. (B. J. 1069, diciembre 1999, Pág. 647).

En otra decisión más reciente, la referida Corte de Casación, estableció, que, si bien
los jueces del fondo gozan de un poder soberano para establecer la existencia de una
simulación, resulta que como en principio tal hipotética simulación bastaría para la
nulidad de un contrato si no se comprueba la existencia de un fraude y sobre la calificación
de los elementos de este último. La Suprema Corte de Justicia, como Corte de Casación,
puede ejercer su poder de examen; que el Tribunal a-quo, para justificar su decisión en
el aspecto que examina, debió presentar o exponer en la misma los elementos de hecho
que pudiesen constituir un fraude a cargo del señor Miguel Antonio Santana, para que
la misma tuviera fundamento suficiente, ya que la circunstancia de que una persona
haya prestado declaración ante un notario en relación a un hecho determinado, no lo
descalifica para adquirir por compra un inmueble, ni puede inferirse dolo del precio
atribuido a ese inmueble; que además, los terceros que adquieren de buena fe terrenos
registrados, no están obligados a realizar operaciones con esos derechos, a examinar los
libros de registros, ni otros registros públicos, puesto que les basta con tener a la vista el
duplicado del Certificado de Título, que le es mostrado por el dueño del terreno, puesto
que ese Certificado de Títulos, cuando no contiene anotaciones de cargas o gravámenes
se basta así mismo y por tanto los interesados no tienen que trasladarse a las oficinas
públicas, ni a la de los Registradores de Títulos, para investigar acerca de la sinceridad del
contenido del duplicado que les es presentado; que por todo lo anteriormente expuesto
es evidente que en la sentencia impugnada se incurrió en el vicio de falta de motivos; que
en consecuencia, el citado fallo debe ser casado, sin necesidad de examinar los demás
medios del recurso. (B. J. 1061, abril 1999, Pág.837).

Por otra parte la referida Sentencia No. 7, 09-07-93, B. J. No. 992-994, pág. 682.
Corte de Casación, estableció, que cuando la simulación de un acto es alegada por una
de las partes, a éste le incumbe la prueba, conforme al derecho común del artículo 1341
del Código Civil, que exige la presentación de un contraescrito que de acuerdo con
lo que dispone el artículo 1321 del mismo Código, “que la prueba de la simulación,
entre las partes, por testigos o presunciones es admisible, en principio, cuando exista
un principio de prueba por escrito, que cumpla con las condiciones exigidas por el

286
UNIDAD VIII: LA CONTRAESCRITURA Y SIMULACIÓN

artículo 1347 del Código Civil; que, en caso de fraude, la simulación puede ser probada
por todos los medios, aún entre las partes o sus herederos; que, asimismo, los terceros
pueden prevalecerse del acto aparente siempre que sean de buena fe, lo que significa que
no deben haber tenido conocimiento, en hecho, de la simulación. (Sent No. 7, 09-07-
93, B. J. No. 992-994, página 682).
26. Prueba en terreno registrado.

Si se trata de terreno registrado, la simulación debe hacerse por un contraescrito y no


por testimonio, sin embargo, la Suprema Corte de Justicia, ha resuelto que si es verdad
que en principio la prueba de la simulación debe ser hecha esencialmente mediante
un contraescrito y no por testimonios, ni presunciones cuando se trata de terrenos
registrados, no es menos cierto que aun cuando un acto de venta reúna las condiciones
y formalidades que establece la ley, nada se opone sin embargo a que el mismo sea
declarado simulado y hecho en fraude de la persona que lo impugna, si de los hechos y
circunstancias de la causa se desprende tal simulación. (B. J. 1063, Vol. II, junio 1999,
Pág. 871).

En otra decisión, la referida Corte de Casación, estableció que el examen de la sentencia


impugnada revela que el Tribunal a-quo formó su convicción mediante la ponderación
de los documentos sometidos al debate y, especialmente, de las declaraciones presentadas
por los testigos Pablo Andrés Rodríguez y Roselia Moya, declaraciones cuya sinceridad,
fuerza probante y pertinencia apreció soberanamente dicho tribunal, como podía
hacerlo; pero, que, examinado el expediente del caso se comprueba que la recurrente, ni
por ante el juez de Jurisdicción Original, ni por ante el Tribunal a-quo, cuya sentencia
impugna no depositó ningún contraescrito firmado por la recurrida Enriqueta Rojas, en
el cual aportara la prueba de la simulación alegada. (B. J. 1058, enero 1999, Pág.523).

27. Libertad probatoria.

Como ya se ha dicho, cuando la acción en simulación es invocada por una de las partes
contratantes, es indispensable el contraescrito para probar la existencia de la misma. No
así cuando es invocada por un tercero. Así lo ha decido la Suprema Corte de Justicia en
funciones de Corte de Casación. (B. J. 1069, diciembre 1999, Pág. 646).

Considerando que cuando la declaratoria de simulación de un contrato es interpartes,


se hace necesario que la parte que tiene derecho a invocarla demuestre la existencia de
un contraescrito; pero que cuando la acción en declaración de simulación es sostenida
por un tercero ajeno a la convención, como es el caso de la especie juzgada, prueba

287
Las Obligaciones

puesta a cargo de la parte actora, del acto de hipoteca convencional celebrado en fecha
16 de mayo de 1969 entre N y N, le está permitido probarla por todos los medios, es
decir, mediante el debate de cualquier medio de prueba literal o testimonial y que la
apreciación de tales medios de prueba a los fines de deducir sus consecuencias jurídicas
en relación con el acto atacado de simulación, corresponde a los jueces del fondo; que
la simulación concertada con el fin de perjudicar los intereses de un tercero ajeno a la
convención, al igual que el fraude civil ideado y ejecutado para causar un daño, implican
la mala fe de sus autores; la cual consiste en la realización de un acto o la ejecución de
una obligación a sabiendas de que sus consecuencias son contrarias al uso, la costumbre,
la equidad, la ley o al derecho.

28. Poder soberano de los jueces.

En relación a si un acto es simulado o no, los jueces gozan de un poder soberano para
apreciarlo. En ese sentido, ha sido resuelto por la Suprema Corte de Justicia, en funciones
de Corte de Casación, que los tribunales aprecien soberanamente las circunstancias de
donde resulta la simulación y corresponde a los jueces del fondo, en virtud de este poder
soberano de apreciación, declarar que una venta, en virtud en razón de la circunstancias
de la causa, disfraza simplemente una transmisión ficticia de la propiedad. (Sent No.
59,22—04-98, B. J. No. 1049, p. 497; Sent. No. 9, 13-05-98, B. J. No. 1050, p. 420;
Sent. No. 66, 22-07-98, B. J. No. 1052, p. 795; Sent. No. 22, 09-6-99, B. J. No. 1063,
p. 868-869).

En otra sentencia la Suprema Corte de Justicia, (Sentencia del 1ro. de noviembre del
2000, No. 3, B. J. No. 1080, páginas 588-589), estableció que la simulación tiene
lugar cuando se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro, o
cuando por él se transfieren derechos a personas interpuestas, que no son para quienes
en realidad se constituyen o trasmiten; que si es verdad que en principio la prueba
de la simulación debe ser hecha esencialmente mediante un contraescrito y no por
testimonios, ni presunciones cuando se trata de terrenos registrados, no es menos cierto
que aun cuando un acto de venta reúna las condiciones y formalidades que establece
la ley, nada se opone a que el mismo sea declarado simulado y hecho en fraude de la
persona que lo impugna, si de los hechos y circunstancias de la causa se desprende tal
simulación;

Que los tribunales aprecian soberanamente las circunstancias de las cuales resulta la
simulación y corresponde a los jueces del fondo, en virtud de ese poder soberano de
apreciación, declarar si un acto de venta, en razón de las circunstancias de causa ha operado

288
UNIDAD VIII: LA CONTRAESCRITURA Y SIMULACIÓN

simplemente una transmisión ficticia y no real de la propiedad, ya que, la circunstancia


de que el inmueble de que se trata haya sido registrado a favor de la recurrente, no
constituye un obstáculo jurídico insuperable que impida, ni la impugnación del acto
traslativo de propiedad, por simulación, ni al tribunal apoderado admitir todos los
elementos de convicción que tiendan a establecerla, así como tampoco a ordenar la
cancelación del certificado de título que en ejecución de la misma se haya expedido a
favor del supuesto comprador, sin que con ello incurran en violación de los artículos 186
y 189 de la Ley de Registro de Tierras, como erróneamente alega la recurrente.

29. Firmas legalizadas por un notario.

Como los jueces tienen un poder soberano para apreciar si el acto en cuestión es simulado
o no, el acto legalizado por un notario puede ser declarado simulado, lo cual se puede
probar por cualquier medio de prueba. Así ha sido resuelto por la Suprema Corte de
Justicia, en funciones de Corte de Casación, ( Sent. No. 9, 13-05-98, B. J. No. 1050,
página 420). Al establecer que el hecho de que las firmas en dicho documento fueran
legalizadas por un Notario Público, no constituye un obstáculo jurídico insuperable
que impida la impugnación del mismo por simulación ni tampoco a desestimar los
elementos de convicción que tiendan a establecerla; que contrariamente a lo alegado
por los recurrentes la simulación puede ser probada por todos los medios, tanto por
testigos como por presunciones.

289
Las Obligaciones

Resumen de la unidad VIII

La contraescritura es un contrato mantenido en secreto y que las partes conciertan antes


o al mismo tiempo que un acto aparente, que no corresponde a su voluntad y con la
finalidad exclusiva de disimular la realidad.

En el ámbito jurídico, se presentan distintas situaciones, en las cuáles las partes realizan
actos simulados. A veces, para engañar a terceros con los más diversos fines: aparentar
solvencia o insolvencia económica, defraudar a los acreedores, engañar a un pariente,
eludir prohibiciones legales, evadir impuestos, beneficiar a unos hijos antes que a otros,
o facilitar la realización de ciertos negocios.

La simulación es toda operación en virtud de la cual se crea una situación jurídica aparente,
diferente de la situación jurídica verdadera, producto de la ocurrencia de determinadas
circunstancias adversas a los intereses patrimoniales de las partes contratantes.

La Suprema Corte de Justicia, ha decido como Corte de Casación, que la simulación


tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro,
o cuando el acto contiene cláusulas que no son sinceras o cuando por él se transfieren
derechos a personas interpuestas, que no son para quienes en realidad se constituyen o
trasmiten.

Existen varias doctrinas que tratan de explicar la naturaleza jurídica de la simulación,


tales como: la simulación como un caso de divergencia entre la voluntad y su declaración,
divergencia entre la declaración y contradeclaración, la simulación es un mero disfraz de
RESUMEN

la voluntad de las partes, la simulación al acto simulado como una divergencia entre la
declaración y la causa, y la simulación como un acuerdo complejo único.

El artículo 1321 del Código Civil, establece que las contra-escrituras no pueden surtir
efecto sino entre las partes contratantes; no producen efecto contra los terceros. El acto
aparece carente de valor, tanto respecto a las partes contratantes, que quisieron que fuese
así, como respecto a sus herederos, que tomando su lugar la suceden en sus obligaciones
y en sus derechos.

No es necesario que los terceros justifiquen un perjuicio. Estos pueden invocar el acto
aparente, incluso cuando la simulación no le haya causado ningún perjuicio. Es suficiente
con que tengan interés en invocar el acto ostensible.

290
UNIDAD VIII: LA CONTRAESCRITURA Y SIMULACIÓN

Si el litigante que pretenda desconocer la contra escritura tenía conocimiento, no hay


ya apariencia, y no existe razón para protegerlo. La existencia de un acto aparente lleva
a presumir que el tercero ignoraba la convención verdadera.

La acción en simulación, es una acción autónoma y declarativa, tendiente a hacer constar


de un modo autorizado la falta de realidad o la verdadera naturaleza de una relación
jurídica”. La simulación puede también alegarse por vía de excepción, cuando el actor
intenta hacer producir efectos al acto ostensible tras el cual ninguna realidad existe o al
acto ficticio que oculta el verdadero consentimiento.

La mayoría de los doctrinarios coinciden en señalar que los requisitos de la simulación


son dos: 1) el acuerdo simulatorio; y, 2) el fin de engañar a terceros.

Como la simulación tiene por finalidad producir un acto jurídico aparente, el propósito
de engañar le es propio. El engaño va dirigido a los terceros, aunque sea un engaño no
reprobado por la ley. En éste último término, el engaño no siempre es fraude de los
terceros, porque la simulación puede tener una finalidad lícita como ilícita. Es decir, no
es necesario el animus nocendi, sino el animus decipiendi.

Existen varios tipos de simulación: Absoluta, relativa, total, parcial, lícita, ilícita, e
interpósita persona.

La Suprema Corte de Justicia, en funciones de Corte de Casación, ha estimado que la


simulación es una cuestión de hecho que los jueces del fondo aprecian soberanamente y
escapa por lo mismo a la censura de la Corte de Casación.

Como los jueces tienen un poder soberano para apreciar si el acto en cuestión es simulado
o no, el acto legalizado por un notario puede ser declarado simulado, lo cual se puede
probar por cualquier medio de prueba.

291
Las Obligaciones

Actividades de la unidad VIII


Responde lo que a continuación se te pide. Justifica la respuesta con los textos
legales, doctrina o jurisprudencia.

1) Indica qué es la simulación y enumera 3 situaciones en las que se advierta una


simulación.

2) Elabora un diario de doble entrada, y relaciona los efectos de la simulación relativa y


absoluta, y la forma de probar cada una.

3) Busca tres jurisprudencias relacionadas con la simulación y entregarla al facilitador


para ser discutida.

Caso No. 14.


En fecha 18 de marzo de 2017, el señor ZACARÍAS, suscribió un pagaré mediante acto
auténtico, a favor del señor SIN PIEDAD, por la suma de QUINIENTOS MIL PESOS
(RD$500,000.00), con vencimiento el 18 de marzo de 2018. El señor SIN PIEDAD, hizo
que el deudor le firmara un contrato donde éste le vendía una propiedad inmobiliaria,
por valor de DIEZ MILLONES DE PESOS (RD$10,000.000.00), como una manera
de garantizar su crédito, pero al mismo tiempo ambos firmaron un documento donde
reconocían que no se trataba de una venta, sino un acto disfrazado. Llegada la fecha
del 17 de marzo de 2017, ZACARÍAS, no pagó el préstamo, por lo que el señor SIN
PIEDAD, demandó en ejecución de contrato y desalojo, ya que SIN PIEDAD, no le
había hecho entrega del inmueble. ZACARÍAS, se defiende alegando, que el acto de
venta es ficticio, ya que en realidad se trataba de un préstamo. El tribunal apoderado
falló declarando que se trataba de un préstamo y no de una venta, y para ello tomó
en cuenta varios testimonios. Responda las preguntas que se indican a continuación
invocando textos legales, doctrina y jurisprudencia.

1) Fue correcta la decisión del tribunal.


2) Si hubiese sido usted el juez como hubiera decidido el conflicto.

292
UNIDAD VIII: LA CONTRAESCRITURA Y SIMULACIÓN

Ejercicio de auto evaluación.


Escoge V o F, según que el enunciado sea verdadero o falso.

1) V. F. En la simulación sólo existe un acto desconocido por las partes.

2) V. F. El acto simulado hace plena fe entre las partes contratantes.

3) V. F. La simulación alegada por un tercero se debe probar por escrito.

4) V. F. Los jueces del fondo gozan de un poder soberano para apreciar si el acto es
simulado, aunque el mismo haya sido legalizado por un notario.

5) V. F. En materia de derecho registrado, procede hacer la prueba de simulación


únicamente aportando el contraescrito.

Completa correctamente los espacios en blanco.

1) ____________________________, consiste en que una persona aparece como


celebrante de un contrato, cuando en realidad es otra persona.

2) ____________________________, tiene por finalidad perjudicar a terceros u


ocultar la violación de normas de orden público.

3) ____________________________, ocurre cuando la actuación abarca la totalidad


del acto que se alega simulado.

4) __________________________, ocurre cuando se simula una operación jurídica y


en realidad se ha realizado otra distinta.

5) _________________________________, es una acción autónoma y declaratoria


que tiene por finalidad hacer constatar la falta de realidad o la verdadera naturaleza.

293
Las Obligaciones

Bibliografía Básica Unidad VIII


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-Headrick, William C., 2007, Contratos y Cuasicontratos, en derecho francés y dominicano,


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-Hernández Ramos, Pedro Pablo, 2010. Los Incidentes de la Prueba Literal


(Procedimiento de Verificación de Escritura e Inscripción en Falsedad), 2da. Ed.,
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Contrato y Los Cuasicontratos, Tomo I, Asociación Hipólito Herrera Billini, Ediciones
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294
RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS DE
AUTOEVALUACIÓN DE CADA UNIDAD
Unidad I.
1) F.
2) F.
3) F.
4) V.
5) V.

Unida II
1) F. 1) Sinalagmático
2) V. 2)Solemnes
3) F. 3) Convención
4) V. 4) Innominados
5) V. 5) Real

Unidad III
1) F 1) Objeto/Causa
2) F. 2) Dolo
3) F. 3) Capacidad de ejercicio
4) F. 4) La lesión.
5) V. 5) La capacidad.
6) F
7) V
8)V
9)V
10) F

Unidad IV
1) F. 1) F.
2) V. 2) F.
3) F. 3) F.
4) F. 4) F
5) F. 5) F.
6) F
7) F
8) F
9) F
10)

295
Las Obligaciones

Unidad V.
1) Confusión
2) Condición resolutoria.
3) La prescripción
4) La novación
5) La nulidad.

Unidad VI.
1) F.
2) F.
3) V.
4) F.
5) V.
6) V 1) Presunción legal
7) V. 2) Acto auténtico
8) V. 3) Las presunciones
9) F. 4) El acto bajo firma privada
10) F. 5) Oficiales públicos.

Unidad VII
1) F.
2) V.
3) F.
4) V.
5) V.
6) F. 1) Nulidad.
7) V. 2) Resolución
8) V. 3) Resiliación.
9) V 4) Revocación.
10) F. 5) Rescisión.

Unidad VIII
1) F. 1) Simulación interpósita persona.
2) V. 2) Simulación ilícita.
3) F. 3) Simulación total.
4) V. 4) Simulación relativa.
5) F. 5) Acción en simulación.

296
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de mayo del 20 de mayo de 1885 y sus modificaciones

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299

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