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Índice.

Introducción ……………………………………………………………………….…..…Pág. 3

Efectos del Gasto Público ………………………….………………..…………….Pág. 4-5

El Gasto Público ………………………………..………………………………..…..Pág. 6-8

La Deuda Pública ……………………………………………………………………Pág. 8-10

Gasto Público de República Dominicana ……….…….………………...Pág. 10-12

Deuda Pública de República Dominicana ……………………………….Pág. 12-14

Conclusión ……………………………………………………………………….………Pág. 14

Bibliografía …………………………………………………………………….………….Pág. 15

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INTRODUCCIÓN

Hablar de gasto y deuda pública, no implica dos conceptos independientes, pues


su análisis permitirá identificar indicadores del sector público, los que tendrán efecto
directo en la economía de un país. Dichos efectos tendrán que ser resueltos en base a
la toma de decisiones que el gobierno en turno ejerza, con la finalidad de propender
al bienestar colectivo de la sociedad.

El gasto público como tal es el principal instrumento de la estabilización en


cuanto a nuestra economía; es la cantidad de recursos financieros, materiales y
humanos que el sector público representado por el gobierno emplea para el
cumplimiento de sus funciones, principalmente las de satisfacer los servicios públicos
de la sociedad. Entonces, el gasto público es considerado la devolución a la sociedad
de algunos recursos económicos que el gobierno captó vía ingresos públicos, por
medio de su sistema tributario principalmente; y es aquí donde entra en juego el tema
de la deuda pública que se entiende como el conjunto de deudas que mantiene un
Estado frente a los particulares u otro país, con el fin de obtener dinero para financiar
sus actividades, entonces el Estado capta fondos bajo la promesa de futuro pago y
renta fijada por una tasa en los tiempos estipulados.

Entonces podríamos decir que cuando el gobierno carece de recursos para


realizar sus actividades que conllevarían a ejercer un gasto público, recurriría primero
a los tributos, luego a la creación de dinero, pero también recurriría a la emisión de
deuda pública; por consiguiente esta toma de decisiones por parte del gobierno
conlleva directamente a efectos en nuestra economía que pueden ser positivos como
también negativos. Y precisamente de estos efectos es que se hablara en el presente
ensayo, y se abordara estos efectos por separado tanto para el gasto público como
para la deuda pública, para su mayor entendimiento, dejando ya claro que ambos
temas constituyen indicadores claves para el sector público.

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EFECTOS DEL GASTO PÚBLICO

El gasto público es uno de los principales instrumentos en cuanto a la


política fiscal que permite: La estimulación como la estabilización de nuestra
economía, así mismo estará inducida a redistribuir el ingreso y riqueza a los
sectores más vulnerables como carentes de dichos recursos para ello el gobierno
esta en la obligación como el deber de prever todo ello como también de proveer
los bienes y servicios adecuados con el único fin de obtener el bienestar de la
sociedad.

Considerando que este tipo de efectos son positivos, y que se fueron dando
con anterioridad, no se puede dejar de mencionar la eficiencia con que este gasto
público se está ejerciendo, pues en el Perú, pese a que se menciona a cada instante,
la inauguración de obras como carreteras, puentes, asfaltado, entre otros; se ve
una ineficiencia en cuanto a la asignación de recursos, siendo siempre los menos
favorecidos aquellos quienes poseen recursos escasos.

Otro punto a evaluar es la estructura considerada por el gobierno para


ejecutar el gasto público es así que se tiene a continuación las cuentas a considerar
para el gasto público:

La estructura presentada será básica para poder analizar y evaluar el gasto


público a ejecutarse en los diferentes sectores de la economía; así mismo un
control de esta permitirá hacer que las inversiones dadas se hagan de manera
eficiente.

Entre otros efectos sobre la economía que genera el gasto público tenemos:

El gasto público es una fuente importante de generación de empleo, tanto así


que son muchas las regiones del país donde la única fuente de empleo es
precisamente el estado. La economía se puede acelerar o desacelerar según el

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estado decida gastar más o menos. La producción del país puede verse
fuertemente influida por el gasto publico lo que de forma indirecta tiene efecto
sobre el nivel de empleo.

El gasto público puede afectar el nivel o capacidad de ahorro de la población,


en vista a que el gasto publico esta financiado por lo general por ingresos
provenientes de los impuestos. Al incrementar los impuestos, se deja a la
población con una menor parte de sus utilidades lo que disminuye su capacidad
de ahorro.

Como la inversión en buena parte depende del nivel de ahorro de la


población, al disminuirse el nivel de ahorro por las causas ya expuestas, se afecta
la capacidad para invertir. Si no se ahorra, no habrá recursos para invertir.

El gasto público puede presionar el alza de los precios al aumentar la


demanda de bienes y servicios. Bien sabemos que cuando la demanda se
incrementa a un ritmo superior que la oferta, se sufre de una tendencia
inflacionaria, y el gasto público tiene la capacidad de incrementar la demanda de
bienes y servicios.

El gasto público puede influir en el comportamiento de la moneda frente a


otras divisas, en la medida en que el gasto público sea financiado con crédito
externo. El ingreso de divisas producto de la adquisición de créditos puede
conducir a que la moneda local se fortalezca, puesto que al incrementarse la oferta
de una determinada divisa, el efecto de la ley de la oferta y demanda, conlleva a
que el precio de la moneda local se revalúe.

Todos estos aspectos conllevan a pensar claramente que el manejo del gasto
público en una economía debe ser llevado con eficiencia, pues como se ha visto
tiene efectos relevantes sobre la economía.

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EL GASTO PÚBLICO

En general, el gasto público puede definirse como el conjunto de todas las


transferencias de dinero hacia terceros que realiza el Estado en sentido amplio
(incluyendo, en Uruguay, el Estado central, los entes autónomos y servicios
descentralizados y los Gobiernos Departamentales). Si bien son posibles las
erogaciones en especie, su importancia cuantitativa es marginal y, en todo caso,
salvo excepciones suponen una transferencia previa de dinero por parte del
Estado para adquirir o producir los bienes o servicios que entrega.

El carácter monetario del gasto público (es decir, el hecho de que casi sin
excepciones consista en entregas de dinero) implica que tiene una relación muy
estrecha con el dinero como fenómeno económico. Desde el punto de vista
teórico, eso significa que las concepciones acerca del gasto público estén
vinculadas con teorías acerca del dinero. En términos muy simplificados, podemos
decir que hay dos grandes concepciones o tradiciones del gasto público,
emparentadas con dos teorías diferentes acerca del dinero:

● La concepción clásica y neoclásica del gasto público, emparentada con la


llamada “teoría cuantitativa del dinero”. La principal característica de esta
concepción es que el dinero es una unidad de medida de los bienes y
servicios producidos en una economía, que por lo tanto el dinero no puede
“crearse” artificialmente, y que el gasto público está condicionado por los
ingresos que obtenga el Estado. En esta concepción, que es la más usual, el
Estado debe proveerse de fondos de la economía privada,
fundamentalmente a través de los tributos y el endeudamiento, y son esos
fondos los que gasta.
● La concepción keynesiana y poskeynesiana del gasto público,
emparentadas con las teorías del dinero de la misma filiación. Para esta

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concepción el dinero es creado “de la nada” por el sistema bancario a través
del crédito, y también por el Estado por el poder que se atribuye a esos
efectos. Dado que el dinero puede crearse sin más, para esta concepción el
Estado puede fijar el volumen de gasto público que desee sin necesidad de
obtener recursos para 1 Profesor de Derecho Financiero de la Facultad de
Derecho de la UDELAR. Documento elaborado en el marco del régimen de
extensión horaria de docentes de dicha Facultad. ello; el tributo, en
realidad, es más bien una herramienta de regulación de la cantidad de
dinero circulante en la economía privada.

De adoptarse una u otra posición, varían las concepciones generales del


gasto público, e incluso algunos “principios” postulados por la dogmática
jurídica respecto del mismo. Por ejemplo, el “principio del equilibrio
presupuestal”, que significa que todo gasto tiene que tener una
contrapartida en un ingreso, es propuesto por buena parte de la dogmática
(Vidal 2015: 85) e incluso está expresamente recogido en el artículo 225 de la
Constitución uruguaya en relación con los gobiernos departamentales.
Este principio es consistente con la concepción clásica y neoclásica del
gasto público, pero no con la keynesiana y poskeynesiana, ya que para esta
última el déficit público no sólo no es nocivo, sino que tiene efectos
positivos sobre la economía al estimular el consumo y la inversión. En
términos jurídicos, el gasto público fue incluido entre las competencias
parlamentarias aproximadamente en paralelo a los tributos.

Tanto la atribución a los parlamentos de las decisiones sobre tributos,


como también de las decisiones sobre gastos, se producen con la
consolidación del Estado contemporáneo, en un proceso iniciado en
Europa en los siglos XVII y XVIII, y progresivamente extendido al resto del
mundo con la extensión de los sistemas económicos y políticos europeos.

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Es en ese contexto donde aparece la idea de “presupuesto” como conjunto
sistemático de gastos, revestido de la forma de ley.

LA DEUDA PÚBLICA

La “deuda pública” en sentido restringido, también llamada antiguamente


“empréstitos”, que consiste en un llamado público, general e indiscriminado a
“adquirir deuda del Estado”, es decir a entregar dinero al Estado obteniendo
derechos de crédito innominado y de fácil transmisión, conocidos como “títulos
de deuda pública” (bonos, letras, etc.). Este crédito equivale al monto del dinero
entregado por el particular, con más un interés; normalmente los intereses se
cancelan periódicamente, mientras que el capital se cancela al vencimiento del
crédito. Hasta el siglo pasado esto se hacía normalmente mediante papeles, y hoy
lo normal es que dichos títulos se efectivicen mediante asientos electrónicos.
También es normal que estos títulos se negocien en los mercados bursátiles en
forma análoga a los títulos de deuda privados.

Los “préstamos” entendidos como las entregas de dinero recibidas de sujetos


en concreto, generalmente entidades financieras privadas o públicas, nacionales o
internacionales, asumiendo el Estado la obligación de entregar una suma igual
más un interés. A veces se habla también de “deuda pública” en un sentido
todavía más genérico, como sinónimo de cualquier deuda asumida por el Estado:
desde los bonos del tesoro hasta las deudas con trabajadores por salarios impagos
(Vidal 2015: 392-293). Sin embargo, esta acepción amplísima se presta a
confusiones, ya que lo normal es que en las leyes y la literatura económica y
jurídica se utilice esa denominación sólo para los títulos mencionados.

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En cuanto a su clasificación, se suele (o se solía) dividir a la deuda pública en
“flotante” y “consolidada”. Esas denominaciones aluden simplemente al plazo de
repago de las obligaciones: la deuda “flotante” es aquella que se emite para
cancelarse a corto plazo, generalmente no más allá del mismo ejercicio anual,
mientras que la deuda “consolidada” es la que se emite para cancelarse a mediano
y largo plazo de tres años en adelante (cinco, diez e incluso más). 4.2 La deuda
pública en sentido estricto en Uruguay Según el numeral 6º) del artículo 85 de la
Constitución, es competencia de la Asamblea General, a iniciativa del Poder
Ejecutivo, “autorizar” la deuda pública con la mayoría absoluta de componentes
de cada Cámara. También en este artículo se establece que de la misma forma se
establecerán las garantías de la misma, y su “consolidación”. Tradicionalmente se
ha entendido que, de similar modo a lo que sucede con las asignaciones
presupuestales, la “autorización” de la deuda significa que el parlamento da un
permiso al Poder Ejecutivo para contraer ese tipo de endeudamiento, hasta un
cierto monto, pero sin que exista una obligación de obrar de esa manera.

No existe ninguna disposición expresa en la Constitución acerca de la


emisión de títulos de deuda por parte de los Entes Autónomos y Servicios
Descentralizados. Sin embargo, y dado que el artículo 190 de la Constitución
expresa que dichos organismos sólo podrán realizar los actos que les permita la
ley, es razonable afirmar que se requerirá una autorización legal expresa para que
puedan emitir este tipo de títulos. En el ámbito departamental, el artículo 301 de la
Constitución requiere que la “emisión de títulos de deuda pública”, así como los
“empréstitos y préstamos” con organismos internacionales, se aprueben por la
Junta Departamental a iniciativa del Intendente, previo informe del Tribunal de
Cuentas, y con la anuencia del Poder Legislativo nacional. Como se observa, el
texto constitucional parecería concebir como cosas distintas los “títulos de deuda
pública” y los “empréstitos”. Sin embargo, la lectura del resto de los artículos
constitucionales, así como para la dogmática, ambos conceptos son normalmente

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considerados como sinónimos. El resto de los préstamos podrán contraerse a
iniciativa del Intendente, con el voto favorable de la mayoría absoluta de
componentes de la Junta Departamental.

GASTO PÚBLICO DE REPÚBLICA DOMINICANA

El ministro de Hacienda, Donald Guerrero Ortiz, aseguró hoy que República

Dominicana ha tenido una reducción significativa en los niveles del gasto público,

posicionándose en uno de los más bajos de los países de América Latina, cuyo

promedio es de alrededor de 22% y la proporción del gasto del país se ubica en

torno a 18% sobre el Producto Interno Bruto (PIB).

Sostuvo que el Gobierno ha estado realizando esfuerzos para reducir el déficit

del sector público, ya que en el año 2012 el déficit del sector era 7% y en la

actualidad se redujo a 2.2%. Asimismo, dijo que el país cerrará este año con un

déficit aún menor como proporción del PIB.

En ese contexto, manifestó que en términos de manejo fiscal el país debe

continuar reduciendo el déficit con el aumento del superávit primario, “esto

permitirá cambiar las tasas de crecimiento de la deuda pública, de manera que

hacia largo plazo República Dominicana pueda tener una deuda que se estabilice

en alrededor del 38%”, indicó el funcionario al ser entrevistado en el programa

televisivo Matinal 5 que conducen Persio Maldonado, Lorenny Solano y

Adalberto Caminero.

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En otro orden, el ministro Guerrero Ortiz precisó que, desde el punto de vista

presupuestario, las únicas partidas del Presupuesto General del Estado que

aumentan cada año se ubican en el sector Educación, que es una proporción del

PIB y no de las recaudaciones, y Salud Pública, debido al compromiso social que

ha asumido la gestión del presidente Danilo Medina para ese sector.

“Las demás partidas que han aumentado son ajustes salariales muy merecidos.

El presidente Medina ha reivindicado algunas de las funciones de servicios

públicos incluyendo la de los militares y policías y las pensiones. Fuera de ahí, el

presupuesto de un año a otro por institución se mantiene casi igual, creciendo por

debajo de lo que crece la economía”, expresó el titular del órgano rector de las

finanzas públicas dominicana.

Agregó que cuando se compara la República Dominicana de hace diez años, el

país ha avanzado y establecido las bases para seguir consolidando un modelo de

democracia y transparencia en la gestión pública, con resultados tangibles

principalmente en términos de reducción de la pobreza y mejora de la calidad de

vida de las personas.

“República Dominicana tiene una economía bastante diversificada donde

hemos podido aguantar choques de demanda, como lo sucedido en el pasado en el

sector turístico, que han perjudicado el resto de divisas de ese sector y, sin

embargo, hemos podido seguir creciendo. El año pasado crecimos alrededor de un

5%, este es el crecimiento más alto de los países de América Latina”, destacó

Guerrero Ortiz.

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Consideró que, sin bien, el Gobierno mantiene retos relacionados con

situaciones que se dan en el entorno global, “el país ha ido avanzando, de manera

que la misma diversificación de la economía local puede amortiguar esos

choques”.

DEUDA PÚBLICA DE REPÚBLICA DOMINICANA

El endeudamiento actual ha sido magnificado por la crisis sanitaria del

COVID-19, lo que no quita que anterior a esta crisis nuestro posicionamiento en

materia fiscal y sostenibilidad de la deuda no eran los idóneos, si tomamos en

cuenta que exhibimos el mayor crecimiento de Latinoamérica y el Caribe.

Al igual que los agentes y las firmas, los países están sujetos a una restricción

presupuestaria intertemporal que, sin temor a equivocarnos, se verá afectada

significativamente si la tendencia en el nivel de endeudamiento continúa.

Esta problemática puede tener graves repercusiones en las bases estructurales

del crecimiento económico de nuestro país, específicamente en el área de

acumulación de capital.Para ponernos un poco en contexto según CREES

(Centro Regional de Estrategia Económicas y Sostenible) “La deuda pública

consolidada de República Dominicana (incluyendo deuda intragubernamental) se

ubicó en 74.4% del PIB, en abril del 2021.La deuda del sector público no financiero

(SPNF) representó 56.8% del PIB, mientras que la deuda del Banco Central de la

República Dominicana (BCRD) representó 17.6% del PIB”.

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Si bien la literatura económica nos señala que mientras exista un balance

entre el %del servicio de la deuda sobre el PIB y el nivel de las tasas de interés

internacionales,en el mediano plazo no debería haber problemas de solvencia

dada la posibilidad de“roll-over” (volver a reengancharse para seguir pagando).

Esto es evidente en los países desarrollados ya que los mismos tienen un % de la

deuda con respecto al PIB por encima del 100%, que al compararlos con países de

menor capacidad económica tal vez suene alentador seguir el camino del

edudamiento, por tanto este tipo de análisis regularmente se hacen para países

desarrollados con un alto nivel de acumulación de capital, con industria que

generan exportaciones sustentables para mantener su liderazgo en el comercio

mundial.

Es decir un contexto sumamente diferente al doméstico, donde nuestra

economía es sumamente dependiente de las remesas como del entorno

internacional, ya que nuestro sector más sólido es el turismo.

Pero es válido precisar que estos enfoques progresistas Keynesianos de

endeudamiento son viables mientras existan las condiciones macroeconómicas

necesarias para sustentarlos; si en el corto plazo no existe una viabilidad

institucional para canalizar estos nuevos recursos adquiridos por el

enduadamiento, en el mediano plazo habrá un detrimento del bienestar en general

dada la poca rentabilidad provocada por el mal manejo de las inversiones.

En un sistema capitalista la única forma de generar riqueza es a través de la

acumulación de capital, capital que permitiría generar cuantiosas inversiones, ya

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sea en la tecnología/capital humano o en bienes de capital, que a su vez generarían

aun mas excedente provocando así un mayor impacto en el bienestar general.

Es de sentido común y finanzas básicas saber que si se mantiene un elevado %

de servicio de la deuda con respecto a los ingresos, cada vez es más pauperrima la

capacidad de ahorro o inversión. En general existe una correlación entre deuda

pública e inversión, por tanto se espera que este elevado % de servicio de la deuda

sobre los ingresos sea debido a los préstamos tomados para poder hacer las

inversiones iniciales que dan cabida a estos grandes excedentes.

CONCLUSIÓN

Es importante analizar e identificar como es que se determina en un país el gasto y

deuda publica, y como resultado se tiene una serie de indicadores, y para su mayor

entendimiento fueron clasificadas en tres áreas temáticas generales: la

clasificación económica y funcional del gasto público y el nivel de endeudamiento

del sector público. Como la clasificación de indicadores de acuerdo a los objetivos

comunes; esta clasificación ayudara a entender de mejor forma como se ejecuta

tanto el gasto como la deuda pública, a que sectores económicos recae y de que

forma es que se realizan la asignación de recursos; en cuanto al endeudamiento,

permite comprender cómo es que una medición de este indicador puede predecir

futuros desbalances en la economía, frente a un retraso de pago de dicho

endeudamiento.

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BIBLIOGRAFÍA

gasto-publico-presupuesto-material-estudiantil.pdf (fder.edu.uy)

EFECTOS ECONÓMICOS DEL GASTO PÚBLICO Y LA DEUDA PÚBLICA - Informe de


Libros - maryito (clubensayos.com)

Deuda pública en Republica Dominicana y su impacto en el crecimiento económico


(elperiodico.com.do)

Gasto público de RD: uno de los más bajos de la región - Ministerio de Hacienda

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