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FACULTAD DE ENFERMERÍA

ESCUELA PROFESIONAL DE ENFERMERÍA

SEMINARIO 5:
DEPRESION, AUTISMO, HIPERACTIVIDAD INFANTIL

ASIGNATURA : Enfermería en Salud Mental y Psiquiatría

DOCENTE : Ps. Carlos Juan Paz Cabezas.

ESTUDIANTE : Rodríguez Riva, Sara Luz


Ruiz Pereira, Susan Abigail
Ruiz Tenazoa, María Luisa
Sáenz Arévalo, Robiño
Sairo Cahuaza, Racher Ever
Sanchez Paima, Alejandro Sahir
Sepulveda Flores, Hellen Solange
Tello, Flores, Maria Rodyta
Torres Chavez, Marjorie Joanne

IQUITOS, PERÚ

2023
INDICE
I. INTRODUCCION..........................................................................................................7
II. OBJETIVOS..................................................................................................................8
GENERAL.........................................................................................................................8
ESPECÍFICOS..................................................................................................................9
III. CONTENIDO.............................................................................................................9
1. DEPRESIÓN.................................................................................................................9
1.1. Definición.............................................................................................................10
1.2. Causas.................................................................................................................10
1.3. Signos y Síntomas, factores de riesgo............................................................11
1.4. Diagnostico..........................................................................................................12
1.5. Tratamiento.........................................................................................................13
2. AUTISMO....................................................................................................................14
2.1. Definición.............................................................................................................14
2.2. Causas.................................................................................................................15
2.3. Signos y síntomas..............................................................................................15
2.4. CLASIFICACION DEL ESPECTRO AUTISTA SEGÚN KANNER...............16
2.5. CIE-10 Y LA CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL ESPECTRO
DEL AUTISMO................................................................................................................18
2.6. CIE 11 EN RELACIÓN A LOS TRASTORNOS DEL ESPECTRO DEL
AUTISMO........................................................................................................................19
2.7. Diagnóstico..........................................................................................................19
2.8. Tratamiento.........................................................................................................20
3. HIPERACTIVIDAD.....................................................................................................20
3.1. Definición.............................................................................................................20
3.2. Consideraciones.................................................................................................21
3.3. Síntomas..............................................................................................................22
3.4. Clasificación........................................................................................................22
3.5. Factores de riesgo..............................................................................................24
3.6. Complicaciones...................................................................................................24
3.7. Prevención...........................................................................................................25
3.8. Diagnóstico..........................................................................................................25
3.9. Tratamiento.........................................................................................................26
IV. CONCLUSION........................................................................................................27
V. RECOMENDACIONES..............................................................................................28
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS................................................................................29
ANEXOS..............................................................................................................................31
I. INTRODUCCION

En los últimos años, la depresión infantil ha empezado a ser un problema


gradual en las sociedades, además de causar una gran infelicidad en
muchos niños, también es motivo de preocupación y pérdida desde una
perspectiva social y comunitaria. Este desconcertante e inaceptable hecho,
es que durante mucho tiempo se negó la existencia de la depresión en los
niños; sin embargo, se ha demostrado lo contrario, la depresión infantil
existe y presenta síntomas comunes a la depresión del adulto, aunque tiene
otras peculiaridades, que hacen que su manifestación sea diferente
dependiendo de la edad en la que se presente.

A su vez otro de los problemas es el Trastorno del Espectro Autista (TEA) es


una discapacidad del desarrollo que puede causar importantes problemas
sociales, de comunicación y de comportamiento. Muchas veces no existen
pistas sobre la presencia de personas con TEA que las distingan de los
demás, pero es posible que las personas con TEA se comuniquen,
interactúen, se comporten y aprendan de manera diferente a los demás. Las
habilidades de aprendizaje, pensamiento y resolución de problemas de las
personas con TEA pueden variar; algunas personas tienen una capacidad
muy alta (superdotados) y otras tienen muchas dificultades. Algunos
(1)
necesitan de mucha ayuda en la vida diaria, mientras que otros menos.

En relación con el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad


(TDAH) es una enfermedad crónica que afecta a millones de niños y que a
menudo continúa hasta la edad adulta. El TDAH incluye una combinación de
problemas persistentes, como dificultad para mantener la atención,
hiperactividad y comportamiento impulsivo. Lo dejamos por el momento
como un trastorno del neurodesarrollo mas frecuente en la niñez.

Los niños con TDAH también pueden tener problemas con la baja
autoestima, relaciones difíciles y bajo rendimiento académico, así como con
sintomatología emocional asociada a la depresión . Los síntomas a veces se
reducen con la edad. Sin embargo, algunas personas nunca logran superar
por completo los síntomas del TDAH. Pero pueden aprender estrategias
para superarlo con éxito.

Es por eso que en la presente monografía priorizaremos la temática


que nos ocupa con la finalidad / propósito……………… completar el
parafraseo para culminar de esta manera la introducción.

Recordemos que la INTRODUCCIÓN contiene una visión general del


tema investigado, nos orienta en su contenido y lo que vamos a
encontrar al leer el trabajo y finalmente se recomienda que la
introducción se redacte después de terminar el trabajo de
investigación.

II. OBJETIVOS

GENERAL

Analizar e identificar la problematica, causa, síntomas y consecuencias de la


depresión, autismo e hiperactividad infantil

ESPECÍFICOS
 Identificar la causa, síntomas y consecuencias de la depresión,
autismo e hiperactividad infantil como problema de salud mental.
 Mencionar la importancia de reconocer los signos y síntomas de la
depresión infantil, autismo e hiperactividad para evitar
complicaciones futuras.
 Realizar una propuesta de abordaje desde el punto de vista de
enfermería en esta problemática.
III. CONTENIDO

1. DEPRESIÓN

1.1. Definición

La depresión infantil y adolescente es un trastorno emocional que


afecta a personas menores de 18 años. Como la depresión de los
adultos, se caracteriza por una sensación persistente de baja
autoestima, tristeza y desesperanza que dura semanas o meses.
Es más común durante los años de la adolescencia. (2)

Se trata de una enfermedad clasificada dentro de los llamados trastornos del


humor, y está descrita desde hace siglos en distintas culturas.
Aproximadamente un 5%, o uno de cada 20 niños y adolescentes, tendrá un
episodio depresivo antes de cumplir los 19 años. La realidad es que menos
de la mitad de estos niños reciben un tratamiento adecuado. Los estudios
muestran que los padres suelen subestimar seriamente la intensidad de la
depresión de sus hijos.

La depresión en adolescentes es un problema de salud mental


grave que provoca un sentimiento de tristeza constante y una
pérdida de interés en realizar diferentes actividades. Afecta la
manera en que tu hijo adolescente piensa, se siente y se
comporta, y puede provocar problemas emocionales, funcionales y
físicos.
Del Barrio (1997) define a la depresión infantil como un trastorno
afectivo manifestando que el niño o adolescente que se encuentra
en dicha situación se siente triste, desganado, descontento
consigo mismo y con su entorno, además de que en determinadas
(3)
ocasiones puede estar furioso por todo ello.

1.2. Causas

1.2.1. Factores genéticos: no hay constancia alguna de que la depresión


sea hereditaria, aun cuando en la mitad de los casos de depresión
infantil al menos uno de los padres sea depresivo. Lo que sí
determinan los estudios realizados es que los hijos de padres con
depresión tienen entre tres y seis veces más probabilidades de
desarrollarla que los niños de padres sanos. Pero aun así, este
factor no es determinante; y a ello habrá que sumar otros factores,
como el ambiente familiar, sus relaciones sociales o sus
habilidades personales.
1.2.2. Factores socio-familiares: la depresión infantil tiene en el ambiente
familiar y la interacción social del niño con sus padres uno de los
factores más determinantes. Relaciones conflictivas entre los
padres, distanciamiento entre ellos, malos tratos, problemas de
comunicación, divorcio o separación, sobreprotección
(generalmente materna) del niño, escasa implicación de uno de los
progenitores (el padre, con mayor frecuencia), actitudes agresivas
o de irritabilidad, comportamientos autoritarios y abusivos… son
alguno de los factores que pueden estar en el origen de una
depresión infantil.
1.2.3. Factores sociales: aunque la relación del niño con sus padres
pueda considerarse una actividad social y, al mismo tiempo,
condicionen el modo en el que éste se va a relacionar fuera del
hogar familiar, hay otros factores psicosociales ajenos al entorno
familiar que pueden aumentar el estrés emocional y favorecer la
depresión infantil. Entre ellos podrían citarse la pérdida de un ser
querido, el bullying o acoso escolar, o las limitaciones impuestas
desde la propia familia para relacionarse socialmente.
1.2.4. Factores biológicos: las alteraciones en la secreción de serotonina
que se producen en los pacientes con depresión es un hecho
biológico constatado, aunque no se ha podido establecer con
claridad si es una causa o una consecuencia de la depresión
infantil. En cualquiera de los casos, siempre puede tenerse como
un factor facilitador y que contribuye a mantener la depresión.

1.3. Signos y Síntomas, factores de riesgo


Los niños presentan mayor irritabilidad que tristeza, por ello no se
diagnostica y trata adecuadamente. Los síntomas que deben
alertar a los padres, son:
1.3.1. Síntomas anímicos
Se afecta el estado de ánimo y los pensamientos.
 La tristeza profunda y persistente.
 Seguido de irritabilidad, lloriqueos, abatimiento,
pesadumbre.
 Infelicidad y desesperanza.
 Ira u hostilidad extrema.
1.3.2. Síntomas motivacionales
Estado general de inhibiciones que se hallan y forman parte de la
apatía, manifestado por:
 Pérdida de interés y placer en cosas o actividades favoritas
que antes lo agradaban.
 Cambia de ser muy sociable a estar solo la mayor parte del
tiempo (aislamiento social), refiere que escapará o trata de
escapar de casa.
 Aburrimiento persistente.
1.3.3. Síntomas físicos
 Quejas somáticas frecuentes: físicas (dolor de cabeza, de
estómago, de espalda, náuseas).
 Alteración notoria en los patrones de comer (aumento o
pérdida de apetito y de peso), de dormir (hiposomnia o
hipersomnia) y fatiga física.
 Enlentecimiento psicomotor: fatiga/pérdida de energía, le
cuesta pararse, caminar, demora más de lo normal en
realizar tareas (parece estar en constante estado de
"pereza" o "flojera").
1.3.4. Síntomas cognitivos
 Desesperanza y visión pesimista del futuro.
 Valoración negativa de sí mismo, sentimientos de culpa,
baja autoestima.
 Ideas o expresiones recurrentes de muerte, como “qué
pasaría si ya no estuviera aquí”, “cómo sería el mundo sin
mí” o comportamientos autodestructivos, ataques de rabia.

1.4. Diagnostico

El diagnóstico y tratamiento de los niños con depresión debe


realizarse por parte de un equipo de profesionales con experiencia
en esta enfermedad. Es un problema relativamente frecuente pero
que con el correcto enfoque y tratamiento tiene buenos resultados.
El trabajo coordinado con los padres es esencial para conseguir
solucionar el problema.
El diagnóstico debe realizarse mediante entrevista clínica.
Deberán emplearse técnicas específicas, tanto verbales como no
verbales, debido a la existencia de limitaciones cognitivas y de
verbalización en este grupo de edad.
Para completar la evaluación psicopatológica, es imprescindible la
información aportada por los padres y por el entorno escolar.
Tras escuchar a los padres, evaluar al niño y realizar las pruebas
complementarias necesarias, el equipo de médicos, psicólogos y
enfermeras llega a un diagnóstico utilizando la metodología más
moderna y actualizada disponible.
La frecuencia de la depresión es igual en los niños y las niñas
antes de la pubertad, pero a partir de la pubertad, las chicas tienen
más riesgo de sufrir depresión. La presencia aislada de cualquiera
de los síntomas indicados, puede no significar una depresión
infantil. Pero, si presenta al menos cinco síntomas o señales por
un periodo de dos semanas o más, es importante consultar con un
especialista de inmediato.

1.5. Tratamiento
Frecuentemente el tratamiento de la depresión en niños y
adolescentes requiere la combinación de psicoeducación a los
padres, psicoterapia y una medicación.
Cualquiera sea el caso, es importante que el niño reciba atención
especializada y el apoyo incondicional de la familia, especialmente
de los padres, quienes porque la depresión no es un simple
malestar emocional, es una enfermedad severa. Esto evitará que
crezca como un adulto depresivo cuyo comportamiento podría
llegar a manifestar comportamientos suicidas.
En casos de niños con historial de maltrato, violencia, abandono y
abuso, son canalizadas por medio de convenios con diferentes
instituciones con el objetivo de eliminar los patrones de violencia y
reintegrarlos a la sociedad con habilidades y capacidades para
que puedan ser madres o padres, profesionistas y ciudadanos,
que no repitan el ciclo de violencia y tengan un mejor futuro.
El primer riesgo es no tratar la depresión apropiadamente de forma integral y
que esta persista por no realizar una adecuada psicoeducación y una
psicoterapia individual. Además, puede haber efectos colaterales de los
medicamentos como problemas cardiológicos o gastrointestinales, alergias,
desinhibición y aumento del riesgo suicida si no se da en el contexto de una
terapia.
1.5.1. Tratamiento con medicación:
Los antidepresivos que han demostrado en estudios científicos ser
eficaces en niños y adolescentes con depresión son los
inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS).
Estos medicamentos no son drogas, no crean dependencia ni
adicción, ni cambian la personalidad del niño.
Es importante hablar con el médico si no se ve efecto beneficioso
en unas 3 a 6 semanas, o si aparecen efectos secundarios.
1.5.2. Tratamiento Psicofarmacológico:
Mediante el uso de antidepresivos prescritos por el médico.
Los medicamentos antidepresivos suelen ser una forma eficaz de tratar la
depresión y la ansiedad en niños y adolescentes. Sin embargo, el uso de
antidepresivos en niños y adolescentes debe ser controlado
cuidadosamente, ya que rara vez puede haber efectos secundarios graves.
Los antidepresivos tienen un recuadro negro de la Administración de
Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados
Unidos que advierte sobre un riesgo de aumento del pensamiento y la
conducta suicidas en algunas personas menores de 25 años.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en
inglés) informó que un análisis extensivo de los ensayos clínicos demostró
que, en una pequeña cantidad de niños y adolescentes, los antidepresivos
pueden causar pensamientos o comportamientos suicidas, o empeorarlos. El
análisis demostró que algunos niños y adolescentes que tomaban
antidepresivos tuvieron un pequeño aumento en los pensamientos suicidas,
en comparación con los que tomaban una pastilla de azúcar (placebo).
Ninguno de los niños de estos estudios se quitó la vida. Aun así,
la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en
inglés) consideró que los hallazgos eran lo suficientemente preocupantes
como para publicar una advertencia de salud pública y comenzó a pedir a los
fabricantes que incluyeran en las etiquetas de antidepresivos fuertes
advertencias acerca de su relación con pensamientos y comportamientos
suicidas en niños, adolescentes y adultos jóvenes menores de 25 años.
La advertencia sobre una posible relación entre los antidepresivos y los
pensamientos suicidas no significa que los antidepresivos no deban usarse
en los niños. Además, la advertencia no tiene como objetivo asustar a la
gente para que no tome antidepresivos. Sin embargo, la advertencia debe
tenerse en cuenta para sopesar cuidadosamente los pros y contras del uso
de antidepresivos en niños y adolescentes contra el riesgo real de suicidio
como resultado de una depresión no tratada.
Para muchos niños y adolescentes, los antidepresivos son una manera
eficaz para tratar la depresión, la ansiedad, el trastorno obsesivo compulsivo
u otras afecciones de la salud mental. Si estas afecciones no se tratan de
forma eficaz, es posible que tu hijo no pueda llevar una vida plena y
satisfactoria ni realizar actividades cotidianas.
Es importante que se le haga una evaluación exhaustiva a tu hijo antes de
que comience a tomar antidepresivos. Una evaluación de salud mental por
parte de un psiquiatra (o un pediatra o médico de familia que tenga
experiencia en el tratamiento de los trastornos del estado de ánimo en niños
y adolescentes) debe incluir lo siguiente:

 Una revisión detallada de los posibles factores de riesgo que tu


hijo pueda presentar y que puedan aumentar los riesgos de que se
provoque autolesiones.
 Una evaluación sobre si es posible que tu hijo padezca otra
enfermedad mental, como un trastorno por déficit de atención e
hiperactividad, abuso de sustancias, trastorno bipolar, o un
trastorno de ansiedad o de alimentación
 Una evaluación de los antecedentes familiares de enfermedades
mentales o suicidio.
Edad
Medicamento* Diagnóstico
(años)

*Muchos de estos medicamentos también están disponibles


en forma genérica. La dosis inicial y la dosis máxima
recomendadas varían según la edad.

Clomipramina (Anafranil) más de Trastorno obsesivo


10 años compulsivo (TOC)

Duloxetina (Cymbalta, más de Trastorno de


Drizalma Sprinkle) 7 años ansiedad
generalizada

Escitalopram (Lexapro) más de Trastorno


12 años depresivo mayor

Fluoxetina (Prozac) más de Trastorno


8 años depresivo mayor

más de Trastorno obsesivo


7 años compulsivo

Fluvoxamina más de Trastorno obsesivo


8 años compulsivo

Lurasidona (Latuda) más de Depresión bipolar


10 años

Olanzapina y fluoxetina, más de Depresión bipolar


medicamento combinado 10 años
(Symbyax)
Edad
Medicamento* Diagnóstico
(años)

Sertralina (Zoloft) más de Trastorno obsesivo


6 años compulsivo

A veces, los signos y los síntomas de pensamientos suicidas o de


autolesiones son difíciles de ver y el niño no siempre los revelará
abiertamente. A continuación, se mencionan algunos signos que indican que
la afección del niño puede estar empeorando o de que el niño corre el riesgo
de autolesionarse:

 Charlas sobre el suicidio o sobre morir


 Intentos de suicidio
 Autolesiones
 Agitación o inquietud
 Ansiedad o ataques de pánico nuevos o que empeoran
 Irritabilidad
 Aumento de la tristeza o empeoramiento de los síntomas de
depresión
 Impulsividad
 Aumento extremo de la conversación, la energía o la actividad
 Agresividad, violencia u hostilidad
 Dificultad para dormir o empeoramiento del insomnio
 Pasar más tiempo solo

Si observas cualquiera de estos signos, si empeoran o si tú, tu hijo, un


profesor u otro cuidador tienen dudas, ponte en contacto de inmediato con el
profesional de atención médica que atiende a tu hijo.
Asegúrate de que tu hijo no interrumpa el tratamiento antidepresivo sin la
guía del médico que lo recetó. La suspensión repentina de un antidepresivo
puede causar síntomas similares a los de la gripe, un aumento de la
ansiedad y otros efectos secundarios conocidos como síndrome de
interrupción. Dejar los antidepresivos de forma demasiado repentina también
puede dar lugar a la reaparición de los síntomas de depresión.

1.5.3. Tratamiento con psicoterapia al niño y a la familia:


Es importante un apoyo con psicoterapia al niño y a la familia, ya
que muchas veces los padres se culpan erróneamente de los
problemas o dificultades del niño. También el niño se ha
acostumbrado a percibir las cosas negativamente. Estas ideas
negativas deben ir cambiando con el tratamiento a una visión más
realista. (5)
La mayoría de los niños que toman antidepresivos para la depresión
presentarán una mejoría. Sin embargo, la combinación de los medicamentos
con psicoterapia puede ser aún más eficaz. Muchos tipos de psicoterapia
pueden ser útiles, pero la cognitivo conductual y la interpersonal han sido
estudiadas científicamente y han demostrado ser eficaces para tratar la
depresión.

 Terapia cognitivo conductual. En la terapia cognitivo conductual,


un profesional de la salud mental puede ayudar a tu hijo a mejorar
la capacidad de afrontar una situación difícil, la comunicación y la
capacidad para resolver problemas. Tu hijo también puede
aprender a tomar conciencia de las ideas y conductas dañinas, a
reemplazarlas con enfoques positivos y a manejar las emociones.
 Terapia interpersonal. Con un enfoque en las relaciones, esta
terapia puede ayudar a los adolescentes a adaptarse a los
cambios que ocurren en las relaciones actuales y a desarrollar
relaciones nuevas.

AutoRegistros

Como una especie de bitácora o diario que puede llevar toda la familia, se
hacen registro de los datos y las características mostradas durante el
periodo entre las sesiones, los cambios positivos y negativos observados y
los posibles desencadenantes.

Mientras menor sea la edad, mayor importancia tiene la modificación de los


factores ambientales y relacionales involucrados en la génesis del
trastorno. De esta forma, los siguientes elementos son esenciales para
apoyar a los niños:
Acogida.
Comprensión.
Escucha activa.
Empatía.
Valoración.
Si realmente existe una depresión, en la mayoría de los casos, los niños
requieren psicoterapia. Se realiza psicoeducación emocional a los padres y
al menor para reforzar positivamente sus capacidades de manera que crea
en sí mismo y se reencante con los aspectos que generan satisfacción,
desde sus propios intereses y habilidades. 

2. AUTISMO

2.1. Definición

El trastorno del espectro autista (TEA) es una afección neurológica


y de desarrollo que comienza en la niñez y dura toda la vida.
Afecta cómo una persona se comporta, interactúa con otros, se
comunica y aprende. Este trastorno incluye lo que se conocía
como síndrome de Asperger y el trastorno generalizado del
desarrollo no especificado. (6)
FALTA FORTALECER CON MAS CONCEPTOS

Los trastornos del espectro autista (TEA) son discapacidades del desarrollo
causadas por diferencias en el cerebro. Algunas personas con TEA tienen
una diferencia conocida, como una afección genética. Todavía no se
conocen otras causas. Los científicos creen que los TEA tienen múltiples
causas que, al actuar juntas, cambian las maneras más comunes en las que
las personas se desarrollan. Todavía tenemos mucho que aprender sobre
estas causas y cómo estas afectan a las personas con TEA.

Puede que las personas con TEA se comporten, comuniquen, interactúen y


aprendan de maneras que son distintas a las de la mayoría de las personas.
Muchas veces no hay nada en su apariencia que las distinga de las demás.
Las capacidades de las personas con TEA pueden variar de manera
significativa. Por ejemplo, algunas personas con TEA podrían tener
destrezas de conversación avanzadas, mientras que otras podrían no
expresarse verbalmente. Algunas personas con TEA necesitan mucha ayuda
en su vida diaria; otras pueden trabajar y vivir con poca ayuda o nada de
ayuda.
El TDAH es un trastorno de inicio en la infancia que comprende un

patrón persistente de conductas de desatención, hiperactividad e

impulsividad. Estas conductas tienen mayor frecuencia e intensidad de

lo que es habitual según la edad y el desarrollo por lo que interfieren de

forma significativa en el rendimiento y en sus actividades cotidianas. Por

ello, es importante conocer en qué consiste el tratamiento psicológico del

TDAH.

El TDAH representa un problema de salud pública debido a su

elevada prevalencia, entre un 3 y un 7% de la población escolar. Los

niños con este trastorno tienen un mayor riesgo de fracaso escolar .

Presentan problemas de comportamiento y dificultades en las relaciones

socio-familiares.

Es poco frecuente la presentación aislada del trastorno. Más del 85%

de los pacientes presentan al menos una comorbilidad y cerca del 60%

tienen al menos dos comorbilidades. Las más frecuentes el trastorno

negativista desafiante, el trastorno de ansiedad y el trastorno disocial.

2.2. Causas

No se conocen todas las causas de los TEA. Sin embargo. Puede


haber muchos factores distintos que hagan que un niño tenga más
probabilidades de tener un TEA, incluidos factores ambientales,
biológicos y genéticos.

No se conoce la causa del autismo, aunque se sabe que es un


trastorno genético, ya que es más frecuente en hermanos de niños
con autismo (frecuencia del 4,5% en hermanos de pacientes).

El autismo podría ser consecuencia de la interrupción del desarrollo


normal del cerebro en una etapa temprana del desarrollo fetal,
causado por defectos en los genes que controlan el crecimiento del
cerebro y que regulan el modo en que las neuronas se comunican
entre ellas.
Hasta el 80% de los niños con autismo tienen retraso mental, y
hasta el 35-40% sufren de epilepsia en los primeros 20 años de su
vida.

Un 5% tienen el síndrome del cromosoma X frágil y otros han sufrido


infecciones, como meningitis, o han sido afectados por rubeola
congénita, fenilcetonuria o esclerosis tuberosa.

Mediante estudios de imagen cerebral, como la resonancia


magnética y la tomografía axial (escaner TAC), se encuentran
alteraciones en la morfología cerebral, agrandamiento de las zonas
del cerebro que contiene el líquido cefalorraquídeo (los ventrículos
cerebrales) y alteraciones en el cerebelo y la parte frontal del
cerebro.

2.3. Signos y síntomas

Algunos de los signos comienzan durante la niñez temprana y, por


lo general, duran toda la vida. Los niños o adultos con TEA
podrían presentar las siguientes características:
 No señalar los objetos para demostrar su interés (por
ejemplo, no señalar un avión que pasa volando).
 No mirar los objetos cuando otra persona los señala.
 Tener dificultad para relacionarse con los demás o no
manifestar ningún interés por otras personas.
 Evitar el contacto visual y querer estar solos.
 Tener dificultades para comprender los sentimientos de
otras personas y para hablar de sus propios sentimientos.
 Preferir que no se los abrace, o abrazar a otras personas
solo cuando ellos quieren.
 Parecer no estar conscientes cuando otras personas les
hablan pero responder a otros sonidos.
 Estar muy interesados en las personas pero no saber cómo
hablar, jugar ni relacionarse con ellas.
 Repetir o imitar palabras o frases que se les dicen, o bien,
repetir palabras o frases en lugar del lenguaje normal.
 Tener dificultades para expresar sus necesidades con
palabras o movimientos habituales.
 No jugar juegos de simulación (por ejemplo, no jugar a
“darle de comer” a un muñeco).
 Repetir acciones una y otra vez.
 Tener dificultades para adaptarse cuando hay un cambio en
la rutina.
 Tener reacciones poco habituales al olor, el gusto, el
aspecto, el tacto o el sonido de las cosas.
 Perder las destrezas que antes tenían (por ejemplo, dejar
de decir palabras que antes usaban). (7)

2.4. CLASIFICACION DEL ESPECTRO AUTISTA SEGÚN KANNER

2.4.1. Autismo infantil o Síndrome de Kanner


Afecta la interacción social, lenguaje verbal y corporal con
acciones repetitivas.
Es un trastorno del neurodesarrollo que se suele detectar durante
los primeros años de vida de un niño y le acompañará durante
todo su ciclo vital, pues no tiene cura. Habitualmente se suele
detectar en la escuela ya que es donde pasa la mayor parte del
tiempo. Está demostrado que hay una mayor efectividad en su
diagnóstico si hay una implicación de la familia, pues hay veces
que no se quiere reconocer que su hijo sufre un trastorno.
2.4.2. Síndrome de Asperger
Los pacientes no son capaces de interpretar los estados
emocionales. Es un tipo de autismo que se caracteriza, sobre
todo, por una poca interacción social y un déficit en la capacidad
de expresar y entender el lenguaje verbal y no verbal propio, y el
de los demás.
2.4.3. Síndrome de Rett
Aunque durante mucho tiempo ha sido incluido dentro de los
trastornos del espectro autista, en la nueva actualización
del DSM5, ya no aparece como tal. Se diferencia de los demás
trastornos, ya que tiene un origen genético, el trastorno está
originado en el cromosoma X y, por eso, se presenta comúnmente
en niñas y mujeres.
Normalmente, el trastorno se empieza a apreciar hacia los 6-18
meses cuando se percibe un retroceso del desarrollo y este puede
quedar estancado. Es un trastorno donde el niño va perdiendo
destrezas ya adquiridas. Al ser degenerativo, este proceso puede
ir más o menos rápido dependiendo de cada caso particular. El
estadio de más deterioro suele empezar a suceder hacia los 10
años de edad.

2.4.4. Trastorno desintegrativo Infantil


También llamado síndrome de Heller es un trastorno generalizado
del desarrollo cognoscitivo y se caracteriza por ser un trastorno de
detección tardío.
Es un trastorno que es muy similar al autismo, con la diferencia
que antes de los 2 o 3 años, no se observa ninguna anomalía o
rasgo que nos pueda indicar que el niño o la niña puede presentar
este trastorno, se percibe un desarrollo correcto. En el autismo,
desde bebés, se puede apreciar ciertos rasgos, conductas o
comportamientos en el niño que nos pueden poner en alerta. En el
síndrome de Heller habrá un desarrollo normal hasta mínimo los 2
años. A partir de los 2-3 años, es cuando observaremos un
deterioro como, por ejemplo, en las habilidades comunicativas y el
lenguaje, así como en las habilidades motrices.

2.4.5. Trastorno generalizado del Desarrollo no Especifico


El trastorno generalizado del desarrollo no especificado es un
término que se otorga en aquellos casos en que el diagnóstico no
es claro. La persona puede presentar varias características o
rasgos de más de un tipo de autismo y no se le puede diagnosticar
un trastorno en concreto.
Hay un cierto desacuerdo para la clasificación de los pacientes en
este trastorno y aún se está investigando sobre él, ya que causa
(8)
cierta confusión, sobre todo, en los profesionales.

2.5. CIE-10 Y LA CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL


ESPECTRO DEL AUTISMO

La otra clasificación diagnóstica más utilizada es la publicada por


la Organización mundial de la Salud (OMS), que en 2018 ha
anunciado la undécima edición de la Clasificación Estadística
Internacional de las Enfermedades Mentales y problemas
relacionados con la Salud (CIE 11). El Autismo en CIE-10 queda
clasificado dentro del Eje I: Síndromes Psiquiátricos Clínicos. Les
corresponde el Código F84 que se refiere a los Trastornos
Generalizados del Desarrollo (TGD). Se consideraba a los TGD
como “un grupo de trastornos caracterizados por alteraciones
cualitativas en la interacción social recíproca y en las formas de
comunicación, y por un repertorio repetitivo, estereotipado y
restringido de intereses y actividades”. Los signos se observan en
la primera infancia. Describian que puede haber algún grado de
alteración cognitiva aunque no es habitual. Se incluye dentro de
TGD:
 Autismo Infantil
 Autismo atípico
 Síndrome de Rett
 Otro trastorno desintegrativo de la infancia
 Trastorno hipercinético con retraso mental y movimientos
estereotipados
 Síndrome de Asperger
NUEVAS CATEGORÍAS DIAGNÓSTICAS EN TRASTORNO DEL
ESPECTRO DEL AUTISMO (TEA). EVOLUCIÓN HACIA DSM5 Y
CIE 11
 Otros trastornos generalizados del desarrollo
 Trastorno generalizado del desarrollo sin especificar

2.6. CIE 11 EN RELACIÓN A LOS TRASTORNOS DEL ESPECTRO DEL


AUTISMO

Desde mayo del 2018, la CIE11 está en vigencia y sustituirá a la


CIE10. En ella se conserva el diagnóstico de Trastornos del
Espectro del Autismo, es decir se mantiene la definición de
Trastorno y el concepto de Autismo. Queda englobado dentro de
los Trastornos del comportamiento y neurodesarrollo, en concreto
dentro de los Trastornos del Neurodesarrollo. Estos Trastornos del
Neurodesarrollo se refieren a un conjunto de las siguientes
características:
 Afectan el comportamiento y la cognición
 Sus manifestaciones se inician en el período del desarrollo
(infancia-niñez)
 Causan dificultades en la adquisición o ejecución de
funciones intelectuales,motrices del lenguaje o socialización
 Su etiología es compleja, desconocida en la mayoría de los
casos. En esta categoría se incluyen:
o Trastorno del Desarrollo Intelectual
o Trastorno del desarrollo del habla y del lenguaje
o Trastorno del Desarrollo del Sonido del Habla
o Trastorno del Desarrollo de la Fluencia del Habla
o Trastorno del Desarrollo del Lenguaje
o Trastornos del Espectro del Autismo
o Trastornos del Desarrollo del Aprendizaje
o Trastorno del Desarrollo de la Coordinación
o Trastorno por Tics Crónicos
o Trastorno por Déficit de Atención
o Trastorno de Movimientos Estereotipados
(9)
o Otros Trastornos del Neurodesarrollo
2.7. Diagnóstico

El diagnóstico de los TEA puede ser difíciles de hacer debido a


que no existen pruebas médicas, como un análisis de sangre, para
diagnosticarlos. Para llegar a un diagnóstico, los médicos
observan el comportamiento y el desarrollo del niño.
Pueden detectarse a los 18 meses de edad o incluso antes. A los
2 años de edad, el diagnóstico realizado por un profesional con
experiencia puede considerarse muy confiable. Sin embargo,
muchos niños no reciben un diagnóstico final hasta que son
mucho más grandes. Este retraso significa que hay niños con TEA
que podrían no obtener la ayuda temprana que necesitan. (6)

La observación conductual de un niño con autismo con fines diagnósticos es


una tarea compleja que debe ser realizada, por lo tanto, por profesionales
expertos (neuropediatras, psiquiatras o psicólogos).
Se debe realizar una exploración física y neurológica completas, con
pruebas de visión y audición.
Durante esta fase, es aconsejable poder observar la relación con la madre (o
persona que atienda preferentemente al niño), puesto que habitualmente
aporta datos muy significativos para el diagnóstico diferencial. 
Para realizar el diagnóstico del autismo se deben detectar déficits severos
en tres áreas principales:
Alteración cualitativa de la interacción social.
Alteración cualitativa de la comunicación.
Patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos
y estereotipados.

2.8. Tratamiento

Actualmente, no existe una cura para los TEA. Sin embargo, las
investigaciones muestran que los servicios de tratamiento de
intervención temprana pueden mejorar el desarrollo de estos
niños. Los servicios de intervención temprana ayudan a los niños
desde el nacimiento hasta los 3 años (36 meses) de edad a
aprender destrezas importantes. Estos servicios pueden incluir
terapia para ayudar al niño a hablar, caminar e interactuar con los
demás.
La Ley para la Educación para Personas con Discapacidades
(IDEA) establece que los niños menores de 3 años (36 meses) de
edad que estén en riesgo de tener retrasos del desarrollo podrían
reunir los requisitos para recibir servicios. Esos servicios se
prestan mediante un sistema de intervención temprana en su
estado. A través de ese sistema, puede solicitar una evaluación.
Además, el tratamiento de síntomas particulares, como la terapia
del habla para los retrasos en el lenguaje, no requiere que espere
hasta recibir un diagnóstico formal de TEA. (6)

No hay ningún medicamento que trate los síntomas principales del TEA.


Algunos medicamentos que pueden ayudar a las personas con TEA a
funcionar mejor tratan los síntomas concurrentes. Por ejemplo, podrían
ayudar a manejar los altos niveles de energía, la incapacidad para
concentrarse o los comportamientos de autodaño, como golpearse la cabeza
o morderse la mano. Los medicamentos también pueden ayudar a manejar
las afecciones sicológicas concurrentes, como la ansiedad o la depresión,
además de las afecciones médicas, como las convulsiones, los problemas
para dormir, o los problemas estomacales o gastrointestinales.

Es importante trabajar con un equipo de profesionales que tengan


experiencia en el tratamiento de personas con TEA y especialmente al
considerar el uso de medicamentos. Las personas, las familias y el equipo
multidisciplinario deben trabajar juntos para monitorear el progreso y las
reacciones, a fin de asegurarse de que los efectos secundarios negativos de
un medicamento no superen sus beneficios.

Los tratamientos actuales para los TEA buscan reducir los


síntomas que interfieren con el funcionamiento diario y la calidad
de vida. Los TEA afectan a cada persona de distinta manera y
esto significa que las personas con TEA tienen fortalezas y
desafíos únicos, y distintas necesidades de tratamiento. 2 Por lo
general, múltiples profesionales participan en los planes de
tratamiento y estos se adaptan a cada persona.

Aquellos pacientes que tienen acceso temprano a tratamiento multimodal


mejoran significativamente. El ambiente debe ser altamente estructurado e
incluir profesores de educación especial, terapia del lenguaje y logopedia,
tratamiento vocacional y entrenamiento en habilidades adaptativas.
El tratamiento conductual reduce los comportamientos no deseados,
promueve el lenguaje y la interacción social y, además, aumenta habilidades
que fomentan la independencia.
La terapia cognitivo-conductual (TCC, por sus siglas en inglés) es un
enfoque sicológico que se enfoca en aprender las conexiones entre los
pensamientos, los sentimientos y los comportamientos. Durante este tipo de
terapia, el terapeuta y la persona trabajan juntos para determinar las metas y
luego para cambiar la forma en que la persona piensa acerca de una
situación a fin de cambiar su forma de reaccionar a ella.
Es fundamental el trabajo de los padres para ayudar a su hijo y buscar los
servicios necesarios disponibles en su área.
Hay asociaciones de padres de niños con autismo que son muy útiles para
organizar y distribuir los recursos.
Los programas educativos deben basarse en principios estructurados e
incluir sistemas de aprendizaje del comportamiento, terapia del lenguaje y
terapia ocupacional. La psicoterapia está indicada en los autismos de alto
grado de funcionamiento el en el trastorno de Asperger, todo ello
encaminado a mejorar las competencias sociales o la expresión de
sentimientos.
A veces, es necesario el uso de medicación para tratar síntomas
psiquiátricos que pueden aparecer, como antidepresivos para reducir los
comportamientos repetitivos; y antipsicóticos para mejorar la interacción
social.

Los pacientes con TEA a menudo presentan dificultades para comunicarse


con otros, y para desarrollar y mantener amistades y relaciones. También
pueden tener dificultades para enfrentar los cambios en la rutina. Los
pacientes con TEA tienden a depender de los familiares, incluidos los padres
y los hermanos, bien entrada la edad adulta. Los familiares de los pacientes
con TEA a veces presentan estrés, ansiedad y depresión.
La terapia familiar está diseñada para ayudar a los pacientes dentro de la
familia a comprender las situaciones difíciles y ayudarlos a colaborar en
conjunto para desarrollar nuevas maneras de pensar y enfrentar estas
dificultades.
Psicoeducación

Intervención se está haciendo cada vez más imprescindible dentro de los

tratamientos del TEA. Ya se trate de adultos o infantes, tomar

consciencia sobre la forma de ver el mundo de un autista es tan

beneficioso para el paciente como para quienes les rodean.

Y es que los nuevos enfoques se centran precisamente en eso: en

aprender los unos de los otros. Mientras el autista toma consciencia de

su propio funcionamiento y adquiere herramientas para adaptarse al

mundo, el mundo comprende que no hay una sola forma de procesar la

realidad. La tolerancia y la comprensión es lo que trae salud mental a las

personas.

3. HIPERACTIVIDAD

3.1. Definición

Según DSM 5, El trastorno por déficit de atención con


hiperactividad es un trastorno del neurodesarrollo de carácter
neurobiológico originado en la infancia y que afecta a lo largo de la
vida, que se caracteriza por la presencia de tres síntomas típicos:
Déficit de atención. Impulsividad. Hiperactividad motora y/o vocal.
Por otro lado la OMS define La hiperactividad-impulsividad implica
actividad excesiva, movimientos nerviosos, intromisión en las
actividades de otras personas e incapacidad para esperar.
Podemos definir qué hiperactividad significa tener mayor
movimiento, acciones impulsivas, un período de atención más
corto y distraerse fácilmente. (10)

3.2. Consideraciones
El TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) es
un trastorno del neurodesarrollo de carácter neurobiológico
originado en la infancia y que afecta a lo largo de la vida,
La característica esencial del TDAH es un patrón persistente de
desatención y/o hiperactividad-impulsividad, más frecuente y grave
que el observado habitualmente en otros sujetos de un nivel de
desarrollo similar. Principalmente, hay que distinguir el TDAH
de comportamientos propios de la edad en niños activos, retraso
mental, situaciones de ambiente académico poco estimulante y
sujetos con comportamiento negativista desafiante.
Algunos autores, destacan las dificultades de autocontrol como eje
central del trastorno. En este sentido, se describe el TDAH como
un “déficit para inhibir la conducta prepotente” (Barkley 1995).
El comportamiento hiperactivo usualmente se refiere a actividad
constante, tendencia a distraerse fácilmente, impulsividad,
incapacidad para concentrarse, agresividad, y comportamientos
similares.
Los comportamientos característicos pueden incluir:
o Inquietud o movimiento constante
o Deambular
o Hablar en exceso
o Dificultad para participar en actividades silenciosas (como la
lectura)
La hiperactividad no es fácil de definir. A menudo depende del
observador. El comportamiento que parece excesivo para una
persona puede no parecer excesivo para otra. Pero ciertos niños,
cuando se les compara con otros, claramente son más activos.
Esto se puede convertir en un problema si interfiere con el
desempeño escolar o la capacidad para hacer amigos.
Frecuentemente la hiperactividad se considera más un problema
para las escuelas y los padres que para el niño. Pero muchos
niños hiperactivos son infelices, e incluso depresivos. El
comportamiento hiperactivo puede llevar a que el niño sea
blanco de acoso escolar, o que se le dificulte conectarse con otros
niños. El trabajo escolar puede ser más difícil. Los niños que son
hiperactivos frecuentemente reciben castigos por su
comportamiento.
El movimiento excesivo (comportamiento hiperquinético) suele
disminuir a medida que el niño crece. Puede desaparecer por
completo en la adolescencia. (10)
Causas del TDAH
Los científicos estudian las causas y los factores de riesgo para intentar
encontrar mejores maneras de manejar y reducir las probabilidades de que
una persona tenga TDAH. Se desconocen las causas y los factores de
riesgo del TDAH, pero investigaciones actuales muestran que la genética
tiene un papel importante.

Además de la genética, los científicos están estudiando otras causas y


factores de riesgo posibles que incluyen los siguientes:

 Lesión cerebral
 Exposición ambiental (p. ej., al plomo)
 Consumo de alcohol o tabaco durante el embarazo
 Parto prematuro
 Bajo peso al nacer

3.3. Síntomas
Se caracteriza por la presencia de síntomas típicos:
o Déficit de atención.
o Impulsividad.
o Hiperactividad motora y/o vocal
Se debe tener en cuenta que no todos los niños con este trastorno
manifiestan los mismos síntomas y con la misma intensidad
(pudiendo presentarse como leve, moderado o grave). (11)

3.4. Clasificación

3.4.1. Falta de atención predominante. La mayoría de los síntomas


corresponden a la falta de atención.
Un niño que manifiesta un patrón de falta de atención a menudo
presenta las siguientes características:
 No es capaz de prestar atención minuciosa a los detalles o
comete errores por descuido en los trabajos escolares
 Le cuesta permanecer concentrado en tareas o juegos
 Parece no escuchar, incluso cuando se le habla
directamente
 Tiene dificultades para seguir instrucciones y no logra
terminar las tareas o los trabajos escolares
 Tiene problemas para organizar tareas y actividades
 Evita o le disgustan las actividades que requieren un
esfuerzo mental de concentración, como la tarea escolar
 Pierde los elementos necesarios para las tareas o las
actividades, por ejemplo, juguetes, asignaciones escolares,
lápices.
 Se distrae fácilmente
 Se olvida de hacer algunas actividades diarias, como las
tareas del hogar

3.4.2. Conducta hiperactiva/impulsiva predominante. La mayoría de los


síntomas son la hiperactividad e impulsividad.

3.4.3. Hiperactividad e impulsividad


Un niño que manifiesta un patrón de síntomas de hiperactividad e
impulsividad a menudo presenta las siguientes características:
 Está inquieto o da golpecitos con las manos o los pies, o se
retuerce en el asiento.
 Le cuesta permanecer sentado en el aula o en otras
situaciones
 Está en constante movimiento
 Va de un lado para otro o trepa en situaciones no apropiada
 Tiene problemas para jugar o realizar actividades tranquilas
 Habla demasiado
 Da respuestas apresuradas o interrumpe a quien le hace
preguntas
 Tiene dificultades para esperar su turno
 Interrumpe conversaciones, juegos o actividades de otros, o
se entromete en ellas
3.4.4. Combinado
Esta es una mezcla de síntomas de falta de atención y síntomas
de hiperactividad/impulsividad.

3.5. Factores de riesgo

Entre los factores de riesgo del trastorno por déficit de


atención/hiperactividad se pueden incluir:
 Familiares consanguíneos, como padres o hermanos,
con trastorno por déficit de atención/hiperactividad u otro
trastorno de salud mental.
 Exposición a toxinas ambientales, como el plomo, que se
encuentra principalmente en la pintura y las tuberías de
edificios antiguos
 Consumo de drogas, consumo de alcohol o tabaquismo por
parte de la madre durante el embarazo
 Nacimiento prematuro

3.6. Complicaciones

El TDAH puede dificultar la vida de los niños:


 A menudo luchan en el aula, lo cual puede llevar al fracaso
académico y al juicio de otros niños y adultos.
 Tienden a tener más accidentes y lesiones de todo tipo que
los niños que no tienen TDAH.
 Tienden a tener baja autoestima.
 Son más propensos a tener problemas para interactuar con
sus compañeros y los adultos, y para ser aceptados por
ellos.
 Están en mayor riesgo de abuso de alcohol y drogas, y de
otras conductas delictivas.

3.7. Prevención

Para ayudar a reducir el riesgo de TDAH:


 Durante el embarazo, evita cualquier cosa que pueda dañar
el desarrollo fetal. Por ejemplo, no bebas alcohol, no uses
drogas recreativas ni fumes cigarrillos.
 Protege a tu hijo de la exposición a contaminantes y
toxinas, incluido el humo del cigarrillo y la pintura con
plomo.
 Limita el tiempo frente a las pantallas. Aunque todavía no
se ha comprobado, puede ser prudente que los niños eviten
la exposición excesiva a la televisión y a los videojuegos en
los primeros cinco años de vida.

3.8. Diagnóstico

Según el DSM-5, para diagnosticar el TDAH en cualquiera de sus


categorías:
 Algunos de los síntomas que causan alteraciones,
estaban presentes antes de los 12 años de edad.
 Algunas alteraciones provocadas por los síntomas, se
presentan en dos o más ambientes (por ejemplo en casa y
en la escuela).
 Debe haber pruebas claras de deterioro clínicamente
significativo de la actividad social, académica o laboral , es
decir de que los síntomas interfieren de forma significativa
la vida de la persona.
 Los síntomas no se producen exclusivamente durante el
curso de la esquizofrenia o de otro trastorno psicótico y no
se explican mejor por otro trastorno mental (por ejemplo,
trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad,
trastorno disociativo, trastorno de la personalidad,
(11)
intoxicación o abstinencia de sustancias).

3.9. Tratamiento

Los tratamientos estándar para el TDAH en los niños incluyen


medicamentos, terapia conductual, asesoramiento y servicios
educativos. Estos tratamientos pueden aliviar muchos de los
síntomas del TDAH, pero no lo curan. Puede llevar un tiempo
determinar qué funciona mejor para tu hijo.

3.9.1. Medicamentos estimulantes


Actualmente, los medicamentos estimulantes (psicoestimulantes)
son los más comúnmente recetados para tratar el trastorno por
déficit de atención/hiperactividad. Los estimulantes parecen elevar
y equilibrar los niveles de las sustancias químicas del cerebro
llamadas "neurotransmisores". Estos medicamentos ayudan a
mejorar los signos y síntomas de falta de atención e
hiperactividad, a veces de manera eficaz en un período de tiempo
breve.
Por ejemplo:
 Anfetaminas. Algunos de estos son dextroanfetamina
(Dexedrine), dextroanfetamina-anfetamina (Adderall XR,
Mydayis) y lisdexanfetamina (Vyvanse).
 Metilfenidatos. Algunos de estos son el metilfenidato
(Concerta, Ritalin, otros) y el dexmetilfenidato (Focalin).
Los medicamentos estimulantes están disponibles en formas de
acción corta y prolongada. Se dispone de un parche de
metilfenidato (Daytrana) de acción prolongada que puede usarse
en la cadera.
La dosis adecuada varía de un niño a otro, por lo que puede llevar
algún tiempo encontrar la dosis correcta. Y la dosis puede
necesitar un ajuste si se producen efectos secundarios
significativos o a medida que tu hijo crece. Pregúntale al médico
acerca de los posibles efectos secundarios de los estimulantes.

3.9.2. Medicamentos estimulantes y ciertos riesgos para la salud


Algunas investigaciones indican que el uso de medicamentos
estimulantes para el TDAH en pacientes con ciertos problemas
cardíacos puede ser una preocupación, y el riesgo de ciertos
síntomas psiquiátricos puede aumentar cuando se usan
medicamentos estimulantes.
 Problemas de corazón. Los medicamentos estimulantes
pueden causar un aumento de la presión arterial o de la
frecuencia cardíaca, pero el aumento del riesgo de efectos
adversos graves o de muerte súbita aún no está
comprobado. Sin embargo, el médico debe evaluar a tu hijo
en busca de cualquier afección cardíaca o antecedentes
familiares de cardiopatía antes de recetarle un
medicamento estimulante y controlarlo durante el uso de
estimulantes.
 Problemas psiquiátricos. El uso de medicamentos
estimulantes rara vez puede aumentar el riesgo de
agitación o síntomas psicóticos o maníacos. Comunícate
con el médico de inmediato si tu hijo tiene un
comportamiento nuevo o que empeora de manera
repentina, o si ve u oye cosas que no son reales mientras
(13)
está tomando medicamentos estimulantes.
En la mayoría de los casos, el TDAH se trata mejor utilizando una
combinación de terapia conductual y medicamentos. Para los niños de edad
prescolar (4-5 años de edad) con TDAH, se recomienda la terapia
conductual como la primera línea de tratamiento. Ningún tratamiento es la
única respuesta para todos los niños, y los buenos planes de tratamiento
incluirán un monitoreo estricto, seguimiento y cualquier cambio necesario en
el camino.
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO del TDAH

Aspectos a tener en cuenta en el inicio del tratamiento

El tratamiento del TDAH debe ser multimodal e individualizado,

teniendo en cuenta al paciente y a su familia. El objetivo es disminuir los

síntomas, las complicaciones y el impacto negativo. El tratamiento

multimodal y/o combinado del TDAH implica tres acercamientos:

tratamiento farmacológico, tratamiento cognitivo-conductual y tratamiento

psicoeducativo (padres y profesores).

La filosofía general del tratamiento cognitivo-conductual aplicado a

niños es premiar lo positivo más que castigar. Se trabajan técnicas de

autocontrol, habilidades sociales y solución de problemas.

Objetivos del tratamiento

Con niños más pequeños con TDAH (de hasta 6 años), el tratamiento

suele centrarse en el entrenamiento a padres. En mayores se combina

el entrenamiento a padres con técnicas cognitivo-conductuales como el

entrenamiento en habilidades sociales y autoinstrucciones.

Objetivos del tratamiento cognitivo-conductual individual:

 Autorregulación.
 Control de la irritabilidad .
 Mejora de la comunicación.
Tratamiento psicológico del TDAH: Entrenamiento a padres

El módulo psicoeducativo del entrenamiento a padres incluye el dar

información sobre el TDAH, motivar y crear una disposición positiva hacia

el niño y dar estrategias para solucionar los problemas y mejorar

ambiente familiar.

El entrenamiento para padres puede realizarse tanto en forma individual

como grupal. Pero, según diversos estudios, el tratamiento en formato

grupal es más efectivo y eficiente que el formato individual. Se les

enseña las siguientes técnicas:

Reforzamiento y castigo
 Búsqueda y refuerzo de los comportamientos y actitudes
positivas del niño.
 Extinción de conductas negativas.
 Una vez se utiliza de manera precisa el reforzamiento
positivo y la extinción , es posible utilizar el reforzamiento
diferencial de tasas bajas.
 Se pueden utilizar materiales de apoyo como el “busca,
fíjate y apunta”, que ayuda a los padres a fijarse en las
conductas positivas de sus hijos.

Tratamiento psicológico del TDAH: Entrenamiento a profesores

Los profesores necesitan un apoyo específico para tratar con niños con

TDAH. El esquema básico de los programas de orientación para los

profesores es muy similar al de los padres. Los objetivos aquí se

centran en: normas de la escuela, trabajo escolar y competencia

social. 

Una de las fases del entrenamiento a profesores es la siguiente:


Instruir a los profesores en el conocimiento del TDAH
 Conocer qué es el TDAH ayuda cambiar los sesgos
atribucionales de la conducta del niño (p.e.: “niño que tiene
un problema” en lugar de “se comporta así para
fastidiarme”).
 Conocer las necesidades especiales de alumnos con TDAH.

Tratamiento psicológico del TDAH: técnicas para el niño

La psicoterapia cognitiva comprende una serie de técnicas psicológicas

que se utilizan para modificar determinados pensamientos, creencias o

actitudes que presenta un paciente. Están dirigidas a reestructurar los

pensamientos de los niños y lograr nuevas conductas de

comportamiento. Este tipo de psicoterapia requiere de aprendizaje y

utilización por parte de terapeutas entrenados y con experiencia.

En muchas ocasiones, junto con la sintomatología inatenta, impulsiva y/o

hiperactiva, pueden aparecer dificultades en la socialización y el

comportamiento. En estos casos, resultan de utilidad los entrenamientos

en habilidades sociales, técnicas de resolución de problemas y las

estrategias de autoayuda.

Veamos algunas intervenciones a este respecto como son la

autorregulación, la mejora de la comunicación, la técnica del

neurofeedback y la correspondencia decir-hacer.

Autorregulación

Técnicas de neuroimagen demuestran que niños con trastorno por déficit

de atención, con o sin hiperactividad (TDAH) presentan un retraso en la

maduración de algunas regiones del cerebro. Estas zonas están

relacionadas con la atención y el autocontrol.


Para mejorar el autocontrol las técnicas más utilizadas son las

técnicas cognitivas. Se hace énfasis especial en aquellas que toman el

lenguaje interno como regulador de la conducta:


 En la autoobservación se tiene como objetivo que el niño
tome conciencia de su conducta.
 El autorreforzamiento pretende que el niño obtenga
gratificación de las conductas adaptadas.
 El entrenamiento en autoinstrucciones (Meichembaum y
Goodman, 1971) busca que el niño aprenda a hablarse
interiormente de tal manera que le sea más fácil pensar y
tomar conciencia de lo que hace o quiere pensar.

Mediante estas técnicas cognitivas en definitiva se persigue que el niño

sea capaz de relacionar conductas y consecuencias posteriores. De esta

manera, podrá evaluar su conducta en relación a las normas de casa, de

la clase o de la calle.

Mejora de comunicación

Los programas de comunicación para niños con TDAH tratan de

aumentar la autoconciencia, el análisis de la relación con los demás y


soluciones eficaces a los problemas interpersonales. Algunas técnicas

empleadas son:
 Técnicas de solución de problemas, indicadas para
tranquilizar al niño y ayudarle a controlar las conductas
hiperactivas e impulsivas. En los niños más pequeños se
utiliza una variante denominada “técnica de la tortuga”.
 Contratos de contingencias, usados principalmente con
adolescentes y con el objetivo de obtener compromisos que
satisfagan a las diferentes partes de la relación (p.e.:
alumno-profesos, hijo-padres, etc.).
 Entrenamiento en habilidades sociales. El trabajo con
adolescentes en grupo es un método eficaz para estimular
una buena autoestima y reforzar los objetivos individuales
que cada uno lleva a cabo con su familia, sus profesores y
su propio terapeuta.

LAS CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES


ENGLOBAN TODO EL TEMA Y LO TIENEN QUE
DESAGREGAR PORQUE MEJORARIA NO SOLO LA
PRESENTACIÓN , SINO SU COMPRENSIÓN.

IV. CONCLUSION

Es fundamental considerar la posibilidad que una persona con


TEA sufra depresión y estar alerta sobre la posibilidad de que la
padezca, no considerar que todo lo que expresa conductual y
cognitivamente está directamente relacionado al autismo. Es
importante saber que la depresión puede no manifestarse de la
misma manera que en las personas con desarrollo típico y
desterrar el concepto de que las personas con autismo no pueden
sentir emociones fuertes (depresión, tristeza, angustia, etc.). Las
personas con autismo tienen cuatro veces más posibilidades de
desarrollar depresión que en la población general, considerándose
la afección de salud mental más común entre ellas .
El trastorno del estado de ánimo, puede tener consecuencias
devastadoras en la calidad de vida y aumenta el riesgo de
pensamientos y comportamientos suicidas en adultos autistas, es
por ello que la detección de la depresión es crítica.
Por otra parte, la depresión es más común en mujeres con TEA y
esto probablemente esté relacionado a un diagnóstico más tardío
de las mismas, abordajes inadecuados por falta de detección, su
propia conciencia de dificultades sociales y la tendencia a
“camuflar sus síntomas para encajar mejor socialmente
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es el
trastorno comportamental más comúnmente diagnosticado en la
infancia, estimado en afectar del 3 al 5 por ciento de los niños en
edad escolar. Sus síntomas de base incluyen niveles
evolutivamente impropios de atención, concentración, actividad,
distracción e impulsividad. Los niños con TDAH normalmente
presentan un deterioro funcional en múltiples contextos como son
el hogar, el colegio y las relaciones con el grupo de pares. El
TDAH también ha demostrado tener efectos adversos a largo
plazo en el rendimiento académico, éxito vocacional y desarrollo
socio-afectivo.
A pesar de las evidentes diferencias que ambos trastornos
implican tanto el Trastorno del Espectro Autista (TEA) como el
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) son
trastornos con consecuencias en las relaciones que los niños
establecen tanto con su familia, su conducta en el hogar, sus
conductas con los otros niños y también en muchas ocasiones con
implicaciones en sus capacidades de aprendizaje de los
contenidos escolares.

V. RECOMENDACIONES

El abordaje terapéutico de la depresión en personas con TEA es


complejo dado que medicamentos, como los inhibidores selectivos
de la recaptación de serotonina y los antipsicóticos, no siempre
son efectivos.
La terapia cognitiva conductual es la más utilizada y ha
demostrado efectividad para reducir los síntomas de depresión.
Muchos programas se han adaptado para la población con TEA,
focalizándose en la ansiedad y la agresión además de la
depresión.
Una propuesta prometedora es la habilitación familiar relacionada
con el autismo (SAFE, por sus siglas en inglés), es un nuevo tipo
de terapia familiar creada específicamente para familias con niños
con autismo. Utiliza una variedad de actividades terapéuticas,
como dibujar, modelar con arcilla, juego de roles, etc., se
desarrolla en sesiones de 3 horas, en el hogar y con otras familias.
La eficacia de SAFE se está evaluando actualmente en un ensayo
controlado aleatorio, características de los niños con trastorno por
déficit de atención/hiperactividad (TDAH) y sus dificultades.
Recomendamos empezar por la parte, para comprender bien el
conjunto. Ahora vamos a detallar algunas recomendaciones e
intervenciones generales para minimizar estos problemas.
 Utilizar conjuntamente estímulos auditivos (discurso del
profesor) y visuales (diagramas en la pizarra, dibujos,
esquemas, vídeos, etc.) en las exposiciones.
 Ser conscientes de que a estos niños necesitarán mayor
apoyo y supervisión del adulto para consolidar los
aprendizajes y optimizar su rendimiento.
 Evitar exposiciones orales prolongadas o realizar la misma
tarea durante períodos largos.
 Permitir manipular el material (por ejemplo, subrayar en
colores los enunciados de los problemas)

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