Está en la página 1de 2

L. acude a consulta el 19/octubre/2021. Tiene 36 años.

Actualmente vive sola en un pueblo de Segovia con un perro y un gato


(“te hacen compaía”). Tuvo un accidente de tráfico, motivo por el cual desarrolla una enfermedad crónica en una extremidad
que le genera dolor constante y por la cual tiene una incapacidad. Trabaja por cuenta propia de forma remota “es vocacional,
con la pensión que tengo me daría para vivir”. En cuanto a su historia, acabó la ESO repitiendo 3º y 4º- A los 16 años empezó
a trabajar. A los 18 años sus padres le dijeron que se fuera de casa (práctica habitual con todos los hermanos de la familia).
Empezó trabajando como comercial, después en una oficina en la que estuvo 7 años hasta que tuvo el accidente. En 2018
acude a los servicios de salud mental de la seguridad social, momento desde el cual lleva acudiendo sin notar mejoría. En
Agosto de 2020 acude de nuevo a la seguridad social. “Lloraba sin motivo, todo me afectaba más”. Le diagnostican
“ansiedad” y “depresión” y la citaron una vez al mes. “No evolucionas mucho”. En mayo de 2021 le quisieron ingresar por
ideación y planificación suicida. “Llegué a un acuerdo”. Desde ese momento acudía una vez cada dos semanas al psiquiatra.
Lleva tomando medicación desde mayo del 2020. 2 pastillas de Setralina 50 mg por la mañana. “Con la pastilla, no tengo
tantas ganas de llorar y me noto más calmada”. Para dormir toma Lormetacepam (dos pastillas de 2 mg) y Triptizol (de 25
mg) en función de cuánto le duela su extremidad. Lleva tomando pastillas para dormir desde el accidente. Uno de los
psiquiatras le subió la dosis cuando acudió a consulta. Evalúo terapias anteriores. Estuvo trabajando con una terapeuta de
pareja y sexual con una ex pareja. Respecto a las intervenciones del psiquiatra, refiere que le daba pautas “me hacía pensar”.
Sin embargo, la psicóloga de la seguridad social no le daba pautas. “Se asustó con los pensamientos y fue a llamar al
psiquiatra. Yo tenía juicios, no podía dejar a los clientes tirados”. En ese momento, quería dejar “arreglado” el testamento.
Evalúo el motivo de consulta y refiere “no lo sé, no sé por qué me siento mal. Ahora no debería sentirme mal, trabajo de lo
que me gusta, económicamente estoy bien, la enfermedad es la misma de siempre”. Su pareja la dejó en abril. Una semana
antes, ella le había expresado que se sentía muy mal y tenía ideación suicida. “Le dije los pensamientos que tenía y me dejó”.
Se emociona. “Yo ya tenía la depresión de antes”. Cree que lo que ella etiqueta como “depresión” se inicia desde hace 3
años. En ese momento se encontraba haciendo un máster, se sentía muy valorada por los profesores, tenía muy buenos
resultados académicos. El verano anterior a iniciar el máster lo dejó con su anterior pareja con la que llevaba 8 años.
Actualmente tienen muy buena relación. A finales de septiembre empieza una relación con una chica que conoce en el máster
(un año después de la ruptura). Estuvieron juntas 1 año y medio. “Antes de conocerla me sentía súper bien, era la reina del
mambo, me decía a mí misma cosas positivas. Quedaba con unos con otros… estaba súper bien”. “El verano siguiente me
sentía muy mal conmigo” (septiembre 2019). Su ex pareja estaba en tratamiento psicológico. Tuvieron problemas sexuales,
los superaron. Empezó a notar cómo se reducían su auto-estima y su estado de ánimo. Empezó a tener atracones. “Cuando
mi ex me dejó, me obsesioné”. Enfocó toda su ansiedad en la ruptura. “Parecía que todos mis problemas eran que me había
dejado”. Relaciona toda la ansiedad que siente con su ex. Mira sus redes sociales, se pregunta por qué la dejó… “El problema
con mi ex es que no sé qué pasó. Es lo que me atormentó. Un día estábamos bien y al otro me dejó.” Su ex le dejó por teléfono
sin darle explicaciones y no volvieron a hablar. Se emociona. “El psiquiatra me dijo: a ti lo que te mata es la incertidumbre”.
Habló con ella y lo único que le dijo es que no podía estar con ella pero que la amaba. Intercambiaron mensajes y llamadas.
L. acudió a casa de su ex en septiembre y “me cerró la puerta en la cara. Apareció su madre y se asustó, me dijo: no quiere
ni verte ni hablar contigo”. Evalúo ideación. “Depende del día, me meto en la cama y pienso un día más. Aún no se me han
quitado pero los tengo más calmados desde hace un mes. No son constantes, antes era una decisión.” Había planificado cómo
hacerlo. “Ahora aunque me vengan esos pensamientos, tiro”. Verbaliza no tener intención de hacerlo. Actualidad. “Ganas
de trabajar no tengo, rutina no tengo. Antes era el sofá, ahora estoy en la cama. En las videollamadas me paso al despacho.
Trabajo por compromiso, lo voy dilatando”. Lo anterior le genera mucha ansiedad. “El trabajo en sí es estresante, hay que
cumplir plazos…”. Refiere tener dificultades de concentración y errores graves. Hablando de los profesionales de la salud
mental, refiere: “yo intento hacer todo lo que me decís, la hora de pasear aún no la he conseguido”. Tiene puestas notas de
cuando se sentía bien, logros. Se encuentra físicamente agotada. No tiene ninguna rutina ni hábito respecto a actividades del
día a día (comer, ducharse…).Refiere que antes le gustaba cocinar, ir a conciertos, leer. Ahora refiere que no le apetece hacer
nada y le cuesta hasta leer sentencias de su trabajo. En cuanto a su auto-estima, refiere “yo estaba bien, perdí peso, tenía un
cuerpazo… ahí tuve el accidente y pensé ¿qué hago con mi vida?”. “Creo que quedarme en casa me ha comido la cabeza”.
“Yo pienso mucho. El problema que tengo es que siempre pienso mucho. Yo siempre he tenido que ser la fuerte de la casa,
no me podía permitir pensar”. Define a su familia como complicada.
“No soy una persona que pare hasta que encuentro una solución. Yo lo que peor llevo es no entender. Mi cabeza no para”.
Respecto a sus actividad diaria, refiere estar todos los días en casa, la mayor parte del tiempo en la cama, recordando a su ex
y experimentando ansiedad. No es capaz de realizar tareas básicas como alimentarse, ducharse, hacer las tareas de la casa y
del trabajo.

1. Evaluar conductas problema


2. Esbozar hipótesis funcionales
3. Diseño de intervención: objetivos y técnicas

También podría gustarte