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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES.

PROGRAMA UBA XXI

INTRODUCCIÓN AL CONOCIMIENTO PROYECTUAL 1. CÁTEDRA SORDELLI

A cargo de DG Luciana Anarella

APUNTE. UNIDAD 1. CONSTRUCCIÓN DE LA MIRADA  

Marco conceptual

La realidad se hace visible al ser percibida. Y una vez atrapada tal vez no pueda renunciar jamás a esa
forma de existencia que adquiere en la conciencia de aquel que ha reparado en ella. Lo visible puede
permanecer alternativamente iluminado u oculto, pero una vez aprehendido forma parte sustancial de
nuestro medio de vida.
Eulalia Bosch.
Fragmento del prólogo para el libro
Modos de ver de John Berger.

CONTENIDOS DE LA UNIDAD
- La percepción como materia prima para la comunicación.
- La interpretación como instancia de construcción de un pensamiento propio
- La síntesis como proceso de selección
- La transposición de lenguajes como proceso de construcción
- Los lenguajes gráficos como instrumentos de comunicación visual
- La composición y relación de lenguajes, soporte e imagen.
- La imagen para construcción visual de una mirada propia.

Índice

1. La construcción de nuestra mirada sobre las cosas


2. La percepción de la imagen
3. La interacción con el entorno
4. De la percepción a la comunicación
5. La importancia del entorno en la comunicación
6. ¿Cómo se comunican nuestras ideas?
7. ¿A qué llamamos representación gráfica?
8. Un final abierto
1.La construcción de nuestra mirada sobre las cosas

Ver, mirar, observar son virtudes por las cuales cobra sentido la facultad de la visión; y
resulta de la voluntad de mirar y observar con juicio de valor, el sentido que toma aquello
que se nos presenta. Juicio de valor más o menos consciente pero siempre influenciado por
las experiencias, los saberes aprendidos y los contextos que nos rodean en cada situación.
Cada uno de nosotros, cuando comenzamos una nueva actividad, curso o tarea nos
enfrentamos a nuevas situaciones, nuevas imágenes, nuevas relaciones sociales, nuevos
espacios, nuevos objetos. En cada enfrentamiento reaccionamos según la experiencia vivida
en otras circunstancias, y al final del día evaluamos la nueva vivencia con nuestro juicio de
valor sobre las imágenes, las personas, los espacios, los objetos que formaron parte de la
nueva actividad, dando respuesta a lo acontecido. Esta respuesta, sobre el conjunto de
acontecimiento, implica nuestra mirada sobre las cosas.

En este sentido John Berger, en su libro Modos de Ver, sostiene la idea que “nunca miramos solo
una cosa; siempre miramos la relación entre las cosas y nosotros mismos” (Berger,2000. pág. 14). Es
decir que nuestro juicio de valor, por ejemplo, sobre un nuevo curso, siempre estará
condicionado por las experiencias vividas ya que establecemos relaciones siempre con otras
experiencias previas. De hecho, podemos evaluar si este curso es complejo o simple por las
experiencias que ya hemos transitado, por los saberes que tenemos, por las prácticas que
llevamos adelante habitualmente, entre otras tantas vivencias.

Por su parte Bruno Munari en su libro Diseño y comunicación visual (Munari, 1976. pág. 20 a
21), titula su tercer capítulo de la siguiente forma: Cada cual ve lo que sabe. En su texto refiere
al saber y a los intereses de cada persona, poniendo como ejemplo el caso de la compra de un
libro por parte de un buen impresor y la compra del mismo título por parte de un lector sin
conocimientos de diseño e impresión. Los invitamos a que lean el ejemplo porque en él se
evidencia claramente la influencia que tiene nuestra mirada y nuestro juicio de valor sobre
todo aquello que percibimos (en este caso un libro) cada vez que tomamos decisiones en
nuestra vida cotidiana (en este caso comprar o no un libro). En este ejemplo, nos
preguntamos: ¿Cuáles son los intereses de cada uno? ¿Según nuestro interés, qué
observamos primero? ¿Cuáles son las referencias que cada uno recibe y que nos llevan a
querer comprar ese libro?

2. La percepción de la imagen
La teoría de la Gestalt (teoría sobre la percepción de principios del siglo XX), sus leyes y
fundamentos, dan cuenta del papel activo del ser humano a la hora de percibir la realidad,
creando y estableciendo relaciones más o menos coherentes sobre nosotros mismos y lo que
nos rodea. Sobre la base de que el todo es más que la suma de sus partes, la teoría de la
Gestalt aporta una mirada cuestionadora a la linealidad del conductismo imperante hasta el
momento.
La teoría de la Gestalt, entonces parte de la idea de mirar al mundo desde las totalidades
entendiendo que el todo (de una imagen, un texto, un objeto, un espacio, etc.) lo percibimos
más allá de sus partes, es decir, lo que percibimos es la relación entre las partes.
Este comportamiento se puede aplicar tanto al lenguaje escrito como al lenguaje de las
imágenes.
Un ejemplo de ello en la comunicación del lenguaje verbal es la manera en que leemos los
textos en nuestro idioma. No percibimos la suma consecutiva de cada letra en cada palabra
sino percibimos la totalidad de la palabra.
El siguiente texto es una muestra de ello:

Sgeún un etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el ódren en el que las ltears etsan
ersciats, la úicna csoa ipormtnate es que la pmrirea
y la útlima ltera etsen ecsritas en la psiocion cocrrtea. El rsteo peuden etsar taotlmntee mal y
aún pordás lerelo sin pobrleams. Esto es pquore
no lemeos cada ltera por sí msima sino que la paalbra es un tdoo.

Si hacemos foco en la percepción de la imagen podemos mencionar y graficar algunas de las


leyes de la Gestalt que nos permite visualizar y comprender claramente como leemos y como
interpretamos las imágenes.

Ley de cierre

Ley de contraste

Ley de proximidad

Ley de simetría

Ley de continuidad

Ley de comunidad

Ley de figura y fondo


En referencia a la relación entre las imágenes, la Ley de figura y fondo, pone de manifiesto la
interacción relativa entre ellas, de modo tal que percibir la figura o percibir el fondo varía
según la mirada del intérprete. La principal característica es que una imagen no puede
prescindir de la otra. Es decir, la figura y su fondo se funden en su relación alternativa siendo
ese mismo juego lo que le otorga el sentido.

En este ejemplo: ¿A quien ves primero? ¿A la mujer con gargantilla o a la viejita?

Los invitamos a leer más sobre la Teoría de la Gestalt en:


http://www.icesi.edu.co/blogs_estudiantes/akagredo/2011/08/25/psicologia-de-la-gestal-leyes-y-
ejemplos/

Cuadro complementario

La psicología de la Gestalt (también psicología de la forma o psicología de la


configuración) es una facultad de la psicología moderna, surgida en Alemania a
principios del siglo XX, cuyos exponentes más reconocidos fueron los teóricos Max
Wertheimer, Wolfgang Köhler, Kurt Koffka y Kurt Lewin.

La mente configura, a través de ciertos principios descubiertos por esta misma


corriente, los elementos que llegan a ella a través de los canales sensoriales
(percepción) o de la memoria (pensamiento, inteligencia y resolución de problemas).
En la experiencia que tiene el individuo en su interacción con el medio ambiente, esta
configuración tiene un carácter primario sobre los elementos que la conforman, y la
suma de estos últimos no podría generar por sí sola la comprensión del
funcionamiento mental. Este planteamiento se ilustra con el axioma que dice:

El todo es diferente a la suma de las partes.

Con él se ha identificado con mayor frecuencia a esta escuela psicológica. El axioma


pretende explicar que la organización básica de cuanto percibimos está en relación
con una figura en la que nos concentramos, que a su vez es parte de un fondo más
amplio, donde hay otras formas. En otras palabras, todo lo percibido es mucho más
que información llegada a los sentidos.

3. La interacción con el entorno en la construcción de la mirada.

Otra teoría que nos ayuda a comprender la complejidad de la percepción es la teoría de


campo de Kurt Lewin, en la cual incorpora la noción de interacción como eje fundamental
del comportamiento, ya que el estado de cada una de las partes de un campo o entorno
depende de todas las otras. El comportamiento, dice Lewin, “no depende ni del pasado ni
del futuro sino de los hechos y acontecimientos actuales y de cómo los percibe el sujeto”.

Nuestro papel activo como personas y nuestra interacción con el campo o entorno/contexto *
implica una relación dialógica y dinámica en la cual todas las partes que la componen se ven
afectadas entre sí. Es decir, las cosas pierden el sentido fuera de su entorno, o al menos
cambian su sentido según el campo o entorno en que son percibidas.

*El concepto de campo se asocia al concepto del entorno y de contexto. En distintos ámbitos se pueden
comprender como sinónimos

Decimos que es dialógica porque todo lo que percibimos recibe, de alguna manera, una
respuesta de nuestra parte, y porque esa respuesta genera un diálogo entre el objeto o
imagen, el espacio donde se encuentra ese objeto/imagen y nosotros mismos como
usuarios/espectadores. Este diálogo puede ser una simple respuesta: me gusta/ no me gusta
o, una acción concreta que implique el uso del objeto /del espacio/ de la imagen; en
cualquiera de los casos se produce un diálogo en el cual emitimos un juicio de valor. Y
decimos que es dinámico por que constantemente, esta interacción se va modificando y
evolucionando según cada circunstancia.

El campo, para Lewin implica, entonces, un campo de interacciones dinámicas que permite
entender los comportamientos desde las relaciones entre todos los componentes que forman
parte de una situación (tiempo, necesidad, espacio, objeto, imagen, experiencia, el sujeto). Es
decir, cada vez que interactuamos con un espacio, un objeto, una imagen, interactuamos en
un campo o entorno, en un tiempo, con una necesidad y una experiencia previa y propia.

Con esto queremos decir que la relación entre las cosas y nosotros mismos (la percepción que
tenemos de ellas) siempre está mediada por un contexto /entorno, ya sea real o virtual. Estos
contextos alimentan y se alimentan de nuestras prácticas, por lo tanto, condicionan nuestra
mirada y nuestra interpretación sobre lo que percibimos.
Toda imagen, entonces, emerge y opera en un contexto social, cultural y político; en un
contexto físico y con un soporte físico particular que condicionan la mirada y la
interpretación.
4. De la percepción a la comunicación

Por otra parte, podemos agregar que todo lo que percibimos cobra existencia en tanto se
prefigura en nuestra mente y cobra sentido en tanto lo pongamos en el juego de las
relaciones que propician la comunicación (sonora, visual, táctil, gustativa). Es decir, para
cada uno de nosotros existe lo que conocemos, y eso, que conocemos, pasa a tener un
significado en el momento en que lo incorporamos a nuestro circuito de comunicación. Por
ejemplo, conocemos una canción porque la escuchamos accidentalmente o porque nos la
nombran, pero esa canción pasa a significar algo para nosotros cuando la escuchamos por
elección, la cantamos o la recomendamos. En esta instancia, esa canción, tiene sentido para
nosotros porque la percibimos/ escuchamos poniendo en juego nuestro juicio de valor.

Llevando este ejemplo a la comunicación visual, John Berger nos dice:

“Las imágenes se hicieron al principio para evocar la apariencia de algo ausente.


Gradualmente se fue comprendiendo que una imagen podía sobrevivir al objeto
representado: por tanto, podría mostrar el aspecto que había tenido algo o alguien, y
por implicación, como lo habían visto otras personas. Posteriormente se reconoció
que la visión específica del hacedor de imágenes formaba parte también de lo
registrado. Y así una imagen se convirtió en un registro del modo en que X había
visto a Y. Este fue el resultado de una creciente consciencia de la individualidad,
acompañado de una creciente conciencia de la historia.” (Berger, 2000. Pág. 16).

Es decir, en toda comunicación visual nuestro papel siempre es activo, generamos y


difundimos imágenes para que otro las perciba y de esa forma darles sentido a las cosas.

Ahora bien, ¿cómo transitamos ese circuito que va de la percepción a la comunicación?


El proceso que permite transitar de la percepción hacia la comunicación en general y a la
comunicación visual en particular (aquella que más nos interesa), está mediado por la
codificación y decodificación de signos y lenguajes*. Es un proceso mental de
conceptualización, de transposición de lenguajes y de meta cognición Es, a su vez, dinámico
porque se hace, se piensa, se aprende en una interacción constante y continua pero no lineal,
ya que no sabemos de ante mano cual es el trayecto y ni el punto de llegada.
Nuestra comunicación siempre es sistémica y dialógica ya que nos comunicamos a través de
enunciados complejos esperando una respuesta (activa o pasiva, gestual o lingüística, visual
o actitudinal).
(metacognición: , hace referencia a la acción y efecto de razonar sobre el propio razonamiento o, dicho
de otro modo, de desarrollar conciencia y control sobre los procesos de pensamiento y aprendizaje)
Signo: En general, todo fenómeno u objeto que representa algo que generalmente es distinto, a lo cual sustituye al
referírsele. Es decir, todo dato perceptible por los sentidos (visual, auditivo, etc., por ejemplo, un síntoma) que, al
representar (pues es representante algo no percibido, permite advertir lo representado (por ejemplo, la enfermedad).
Ferdinand de Saussure y Charles Sanders Peirce desarrollan el concepto de signo y lenguaje permitiendo
el desarrollo de la semiología con ciencia que se ocupa del estudio de los signos en la vida social. Ver link
o Romero de cbc
Lenguaje: facultad que posee el hombre de poder comunicar su pensamiento y por lo tanto cualquier
sistema organizado con vistas a este fin forma el nombre de lenguaje: lenguaje gestual, visual, táctil,
etc., y lenguaje verbal También se emplea el término lenguaje para designar toda organización de signos
o señales que forman un sistema y que tienden a representar, simbolizar o designar a otro objeto
externo al sistema: es por esto que es posible hablar de lenguaje pictórico, lenguaje musical, etc. Pero
este uso es impreciso y difuso, por lo que algunos autores prefieren hablar de código para referirse a
estos sistemas cuya característica general es la de ser heterogéneos (se organizan en meta-sistemas) y
por lo tanto su clasificación es muy compleja.
*Ver en conceptos semiológicos

Hoy nuestro entorno cotidiano, mediado por la inevitable tecnología electrónica, volcada en
computadoras, celulares, cámaras digitales, etc., configura nuestra manera de comunicarnos.
Utilizamos internet y nuestros dispositivos electrónicos para saludarnos, para mandar y
recibir información, para ubicarnos geográficamente, para saber sobre el clima y tanta otra
información, y nos habituamos a cierta manera de movernos y a ciertas prácticas cotidianas.
En los transportes públicos a la mayoría de los pasajeros se los ve con un celular en o a la
mano; en las ciudades, entre la multitud solemos conversar con otro, pero casi nunca con
personas que se encuentra a nuestro lado, la comunicación cara a cara queda relegada a
situaciones singulares ya que, para saber de una dirección, el nombre de una calle, como
llegar a un destino le preguntamos a nuestro celular antes que a otro peatón. Es decir, el
entorno/contexto mediado por la tecnología define ciertas prácticas y hábitos, pero a su vez
estas mismas prácticas influencian el desarrollo de nuevas tecnologías que las potencian para
lograr mayor velocidad, nuevas apps que permitan nuevas acciones, servicios y practicidad,
entre otros. Este entorno/contexto tecnológico se incorpora a nuestras prácticas
comunicativas habituales y centenarias como la comunicación gráfica, la de los objetos, la de
nuestra indumentaria, la de la arquitectónica, la audiovisual y la del paisaje, ampliando los
horizontes de la comunicación y generando espacios de conectividad que sobrepasan lo
disciplinar y se constituyen como prácticas de lo cotidiano.

5. La importancia del entorno en la comunicación


El entorno, entonces, rodea toda construcción comunicativa, pero a su vez toda
comunicación forma parte de la constitución de ese entorno.
Entre su complejidad, podemos ver que los entornos físicos, creados intencionalmente para
una determinada función, necesidad o actividad, facilitan ciertas prácticas, orientan y marcan
pautas de comportamiento en la circulación, en el lenguaje verbal, gestual y corporal. Por
ejemplo, es claro que los entornos físicos artificiales como una plaza, una universidad o un
hospital son evidentemente distintos y que las prácticas y actividades en cada uno de ellos
son igualmente distintas. Pero a su vez hay una gran diferencia de carácter social e
ideológico, si cada uno de esos entornos son de carácter público o privado, porque no solo se
modifican los espacios, las relaciones entre los espacios, las dimensiones del espacio, el
mobiliario, etc. sino también las expectativas, los vínculos sociales, los usuarios y la
percepción del entorno en su conjunto.
A su vez la geografía, en tanto entorno físico natural, condiciona las prácticas, los modos de
transitar, de vestir, de comer, de habitar, aunque el hombre siempre generará modificaciones
que mejoren, por ejemplo, las condiciones de confortabilidad.
Todas las relaciones que establece el hombre, como sujeto, con las cosas y con el entorno
construyen lógicas de pensamiento, que se evidencian en las prácticas de la comunicación en
general (verbal, visual, objetual, gestual, sonora, etc.)

6. ¿Cómo se comunican nuestras ideas?


Estuvimos diciendo que la observación intencionada, nuestro juicio de valor sobre las cosas,
nuestros saberes y experiencias y el entorno en el cual acontecen las cosas, son los factores
que interceden y se entrelazan en la construcción de una mirada propia y por lo tanto en la
construcción y representación visual de nuestras ideas.

¿Qué importancia tiene la construcción de una mirada propia a la hora de representar


nuestras ideas?
Todas las relaciones que podemos generan, como diseñadores, son nuestra materia prima
para la generación de ideas, proyectos y programas de trabajo.
A su vez todos los signos, ya sean naturales o artificiales, son ingredientes para la
construcción de la comunicación lingüística, visual, gestual, sonora y/o táctil. Todos ellos son
signos que los interpretamos, los relacionamos y recreamos para expresar y comunicar
nuestras ideas. Por un lado, los signos naturales; como el lenguaje*, el humo, una sonrisa, la
textura de un árbol, entre tantos otros; y por el otro los signos artificiales, como el idioma, la
imagen representada, la textura de una tela, la danza, la música, etc.

La representación gráfica, por su parte, es nuestro instrumento para la comunicación visual


de cualquier proyecto de diseño ya sea arquitectónico, cinematográfico, gráfico, industrial,
de paisaje, de indumentaria y/o textil. Es decir, la representación gráfica implica una
transposición del lenguaje verbal al lenguaje visual.

La comunicación visual, dice Bruno Munari, “se produce por medio de lenguajes visuales,
que forma parte de la gran familia de todos los mensajes que actúan sobre nuestros sentidos,
sonoros, térmicos, dinámicos, etc.” (Munari, 1976, pág. 82)

Cada disciplina exige el uso de distintos lenguajes visuales para representar cada proyecto.
Más o menos específicos todos comparten la complejidad del mundo de la comunicación
visual, de los lenguajes y materiales para representar, de los soportes que la contienen y de la
necesidad de existir en relación a una función social para la cual es construida.
El lenguaje de las imágenes (fotografía, ilustración, collage)* para la representación de
nuestras ideas va de la mano de la representación gráfica.
* Ver video de lenguajes visuales.
*Leer texto Cácharo Guillermo, Conceptos semiológicos y Munari, Bruno Diseño y
comunicación visual. (pág, 22 a 30)

7. ¿A qué llamamos representación gráfica?


La representación gráfica ese el modo en que comunicamos nuestras ideas en un proceso de
transposición a partir de la síntesis, la abstracción y la construcción de sentido.
Para generar cualquier imagen (ya sea fotográfica, ilustrada o collage) transitamos un
proceso de selección de información y de conceptualización previo a concluir en una
representación gráfica y visual. En este proceso, de representación gráfica, se ven implicados
los siguientes factores a considerar:
. los contenidos textuales y visuales (qué vamos a comunicar): la selección de contenidos
dependerá del tipo de comunicación, por ejemplo, en la representación gráfica de una
autobiografía, será una frase síntesis que dé cuenta de nuestra interpretación y las imágenes
que dicha frase nos despierta.
. el destinatario (a quién vamos a dirigir la comunicación): por ejemplo, a los estudiantes y
profesores de ICP1 UBA XXI.
. el soporte (donde vamos a construir nuestra representación): puede ser bidimensional,
tridimensional, digital o virtual.
. el lenguaje de las imágenes (cómo vamos a comunicar visualmente): puede ser utilizando
la fotografía, la ilustración o el collage.
. las características del texto (cómo vamos a comunicar visualmente): según el tipo de
comunicación será necesario o no un texto de anclaje con distintos usos tipográficos y
distintas jerarquías.
. la composición (cómo organizamos los elementos): la relación de los elementos gráficos en
el soporte elegido requiere de cierto equilibrio para lograr un orden de lectura y una unidad
entre sus componentes.
. los contrastes (cómo jerarquizamos lo que más nos interesa): los elementos que son más
importantes se destacan por sobre los que son complementarios.

En la siguiente imagen que representa una mirada particular sobre el hombre y su entorno,
podemos analizar, a modo de ejemplo, cada uno de los factores mencionados:
. los contenidos textuales y visuales: en este caso son cada una de las imágenes que
componen el collage y la palabra TECNOLOGÍA.
. el destinatario: como es un trabajo de un estudiante, los destinatarios son los estudiantes y
docentes de su curso.
. el soporte: en este caso el soporte es bidimensional, en papel de un formato de 40 cm x 40
cm.
. el lenguaje de las imágenes: el lenguaje de la imagen es un collage, cada una de las
imágenes que lo componen son fotografías recortadas cada una por su silueta y en algunos
casos son fotografías que recortan una cara de perfil, y para el fondo se utiliza una
intervención con ilustración, acrílico, pincel y espátula.
. las características del texto: el texto en este caso se decide usar en mayúscula, en una
tipografía palo seco, ubicada en un lugar significativo de la imagen.
. la composición: la imagen está centrada en el soporte, los distintos elementos se disponen
de forma radial partiendo de la imagen principal, intercalando y superponiendo imágenes
como las pantallas en los edificios, los focos de luz integran la imagen construyendo circuitos
del tipo electrónico y sus terminales.
. los contrastes: las jerarquías están generadas por:
- contrastes de posición: la cabeza centrada en blanco y negro sobre el fondo rojizo,
- contrastes de tamaño: las proporciones de la cabeza en relación a los edificios, la
pantalla en relación a las ventanas, los focos de luz en relación a los edificios, etc
- contraste de color: el amarillo, los colores de la pantalla que se repiten en algunos
puntos y el blanco y negro sobre el fondo rojizo generan diversos contrastes.
Esta relación jerarquiza la lectura y generan un recorrido que va desde la cara, pasando por
la pantalla principal, las lamparitas amarillas y luego todo el resto con su complejidad e
interés.

La representación gráfica, entonces, conlleva una serie de factores que se ponen en juego en
el hacer, ya sea consciente o intuitivamente. Pero comprender los procesos de construcción y
su complejidad nos permite agudizar nuestra mirada y nuestro sentido crítico.

Un final abierto
Dijimos en el encuadre que todo lo que percibimos está sujeto a procesos de codificación y
decodificación de signos verbales, visuales, sonoros y táctiles, sujetos a la transposición de
lenguajes (del textual al visual, del visual al textual, del visual a sonoro, del textual al
audiovisual), pero siempre desde una mirada posible de conceptualizar y transformar en una
idea propia.
En esta primera unidad proponemos transitar un recorrido de codificación y decodificación a
través de la redacción de un texto a modo de autobiografía y la lectura e interpretación de la
autobiografía de un compañero. Este juego de redactar y leer es un proceso en el que
codificamos nuestra idea sobre quiénes somos en un texto y decodificamos la idea de quién
es nuestro compañero/a. Codificamos con los saberes que tenemos e interpretamos con la
libertad que nos permitimos. Para completar el ejercicio proponemos trabajar en la
transposición de lenguajes (del lenguaje verbal al lenguaje visual) a partir de la
representación visual de la idea que nos surge sobre quién es nuestra/o compañera/o.

¿Porque la redacción es un proceso de codificación?

Porque en este proceso ponemos en interacción un mecanismo de pensamiento propio


operando con:

- la selección de datos (qué cuento),


- el estilo del relato (cómo lo cuento),
- la acción de redactar (con que instrumento redacto),
- el estilo de la redacción elegido (qué tono, qué vocabulario, que conjugación utilizó).

Este proceso de pensamiento -acción, es un proceso de codificación que va, de la idea a la


palabra escrita (podría ser oral, visual o gestual si así se pidiera).

¿Porque la lectura es un proceso de decodificación?


Porque cuando leemos (la autobiografía de un compañero), interpretamos, en un proceso de
decodificación e interpretación con una mirada personal sobre el “objeto texto“y entramos en
un proceso de síntesis de:

- lo que nos resulta más interesante (lo que dice, como lo dice),
- lo que nos interesa seleccionar (para contar de que se trata hacemos una síntesis, por
lo tanto, una selección),
- la identidad que se nos prefigura (todo texto habilita la imaginación).

¿A qué llamamos transposición de lenguajes?

Referimos a transposición de lenguajes cuando pasamos de un lenguaje verbal a un lenguaje


visual. Esta operación la hacemos cada vez que contamos algo con imágenes, realizamos
gráficos conceptuales, ilustramos un texto o representamos gráficamente una idea.

El circuito de la comunicación continúa con la transposición de lenguajes: del verbal al


visual. La representación visual de una idea implica: lo que decimos visualmente, el lenguaje
visual que usamos, la o las imagen/es que elegimos o construimos. A su vez no podemos
perder de vista que todo lo que decimos visualmente tiene sentido en la lectura del otro. Es
decir todas nuestras intenciones quedan relegadas a la interpretación del otro observador. Lo
cual implica una nueva lectura/ decodificación / interpretación de parte del destinatario de
nuestra comunicación.

Construir nuestra propia mirada es una práctica que no tiene fin. La maravilla de la
comunicación visual nos permite hacerla visible jugando con los límites de la interpretación,
de los lenguajes y de la innovación. Construir nuestras propias ideas, construir nuestras
propias imágenes.

Bibliografía

Berger, John. Modos de ver. Gustavo Gili. Barcelona. 2000

Beristáin, Helena. Diccionario de retórica y poética. México. Porrúa. 1992

Facio, Sara y D’Amico, Alicia. Retratos y autorretratos. Ediciones de Crisis, 1973.

Munari, Bruno. Diseño y comunicación visual, Gustavo Gili. Barcelona. 1976

Rosa, Nicolás. Léxico de lingüística y semiología. CEAL, Bs. AS. 1978

Cácharo, Guillermo. (Compilación) Conceptos Semiológicos. Apunte.


http://www.icesi.edu.co/blogs_estudiantes/akagredo/2011/08/25/psicologia-de-la-gestal-leyes-y-
ejemplos/

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