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Relaciones entre hábito, habitación y hábitat.

Reflexiones sobre la cognición y la


metacognición para el habitar.

Aarón González Martínez

En el trabajo de maestría que he desarrollado en el Posgrado de Arquitectura de la UNAM


me he interesado por el dibujo de croquis como forma de lenguaje y pensamiento, he
llegado a algunos resultados que hacen interesarme en los procesos cognitivos y
metacognitivos. Aunque están presentes en el desarrollo de dibujos de arquitectura no y
que no pretendo explicar esa tesis aquí, sí sirven para entablar una relación con el
concepto de este número de Ubicuo-Fanzine de arquitectura y diseños, enfocado al
habitar.

La idea de relacionar cognición y metacognición con el habitar tiene su fin en reflexionar


cómo podríamos ser capaces de guiar nuestro habitar a una plenitud de manera que
podamos vivir y no padecer por principio esta pandemia.

Cognición (1) como la conocemos son todos los procesos del pensamiento que podamos
tener en la mente. Los usamos para analizar, relacionar, sintetizar, resolver, comparar, en
entre otras funciones relacionadas con el habla, la escritura o el dibujo. Por otro lado la
metacognición (2) tiene que ver con la forma en cómo aprendemos y que referiría a la
regulación de los propios procesos de pensamiento, memoria e imaginación para
aprender.

Falta referir el concepto de habitar, voy a incluir otras palabras con la misma raíz
etimológica (3). Me parecen interesantes las palabras hábito, habitación y hábitat. En lo
referente al habitar, podemos dejar de lado la discusión filosófica sin dejar de tomar en
cuenta la multicitada noción de Heidegger (4) de que el habitar representa la construcción
del ser.

Regresando al hábito, a la habitación y al hábitat, es interesante entre ver que las


relaciones de estas palabras más allá de la afinidad y sincronía lingüística, refieren a
posibilidades, características y condiciones del ser en el habitar; posibilidades por los
hábitos que podemos construir, las características de las habitaciones donde se puede
vivir y las condiciones de los hábitats donde nos podemos desarrollar. Podemos decir que
aspectos son afectados directamente o indirectamente por el espacio y por tanto el
habitar.

Para hacer todavía más compleja la situación debemos tomar en cuenta que -en tanto
habito, habitación, hábitat- el ser y el espacio -y su habitar- no están exentos de los
factores externos y aunque en esto puede haber cierta exclusividad, (casi) todo es efecto
del contexto y la referencialidad.

Desde nosotros mismos, podemos pensar en los factores de interacción, cognición,


desarrollo y producción de nuestro entorno. Desde afuera podemos pensar en los
modelos superiores que componen una macro-realidad aparentemente común con la
participación de fuerzas económicas, políticas, sociales, ambientales, culturales,
tecnológicas e incluso militares (5).

Lo que queda preguntar ante estas consideraciones es ¿cómo habitamos en función de


estos factores?

¿Cómo afectan en la construcción de nuestro habitar?

¿Realmente lo construimos intencionalmente? ¿O está modelado desde el exterior?


¿Cómo? ¿Por qué?

Si deseáramos poder tomar control de nuestro habitar y consideramos la cognición


(procesos superiores del pensamiento) y la metacognición (procesos del pensamiento, la
memoria y la imaginación para aprender) ¿podemos pensar el hábito para podernos
construir, decidir la habitación para imaginar y construir el hábitat para vivir?

Estas cuestiones están micro-modeladas no desde los factores externos macros, sino de
aspectos cognitivos y metacognitivos, claro que afectados por interacción, desarrollo,
producción externa pero implícitamente autorregulados por los condicionamientos propios
internos.

Me gustaría terminar haciendo mención de uno de los primeros proyectos de Smiljan


Radic, Habitación para dos personas aisladas (6). En este proyecto se ven
interrelacionados los tres aspectos que enuncié para poder entablar el habitar. El hábito,
la habitación y el hábitat son estados y consecuencias del pensamiento y el aprendizaje,
es interesante notar que la habitación articula el hábito y el hábitat, como posibilidad y
como condición. Lo aún más interesante es que releja diversos estadios de pensamiento,
aprendizaje y contextualización. El espacio es de tránsito, de construcción y de devenir.
Este ejemplo, a mi juicio, es un paradigma contemporáneo del habitar ya que es todo a la
vez, refugio, estructura y hogar. No se limita a un aspecto de la vida, sino que abraza y se
enriquece de todas sus posibilidades.

Al final, los procesos cognitivos nos ayudan a pensar, relacionar, comparar, analizar pero
los procesos metacognitivos nos ayudan a tomar conciencia, al autocontrol, a la actitud
reflexiva, al planeamiento, a la evaluación de los procesos de aprendizaje ¿pero qué
aprendizaje?... el de habitar y el de vivir, al final de construirnos nosotros mismos.

Notas:
1 Pensamiento y lenguaje de Lev Vigotsky
2 Desarrollo de habilidades metacognitivas de Pedro Allueva
3 Diccionario etimológico de Juan Corominas
4 Construir, pensar, habitar de Martin Heidegger
5 ¿Ya es mañana? Cómo la pandemia cambiará el mundo de Ivan Krastev
6 Reseña fotográfica en: https://www.chilearq.com/gallery/architecture/65/Casa-Habitacion/

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