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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR DE ECONOMÍA, FINANZAS Y COMERCIO


EXTERIO

ESCUELA NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN Y HACIENDA PÚBLICA

UNIDAD CURRICULAR: POLÍTICA FISCAL

SECCIÓN: 6TO SEMESTRE C

TURNO: MATUTINO

HORARIO: 8:30AM - 10:30AM

ANALISIS

(LA DEUDA PÚBLICA COMO INSTRUMENTO DE POLÍTICA FISCAL)

Profesor:

Alumna:

Alfredo Rojas Roxana Solarte CI 28.314.275

Correo: solarter57@gmail.com

Gledys Gutiérrez CI:25.213.253


Correo: Luciagutierrezgoyo@gmail.com

Los Cortijos, 26 de octubre del 2021

LA DEUDA PÚBLICA COMO INSTRUMENTO DE POLÍTICA FISCAL.


La deuda se define como obligaciones financieras que requieren pagos de intereses y/o
principal por parte del deudor al acreedor en una fecha en el futuro. La deuda pública se
refiere a las obligaciones resultantes de operaciones de crédito público, contraídas por
instituciones que conforman el sector público, es decir, Por deuda pública se entiende al
conjunto de deudas que mantiene un Estado frente a los particulares u otros países.
Constituye una forma de obtener recursos financieros por el Estado o cualquier poder
público materializado normalmente mediante emisiones de títulos de valores o bonos.
Incluye la deuda externa y la deuda interna.

Para financiar sus actividades, el sector público puede utilizar esencialmente tres medios:

 Impuestos y otros recursos ordinarios (precios públicos, transferencias recibidas,


tasas).
 Creación de dinero, mediante un proceso de expansión monetaria.
 Emisión de deuda pública.

Pero además de esto, el Estado puede utilizar la deuda como instrumento de política
económica y en este caso debe aplicar la política de deuda que considere en cada
momento más apropiada a los fines que persigue.

La deuda pública puede afectar, de una manera más o menos directa, a variables
económicas de las que depende básicamente el funcionamiento real de la economía,
tales como la oferta monetaria, el tipo de interés, el ahorro y sus formas de canalización,
bien sea nacional o extranjero, e intermunicipal.

Por otro lado, la deuda pública es obligación que tiene el Estado por los préstamos totales
acumulados que ha recibido o por los que es responsable, expresándose a través del
valor monetario total de los bonos y obligaciones que se encuentran en manos del
público.

Habitualmente, los valores de deuda son vistos como instrumentos de inversión muy
confiables, debido a la gran seguridad de recuperación y a los rendimientos que generan,
porque salvo casos excepcionales los entes públicos cumplen sus obligaciones. Por lo
mismo se les considera de bajo riesgo. En cualquier caso, y dependiendo de cada país,
las agencias de calificación de riesgos califican el riesgo crediticio, que puede ser mayor o
menor, y que sirve de referencia a los inversores a la hora de exigir un mayor o menor
interés.

La deuda pública se estructura a plazo fijo. Hasta el vencimiento no se recupera la


inversión. Por ello, a los estados les interesa la existencia de un mercado de valores en el
cual se negocien los títulos. De esta forma, si una persona quiere recuperar su inversión,
busca un comprador de sus títulos, que le pagará algo más de lo que a él le costó el título
(aunque el precio depende de la evolución de los tipos de interés). Esto hace mucho más
atractiva la deuda pública para los inversores, al aumentar la liquidez.
Sin embargo, el análisis de aspectos vinculados a la sostenibilidad fiscal y al
endeudamiento público constituye un tema importante y recurrente en la discusión
económica contemporánea. Ello se debe a que la situación fiscal de una economía es
clave para evaluar sus perspectivas, especialmente en el caso de las economías
pequeñas y abiertas al resto del mundo.

La evidencia empírica disponible indica que la situación fiscal constituye un aspecto


fundamental a la hora de definir la estrategia macroeconómica de un país. El manejo
prudente y previsible de las finanzas públicas representa uno de los elementos más
importantes que tienen en cuenta los agentes económicos a la hora de formar sus
expectativas. En buena medida, la estabilidad macroeconómica se encuentra determinada
por la política fiscal y por la política de endeudamiento público de los gobiernos resulta
frecuente que las discusiones más superficiales referidas a la solidez fiscal de un país se
concentren en el resultado fiscal corriente, es decir, la diferencia entre los ingresos y los
egresos del sector público un determinado período temporal. En este contexto, resultados
deficitarios, en particular si el déficit es importante, suelen asociarse a situaciones de
vulnerabilidad.

Considerando las limitaciones informativas que pueden transmitir los datos del resultado
fiscal, es frecuente que la política fiscal sea evaluada a partir de la sostenibilidad de la
deuda pública.

Los casos extremos de crisis de endeudamientos público han desembocado en


incumplimientos temporarios o permanentes del servicio de la deuda. Estos episodios son
conocidos como default de la deuda soberana. Por el contrario, se considera que la deuda
pública de un país es sostenible cuando su valor como proporción del PIB alcanza una
trayectoria estable (o descendiente) a lo largo del tiempo. Una variante del concepto de
sostenibilidad es la evaluación de si la deuda ha alcanzado un nivel que está más allá de
la capacidad de pago del gobierno, medida dicha capacidad a través del superávit fiscal
primario que el gobierno ha sido capaz de generar históricamente.

En conclusión, es importante misionar que la existencia de endeudamiento público es un


fenómeno que se extiende a prácticamente todas las economías del mundo y que, dentro
de ciertos niveles, no constituye un problema desde el punto de vista del manejo de la
política fiscal. No obstante, en algunos países, y por distintas razones, los gobiernos han
contraído deudas muy elevadas que exigen un gran esfuerzo para atender su servicio

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