Está en la página 1de 2

Trabajo Práctico: Escuelas, Corrientes y Sistemas de la Psicología

Comisión: Esteban Moraschetti

Consigna: Conceptualizar el caso Florencia desde los aportes del Conductismo y desde los
aportes de la Terapia Cognitiva.

Caso Florencia:

Una joven de 19 años llega a consulta derivada desde un servicio de salud pública de la
ciudad de Córdoba. Refiere estar en tratamiento psicológico, de manera intermitente,
desde que tenía 14 años.

Al ingresar al consultorio se muestra desafiante, se deja caer en el sillón con desdén y


permanece en silencio hasta que el terapeuta pregunta sobre el motivo de su consulta.

La joven expresa lo siguiente: “me mandan acá porque no saben qué hacer conmigo,
soy un desastre, hago todo mal y se querían sacar el problema de encima”. Comenta
que ha intentado múltiples tratamientos psicoterapéuticos y que no ha logrado
superar los problemas que la aquejan. Respecto a su padecimiento, refiere:

“Siento una angustia insoportable, como si me quemara por dentro, no puedo manejar
lo que me pasa y no sé qué es. A veces el dolor es tan insoportable que me termino
cortando (…) no es que haga sentir mejor pero al menos siento un alivio. Después me
quedo ahí, inmóvil, mirando la nada misma”.

Comenta que estuvo internada cuando tenía 18 años y que no quiere volver a
atravesar por una situación similar en el futuro. No obstante afirma “sé que voy a
terminar muriéndome ahí adentro, me voy a volver loca”. Por otra parte, dice ser
explosiva, que ante situaciones que le resultan insoportables rompe objetos de su casa
ya que esto le permite descargarse. Al indagar sobre este asunto expresa “en mi casa
todos gritan, mi mamá grita todo el día, le grita a mi hermano, me grita a mí, te quema
la cabeza (al relatar esto sujeta su cabeza con ambas manos), llega un momento en
que no aguanto más y empiezo a hacer un escándalo y romper cosas (…) cuando ve
que me pongo así deja de gritar”. También refiere que luego de realizarse cortes, la
madre se muestra preocupada y trata de consolarla y calmarla “es el único momento
en que es madre”.

Al consultársele por sus vínculos sociales, se muestra angustiada. Comenta situaciones


en las que tuvo intensas manifestaciones de ira hacia quienes eran sus amigas, lo que
llevó a que ellas se alejaran y no continuaran la relación. Afirma que solamente le
queda su familia y su novio, aunque dice “mi novio piensa que soy una loca, no lo dice
pero se nota por cómo me mira y me trata”. También expresa temor a ser abandonada
por él en función de algunas situaciones y comenta lo siguiente “a veces él está
haciendo su vida, jugando al fútbol por ejemplo, yo lo llamo y si él no me contesta me
pongo muy mal, me vuelvo a cortar y le escribo diciéndole que por su culpa estoy así,
él entonces se asusta y viene a verme y me consuela y dice que me ama y jamás me
haría daño. Esto pasó varias veces, no sé cuánto va a aguantar”.

Respecto al vínculo con su novio, Florencia dice que no todo es malo, que a veces salen
y se divierten, que le gusta mucho consumir alcohol porque se siente eufórica. Niega
consumo de otras sustancias diciendo “probé marihuana pero me pegué un muy mal
viaje y la cocaína no me llama”.

Antes de finalizar la sesión refiere una situación en la que sufrió una situación de abuso
de parte de su primo y expresa que al pasar por la casa de su tía (donde ocurrió el
hecho) siente mucha angustia y un miedo que no puede manejar. Esto mismo ocurre-
con menor intensidad- los días de celebración de fin de año (fecha ocurrió la situación
con su primo).

Por otra parte, refiere no saber cómo manejar cuestiones relativas al vínculo con su
familia de origen, especialmente con su madre de quien dice lo siguiente “es fría
conmigo, lo único que hace es gritar (…) mi papá está harto, ya se fue dos veces de
casa y volvió por nosotros (hijos) ella explota por cualquier cosa, una mínima cosa que
no le guste y empieza a decir que se va a matar, que nadie la valora (…) mi papá vuelve
preocupado y así siempre”. También comenta “antes cuando me ponía mal y me
enojaba tiraba cosas, rompí tres celulares, y después no tenía con qué conectarme con
la gente así que no lo hice más. Ahí fue que cambié y empecé a rasguñarme yo y
después a cortarme”. Luego agrega “mi mamá dice que soy una loca pero ella es igual,
le tira con los platos a mi papá, te juro que ya me alcanza con escuchar que algo se
cayó el piso o un ruido fuerte y ya siento que se me viene el mundo abajo, ya pienso
que están peleando y que me va a venir a gritar a mí”. Además afirma “Mi papá me
lleva a todos lados, ahora quiere que venga acá, a mí nadie me quiere, a veces la gente
es falsa pero no me soporta nadie, también a vos te voy a cansar y te vas a ir”

También podría gustarte