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INSTITUTO NACIONAL PROFESORA

BERTHA FIDELIA

Exposición de: SEMINARIO

Integrantes: N° de lista

Paola Alejandra Alas Mejía #2

Alisson Stephanie Aldana Jacinto #3

Katherine Sofia Asensio Vásquez #5

Marcela Lisseth Avalos Rodríguez #6

Jenny Arely Benítez Ramírez #9

Nombre del tema: PROBLEMAS EMOCIONALES EN LOS


ADOLESCENTES

Maestra: Alba Luz Lara de Pérez

Sección: 2 “A” Año: 2022

1
INDICE

Pág.
Problemas emocionales en los adolescentes ………… 5
El bienestar emocional ………………………………. 7
Problemas emocionales………………………………. 9
¿Qué son las emociones negativas? …………………. 9
El desarrollo de las problemáticas emocionales …… 12
Problemas que se desarrollan en la adolescencia ……. 14
Tipos de problemas emocionales y de comportamientos …15
Los trastornos emocionales en niños y adolescentes que intervienen son
………………………………………………………………………... 15
Entre que edades se empiezan a dar los problemas emocionales en los adolescentes
……………………………………………………………………… 16
Implicaciones educativas ……………………………. 18

2
INTRODUCCION

En el siguiente trabajo se muestra toda la información acerca de los problemas


emocionales, en los adolescentes, ya que hoy en día los problemas emocionales son más
frecuentes en la vida de los jóvenes debido a la situación que viven día a día ya sea en el
hogar como en la relación que tienen con sus amistades o la sociedad.
Hoy en día a muy temprana a edad muchos jóvenes sufren de los problemas
emocionales, debido a que a la gran mayoría son de sentimientos débiles, lo que les
perjudica con más razón, tanto a ellos como su vida, sus sentimientos, y también su salud
mental.
Los problemas emocionales en gran mayoría se dan en la edad entre 15 y 17 años,
esto les afectan a sus emociones y sobre todo su salud mental, muchos de ellos pasan cosas
que les hace difícil ver la realidad o aceptar todo.
Los problemas emocionales, perjudican en si la vida de los adolescentes, porque
muchos se sienten sin ánimos, como sin ninguna salida a sus problemas o situaciones que
ellos viven, y esto sin duda es una situación muy grave en un adolescente ya que esto puede
llegar a una situación en la que él o la adolescente llega a un límite, y esto lo lleva a un
suicido, adicciones, en la que muchos eso deciden, otros caen en depresión, no saben qué
hacer con su vida, caen en situaciones en las que su vida está en riesgo
Los adolescentes cuando están presentes en situaciones emocionales, lo que
necesitan es ayuda con un especialista que les pueda ayudar a salir adelante, tomando
terapias y siempre contar con el apoyo de la familia.

3
CAPITULO I

1.2.2 RESUMEN

No es raro que durante la adolescencia los jóvenes se sientan agobiados por temores
y miedos, por sentimientos de infelicidad y tristeza, por dificultades para aprender (sin
problema médico asociado) o por fallas en la relación con los demás, entre otros problemas.

Cuando estas situaciones son tan intensas que se hacen difíciles de enfrentar por
parte del adolescente o de sus padres, pueden terminar transformándose en complicaciones
mayores o conductas inapropiadas. En algunos casos, incluso pueden asociarse a la
aparición de enfermedades físicas. En todos estos eventos, es recomendable acudir a ayuda
especializada.

Por esta razón, los Centros de salud cuenta no sólo con Psiquiatras y Psicólogos,
sino que además con un equipo multidisciplinario especializado que ayudará de forma
efectiva al adolescente a enfrentar esos problemas emocionales

Es la edad de los cambios no sólo físicos, sino también emocionales. Se trata de la


pubertad que comienza generalmente entre los ocho y 13 años de edad en las niñas, y entre
los 10 y 15 años de edad en los niños. En algunos menores, la pubertad comienza antes o
después de esas edades, por ello algunos todavía parecen niños, mientras que otros se
vuelven más adultos.

1.2.3 PALABRAS CLAVES

Palabras claves: problemas, emociones, rendimiento

1.2.4 objetivo general

Conocer que tanto afectan los problemas emocionales en el aprendizaje de los


adolescentes del instituto nacional profa. Bertha fidelia cañas

1.2.5 objetivos específicos

* Identificar cuáles son los problemas emocionales más frecuentes en los


adolescentes

* Identificar si se diseñan programas en las escuelas para atender los problemas


emocionales en los adolescentes

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1.2.6 PROBLEMAS EMOCIONALES EN LOS ADOLESCENTES

¿QUÉ SON LOS PROBLEMAS EMOCIONALES?


De acuerdo con Newcomer (1993) los trastornos emocionales son definidos como:

De acuerdo con el autor los trastornos emocionales son enfermedades que afectan la
manera en que uno piensa y se siente. Los síntomas se manifiestan en el comportamiento y
pueden ser muy severos y en la mayoría de los casos no desaparecen por sí solos.

La adolescencia, en algunas ocasiones, puede llegar a ser muy complicada. Esto es


debido a que el joven se encuentra involucrado en una situación llena de cambios, tanto
emocionales como físicos. La aceptación de uno mismo o lo que opinen los demás, puede
llegar a afectar de manera negativa en las relaciones sociales, familiares y sentimentales.

Cuando entras en esta fase, se experimentan una serie de cambios internos y


externos que no se sabe muy bien cómo controlarlos. Además, puede ser complicado
entender la actitud de los jóvenes, sobre todo cuando tienen un problema y no podamos
comprender qué es lo que le está pasando.

Dichos cambios, a menudo, son percibidos con cierto malestar por parte del joven,
sintiendo una sensación de no ser comprendidos o ayudados por los adultos. Es una etapa
muy dura, en cuestión de cambios, y en algunos casos esa inseguridad emocional lleva a
depresión, ansiedad, trastornarnos de alimentación y adicciones, entre otros.

La inestabilidad predomina durante estos años, así que la acción de un terapeuta


especializado en psicología para adolescentes es fundamental, ya que acompañará al

joven en estos cambios, le escuchará y hará entender sus emociones y pensamientos.

Un adolescente puede ser perjudicado por el desarrollo emocional y las relaciones


que se dan en la familia, entre los amigos y otros ya muchas veces los adolescentes no se
sienten a gusto con las cosas que pasan en su alrededor.

Hay muchos términos para describir los problemas emocionales, mentales o los del
comportamiento. En la actualidad, estos están calificados de “Problemas emocionales”
(“emotional disturbance”). De acuerdo a las regulaciones del Acta para la Educación de
Individuos con Discapacidades (“Individuals with Disabilites Education Act.” O IDEA”)
los problemas emocionales se definen como “una condición que exhibe una o mas de las
siguientes características atreves de un largo periodo de tiempo y hasta cierto grado lo cual
afecta desfavorablemente educacional de un niño:

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Una incapacidad de aprender, que no puede explicarse mediante factores
intelectuales, sensoriales o de salud.
- Una incapacidad de formar o mantener relaciones interpersonales con los
compañeros y profesores.
- Comportamientos o sentimientos inapropiados bajo circunstancias normales.
- Una tendencia a desarrollar síntomas físicos o temores asociados con los
problemas personales o colegiales.
Lo que más afecta a los niños y el adolescente también se debe a el rechazo de la
madre, desde su gestación, los embarazos no deseados, las depresiones durante el
embarazo, la dificultad para aceptar un hijo hombre si se quería mujer o viceversa, etc.
generan problemas en el apego y causan dificultades a nivel emocional en los niños y los
adolescentes.
Bravo (1984), plantea que:

“Los trastornos emocionales infantiles son consecuencia de insuficiencia en los


procesos psicológicos adaptativos frente a experiencias del ambiente y frente a las propias
necesidades instintivas. Agrega, además que estos trastornos son derivados de la angustia y
de los mecanismos psíquicos insuficientes para controlarla”. (p. )

“Los trastornos emocionales o también conocidos como problemas internalizados


afectan de una forma sustancial la capacidad de los seres humanos para manejar las
demandas de la vida cotidiana, causando problemas de pensamiento, sentimientos,
conducta personal y relaciones personales. “Dichos trastornos emocionales o internalizados
pueden ser percibidos de una forma visible principalmente en el rendimiento académico, en
las relaciones personales y la comunicación de los individuos quien los padece”.
(Hernández, 2016, p. 39)

“Desde el punto de vista de Achenbach y Edelbrock (1987, citado en Velázquez


2012) definen a los problemas emocionales como aquellos en los cuales las reacciones
emocionales y cognitivas se manifiestan hacia el propio sujeto, cuya revelación puede ser
en forma de depresión, fobias, ansiedades, caracterizados por la alta contención de los
impulsos. Siendo de una forma resumida, agrega Venegas (2014) “problemas de ajuste
ambiental que se manifiestan en comportamientos de inhibición, inquietud, timidez y
creencias”. (Hernández, 2016, p. 39)

1.2.7 BIENESTAR EMOCIONAL


¿QUÉ ES EL BIENESTAR EMOCIONAL?
El bienestar emocional forma parte de la salud integral, es por ello que debe
prestársele atención. Sobre todo, durante la adolescencia, una etapa que por sí misma ya
significa un aumento de conflictos internos, mismos que, combinados con situaciones
negativas externas pueden ocasionar problemas emocionales en los jóvenes.
La gran mayoría de adolescentes tienen miedo a confrontar o pedir ayuda
profesional para demostrar sus sentimientos o emociones ya que la gran mayoría no están
acostumbrados a tener algún tipo de apoyo cuando estaban niños y eso ocasiona que un
adolescente se sienta inseguro, por lo que siente muchas veces y terminan con problemas
mentales o problemas psicológicos o con trastornos o enfermedades como puede llegar
hacer ansiedad o depresión.

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Los desórdenes emocionales son unos de los principales problemas que presentan
los jóvenes en la actualidad. Las emociones son reacciones que nos conmueven, nos activan
y nos preparan para la acción frente a ciertas situaciones relevantes, como el peligro físico,
la amenaza de un resultado negativo, el perjuicio que nos pueden hacer otras personas o el
éxito, porque nos hemos esforzado. Estas reacciones que pueden darse en muchos ámbitos
de la vida de un individuo son especialmente importantes en la edad infantil, adolescencia y
jóvenes adultos.
Las diferencias entre emociones entre niños, jóvenes y adultos están mediatizadas
por el nivel de madurez, experiencia y desarrollo sociocognitivo que hace que problemas
similares puedan ser interpretados y vivenciados de forma diferente según la edad.
Los niños pequeños pueden experimentar la ansiedad a la separación, a la muerte de
su mascota o de su abuelo, a un conflicto o una pelea en el colegio, bullying o a otras
circunstancias de la vida diaria de forma muy diferente a como la viva un adolescente o un
joven adulto. Cuando popularmente hablamos de depresión infantil o ansiedad en la
primera etapa de la vida, frecuentemente asumimos esquemas de adultos aplicados a los
menores y sin embargo cometemos un tremendo error en pensar que son iguales. La
vivencia de una depresión infantil tiene una etiología, variables de mantenimiento y
resolución muy diferentes a las que normalmente se presentan en población adulta.
Las emociones nos ayudan a comunicarnos mejor con los demás, tienden a reforzar
el orden social y nos mueven a la acción, constituyen todo un sistema de recompensas y
castigos, que están muy relacionadas con el bienestar, nos ayudan a entender mejor la
realidad y decidir entre distintas opciones, a recordar los acontecimientos más relevantes, a
responder de manera más enérgica, a desarrollar conductas acordes con la situación y a
adaptarnos mejor a las demandas del medio. Todo ello hace que la conducta emocional nos

ayude por lo general a responder mejor a la situación que la provoca, por lo que
decimos que se trata de reacciones adaptativas.

1.3 EMOCIONES NEGATIVAS


¿QUE SON LAS EMOCIONES NEGATIVAS?
Las emociones negativas no sólo pueden afectar en algunos casos al bienestar
psicológico, sino que pueden llegar a tener consecuencias de salud, a través de la alteración
de algunas funciones vitales, como el sueño, el apetito, la alimentación, la digestión o las
funciones cognitivas, entre otras. Es decir, las reacciones emocionales pueden alterar
funciones vitales y en algunos casos pueden aparecer disfunciones y síntomas relacionados
con estos procesos vitales. Así, una persona que viene sufriendo mucho estrés y emociones
negativas intensas desde un cierto tiempo, con frecuencia, puede experimentar problemas
de concentración, insomnio común, problemas de alimentación, algunos problemas
digestivos, cardiovasculares, dermatológicos o bien problemas de dolor u otras
somatizaciones, muchas veces sin que haya una base orgánica o médica.
Por lo general, se puede observar que muchas personas que sufren hoy en día estos
problemas emocionales, previamente mostraron el desarrollando reacciones emocionales
normales, la mayoría en la adolescencia y juventud hasta un momento dado, en el que hubo
un suceso estresante que provocó reacciones emocionales poco habituales, que
desencadenaron un proceso de aprendizaje emocional desadaptado. En este proceso suele
haber un progreso de los síntomas emocionales y finalmente de nuevos trastornos

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emocionales. Esta reacción puede permanecer activa durante tiempo por la persistencia de
los factores que la provocan, por la alta actividad de respuestas emocionales cognitivas,
fisiológicas y conductuales, que interaccionan entre sí e incrementan su tasa de respuesta,
así como por el aprendizaje emocional y desarrollo de malos hábitos.
Los problemas emocionales no sólo comprenden los trastornos de ansiedad o del
estrés y de aspectos obsesivos, sino que suelen aparecer asociados con estos problemas del
estado de ánimo, es decir, las depresiones. En la depresión encontramos un estado de ánimo
bajo, con sentimientos de tristeza profundos, una emoción en principio adaptativa, que nos
ayuda a elaborar un duelo o pérdida y aumentar el apoyo social por la pérdida sufrida. Pero
si se alcanza la depresión, el estado emocional deja de ser adaptativo, ya que se prolonga
excesivamente la tristeza, la reflexión, la inactividad, el abandono, el sufrimiento, etc. y se
desarrollan hábitos que implican pasividad, falta de interés y motivación por todo, así como
distorsiones cognitivas que llevan a esa persona a centrarse en lo más negativo de su vida
(en el pasado, en el presente y en el futuro), lo que acrecienta el estado de tristeza y
depresión, hasta llegar a un trastorno depresivo, que puede llegar a ser grave, en el que
suelen aparecer disfunciones del sueño, de la alimentación, cognitivas, entre otras, así como
discapacidad para el trabajo, las tareas domésticas o las relaciones sociales.

Los padres de familia deben estar alertas sobre cualquier cambio en el


comportamiento que experimenten sus hijos adolescentes, a fin de poder detectar posibles
problemas emocionales. Algunas señales que pueden alertar sobre ello son:
-Baja autoestima.
-Dormir excesivamente, padecer insomnio u otros trastornos del sueño.
-Abandono o pérdida de interés en los pasatiempos favoritos.
-Bajo e inesperado cambio en el rendimiento escolar.
-Pérdida de peso y apetito, o algún trastorno alimenticio.
Hasta el momento, las causas de los trastornos emocionales no han sido
adecuadamente determinadas. Aunque algunas causas pueden incluir factores tales como la
herencia, desórdenes mentales, dieta, presiones y el funcionamiento familiar, ningún
estudio ha podido demostrar que alguno de estos factores sea la causa directa de los
trastornos emocionales o del comportamiento. Algunas de las características y
comportamientos típicos de los niños con trastornos emocionales incluyen:
La hiperactividad (la falta de atención, impulsividad);
Agresiones/un comportamiento que puede resultar en heridas propias;
Retraimiento (falta de iniciar intercambios con los demás; el retiro de los
intercambios sociales; temores o ansiedades excesivas);
Inmadurez (el niño llora en ocasiones inapropiadas; temperamento; habilidad
inadecuada de adaptación);
Dificultades en el aprendizaje (rendimiento académico por debajo del nivel
correspondiente al grado).
1.3.1 EMOCIONES POSITIVAS
¿QUÉ SON LAS EMOCIONES POSITIVAS?
Son aquellas que nos producen una sensación agradable un sentimiento positivo.
Lo primero es saber que es una emoción y de dónde viene. Los sentimientos son el
resultado de las emociones, son más duraderos en el tiempo y pueden ser verbalizados y
explicados con palabras.

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Los resultados indican que un estilo emocional positivo puede desempeñar un papel
mas importante de lo que se pensaba en la salud, de ahí la importancia de que los
psicólogos comiencen a introducir variables relacionadas con el funcionamiento positivo.
Desde la psicología positiva se tiene en cuenta el papel protagonista de las emociones
positivas en el cuidado de la salud, la disminución de la tristeza y la ansiedad y el logro de
estados subjetivos de bienestar.
La depresión, el estrés y la ansiedad suelen asociarse con el deterioro de la salud y
un mayor riesgo a padecer enfermedades físicas. Como buena noticia, debe saber que cada
vez hay más pruebas de que el afecto positivo puede ejercer influencia en la salud y actuar
como modulador de los efectos de ansiedad y depresión.

1.3.2 LAS PROBLEMATICAS EMOCIONALES


¿COMO SE DESAROLLAN LAS PRLEMATICAS EMOCIONALES?
desarrollo de las problemáticas emocionales y de conducta que presentan los
adolescentes, se deben a diversos factores, la literatura indica que estos factores se pueden
agrupar en tres grandes esquemas que son:

individuales, sociales y familiares. Cada uno de estos impacta de manera diferente,


dependiendo la personalidad de cada individuo, menciona los siguientes como parte de los
problemas emocionales por los cuales puede pasar un adolescente: Problemas de
autoestima: en ocasiones si los adolescentes reciben muchas críticas ya sea de sus padres o
de otros compañeros puede instalarse en ellos la idea de que no sirven para nada, de que
todo lo hacen mal.

Los problemas que se pueden ocasionar en la adolescencia pueden desembocar en


situaciones complejas. Esto se debe a una serie de cambios, tanto emocionales como
físicos, que los jóvenes empiezan a desarrollar y que, muchas veces, ni ellos mismos son
conscientes. Aceptarse a uno mismo tal y como es, así como la opinión de los demás, puede
afectar directamente en las relaciones del individuo.

En la fase de la adolescencia se suelen experimentar la mayoría de cambios, tanto


internos como externos, que pueden escaparse de nuestro control. Desde el punto de vista
paternal, a veces, es complicado detectar o comprender estos cambios radicales de actitud y
comportamiento de los jóvenes.

En estas edades, este tipo de cambios genera un malestar interno en el adolescente


que, incluso, pueden llegar a sentirse incomprendidos por los mayores de edad. Hay casos
graves, en los que se pueden desarrollar casos de inseguridad emocional, que pueden acabar
en ansiedad, depresión, trastornos de alimentación y depresión, entre otros.

1.3.3 PROBLEMAS QUE SE DESARROLLAN EN LOS ADOLECENTES

¿CUÁLES PROBLEMAS QUE SE DESARROLLAN EN LA


ADOLESCENCIA?

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Los problemas que se pueden ocasionar en la adolescencia pueden desembocar en
situaciones complejas. Esto se debe a una serie de cambios, tanto emocionales como
físicos, que los jóvenes empiezan a desarrollar y que, muchas veces, ni ellos mismos son
conscientes. Aceptarse a uno mismo tal y como es, así como la opinión de los demás, puede
afectar directamente en las relaciones del individuo.
En la fase de la adolescencia se suelen experimentar la mayoría de cambios, tanto
internos como externos, que pueden escaparse de nuestro control. Desde el punto de vista
paternal, a veces, es complicado detectar o comprender estos cambios radicales de actitud y
comportamiento de los jóvenes.
En estas edades, este tipo de cambios genera un malestar interno en el adolescente
que, incluso, pueden llegar a sentirse incomprendidos por los mayores de edad. Hay casos
graves, en los que se pueden desarrollar casos de inseguridad emocional, que pueden acabar
en ansiedad, depresión, trastornos de alimentación y depresión, entre otros.

1.3.4 TIPOS DE PROBLEMAS EMOCIONALES Y DE


COMPORTAMIENTOS
¿QUÉ PROBLEMAS EMOCIONALES Y COMPORTAMIENTO SE
MUESTRAN EN LA ADOLECENCIA?
La adolescencia, al fin y al cabo, es una fase de aprendizaje en la que el joven
aprende a evolucionar, una etapa donde se tienen que enfrentar a diferentes situaciones. No
obstante, gracias a la terapia para adolescentes que ofrecemos en nuestro centro VITAE de
psicología, el joven puede encontrar el apoyo que necesita para solventar sus problemas con
la madurez suficiente.
Si nuestro hijo tiene un problema y no le podemos llegar a comprender o atender
adecuadamente, puede afectarle en su desarrollo emocional, así como en las relaciones
directas con el resto de la familia o de sus amigos, por ejemplo.
Algunos de los problemas de comportamiento o emocionales están relacionados con
los trastornos de ánimo, de conducta alimenticia, problemas de identidad, trastorno de
sustancias como el alcohol o las drogas, entre otros. Por otro lado, también pueden darse
casos con problemas de aprendizaje como es el caso del déficit (es una condición que sea
extraordinariamente difícil para los niños concentrarse en tareas, prestar atención, estar
quietos y controlar el comportamiento impulsivo) que se origina tanto en la escuela como
en casa.

Los trastornos emocionales en niños y adolescentes que se intervienen son:


Depresión (tristeza, irritabilidad, llanto fácil y frecuente).
Ansiedad (nervios, preocupación, miedo intenso, inquietud).
Procesos de separación o divorcio.
Miedos (oscuridad, ansiedad de separación de los padres, muerte o animales).
Fobias (social, inyecciones, escolar).
Acoso escolar.
Manías (retorcerse el pelo, chuparse el dedo)
Trastorno obsesivo-compulsivo: conductas repetitivas, pensamientos recurrentes.
Celos.
Adquisición de habilidades sociales, mejora de la autoestima, timidez, inseguridad.
Mutismo selectivo.

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1.3.5 EDADES EN LAS QUE SE EMPIEZAN A PRESENTAR LOS PROBLEMAS
EMOCIONALES EN LOS ADOLECENTES
¿ENTRE QUE EDADES SE EMPIEZAN A DAR LOS PROBLEMAS
EMOCIONALES EN LOS ADOLESCENTES?
Las emociones de los adolescentes en las edades de los 12 o 17 o hasta la edad de
21 años son complicadas porque ahí es cuando ellos piensan en cosas malas que no les
conviene hacer y eso lleva a conductas y consecuencias en la familia, amigos etc. Pueden
provocar dolor en la familia, los adolescentes han sido afectados por el miedo y estrés
La población de adolescentes y niños, han sido de los más beneficiados con relación
a la disminución de mortalidad en los últimos años. Ya que, recordemos que en 1970 la tasa
de mortalidad más alta la presentaban la población de niños, adultos maduros y adultos
mayores que superaban el 40 % de defunciones por cada uno de estos grupos de edad.
La salud física y mental es un aspecto fundamental en el desarrollo de todos los
individuos de las distintas poblaciones, especialmente se espera que la población de
adolescentes presente el estado más óptimo en salud a comparación de otras poblaciones.
Es decir, la no existencia de enfermedades crónicas en esta población, pero si un tipo de
afectación a su salud como producto de lesiones o accidentes.
El 14% de esta población, menciona tener un consumo alto de esta sustancia,
mientras el 42.9% de la población total menciona haber consumido alguna vez alcohol en
su vida. Siendo el sexo masculino el de mayor nivel de consumo a comparación de las
mujeres.
De acuerdo con la OMS (2013), la salud metal se define como “un estado de
completo de bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de afecciones o
enfermedad”. Lo cual implica que al hablar de la salud mental se habla de un bienestar en el
cual el propio individuo se da cuenta de sus propias actitudes y actos, tanto como alterar a
sus nervios o poner en juego su propia vida.
Es normal sentir miedo o ansiedad ante cualquier situación. El miedo es una función
normal y hasta saludable que nos alerta de los peligros y nos ayuda a tomar decisiones para
protegernos.
Cada persona maneja sus emociones de distinta forma. Algunos jóvenes como tú
dedicarán su tiempo a actividades artísticas; otros querrán conversar con sus amigos y
amigas y emplear su tristeza como una forma de sentirse conectados cuando no es posible
estar juntos con persona, y otros buscarán el modo de ayudar a los demás los amigos son
súper importantes para los adolescentes, si quieres pasar tiempo ellos a la vez que practicas
el distanciamiento físico, las redes sociales son un excelente modo de mantenerte en
contacto. Para enfrentar grandes dificultades, muchos adolescentes y jóvenes han
encontrado diferentes formas de hacer frente a los nuevos desafíos y manejar sus
emociones.

Se trata de una etapa de reorientación y búsqueda de nuevos significados. En ella se


exploran los propios límites y se redefine la identidad. Es el espacio limítrofe entre la niñes,
adolescencia y adultez, la confluencia de esta etapa vital con la crisis sanitaria provocada
por el coronavirus implica resultados inciertos, que preocupan tanto a las familias como la
comunidad científica. Entre los retos a los que se han enfrentado en los adolescentes
destacan incertidumbre académica constante, la amenaza de una recesión económica

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inminente, las restricciones en la comunicación (y el abuso de nuevas tecnologías para
compensarlas) o las dificultades para acceder al mercado laboral.

Sabemos que la crisis por el coronavirus ha generado importantes resonancias


emocionales en los adolescentes. Concretamente se relaciona con una tendencia con
síntomas ansiosos y depresivos. Son muchos jóvenes que están refiriendo sensaciones de
ansiedad también inquietud y problemas para dormir, así mismos los ataques de pánico.

El apoyo familiar es un punto clave la situación actual implica para el adolescente


un aumento de sus relaciones familiares, en este tiempo de pandemia las familias se han
unido para ayudarse entre ellos mismos, apoyarse y ser unidos o en u otras familias se
separan o pierden la confianza de sí mismos, se alejan
1.3.6 IMPLICACIONES EDUCACIONALES.
¿COMÓ IMPLICAN LAS EMOCIONES EN LA EDUCACION?
Cuando se determina que un niño es elegible para la educación especial bajo la
categoría de “trastorno emocional,” sus padres y el personal de la escuela trabajan juntos
para desarrollar un Programa Educativo Individualizado (conocido como el IEP, por sus
siglas en inglés) para el niño. El IEP debe incluir metas anuales, los servicios que el niño
recibirá como parte de su educación especial, y mucho más. Ofrecemos mucha información
sobre el proceso de desarrollar el IEP que les puede ayudar a los padres a participar
efectivamente en la educación de su niño, especialmente en conseguir los servicios
especiales que su niño necesite.

Hablando en general, los programas educacionales para los niños con trastornos
emocionales deben incluir atención que aporte apoyo de comportamiento y emocional, así
como que les ayude a dominar el ámbito académico y el social, y aumente la auto
conciencia, el auto control, y la auto estima. Existe un amplio cuerpo de investigación
relacionado con los métodos de proveer a los estudiantes apoyo para el comportamiento
positivo (“positive behavioral support,” o PBS) en el ambiente escolar, para que así los
problemas de comportamiento se minimicen y se fomenten los comportamientos positivos
y apropiados. (Ver la lista de recursos al final de esta publicación para más información
sobre PBS.) También es importante saber que dentro del ámbito escolar:

Para un niño cuyo comportamiento impide el aprendizaje (incluyendo el aprendizaje


de otros), el equipo del IEP del niño necesita considerar, si apropiado, estrategias dirigidas
a ese comportamiento, incluyendo intervenciones de comportamiento positivo, estrategias,
y apoyos.

Los IEPS de los alumnos que son elegibles para recibir servicios de educación
especial bajo la categoría de trastornos emocionales pueden incluir servicios psicológicos o
de asesoramiento. Estos importantes servicios relacionados están disponibles bajo ley y
deben ser provistos por un trabajador social, psicólogo, consejero escolar, u otro personal
calificado.

Los programas de preparación profesional, tanto vocacionales como académicos,


constituyen una parte principal de la educación secundaria de estos niños. Para los

12
adolescentes, es un requisito—conocido como “la planificación de transición” a la vida
adulta. Entonces, la preparación profesional debe ser considerada como parte del IEP de
cada adolescente.

CAPITULO II

MARCO TEORICO

2.1.1 Características de los problemas emocionales

“Hasta el momento, las causas de los trastornos emocionales no han sido


adecuadamente determinadas. Aunque algunas causas pueden incluir factores tales como la
herencia, desórdenes mentales, dieta, presiones y el funcionamiento familiar, ningún
estudio ha podido demostrar que alguno de estos factores sea la causa directa de los
trastornos emocionales o del comportamiento”. (Trastornos Emocionales, 2009, párr. 1)

“Algunas de las características y comportamientos típicos de los niños con


trastornos emocionales incluyen: la hiperactividad (la falta de atención, impulsividad);
agresiones/un comportamiento que puede resultar en heridas propias; retraimiento (falta de
iniciar intercambios con los demás; el retiro de los intercambios sociales; temores o
ansiedades excesivas); inmadurez (el niño llora en ocasiones inapropiadas; temperamento;
habilidad inadecuada de adaptación); dificultades en el aprendizaje (rendimiento académico
por debajo del nivel correspondiente al grado)”. (Parent Information & Resources, 2014,
párr. 10)

“Los niños con los trastornos emocionales más serios pueden exhibir un
pensamiento distorsionado, ansiedad, actos motrices raros, y un temperamento demasiado
variable. A veces son identificados como niños con una psicosis severa o esquizofrenia”
(Parent Information & Resources, 2014, párr. 15).

“Muchos niños que no tienen un trastorno emocional pueden experimentar algunos


de estos comportamientos durante diferentes etapas de su desarrollo. Sin embargo, cuando
los niños tienen trastornos emocionales, este tipo de comportamiento continúa a través de
largos períodos de tiempo. Su comportamiento nos indica que no están bien dentro de su
ambiente o entre sus compañeros”. (Parent Information & Resources, 2014, párr. 16)

2.1.2 Clasificación de los problemas emocionales


“Los trastornos emocionales pueden dividirse en: trastornos afectivos derivados del
ambiente (en base a las actitudes del medio frente a él), trastornos conflictivos sintomáticos

13
(Con causa ambiental, pero los síntomas se mantienen pese a desaparecer la causa),
trastornos estructurales de la personalidad (debido a fallas en las funciones tóxicas)”.
(Parent Information & Resources, 2014, párr. 17)
Los trastornos emocionales más comunes son:

 “Trastorno depresivo mayor: Uno de los trastornos del estado de ánimo más
reconocibles, y que requiere de una intervención psicológica y psiquiátrica en la mayoría de
casos” (Molina, s.f., párr. 4).

Síntomas: “Para ser diagnosticado con depresión mayor, el profesional de la salud mental
deberá percibir por lo menos cinco de los siguientes síntomas, y por un periodo mínimo de
dos semanas: Estado depresivo (ánimo bajo) durante la mayor parte de la jornada.
Desinterés e incapacidad para sentir placer (anhedonia) en todas o casi todas las facetas
diarias, y la mayor parte de días. Descenso del peso corporal de forma abrupta (más de un
5% del peso en 30 días), o bien pérdida o aumento exagerado del apetito la mayor parte de
días.

Dificultades para dormir (insomnio) o sueño excesivo (hipersomnia) casi cada día.
Agitación o lentitud psicomotora la mayoría de días. Baja energía la mayoría de días.
Sensación de inutilidad, de culpa o de agotamiento existencial la mayoría de días. Descenso
de la capacidad para mantener la concentración, para tomar decisiones. Ideación suicida,
pensamientos intrusivos sobre la muerte.
“Es un trastorno que debe ser tratado por médicos y profesionales de la salud mental. Su
aparición promedio se sitúa en torno a los 25 años de edad”. (Molina, s.f., párr. 5)

 Trastorno distímico: “La distimia es otro trastorno del estado de ánimo relacionado
directamente con la depresión. Para ser diagnosticado con distimia, el paciente tiene que
mostrar un ánimo depresivo durante la mayor parte de la jornada y por un período de dos
años como mínimo, sin existir ningún lapso de dos meses en que su ánimo recupere la
normalidad”. (Molina, s.f., párr. 6)

Síntomas: “Dos o más de los siguientes síntomas deben aparecer durante el período de dos
años: Pérdida o aumento inusual del apetito, dificultades para dormir (insomnio) o
hipersomnia (sueño excesivo), apatía y baja energía, problemas de autoestima, problemas
para concentrarse y tomar decisiones, existe una edad promedio en que el individuo suele
presentar la primera etapa de distimia: en torno a los 20 años”. (Molina, s.f., párr. 7)

 Trastorno bipolar: “El trastorno bipolar, también conocido como bipolaridad, es la


predisposición a sufrir episodios de manía alternados con etapas de depresión mayor. Estos
vaivenes en el estado de ánimo conducen a estados de euforia y actividad frenética en
períodos de tiempo largos, para luego caer en la apatía y la desesperación”. (Molina, s.f.,
párr. 8)

“Hay dos tipos de trastorno bipolar: el I y el II. Se distinguen en


una característica del episodio maníaco. En el trastorno bipolar I, son intermitentes los
episodios maníacos completos con las etapas de bajo estado de ánimo. Sin embargo, en el

14
trastorno bipolar II son intermitentes los episodios hipomaníacos (más leves que los
maníacos) y los episodios de depresión”. (Molina, s.f., párr. 9)

Síntomas: “Sea como sea, los síntomas de ambos subtipos son estos: Aparición de uno o
más episodios de depresión mayor; aparición de, por lo menos, un episodio maníaco (en el
trastorno bipolar II); aparición de, por lo menos, un episodio hipomaníaco (en el trastorno
bipolar I)”. (Molina, s.f., párr. 10)

 Trastorno ciclotímico: “El trastorno ciclotímico es una alteración parecida al trastorno


bipolar II. Se distingue porque sus episodios son más leves, aunque su duración en el
tiempo es más prolongada” (Molina, s.f., párr. 11).

Síntomas: “Los síntomas que advierten de la llegada de este trastorno son los siguientes:
diversas etapas de síntomas hipomaníacos; diversas etapas de síntomas de depresión, pero
sin cumplir los criterios de una depresión mayor propiamente dicha; aproximadamente un
30% de los pacientes acaban derivando a un trastorno bipolar; distintas investigaciones
señalan que la edad promedio en que aparece el trastorno ciclotímico es temprana, entre los
12 y los 15 años”. (Molina, s.f., párr. 12)

2.2 Los problemas emocionales y el aprendizaje

2.2.1 Los problemas emocionales y el rendimiento académico

De acuerdo a Collell y Escudé (2003) quien sintetiza a Ortega y Mora-Merchán (1996):


“Afirma que gran parte del fracaso escolar de los alumnos no es atribuible a una
falta de capacidad intelectual, sino a dificultades asociadas a experiencias emocionalmente
negativas que se expresan en comportamientos problemáticos, conflictos interpersonales,
entre otros. Además, indican que entre un 10 y un 25 por ciento de los escolares son
víctimas o participan en actos de maltrato hacia los compañeros; son conductas abusivas,
intimidadoras y humillantes, a menudo hacia los individuos socialmente más débiles. Este
fenómeno se conoce con el término anglosajón de “bullying”. (p. 1-2)

“Los niños con trastornos de interiorización y/o de exteriorización manifiestan


patrones de características en muchos aspectos de su funcionamiento emocional que los
diferencian de los niños normales. Estas diferencias son comúnmente notorias en varias
habilidades incluyendo el rendimiento escolar y las relaciones interpersonales y sociales.
Los trastornos de exteriorización incluyen desórdenes de la conducta, con dificultades para
manejar la rabia, la irritabilidad y la impulsividad. Los de interiorización, particularmente
la depresión y la ansiedad, involucran déficit en la inhibición de la agresión y un exceso de
focalización interna de la tristeza y/o de la culpa, como muestra de sus dificultades para
regular sus emociones. Los niños con estos problemas pueden mostrar un uso inadecuado o
disfuncional de sus habilidades emocionales”. (Jadue, 2003, párr. 39)

“Cuando se habla de alteración emocional en el niño, es para referirse a una


condición en la cual las repuestas conductuales o emocionales de un escolar son tan
diferentes de lo que se estima apropiado para su edad, sus normas culturales o étnicas, que
lo afectan adversamente en su rendimiento escolar, incluyendo su cuidado y adaptación

15
personal, relaciones sociales, progreso académico, conducta en clases, o adaptación al
trabajo escolar. Esta alteración emocional puede coexistir con otras condiciones de
desventaja”. (Jadue, 2003, párr. 40)

“Generalmente los niños con problemas emocionales, conductuales y sociales


presentan déficit en las habilidades de socialización, pobre autoconcepto, dependencia,
sentimientos de soledad, conducta disruptiva, hiperactividad, destructibilidad, e
impulsividad, lo que afecta su rendimiento en la escuela. Es tal la heterogeneidad que
presenta este grupo de estudiantes, que es posible afirmar que la única característica común
que poseen es el bajo rendimiento escolar”. (Jadue, 2003, párr. 42)

De acuerdo a Jadue (2003):

“Quien sostiene la postura de IDEA (1997) menciona que la alteración emocional


en un niño si éste exhibe una o más de las siguientes características por un largo período de
tiempo y a un grado tal que perjudique su rendimiento en la escuela”. (párr. 43)

1. “Una dificultad o una incapacidad para aprender que no pueda ser explicada por
factores intelectuales, sensoriales o de salud física.

2. Una dificultad o una incapacidad para construir o mantener relaciones


interpersonales satisfactorias con sus compañeros y con sus profesores.

3. Conducta inapropiada o respuestas emocionales inapropiadas frente a circunstancias


corrientes.

4. Notoria disposición de ánimo de infelicidad.

5. Tendencia a desarrollar síntomas físicos o temores asociados con problemas


personales o escolares”. (párr. 44)

“Desde luego, esta definición reúne a un grupo heterogéneo de niños, que pueden
clasificarse dentro de distintos subgrupos en riesgo de bajo rendimiento y/o de fracaso
escolar” (Jadue, 2003, párr. 45).

Jadue (2002) quien concuerda con Bogels y Zigterman (2000) refiere que: “Los
problemas emocionales se exterioricen o no a través de problemas conductuales,
desempeñan una función esencial en el proceso perceptivo, fundamental para el
aprendizaje. Ya en 1963, Frostig, Leferver y Wittlesey, en un estudio con preescolares y
alumnos de primero básico, relacionaron los déficit perceptivo-visuales con problemas del
aprendizaje y de la conducta. Estudiantes con leves trastornos del aprendizaje y de la
conducta escolar muestran deficiencias en cogniciones, memoria, lenguaje, atención,
relaciones sociales y desarrollo emocional”. (párr. 46)

2.2.2 La educación emocional

16
El Informe Delors UNESCO (1998) como se citó en Collell y Escudé (2003) afirma que “la
educación emocional es un complemento indispensable en el desarrollo cognitivo y una
herramienta fundamental de prevención, ya que muchos problemas tienen su origen en el
ámbito emocional” (p 1).

“Este informe fundamenta la educación del siglo XXI en cuatro ejes básicos que
denomina los cuatro pilares de la educación: (1) Aprender a conocer y aprender a aprender
para aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de toda la vida, (2)
aprender a hacer para capacitar a la persona para afrontar muchas y diversas situaciones, (3)
aprender a ser, para obrar con autonomía, juicio y responsabilidad personal, y (4) aprender
a convivir, a trabajar en proyectos comunes y a gestionar los conflictos”. (Collell y Escudé,
2003, p. 1)

“En la práctica docente nos lamentamos de la poca motivación de los alumnos y del
aumento de los comportamientos disruptivos. Lo atribuimos a la realidad cambiante de la
sociedad, a la crisis de valores, a la disgregación del sistema familiar, a la influencia de los
medios de comunicación de masas...” muchos de estos problemas serían mayoritariamente
consecuencia del escaso conocimiento emocional que poseemos de nosotros mismos y de
los que nos rodean, fenómeno al que denomina subdesarrollo afectivo”. (Collell y Escudé,
2003, p. 1)

“Enseñar y aprender a convivir, en definitiva, es trabajar para mejorar la


convivencia en los centros. Dicho así puede parecer algo muy gordo, complejo e
inabarcable. ¿Cómo arrancar? ¿Por dónde empezar? No nos agobiemos. Hay programas
muy estructurados que nos pueden orientar. Sólo se trata de empezar y continuar
caminando en esta línea”. (Collell y Escudé, 2003, p. 2)

“Fomentar una afectividad positiva y una actitud moral respetuosa y justa entre
compañeros es posible si la convivencia se gestiona de forma democrática, se trabaja en
grupos cooperativos y se introduce en el currículum la educación emocional, la educación
en valores, la gestión de los conflictos. Los programas globales de convivencia más
eficaces actúan de manera simultánea en estos tres ámbitos interrelacionados”. (Collell y
Escudé, 2003, p. 2)

2.3 Los problemas emocionales en adolescentes


2.3.1 Los adolescentes de trece años y los problemas emocionales
La adolescencia de acuerdo con Nieto (2013) como se citó en Hernández (2016):
“Es el “periodo de adaptación psicosocial, ante los cambios físicos, anímicos y
comportamentales, que tienen origen desde la pubertad, que representan la transición de la
niñez a la etapa adulta. Cuyos factores que intervienen durante esta etapa del desarrollo de
los seres humanos serán determinados por el contexto en donde se presenta el individuo y
lo esperado por la sociedad ante dichos cambios”. (p. 16)

Por otra parte Organismos internacionales como la OMS y UNICEF (2013) como se
citó en Hernández (2016) mencionan que:
“La adolescencia es una etapa esencialmente de cambios físicos y emocionales, que
trascurre entre los 9 y los 19 años de edad lo cual hace que el niño se convierta en adulto.

17
Ante estas distintas variaciones el individuo define su personalidad, se constituye su
independencia y se fortalece su autoafirmación, se trabaja para una aceptación social ya que
el individuo corta con la seguridad, valores y comportamientos de la niñez para construirse
un mundo nuevo. Lo cual hace que la adolescencia sea una etapa de constante aprendizaje
con el objetivo de que se pueda adaptase, ya que la condición de la adolescencia no es
uniforme y varía de acuerdo a las características individuales y de grupo”. (p. 16)

“Con relación a la población de adolescentes, la frecuencia de trastornos mentales


ha aumentado en los últimos 20 años y se atribuye a la ruptura de las estructuras familiares,
a la falta de desempleo entre los jóvenes y las pocas realistas aspiraciones educativas y
profesionales que las familias tienen para sus hijos e hijas. También se ha demostrado que
algunos factores de riesgos como malos tratos en la infancia; la violencia en la familia, la
escuela y el vecindario; la pobreza; la exclusión social; desventajas en materia de
enseñanza; enfermedades psiquiátricas; violencia marital y la taxonomía de los progenitores
son factores de riesgo que perjudican la salud mental de los adolescentes”. (Hernández,
2016, pp. 31-32)

“Según el Ministerio de Salud, los trastornos más frecuentes en niños y adolescentes que
llegan para la atención son problemas emocionales, como depresión o ansiedad vinculados
a conflictos familiares, seguidos por problemas de conducta, de aprendizaje y del
desarrollo, como autismo, retardo mental, etc.”. (Sausa, 2018, párr. 7)
“Rolando Pomalima Rodríguez, psiquiatra y director de Investigación Docencia y
Atención Especializada en Niños y Adolescentes del INSM, refirió que en dicha institución
lo que prevalece son los trastornos depresivos asociados a ideas suicidas” (Sausa, 2018,
párr. 9).

“La ideación suicida es muy frecuente en el país y aparece en todos los estudios
epidemiológicos desde el año 2012. Estos revelan que hay un 20% o 25% de adolescentes
que tienen deseos de morir y un 10% o 15% que intenta llevar a cabo su intensión, anotó”.
(Sausa, 2018, párr. 10)

“En el Perú, la cifra de ideación suicida entre adolescentes es más elevada que la
tasa mundial y, según Pomalima, se explicaría por la creciente violencia familiar, pues en la
mayoría de casos (entre 60% y 70%) se ha detectado que la causa de dichas ideas tiene
como base los problemas que se presentan con los padres”. (Sausa, 2018, párr. 11)

“El experto sostuvo que los estudios revelan que en el Perú el 50% de niños y
adolescentes asegura que sus familias viven en un ambiente de violencia y el 15% de
menores dice haber sufrido abuso sexual; en el 70% de esos casos los menores acusan a su
propia familia de la violencia sexual”. (Sausa, 2018, párr. 12)

“Carlos Vera Scamarone, médico psiquiatra de Essalud, aseveró que también se ha


notado que el uso excesivo de dispositivos móviles, videojuegos y redes sociales está
ocasionando en niños y adolescentes algunos trastornos en la salud mental, vinculados a
ciertas dependencias. Vera dijo que normalmente este tipo de problemas se presentaba en
personas adultas o a partir de los 12 años, pero actualmente llegan a consulta niños de 7 y 8

18
años con trastornos que generalmente están asociados a un problema de fondo”. (Sausa,
2018, párr. 13)

“Asimismo, enfatizó que en los últimos 10 años las atenciones por salud mental en
niños y adolescentes han cambiado, pues se están diagnosticando depresiones en menores
de 5 años de edad, pero el pico se está presentando entre los 7 y 8 años. “Estos pequeños no
lo verbalizan, pero presentan falta de energía, dificultad para disfrutar del entorno o jugar
con la mascota, así como irritabilidad o somatización, con dolores estomacales, de cabeza
etc., que no tienen causa orgánica, pero son niños que se desmoronan fácilmente con el
tema de la tristeza”. (Sausa, 2018, párr. 14)

“Vera advirtió que si la depresión no se trata en la infancia, puede ocasionar un


retardo en la curva de crecimiento o desarrollo, así como fracaso escolar o problemas en la
socialización y en la familia. Además, puede escalar cuando es adulto y será más difícil de
tratar, aumentando también la posibilidad del suicidio”. (Sausa, 2018, párr. 15)

“Ante estos casos, lo principal es abordarlo en la familia para que no sea un tabú y
buscar orientación, pues en el 60% de los casos se maneja y se soluciona, pero en 30% de
los casos necesita una intervención de psiquiatría infantil con algún medicamento”. (Sausa,
2018, párr. 16)

“Ante esto, se da cuenta de la necesidad de invertir más en el área de la salud mental, en


términos financieros y en recursos humanos, tanto para la atención de la población que
sufre algún trastorno mental como para generar trabajos de investigación y promover la
salud mental en otras poblaciones, pues se ha encontrado que este tipo de problemática se
comienza a ver en edades más tempranas” (INM, 2006), las cuales se esperarían ser las más
sanas. Inclusive se podría decir que las mejores preparadas tanto en el área educativa y con
mejores competencias sociales para para dirigir adecuadamente el desarrollo de su país en
los próximos años”. (Hernández, 2016, p. 32)
“Se calcula que al rededor del 20% de los adolescentes de todo el mundo tienen
problemas mentales o de comportamiento, siendo la depresión una de las enfermedades que
más contribuyen a la morbilidad entre los jóvenes de 15 a 19 años y se estima que esta
misma enfermedad junto con la ansiedad, serán la principal causa de días de discapacidad
para el 2020”. (Hernández, 2016, p. 33)

“Otra problemática de salud mental que “se ha convertido en una de las tres principales
causas de mortalidad entre personas de 15 a 35 años es el suicidio, se calcula que unos
71,000 adolescentes comenten suicidio anualmente y que una cifra 40 veces superior lo
intenta”. (Hernández, 2016, p. 34)
Ante esto González, Romero y Jiménez (2009) como se citó en Hernández (2016) señalan
que:
“Las Lesiones Autoinfligidas Deliberadamente (LAD) tienen relación con una serie
de conductas que pueden tener consecuencias fatales tales como el gesto suicida, el intento
o tentativa de suicidio y el suicidio consumado. Incluso los autores mencionan que desde

19
1997 se ha observado un considerable aumento de la LAD, observándose mayor frecuencia
en las mujeres (más de tres mujeres por cada varón). También que las características son
similares en ambos sexos en cuanto a: la edad (entre los 12 y 15 años), la recurrencia (una
de cada cuatro mujeres con LAD y uno de cada tres en los hombres), los motivos
(situaciones interpersonales, familiares y emocionales en ambos sexos), los métodos
(cortarse con un objeto punzocortante) y la letalidad (en ambos sexos se reportó un deseo
consciente de muerte y que no importaba si vivían o morían)”. (pp. 34-35)

“Los cambios físicos en los adolescentes son evidentes pero los emocionales tal vez nos
pasen más desapercibidos. Puede que les invada la tristeza, que sientan ganas de llorar, que
estén más rebeldes de lo normal. Estos son algunos de los problemas emocionales por los
que puede pasar un adolescente”. (Murder, 2012, párr. 3)
 “Problemas de autoestima: en ocasiones si los adolescentes reciben muchas críticas ya
sea de sus padres o de otros compañeros puede instalarse en ellos la idea de que no sirven
para nada, de que todo lo hacen mal” (Murder, 2012, párr. 4).
 “Depresión: las señales de que un adolescente está sufriendo una depresión son
diferentes de las de los adultos. Debemos estar atentos a sus reacciones y su
comportamiento. Fijarnos si está más irritable de lo habitual, más triste o incluso si se
expone a actividades de riesgo”. (Murder, 2012, párr. 5)

 “Anorexia o bulimia: estos problemas se generan en la mente de los adolescentes, no les


gusta su cuerpo, piensan que están muy pasados de peso y quieren perderlo a toda costa”
(Murder, 2012, párr. 6).
 “Timidez excesiva: el exceso de timidez puede causar a los adolescentes problemas para
relacionarse con normalidad con sus compañeros y con los adultos” (Murder, 2012, párr.
7).
 “Trastornos de ansiedad: causados por miedos o fobias ante algunas situaciones”
(Murder, 2012, párr. 8).
 “Estrés: es uno de los grandes problemas de los adolescentes. Son muchas las causas que
les pueden provocar el estrés. Lo que los padres les exigimos, el tomar las decisiones
adecuadas en lo referente a los estudios, ser aceptados por el grupo de amigos, etc”.
(Murder, 2012, párr. 9)

2.3.2 Problemas emocionales y rendimiento académico en adolescentes


Raymond (2000) como se citó en Jadue (2003):
“En sus investigaciones muestra que “los estudiantes con problemas de aprendizaje
exceden el rango normal de impulsividad y exhiben importantes déficits de atención.
Muchos alumnos con problemas para aprender reaccionan rápidamente sin pensar en
posibilidades alternativas de respuesta, presentan mayor puntaje en las medidas de la
ansiedad, preocupaciones e híper emotividad que sus pares sin dificultades para aprender”.
Asimismo, presentan más bajo puntaje en mediciones del nivel de autonomía”. (párr. 53)
Para Jadue (2002) quien sintetiza a Peña y Lillo (1993) menciona que:
“La ansiedad es uno de los síntomas más comunes de la tensión emocional. Cuando se
habla de trastornos de ansiedad, es para referirse a trastornos psíquicos que implican niveles
excesivos de emociones negativas tales como nerviosismo, tensión, preocupación, temor y
20
ansiedad. En general, una sensación incómoda de tensión y de aprensión que por su
duración hacen que el sujeto se sienta y se perciba a sí mismo muy intranquilo. Si bien el
miedo, la angustia y la ansiedad forman parte de la vida cotidiana de todo ser humano y
constituyen una especie de columna vertebral que sostiene la desdicha humana”. (párr. 54)
La definición de trastornos o desórdenes de ansiedad en los niños es difícil debido
fundamentalmente a tres grandes aspectos:
a) “La ansiedad –al menos en sus formas leves– forma parte del desarrollo normal,
por lo que frecuentemente es difícil diferenciar entre “formas normales” y “estados
ansiosos patológicos”. Asimismo, las manifestaciones de los desórdenes ansiosos dentro del
curso del desarrollo presentan enormes variaciones tanto en su severidad como en su
persistencia y formas de presentación”. (Jadue, 2003, párr. 56)
b) “No está claro si los desórdenes de ansiedad en la niñez pueden ser incluidos dentro de
una categoría diagnóstica. Tampoco está claro si debieran conceptualizarse de manera
distinta de acuerdo a la etapa del desarrollo que el niño está viviendo”. (Jadue, 2003, párr.
57)
c) “La comorbilidad de los desórdenes ansiosos, incluyendo tanto los trastornos de
interiorización como los de exteriorización. Además, “el patrón de comorbilidad también
puede presentar variaciones en el curso del desarrollo. Estudios muestran en forma
consistente una correlación alta a moderada y comorbilidad entre síntomas ansiosos y
síntomas depresivos en la niñez”. (Jadue, 2003, párr. 58)

Bogel y Zitgterman (2000) como se citó en Jadue (2003):


“Investigaron si los niños con fobia escolar, con ansiedad de separación, y con desórdenes
de ansiedad generalizada mostraban sesgo cognitivo, comparados con un grupo clínico y un
grupo control. Los niños fueron expuestos a historias en las cuales se describían situaciones
ambiguas, y se les preguntó sobre su interpretación, utilizando respuestas abiertas y
cerradas. Los resultados mostraron que los niños ansiosos refirieron más cogniciones
negativas que los del grupo control. Sin embargo, los niños ansiosos no sobreestimaron el
peligro en las respuestas abiertas, pero sí lo hicieron a través de las respuestas cerradas;
tuvieron una estimación más baja de sus propias capacidades para enfrentar el peligro que
los niños del grupo control tanto en las respuestas abiertas como en las cerradas. Los
resultados indicaron que los niños con desórdenes de ansiedad presentaban cogniciones
disfuncionales sobre las situaciones ambiguas”. (párr. 61)

2.3.3 Desarrollo de competencias emocionales en la escuela.


“Competencias Emocionales y Educación Emocional. La Escuela del siglo XXI debe ser
una Escuela capaz de encontrar un equilibrio entre la Inteligencia Intelectual y la
Inteligencia Emocional. No es un equilibrio sencillo porque vivimos en una sociedad en la
que predominan, los estereotipos, el éxito profesional y académico o los resultados a corto
plazo. “De ahí que la educación deba ser capaz de poner su acento no solo en aspectos
curriculares, sino también en cuestiones que tengan que ver directamente con el desarrollo
integral de nuestros alumnos. En ese desarrollo integral de nuestros estudiantes la
Educación Emocional se ha convertido en una excelente oportunidad para transformar la
escuela en un espacio en el que no solo primen los resultados y la presión del currículum,
sino también el valor del proceso de aprendizaje, el trabajo por proyectos, la autonomía

21
personal, las metodologías activas, la inclusión, las habilidades sociales o la resolución de
conflictos de manera creativa”. (Moll, 2017, párr. 1)

Bisquerra (2010) como se citó en Moñ (2017) la definición del término competencias
emocionales como: “Conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para
comprender, expresar y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales” (párr. 5).

“En otras palabras, “cuando hablamos de Competencias Emocionales nos referimos a


la relación que existe entre la emoción y el entorno en que se desarrolla dicha emoción. Es
más, si nos fijamos en la definición de Competencia Emocional, veremos cómo este
término incide no sólo en la emoción, sino en la situación comunicativa en que se produce
dicha emoción”. (Moll, 2017, párr. 6)

“El nuevo enfoque de las competencias, junto a los cambios metodológicos que empiezan a
emerger con fuerza en la escuela, están siendo esenciales para avanzar en el desarrollo
curricular y metodológico de la educación emocional, superando la idea de transversalidad
que caracterizó a la LOGSE, al contemplar las emociones como una competencia básica, al
menos, este es el caso de Castilla‐La Mancha”. (Sánchez, 2010, p. 84)

“Los alumnos que poseen una alta competencia emocional conocen tanto sus emociones
como las de los demás; las expresan en forma adecuada y pueden controlarlas durante sus
actividades cognitivas y sociales de manera tal que les facilitan la ejecución de dichas
actividades. “Por lo tanto, la fortaleza y la debilidad en competencia emocional en los
estudiantes pueden predecir su éxito en las interacciones sociales y en otros ámbitos tales
como el rendimiento escolar, particularmente cuando las circunstancias requieren el manejo
de las emociones y/o adecuadas relaciones sociales”. (Jadue, 2003, párr. 66)

“El uso correcto de la dimensión afectiva por parte del profesor y de la institución escolar
constituye la clave para el manejo de las alteraciones emocionales, conductuales y del
aprendizaje y una forma de atender a las distintas necesidades educativas de los alumnos,
transformando así paulatinamente las escuelas en ámbitos donde todos los alumnos tengan
las mismas oportunidades de progresar”. (Jadue, 2003, párr. 72)
Molina y Pérez (2006) como se citó en (Ruvalcaba-Romero et al. (2017) consideran que “el
clima social positivo implica el desarrollo de un ambiente participativo y coherente, que
facilite la formación integral del alumnado y propicie una convivencia más armónica dentro
del salón de clases” (p. 79).
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OECD (2005) como se
citó en Aron, Milicic y Armijo (2012) plantea que:

“El clima escolar tiene una mayor incidencia en el rendimiento académico de los alumnos
que la que tendrían los recursos materiales, la política escolar o los recursos personales”. En
ese sentido, el clima social escolar sería uno de los determinantes más importantes en el
éxito de la educación”. (p. 804)

“Respecto a las competencias socioemocionales y su influencia en el clima escolar, Lopez,


Salovey y Strauss (2003) indican que “los alumnos que puntuaban más alto en inteligencia
emocional mostraban mayor satisfacción en sus relaciones interpersonales, mayor apoyo

22
parental y tenían menos conflictos que los que puntuaban bajo”. Así mismo, en el estudio
realizado por Mavroveli y Ruiz (2011) se muestra cómo los niños con mayor inteligencia
emocional son evaluados por sus compañeros como personas que ayudan a los demás, y
son menos nominados como personas que presentan conductas asociadas al acoso escolar.
Por su parte, Wolters, Knoors, Cillessen y Verhoeven (2011) encontraron que cuando la
prosocialidad está acompañada de rasgos de extraversión es un fuerte predictor de
popularidad entre los compañeros de clase”. (Ruvalcaba-Romero et al., 2017, p. 79)

“Un aspecto también importante es la relación con los profesores, ya que el apoyo que
brindan, tanto a nivel académico como emocional, se asocia con el nivel de satisfacción con
la escuela de los alumnos e, indirectamente, con el tiempo empleado y la calidad en la
realización de las tareas escolares” (Núñez del Río y Fontana, 2009). Así mismo, “la
percepción de ayuda por parte de los profesores se vuelve un factor protector ante la
involucración del adolescente en conductas disruptivas” (Ruvalcaba, Fuerte y Robles,
2015), como un predictor de la persecución de los objetivos académicos y sociales
(Wentzel, Baker y Russell, 2012) y como elemento que previene las conductas agresivas en
el aula a través de la promoción de las conductas prosociales”. (Ruvalcaba-Romero et al.,
2017, p. 79)

“Por el contrario, “escasas relaciones con los profesores y pobres vínculos con la escuela
conllevan una menor adaptación socioemocional” (Murray y Greenberg, 2000). En relación
con las conductas prosociales, distintas investigaciones sugieren que los ambientes
escolares que se caracterizan por enfatizar el cuidado de las relaciones y por la existencia
de orden en la claridad y reforzamiento de las reglas favorecen el desarrollo de actitudes y
habilidades prosociales (LaRusso y Selman, 2011;, 2014), además de estar vinculados al
bienestar a largo plazo (Jones, Greenberg y Crowley, 2015) y a generar Diazgranados
mejores relaciones entre pares (Mestre, 2014). Cabe señalar que también se han evaluado
programas de intervención para el entrenamiento de conductas prosociales, obteniendo
cambios significativos y perceptibles especialmente en el empoderamiento y las
interacciones con los compañeros de clases y profesores (Srikala y Kumar, 2010); por otro
lado, “existen programas destinados a desarrollar competencias socioemocionales que han
impactado en la percepción de la organización escolar y en el soporte emocional,
especialmente en niños de primaria”. (Ruvalcaba-Romero et al., 2017, pp. 79-78)

“En el trato continuado con los alumnos y para poder ayudarlos, es necesario tener
presente su vida emocional para detectar las conductas antisociales o emocionalmente
deficitarias que se ponen de manifiesto en las relaciones interpersonales que se dan en el
aula. La comunicación es imprescindible para el tratamiento de la vida emocional. Para
generar una buena comunicación con el alumnado, se ha de crear un vínculo con cada uno
de los alumnos, y para ello es necesario que exista un ambiente cordial y sin ansiedad. La
educación socioemocional forma parte de la educación integral de la persona, finalidad
base de cualquier enseñanza obligatoria. Veamos por qué: - Las habilidades socio-
emocionales (fuerza de voluntad, perseverancia, responsabilidad, autocontrol…) son el
lecho sobre el que se asientan los éxitos académicos. - La mayoría de conflictos en el aula
son de índole interpersonal o emocional. - Por razones de supervivencia, el profesor
necesita mejorar los índices de respeto y comportamiento prosocial en el aula. - La

23
educación consta de una vertiente inhibidora (aprender a dejar de hacer), imprescindible y
complementaria de la otra cara impulsora (aprender a hacer)”. (Campillo, s.f., p. 9)

“Vemos por todo ello que no es posible no educar socio-emocionalmente. Así, es


importante desarrollar en las aulas programas de alfabetización emocional, ya que se ha
demostrado que éstos mejoran las calificaciones académicas y también el desempeño
escolar. En un momento en que muchos niños carecen de la capacidad de manejar sus
problemas, de prestar atención o de concentrarse, de controlar sus impulsos, de sentirse
responsables por su trabajo o de interesarse en su aprendizaje, cualquier cosa que sostenga
estas habilidades ayudará a su educación. En este sentido, la alfabetización emocional
mejora la capacidad de la escuela para enseñar. La mayoría de los investigadores y
estudiosos de la inteligencia emocional coinciden en las características de los alumnos
emocionalmente inteligentes”. (Campillo, s.f., p. 9)

“ · Poseer un buen nivel de autoestima · Aprender más y mejor · “Presentar menos


problemas de conducta · Sentirse bien consigo mismos · Ser personas positivas y optimistas
· Tener la capacidad de entender los sentimientos de los demás · Resistir mejor la presión
de sus compañeros · Superar sin dificultad las frustraciones · Resolver bien los conflictos ·
Ser felices, saludables y tener más éxito Podemos darnos cuenta por estas características del
alumno emocionalmente competente, de la incuestionable importancia de educar en
emociones desde las aulas”. (Campillo, s.f., pp. 9-10)

“Hoy en día vemos más claro que el rol tradicional del profesor, centrado en la
transmisión de conocimientos, está cambiando. “Esta modificación se debe en parte a lo
que comentábamos anteriormente de las nuevas tecnologías, que permiten al alumno
acceder a cualquier conocimiento que necesiten de forma inmediata. De esta forma, el rol
de transmisor de conocimientos del profesor queda obsoleto, de lo que se deriva la
necesidad de que éste se centre más en aportar una relación emocional de apoyo al
alumnado”. (Campillo, s.f., p. 7)
Los objetivos generales de la educación emocional se pueden resumir en los siguientes
términos:

“Adquirir un mejor conocimiento de las emociones propias.

Identificar las emociones de los demás.


Desarrollar la habilidad de controlar las propias emociones.
Prevenir los efectos perjudiciales de las emociones negativas

Desarrollar la habilidad para generar emociones positivas.

Desarrollar la habilidad de automotivarse

Desarrollar una mayor competencia emocional.


24
Adoptar una actitud positiva ante la vida”. (Campillo, s.f., p. 4)

De estos objetivos generales se derivan otros objetivos más específicos, en función del
contexto de intervención. Algunos ejemplos pueden ser:
 “Desarrollar la capacidad para poder controlar el estrés, la ansiedad y los estados
depresivos.
 Tomar conciencia de los factores que inducen al bienestar subjetivo. · Potenciar la
capacidad del ser humano de ser feliz.
 Desarrollar el sentido del humor.
 Desarrollar la capacidad para demorar recompensas inmediatas en favor de otras de
mayor nivel pero a largo plazo.

 Desarrollar la resistencia a la frustración. Por extensión, los efectos de la educación


emocional conllevarían resultados tales como los siguientes:
 Aumento de habilidades sociales y de relaciones interpersonales satisfactorias.
 Disminución de pensamientos autodestructivos.
 Mejora de la autoestima.
 Disminución del índice de violencia y agresión.
 Menor conducta antisocial o socialmente desordenada.
 Menor número de expulsiones de clase.

 Mejora del rendimiento académico.


 Disminución en la iniciación en el consumo de drogas.
 Mejor adaptación escolar, social y familiar.
 Disminución de la tristeza y sintomatología depresiva.
 Disminución de la ansiedad y el estrés”. (Campillo, s.f., pp. 4-5)

¨Generalmente, cuando tenemos que recordar a nuestros mejores profesores, es decir,


aquellos que más nos aportaron sobre todo beneficios, el 90% de las cualidades que les
solemos atribuir son de carácter socio-emocional: cercanía, confianza, credibilidad,
capacidad para motivar, respeto, disponibilidad …solo un 10 % de cualidades tienen un
cognitivo -académico (explicaba muy bien, sabía mucho era muy culta…) . esto puede
indicarnos la importancia que estos aspectos tienen para los alumnos presentes y pretéritos.
también cuando se preguntan a profesionales de éxito en diferentes campos ( deportistas ,
científicos , artistas …) a que tribuyen , el mismo , las respuestas van por los mismos
derroteros : consideran que han tenido mucho que ver competencias socio-emocionales
tales como la fuerza de voluntad, la perseverancia , la fortaleza mental o la capacidad de

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superar obstáculos. Podemos por tanto llegar a la conclusión de que los aspectos socio-
emocionales están bien presentes en el proceso educativo , pero también en cualquier faceta
personal o profesional que se emprenda”. (Campillo,s.f.,p7)

Para poder desarrollar en otras sus competencias socio-emocionales hay que empezar por
uno mismo .”el profesor debe entender a una doble faceta debido a que se encuentra en la
situación de líder socio-emocional en el aula : por un lado, debe formar a los alumnos en
competencias socioemocionales y por otro lado, debe autoformarse él/ella: para cumplir
con creces su misión para., sentirse mejor y para educar sus alumnos ., para que esto se
sienta mejor. Solo un profesor emocionalmente competente podrá ayudar a desarrollar con
sus alumnos las competencias socioemocionales necesarias para que se generen un clima de
trabajo efectivo y de plena evidencia “. (Campillo,s,f.,p.7)

REFERENCIAS CITADAS

Arboleda, D ., & Lara, J. (2010). Factores psicológicos que influyen en el rendimiento


académico en los estudiantes del tercero de bachillerato del colegioexperimental pedro
vicente Maldonado de la cuidad de riobamba, periodo 2009 / 2010. obtenido de
Universidad Nacional de Chimborazo:
http://dspace.unach.edu.ec/bitstream/51000/1257/1/UNACH-EC-PSC.CLIN-2010-0009.pdf

Aron, N., Milicic, N., & Armijo, I. (2012). Clima Social Escolar: una escala de
evaluación – Escala de Clima Social Escolar, ECLIS.Univ. Psychol, 11(3), 803-813.

Campillo, J. (s.f.). La importancia de la educación emocional en las aulas. Obtenido de


Junta de Andalucia:
http://www.juntadeandalucia.es/educacion/portals/delegate/content/ab2f1d46-cd27-47f8-
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Collell, J., & Escudé, C. (2003). La educación emociona. Obtenido de


http://www.xtec.cat/~jcollell/ZAP%20Trac.pdf

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Jadue, G. (2003) transformaciones familiares chile: riesgo creciente para el desarrollo


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Kay pacha aquí & ahora. (s.f.) descripción del proyecto. obtenido de https
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Molina . (s.f.) Trastornos emocionales: tipos , síntomas , causas y tratamient.obtenido


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