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Presentación

Nombres del Estudiante


Adriana Cruz Ramos

Tema del Trabajo:


Trastorno Del Neurodesarrollo
Materia:
Psicopatología
Sección:
992

Matricula
15-EPSS-2-073

Fecha:
6/12/17
Rescindo:
Romana

Profesor:
Félix Martínez Patrocino
Trastornos del neurodesarrollo

El cerebro del niño no es una réplica del cerebro del adulto en


miniatura, sino que es un cerebro en continuo desarrollo, con un
crecimiento a veces vertiginoso, y sujeto a un sinfín de
modificaciones y conexiones debidas a la continua estimulación que
le proporciona el entorno en el que se desarrolla.

Es fundamental conocer el desarrollo del sistema nervioso y sus


diferentes etapas para comprender los déficits que pueden aparecer
por un desarrollo anormal del cerebro o a causa de daños en el
mismo a edades tempranas. Dependiendo del momento en el que se
produzcan estas anormalidades o daños (durante el embarazo, en el
periodo perinatal o en el transcurso de la infancia), sus repercusiones
variarán.

Algunos de los trastornos incluidos en esta clasificación pueden


solucionarse completamente mediante una intervención adecuada.
Otros son crónicos, pero en este caso también es fundamental una
correcta intervención, ya que es posible mitigar en mayor o menor
grado y, en algunos casos, incluso eliminar, las consecuencias
negativas o síntomas producidos por el trastorno en cuestión.

* La discapacidad intelectual cumple todos los criterios para


pertenecer a esta categoría, pero hemos considerado justificado
asignarle una sección propia.

Trastorno de atención con hiperactividad (TDAH)


Se caracteriza por síntomas manifiestos de desatención y/o
impulsividad-hiperactividad. Se presentan subtipos dependiendo de
si el síntoma predominante es el déficit de atención, la
hiperactividad-impulsividad o si ambos equivalentes.

Las principales manifestaciones de cada una de las áreas son:


Desatención:
- Falta de atención a los detalles y comisión de errores por descuido.
- Dificultad para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas.
- Se distrae fácilmente con estímulos irrelevantes.
- Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
- No sigue instrucciones ni finaliza tareas.
- Tiene dificultades para organizar tareas y actividades.
- Evita en la medida de lo posible tareas que requieren un esfuerzo
mental sostenido.
- Es descuidado en las actividades diarias.

Hiperactividad:
- Se remueve en el asiento o mueve en exceso manos y pies.
- Se levanta en situaciones en las que debería permanecer sentado.
- Exceso de energía.
- Corre o salta excesivamente en situaciones inapropiadas (en
adultos, sensación de inquietud).
- Dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de
ocio.
- Habla en exceso.
Impulsividad:

- Se precipita en las respuestas sin haber dejado acabar la pregunta.


- Tiene dificultades para guardar turno.
- Interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros.
Leer más sobre TDAH

Trastornos específicos del aprendizaje


Las habilidades cognitivas no son homogéneas en una misma
persona, pero si tras un desarrollo apropiado existe un área
particularmente deficitaria, nos referimos a un problema específico
en el aprendizaje. Se caracteriza por un rendimiento académico
sustancialmente por debajo de lo esperado dadas la edad cronológica
del sujeto, la medición de su inteligencia y una enseñanza apropiada
para su edad. Interfieren significativamente en el rendimiento en la
escuela, dificultando el adecuado progreso del niño y la consecución
de las metas marcadas en los distintos planes educativos.

Trastorno de lectura (dislexia)


Se caracteriza por un deterioro de la capacidad para reconocer
palabras, lectura lenta e insegura y escasa comprensión.

Trastorno de la expresión escrita (disgrafía)


El problema puede estar en la escritura concreta de palabras o en la
redacción-composición general.

Trastorno del cálculo (discalculia)

Afecta al aprendizaje de los conocimientos aritméticos básicos


(suma, resta, multiplicación y división), más que a los conocimientos
matemáticos más abstractos (álgebra o geometría).

Trastornos de la comunicación

Aparecen cuando el desarrollo del lenguaje no sigue el patrón


previsto o se producen déficits significativos en alguno de sus
aspectos. Las características lingüísticas de cada trastorno varían en
función de su gravedad y de la edad del niño.

Trastorno de la expresión

La capacidad para la expresión oral es marcadamente inferior al


nivel adecuado para la edad mental del niño. Las dificultades pueden
aparecer tanto en el lenguaje verbal como el gestual.

Sus principales características son: un habla limitada


cuantitativamente, vocabulario reducido, dificultad para la
adquisición de palabras nuevas, errores de vocabulario o de
evocación de palabras, frases excesivamente cortas, estructuras
gramaticales simplificadas, limitación de las variedades de
estructuras gramaticales y de los tipos de frases, omisiones de partes
críticas de las oraciones, utilización de un orden inusual de palabras
y enlentecimiento en el desarrollo del lenguaje.
Trastorno de la comprensión

La capacidad para la comprensión es marcadamente inferior al nivel


adecuado para la edad mental del niño. También está notablemente
afectada la expresión (este trastorno suele llamarse “trastorno mixto
del lenguaje receptivo-expresivo”), lo que se debe a que el desarrollo
del lenguaje expresivo descansa en la adquisición de las habilidades
receptivas.

Aparte de las características propias del trastorno de expresión


mencionado previamente, en este caso se observa dificultad para
comprender palabras, frases o tipos específicos de palabras. También
puede llegar a darse un déficit en distintas áreas del procesamiento
auditivo: discriminación de sonidos, asociación de sonidos y
símbolos, almacenamiento, rememoración y secuenciación.

Trastorno fonológico (dislalia)

Su principal característica es la incapacidad para utilizar los sonidos


del habla evolutivamente apropiados para la edad y el idioma del
niño.

Puede implicar errores de la producción, utilización, representación u


organización de los sonidos, como por ejemplo sustituciones de un
sonido por otro u omisiones de sonidos.

Tartamudeo (disfemia)

Trastorno de la fluidez normal y estructuración temporal del habla


inapropiada para la edad del sujeto.

Se caracteriza por frecuentes repeticiones o prolongaciones de


sonidos o sílabas. También pueden presentarse interjecciones,
fragmentación de palabras, bloqueo (audible o silencioso),
circunloquios, palabras producidas con un exceso de tensión física y
repeticiones de monosílabos.

No suele producirse durante una lectura oral, cantando o hablando a


objetos inanimados o animales.
Trastornos del espectro autista (TEA)

Son un grupo de discapacidades del desarrollo que pueden causar


problemas graves, y hasta crónicos, de socialización, comunicación y
conducta.

La forma en la que estas alteraciones se manifiestan varía mucho de


un niño a otro, de ahí que se hable de un "espectro" o "continuo de
trastornos", lo que significa que existen diferentes maneras en las
que los síntomas de este tipo de trastornos aparecen y que la
gravedad de los mismos varía de unos casos a otros. El cuadro
clínico no es uniforme ni está absolutamente demarcado, y su
presentación oscila en un espectro de mayor a menor afectación,
varía con el tiempo y se ve influido por factores como el grado de
capacidad intelectual asociada o el acceso a apoyos especializados.

Las personas con TEA procesan la información en su cerebro de


manera distinta a los demás y se desarrollan a un ritmo distinto en
cada área. Se caracterizan por la presentación de dificultades
clínicamente significativas y persistentes en la comunicación social
(marcada dificultad en la comunicación no verbal y verbal usada en
la interacción, ausencia de reciprocidad social y dificultades para
desarrollar y mantener relaciones con iguales apropiadas para el
nivel de desarrollo), conductas estereotipadas motoras o verbales,
comportamientos sensoriales inusuales, adherencia excesiva a rutinas
y patrones de comportamiento ritualistas e intereses restringidos.
TRASTORNO DEL DESARROLLO NEUROLÓGICO
SEGÚN EL DSM-5
La discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) es un
trastorno que comienza durante el período de desarrollo y que incluye
limitaciones del funcionamiento intelectual como también del
comportamiento adaptativo en los dominios conceptual, social y práctico.
Se deben cumplir los tres criterios siguientes:
Deficiencias de las funciones intelectuales, como el razonamiento, la
resolución de problemas, la planificación, el pensamiento abstracto, el
juicio, el aprendizaje académico y el aprendizaje a partir de la experiencia,
confirmados mediante la evaluación clínica y pruebas de inteligencia
estandarizadas individualizadas.
Deficiencias del comportamiento adaptativo que producen fracaso del
cumplimiento de los estándares de desarrollo y socioculturales para la
autonomía personal y la responsabilidad social. Sin apoyo continuo, las
deficiencias adaptativas limitan el funcionamiento en una o más actividades
de la vida cotidiana, como la comunicación, la participación social y la vida
independiente en múltiples entornos tales como el hogar, la escuela, el
trabajo y la comunidad.

Inicio de las deficiencias intelectuales y adaptativas durante el período de


desarrollo.
GRAVEDAD: LEVE
En niños de edad preescolar, puede no haber diferencias conceptuales
manifiestas. En niños de edad escolar y en adultos, existen dificultades en el
aprendizaje de aptitudes académicas relativas a la lectura, la escritura, la
aritmética, el tiempo o el dinero, y se necesita ayuda en uno o más campos
para cumplir las expectativas relacionadas con la edad. En adultos, existe
alteración del pensamiento abstracto, la función ejecutiva (es decir,
planificación, definición de estrategias, determinación de prioridades y
flexibilidad cognitiva) y de la memoria a corto plazo, así como del uso
funcional de las aptitudes académicas (p. ej., leer, manejar el dinero). Existe
un enfoque algo concreto a los problemas y soluciones en comparación con
los grupos de la misma

GRAVEDAD: MODERADO
Durante todo el desarrollo, las habilidades conceptuales de los individuos
están notablemente retrasadas en comparación con sus iguales. En
preescolares, el lenguaje y las habilidades pre académicas se desarrollan
lentamente.

En niños de edad escolar, el progreso de la lectura, la escritura, las


matemáticas y del tiempo de comprensión y el dinero se produce lentamente
a lo largo de los años escolares y está notablemente reducido en comparación
con sus iguales. En adultos, el desarrollo de las aptitudes académicas está
típicamente en un nivel elemental y se necesita ayuda para todas las
habilidades académicas, en el trabajo y en la vida personal. Se necesita ayuda
continua diaria para completar tareas conceptuales de la vida cotidiana, y
otros pueden encargarse totalmente de las responsabilidades del individuo.
GRAVEDAD: GRAVE
Las habilidades conceptuales están reducidas. El individuo tiene
generalmente poca comprensión del lenguaje escrito o de conceptos que
implican números, cantidades, tiempo y dinero. Los cuidadores
proporcionan un grado notable de ayuda para la resolución de problemas
durante toda la vida.

GRAVEDAD: PROFUNDO
Las habilidades conceptuales implican generalmente el mundo físico más
que procesos simbólicos El individuo puede utilizar objetos dirigidos a un
objetivo para el cuidado de sí mismo, el trabajo y el ocio. Se pueden haber
adquirido algunas habilidades visuoespaciales, como la concordancia y la
clasificación basada en características físicas. Sin embargo, la existencia
concurrente de alteraciones motoras y sensitivas puede impedir un uso
funcional de los objetos.

RETRASO GLOBAL DEL DESARROLLO


Este diagnóstico se reserva para individuos menores de 5 años cuando el
nivel de gravedad clínica no se puede valorar de forma fiable durante los
primeros años de la infancia. Esta categoría se diagnostica cuando un sujeto
no cumple con los hitos de desarrollo esperados en varios campos del
funcionamiento intelectual, y se aplica a individuos en los que no se puede
llevar a cabo una valoración sistemática del funcionamiento intelectual,
incluidos niños demasiado pequeños para participar en las pruebas
estandarizadas.

Esta categoría se debe volver a valorar después de un período de tiempo.

Discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) no


especificada.

Esta categoría se reserva para individuos mayores de 5 años cuando la


valoración del grado de discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo
intelectual) mediante procedimientos localmente disponibles es difícil o
imposible debido a deterioros sensoriales o físicos asociados, como ceguera
o sordera perlingual, discapacidad locomotora o presencia de problemas de
comportamiento graves o la existencia concurrente de trastorno mental. Esta
categoría sólo se utilizará en circunstancias excepcionales y se debe volver
a valorar después de un período de tiempo.
TRASTORNOS DE LA COMUNICACIÓN

TRASTORNO DEL LENGUAJE


A. Dificultades persistentes en la adquisición y uso del lenguaje en todas sus
modalidades (es decir, hablado, escrito, lenguaje de signos u otro) debido a
deficiencias de la comprensión o la producción que incluye lo siguiente:
1. Vocabulario reducido (conocimiento y uso de palabras).
2. Estructura gramatical limitada (capacidad para situar las palabras y las
terminaciones de palabras juntas para formar frases basándose en reglas
gramaticales y morfológicas).
3. Deterioro del discurso (capacidad para usar vocabulario y conectar frases
para explicar o describir un tema o una serie de sucesos o tener una
conversación).
B. Las capacidades de lenguaje están notablemente y desde un punto de vista
cuantificable por debajo de lo esperado para la edad, lo que produce
limitaciones funcionales en la comunicación eficaz, la participación social,
los logros académicos o el desempeño laboral, de forma individual o en
cualquier combinación.
C. El inicio de los síntomas se produce en las primeras fases del período de
desarrollo.
D. Las dificultades no se pueden atribuir a un deterioro auditivo o sensorial
de otro tipo, a una disfunción motora o a otra afección médica o neurológica
y no se explica mejor por discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo
intelectual) o retraso global del desarrollo.
TRASTORNO FONOLÓGICO

A. Dificultad persistente en la producción fonológica que interfiere con la


inteligibilidad del habla o impide la comunicación verbal de mensajes.
B. La alteración causa limitaciones en la comunicación eficaz que interfiere
con la participación social, los logros académicos o el desempeño laboral, de
forma individual o en cualquier combinación.
C. El inicio de los síntomas se produce en las primeras fases del período de
desarrollo.
D. Las dificultades no se pueden atribuir a afecciones congénitas o
adquiridas, como parálisis cerebral, paladar hendido, hipoacusia,
traumatismo cerebral u otras afecciones médicas o neurológicas.

TRASTORNO DE LA FLUIDEZ DE INICIO EN LA


INFANCIA (TARTAMUDEO)

A. Alteraciones de la fluidez y la organización temporal normales del habla


que son inadecuadas para la edad del individuo y las habilidades de lenguaje,
persisten con el tiempo y se caracterizan por la aparición frecuente y notable
de uno (o más) de los siguientes factores:
1. Repetición de sonidos y sílabas.
2. Prolongación de sonido de consonantes y de vocales.
3. Palabras fragmentadas (p. ej., pausas en medio de una palabra).
4. Bloqueo audible o silencioso (pausas en el habla, llenas o vacías).
5. Circunloquios (sustitución de palabras para evitar palabras
problemáticas).
6. Palabras producidas con un exceso de tensión física.
7. Repetición de palabras completas monosilábicas (p. ej., “Yo-Yo-Yo-Yo
lo veo”).
B. La alteración causa ansiedad al hablar o limitaciones en la comunicación
eficaz, la participación social, el rendimiento académico o laboral de forma
individual o en cualquier combinación.
C. El inicio de los síntomas se produce en las primeras fases del período de
desarrollo. (Nota: Los casos de inicio más tardío se diagnostican como
trastorno de la fluidez de inicio en el adulto.)

D. La alteración no se puede atribuir a un déficit motor o sensitivo del habla,


difluencia asociada a un daño neurológico (p. ej., ictus, tumor, traumatismo)
o a otra afección médica y no se explica mejor por otro trastorno mental.
TRASTORNO DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL
(PRAGMÁTICO)

A. Dificultades persistentes en el uso social de la comunicación verbal y no


verbal que se manifiesta por todos los siguientes factores:
1. Deficiencias en el uso de la comunicación para propósitos sociales, como
saludar y compartir información, de manera que sea apropiada al contexto
social.
2. Deterioro de la capacidad para cambiar la comunicación de forma que se
adapte al contexto o a las necesidades del que escucha, como hablar de forma
diferente en un aula o en un parque, conversar de forma diferente con un niño
o con un adulto, y evitar el uso de un lenguaje demasiado formal.
3. Dificultades para seguir las normas de conversación y narración, como
respetar el turno en la conversación, expresarse de otro modo cuando no se
es bien comprendido y saber cuándo utilizar signos verbales y no verbales
para regular la interacción.
4. Dificultades para comprender lo que no se dice explícitamente (p. ej.,
hacer inferencias) y significados no literales o ambiguos del lenguaje (p. ej.,
expresiones idiomáticas, humor, metáforas, múltiples significados que
dependen del contexto para la interpretación).
B. Las deficiencias causan limitaciones funcionales en la comunicación
eficaz, la participación social, las relaciones sociales, los logros académicos
o el desempeño laboral, ya sea individualmente o en combinación.
C. Los síntomas comienzan en las primeras fases del período de desarrollo
(pero las deficiencias pueden no manifestarse totalmente hasta que la
necesidad de comunicación social supera las capacidades limitadas).
D. Los síntomas no se pueden atribuir a otra afección médica o neurológica
ni a la baja capacidad en los dominios de morfología y gramática, y no se
explican mejor por un trastorno del espectro del autismo, discapacidad
intelectual (trastorno del desarrollo intelectual), retraso global del desarrollo
u otro trastorno mental.

TRASTORNO DE LA COMUNICACIÓN NO
ESPECIFICADO
Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas
característicos del trastorno de la comunicación que causan malestar
clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas
importantes del funcionamiento pero que no cumplen todos los criterios del
trastorno de la comunicación o de ninguno de los trastornos de la categoría
diagnóstica de los trastornos del desarrollo neurológico. La categoría del
trastorno de la comunicación no especificado se utiliza en situaciones en las
que el clínico opta por no especificar el motivo de incumplimiento de los
criterios de trastorno de la comunicación o de un trastorno del desarrollo
neurológico específico, e incluye presentaciones en las no existe suficiente
información para hacer un diagnóstico más específico.
TRASTORNO DEL ESPECTRO DEL AUTISMO

A. Deficiencias persistentes en la comunicación social y en la interacción


social en diversos contextos, manifestado por lo siguiente, actualmente o por
los antecedentes (los ejemplos son ilustrativos, pero no exhaustivos):
1. Las deficiencias en la reciprocidad socioemocional, varían, por ejemplo,
desde un acercamiento social anormal y fracaso de la conversación normal
en ambos sentidos pasando por la disminución en intereses, emociones o
afectos compartidos hasta el fracaso en iniciar o responder a interacciones
sociales.
2. Las deficiencias en las conductas comunicativas no verbales utilizadas en
la interacción social, varían, por ejemplo, desde una comunicación verbal y
no verbal poco integrada pasando por anomalías del contacto visual y del
lenguaje corporal o deficiencias de la comprensión y el uso de gestos, hasta
una falta total de expresión facial y de comunicación no verbal.
3. Las deficiencias en el desarrollo, mantenimiento y comprensión de las
relaciones, varían, por ejemplo, desde dificultades para ajustar el
comportamiento en diversos contextos sociales pasando por dificultades para
compartir juegos imaginativos o para hacer amigos, hasta la ausencia de
interés
por otras personas.
La gravedad se basa en deterioros de la comunicación social y en patrones
de comportamiento restringidos y repetitivos.
B. Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o
actividades, que se manifiestan en dos o más de los siguientes puntos,
actualmente o por los antecedentes (los ejemplos son ilustrativos, pero no
exhaustivos):
1. Movimientos, utilización de objetos o habla estereotipados o repetitivos
(p. ej., estereotipias motoras simples, alineación de los juguetes o cambio de
lugar de los objetos, ecolalia, frases idiosincrásicas).
2. Insistencia en la monotonía, excesiva inflexibilidad de rutinas o patrones
ritualizados de comportamiento verbal o no verbal (p. ej., gran angustia
frente a cambios pequeños, dificultades con las transiciones, patrones de
pensamiento rígidos, rituales de saludo, necesidad de tomar el mismo camino
o de comer los mismos alimentos cada día).
3. Intereses muy restringidos y fijos que son anormales en cuanto a su
intensidad o foco de interés (p. ej., fuerte apego o preocupación por objetos
inusuales, intereses excesivamente circunscritos o perseverantes).
4. Hiper- o hiporreactividad a los estímulos sensoriales o interés inhabitual
por aspectos sensoriales del entorno (p. ej., indiferencia aparente al
dolor/temperatura, respuesta adversa a sonidos o texturas específicos, olfateo
o palpación excesiva de objetos, fascinación visual por las luces o el
movimiento).
La gravedad se basa en deterioros de la comunicación social y en patrones
de comportamiento restringidos y repetitivos
C. Los síntomas han de estar presentes en las primeras fases del período de
desarrollo (pero pueden no manifestarse totalmente hasta que la demanda
social supera las capacidades limitadas, o pueden
estar enmascarados por estrategias aprendidas en fases posteriores de la
vida).
D. Los síntomas causan un deterioro clínicamente significativo en lo social,
laboral u otras áreas importantes del funcionamiento habitual.
E. Estas alteraciones no se explican mejor por la discapacidad intelectual
(trastorno del desarrollo intelectual) o por el retraso global del desarrollo. La
discapacidad intelectual y el trastorno del espectro del autismo con
frecuencia coinciden; para hacer diagnósticos de comorbilidades de un
trastorno del espectro del autismo y discapacidad intelectual, la
comunicación social ha de estar por debajo de lo previsto para el nivel
general de desarrollo.
TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON
HIPERACTIVIDAD

A. Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que


interfiere con el funcionamiento o el desarrollo, que se caracteriza por (1)
y/o (2):
1. Inatención: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido
durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de
desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y
académicas/laborales:
Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de
oposición, desafío, hostilidad o fracaso en la comprensión de tareas o
instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (17 y más años de edad),
se requiere un mínimo de cinco síntomas.
a. Con frecuencia falla en prestar la debida atención a detalles o por descuido
se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras
actividades (p. ej., se pasan por alto o se pierden detalles, el trabajo no se
lleva a cabo con precisión).
b. Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o
actividades recreativas (p. ej., tiene dificultad para mantener la atención en
clases, conversaciones o la lectura prolongada).
c. Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (p. ej.,
parece tener la mente en otras cosas, incluso en ausencia de cualquier
distracción aparente).
d. Con frecuencia no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares,
los quehaceres o los deberes laborales (p. ej., inicia tareas, pero se distrae
rápidamente y se evade con facilidad).
e. Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades (p. ej.,
dificultad para gestionar tareas secuenciales; dificultad para poner los
materiales y pertenencias en orden; descuido y desorganización en el trabajo;
mala gestión del tiempo; no cumple los plazos).
f. Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar
tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (p. ej., tareas escolares o
quehaceres domésticos; en adolescentes mayores y adultos, preparación de
informes, completar formularios, revisar artículos largos).
g. Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (p. ej.,
materiales escolares, lápices, libros, instrumentos, billetero, llaves, papeles
del trabajo, gafas, móvil).
h. Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos (para
adolescentes mayores y adultos, puede incluir pensamientos no
relacionados).
i. Con frecuencia olvida las actividades cotidianas (p. ej., hacer las tareas,
hacer las diligencias; en adolescentes mayores y adultos, devolver las
llamadas, pagar las facturas, acudir a las citas).
2. Hiperactividad e impulsividad: Seis (o más) de los siguientes síntomas se
han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con
el nivel de desarrollo y que afecta directamente a las actividades sociales y
académicas/laborales:
Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de
oposición, desafío, hostilidad o fracaso para comprender tareas o
instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de
edad), se requiere un mínimo de cinco síntomas.
a. Con frecuencia juguetea con o golpea las manos o los pies o se retuerce
en el asiento.
b. Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca
sentado (p. ej., se levanta en la clase, en la oficina o en otro lugar de trabajo,
o en otras situaciones que requieren mantenerse en su lugar).
c. Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta
apropiado. (Nota: En adolescentes o adultos, puede limitarse a estar
inquieto.)
d. Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en
actividades recreativas.
e. Con frecuencia está “ocupado,” actuando como si “lo impulsara un motor”
(p. ej., es incapaz de estar o se siente incómodo estando quieto durante un
tiempo prolongado, como en restaurantes, reuniones; los otros pueden pensar
que está intranquilo o que le resulta difícil seguirlos).
f. Con frecuencia habla excesivamente.
g. Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya
concluido una pregunta (p. ej., termina las frases de otros; no respeta el turno
de conversación).
h. Con frecuencia le es difícil esperar su turno (p. ej., mientras espera en una
cola).
i. Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (p. ej., se mete en las
conversaciones, juegos o actividades; puede empezar a utilizar las cosas de
otras personas sin esperar o recibir permiso; en adolescentes y adultos, puede
inmiscuirse o adelantarse a lo que hacen otros).
B. Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos estaban
presentes antes de los 12 años.
C. Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes
en dos o más contextos (p. ej., en casa, en la escuela o en el trabajo; con los
amigos o parientes; en otras actividades).
D. Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el
funcionamiento social, académico o laboral, o reducen la calidad de los
mismos.
E. Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la
esquizofrenia o de otro trastorno psicótico y no se explican mejor por otro
trastorno mental (p. ej., trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad,
trastorno disociativo, trastorno de la personalidad, intoxicación o abstinencia
de sustancias).
Especificar la gravedad actual:
Leve: Pocos o ningún síntoma están presentes más que los necesarios para el
diagnóstico, y los síntomas sólo producen deterioro mínimo del
funcionamiento social o laboral.
Moderado: Síntomas o deterioros funcionales presentes entre “leve” y
“grave”.
Grave: Presencia de muchos síntomas aparte de los necesarios para el
diagnóstico o de varios síntomas particularmente graves, o los síntomas
producen deterioro notable del funcionamiento social o laboral.
Otro trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad Especificado
Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas
característicos de trastorno por déficit de atención e hiperactividad que
causan malestar clínicamente significativo o deterioro del funcionamiento
social, laboral o de otras áreas importantes, pero que no cumplen todos los
criterios del trastorno por déficit de atención con hiperactividad o de ninguno
de los trastornos de la categoría diagnóstica de los trastornos del desarrollo
neurológico. La categoría de otro trastorno por déficit de atención con
hiperactividad especificado se utiliza en situaciones en las que el clínico opta
por comunicar el motivo específico por el que la presentación no cumple los
criterios de trastorno por déficit de atención con hiperactividad o de algún
trastorno específico del desarrollo neurológico. Esto se hace registrando
“otro trastorno por déficit de atención con hiperactividad específico” y a
continuación el motivo específico (p. ej., “con síntomas de inatención
insuficientes”).
TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E
HIPERACTIVIDAD NO ESPECIFICADO

Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas


característicos de trastorno por déficit de atención con hiperactividad que
causan malestar clínicamente significativo o deterioro del funcionamiento
social, laboral o de otras áreas importantes, pero que no cumplen todos los
criterios del trastorno por déficit de atención con hiperactividad o de ninguno
de los trastornos de la categoría diagnóstica de los trastornos del desarrollo
neurológico. La categoría de trastorno por déficit de atención con
hiperactividad no especificado se utiliza en situaciones en las que el clínico
opta por no especificar el motivo de incumplimiento de los criterios de
trastorno por déficit de atención con hiperactividad o de un trastorno del
desarrollo neurológico específico, e incluye presentaciones en las que no
existe suficiente información para hacer un diagnóstico más específico.
TRASTORNO ESPECÍFICO DEL APRENDIZAJE

A. Dificultad en el aprendizaje y en la utilización de las aptitudes


académicas, evidenciado por la presencia de al menos uno de los siguientes
síntomas que han persistido por lo menos durante 6 meses, a pesar de
intervenciones dirigidas a estas dificultades:
1. Lectura de palabras imprecisa o lenta y con esfuerzo (p. ej., lee palabras
sueltas en voz alta incorrectamente o con lentitud y vacilación, con
frecuencia adivina palabras, dificultad para expresar bien las palabras).
2. Dificultad para comprender el significado de lo que lee (p. ej., puede leer
un texto con precisión, pero no comprende la oración, las relaciones, las
inferencias o el sentido profundo de lo que lee).
3. Dificultades ortográficas (p. ej., puede añadir, omitir o sustituir vocales o
consonantes).
4. Dificultades con la expresión escrita (p. ej., hace múltiples errores
gramaticales o de puntuación en una oración; organiza mal el párrafo; la
expresión escrita de ideas no es clara).
5. Dificultades para dominar el sentido numérico, los datos numéricos o el
cálculo (p. ej., comprende mal los números, su magnitud y sus relaciones;
cuenta con los dedos para sumar números de un solo dígito en lugar de
recordar la operación matemática como hacen sus iguales; se pierde en el
cálculo aritmético y puede intercambiar los procedimientos).
6. Dificultades con el razonamiento matemático (p. ej., tiene gran dificultad
para aplicar los conceptos, hechos u operaciones matemáticas para resolver
problemas cuantitativos).
B. Las aptitudes académicas afectadas están sustancialmente y en grado
cuantificable por debajo de lo esperado para la edad cronológica del
individuo, e interfieren significativamente con el rendimiento académico o
laboral, o con actividades de la vida cotidiana, que se confirman con medidas
(pruebas) estandarizadas administradas individualmente y una evaluación
clínica integral. En individuos de 17 y más años, la historia documentada de
las dificultades del aprendizaje se puede sustituir por la evaluación
estandarizada.
C. Las dificultades de aprendizaje comienzan en la edad escolar, pero pueden
no manifestarse totalmente hasta que las demandas de las aptitudes
académicas afectadas superan las capacidades limitadas del individuo (p. ej.,
en exámenes programados, la lectura o escritura de informes complejos y
largos para una fecha límite inaplazable, tareas académicas excesivamente
pesadas).
D. Las dificultades de aprendizaje no se explican mejor por discapacidades
intelectuales, trastornos visuales o auditivos no corregidos, otros trastornos
mentales o neurológicos, adversidad psicosocial, falta de dominio en el
lenguaje de instrucción académica o directrices educativas inadecuadas.
Se han de cumplir los cuatro criterios diagnósticos basándose en una síntesis
clínica de la historia del individuo (del desarrollo, médica, familiar,
educativa), informes escolares y evaluación psicoeducativa.
Con dificultades en la lectura:
Precisión en la lectura de palabras
Velocidad o fluidez de la lectura
Comprensión de la lectura
La dislexia es un término alternativo utilizado para referirse a un patrón de
dificultades del aprendizaje que se caracteriza por problemas con el
reconocimiento de palabras en forma precisa o fluida, deletrear mal y poca
capacidad ortográfica. Si se utiliza dislexia para especificar este patrón
particular de dificultades, también es importante especificar cualquier
dificultad adicional presente, como dificultades de comprensión de la lectura
o del razonamiento matemático.
Con dificultad en la expresión escrita:
Corrección ortográfica
Corrección gramatical y de la puntuación
Claridad u organización de la expresión escrita
Con dificultad matemática:
Sentido de los números
Memorización de operaciones aritméticas
Cálculo correcto o fluido
Razonamiento matemático correcto
Discalculia es un término alternativo utilizado para referirse a un patrón de
dificultades que se caracteriza por problemas de procesamiento de la
información numérica, aprendizaje de operaciones aritméticas y cálculo
correcto o fluido. Si se utiliza discalculia para especificar este patrón
particular de dificultades matemáticas, también es importante especificar
cualquier dificultad adicional presente, como dificultades del razonamiento
matemático o del razonamiento correcto de las palabras.
ESPECIFICAR LA GRAVEDAD ACTUAL
Leve: Algunas dificultades con las aptitudes de aprendizaje en uno o dos
áreas académicas, pero suficientemente leves para que el individuo pueda
compensarlas o funcionar bien cuando recibe una adaptación adecuada o
servicios de ayuda, especialmente durante la edad escolar.
Moderado: Dificultades notables con las aptitudes de aprendizaje en una o
más áreas académicas, de manera que el individuo tiene pocas
probabilidades de llegar a ser competente sin algunos períodos de enseñanza
intensiva y especializada durante la edad escolar. Se puede necesitar alguna
adaptación o servicios de ayuda al menos durante una parte del horario en la
escuela, en el lugar de trabajo o en casa para realizar las actividades de forma
correcta y eficaz.
Grave: Dificultades graves en las aptitudes de aprendizaje que afectan varias
áreas académicas, de manera que el individuo tiene pocas probabilidades de
aprender esas aptitudes sin enseñanza constante e intensiva individualizada
y especializada durante la mayor parte de los años escolares. Incluso con
diversos métodos de adaptación y servicios adecuados en casa, en la escuela
o en el lugar de trabajo, el individuo puede no ser capaz de realizar con
eficacia todas las actividades.
TRASTORNOS MOTORES

TRASTORNO DEL DESARROLLO DE LA


COORDINACIÓN
A. La adquisición y ejecución de habilidades motoras coordinadas está muy
por debajo de lo esperado para la edad cronológica del individuo y la
oportunidad de aprendizaje y el uso de las aptitudes. Las dificultades se
manifiestan como torpeza (p. ej., dejar caer o chocar con objetos) así como
lentitud e imprecisión en la realización de habilidades motoras (p. ej., coger
un objeto, utilizar las tijeras o los cubiertos, escribir a mano, montar en
bicicleta o participar en deportes).
B. El déficit de actividades motoras del Criterio A interfiere de forma
significativa y persistente con las actividades de la vida cotidiana apropiadas
para la edad cronológica (p. ej., el cuidado y mantenimiento de uno mismo)
y afecta a la productividad académica/escolar, las actividades
prevocacionales y vocacionales, el ocio y el juego.
C. Los síntomas comienzan en las primeras fases del período de desarrollo.
D. Las deficiencias de las habilidades motoras no se explican mejor por la
discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) o deterioros
visuales, y no se pueden atribuir a una afección neurológica que altera el
movimiento (p. ej., parálisis cerebral, distrofia muscular, trastorno
degenerativo).
TRASTORNO DE MOVIMIENTOS ESTEREOTIPADOS
A. Comportamiento motor repetitivo, aparentemente guiado y sin objetivo
(p. ej., sacudir o agitar las manos, mecer el cuerpo, golpearse la cabeza,
morderse, golpearse el propio cuerpo).
B. El comportamiento motor repetitivo interfiere en las actividades sociales,
académicas u otras y puede dar lugar a la autolesión.
C. Comienza en las primeras fases del período de desarrollo.
D. El comportamiento motor repetitivo no se puede atribuir a los efectos
fisiológicos de una sustancia o una afección neurológica y no se explica
mejor por otro trastorno del desarrollo neurológico o mental (p. ej.,
tricotilomanía trastorno de arrancarse el cabello, trastorno obsesivo-
compulsivo).
codificación: Utilizar un código adicional para identificar la afección médica
o genética, o trastorno del desarrollo neurológico asociado.
ESPECIFICAR LA GRAVEDAD:
Leve: Los síntomas desaparecen fácilmente mediante estímulo sensorial o
distracción.
Moderado: Los síntomas requieren medidas de protección explícitas y
modificación del comportamiento.
Grave: Se necesita vigilancia continua y medidas de protección para prevenir
lesiones graves.
TRASTORNOS DE TICS
Un tic es una vocalización o movimiento súbito, rápido, recurrente, no
rítmico.
TRASTORNO DE LA TOURETTE.
A. Los tics motores múltiples y uno o más tics vocales han estado presentes
en algún momento durante la enfermedad, aunque no necesariamente de
forma concurrente.
B. Los tics pueden aparecer intermitentemente en frecuencia, pero persisten
durante más de un año desde la aparición del primer tic.
C. Comienza antes de los 18 años.
D. El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia
(p. ej., cocaína) o a otra afección médica (p. ej., enfermedad de Huntington,
encefalitis posvírica).
Trastorno de tics motores o vocales persistente (crónico).
A. Los tics motores o vocales únicos o múltiples han estado presentes
durante la enfermedad, pero no ambos a la vez.
B. Los tics pueden aparecer intermitentemente en frecuencia, pero persisten
durante más de un año desde la aparición del primer tic.
C. Comienza antes de los 18 años.
D. El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia
(p. ej., cocaína) o a otra afección médica (p. ej., enfermedad de Huntington,
encefalitis posbélica).
E. Nunca se han cumplido los criterios de trastorno de la Tourette.
C. Comienza antes de los 18 años.
D. El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia
(p. ej., cocaína) o a otra afección médica (p. ej., enfermedad de Huntington,
encefalitis posbélica).
E. Nunca se han cumplido los criterios de trastorno de la Tourette o de
trastorno de tics motores o vocales persistente (crónico).
OTRO TRASTORNO DE TICS ESPECIFICADO
Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas
característicos de un trastorno de tics que causa malestar clínicamente
significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del
funcionamiento pero que no cumplen todos los criterios de un trastorno de
tics o de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de los
trastornos del desarrollo neurológico. La categoría de otro trastorno de tics
especificado se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por comunicar
el motivo específico por el que la presentación no cumple los criterios de un
trastorno de tics o de un trastorno del desarrollo neurológicoespecífico. Esto
se hace registrando “otro trastorno de tics especificado” y a continuación el
motivo específico (p. ej., “inicio después de los 18 años”).

TRASTORNO DE TICS NO ESPECIFICADO

Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas


característicos de un trastorno de tics que causan malestar clínicamente
significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del
funcionamiento pero que no cumplen todos los criterios de un trastorno de
tics o de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de los
trastornos del desarrollo neurológico. La categoría trastorno de tics no
especificado se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por no
especificar el motivo de incumplimiento de los criterios de un trastorno de
tics o de un trastorno específico del desarrollo neurológico, e incluye
presentaciones en las que no existe suficiente información para hacer un
diagnóstico más específico.

OTROS TRASTORNOS DEL DESARROLLO


NEUROLÓGICO

OTRO TRASTORNO DEL DESARROLLO


NEUROLÓGICO ESPECIFICADO

Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas


característicos de un trastorno del desarrollo neurológico que causan
deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento
pero que no cumplen todos los criterios de ninguno de los trastornos de la
categoría diagnóstica de los trastornos del desarrollo neurológico. La
categoría de otro trastorno del desarrollo neurológico especificado se utiliza
en situaciones en las que el clínico opta por comunicar el motivo específico
por el que la presentación no cumple los criterios de ningún trastorno del
desarrollo neurológico específico. Esto se hace registrando “otro trastorno
del desarrollo neurológico especificado” y a continuación el motivo
específico (p. ej., “trastorno del desarrollo neurológico asociado a exposición
intrauterina al alcohol”).
Una presentación que se puede especificar utilizando “otro especificado”
es, por ejemplo, la siguiente:
Trastorno del desarrollo neurológico asociado a exposición intrauterina al
alcohol: El trastorno del desarrollo neurológico asociado a exposición
intrauterina al alcohol se caracteriza por diversas discapacidades del
desarrollo después de la exposición in útero al alcohol.

TRASTORNO DEL DESARROLLO NEUROLÓGICO NO


ESPECIFICADO
Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas
característicos de un trastorno del desarrollo neurológico que causan
deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento
pero que no cumplen todos los criterios de ninguno de los trastornos de la
categoría diagnóstica de los trastornos del desarrollo neurológico. La
categoría trastorno del desarrollo neurológico no especificado se utiliza en
situaciones en las que el clínico opta por no especificar el motivo de
incumplimiento de los criterios de un trastorno del desarrollo neurológico
específico, e incluye presentaciones en las que no existe suficiente
información para hacer un diagnóstico más específico (por ejemplo, en el
ámbito de urgencias).
¿QUÉ ES LA DISCAPACIDAD INTELECTUAL?
La discapacidad intelectual implica una serie de limitaciones significativas
en las habilidades que la persona aprende para funcionar en su vida diaria,
comprender, e interactuar con el entorno. En otras palabras, las personas con
discapacidad intelectual tienen limitaciones a nivel intelectual y a la hora de
mostrar conductas adaptativas, lo que implica que sea más complicada la
interacción con un entorno generalmente poco adaptado a las mismas.
La discapacidad intelectual es caracterizada por limitaciones significativas
en el funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa que se
manifiesta en habilidades adaptativas conceptuales, sociales, y prácticas.
Esta discapacidad se origina antes de los 18 años “.
El enfoque actual ha conllevado un cambio de término para designar esta
condición, y se ha sustituido el término retraso mental por el término
discapacidad intelectual porque además de encajar mejor en el modo de
llevar a cabo la práctica e investigación profesional en el campo, es menos
ofensivo para las personas con discapacidad intelectual. También quedan en
desuso términos como deficiencia mental, discapacidad cognitiva,
discapacidad psíquica, retardo mental, anormal o subnormal. La
discapacidad intelectual no es una enfermedad mental.
SÍNTOMAS Y CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE LA
DISCAPACIDAD INTELECTUAL.
Cuando hablamos de discapacidad intelectual, debemos tener siempre muy
presente la variabilidad individual, las diferencias que presentan cada una de
las personas cuyo diagnóstico coincide con esta categoría. Tampoco
debemos olvidar que la variedad ambiental en la que se desarrolla cada
persona determinará, en parte, tanto la adaptación o el ajuste como los
apoyos que necesitará a lo largo de su vida.
Dicho esto, pasamos a exponer la definición que aparece en la quinta edición
del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5)
que incluye, dentro de los trastornos del neurodesarrollo, la discapacidad
intelectual. Esta se caracteriza por:
La discapacidad intelectual se caracteriza por déficits en el funcionamiento
intelectual de la persona, tales como: Dificultades en el razonamiento,
la resolución de problemas, la planificación, el juicio, el pensamiento
abstracto, en la toma de decisiones, en el aprendizaje académico y el
aprendizaje a partir de la experiencia. Estas deficiencias deben confirmarse
siempre mediante una evaluación clínica y test de inteligencia
estandarizados, aplicados por un profesional.
La discapacidad intelectual se caracteriza por déficits en el comportamiento
adaptativo que conducen a dificultades en la consecución de estándares
sociales y culturales, problemas de autonomía personal y responsabilidad
social. Es decir, las personas con discapacidad intelectual necesitan apoyo o
ayuda en el desempeño de muchas de las actividades de su día a día en
entornos como el hogar, la escuela, el trabajo y la comunidad, donde suelen
presentar problemas de comunicación o participación social.
Dificultades a nivel conceptual o académico: Es decir, les cuesta realizar
tareas que implican memoria, atención, lenguaje, lectura, escritura,
razonamiento matemático, adquisición de conocimientos prácticos,
capacidad de resolución de problemas, etc.
Dificultades en el dominio social: Poca conciencia de sus pensamientos,
sentimientos y experiencias con los demás, la empatía, las habilidades para
la comunicación interpersonal, la habilidad para hacer amigos, etc.
Dificultades en el dominio práctico: Relacionado con el grado de
aprendizaje y cómo la persona incorpora la gestión autónoma en las distintas
situaciones de la vida, como podría ser, su cuidado personal, la
Responsabilidad del trabajo, el manejo del dinero, el ocio, la organización
de tareas para el colegio o el control adecuado del comportamiento.
El último de los criterios diagnósticos de la discapacidad intelectual es que
el inicio de las deficiencias intelectuales y adaptativas debe darse siempre
durante el periodo de desarrollo. La edad y los rasgos característicos al inicio
dependerán de la causa, el tipo y la gravedad de la discapacidad intelectual.
Si bien es cierto que el desarrollo infantil es un proceso complejo que se basa
en la evolución biológica, psicológica y social de la persona, el periodo de
desarrollo más primario tiene una serie de hitos o momentos evolutivos
fundamentales que implican la consecución de avances en el dominio de
habilidades sencillas que irán progresivamente hacia el aprendizaje de
habilidades más complejas.
Además de los criterios diagnósticos del DSM-5, podemos tener en cuenta
otras características o síntomas que nos pueden ayudar a reconocer la
presencia de algún tipo de discapacidad intelectual:
En los casos de discapacidad intelectual más graves, los hitos del desarrollo
motor, desarrollo del lenguaje o desarrollo social son alcanzados más tarde
que en la población general y se podrán identificar en los primeros años de
vida, mientras que en niveles más leves de discapacidad intelectual podrán
no ser identificados hasta la edad de escolarización, cuando se haga evidente
la dificultad para el aprendizaje académico.
En cuanto al desarrollo cognitivo, los niños con discapacidad intelectual
pasan por los mismos estadios evolutivos que los niños sin discapacidad
intelectual y en el mismo orden, pero su ritmo de desarrollo es más lento. El
razonamiento típico de las personas con discapacidad intelectual puede
identificarse con características de los periodos más primarios de
pensamiento, aunque algunas personas también lleguen a mostrar
habilidades relacionadas con niveles más avanzados de pensamiento.
Cuando la discapacidad intelectual se asocia a un síndrome genético puede
haber un aspecto físico característico.
Cuando la discapacidad intelectual es adquirida, por ejemplo, tras una
enfermedad, se puede iniciar de golpe: tras una meningitis, una encefalitis o
después de un golpe (traumatismo) en el cráneo durante el desarrollo.
Las personas con discapacidad intelectual presentan entre 3 y 4 veces más
trastornos mentales, neurológicos, médicos y físicos que la población
general.
Los problemas de salud mental en las personas con discapacidad intelectual
son los mismos que en personas sin discapacidad, sin embargo, la
prevalencia es mayor. Lo más comunes son los trastornos del estado de
ánimo, la esquizofrenia, los trastornos de ansiedad y las alteraciones del
sueño.
En cuanto a los problemas de salud física, las personas con discapacidad
intelectual presentan mayor riesgo y prevalencia ante enfermedades como la
obesidad, la epilepsia, la diabetes, el VIH y ETS, la demencia, y otras, que
no corresponden al patrón de salud de las personas sin discapacidad. Por ello
es necesario la creación de programas de salud dirigidos a cubrir sus
necesidades.
Otra de las funciones intelectuales que suele verse más afectada en personas
con discapacidad intelectual es el lenguaje y la comunicación. En general,
las personas con discapacidad intelectual presentan un lenguaje adecuado
que equivale a sus iguales de menor edad. A mayor gravedad de la
discapacidad intelectual mayor gravedad de problemas en el lenguaje.
Cabe mencionar las alteraciones de conducta como otro de los problemas
generalmente asociados a la discapacidad intelectual y que pueden ser
consecuencia de varios factores: como el malestar producido por la dificultad
para comunicarse o expresar sus deseos y necesidades personales, los
problemas emocionales relacionados a su vez con la exclusión y la
discriminación social o, simplemente, como una forma de expresar o
comunicar aquello que no pueden transmitir de otra manera (frustración,
preocupación, nerviosismo…).
Estas conductas problemáticas, por su intensidad, frecuencia o
duración afectarán negativamente al desarrollo personal y a las
oportunidades de participación en la comunidad de la persona con
discapacidad intelectual. Generalmente, estas conductas tienen una función
para la persona que la realiza y exigen un sobreesfuerzo del sistema de
apoyos para atender adecuadamente las necesidades del sujeto.
TIPOS DE DISCAPACIDAD INTELECTUAL Y
CARACTERÍSTICAS: LEVE, MODERADA, GRAVE Y
PROFUNDA
Cuando se diagnostica una discapacidad intelectual se debe especificar la
severidad de la misma diferenciada en cuatro niveles: leve, moderado,
grave y profundo.
Tradicionalmente, esta clasificación se basaba en las puntuaciones
del cociente intelectual (CI) obtenido a través de los test o pruebas de
inteligencia. De tal manera que la persona con discapacidad intelectual leve
habría obtenido puntuaciones de CI de entre 50-55 y 70 puntos; con
discapacidad intelectual moderada entre 35-40 y 50-55 puntos; con
discapacidad intelectual grave entre 20-25 y 35-40 puntos y con
discapacidad intelectual profunda puntuaciones menores a 20-25 puntos
(recordemos que la puntuación media de la población general se encuentra
entre 90 y 110).
1- Discapacidad intelectual de tipo leve:
La persona con discapacidad intelectual leve tiene afectado el dominio
conceptual a nivel de pensamiento abstracto, flexibilidad
cognitiva, memoria a corto plazo y el uso funcional de las habilidades
académicas como leer o manejar dinero. En cuanto al dominio social y en
comparación con sus iguales, aparece inmadurez en las interacciones
sociales y aumenta el riesgo de ser manipulado. Por último, respecto al
dominio práctico, necesita algún apoyo para completar tareas complejas de
la vida diaria.

2- Discapacidad intelectual moderada:


La persona con discapacidad intelectual moderada necesita, en cuanto al
dominio conceptual, asistencia continua para completar actividades
conceptuales básicas del día a día, pudiendo ser necesario que otros tomen
algunas responsabilidades de dicha persona (por ejemplo, firmar un
consentimiento informado). Respecto al dominio social, el lenguaje oral (que
es la principal herramienta que tenemos para comunicarnos socialmente) es
mucho menos complejo que el de las personas sin discapacidad. Podría, por
tanto, no interpretar adecuadamente ciertas claves sociales y necesitar apoyo
comunicativo para establecer relaciones interpersonales exitosas.
Finalmente, en el dominio práctico, puede desarrollar varias habilidades y
destrezas con apoyo adicional y un largo periodo de enseñanza.
3- DISCAPACIDAD INTELECTUAL GRAVE:
Cuando la discapacidad intelectual es de nivel grave, las habilidades
conceptuales son mucho más limitadas. La persona tiene poca comprensión
del lenguaje y de los conceptos numéricos como el tiempo o el dinero. Los
cuidadores deben proporcionar un apoyo extenso para realizar actividades
cotidianas. Como el lenguaje oral es muy limitado tanto en vocabulario como
en gramática, el discurso está formado solo por palabras o por frases simples
que podrían mejorar con medios alternativos. La comunicación y el dominio
social se centra en el aquí y el ahora. Respecto al dominio práctico, la persona
requiere apoyo y supervisión constante para todas las actividades de la vida
diaria (cocinar, higiene personal, elección de vestuario.
4- Discapacidad intelectual profunda:
En el último nivel de la clasificación, la discapacidad intelectual profunda,
las habilidades conceptuales engloban el mundo físico y los procesos no
simbólicos. La persona podría usar algún objeto para el autocuidado o el
ocio, y adquirir algunas habilidades viso-espaciales como señalar. Sin
embargo, los problemas motores y sensoriales que suelen ir asociados,
pueden impedir el uso funcional de objetos. La habilidad social es también
muy limitada en cuanto a la compresión de la comunicación tanto verbal
como gestual. La persona puede llegar a entender instrucciones muy simples
y expresar deseos o emociones básicas a través de una comunicación simple
y no verbal. En cuanto al dominio práctico, la persona es dependiente en
todos los aspectos, aunque, si no hay grandes afectaciones motoras o
sensoriales, podría participar en algunas actividades básicas.
PRINCIPALES SÍNDROMES ASOCIADOS A LA
DISCAPACIDAD INTELECTUAL

1- SÍNDROME DE DOWN
La causa del Síndrome de Down se encuentra en una anomalía cromosómica
porque la persona posee un cromosoma extra en el par 21, es decir, la persona
presenta 47 cromosomas en vez de los 46 que aparecen típicamente en el
cariotipo humano.
Este síndrome es la causa más frecuente de discapacidad intelectual de
origen genético.
Se conocen actualmente tres tipos distintos: la trisomía 21 simple o pura (más
del 90% de los casos), la translocación cromosómica (cuyas características
con similares al anterior tipo) y el mosaicismo, tipo menos frecuente que
afecta tan solo al 1% de los casos. Este último es también conocido porque
puede mostrar todas, algunas e incluso ninguna de las características típicas
asociadas al síndrome de Down, dependiendo del porcentaje de células que
llevan información extra. Por lo que en general, la afectación es menor que
en los otros dos tipos.
A nivel físico, las personas con síndrome de Down suelen tener el rostro
plano y recto (braquicefalia), hipotonía muscular, baja estatura; cuello,
extremidades, dedos y orejas generalmente cortos; nariz y ojos inclinados
hacia arriba y una boca pequeña con una lengua grande y desplazada hacia
delante.
A nivel conductual la afectación cerebral produce lentitud para procesar,
codificar, interpretar y elaborar la información, generándose una
discapacidad intelectual entre leve y moderada. También suelen presentar
dificultad para mantener la atención, retener información en la memoria y
para la orientación espaciotemporal; además su producción del lenguaje
suele ser pobre. Sin embargo, a pesar de estos problemas lingüísticos, las
personas con síndrome de Down suelen tener una buena capacidad de
adaptación social.
2- SÍNDROME DE X-FRÁGIL

El Síndrome de X-frágil es un trastorno de origen hereditario que se da más


en varones que en mujeres y es fruto de una anomalía molecular en el
cromosoma X. Es la segunda causa genética de discapacidad intelectual. Las
personas con este síndrome tienen cuatro rasgos principales: cara alargada
con frente amplia y mentón prominente, orejas grandes y despegadas, una
gran movilidad de las articulaciones y macroorquidismo (excesivo desarrollo
testicular). A nivel conductual suelen presentar discapacidad intelectual leve
o moderada, alteraciones del lenguaje: inicio tardío del habla o ausencia de
lenguaje; hiperactividad y déficit de atención, timidez extrema o
estereotipias frecuentes como aleteos o mordida de manos. En las mujeres,
la afectación a nivel cognitivo suele ser menor.

3- SÍNDROME DE WILLIAMS

El Síndrome de Williams es un trastorno genético caracterizado por la


pérdida de genes en uno de los cromosomas. Físicamente se asocia con una
forma determinada de la cara: alargada y fina, grandes labios, ojos claros con
dibujo de estrella en el iris y nariz achatada. En una gran cantidad de casos,
el sistema cardiovascular está afectado. Las personas con este síndrome
presentan discapacidad intelectual, generalmente entre leve y moderada y
dificultades psicomotoras. Suelen tener un rico vocabulario, buenas
habilidades para la interacción social, así como para la música y una buena
memoria.
4- SÍNDROME DE ANGELMAN

El Síndrome de Angelman es un trastorno genético debido a alteraciones


producidas en el cromosoma 15. Se asocia a retrasos a nivel neurológico y
físicamente poseen una baja pigmentación en los pies, en el pelo y en los
ojos; una boca grande con los dientes alargados, separados y la mandíbula
hacia delante; un tamaño menor de la cabeza y unas manchas características
en el iris. La discapacidad intelectual en este síndrome suele ser severa o
profunda, con graves afectaciones en el habla y el lenguaje, retraso en el
desarrollo psicomotor, alteraciones del movimiento y del equilibrio y
estereotipias con las manos. Otro de los rasgos característicos es la presencia
de una sonrisa que se mantiene sin causa alguna.
5- Síndrome de Prader-Willi

El Síndrome de Prader-Willi es un trastorno congénito derivado a la ausencia


de actividad normal de los genes del padre en el cromosoma 15 y otras
alteraciones cromosómicas. Durante la primera infancia pueden presentar
problemas para la alimentación y bajo tono muscular; también es
característica su baja estatura, manos y pies pequeños, hipogonadismo,
ingesta compulsiva de comida y obesidad. En este síndrome, la presencia de
discapacidad intelectual no es clave para diagnosticar este síndrome ya
que un 32% de las personas con este síndrome poseen un CI normal o
límite. Aunque en general, suelen presentar trastornos del habla y
limitaciones cognitivas en el procesamiento de la información y en la
memoria a corto plazo.

SÍNDROME 5P (DEL MAULLIDO DE GATO)

El Síndrome 5p se debe a una alteración en el cromosoma 5. Físicamente


tienen como rasgos más característicos un tamaño pequeño de cabeza, la cara
redondeada, los ojos separados, un puente nasal ancho, malformación en las
orejas y una mandíbula pequeña; también tienen manos pequeñas y
deformidades en los pies y el paladar además de problemas oculares como
estrabismo. A nivel más conductual el rasgo distintivo se encuentra en un
llanto del bebé que es similar a un maullido de un gato que no tiene utilidad
comunicativa. Aparece un retraso importante en el desarrollo motor, suelen
presentar discapacidad intelectual grave y una capacidad atencional muy
limitada.
CAUSAS DE LA DISCAPACIDAD INTELECTUAL
Las causas de la discapacidad intelectual son múltiples: desde enfermedades
genéticas hasta las alteraciones de origen ambiental. Actualmente, la causa
de la discapacidad intelectual se considera una interacción entre cuatro
categorías de factores de riesgo: biomédico, social, conductual y educativo;
que interactúan a lo largo de la vida del sujeto y entre generaciones de padres
a hijos.
Algunos ejemplos de estas causas o factores de riesgo son:
Causas antes del parto (prenatal)
A nivel biomédico: trastornos cromosómicos, trastornos asociados a un
único gen, síndromes, enfermedades maternas o la edad de los padres.
A nivel social: malnutrición materna, violencia doméstica, falta de acceso a
cuidados parentales o pobreza.
A nivel conductual: consumo de drogas, alcohol y tabaco de los padres e
inmadurez parental.
A nivel educativo: discapacidad cognitiva de los padres o falta de
preparación para la paternidad.
CAUSAS DURANTE EL PARTO (PERINATAL)
A nivel biomédico: prematuridad en el parto, lesiones en el nacimiento o
trastornos en el neonato.
A nivel social: falta de cuidados parentales.
A nivel conductual: rechazo por parte de los padres o abandono del hijo.
A nivel educativo: falta de derivación hacia servicios de intervención tras el
alta médica.
CAUSAS TRAS EL PARTO (POSNATAL)

A nivel biomédico: traumatismo o lesiones craneoencefálicas, malnutrición,


meningoencefalitis, trastornos epilépticos o trastornos degenerativos.
A nivel social: una interacción pobre entre el niño y su cuidador/a, falta de
estimulación adecuada, pobreza familiar, enfermedad crónica en la familia o
institucionalización.
A nivel conductual: maltrato y abandono, violencia doméstica, medidas
inadecuadas de seguridad, deprivación social (aislamiento) o conductas
problemáticas del niño.
A nivel educativo: déficits en la crianza, diagnóstico tardío, servicios de
atención temprana inadecuados, servicios de educación especial inadecuados
o apoyo familiar inadecuado.
A pesar del conocimiento que hay actualmente, de los avances médicos y los
esfuerzos por favorecer una detección lo más precoz posible, lo cierto es que,
en muchos de los casos, las causas concretas de la discapacidad intelectual
son desconocidas.
TRASTORNOS DEL APRENDIZAJE DISLEXIA
FOOLÓGICA & DISLEXIA SUPERFICIAL
TRASTORNOS DEL APRENDIZAJE (DSM-V)
Los problemas de aprendizaje son muy comunes en la infancia. Según el
DSM-V, el trastorno específico del aprendizaje, se da entre un 5% y 15% en
los niños de edad escolar. Dentro del trastorno específico del aprendizaje, se
encuentran los problemas para leer palabras, los problemas de comprensión
lectora, los problemas de pronunciación, los problemas de expresión escrita,
los problemas de cálculo y de razonamiento matemático

DISLEXIA FONOLÓGICA O INDIRECTA


La dislexia fonológica se debe a un mal funcionamiento de la ruta
fonológica (Campbell & Butterworth, 1985). Para compensar, los niños con
dislexia fonológica utilizan la ruta visual para leer las palabras. Cuando
utilizamos la ruta visual, no dividimos las palabras en partes, sino que leemos
las palabras de manera global. Al leer las palabras de manera global, y
utilizando solo la ruta visual, se pueden producir diferentes tipos de errores.
¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES
DE UN NIÑO CON DISLEXIA?
Los niños con dislexia tienen un problema central en el bucle fonológico:
tienen problemas en la representación fonológica de las palabras y su
decodificación y también en la velocidad de procesamiento cognitivo. No
obstante, a veces tienen una comprensión lectora normal, como es el caso de
los disléxicos con alto coeficiente intelectual. Debido a la dificultad que
tienen para leer pseudopalabras (palabras inventadas), esta prueba suele ser
el estándar para la detección de los disléxicos.
Hoy en día la comprensión lectora es la clave para tener éxito en la escuela.
Los niños tienen dificultades en las primeras etapas del aprendizaje de la
lectura y el principal problema suele ser las habilidades fonológicas.
Las intervenciones que se focalizan en el entrenamiento de las habilidades
fonológicas deben ser integradas con la enseñanza de la lectura (Hatcher,
Hulme y Ellis, 1994) y entender que existe una diferencia entre la dislexia y
el retraso en la maduración de la comprensión lectora. Algunos estudios
señalan que en los países donde los niños se someten a la revolución digital,
la comprensión lectora es peor que en otros países, donde la utilización de
las nuevas tecnologías no está tan extendida.
Podemos conceptualizar un subgrupo en el TEL, los niños con deterioro
específico del lenguaje. Este grupo muestra una caída sustancial en
la precisión de la lectura entre las edades de 8 y 15 años. Otro subgrupo, más
del 35%, tiene habilidades de lectura normalizadas.
Las dificultades o trastornos específicos en el desarrollo del aprendizaje en
los niños constituyen un conjunto de
problemas que interfieren significativamente en el rendimiento escolar,
dificultando el adecuado progreso del niño afectado y la consecución de las
metas marcadas en los distintos planes educativos.
Estos trastornos, que son mucho más frecuentes en los niños que en las niñas,
surgen de alteraciones en los procesos cognoscitivos y su principal
característica es que el déficit tiene lugar en un área muy concreta. Los más
habituales son los relacionados con problemas en la lectura, la escritura o el
cálculo.
CAUSAS Y EVOLUCIÓN DE LAS DIFICULTADES DE
APRENDIZAJE.
No se puede apuntar a una única causa, pero en general se aceptan los
siguientes motivos.
Factores neurobiológicos. Están considerados la causa principal.
Falta de oportunidades para aprender.
Baja calidad de la enseñanza.
Entorno con un bajo nivel cultural.
Insuficiente implicación de los padres.
En cuanto a la evolución, conviene destacar que con una intervención
psicopedagógica adecuada la mejora es notable en la mayoría de los casos,
sin que suela repercutir negativamente en la vida adulta. No obstante, el
tratamiento precoz es fundamental con el fin de evitar:
Desmotivación en el alumno.
Aversión a la escuela.
PROBLEMAS EMOCIONALES INADECUADOS.

DISLEXIA
La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter
persistente y específico, que se da en escolares que no tienen ningún
problema, físico, psíquico ni sociocultural, por lo que su origen parece estar
en algún problema del neurodesarrollo.
Según los expertos, la dislexia es una dificultad para la descodificación o
lectura de palabras debido a algún tipo de afectación de algunos de los
procesos cognitivos intermedios entre la recepción de la información y la
elaboración del significado.
Es una dificultad con alta prevalencia y una de las causas principales de bajo
rendimiento escolar en parte del alumnado. El principal problema de la
dislexia es su incompatibilidad con un sistema educativo donde la mayor
parte de los contenidos se enseñan a través del código escrito. Esto provoca
que el alumno disléxico tenga muchos problemas para seguir el ritmo de la
clase, se fatigue y acabe perdiendo la concentración.
En cuanto a las soluciones cabe decir que, actualmente, existen muchos
métodos y material específico para la recuperación de la dislexia: ejercicios
de actividad mental, de lenguaje, de lecto-escritura, perceptivo-motores, etc.
Se trata de actividades en forma de juegos de gran utilidad para llevar al
máximo nivel de competencia las propias habilidades del niño.
Estos métodos deben adecuarse tanto a la edad del niño, como al tipo y
severidad de la dislexia que padezca, siendo el diagnóstico y tratamiento
precoz la mejor garantía para una rápida y satisfactoria resolución del
problema.
DISCALCULIA
Es un problema de aprendizaje que afecta a un área muy específica: la
aritmética y puede afectar a conceptos básicos como la suma, la resta, la
división o más abstractos de álgebra o geometría. En su diagnóstico es
necesario evaluar que no existan problemas de desarrollo psicomotriz o de
inteligencia.
Aunque diferentes en su grado, severidad y áreas del aprendizaje afectadas,
las principales dificultades de aprendizaje tienen una serie de rasgos
comunes: se suelen dar en niños sin ningún retraso intelectual ni emocional y
en un contexto de escolarización totalmente normal.
Por lo que las causas hay que buscarlas, principalmente, en factores
neurobiológicos y con la ventaja de que, detectadas precozmente y tratadas
en el aula con ejercicios y métodos de comprobada efectividad, la mejoría es
palpable en la gran mayoría de escolares.
Señales y síntomas de la discalculia
La discalculia puede generar diferentes tipos de dificultades matemáticas,
por lo tanto, los síntomas pueden variar de un niño a otro. Es una buena
idea observar a su hijo y tomar notas para discutirlas con sus maestros y
médicos y de esta manera encontrar las mejores estrategias y apoyos para él.
A menudo la discalculia luce diferente dependiendo de la edad. Suele ser
más aparente a medida que los niños crecen, pero los síntomas pueden
aparecer en preescolar. Esto es a lo que hay que estar atento:
PREESCOLAR
Tiene problemas para aprender a contar y omite números mucho tiempo
después que otros chicos de su edad pueden recordar los números en el orden
correcto.
Tiene problemas para reconocer patrones, como de más pequeño a más
grande o de más largo a más corto.
Tiene problemas para reconocer los símbolos numéricos (saber que “7”
significa siete).
Parece no entender el significado de contar. Por ejemplo, cuando le pide 5
bloques, le entrega unos cuantos en lugar de contarlos.
PRIMARIA
Tiene dificultad para aprender y recordar datos matemáticos básicos, como
2 + 4 = 6.
Tiene problemas para identificar +, ‒ y otros signos, y usarlos correctamente.
Puede que siga usando los dedos para contar en lugar de usar estrategias más
avanzadas, como calcular mentalmente.
Tiene problemas para entender palabras relacionadas con las matemáticas,
como mayor que y menor que.
Tiene dificultad con las representaciones visoespaciales de números, como
las líneas numéricas.
ESCUELA MEDIA
Tiene dificultad para entender el valor de los dígitos según el lugar donde se
colocan.
Tiene dificultad escribiendo números con claridad y colocándolos en la
columna correcta.
Tiene dificultad con las fracciones y midiendo cosas, como los ingredientes
de una receta simple.
Le cuesta llevar la cuenta de la puntuación en los deportes.
BACHILLERATO
Le cuesta aplicar conceptos matemáticos al dinero, incluyendo estimar el
costo total, el cambio exacto y la propina.
Le cuesta entender información presentada en gráficos o tablas.
Tiene dificultad midiendo cosas como los ingredientes de una receta sencilla
o líquidos en una botella.
Tiene problemas para encontrar diferentes métodos para resolver el mismo
problema de matemáticas.
CAUSAS DE LA DISCALCULIA
Los investigadores no saben con exactitud qué causa la discalculia. Pero han
identificado ciertos factores que indican que está relacionada con cómo
funciona el cerebro y cómo está estructurado.
Estas son algunas de las posibles causas de la discalculia:
Genes: La investigación demuestra que parte de la variación de los puntajes
en matemáticas puede explicarse por los genes. En otras palabras, las
diferencias genéticas pueden influenciar que un niño tenga discalculia. La
discalculia tiende a presentarse en miembros de la misma familia, lo que
también sugiere que los genes juegan un papel.
Desarrollo del cerebro: Los estudios de imágenes del cerebro han
demostrado ciertas diferencias en la función y estructura cerebral en las
personas con discalculia. Las diferencias se encuentran en el área de
superficie, el grosor y el volumen de ciertas partes del cerebro. También hay
diferencias en la activación de las áreas del cerebro asociadas con los
procesos numéricos y matemáticos. Estas áreas están conectadas con
habilidades importantes del aprendizaje, como la memoria y la planificación.
Ambiente: La discalculia ha estado relacionada con el síndrome alcohólico
fetal. Nacer prematuramente y con bajo peso también pueden jugar un papel
en la discalculia.
Lesión cerebral: Los estudios demuestran que las lesiones en ciertas partes
del cerebro pueden resultar en lo que los investigadores llaman discalculia
adquirida.
CÓMO SE DIAGNOSTICA LA DISCALCULIA
Para determinar si su hijo tiene discalculia es necesario evaluarlo. Esto puede
ser realizado en la escuela de forma gratuita o puede pagar para que sea
evaluado de forma privada (conozca las ventajas y desventajas de las
evaluaciones realizadas por la escuela y las privadas, y diferentes términos
que podría escuchar para las evaluaciones).
Existe un grupo de pruebas solo para la discalculia. Pero deben realizarse
como parte de una evaluación completa que además examine otras áreas.
Ciertas dificultades de aprendizaje y de atención a menudo coexisten con la
discalculia. Por ello es importante tener un panorama completo de lo que está
ocurriendo para poder hacer un diagnóstico preciso.
Existen varios especialistas que realizan evaluaciones. Estos incluyen a los
psicólogos escolares, psicólogos infantiles y neuro psicólogos pediátricos.
Un psicólogo también puede examinar otras dificultades que podrían estar
afectando, como el TDAH y problemas mentales como la ansiedad y
la depresión (los chicos con dificultades de aprendizaje suelen presentar
estos problemas más frecuentemente que otros chicos).
El evaluador podría solicitar la historia familiar, y pedirle que complete
cuestionarios acerca de las aptitudes y limitaciones de su hijo. También
podría preguntar al maestro qué está observando en el salón de clases.
Un diagnóstico (que las escuelas conocen como identificación) permite que
su hijo obtenga apoyos y servicios en la escuela. Por ejemplo, podría
recibir instrucción especial en matemáticas.
También podría obtener adaptaciones que faciliten el aprendizaje de las
matemáticas. Conozca la diferencia entre la identificación que hace la
escuela y un diagnóstico clínico.
Profundice:
• Aprenda cómo descifrar los mensajes de los maestros relacionados con
los signos de discalculia.
• Averigüe cómo solicitar una evaluación en la escuela o una evaluación
privada.
• Lea iniciadores de conversaciones para discutir los apoyos y servicios
con los maestros.

Cómo los profesionales pueden ayudar con la discalculia


Diferentes tipos de profesionales pueden ayudar de diferentes maneras a los
chicos que tienen discalculia. Algunos pueden trabajar en escuelas mientras
que otros lo hacen de manera privada.

Estos son algunos tipos de profesionales que podrían ayudar a su hijo:

• Maestros de educación especial


• Tutores de matemáticas o terapeutas educativos
• Psicólogos infantiles
• Neuro psicólogos pediátricos

No existen medicamentos para la discalculia. Y no hay programas de


enseñanza especializados como los hay para la dislexia. Pero los chicos con
discalculia pueden beneficiarse de la enseñanza multisensorial de las
matemáticas. Este enfoque utiliza todos los sentidos del niño para ayudarlo
a desarrollar destrezas y entender conceptos. También ayuda a enseñar
conceptos matemáticos sistemáticamente, donde una habilidad se desarrolla
a partir de la anterior. Esto puede ayudar a los chicos con discalculia a hacer
conexiones más fuertes con lo que están aprendiendo.

Si su hijo tiene un IEP o un plan 504 puede obtener una variedad de apoyos
en la escuela. Estos podrían incluir la tecnología de asistencia o adaptaciones
como el uso de la calculadora, tiempo adicional en los exámenes o tener
menos problemas para resolver en su tarea. Estos apoyos pueden igualar las
condiciones para que su hijo tenga acceso a lo que se le está enseñando.

Su hijo puede recibir apoyo en la escuela aún si no tiene un IEP o un plan


504. Su maestro puede facilitar adaptaciones informales para ayudar en clase
o con las tareas y exámenes. Además podría recibir una intervención
académica a través de la respuesta a la intervención (RTI, por sus siglas en
inglés).
Existen varias estrategias que los maestros utilizan para ayudar a los chicos
con discalculia (también puede implementarlas en la casa). Estos son algunos
ejemplos:

• Usar ejemplos concretos que relacionen las matemáticas con la vida


real, como clasificar botones. Esto puede ayudar a desarrollar el sentido
numérico de su hijo.
• Usar apoyos visuales al resolver problemas. Por ejemplo, su hijo podría
hacer dibujos o mover objetos a su alrededor.
• Usar papel cuadriculado para ayudar a que los números estén alineados.
• Usar un pedazo de papel para cubrir la mayor parte de la hoja de los
problemas de matemáticas o el examen para que su hijo pueda
enfocarse en un problema a la vez.

Profundice:
• Vea ejemplos de adaptaciones para la discalculia.
• Conozca acerca de la tecnología de asistencia para las matemáticas.
• Descargar organizadores gráficos gratuitos para ayudar a su hijo con
las matemáticas.

Cómo puede ayudar a su hijo con su discalculia


Usted juega un papel único brindando el apoyo y la motivación que su hijo
necesita. Desde trabajar con la escuela hasta desarrollar habilidades
matemáticas en la casa, usted puede ayudar a que su hijo a permanezca
motivado en mejorar sus limitaciones.

Estas son algunas cosas que puede hacer:

• Revise técnicas multisensoriales para enseñar matemáticas que puede


utilizar en casa.
• Descubra software, apps y herramientas Chrome que ayuden a su hijo
con las matemáticas.
• Busque en la Internet herramientas gratuitas de tecnología de
asistencia para matemáticas.
• Encuentre juegos de mesa que desarrollen las destrezas matemáticas.
• Conozca maneras de ayudar a desarrollar la autoestima de su hijo.
• Lea lo que su hijo puede decir para abogar por sí mismo en primaria y
la escuela media.
• Obtenga recomendaciones acerca de cómo abogar por su hijo en la
escuela.
• Descubra las aptitudes de su hijo.

Para obtener aún más ideas revise un grupo de estrategias para ayudar con la
discalculia. Y no deje de visitar Entrenamiento para padres donde encontrará
cientos de consejos prácticos acordes con la edad del niño para mejorar sus
dificultades de socialización, emocionales y de comportamiento.

También es importante que usted tenga apoyo:

• Conéctese e intercambie información con otras familias en nuestra


comunidad en línea.
• Consulte a expertos a través de nuestros eventos gratuitos y en vivo con
expertos.
• Conozca acerca de los Centros de Capacitación e Información para
Padres, un recurso local gratuito.

Puntos clave
• La discalculia es una dificultad de aprendizaje bastante común que
afecta la capacidad de los niños para aprender matemáticas.

• Los signos de la discalculia pueden lucir diferente dependiendo de la


edad.
• Existen muchas estrategias y herramientas que pueden ayudar a los
niños con discalculia a progresar en la escuela y en la vida.

La discalculia es una condición de por vida que dificulta que los chicos
realicen tareas relacionadas con las matemáticas. No es tan conocida o
entendida como la dislexia, pero algunos expertos creen que es igual de
común.
Los expertos no están seguros si la discalculia es más común en niñas que en
niños. Pero la mayoría están de acuerdo con que es poco probable que existan
diferencias significativas.
Los chicos que tienen esta dificultad de aprendizaje tienen problemas con
muchos aspectos de las matemáticas. A menudo no comprenden las
cantidades o conceptos como mayor que o menor que. Puede que no
entiendan que el número 5 es el mismo que la palabra cinco (estas
habilidades a menudo son conocidas como sentido numérico).
Los chicos con discalculia además tienen problemas con el proceso de las
matemáticas, como ser capaces de recordar datos matemáticos. Puede que
entiendan la lógica que la sustenta, pero no cómo o cuándo aplicar lo que
saben para resolver problemas matemáticos.
A menudo también tienen problemas con la memoria funcional. Por ejemplo,
puede que tengan dificultad para retener en la memoria los números mientras
resuelven problemas de matemáticas de varios pasos.
La discalculia es conocida con diferentes nombres. Algunas escuelas se
refieren a ella como discapacidad de aprendizaje en matemáticas. A veces
los médicos la llaman trastorno de las matemáticas. Puede que incluso
escuche a los niños y a los padres llamarla dislexia matemática (el
término dislexia matemática puede ser confuso. La discalculia y la dislexia
no son lo mismo).
¿QUE ES LA DISLEXIA? SÍNTOMAS, CAUSAS Y
TRATAMIENTO
La dislexia es un trastorno del aprendizaje que se caracteriza por la dificultad
para leer debido a los problemas para identificar los sonidos del habla y
aprender cómo se relacionan las letras y las palabras.
Es un problema que puede entorpecer la habilidad de una persona para leer,
escribir, deletrear e incluso hablar. El grado de intensidad puede variar y
cuanto antes se trate, mejores serán los resultados. Sin embargo, nunca es
demasiado tarde para que las personas con dislexia aprendan a mejorar sus
habilidades lingüísticas.
La dislexia es bastante común en los niños y no es necesariamente una
predicción de no tener éxito. Se presenta en niños con visión e inteligencia
normal. A veces, no se diagnóstica durante años y no se reconoce hasta la
edad adulta.
Es un trastorno que se mantiene a lo largo de toda la vida causado por rasgos
hereditarios que afectan al funcionamiento del cerebro.
Sin embargo, la mayoría de los niños pueden tener éxito en la escuela con
ayuda de un programa especializado y el apoyo emocional de los familiares.
La dislexia es una condición permanente, pero eso no significa que su hijo
no pueda ser feliz y tener éxito.
Las personas con dislexia pueden comprender ideas complejas, pero quizás
necesiten más tiempo para procesar la información. También puede que
necesiten una forma diferente para procesarla, como, por ejemplo, escuchar
un libro en lugar de leerlo.
Hay muchas estrategias de enseñanza efectivas y herramientas que pueden
ayudar a su hijo. De hecho, muchas personas con dislexia tienen carreras
exitosas en los negocios, la ciencia y las artes.
CON DISLEXIA SON A MENUDO MUY CREATIVA
Los problemas de lectura son más frecuentes en los niños que en las niñas y
se estima que el 85% de los estudiantes con problemas de aprendizaje
tienen dislexia.
Síntomas

Los síntomas de la dislexia pueden ser difíciles de reconocer antes de que el


niño comience la escuela.
Una vez alcance la edad escolar el profesor puede ser el primero que note el
problema. Por lo general, se diagnóstica cuando el niño empieza a leer.
Antes de la edad escolar
Los signos y síntomas que un niño puede presentar son:
Comienza a hablar tarde.
Tarda mucho en aprender nuevas palabras.
Dificultad para aprender canciones infantiles.
Dificultad para rimar.
Edad escolar
Una vez el niño comienza la escuela los síntomas y signos pueden ser más
evidentes. Estos incluyen:
El nivel de lectura está muy por debajo de lo normal para su edad.
Problemas de procesamiento y comprensión de lo que escucha.
Dificultad para comprender instrucciones rápidamente.
Problemas para recordar la secuencia de las cosas.
Dificultad para ver las similitudes y diferencias entre las letras y las
palabras.
Incapacidad para pronunciar una palabra desconocida.
Mala ortografía.
Dificultad para aprender un idioma extranjero.
La dislexia se caracteriza, sobre todo, por un retraso en la edad en que el niño
comienza a leer. Si el nivel de lectura de su hijo está muy por debajo de la
media, debe hablar con su médico. Cuando la dislexia no se diagnóstica ni
recibe tratamiento, las dificultades de lectura en la infancia pueden continuar
en la edad adulta.
Causas

Los investigadores siguen trabajando para determinar la causa de la dislexia,


pero se sabe que los genes y las diferencias cerebrales podrían influir en las
posibilidades de tener dislexia.
La dislexia se ha relacionado con ciertos genes que controlan el desarrollo
del cerebro. Parece ser una condición hereditaria, puesto que tiende a darse
en miembros de la misma familia.
Alrededor del 40% de los hermanos de niños con dislexia pueden presentar
los mismos problemas de lectura.
Se ha relacionado con lesiones cerebrales. En estos casos, la dislexia se
da después de un trauma cerebral o una lesión en el área del cerebro que
controla la lectura y escritura.
También puede ser causada por influencias hormonales. Es decir, cuando se
da el desarrollo hormonal durante las primeras etapas del desarrollo
fetal. Este tipo de dislexia disminuye a medida que el niño madura.
Diagnóstico
El diagnóstico de la dislexia es importante para que el niño alcance su
máximo potencial. No hay solo una prueba para detectar el problema. Se le
puede pedir que rellene ciertos cuestionarios para determinar las fortalezas y
debilidades del niño.
Por lo general, estos son los pasos a seguir:

Examen médico. El médico puede evaluar la visión y la audición del niño


con el fin de descartar que algún problema esté afectando a la habilidad para
leer. Se le preguntará por el desarrollo general del niño y si otros miembros
de la familia tienen problemas de lectura u otros problemas de aprendizaje.
Derivación a un especialista. El niño puede ser valorado por un psicólogo u
otro profesional especializado en problemas de aprendizaje.
Tanto el médico como los demás especialistas discutirán sus conclusiones y
recomendarán la manera de ayudar al niño.
Nunca es demasiado tarde para realizar un diagnóstico, pero cuanto antes el
niño empiece a tener el tratamiento adecuado, mayores serán las
probabilidades de alcanzar el nivel de los niños de su edad.
Tratamiento
No existe un tratamiento para corregir la parte del cerebro que causa la
dislexia. Sin embargo, la detección temprana y la evaluación para
determinar las necesidades específicas y el tratamiento adecuado en cada
niño pueden mejorar considerablemente su desempeño en lectura y
comprensión lectora.
Técnicas educativas

La dislexia se puede tratar siguiendo algunos enfoques y técnicas educativas


específicas. Cuanto antes se comience el trabajo específico mejores serán los
resultados. Las pruebas psicológicas ayudarán a los profesores de su hijo a
elaborar un programa de enseñanza adecuado a sus necesidades.
Se pueden usar técnicas que implican la audición, la visión y el tacto para
mejorar las habilidades de lectura.
Hay algunos especialistas en lectura que pueden ayudar al niño a través
de sesiones de tutoría individualizadas. Estas servirán para que el niño:
Aprenda a reconocer los fonemas que forman las palabras.
Entienda que las letras representan los sonidos.
Comprenda lo que lee.
Lea en voz alta.
Amplíe su vocabulario.
Qué habilidades se ven afectadas por la dislexia
La dislexia puede conducir a otros problemas, algunos de ellos son los
siguientes:

Los problemas de aprendizaje. La lectura es una habilidad básica para


aprender la mayoría de los temas en la escuela. Un niño con dislexia está en
desventaja y puede tener dificultades para seguir el ritmo de la clase.
Los problemas sociales. Si no se recibe el tratamiento adecuado, la dislexia
puede provocar una baja autoestima, problemas de conducta, ansiedad,
agresividad y el aislamiento social.
Los problemas en la edad adulta. La incapacidad para leer y comprender
puede impedir que un niño llegue a su máximo potencial cuando sea adulto.
Esto puede tener consecuencias educativas, sociales y económicas a largo
plazo.
Comprensión auditiva. Los niños con dislexia tienden a ser mejores oyentes
que lectores. Pero les puede resultar difícil filtrar el ruido de fondo cuando
intenta escuchar a alguien. En la escuela es recomendable que se sienten en
primera fila para poder seguir mejor al profesor.
Memoria. Los niños con dislexia pueden tomar tanto tiempo para leer una
frase que olvidan la que habían leído anteriormente. Esto hace que les resulte
complicado comprender el significado de un texto.
Pueden presentar problemas para diferenciar entre derecha e izquierda y
para decir la hora o gestionar el tiempo.
Los niños con dislexia tienen un mayor riesgo de tener trastorno de déficit
de atención con hiperactividad (TDAH) y viceversa. Puede leer más sobre
este trastorno en el siguiente artículo “TDAH: Trastorno de déficit de
atención e hiperactividad”.
Papel de los padres

Ayudar a un niño con dislexia puede ser un reto, especialmente si usted


nunca ha tenido confianza en sus propias habilidades de lectura y
escritura. No es necesario ser un experto para ayudar a trabajar y mejorar
ciertas habilidades y fortalecer la autoestima de su hijo.
Los niños son diferentes y es posible que no todas las opciones funcionen
para su hijo. Es probable que tenga que probar varias maneras de ayudar a
su hijo hasta encontrar la que más se ajuste a sus necesidades.
Estas son algunas cosas que usted puede probar en casa:
Abordar el problema a tiempo. Si sospecha que su hijo tiene dislexia, hable
con su médico. La intervención temprana puede mejorar el éxito.
Leer en voz alta a su hijo. Puede comenzar a leerle desde que es muy pequeño
(6 meses de edad). Siempre que pueda lea en voz alta, pueden ser libros,
revistas o carteles publicitarios.
Intente usar lecturas que despierten el interés del niño.
También se puede escuchar libros con audio. Algunas tiendas venden libros
para niños de diferentes edades y son muy efectivos para los niños con
dislexia (5).
Trabajar con la escuela del niño. Hable con su profesor acerca de cómo puede
ayudar para que su hijo tenga éxito.
Anime al niño a realizar un tiempo de lectura. Para mejorar las habilidades
de lectura, es necesario que el niño practique leyendo.
Trastornos de la comunicación
¿Qué son los trastornos de la comunicación?
Hay varios tipos diferentes de trastornos de la comunicación, incluyendo los
siguientes:
Trastorno del lenguaje expresivo. El trastorno del lenguaje expresivo
identifica retrasos del desarrollo y dificultades en la capacidad para producir
el habla.
Trastorno del lenguaje mixto receptivo y expresivo. El trastorno del lenguaje
mixto receptivo y expresivo identifica retrasos del desarrollo y dificultades
en la capacidad para comprender el lenguaje hablado y producir el habla.
¿Qué causan los trastornos de la comunicación?
Los trastornos de la comunicación pueden ser del desarrollo o adquiridos. La
causa puede estar relacionada con problemas biológicos como
anormalidades del desarrollo del cerebro, o posiblemente por la exposición
a toxinas durante el embarazo, como abuso de sustancias o toxinas
ambientales como el plomo. En algunos casos, un factor genético es
considerado como una causa contribuyente.
¿Quién resulta afectado por los trastornos de la comunicación?
Por razones desconocidas, se diagnostican más chicos que chicas con
trastornos de la comunicación. Los niños con trastornos de la comunicación
también tienen con frecuencia otros trastornos físicos.
¿Cuáles son los síntomas de los trastornos de la comunicación?
Los siguientes son los síntomas más comunes de los trastornos de la
comunicación. Sin embargo, cada niño puede experimentar los síntomas de
manera diferente.
Los niños pequeños con trastornos de la comunicación no hablan del todo, o
pueden tener un vocabulario limitado para su edad. Algunos niños con
trastornos de la comunicación tienen dificultades para comprender
instrucciones simples o no pueden nombrar objetos. Sin embargo, la mayoría
de los niños con trastornos de la comunicación pueden hablar en el momento
de entrar a la escuela, pero continúan teniendo problemas con la
comunicación.
Los niños en edad escolar con frecuencia tienen problemas para comprender
y formular palabras. Los adolescentes tienen más dificultad para comprender
o expresar ideas abstractas.
Los síntomas de los trastornos de la comunicación pueden parecerse a otras
condiciones o problemas médicos. Siempre consulte con el médico de su hijo
para un diagnóstico.
¿Cómo se diagnostican los trastornos de la comunicación?
La mayoría de los niños con trastornos de la comunicación se refieren
primero para evaluaciones del hable y el lenguaje cuando se advierten
retrasos en la comunicación. Generalmente se consulta a un psiquiatra
infantil, especialmente cuando están también presentes problemas
emocionales o conductuales. Una evaluación completa también involucra
pruebas psicométricas (pruebas diseñadas para evaluar las capacidades de
razonamiento lógico, las reacciones a situaciones diferentes, y el desempeño
del pensamiento; ninguna prueba de conocimiento general) y pruebas
psicológicas de capacidades cognitivas.
Tratamiento de los trastornos de la comunicación
El tratamiento específico de los trastornos de la comunicación será
determinado por el médico de su hijo, profesores de educación especial y
profesionales del habla/lenguaje y salud mental con base en lo siguiente:
• La edad, salud global e historial médico de su hijo
• Extensión del trastorno
• Tipo de trastorno
La tolerancia de su hijo a medicamentos o terapias específicos
Las expectativas del curso del trastorno
Su opinión o preferencia
Un esfuerzo coordinado entre padres, profesores, y profesionales del
habla/lenguaje y salud mental brinda la base para las estrategias de
tratamiento individualizado que pueden incluir rehabilitación individual o
grupal, clases especiales o recursos especiales. Generalmente, se consideren
dos enfoques. Las técnicas de rehabilitación son utilizadas para aumentar las
destrezas de comunicación en las áreas del déficit. Un segundo enfoque
ayuda al niño a construir sobre sus fortalezas para eludir su déficit de
comunicación.
Prevención de los trastornos de la comunicación
Las medidas de prevención para reducir la incidencia de los trastornos de la
comunicación no se conocen en este momento. Sin embargo, la detección e
intervención tempranas pueden abordar las necesidades del desarrollo y
dificultades académicas para mejorar la calidad de vida experimentada por
niños con trastornos de la comunicación.
Tratamiento de las dislalias
Lo mejor es la prevención con la intervención precoz de un logopeda.
Aunque el pronóstico depende del tipo de trastorno y su causa,
normalmente el habla puede mejorar con una terapia adecuada. Esta se
suele basar en la realización de ejercicios para perfeccionar la musculatura
utilizada en la producción de sonidos. Así, se intenta que mejoren la
articulación de las palabras, la utilización de la respiración, el ritmo en la
pronunciación, la expresión...
Normalmente, se le plantean al niño en forma de juegos, para que le sea
más sencillo y ameno adquirir estas nuevas habilidades. Para que la terapia
sea eficaz es importante que los padres se impliquen y ayuden al niño
también en su propio hogar.
En ocasiones
Dislalia: síntomas, causas y tratamiento
En la dislalia, los órganos que intervienen en el habla, también llamados
órganos fono articulatorios (labios, mandíbula, velo del paladar, lengua,
etc.) se colocan de una manera incorrecta dando lugar a una pronunciación
inadecuada de determinados sonidos o fonemas.
, cuando el problema tiene un origen físico, será necesario realizar un
procedimiento médico. Consulta con tu pediatra o médico de cabecera para
encontrar la causa y poder pautar el tratamiento más adecuado.
La dislalia se caracteriza por la presencia de errores en la articulación de
los sonidos del habla en personas que no muestran una patología
relacionada con el sistema nervioso central.
En algunas ocasiones, este defecto de pronunciación derivado de una mala
articulación puede llegar a automatizarse y se normaliza, esto se evidencia
en lenguaje escrito.
La dislalia puede afectar a cualquier consonante o vocal. Sin embargo, la
alteración de la pronunciación se presenta más frecuentemente en algunos
sonidos como, por ejemplo, la /r/, ya que su articulación requiere una
mayor agilidad y precisión en sus movimientos.
También suele ocurrir en la /k/, debido a que el punto de articulación no es
visible y por ello es más difícil la imitación, así como en la /s/, donde se
produce una deformación en la posición articulatoria de la lengua.
Tipos de dislalia
Siguiendo a Pascual (1988) la dislalia se puede clasificar en función de su
etiología. Así, distinguimos entre:
Dislalia evolutiva o fisiológica
Este tipo de dislalia se presenta en algunas fases del desarrollo del habla
infantil donde los niños todavía no articulan bien diferentes sonidos o
distorsionan algunos fonemas.
Las causas de este fenómeno pueden ser inmadurez, ausencia de
discriminación auditiva, falta de control en el soplo, alteraciones
respiratorias o movimientos inadecuados en los órganos articulatorios.
Dentro de la evolución de la madurez del niño estas dificultades las van
superando, sólo si persisten entre los cuatro o cinco años es cuando lo
consideraríamos como patológico.
Dislalia audiógena
La etiología de la dislalia audiógena radica en la presencia de un déficit
auditivo el cual se acompaña de otras alteraciones del lenguaje, como en la
voz y en el ritmo.
Para poder articular de una manera adecuada los sonidos es imprescindible
una correcta audición.
Dislalia orgánica
La dislalia orgánica se origina debido a una lesión en el sistema nervioso
central (disartria) o debido a una alteración orgánica de los órganos
periféricos del habla sin daño en el sistema nervioso central (diglosia).
Dislalia funcional
La dislalia funcional se genera a causa de un funcionamiento inadecuado de
los órganos articulatorios, sin evidencia de daño ni lesión orgánica. Entre
las dislalias funcionales distinguimos los trastornos fonéticos y los
trastornos fonológicos.
Los trastornos fonéticos son alteraciones en la producción de los fonemas.
La alteración está focalizada en el aspecto motor de la articulación.
Los errores son estables, y es observable que los errores en el sonido
aparecen por igual en la repetición del lenguaje espontáneo. No hay
alteración en los procesos de discriminación auditiva.
Los trastornos fonológicos son alteraciones a nivel perceptivo y
organizativo, o sea, en los procesos de discriminación auditiva, afectando a
los mecanismos de conceptualización de los sonidos y a la relación entre
significado y significante.
En estos casos, la expresión oral del lenguaje es deficiente y dependiendo
de la gravedad puede llegar a ser ininteligible.
Los errores suelen ser fluctuantes. Aisladamente los sonidos podrían
articularse bien, pero la pronunciación de la palabra se ve afectada.
Síntomas
Los síntomas de la dislalia varían en función del grado de afectación. La
dificultad de la articulación puede ir desde un fonema en concreto hasta
muchos fonemas haciendo de esta manera el lenguaje ininteligible.
La sintomatología consiste en la comisión de errores. Los errores que se
cometen de forma más frecuente en la dislalia son:
Sustitución
El error de sustitución consiste en reemplazar un sonido por otro.
Por ejemplo, el individuo se ve incapaz de pronunciar el sonido /r/ por lo
que lo reemplaza por otro fonema que le sea más sencillo, como por
ejemplo el sonido /l/, es decir “latón” en lugar de “ratón”.
Algunas veces, el niño comete este error de sustitución debido al déficit de
discriminación auditiva, es decir, el niño percibe de manera inadecuada una
palabra y emite este sonido tal y como lo percibe.
Distorsión
El error de distorsión consiste en cuando le damos una forma incorrecta o
deformada intentando aproximarla más o menos a la articulación adecuada.
Son debidas principalmente a una colocación inadecuada de los órganos de
articulación. Por ejemplo, el niño dice “peron” en vez de “perro”.
Omisión
El individuo omite el fonema que no sabe pronunciar, pero no lo sustituye.
A veces esta omisión es de un solo fonema como por ejemplo “osquilleta”
en vez de “rosquilleta” y otras veces la omisión es de una sílaba completa
“lota” en vez de “pelota”.
En el caso de que haya que pronunciar dos grupos consonánticos “bla”,
“cri”, etc., se omite la consonante líquida.
Adición
El error de adición consiste en añadir un fonema a la palabra para facilitar
la pronunciación.
Por ejemplo “tigeres” en vez de “tigres”, “cuatoro” en vez de “cuatro” o
decir “aratón” en vez de “ratón”.
El problema de este tipo de error es que puede llegar a automatizarse y la
convierte en una palabra más.
Inversión
El error de inversión consiste en modificar el orden de los sonidos. Por
ejemplo, dice “cacheta” en vez de “chaqueta”.
Causas
Una clasificación tradicional de las dislalias nos permite diferenciar los
siguientes tipos en función de las causas que las provocan:
• Dislalias funcionales: son debidas a un mal funcionamiento de los
órganos articulatorios.
• Dislalias orgánicas: originadas por lesiones o malformaciones.
• Dislalias audiógenas: en las que la persona no pronuncia
correctamente porque no oye bien.
Trastorno del espectro del autismo
Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) también denominados
trastornos generalizados del desarrollo son un conjunto de problemas
vinculados al desarrollo del sistema nervioso y que afectan a la forma en
que la persona afectada se comunica y relaciona con otras personas.
Por lo general estos trastornos ocasionan notables limitaciones en la
autonomía personal de los afectados y son una importante causa de estrés,
ansiedad y malestar en las familias con miembros afectados.
Esta ficha técnica puede ser útil tanto para los padres de niños con un TEA
como para los adultos que puedan padecer la enfermedad. Sin embargo,
para simplificar, nos referiremos a su hijo en todas partes.
Sobre los Trastornos de espectro autista
autismo
Generalmente, los niños que tienen un TEA no desarrollan las habilidades
sociales y del lenguaje de la misma forma que lo hacen otros niños de su
edad. Como resultado, encuentran dificultades para relacionarse con otras
personas. Los niños con un TEA pueden también tener comportamientos
inhabituales y problemas de aprendizaje.
Autismo
Los niños con autismo tienen dificultades para comunicarse e interactuar
con otros. A menudo se detecta por primera vez alrededor de los dos años.
Algunos niños con autismo pueden sufrir alteraciones del aprendizaje,
como dislexia (trastorno que consiste en la dificultad para el desarrollo de
habilidades lingüísticas, incluyendo la lectura, la ortografía y la escritura).
El autismo es más común en niños que en niñas.

Síntomas de los Trastornos del espectro autista


Lo niños con TEA tienen tres síntomas principales que afectan a su
comunicación, habilidades sociales e intereses y conocimientos. Estas
características pueden variar extensamente entre los afectados.
Comunicación
Los niños con TEA no desarrollan el discurso verbal habitual o las
habilidades no verbales que otros niños de la misma edad consiguen.
También tienen problemas para la comprensión del significado del lenguaje
escrito o hablado.
Los primeros indicios de que su hijo tiene dificultades en la comunicación
pueden detectarse:
Si con un año de edad no puede parlotear (decir o hacer algunas palabras
sin significado y sonidos) o señalar.
No responde a su nombre.
No ha aprendido ninguna palabra con 18 meses de edad.
El niño puede tomar el significado de las palabras exactamente - es decir,
entenderán en sentido muy literal las palabras, y no será capaz de entender
bromas o sarcasmos. Además, encontrarán dificultades para leer el lenguaje
corporal y las expresiones del rostro
Los niños más mayores pueden mostrar un empleo insólito del lenguaje, y
tener dificultades para comenzar conversaciones o darles continuidad. Los
niños con autismo severo no pueden hablar en absoluto, pero se les puede
ayudar a comunicarse de otros modos, como por ejemplo a través de signos
o utilizando dibujos.
Habilidades sociales
Los niños con TEA tienen dificultades para relacionarse con otras personas,
hacer amistades o entrar en contacto con otros niños. Puede resultarles
dificultoso o ser incapaces de enfrentarse a nuevas situaciones. Por
ejemplo, si su hijo tiene un TEA puede:
No buscar gestos de afecto y oponerse a ser abrazado o besado.
Preferir gastar el tiempo consigo mismo.
No entienden los pensamientos y las emociones de otras personas.
Encuentran difícil aceptar reglas sociales simples lo cual puede causar
problemas en la escuela.
Encuentran difícil controlar sus emociones, las cuáles pueden expresarlas
como arrebatos de cólera o agresión.
Comportamiento e intereses
Los niños con TEA pueden mostrar muy poco o ningún interés en juegos
que implican fingimiento o imaginación. En cambio, pueden estar más
interesados en comportamientos, actividades o intereses de tipo repetitivo y
pueden presentar conductas con rituales muy marcados.
Su hijo puede presentar un interés especial a una edad muy temprana, por
el coleccionismo, la música u otros artes.
Otros síntomas
Además de los problemas que afectan a su hijo en la comunicación, las
habilidades sociales, sus intereses y comportamiento, también pueden
mostrar conductas como:
Aferrarse a las mismas rutinas continuas, y pueden enfadarse mucho si se
les molesta.
Mostrar aprensión o especial sensibilidad a ver, oír, oler, tocar y degustar.
Muchos niños con un TEA también pueden presentar otras patologías como
son trastorno por déficit de atención con hiperactividad, dispraxia
(dificultad para organizar y coordinar pensamientos y movimientos) o
epilepsia (un trastorno neurológico que cursa en forma de ataques).
Causas del Trastornos de Espectro Autista
Las causas exactas del TEA no son conocidas en este momento. Se cree
que puede estar causado por una combinación de factores, incluidos los
genes que heredamos de nuestros padres. No hay ninguna prueba científica
para apoyar la teoría de que existe una posible vinculación entre el autismo
y la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola.
Diagnóstico de los Trastornos del espectro autista
Si usted nota que su hijo podría estar mostrando signos de TEA, contacte
con su médico de cabecera o pediatra. Su médico le preguntará sobre el
comportamiento de su hijo o también podrá realizar una entrevista con su
hijo conocida como Lista de Comprobación para el Autismo en Niños que
no han comenzado el colegio aún.
Si su médico piensa que su hijo puede tener un TEA, existe la posibilidad
de ser valorado en un centro de evaluación del desarrollo infantil para
identificar cualquier necesidad específica. Dada la complejidad del proceso
es posible que se tenga que visitar y consultar a una gama amplia de
profesionales incluyendo pediatra, psiquiatra infantil, logopeda, terapeuta
ocupacional, psicólogo incluso experto en educación, tales como un
profesor especializado o un psicopedagogo.
Un instrumento comúnmente utilizado por especialistas para diagnosticar
TEA es la Lista de Observación Diagnóstica del Autismo. Se trata de un
grupo de pruebas estructuradas que pueden ser adaptadas a categorías de
edades diferentes.
Si su hijo es diagnosticado de TEA, será útil y necesario asignarle un
profesional sanitario clave para su seguimiento y control, como un pediatra
del desarrollo (un pediatra especializado en los trastornos del desarrollo de
los niños).
También será de utilidad la ayuda que preste una enfermera especializada o
cualquier otro profesional sanitario entrenado y con conocimientos amplios
en esta patología y que pueda proporcionar además de información apoyo a
toda la familia.
Tratamiento de los Trastornos del espectro autista
No hay un tratamiento curativo para los TEAs, pero los niños que están
afectados pueden beneficiarse de diferentes maneras a través del control de
sus síntomas. A continuación, se comentan algunas intervenciones que han
mostrado cierta evidencia científica para justificar su uso.
Terapias de conductuales
Las terapias como el Análisis de comportamiento Aplicado (ACA) pueden
ayudar a mejorar las habilidades sociales y comunicativas de su hijo. Esto
implica que su hijo sea visitado por un psicólogo clínico o a un terapeuta
experto que utiliza una técnica que implica un comportamiento adecuado y
beneficioso. El psicólogo o terapeuta de su hijo podrán disponer de un
modo constante y estructurado de tratar el comportamiento difícil y
complejo.
Síndrome de asperger
Es un trastorno del desarrollo cerebral muy frecuente (de 3 a 7 por cada
1.000 niños de 7 a 16 años),
que tiene mayor incidencia en niños que niñas.
Que ha sido recientemente reconocido por la comunidad científica (Manual
Estadístico de Diagnóstico de Trastornos Mentales
en su cuarta edición en 1994 de la Asociación Psiquiátrica Americana
[DSM-4: Diagnostic and Statistical Manual]),
siendo desconocido el síndrome entre la población general e incluso por
muchos profesionales.
La persona que lo presenta tiene un aspecto normal, capacidad normal de
inteligencia, frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas,
pero tiene problemas para relacionarse con los demás y en ocasiones
presentan comportamientos inadecuados
La persona Asperger presenta un pensar distinto. Su pensar es lógico,
concreto e hiperrealista. Su discapacidad no es evidente,
sólo se manifiesta al nivel de comportamientos sociales inadecuados
proporcionándoles a ellos y sus familiares problemas

Ellos luchan sin descanso, con la esperanza de conseguir un futuro más


amable en el que puedan comprender
el complejo mundo de los seres humanos y ser aceptados tal como son.

Características del síndrome de asperger

Algunas de las características que presentan estos niños, cada niño las
expresa de forma distinta. Si algunas de ellas se adaptan a su hijo,
un familiar o conocido, es aconsejable que sea visto por un profesional
(Psiquiatra infantil) que pueda establecer el diagnóstico adecuado.
Síntomas del Síndrome de Asperger
El síntoma más distintivo del Síndrome de Asperger es el interés obsesivo
del niño por un objeto o tema único, de forma que excluye el resto de los
intereses normales para su edad. De esta forma, estos pequeños llegan a
convertirse en verdaderos expertos en un tema hasta el punto de que llegan
a parecer profesores en miniatura, también por la formalidad de su
vocabulario.
En los niños con Síndrome de Asperger se aprecia una restricción
significativa de los comportamientos no verbales como la expresión facial
y el contacto ocular. También se nota una marcada incapacidad para
desarrollar relaciones con sus coetáneos, así como una ausencia de
reciprocidad social o emocional.
A la misma vez, el niño con esta patología suele mostrar una adhesión
inflexible a rutinas específicas que no cumplen ninguna función, presentan
manierismos motores como sacudir o girar las manos y los dedos y una
preocupación anormal y persistente por partes de algunos objetos. Estas
particularidades son las que conllevan a confundir el diagnóstico del
Síndrome de Asperger con el autismo, sobre todo si en este último se ha
conservado la inteligencia.
Aunque no se presenta un retraso significativo del lenguaje y otras
habilidades cognitivas, el problema en la comunicación y la restricción de
la esfera de intereses suele causar un deterioro importante en la actividad
social de estos niños.
El Síndrome de Asperger suele manifestarse cuando el niño comienza la
etapa preescolar, sobre todo a partir del retraso motor o una torpeza que no
es característica de su edad. Luego, en la etapa escolar, comienzan a
manifestarse las deficiencias en la interacción social. En la adultez estas
personas pueden llevar una vida bastante normal (en dependencia de la
severidad del trastorno), si bien el mismo continúa su curso continuo.
Las causas del Síndrome de Asperger
Los estudios más recientes que han abordado esta patología apuntan hacia
la existencia de anormalidades cerebrales. Empleando las técnicas de
imágenes cerebrales se han revelado diferencias estructurales y funcionales
en regiones específicas del cerebro que podrían estar causadas por una
migración anormal de células embriónicas durante el desarrollo fetal. Esto
afectaría la estructura cerebral y el “cableado” y posteriormente provocaría
un daño en los circuitos neurales responsables del pensamiento y el
comportamiento.
Se conoce que existe una reducción de la actividad cerebral en el lóbulo
frontal de las personas con Síndrome de Asperger, así como niveles
anormales de algunas proteínas específicas relacionadas con los
comportamientos obsesivos y repetitivos.
También se hace referencia a un posible componente hereditario ya que en
las personas son Síndrome de Asperger, los hijos suelen desarrollar algunas
de estas características, si bien pueden ser menos acuciadas. Aun así, hasta
el momento no se ha detectado un gen específico. De hecho, algunas
teorías apuestan por la presencia de un grupo común de genes cuyas
variaciones o supresiones hacen que la persona sea más vulnerable.
Precisamente, esta combinación genética es la que determinaría la gravedad
de los síntomas.
Tratamiento del Síndrome de Asperger
El tratamiento idóneo del Síndrome de Asperger sería una conjugación de
terapias donde se aborden los tres síntomas esenciales del trastorno: escasas
habilidades de comunicación, rutinas obsesivas o repetitivas y torpeza
física. Aun así, no existe un camino preestablecido en el tratamiento y cada
profesional deberá valorar cuál es la mejor estrategia para cada caso.
Aun así, el tratamiento más eficaz es aquel que construye, basándose en los
intereses del niño, un programa predecible donde se le enseñan diferentes
tareas que logren atraer su atención. Generalmente incluye:
• la capacitación en habilidades sociales, casi siempre a través de la
terapia de grupo.
• La terapia conductual cognitiva dirigida a manejar las emociones y
disminuir los intereses obsesivos y las rutinas repetitivas
• El uso de medicamentos para tratar patologías coexistentes como
pueden ser la depresión o la ansiedad.
• La terapia ocupacional o física.
• La capacitación y apoyo para los padres en aras de enseñarles las
técnicas más eficaces que deben emplear en el hogar.
Trastornos del neurodesarrollo

El cerebro del niño no es una réplica del cerebro del adulto en


miniatura, sino que es un cerebro en continuo desarrollo, con un
crecimiento a veces vertiginoso, y sujeto a un sinfín de
modificaciones y conexiones debidas a la continua estimulación que
le proporciona el entorno en el que se desarrolla.

Es fundamental conocer el desarrollo del sistema nervioso y sus


diferentes etapas para comprender los déficits que pueden aparecer
por un desarrollo anormal del cerebro o a causa de daños en el
mismo a edades tempranas. Dependiendo del momento en el que se
produzcan estas anormalidades o daños (durante el embarazo, en el
periodo perinatal o en el transcurso de la infancia), sus repercusiones
variarán.

Algunos de los trastornos incluidos en esta clasificación pueden


solucionarse completamente mediante una intervención adecuada.
Otros son crónicos, pero en este caso también es fundamental una
correcta intervención, ya que es posible mitigar en mayor o menor
grado y, en algunos casos, incluso eliminar, las consecuencias
negativas o síntomas producidos por el trastorno en cuestión.

* La discapacidad intelectual cumple todos los criterios para


pertenecer a esta categoría, pero hemos considerado justificado
asignarle una sección propia.

Trastorno de atención con hiperactividad (TDAH)

Se caracteriza por síntomas manifiestos de desatención y/o


impulsividad-hiperactividad. Se presentan subtipos dependiendo de
si el síntoma predominante es el déficit de atención, la
hiperactividad-impulsividad o si ambos equivalentes.

Las principales manifestaciones de cada una de las áreas son:

Desatención:

- Falta de atención a los detalles y comisión de errores por descuido.


- Dificultad para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas.
- Se distrae fácilmente con estímulos irrelevantes.
- Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
- No sigue instrucciones ni finaliza tareas.
- Tiene dificultades para organizar tareas y actividades.
- Evita en la medida de lo posible tareas que requieren un esfuerzo
mental sostenido.
- Es descuidado en las actividades diarias.

Hiperactividad:

- Se remueve en el asiento o mueve en exceso manos y pies.


- Se levanta en situaciones en las que debería permanecer sentado.
- Exceso de energía.
- Corre o salta excesivamente en situaciones inapropiadas (en
adultos, sensación de inquietud).
- Dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de
ocio.
- Habla en exceso.
Impulsividad:

- Se precipita en las respuestas sin haber dejado acabar la pregunta.


- Tiene dificultades para guardar turno.
- Interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros.
Leer más sobre TDAH

Trastornos específicos del aprendizaje

Las habilidades cognitivas no son homogéneas en una misma


persona, pero si tras un desarrollo apropiado existe un área
particularmente deficitaria, nos referimos a un problema específico
en el aprendizaje. Se caracteriza por un rendimiento académico
sustancialmente por debajo de lo esperado dadas la edad cronológica
del sujeto, la medición de su inteligencia y una enseñanza apropiada
para su edad. Interfieren significativamente en el rendimiento en la
escuela, dificultando el adecuado progreso del niño y la consecución
de las metas marcadas en los distintos planes educativos.
Trastorno de lectura (dislexia)

Se caracteriza por un deterioro de la capacidad para reconocer


palabras, lectura lenta e insegura y escasa comprensión.

Trastorno de la expresión escrita (disgrafía)

El problema puede estar en la escritura concreta de palabras o en la


redacción-composición general.

Trastorno del cálculo (discalculia)

Afecta al aprendizaje de los conocimientos aritméticos básicos


(suma, resta, multiplicación y división), más que a los conocimientos
matemáticos más abstractos (álgebra o geometría).

Trastornos de la comunicación

Aparecen cuando el desarrollo del lenguaje no sigue el patrón


previsto o se producen déficits significativos en alguno de sus
aspectos. Las características lingüísticas de cada trastorno varían en
función de su gravedad y de la edad del niño.

Trastorno de la expresión

La capacidad para la expresión oral es marcadamente inferior al


nivel adecuado para la edad mental del niño. Las dificultades pueden
aparecer tanto en el lenguaje verbal como el gestual.

Sus principales características son: un habla limitada


cuantitativamente, vocabulario reducido, dificultad para la
adquisición de palabras nuevas, errores de vocabulario o de
evocación de palabras, frases excesivamente cortas, estructuras
gramaticales simplificadas, limitación de las variedades de
estructuras gramaticales y de los tipos de frases, omisiones de partes
críticas de las oraciones, utilización de un orden inusual de palabras
y enlentecimiento en el desarrollo del lenguaje.
Trastorno de la comprensión

La capacidad para la comprensión es marcadamente inferior al nivel


adecuado para la edad mental del niño. También está notablemente
afectada la expresión (este trastorno suele llamarse “trastorno mixto
del lenguaje receptivo-expresivo”), lo que se debe a que el desarrollo
del lenguaje expresivo descansa en la adquisición de las habilidades
receptivas.

Aparte de las características propias del trastorno de expresión


mencionado previamente, en este caso se observa dificultad para
comprender palabras, frases o tipos específicos de palabras. También
puede llegar a darse un déficit en distintas áreas del procesamiento
auditivo: discriminación de sonidos, asociación de sonidos y
símbolos, almacenamiento, rememoración y secuenciación.

Trastorno fonológico (dislalia)

Su principal característica es la incapacidad para utilizar los sonidos


del habla evolutivamente apropiados para la edad y el idioma del
niño.

Puede implicar errores de la producción, utilización, representación u


organización de los sonidos, como por ejemplo sustituciones de un
sonido por otro u omisiones de sonidos.

Tartamudeo (disfemia)

Trastorno de la fluidez normal y estructuración temporal del habla


inapropiada para la edad del sujeto.

Se caracteriza por frecuentes repeticiones o prolongaciones de


sonidos o sílabas. También pueden presentarse interjecciones,
fragmentación de palabras, bloqueo (audible o silencioso),
circunloquios, palabras producidas con un exceso de tensión física y
repeticiones de monosílabos.

No suele producirse durante una lectura oral, cantando o hablando a


objetos inanimados o animales.
Trastornos del espectro autista (TEA)

Son un grupo de discapacidades del desarrollo que pueden causar


problemas graves, y hasta crónicos, de socialización, comunicación y
conducta.

La forma en la que estas alteraciones se manifiestan varía mucho de


un niño a otro, de ahí que se hable de un "espectro" o "continuo de
trastornos", lo que significa que existen diferentes maneras en las
que los síntomas de este tipo de trastornos aparecen y que la
gravedad de los mismos varía de unos casos a otros. El cuadro
clínico no es uniforme ni está absolutamente demarcado, y su
presentación oscila en un espectro de mayor a menor afectación,
varía con el tiempo y se ve influido por factores como el grado de
capacidad intelectual asociada o el acceso a apoyos especializados.

Las personas con TEA procesan la información en su cerebro de


manera distinta a los demás y se desarrollan a un ritmo distinto en
cada área. Se caracterizan por la presentación de dificultades
clínicamente significativas y persistentes en la comunicación social
(marcada dificultad en la comunicación no verbal y verbal usada en
la interacción, ausencia de reciprocidad social y dificultades para
desarrollar y mantener relaciones con iguales apropiadas para el
nivel de desarrollo), conductas estereotipadas motoras o verbales,
comportamientos sensoriales inusuales, adherencia excesiva a rutinas
y patrones de comportamiento ritualistas e intereses restringidos.

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