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ALUMNO:
SECCION: C
SEMESTRE: VII
AREQUIPA-PERÚ
2021
PRACTICA NRO. 3
DEUDA EXTERNA PERUANA: ¿PROBLEMA SOLUCIONADO?
INTRODUCCIÓN
La deuda, desde el punto de vista de la economía, es una obligación que asume el deudor
frente a un acreedor por un monto pactado por un tiempo determinado y una tasa acordada; el
mismo que debe ser cumplido.
Los efectos de la deuda externa en la escena viviencial del Perú abarca distintas dimensiones,
llámese económico, social, ético que son difíciles de medir, sobre todo en el campo social y
económico; quizás la explicación de que los países del tercer
mundo sean justamente eso, países del tercer mundo; es que muchos de los préstamos que se
otorgan son de manera poco favorable para el deudor.
RESUMEN
El Perú presentó un grave problema en el pago de la deuda pública externa, además del
conocido problema de la hiperinflación, durante el primer gobierno de Alan García, a partir
del año 1985 cuando al asumir el poder declaró su intención de restringir su pago y mantuvo
dicha actitud belicosa frente a los prestamistas extranjeros. A partir del año 1990, el
presidente Alberto Fujimori realizó la estabilización ortodoxa, donde sus dos grandes
objetivos principales e inmediatos fueron liquidar la hiperinflación y reanudar el servicio de la
deuda externa.
El alza en las tasas de interés, el deterioro en los términos de intercambio, y la caída en la tasa
de crecimiento de la economía mundial, junto con la apreciación del dólar con respecto a otras
monedas, hicieron cada vez más difícil para los deudores el mantenerse al día en sus pagos.
Las relaciones entre la banca y los deudores tiene que ver con la pugna entre deudores y
acreedores por la distribución de los costos que la solución del problema de la deuda
necesariamente conlleva.
De esta manera, las consecuencias económicas, políticas y sociales para países deudores sobre
todo en América Latina han sido enormes: el empobrecimiento y la redistribución regresiva
del ingreso durante la década de los ochenta, que ha tenido expresiones dramáticas.
El problema de la deuda alcanzo la gravedad que ha tenido en el caso peruano, pero los dos
factores más importantes se deben especialmente al alza en las tasas de interés y el mal uso de
los fondos que el país recibió en préstamo.
APRECIACIÓN CRÍTICA
Los préstamos tanto de dinero como de recursos no es algo nuevo en nuestras sociedades. La
cuestión aquí es la dimensión ética del préstamo, se evidencia de una manera permisiva la
forma como los países ricos condicionan los préstamos a los países pobres como el
Perú sin tener
contemplación del desarrollo de los pueblos, que legítimamente como todo ser humano tiene ple
noderecho a coexistir en paz, la función del dinero es estar al servicio del hombre, no al
revés, pareciera que los seres humanos son objetos de intermediación para la acumulación
de riquezas, las deudas por lo general están diseñadas para que sean eternas.
La deuda externa impide el desarrollo de los pueblos del mundo, no por la deuda en si misma
sino por lo intereses expoliadores que a lo largo de la historia han arruinado a los países,
impidiendo su progreso, lo cual retrasa el desarrollo, comprometiendo los escasos recursos
con tal de cumplir con las deudas.
CONCLUSIONES
1.- En el caso del Perú los niveles de la deuda externa están por encima de sus capacidades
para pagar, creando expectativas que llevan a reducir las inversiones y el consumo, afectando
así la tasa de crecimiento económico
2.- El Perú en los gobiernos de los años 80- 90 y desde la década de los 70 ha tenido una
relación con importantes efectos económicos entre las variables deuda, inversión y
crecimiento.
3.- La deuda externa excluye del desarrollo económico y social al Perú. Este es un motivo
más que suficiente para que este problema sea abordado desde un enfoque más humano, pues
mantiene a más de la mitad de la población de los países endeudados en una lucha diaria por
la sobrevivencia, como es el caso de nuestro país.
Son las obligaciones financieras (bonos, préstamos) contraídas por el gobierno, a través de las
cuales se compromete a pagar intereses y el préstamo original en ciertas fechas determinadas.
En nuestro país es aplicado por el sistema Nacional de Endeudamiento bajo los siguientes
principios:
Según la ley general del sistema nacional de endeudamiento en el título III de las operaciones
de administración de deuda cuyo artículo 37 nos dice que:
Durante las tres últimas décadas la deuda pública externa de mediano y largo plazo se ha
incrementado de US$ 945 millones a fines de 1970 a US$ 19,205 millones a fines del 2000.
Durante las tres últimas décadas, los altos niveles de endeudamiento alcanzados, el
incremento del costo de los recursos por incrementos en las tasas de interés y la periódica
falta de recursos de la Caja Fiscal, han llevado a nuestro país en distintas oportunidades, a
caer en atrasos en el pago de compromisos, lo que ha obligado a plantear diversas estrategias
para negociar y acordar principalmente con los acreedores del Club de París y de la Banca
Internacional, nuevos esquemas de reprogramación de pagos, a fin de buscar un alivio de la
presión del pago del servicio de la deuda.
El alivio logrado en el marco de los acuerdos del Club de París y el plan Brady entre 1996 y
1997, explican una reducción del monto de la deuda en 27% que la llevan la deuda de US$ 25
652 millones a US$ 18,787 millones en 1997.
Los desembolsos provenientes de financiamiento externo han tenido diferentes destinos, en
las últimas tres décadas, los desembolsos destinados a Defensa representan el 16% del total y
los créditos de libre disponibilidad, que se vienen utilizando desde principios de los 90, para
financiar la caja fiscal, representa el 14%. En el siguiente cuadro se muestra mayor detalle al
respecto.
Al cierre de 1969 el saldo de la deuda pública externa de mediano y largo plazo ascendía a
US$ 875 millones. Entre 1971 y 1975 las concertaciones de nuevos endeudamientos externos
se fueron incrementando gradualmente. Durante dicho período la orientación principal de los
créditos concertados estuvo dirigida al rubro inversión en sectores de la producción, salud,
transporte y comunicaciones (US$3,038 millones), y Defensa Nacional (US$692 millones).
Al comenzar el período 1980-1990 el saldo de la deuda pública externa de mediano y largo
plazo ascendía a US$ 6 044 millones, al finalizar era de US$18,934 millones. El año 1982,
fue particularmente difícil para la región latinoamericana en lo que respecta a la
disponibilidad de recursos en el mercado financiero internacional. Por ejemplo, en abril de ese
año, se produjo el conflicto entre Argentina e Inglaterra por la posesión de las Islas Malvinas.
A esto debemos agregar la crisis de deuda que se inició en setiembre de 1982, el efecto de esta
crisis fue el cierre de los mercados financieros a los países en desarrollo.
Asimismo, durante 1982 y 1983 nuestra economía se ve afectada por factores como la caída
de la cotización de nuestros principales productos mineros, el impacto de la recesión mundial,
la difícil situación de los pagos internacionales y el Fenómeno del Niño, acontecimientos que
afectaron negativamente nuestra Balanza de Pagos, creando una situación de emergencia
nacional y la necesidad de asegurar el equilibrio externo de la economía del país.
Para junio de 1984, el gobierno se encontraba con graves problemas fiscales que
imposibilitaron un cumplimiento cabal del acuerdo con el FMI, y que originaron que se
incumpla con los términos de las reestructuraciones efectuadas, por lo que no se suscribió la
mayor parte de los Convenios Bilaterales con el Club de París, retrasándose así mismo el pago
de los compromisos contraído con la banca internacional. A fines de 1984, los atrasos en el
servicio superaban los US$ 1 000 millones.
En el periodo 1985-1990 se decidió no destinar más del 10% de las exportaciones como
servicio de deuda. Esto significó que la deuda peruana sea declarada Valor Deteriorado y el
Perú sea declarado Inelegible por parte del FMI y Banco Mundial.
A pesar de la notable disminución de las nuevas concertaciones de créditos externos en dicho
período, la deuda pública aumentó en US$ 8,130 (US$ 10,902 millones en 1985 versus US$
18,934 millones a diciembre de 1990). Es decir, creció en alrededor del 74%, por la
acumulación de los intereses no pagados y las moras correspondientes. En 1990 la deuda
ascendía a 62% del PBI.