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LA LÍRICA ESPAÑOLA HASTA 1939

LA LÍRICA ESPAÑOLA HASTA 1939


1. Contexto:
•Crisis fin de siglo
•España
2. Modernismo y 98
2.1 Modernismo
2.1.1 Autores principales
a) Rubén Darío
b) Manuel Machado
2.2. Generación del 98
2.2.1 Unamuno
2.2.2 Antonio Machado
3. La poesía novecentista
3.1 Juan Ramón Jiménez
4. Las vanguardias
5. La Generación del 27
6. La Generación del 36
A fines del siglo XIX (crisis de fin de siglo) surge un movimiento literario
(y artístico en general) que se opone a todo lo establecido.
Su rasgo principal es el sentimiento de INSATISFACCIÓN ante todo lo
que representa la sociedad de su época. Presenta dos vertientes:

VERTIENTE ESTÉTICA (MODERNISMO): VERTIENTE ÉTICA (GENERACIÓN DEL


98):
Expresa el rechazo a la sociedad que les
rodea evadiéndose completamente de la Muestran su descontento mediante la
realidad, buscando crear un universo propio. crítica social.
Propugnan la ruptura con el viejo arte También fueron llamados
burgués. Buscan la belleza absoluta. regeneracionistas.
Realizan una poesía subjetiva, de carácter Proponen una serie de reformas que
elitista (para una minoría) que busca la sirvan para salir de la crisis: agricultura,
perfección formal. educación, administración, etc.
Los aspectos formales más destacados son: Rechazan la literatura anterior, a la que
símbolos tomados de la mitología clásica. oponen un afán de renovación, tanto en la
la intensa adjetivación. forma como en el contenido.
importancia de lo musical (ritmo). España como tema poético está muy
Los temas se centran en torno a lo individual presente. Este tema se hace poético
(subjetivismo) y su contrario normalmente a través del paisaje y la
(cosmopolitismo). historia de Castilla.
El tema amoroso pervive junto al sentimiento Sus obras suelen tener un tono
de decadencia. pesimista.
Rubén Darío
En su producción literaria destacan tres de sus obras, que constituyen tres etapas en la
evolución de su poesía: Azul, Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza.
Azul (1888) marca el inicio de su etapa
modernista y presenta una clara influencia del
parnasianismo

Prosas profanas (1896) supone la


consolidación de la estética modernista:
colores, ritmos, sensualidad, exotismo...

El Cisne
¡Oh, Cisne! ¡Oh, sacro pájaro! Si antes la blanca Helena
del huevo azul de Leda brotó de gracia llena,
siendo de la hermosura la princesa inmortal,
bajo tus blancas alas la nueva Poesía
concibe en una gloria de luz y de armonía
la Helena eterna y pura que encarna el ideal.
Rubén Darío
Cantos de vida y esperanza (1905) es la obra cumbre de Rubén Darío. Muchos poemas
mantienen los principios anteriores (aristocratismo, simbolismo, cromatismo...), pero aparece
una importante novedad: la conciencia colectiva, sobre todo la referida al mundo hispánico.
Se acentúan la angustia vital y el desengaño, en ocasiones asociado a la valoración sobre la
propia trayectoria poética .

CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA


Yo soy aquel que ayer no más decía Yo supe de dolor desde mi infancia,
el verso azul y la canción profana, mi juventud... ¿fue juventud la mía?
en cuya noche un ruiseñor había Sus rosas aún me dejan la fragancia...
que era alondra de luz por la mañana. una fragancia de melancolía...
El dueño fui de mi jardín de sueño, Potro sin freno se lanzó mi instinto,
lleno de rosas y de cisnes vagos; mi juventud montó potro sin freno;
el dueño de las tórtolas, el dueño iba embriagada y con puñal al cinto;
de góndolas y liras en los lagos; si no cayó, fue porque Dios es bueno.
y muy siglo diez y ocho y muy antiguo En mi jardín se vio una estatua bella;
y muy moderno; audaz, cosmopolita; se juzgó de mármol y era carne viva;
con Hugo fuerte y con Verlaine ambiguo, un alma joven habitaba en ella,
y una sed de ilusiones infinitas. sentimental, sensible, sensitiva.
MANUEL MACHADO (1874-1947)

ADELFOS ¡Que las olas me traigan y las olas me lleven,


y que jamás me obliguen el camino a elegir!
Yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron ¡Ambición! No la tengo. ¡Amor! No lo he sentido.
-soy de la raza mora, vieja amiga del Sol-, No ardí nunca en un fuego de fe ni gratitud.
que todo lo ganaron y todo lo perdieron. Un vago afán de arte tuve... Ya lo he perdido.
Tengo el alma de nardo del árabe español. Ni el vicio me seduce ni adoro la virtud.
Mi voluntad se ha muerto una noche de luna De mi alta aristocracia dudar jamás se pudo,
en que era muy hermoso no pensar ni querer... no se ganan, se heredan, elegancia y blasón...
Mi ideal es tenderme, sin ilusión ninguna... Pero el lema de casa, el mote del escudo,
De cuando en cuando, un beso y un nombre de mujer. es una nube vaga que eclipsa un vano sol.
En mi alma hermana de la tarde, no hay contornos...; Nada os pido. Ni os amo ni os odio. Con dejarme,
y la rosa simbólica de mi única pasión lo que hago por vosotros, hacer podéis por mí...
es una flor que nace en tierras ignoradas ¡Que la vida se tome la pena de matarme,
y que no tiene aroma, ni forma, ni color. ya que yo no me tomo la pena de vivir!...
Besos ¡pero no darlos! Gloria... ¡la que me deben! Mi voluntad se ha muerto una noche de luna
¡Que todo como un aura se venga para mí! en que era muy hermoso no pensar ni querer...
De cuando en cuando un beso, sin ilusión ninguna.
¡El beso generoso que no he de devolver!
MIGUEL DE UNAMUNO (1864-1936)

Este buitre voraz de ceño torvo


que me devora las entrañas fiero
y es mi único constante compañero
labra mis penas con su pico corvo.
El día en que le toque el postrer sorbo
apurar de mi negra sangre, quiero
que me dejéis con él, solo y señero
un momento, sin nadie como estorbo.
Pues quiero, triunfo haciendo mi agonía
mientras él mi último despojo traga
sorprender en sus ojos la sombría
mirada al ver la suerte que le amaga
sin esta presa en que satisfacía
el hambre atroz que nunca se le apaga.
ANTONIO MACHADO
( 1875-1939)

"La poesía es palabra esencial en el


tiempo"

"La poesía es el diálogo del


hombre, de un hombre con su
tiempo"
RETRATO

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,


y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
mas recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
-quien habla solo espera hablar a Dios un día-;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
Recuerdo infantil Yo voy soñando caminos Y todo el campo un momento
Una tarde parda y fría de la tarde. ¡Las colinas se queda, mudo y sombrío,
de invierno. Los colegiales doradas, los verdes pinos, meditando. Suena el viento
estudian. Monotonía las polvorientas encinas!... en los álamos del río.
de lluvia tras los cristales. ¿Adónde el camino irá? La tarde más se oscurece;
Es la clase. En un cartel Yo voy cantando, viajero, y el camino se serpea
se representa a Caín a lo largo del sendero... y débilmente blanquea,
fugitivo, y muerto Abel, —La tarde cayendo está—. se enturbia y desaparece.
junto a una mancha carmín. En el corazón tenía Mi cantar vuelve a plañir:
Con timbre sonoro y hueco la espina de una pasión; Aguda espina dorada,
truena el maestro, un anciano logré arrancármela un día; quién te volviera a sentir
mal vestido, enjuto y seco, ya no siento el corazón. en el corazón clavada.
que lleva un libro en la mano.
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
"mil veces ciento, cien mil;
Las ascuas de un crepúsculo morado
mil veces mil, un millón".
detrás del negro cipresal humean...
Una tarde parda y fría
En la glorieta en sombra está la fuente
con su alado y desnudo Amor de piedra,
de invierno. Los colegiales
que sueña mudo. En la marmórea taza
estudian. Monotonía
reposa el agua muerta.
de la lluvia en los cristales.

TEMAS
Quién me presta una escalera,
para subir al madero,
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?
SAETA POPULAR

¡Oh, la saeta, el cantar ¡Oh, no eres tú mi cantar!


al Cristo de los gitanos, ¡No puedo cantar, ni quiero,
siempre con sangre en las manos, a ese Jesús del madero,
siempre por desenclavar! sino al que anduvo en el mar!
Cantar del pueblo andaluz
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!

TEMAS
LEONOR: No será, cual los álamos cantores
EL AMOR que guardan el camino y la ribera,
(PERDIDO) habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas de alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
Al olmo viejo, hendido por el rayo y tronche el soplo de las sierras blancas;
y en su mitad podrido, antes que el río hasta la mar te empuje
con las lluvias de abril y el sol de mayo, por valles y barrancas,
algunas hojas verdes le han salido. olmo, quiero anotar en mi cartera
¡El olmo centenario en la colina la gracia de tu rama verdecida.
que lame el Duero! Un musgo amarillento Mi corazón espera
le mancha la corteza blanquecina también, hacia la luz y hacia la vida,
al tronco carcomido y polvoriento. otro milagro de la primavera.

TEMAS
Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería. Dice la esperanza: un día
Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar. la verás, si bien esperas.
Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía. Dice la desesperanza:
Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar. sólo tu amargura es ella.
Late, corazón...No todo
se lo ha tragado la tierra.

Soñé que tú me llevabas


por una blanca vereda,
Allá, en las tierras altas, en medio del campo verde,
por donde traza el Duero hacia el azul de las sierras,
su curva de ballesta hacia los montes azules,
en torno a Soria, entre plomizos cerros una mañana serena.
y manchas de raídos encinares, Sentí tu mano en la mía,
mi corazón está vagando, en sueños... tu mano de compañera,
¿No ves, Leonor, los álamos del río tu voz de niña en mi oído
con sus ramajes yertos? como una campana nueva,
Mira el Moncayo azul y blanco; dame como una campana virgen
tu mano y paseemos. de un alba de primavera.
Por estos campos de la tierra mía, ¡Eran tu voz y tu mano,
bordados de olivares polvorientos, en sueños, tan verdaderas! ...
voy caminando solo, Vive, esperanza, ¡quién sabe
triste, cansado, pensativo y viejo. lo que se traga la tierra!. TEMAS
Campos de Soria
VIII
He vuelto a ver los álamos dorados,
álamos del camino en la ribera
del Duero, entre San Polo y San Saturio, IX
tras las murallas viejas ¡Oh, sí! Conmigo vais, campos de Soria,
de Soria —barbacana tardes tranquilas, montes de violeta,
hacia Aragón, en castellana tierra—. alamedas del río, verde sueño
Estos chopos del río, que acompañan del suelo gris y de la parda tierra,
con el sonido de sus hojas secas agria melancolía
el son del agua, cuando el viento sopla, de la ciudad decrépita.
tienen en sus cortezas Me habéis llegado al alma,
grabadas iniciales que son nombres ¿o acaso estabais en el fondo de ella?
de enamorados, cifras que son fechas. ¡Gentes del alto llano numantino
¡Álamos del amor que ayer tuvisteis que a Dios guardáis como cristianas viejas,
de ruiseñores vuestras ramas llenas; que el sol de España os llene
álamos que seréis mañana liras de alegría, de luz y de riqueza!
del viento perfumado en primavera;
álamos del amor cerca del agua
que corre y pasa y sueña,
álamos de las márgenes del Duero,
conmigo vais, mi corazón os lleva!

TEMAS
Por tierras de España

El hombre de estos campos que incendia los pinares Abunda el hombre malo del campo y de la aldea,
y su despojo aguarda como botín de guerra, capaz de insanos vicios y crímenes bestiales,
antaño hubo raído los negros encinares, que bajo el pardo sayo esconde un alma fea,
talado los robustos robledos de la sierra. esclava de los siete pecados capitales.
Hoy ve a sus pobres hijos huyendo de sus lares; Los ojos siempre turbios de envidia o de tristeza,
la tempestad llevarse los limos de la tierra guarda su presa y llora la que el vecino alcanza;
por los sagrados ríos hacia los anchos mares; ni para su infortunio ni goza su riqueza;
y en páramos malditos trabaja, sufre y yerra. le hieren y acongojan fortuna y malandanza.
Es hijo de una estirpe de rudos caminantes, El numen de estos campos es sanguinario y fiero:
pastores que conducen sus hordas de merinos al declinar la tarde, sobre el remoto alcor,
a Extremadura fértil, rebaños trashumantes veréis agigantarse la forma de un arquero,
que mancha el polvo y dora el sol de los caminos. la forma de un inmenso centauro flechador.
Pequeño, ágil, sufrido, los ojos de hombre astuto, Veréis llanuras bélicas y páramos de asceta
hundidos, recelosos, movibles; y trazadas —no fue por estos campos el bíblico jardín—:
cual arco de ballesta, en el semblante enjuto son tierras para el águila, un trozo de planeta
de pómulos salientes, las cejas muy pobladas. por donde cruza errante la sombra de Caín.

TEMAS
EL MAÑANA EFÍMERO
La España de charanga y pandereta, florecerán las barbas apostólicas,
cerrado y sacristía, y otras calvas en otras calaveras
devota de Frascuelo y de María, brillarán, venerables y católicas.
de espíritu burlón y de alma quieta, El vano ayer engendrará un mañana
ha de tener su mármol y su día, vacío y ¡por ventura! pasajero,
su infalible mañana y su poeta. la sombra de un lechuzo tarambana,
El vano ayer engendrará un mañana de un sayón con hechuras de bolero;
vacío y ¡por ventura! pasajero. el vacuo ayer dará un mañana huero.
Será un joven lechuzo y tarambana, Como la náusea de un borracho ahíto
un sayón con hechuras de bolero, de vino malo, un rojo sol corona
a la moda de Francia realista, de heces turbias las cumbres de granito;
un poco al uso de París pagano, hay un mañana estomagante escrito
y al estilo de España especialista en la tarde pragmática y dulzona.
en el vicio al alcance de la mano. Mas otra España nace,
Esa España inferior que ora y bosteza, la España del cincel y de la maza,
vieja y tahúr, zaragatera y triste; con esa eterna juventud que se hace
esa España inferior que ora y embiste, del pasado macizo de la raza.
cuando se digna usar de la cabeza, Una España implacable y redentora,
aún tendrá luengo parto de varones España que alborea
amantes de sagradas tradiciones con un hacha en la mano vengadora,
y de sagradas formas y maneras; España de la rabia y de la idea

TEMAS
Proverbios y cantares
IV XXIII
Nuestras horas son minutos XXI No extrañéis, dulces amigos,
cuando esperamos saber, Ayer soñé que veía que esté mi frente arrugada:
y siglos cuando sabemos a Dios y que a Dios hablaba; yo vivo en paz con los hombres
lo que se puede aprender. y soñé que Dios me oía... y en guerra con mis entrañas.
Después soñé que soñaba
LIII
XXIX Ya hay un español que quiere
XLIV
Caminante, son tus huellas vivir y a vivir empieza,
Todo pasa y todo queda,
el camino y nada más; entre una España que muere
pero lo nuestro es pasar,
Caminante, no hay camino, y otra España que bosteza.
pasar haciendo caminos,
se hace camino al andar. Españolito que vienes
caminos sobre la mar.
Al andar se hace el camino, al mundo, te guarde Dios.
y al volver la vista atrás Una de las dos Españas
se ve la senda que nunca ha de helarte el corazón.
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino NUEVAS CANCIONES:
sino estelas en la mar. I
El ojo que ves no es
Ojo porque tú lo veas; VIII
ESTILO Es ojo porque te ve. Hoy es siempre todavía.
En estos campos de la tierra mía,
y extranjero en los campos de mi tierra
—yo tuve patria donde corre el Duero un aroma de nardos y claveles
por entre grises peñas,
y un fuerte olor de albahaca y hierbabuena,
y fantasmas de viejos encinares,
allá en Castilla, mística y guerrera, imágenes de grises olivares
Castilla la gentil, humilde y brava, bajo un tórrido sol que aturde y ciega,
Castilla del desdén y de la fuerza—, y azules y dispersas serranías
en estos campos de mi Andalucía, con arreboles de una tarde inmensa;
¡oh tierra en que nací!, cantar quisiera.
mas falta el hilo que el recuerdo anuda
Tengo recuerdos de mi infancia, tengo
imágenes de luz y de palmeras, al corazón, el ancla en su ribera,
y en una gloria de oro, o estas memorias no son alma. Tienen,
de lueñes campanarios con cigüeñas, en sus abigarradas vestimentas,
de ciudades con calles sin mujeres señal de ser despojos del recuerdo,
bajo un cielo de añil, plazas desiertas
la carga bruta que el recuerdo lleva.
donde crecen naranjos encendidos
con sus frutas redondas y bermejas; Un día tornarán, con luz del fondo ungidos,
y en un huerto sombrío, el limonero los cuerpos virginales a la orilla vieja.
de ramas polvorientas
y pálidos limones amarillos,
que el agua clara de la fuente espeja,
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
(Huelva, 1881-Puerto Rico, 1958)

La poesía es belleza, conocimiento y anhelo de eternidad.


Siempre he creído que un poema no es largo ni corto, que
la obra entera de un poeta, como su vida, es un poema.
Todo es cuestión de abrir o cerrar.
Trayectoria poética:
búsqueda de la pureza
Vino primero pura, … Mas se fue desnudando
vestida de inocencia; y yo le sonreía.
y la amé como un niño. Se quedó con la túnica
Luego se fue vistiendo de su inocencia antigua.
de no sé qué ropajes; Creí de nuevo en ella.
y la fui odiando sin saberlo. Y se quitó la túnica
Llegó a ser una reina y apareció desnuda toda…
fastuosa de tesoros... ¡Oh pasión de mi vida, poesía
¡Qué iracundia de yel y sin sentido! desnuda, mía para siempre!
Primera etapa: ÉPOCA SENSITIVA (hasta 1916)
Arias tristes, La soledad sonora, Platero y yo

Obras teñidas de tristeza muy influidas por Los temas típicos del Modernismo, pero
Bécquer y por los simbolistas franceses. tratados de forma personal: la belleza, el
amor, los pájaros, las flores

…Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros


cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas la tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostálgico…
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.
Segunda etapa: ÉPOCA INTELECTUAL(1916-1936)
Diario de un poeta recién casado, Eternidades

Poesía más conceptual y compleja que la anterior, dedicada a la minoría siempre.


Se trata de poemarios de raíz simbolista en los que el poeta siente deseos de
renombrar las cosas para descubrir su pureza original.

¡Intelijencia, dame
el nombre exacto de las cosas!
… Que mi palabra sea
la cosa misma,
creada por mi alma nuevamente.
Que por mí vayan todos
los que no las conocen, a las cosas;
que por mí vayan todos
los que ya las olvidan, a las cosas;
que por mí vayan todos
los mismos que las aman, a las cosas…
¡Intelijencia, dame
el nombre exacto, y tuyo,
y suyo, y mío, de las cosas!
Tercera etapa: ÉPOCA SUFICIENTE
Estación total, Dios deseado y deseante

Nos presenta un poeta obsesionado por el tema de la vida poética, de la


eternidad, del deseo de trascendencia en su obra. El escritor-poeta se vuelve
poesía, se crea a sí mismo al escribir: es un dios porque crea, es creador (dios
deseante); también es un dios a partir de lo que ha creado (dios deseado).
EL OTOÑADO

Estoy completo de naturaleza, emano son: lo amplio es honda música,


en plena tarde de áurea madurez, filtro sabor: la mole bebe mi alma,
alto viento en lo verde traspasado. deleito el tacto de la soledad.
Rico fruto recóndito, contengo
lo grande elemental en mí (la tierra, Soy tesoro supremo, desasido,
el fuego, el agua, el aire), el infinito. con densa redondez de limpio iris,
del seno de la acción. Y lo soy todo.
Chorreo luz: doro el lugar oscuro, Lo todo que es el colmo de la nada,
trasmino olor: la sombra huele a dios, el todo que se basta y que es servido
de lo que todavía es ambición.
Primera etapa: ÉPOCA SENSITIVA (hasta 1916)

¡Infancia! ¡Campo verde, campanario, palmera,


PRIMAVERA AMARILLA mirador de colores, sol, vaga mariposa
que colgabas a la tarde de primavera,
¡Abril galán venía, todo en el cenit azul, una caricia rosa !
lleno de flores amarillas... ¡Jardín cerrado, en donde un pájaro cantaba,
amarillo el arroyo, por el verdor teñido de melodiosos oros;
amarilla la senda, la colina, brisa suave y fresca, en la que me llegaba
el cementerio de los niños, la música lejana de la plaza de toros !
el huerto aquel donde el amor vivía! ... Antes de la amargura sin nombre del fracaso
El sol ungía el mundo de amarillo que engalanó de luto mi corazón doliente,
con sus luces caídas; ruiseñor niño, amé, en la tarde de raso,
¡oh por los lirios áureos, el agua clara, tibia!, el silencio de todos o la voz de la fuente.
¡las amarillas mariposas
sobre las rosas amarillas!
Guirnaldas amarillas escalaban
los árboles: el día
era una gracia perfumada de oro A un poeta
en un dorado despertar de vida... Para un libro no escrito
Entre los huesos de los muertos, Creemos los nombres.
abría Dios sus manos amarillas. Derivarán los hombres.
Luego, derivarán las cosas.
Y sólo quedará el mundo de los nombres,
letra del amor de los hombres,
del olor de las rosas.
Del amor y las rosas,
no ha de quedar sino los nombres.
¡Creemos los nombres!
Primera etapa: ÉPOCA SENSITIVA (hasta 1916)
¿Soy yo quien anda, esta noche, de gris… Y mi barba es blanca
por mi cuarto, o el mendigo y estoy enlutado… ¿Es mío
que rondaba mi jardín, este andar? ¿Tiene esta voz,
ADOLESCENCIA
al caer la tarde...? que ahora suena en mí, los ritmos
En el balcón, un momento
Miro de la voz que yo tenía?
nos quedamos los dos solos;
en torno y hallo que todo ¿Soy yo, o soy el mendigo
desde la dulce mañana
es lo mismo y no es lo mismo… que rondaba mi jardín,
de aquel día, éramos novios.
¿La ventana estaba abierta? al caer la tarde...?
El paisaje soñoliento
¿Y no me había dormido? Miro
dormía sus vagos tonos
¿El jardín no estaba verde en torno… Hay nubes y viento…
bajo el cielo gris y rosa
de luna...?… El cielo era limpio El jardín está sombrío…
del crepúsculo de otoño.
y azul… y hay nubes y viento … Y voy y vengo… ¿Es que yo
Le dije que iba a besarla;
y el jardín está sombrío… no me había ya dormido?
la pobre bajó los ojos Creo que mi barba era Mi barba está blanca… Y todo
y me ofreció sus mejillas
negra... Yo estaba vestido es lo mismo y no es lo mismo…
como quien pierde un tesoro.
Las hojas muertas caían
No me tienta la gloria. Sólo una vida en paz,
en el jardín silencioso,
rica de los tesoros del amor y la lira,
y en el aire fresco erraba
en una estancia dulce, solitaria, serena,
un perfume de heliotropo
llena de libros bellos, con flores, encendida!
No se atrevía a mirarme;
Estancia adonde, a veces, la amistad se llegara,
s. le dije que éramos novios,
a llamar a la puerta con mano noble y limpia,
y las lágrimas rodaron
retiro adonde, a veces, se asomara el amor
de sus ojos melancólicos.
con la mirada extraviada y conmovida…
Que el lujo y el rumor se queden para otros…
a mí me basta con mi fe en las armonías,
en una estancia plácida, alejada, callada,
llena de libros bellos, con flores, encendida!
Primera etapa: ÉPOCA SENSITIVA (hasta 1916)

EL NIÑO POBRE pareces un niño rico!...» La cojita


Le han puesto al niño un vestido Campanas. Las cinco. Lírico La niña sonríe: “¡Espera,
absurdo, loco, ridículo; sol. Colgaduras y cirios, voy a cojer la muleta!”
le está largo y corto; gritos Viento fragante del río. Sol y rosas. La arboleda,
de colores le han prendido La procesión. ¡Oh, qué idílico movida y fresca, dardea
por todas partes. Y el niño rumor de platas y vidrios! limpias luces verdes. Gresca
se mira, se toca, erguido. ¡Relicarios con el brillo de pájaros, brisas nuevas.
Todo le hace reír al mico, de ocaso en su seno místico! La niña sonríe: “¡Espera,
las manos en los bolsillos... ...El niño, entre el vocerío, voy a cojer la muleta!”
La hermana le dice -pico se toca, se mira... «¡Hijo», Un cielo de ensueño y seda,
de gorrión, tizos lindos le dice el padre bebido hasta el corazón se entra.
los ojos, manos y rizos -una lágrima en el limo Los niños, de blanco, juegan,
en el roto espejo-: «¡Hijo, del ojuelo, flor de vicio-, chillan, sudan, llegan:
pareces un niño rico!... » «pareces un niño rico!...» “… nenaaa!”
Vibra el sol. Ronca, dormido, La tarde cae. Malvas de oro La niña sonríe: “¡Espeeera,
el pueblo en paz. Sólo el niño endulzan la torre. Pitos voy a cojer la muleta!”
viene y va con su vestido... despiertos. Los farolillos, Saltan sus ojos. Le cuelga,
viene y va con su vestido... aun los cohetes con sol vivo, jirando, falsa, la pierna.
En la feria, están caídos se mecen medio encendidos. Le duele el hombro. Jadea
los gallardetes. Pititos Por la plaza, de las manos, contra los chopos y ríe: “¡Espera,
en zaguanes... Cuando el niño bien lavados, trajes limpios, voy a cojer la muleta!”
entra en casa, en un suspiro con dinero y con juguetes, Mas los pájaros no esperan;
le chilla la madre: «¡Hijo» vienen ya los niños ricos. los niños no esperan. Yerra
-y él la mira calladito, El niño se les arrima, la primavera. Es la fiesta
meciendo, hambriento y y, radiante y decidido, del que corre y del que vuela…
sumiso, les dice en la cara: «¡Ea, La niña sonríe: “¡Espera,
los pies en la silla-, «hijo, yo parezco un niño rico!» Voy a cojer la muleta!”
Primera etapa: ÉPOCA SENSITIVA (hasta 1916)

LA CARBONERILLA QUEMADA
Amor
En la siesta de julio, ascua violenta y ciega, No, no has muerto, no.
prendió el horno las ropas de la niña. La arena Renaces,
con las rosas en cada primavera.
quemaba cual con fiebre; dolían las cigarras;
Como la vida, tienes
el cielo era igual que de plata calcinada. tus hojas secas; tienes tu nieve, como
...Con la tarde, volvió –¡anda, potro!– la madre. la vida...
El pinar se reía. El cielo era de esmalte Mas tu tierra,
violeta. La brisa renovaba la vida... amor, está sembrada
La niña, rosa y negra, moría en carne viva. de profundas promesas,
Todo le lastimaba. El roce de los besos, que han de cumplirse aún en el mismo
olvido.
el roce de los ojos, el aire alegre y bello:
¡En vano es que no quieras!
— «Mare, me jeché arena zobre la quemaúra. La brisa dulce torna, un día, al alma;
Te yamé, te yamé dejde er camino... ¡Nunca una noche de estrellas,
ejtubo ejto tan zolo! Laj yama me comían, bajas, amor, a los sentidos,
mare, y yo te yamaba, y tú nunca benía!» casto como la vez primera.
Por el camino –¡largo! –, sobre el potrillo rojo, ¡Pues eres puro, eres
murió la niña. Abiertos, espantados, sus ojos eterno! A tu presencia,
vuelven por el azul, en blanco bando,
eran como raíces secas de las estrellas.
blancas palomas que creíamos muertas...
La brisa jugueteaba, ensombrecida y fresca. Abres la sola flor con nuevas hojas...
Corría el agua por el lado del camino. Doras la inmortal luz con lenguas nuevas...
Ondulaba la yerba. Trotaban los pollinos, ¡Eres eterno, amor,
oyendo ya los gritos de los niños del pueblo... como la primavera!
Dios estaba bañándose en su azul de luceros.
Primera etapa: ÉPOCA SENSITIVA (hasta 1916)

Zenobia
Me he convertido a tu cariño puro
como un ateo a Dios.
Al soneto con mi alma
¿Lo otro, qué vale?
Como un pasado oscuro y andrajoso
Como en el ala el infinito vuelo,
puede todo borrarse.
cual en la flor está la esencia errante,
¡Borrarse, sí! Las rimas bellas
lo mismo que en la llama el caminante
que no cantan tu amor; sus matinales
fulgor, y en el azul el solo cielo;
alegrías sin ti; sus tardes líricas
en cuya paz no me miraste;
como en la melodía está el consuelo,
las noches cuya clara luna llena
y el frescor en el chorro, penetrante,
no deslumbró tu candoroso ángel.
y la riqueza noble en el diamante,
El cielo de tu gracia
así en mi carne está el total anhelo.
será el comienzo y el final. En balde
quieren los lobos asaltar la cerca
En ti, soneto, forma, esta ansia pura
en donde tus ovejas blancas pacen.
copia, como en un agua remansada,
No quiero más que un oro y es el oro
todas sus inmortales maravillas.
que emanan tus sentidos inmortales.
¡Solo tú, solo tú! Sí, solo tú.
La claridad sin fin de su hermosura
Yo no he nacido, ni he de morir. Ni antes
es, cual cielo de fuente, ilimitada
ni después era nada, ni sería
en la limitación de tus orillas.
nada yo sino en ti.
Y los rosales
que has colgado en mi alma -¡con qué encanto!-
a ese sol viejo y nuevo me entreabren
sus rosas en que el cielo se repite
cándido y múltiple en sus cálices.
Segunda etapa: ÉPOCA INTELECTUAL (1916-1936)

LA NEGRA Y LA ROSA
La negra va dormida, con una rosa blanca en la mano. –La AMOR
rosa y el sueño apartan, en una superposición mágica, No, no, nosotros dos no somos
todo el triste atavío de la muchacha: las medias rosas nosotros dos, que estamos
caladas, la blusa verde y transparente, el sombrero de aquí, viendo ponerse el sol granate
paja de oro con amapolas moradas.- Indefensa con el entre el verdor dorado
sueño, se sonríe, la rosa blanca en la mano negra. en que cantan, en ramo, sobre el río
¡Cómo la lleva! Parece que va soñando con llevarla bien. los inconstantes pájaros.
Inconsciente, la cuida –con la seguridad de una No, no somos nosotros
sonámbula- y es su delicadeza como si esta mañana la Nosotros dos - ¡Oh encanto
hubiera dado ella a luz, como si se sintiera, en sueños, del parque sin nosotros, con nosotros¡-,
madre del alma de una rosa blanca. –A veces, se le rinde nosotros somos esos dos románticos
sobre el pecho, o sobre un hombro, la pobre cabeza de que son aún nosotros, que no están con ellos
humo rizado, que irisa el sol cual si fuese de oro, pero la mismos, esos dos, que, soñando
mano en que tiene la rosa mantiene su honor, en ser ellos, en no ser ellos, dulces,
abanderada de la primavera.- se pierden lentamente, en sólo un beso
Una realidad invisible anda por todo el subterráneo, cuyo por el sendero vago
estrepitoso negror rechinante, sucio y cálido, apenas se ya en la hora en que cierran,
siente. Todos han dejado sus periódicos, sus gomas y sus sólo obedientes al ocaso -,
gritos; están absortos, como en una pesadilla de por el sendero
cansancio y de tristeza, en esta rosa blanca que la negra solitario
exalta y que es como la conciencia del subterráneo. Y la en donde canta a la arboleda verde
rosa emana, en el silencio atento, una delicada esencia y ya, libre del pisar del día,
eleva como una bella presencia inmaterial que se va un obstinado pájaro.
adueñando de todo, hasta que el hierro, el carbón, los
periódicos, todo, huele un punto a rosa blanca, a
primavera mejor, a eternidad…
Segunda etapa: ÉPOCA INTELECTUAL (1916-1936)

¿Sencillo? SOLEDAD
Las palabras En ti estás todo, mar, y sin embargo,
verdaderas, lo justo para que ella, sonriendo ¡qué sin ti estás, qué solo,
entre sus rosas puras de hoy, qué lejos, siempre, de ti mismo!
lo comprenda. Abierto en mil heridas, cada instante,
Con un azul, un blanco, un verde cual mi frente,
-justos- tus olas van, como mis pensamientos,
se hace -¿no ves? - la primavera. y vienen, van y vienen,
besándose, apartándose,
Yo no soy yo. con un eterno conocerse,
Yo soy este mar, y desconocerse.
que va a mi lado sin yo verlo: Eres tú, y no lo sabes,
que, a veces, voy a ver, tu corazón te late y no lo sientes...
y que, a veces, olvido. ¡Qué plenitud de soledad, mar solo!
El que calla, sereno, cuando hablo,
el que perdona, dulce, cuando odio,
Quisiera que mi libro
el que pasea por donde no estoy,
fuese, como es el cielo por la noche,
el que quedará en pie cuando yo muera.
todo verdad presente, sin historia.
Que, como él, se diera en cada instante,
todo, con todas sus estrellas; sin
Suavidad que niñez, juventud, vejez quitaran
¿Sostiene la hoja seca ni pusieran encanto a su hermosura inmensa.
a la luz que la encanta, ¡Temblor, relumbre, música
o la luz presentes y totales!
a la hoja encantada? ¡Temblor, relumbre, música en la frente
—cielo del corazón— del libro puro.
Tercera etapa: ÉPOCA SUFICIENTE

El nombre conseguido de los nombres

Si yo, por ti, he creado un mundo para ti,


dios, tú tenías seguro que venir a él,
Lo que sigue y tú has venido a él, a mí seguro,
Cuando en la noche, el aire ve su fuente porque en mi mundo todo era mi esperanza.
oculta. Está la tarde limpia como Yo he acumulado mi esperanza
la eternidad. en lengua, en nombre hablado, en nombre escrito;
La eternidad es solo a todo yo le había puesto nombre
lo que sigue, lo igual; y comunica y tú has tomado el puesto
por armonía y luz con lo terreno. de toda esta nombradía.
Entramos y salimos sonriendo, Ahora puedo yo detener ya mi movimiento
llenos los ojos de totalidad, como la llama se detiene en ascua roja
de la tarde a la eternidad, alegres con resplandor de aire inflamado azul,
de lo uno y lo otro. Y de seguir, en el ascua de mi perpetuo estar y ser;
de entrar y de seguir. ahora soy ya mi mar paralizado
Y de salir… el mar que yo decía, mas no duro,
(Y en la frontera de las dos verdades paralizado en olas de conciencia en luz
exaltando su última verdad, y vivas hacia arriba todas, hacia arriba.
el chopo de oro contra el pino verde, Todos los nombres que yo puse
síntesis del destino fiel, nos dice al universo que por ti me recreaba yo,
qué bello al ir a ser es haber sido.) se me están convirtiendo en uno y en un
dios.
El dios que es siempre al fin
el dios creado y recreado y recreado
por gracia y sin esfuerzo.
El Dios. El nombre conseguido de los nombres.
Tercera etapa: ÉPOCA SUFICIENTE
Soy animal de fondo conmigo niño, joven, mayor, y yo me ahogaba
sin saberte, me ahogaba sin pensar en ti.
«En fondo de aire» (dije) «estoy», Este pozo que era, sólo y nada más ni menos,
(dije) «soy animal de fondo de aire» (sobre tierra), que el centro de la tierra y de su vida.
ahora sobre mar; pasado, como el aire, por un sol Y tú eras en el pozo májico el destino
que es carbón allá arriba, mi fuera, y me ilumina de todos los destinos de la sensualidad hermosa
con su carbón el ámbito segundo destinado. que sabe que el gozar en plenitud
Pero tú, dios, también estás en este fondo de conciencia amadora,
y a esta luz ves, venida de otro astro; es la virtud mayor que nos trasciende.
tú estás y eres Lo eras para hacerme pensar que tú eras tú,
lo grande y lo pequeño que yo soy, para hacerme sentir que yo era tú,
en una proporción que es ésta mía, para hacerme gozar que tú eras yo,
infinita hacia un fondo para hacerme gritar que yo era yo
que es el pozo sagrado de mí mismo. en el fondo de aire en donde estoy,
Y en este pozo estabas antes tú donde soy animal de fondo de aire,
con la flor, con la golondrina, el toro con alas que no vuelan en el aire,
y el agua; con la aurora que vuelan en la luz de la conciencia
en un llegar carmín de vida renovada; mayor que todo el sueño
con el poniente, en un huir de oro de gloria. de eternidades e infinitos
En este pozo diario estabas tú conmigo, que están después, sin más que ahora yo, del aire.

VIDA, GRACIAS, MUERTE


¡Amor! Gracias, vida, porque he sabido
Todas las rosas son la misma rosa, Entrar en el secreto del espíritu.
amor, la única rosa. (Gracias porque he querido
Y todo queda contenido en ella, llegar a lo infinito.)
breve imajen del mundo, Gracias, muerte, porque he podido
¡amor!, la única rosa. Sostenerme en el mar del idealismo.
Tercera etapa: ÉPOCA SUFICIENTE
)

ESPACIO
FRAGMENTO PRIMERO
(SUCESIÓN)
“Los dioses no tuvieron más sustancia que la que tengo yo.” Yo
tengo, como ellos, la sustancia de todo lo vivido y de todo lo
porvivir. No soy presente sólo, sino fuga raudal de cabo a fin. Y lo
que veo, a un lado y otro, en esta fuga (rosas, restos de alas,
sombra y luz) es sólo mío, recuerdo y ansia míos, presentimiento,
olvido. ¿Quién sabe más que yo, quién, qué hombre o qué dios
puede, ha podido, podrá decirme a mí qué es mi vida y mi
muerte, qué no es? Si hay quien lo sabe, yo lo sé más que ése, y
si quien lo ignora, más que ése lo ignoro. Lucha entre este
ignorar y este saber es mi vida, su vida, y es la vida.
Distinto
Lo querían matar ¿Y el sol y la luna
los iguales, dando en lo distinto?
porque era distinto. Altura, olor, largor, frescura, cantar, vivir
distinto
Si veis un pájaro distinto, de lo distinto;
tiradlo; lo que seas, que eres
si veis un monte distinto, distinto
caedlo; (monte, camino, rosa, río, pájaro, hombre):
si veis un camino distinto, si te descubren los iguales,
cortadlo; huye a mí,
si veis una rosa distinta, ven a mi ser, mi frente, mi corazón distinto.
deshojadla;
si veis un río distinto,
cegadlo...
si veis un hombre distinto,
matadlo.
POETAS ANDALUCES DE LA
GENERACIÓN DEL 27

De piedra, los que no gritan.


De piedra, los que no ríen.
De piedra, los que no cantan.
Yo nunca seré de piedra.
Cantaré cuando haga falta.
Reiré cuando haga falta.
Gritaré cuando haga falta.

1
LA NOSTALGIA

JARDÍN ANTIGUO
Ir de nuevo al jardín cerrado,
Que tras los arcos de la tapia,
El mar. La mar. ADOLESCENCIA
Entre magnolios, limoneros,
El mar. ¡Sólo la mar! Vinieras y te fueras dulcemente,
Guarda el encanto de las aguas.
¿Por qué me trajiste, padre, de otro camino
Oír de nuevo en el silencio,
a la ciudad? a otro camino. Verte,
Vivo de trinos de hojas,
¿Por qué me desenterraste y ya otra vez no verte.
El susurro tibio del aire
del mar? Pasar por un puente a otro puente.
Donde las viejas almas flotan.
En sueños, la marejada -El pie breve,
Ver otra vez el cielo hondo
me tira del corazón. la luz vencida alegre-.
A lo lejos, la torre esbelta
Se lo quisiera llevar. Muchacho que sería yo mirando
Tal flor de luz sobre las palmas:
Padre, ¿por qué me trajiste aguas abajo la corriente,
Las cosas todas siempre bellas.
acá? y en el espejo tu pasaje
Sentir otra vez, como entonces, Rafael Alberti fluir, desvanecerse.
La espina aguda del deseo, Vicente Aleixandre
Mientras la juventud pasada
Vuelve. Sueño de un dios sin tiempo.
Luis Cernuda
LA NOSTALGIA

CANCIÓN 5 UN ESPAÑOL HABLA DE SU


Hoy las nubes me trajeron, TIERRA
volando, el mapa de España.
¡Qué pequeño sobre el río, Las playas, parameras Que hablase tu silencio.
y qué grande sobre el pasto Al rubio sol durmiendo, Contigo solo estaba,
la sombra que proyectaba! Los oteros, las vegas En ti sola creyendo;
Se le llenó de caballos En paz, a solas, lejos; Pensar tu nombre ahora
la sombra que proyectaba. Los castillos, ermitas, Envenena mis sueños.
Yo, a caballo, por su sombra Cortijos y conventos, Amargos son los días
busqué mi pueblo y mi casa. La vida con la historia, De la vida, viviendo
Entré en el patio que un día Tan dulces al recuerdo, Sólo una larga espera
fuera una fuente con agua. Ellos, los vencedores A fuerza de recuerdos.
Aunque no estaba la fuente, Caínes sempiternos, Un día, tú ya libre
la fuente siempre sonaba. De todo me arrancaron. De la mentira de ellos,
Y el agua que no corría Me dejan el destierro. Me buscarás. Entonces
volvió para darme agua. Una mano divina ¿Qué ha de decir un muerto?
Rafael Alberti Tu tierra alzó en mi cuerpo Luis Cernuda
Y allí la voz dispuso

3
LA NOSTALGIA

Luna llena en Semana Santa


Denso, suave, el aire No. Lo que así recreas
Orea tantas callejas, Es el tiempo sin tiempo
Plazuelas, cuya alma
Es la flor del naranjo. Del niño, los instintos
Resuenan cerca, lejos, Aprendiendo la vida
Clarines masculinos Dichosamente, como
Aquí, allí la flauta La planta nueva aprende
Y oboe femeninos. En suelo amigo. Eco
Mágica por el cielo Que, a la doble distancia,
La luna fulge, llena Generoso hoy te vuelve,
Luna de parasceve. En leyenda, a tu origen.
Azahar, luna, música,
Entrelazados, bañan Et in Arcadia ego.
La ciudad toda. Y breve
Tu mente la contiene
En sí, como una mano Luis Cernuda
Amorosa. ¿Nostalgias?
4
LO SOCIAL
A GALOPAR LOS NIÑOS DE EXTREMADURA
Las tierras, las tierras, las tierras de España, Los niños de Extremadura
las grandes, las solas, desiertas llanuras. van descalzos.
Galopa, caballo cuatralbo, ¿Quién les robó los zapatos?
jinete del pueblo, Les hiere el calor y el frío.
al sol y a la luna. ¿Quién les rompió los vestidos?
¡A galopar, La lluvia
Rafael Alberti
a galopar, les moja el sueño y la cama.
hasta enterrarlos en el mar! ¿Quién les derribó la casa?
A corazón suenan, resuenan, resuenan No saben
las tierras de España, en las herraduras. los nombres de las estrellas.
Galopa, jinete del pueblo, ¿Quién les cerró las escuelas?
caballo cuatralbo, Los niños de Extremadura
caballo de espuma. son serios.
¡A galopar, ¿Quién fue el ladrón de sus juegos?
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie; El soldado soñaba, aquel soldado
que es nadie la muerte si va en tu montura. De tierra adentro, oscuro: -Si ganamos,
Galopa, caballo cuatralbo, La llevaré a que mire naranjos,
jinete del pueblo, A que toque la mar, que nunca ha visto,
que la tierra es tuya. Y se le llene el corazón de barcos.
¡A galopar, Pero vino la paz. Y era un olivo
a galopar, De interminable sangre por el campo.
hasta enterrarlos en el mar! 5
LO SOCIAL
PARA QUIÉN ESCRIBO
I
¿Para quién escribo?, me preguntaba el cronista, el periodista o simplemente
el curioso.
No escribo para el señor de la estirada chaqueta, ni para su bigote enfadado,
ni siquiera para su alzado índice admonitorio entre las tristes ondas de
música.
Tampoco para el carruaje, ni para su ocultada señora (entre vidrios, como un
rayo frío, el brillo de los impertinentes).
Escribo acaso para los que no me leen. Esa mujer que corre por la calle
como si fuera a abrir las puertas a la aurora.
O ese viejo que se duerme en el banco de esa plaza chiquita, mientras el sol
poniente con amor le toma, le rodea y le deslíe suavemente en sus luces.
Para todos los que no me leen, los que no se cuidan de mí, pero de mí se
cuidan (aunque me ignoren).
Esa niña que al pasar me mira, compañera de mi aventura, viviendo en el
mundo.
Y esa vieja que sentada a su puerta ha visto la vida, paridora de muchas
vidas, y manos cansadas.
Escribo para el enamorado; para el que pasó con su angustia en los ojos;
para el que le oyó; para el que al pasar no miró; para el que finalmente cayó
cuando preguntó y no le oyeron.
Para todos escribo. Para los que no me leen sobre todo escribo. Uno a uno, y
la muchedumbre. Y para los pechos y para las bocas y para los oídos donde,
sin oírme, está mi palabra.

6
LO SOCIAL

II
Pero escribo también para el asesino. Para el que con los ojos cerrados se
arrojó sobre un pecho y comió muerte y se alimentó, y se levantó enloquecido.
Para el que se irguió como torre de indignación, y se desplomó sobre el mundo.
Y para las mujeres muertas y para los niños muertos, y para los hombres agonizantes.
Y para el que sigilosamente abrió las llaves del gas y la ciudad entera
pereció, y amaneció un montón de cadáveres.
Y para la muchacha inocente, con su sonrisa, su corazón, su tierna medalla, y
por allí pasó un ejército de depredadores.
Y para el ejército de depredadores, que en una galopada final fue a hundirse
en las aguas.
Y para esas aguas, para el mar infinito.
Oh, no para el infinito. Para el finito mar, con su limitación casi humana, como un pecho vivido.
(Un niño entra, un niño se baña, y el mar, el corazón del mar, está en ese pulso.)
Y para la mirada final, para la limitadísima Mirada Final, en cuyo seno alguien duerme.
Todos duermen. El asesino y el ajusticiado, el regulador y el naciente, el
finado y el húmedo, el seco de voluntad y el híspido como torre.
Para el amenazador y el amenazado, para el bueno y el triste, para la voz sin materia
Y para toda la materia del mundo.
Para ti, hombre sin deificación que, sin quererlas mirar, estás leyendo estas letras.
Para ti y todo lo que en ti vive,
Yo estoy escribiendo.
Vicente Aleixandre

7
LO SOCIAL
LA AURORA
La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.
CASIDA DEL LLANTO
La aurora de Nueva York gime He cerrado mi balcón
por las inmensas escaleras porque no quiero oír el llanto
buscando entre las aristas pero por detrás de los grises muros
nardos de angustia dibujada. no se oye otra cosa que el llanto.
Hay muy pocos ángeles que canten,
La aurora llega y nadie la recibe en su boca hay muy pocos perros que ladren,
porque allí no hay mañana ni esperanza posible. mil violines caben en la palma de mi mano.
A veces las monedas en enjambres furiosos Pero el llanto es un perro inmenso,
taladran y devoran abandonados niños. el llanto es un ángel inmenso,
el llanto es un violín inmenso,
Los primeros que salen comprenden con sus huesos las lágrimas amordazan al viento
que no habrá paraíso ni amores deshojados; y no se oye otra cosa que el llanto.
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.

La luz es sepultada por cadenas y ruidos


en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.

Federico García Lorca 8


EL AMOR
POR AMIGA, POR AMIGA
Por amiga, por amiga.
Por amiga, por amiga.
Sólo por amiga.
Por amante, por querida.
Sólo por querida. GACELA DEL AMOR DESESPERADO
Por esposa, no. La noche no quiere venir
Sólo por amiga. para que tú no vengas
Rafael Alberti ni yo pueda ir.
Pero yo iré
SONETO DE LA DULCE QUEJA aunque un sol de alacranes me coma la sien.
Tengo miedo a perder la maravilla Pero tú vendrás
de tus ojos de estatua y el acento con la lengua quemada por la lluvia de sal.
que de noche me pone en la mejilla El día no quiere venir
la solitaria rosa de tu aliento. para que tú no vengas
Tengo pena de ser en esta orilla ni yo pueda ir.
tronco sin ramas; y lo que más siento Pero yo iré
es no tener la flor, pulpa o arcilla, entregando a los sapos mi mordido clavel.
para el gusano de mi sufrimiento. Pero tú vendrás
Si tú eres el tesoro oculto mío, por las turbias cloacas de la oscuridad.
si eres mi cruz y mi dolor mojado, Ni la noche ni el día quieren venir
si soy el perro de tu señorío, para que por ti muera
no me dejes perder lo que he ganado y tú mueras por mí.
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.
Federico García Lorca
9
EL AMOR
NO DECÍA PALABRAS TE QUIERO.
No decía palabras, Te lo he dicho con el viento,
Acercaba tan sólo un cuerpo interrogante, Jugueteando como animalillo en la arena
Porque ignoraba que el deseo es una pregunta O iracundo como órgano impetuoso;
Cuya respuesta no existe, Te lo he dicho con el sol,
Una hoja cuya rama no existe, Que dora desnudos cuerpos juveniles
Un mundo cuyo cielo no existe. Y sonríe en todas las cosas inocentes;
La angustia se abre paso entre los huesos, Te lo he dicho con las nubes,
Remonta por las venas Frentes melancólicas que sostienen el cielo,
Hasta abrirse en la piel, Tristezas fugitivas;
Surtidores de sueño Te lo he dicho con las plantas,
Hechos carne en interrogación vuelta a las nubes. Leves criaturas transparentes
Un roce al paso, Que se cubren de rubor repentino;
Una mirada fugaz entre las sombras, Te lo he dicho con el agua,
Bastan para que el cuerpo se abra en dos, Vida luminosa que vela un fondo de sombra;
Ávido de recibir en sí mismo Te lo he dicho con el miedo,
Otro cuerpo que sueñe; Te lo he dicho con la alegría,
Mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne, Con el hastío, con las terribles palabras.
Iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo. Pero así no me basta:
Aunque sólo sea una esperanza Más allá de la vida,
Porque el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe. Quiero decírtelo con la muerte;
Más allá del amor,
Quiero decírtelo con el olvido.

Luis Cernuda
10
EL AMOR
SI EL HOMBRE PUDIERA DECIR LO QUE AMA
Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.
Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
11
TEMPUS FUGIT/MUERTE
EL POETA SE ACUERDA DE SU VIDA
Perdonadme: he dormido.
Y dormir no es vivir. Paz a los hombres.
Vivir no es suspirar o presentir palabras que aún nos vivan.
¿Vivir en ellas? Las palabras mueren.
Bellas son al sonar, mas nunca duran.
Así esta noche clara. Ayer cuando la aurora PEREGRINO
o cuando el día cumplido estira el rayo ¿Volver? Vuelva el que tenga,
final, ya en tu rostro acaso. Tras largos años, tras un largo viaje,
Con tu pincel de luz cierra tus ojos. Cansancio del camino y la codicia
Duerme. De su tierra, su casa, sus amigos,
La noche es larga, pero ya ha pasado. Del amor que al regreso fiel le espere.
Vicente Aleixandre Mas, ¿tú? ¿Volver? Regresar no piensas,
Sino seguir libre adelante,
Disponible por siempre, mozo o viejo,
Sin hijo que te busque, como a Ulises,
Sin Ítaca que aguarde y sin Penélope.
Sigue, sigue adelante y no regreses,
Fiel hasta el fin del camino y tu vida,
No eches de menos un destino más fácil,
Tus pies sobre la tierra antes no hollada,
Tus ojos frente a lo antes nunca visto.
Luis Cernuda

12
TEMPUS FUGIT/MUERTE
ROMANCE DE LA LUNA
La luna vino a la fragua Niño déjame, no pises,
con su polisón de nardos. mi blancor almidonado.
El niño la mira mira. El jinete se acercaba
El niño la está mirando. tocando el tambor del llano.
En el aire conmovido Dentro de la fragua el niño,
mueve la luna sus brazos tiene los ojos cerrados.
y enseña, lúbrica y pura, Por el olivar venían,
sus senos de duro estaño. bronce y sueño, los gitanos.
Huye luna, luna, luna. Las cabezas levantadas
Si vinieran los gitanos, y los ojos entornados.
harían con tu corazón ¡Cómo canta la zumaya,
collares y anillos blancos. ay como canta en el árbol!
Niño déjame que baile. Por el cielo va la luna
Cuando vengan los gitanos, con el niño de la mano.
te encontrarán sobre el yunque Dentro de la fragua lloran,
con los ojillos cerrados. dando gritos, los gitanos.
Huye luna, luna, luna, El aire la vela, vela.
que ya siento sus caballos. el aire la está velando.
Federico García Lorca
13
TEMPUS FUGIT/MUERTE
MUERTE DE ANTOÑITO EL
CAMBORIO
*
Voces de muerte sonaron Antonio Torres Heredia, ¡Ay Federico García,
cerca del Guadalquivir. Camborio de dura crin, llama a la Guardia Civil!
Voces antiguas que cercan moreno de verde luna, Ya mi talle se ha quebrado
voz de clavel varonil. voz de clavel varonil: como caña de maíz.
Les clavó sobre las botas ¿Quién te ha quitado la vida *
mordiscos de jabalí. cerca del Guadalquivir? Tres golpes de sangre tuvo
En la lucha daba saltos Mis cuatro primos Heredias y se murió de perfil.
jabonados de delfín. hijos de Benamejí. Viva moneda que nunca
Bañó con sangre enemiga Lo que en otros no envidiaban, se volverá a repetir.
su corbata carmesí, ya lo envidiaban en mí. Un ángel marchoso pone
pero eran cuatro puñales Zapatos color corinto, su cabeza en un cojín.
y tuvo que sucumbir. medallones de marfil, Otros de rubor cansado,
Cuando las estrellas clavan y este cutis amasado encendieron un candil.
rejones al agua gris, con aceituna y jazmín. Y cuando los cuatro primos
cuando los erales sueñan ¡Ay Antoñito el Camborio llegan a Benamejí,
verónicas de alhelí, digno de una Emperatriz! voces de muerte cesaron
voces de muerte sonaron Acuérdate de la Virgen cerca del Guadalquivir.
cerca del Guadalquivir. porque te vas a morir.
Federico García Lorca
14
TEMPUS FUGIT/MUERTE
DONDE HABITE EL OLVIDO
YO FUI Donde habite el olvido,
Yo fui. En los vastos jardines sin aurora;
Columna ardiente, luna de primavera. Donde yo sólo sea
Mar dorado, ojos grandes. Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Busqué lo que pensaba; Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
pensé, como al amanecer en sueño lánguido, Donde mi nombre deje
lo que pinta el deseo en días adolescentes. Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Canté, subí, Donde el deseo no exista.
fui luz un día En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
arrastrado en la llama. No esconda como acero
Como un golpe de viento En mi pecho su ala,
que deshace la sombra, Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
caí en lo negro, Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
en el mundo insaciable. Sometiendo a otra vida su vida,
He sido. Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.
Luis Cernuda
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