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Apéndice C

Juan Ramón Jiménez

EvAU: CUESTIÓN 5
Esta guía sirve para preparar la CUESTIÓN 5 de la EvAU (sin olvidar la teoría relacionada
con el autor, el modernismo y la generación del 14, que aparece en los temas correspon-
dientes) y desarrolla estos puntos:

1. La torre de marfil.

2. Etapa sensitiva.

3. Etapa intelectual.

4. Etapa suficiente o verdadera.

5. Posibles preguntas para el examen.

Aunque en esta guía se abordan algunos poemas, aclaramos que en la EvAU puede pregun-
tarse por cualquiera.

C.1. La torre de marfil


La expresión vivir en una torre de marfil se aplica hoy a la persona que se aísla del
mundo y se desvincula de lo cotidiano. Por eso, se aplica a creadores, artistas, investiga-
dores que se centran tanto en su trabajo que se alejan de la realidad. Juan Ramón Jiménez
es un claro ejemplo de poeta encerrado en su obra. El premio Nobel de Literatura en 1956
no frecuentaba los círculos literarios y se metía en su despacho protegido por paredes de
corcho para evitar el ruido exterior que le pudiera distraer de su escritura. Vivía dedicado
por entero a su obra.

Para enteder su concepto de la poesía es necesario atender a tres ideas fundamentales:

a. Poesía minoritaria. Juan Ramón Jiménez escribía «A la minoría, siempre», así indi-
caba siempre en la dedicatoria de sus obras. Por tanto, se trata de una poesía hermética,
de difícil comprensión, y dirigida a personas con una gran sensibilidad.

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APÉNDICE C. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ Olivia Vicente

b. Obra en marcha. El poeta andaluz nunca dio por concluida la revisión de su obra.
Siempre leía, corregía, retocaba, cambiaba o eliminaba versos, incluso poemas enteros
y obras. De hecho, llegó a renegar de parte de sus primeras composiciones.
c. Deseo de belleza, conocimiento y eternidad. Consideraba la poesía como una repre-
sentación de la Belleza, la Perfección y del mismo Dios. Pero, además, identificaba a
Dios con la Naturaleza, la Belleza absoluta o, incluso, con el propio poeta creador, es
decir, consigo mismo.

Por tanto, Juan Ramón Jiménez buscó a lo largo de toda su vida la palabra, la perfec-
ción en la expresión poética, lo cual motivó constantes cambios de tono, temas y estilos
que pueden apreciarse en las diferentes etapas de su obra. Dependiendo del objetivo pre-
dominante (belleza, conocimiento o eternidad), se han establecido tres etapas etapas en
su obra, evolución que el propio autor recogió en su poema «Vino, primero, pura», de
Eternidades.

Vino, primero pura (Eternidades)


Vino, primero pura,
vestida de inocencia;
y la amé como un niño.

Luego se fue vistiendo


de no sé qué ropajes;
y la fui odiando sin saberlo.

Llegó a ser una reina


fastuosa de tesoros...
¡Qué iracundia de yel y sin sentido!

... Mas se fue desnudando.


Y yo le sonreía.

Se quedó con la túnica


de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.

Y se quitó la túnica
y apareció desnuda toda...

¡Oh pasión de mi vida, poesía


desnuda, mía para siempre!

Es muy complicado resumir en unas páginas la trayectoria del autor andaluz, ya que,
además de sus numerosas publicaciones, reeleaboró sus poesías a lo largo de su vida. Juan
Ramón Jiménez concibió toda su obra como un único libro, es decir, trabajó los poemas
y los diferentes libros publicados para alcanzar un solo volumen que abarcara la totalidad,
una unidad perfecta. Por eso, realizó varias antologías: Poesías escojidas (1917), Segunda
antolojía poética (1922), Tercera antolojía poética (1957) y Leyenda, una nueva revisión

86 Lengua y Literatura II
Olivia Vicente C.2. ETAPA SENSITIVA

que sería publicada póstumamente en 1978. A esta dificultad se añade que el escritor
nunca mantuvo claras las fronteras entre prosa y poesía: «El verso se diferencia de la
prosa solamente por la rima. No hay prosa y verso. Todo es prosa o todo es verso».

C.2. Etapa sensitiva


La etapa sensitiva se desarrolla de 1898 a 1915 y está marcada por varias influencias:
la poesía de Bécquer, cuya obra descubre en Sevilla; el simbolismo francés (Paul Ver-
laine), que lee en el sanatorio mental; y el modernismo colorista y exuberante de Rubén
Darío, Villaespesa y Ramón del Valle-Inclán, con el que entra en contacto en Madrid.

Predominan en esta etapa las descripciones del paisaje como reflejo del alma del
poeta (parques otoñales y jardines al atardecer), los sentimientos vagos, diluidos e incon-
cretos (tristeza, melancolía), la música y el color, los recuerdos y ensueños amorosos. Se
trata de una poesía emotiva y sentimental, en la que se trasluce la sensibilidad del poeta
a través de una estructura formal perfecta.

Dentro de esta etapa, a su vez, se establecen tres fases:

a) S US PRIMERAS OBRAS (1898-1908). En este periodo de aprendizaje imita los mo-


delos poéticos de la época:

Escenografía romántica.
Sentimentalismo becqueriano.
Esteticismo modernista canónico.

A esta fase pertenecen:

Almas de violeta y Ninfeas (ambas de 1900), obras de adscripción neorromántica.


El autor las dejará fuera de sus antologías poéticas.
Rimas (1902), influida por Bécquer y por el simbolismo francés.
Arias tristes (1903) y Jardines lejanos (1904), libros dentro del moderinismo
intimista y simbolista que recuerdan al Machado de Soledades. Galerías. Otros
poemas. Además de recibir la influencia becqueriana, también se encuentran den-
tro del influjo del romancero y de los poetas catalanes y gallegos. Emplea metros
sencillos (octosílabos, romances) y un lenguaje sobrio.

Los poemas de esta fase (1898-1908) suelen adoptar la forma de «escenas» o cuadros
descriptivos. Por un lado, puede ser un cuadro descriptivo de la naturaleza y recuer-
dos del pasado, sobre todo de experiencias amorosas, que emplea el paisaje como
símbolo de la soledad existencial, del temor por la muerte, la nostalgia, la melanco-
lía... Por otro lado, puede tratarse de cuadros populares de breve estructura narrativa,
con personajes que vivencian experiencias parecidas a las del autor, a menudo dentro
del paisaje rural de Moguer.

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APÉNDICE C. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ Olivia Vicente

Somnolenta (Ninfeas)
Va cayendo la tarde con triste misterio...
inundados de llanto mis ojos dormidos,
al recuerdo doliente de Amores perdidos,
en la bruma diviso fatal cementerio...

El Sol muerto derrama morados fulgores


inundando de nieblas la verde espesura...
Dulce ritmo harmonioso de vaga amargura
me despierta... A mi lado se duermen las flores...

Taciturno prosigo mi senda de abrojos


y mis ojos contemplan la azul Lejanía...
Alá lejos... muy lejos... está mi Alegría,
en los míos clavando sus lívidos ojos...

¡Ah! ¡delirio! ¡delirio...! Al través de una rama


una Sombra adorada ligera se mueve:
una Sombra con cara de lirios y nieve,
que sus labios me ofrece y gimiendo me llama...

Y se aleja llorando con triste misterio.


Inundados de llanto mis ojos dormidos,
al recuerdo doliente de Amores perdidos,
tras la sombra camino al fatal cementerio...

Los sauces me llamaron... (Rimas)


Los sauces me llamaron, y no quise
decir que no a las voces de los muertos:
abrí la verja y penetré tranquilo
en el abandonado cementerio.

Lucía por Oriente la mañana


su celeste dulcísimo y sereno,
y los rayos de un sol de primavera
doraban la campiña con sus besos.

Dentro del campo santo, entre las zarzas


y los agrios rosales, unos huesos
carcomidos y oscuros se escondían
en la tierra mojada, y por el seco
y crujiente ramaje, los lagartos
se entraban en los ojos siempre abiertos
con que las calaveras, bajo lirios,
miraban melancólicas el cielo.

A lo lejos cantaban las alondras;

88 Lengua y Literatura II
Olivia Vicente C.2. ETAPA SENSITIVA

mi corazón alzó su sentimiento.

Un sepulcro caído, desde el fondo


del patio, me llamó con su misterio:
su losa de alabastro estaba rota
sobre la yerba exuberante, y dentro,
con espantosa mueca, sonreía,
cuajado de rocío, un esqueleto.

Mi alma es hermana del cielo (Arias tristes)


Mi alma es hermana del cielo
gris y de las hojas secas;
sol enfermo del otoño,
¡mátame con tu tristeza!

Los árboles del jardín


están cargados de niebla:
mi corazón busca en elos
esa novia que no encuentra;

y en el suelo frío y húmedo


me esperan las hojas secas:
¡si mi alma fuera una hoja
y se perdiera entre ellas!

El sol ha mandado un rayo


de oro viejo a la arboleda,
un rayo flotante, dulce
luz para las cosas muertas.

¡Qué ternura tiene el pobre


sol para las hojas secas!
Una tristeza infinita
vaga por todas las sendas,

lenta, antogua sinfonía


de músicas y de esencias,
algo que dora el jardín
de ensueño de primavera.

Y esa luz de ensueño y oro


que muere en las hojas secas
alumbra en mi corazón
no sé qué vagas tristezas.

b) O BRAS MODERNISTAS. A partir de 1908 y hasta 1915 su poesía se caracteriza por:

Un enriquecimiento de la métrica con el empleo de versos largos (endecasí-

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APÉNDICE C. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ Olivia Vicente

labos, alejandrinos), sonetos, serventesios y rima consonante, sin olvidarse de


poemas más sencillos como «Primavera amarilla».
El sentimentalismo: amor, tristeza, nostalgia... La inquietud por la fugacidad
de todo lo vivo le lleva a reflexionar sobre su propia muerte. Se intensifica la
espiritualidad y la tristeza. Juan Ramón Jiménez intenta crear un mundo ideal en
el que se ponen de manifiesto sus inquietudes:
• R ELIGIOSA. Por influencia de Miguel de Unamuno, compone oraciones o
quejas a modo de interrogación dirigidas a Dios.
• E RÓTICA. Algunos poemas abordan experiencias personales desde el arre-
pentimiento o la nostalgia.
• S OCIAL. Apuntando hacia lo histórico y político, mediante la denuncia de
la vulgaridad de la burguesía, se solidariza con el ser humano y se postula
contra la pobreza y la enfermedad, como así reflejan poemas como «El niño
pobre», «La carbonerilla quemada» o Platero y yo.
El simbolismo. Lo femenino aparece como símbolo de la poesía o del mundo
ideal que sueña el poeta. La rosa se identifica con la belleza externa o sensible.
La variación en los colores, con el uso destacado de la sinestesia, metáforas
coloristas y una abundante adjetivación. Pretende expresar mediante las palabras
contenidos que son sensoriales.

Otras obras de esta etapa, compuestas en Moguer, son Elejías (1908-1910), Las ho-
jas verdes (1909), Historias (1909-1912), Baladas de primavera (1910), Pastorales
(1905-1911), La soledad sonora (1911), Poemas májicos y dolientes (1911). En todas
ellas, Juan Ramón Jiménez se va alejando paulatinamente del modernismo canónico
mediante una poesía sencilla de formas y más personal: búsqueda de lo cotidiano, des-
cubrimiento del paisaje e identificación con la Naturaleza, aparición del medio rural, el
tono amable e irónico, la ternura hacia los niños, la sensibilidad hacia el dolor ajeno...
También de esta época es Platero y yo (1914), ejemplo de prosa poética que implica
un acercamiento a la naturaleza y a Andalucía.

El niño pobre (Historias)


Le han puesto al niño un vestido
absurdo, loco, ridículo;
le está largo y corto; gritos
de colores le han prendido
por todas partes. Y el niño
se mira, se toca, erguido.
Todo le hace reír al mico,
las manos en los bolsillos...
La hermana le dice -pico
de gorrión, tizos lindos
los ojos, manos y rizos
en el roto espejo-: «¡Hijo,
»pareces un niño rico!...»

90 Lengua y Literatura II
Olivia Vicente C.2. ETAPA SENSITIVA

Vibra el sol. Ronca, dormido,


el pueblo en paz. Sólo el niño
viene y va con su vestido...
viene y va con su vestido...
En la feria, están caídos
los gallardetes. Pititos
en zaguanes... Cuando el niño
entra en casa, en un suspiro
le chilla la madre: «¡Hijo»
-y él la mira calladito,
meciendo, hambriento y sumiso,
los pies en la silla-, «hijo,
»pareces un niño rico!...»
Campanas. Las cinco. Lírico
sol. Colgaduras y cirios,
Viento fragante del río.
La procesión. ¡Oh, qué idílico
rumor de platas y vidrios!
¡Relicarios con el brillo
de ocaso en su seno místico!
... El niño, entre el vocerío,
se toca, se mira... «¡Hijo»,
le dice el padre bebido
-una lágrima en el limo
del ojuelo, flor de vicio-,
«pareces un niño rico!...»
La tarde cae. Malvas de oro
endulzan la torre. Pitos
despiertos. Los farolillos,
aun los cohetes con sol vivo,
se mecen medio encendidos.
Por la plaza, de las manos,
bien lavados, trajes limpios,
con dinero y con juguetes,
vienen ya los niños ricos.
El niño se les arrima,
y, radiante y decidido,
les dice en la cara: «¡Ea,
»yo parezco un niño rico!»

Agua honda y dormida (La soledad sonora)


Agua honda y dormida, que no quieres ninguna
gloria, que has desdeñado ser fiesta y catarata;
que, cuando te acarician los ojos de la luna,
te llenas toda de pensamientos de plata...

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APÉNDICE C. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ Olivia Vicente

Agua limpia y callada del remanso doliente,


que has despreciado el brillo del triunfo sonoro;
que, cuando te penetra el sol dulce y caliente,
te llenas toda de pensamientos de oro...

Bella y profunda eres, lo mismo que mi alma;


a tu paz han venido a pensar los dolores,
y brotan, en las plácidas orillas de tu calma,
los más puros ejemplos de alas y de flores.

Primavera amarilla (Poemas májicos y dolientes)


Abril venía, lleno
todo de flores amarillas:
amarillo el arroyo,
amarillo el vallado, la colina,
el cementerio de los niños,
el huerto aquel donde el amor vivía.

El sol unjía de amarillo el mundo,


con sus luces caídas;
¡ay, por los lirios áureos,
el agua de oro, tibia;
las amarillas mariposas
sobre las rosas amarillas!

Guirnaldas amarillas escalaban


los árboles; el día
era una gracia perfumada de oro,
en un dorado despertar de vida.
Entre los huesos de los muertos,
abría Dios sus manos amarillas.

Melancolía (1912) y Laberinto (1913) muestran el camino que seguirá el poeta en


etapas posteriores.

A Antonio Machado (Laberinto)


¡Amistad verdadera, claro espejo
en donde la ilusión se mira!
... Parecen esas nubes
más bellas, más tranquilas.
Siento esta tarde, Antonio,
tu corazón entre la brisa.

La tarde huele a gloria.


Apolo inflama fraternales liras,
en un ocaso musical de oro,
como de mariposas encendidas;

92 Lengua y Literatura II
Olivia Vicente C.2. ETAPA SENSITIVA

liras plenas y puras,


de cuerdas de ascuas líquidas,
que guirnaldas de rosas inmortales
decoraran, un día.

Antonio, ¿sientes esta tarde ardiente,


mi corazón entre la brisa?

c) O BRAS DE TRANSICIÓN. Sonetos espirituales, escritos entre 1914 y 1915, y Estío


(1916) representan una poesía más depurada y sencilla, más apegada a la realidad que
la anterior.

Octubre (Sonetos espirituales)


Estaba echado yo en la tierra, enfrente
el infinito campo de Castilla,
que el otoño envolvía en la amarilla
dulzura de su claro sol poniente.

Lento, el arado, paralelamente


abría el haza oscura, y la sencilla
mano abierta dejaba la semilla
en su entraña partida honradamente.

Pensé en arrancarme el corazón y echarlo,


pleno de su sentir alto y profundo,
el ancho surco del terruño tierno,
a ver si con partirlo y con sembrarlo,
la primavera le mostraba al mundo
el árbol puro del amor eterno.

17 de julio (Estío)
Como el niño que, harto
de estudiar, pinta sueños,
sin gana y sin motivo;
hastiado, el pensamiento
va de pájaro mudo
a nube sin luz, de eco
de cámara vacía
a flor sin sentimiento...

-¿Qué humos inventaron


la palabra desierto?-

La tierra, el cielo y yo
solos.
Aburrimiento.

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APÉNDICE C. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ Olivia Vicente

C.3. Etapa intelectual


La publicación de Diario de un poeta reciencasado su-
pone un hito fundamental en su carrera y marca una nueva
etapa, la intelectual, que se desarrolla entre 1917 y 1936:

a. Se aleja del modernismo de sus obras anteriores (reduce


la adjetivación, simplifica el vocabulario y suprime la mu-
sicalidad) y se abre a las innovaciones vanguardistas:
verso libre, poemas en prosa, caos en las enumeraciones,
palabras en inglés, uso del collage1 , etc.

Figura C.1. Boda de Zenobia y b. Elimina todo lo superficial y anecdótico para primar la
Juan Ramón concentración conceptual y emotiva.
Fuente: Wikipedia
c. El tema por excelencia es la creación literaria y el poe-
ta se erige como dios-creador de un nuevo universo, el
poema.

El destino (Diario de un poeta reciencasado)


Clavo débil, clavo fuerte...
Alma mía, ¡qué más da!
Fuera cual fuera la suerte,
el cuadro se caerá.

En esa búsqueda por la trascendencia, en ese deseo de sal-


varse ante la muerte, se esfuerza por alcanzar la eternidad
y eso solo puede conseguirlo a través de la belleza, a la
que le conducirá la depuración poética. La eliminación de
la anécdota conduce a la esencialidad, a intentar explicar
lo inefable como intentaron los místicos Teresa de Jesús
y Juan de la Cruz.

d. Sustituye con el presente a las evocaciones del pasado,


incluso aborda la relación de pareja con Zenobia Cam-
prubí.

e. El escenario poético cambia:

El cielo y el mar son símbolos que representan la Naturaleza concebida de forma


panteísta2 y sugieren la unidad, la armonía, la plenitud, el orden del universo. El
descubrimiento del mar como elemento poético surge en su viaje a América y
tambien simboliza la vida, la soledad, el eterno tiempo presente.
1
Textos publicitarios (anuncios, letreros...) que se pegan al poema.
2
El panteísmo, sedún el DLE, es un «Sistema filosófico de quienes creen que la totalidad del universo es
el único Dios».

94 Lengua y Literatura II
Olivia Vicente C.3. ETAPA INTELECTUAL

El mar (Diario de un poeta reciencasado)


En ti estás todo, mar, y sin embargo,
¡qué sin ti estás, qué solo,
qué lejos, siempre, de ti mismo!

Abierto en mil heridas, cada instante,


cual mi frente,
tus olas van, como mis pensamientos,
y vienen, van y vienen,
besándose, apartándose,
con un eterno conocerse,
mar, y desconocerse.

Eres tú, y no lo sabes,


tu corazón te late y no lo sientes...
¡Qué plenitud de soledad, mar solo!

Otro símbolo, la ciudad moderna, encarna la alienación: estaciones, taxis, me-


tros, tranvías, rascacielos, muelles, barcos, sufragistas, afroamericanos... Un ejem-
plo lo encontramos en el poema en prosa «Pesadilla de olores»3

f. En cuanto a la métrica, elige los poemas muy breves de


verso corto, verso libre o poemas en prosa.

g. Se sirve del ansia de belleza para contactar con lo eterno,


lo profundo, lo puro, lo esencial.

La influencia de José Ortega y Gasset es clara en esta época, ya que la poesía de Juan
Ramón Jiménez se dirige hacia la poesía «desnuda» y el vitalismo poético4 . Experimenta
con los temas y las formas (verso libre y poemas en prosa) abriendo el camino a una nueva
corriente poética que será explotada por la generación del 27. Además de Diario de un
poeta reciencasado, pertenecen a esta etapa:

Eternidades, 1918.

Piedra y Cielo, 1919. Intensifica la creación de una poesía pura, esquemática, en la


que se concibe al poeta como una especie de dios-creador.

La estación total, 1946. Recoge los últimos poemas escritos en España, de 1923 a
1936, y abunda en el tema del poeta como dios-creador. Publicada en Buenos Aires,
se basa en el concepto de conciencia para que el yo poético pueda escapar de los
límites del espacio y del tiempo impuestos por la muerte. No se trata de buscar una
respuesta en la fe religiosa sino en la idea de que existe una conciencia universal
que otorga sentido al ser humano. Por tanto, resulta necesario suprimir el devenir
histórico, la anécdota, para crear un nuevo paraíso carente de historia.
3
Federico García Lorca ahondara en la alienación de las grandes ciudades años después con su Poeta en
Nueva York.
4
Para Ortega y Gasset, el centro del pensamiento debe ser la vida humana.

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APÉNDICE C. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ Olivia Vicente

Figura C.2. Diario de un poeta reciencasado, 1917

C.4. Etapa suficiente o verdadera


La última etapa, verdadera o suficiente, recoge todo lo escrito durante su exilio
americano, a partir de 1936 y hasta su muerte, en 1958. De hecho, La estación total po-
dría considerarse dentro de este periodo, ya que las obras posteriores acentúan su carácter
metafísico. Se trata de una poesía cada vez más esencial y desnuda y, por eso, cada vez
más difícil al estar el contenido concentrado al máximo y al usar símbolos cada vez más
difíciles de comprender.

a. La poesía se hace cada vez más compleja y metafísica.

b. Los temas presentes son la poesía, Dios y la eternidad.

c. Continúa su búsqueda de la belleza y la perfección y su ansia por la trascendencia.

d. La identificación con Dios será total, un dios que está dentro de cada cual, que habita
el interior del hombre. Juan Ramón Jiménez se considera el «dios» de su obra al ha-
berla creado, un dios externo e interno a la vez, un dios que existe dentro y fuera de él.
Por eso, Dios destaca como el tema predominante y se identifica con la Naturaleza, la

96 Lengua y Literatura II
Olivia Vicente C.4. ETAPA SUFICIENTE O VERDADERA

Perfección y la Belleza. Es un dios creado por el poeta para un mundo poético que él
mismo ha creado5 .

Las obras de esta etapa son Animal de fondo (1946), En el otro costado y Dios deseado
y deseante (1948-1949):

En Animal de fondo el poeta busca un dios que se encuentra en él mismo, en su


obra, y que es causa y fin de la belleza.

En el otro costado recoge los poemas que escribió entre 1936 y 1942 y fue publi-
cado parcialmente en vida del autor. Incluye el poema extenso en prosa Espacio
(1954), donde Juan Ramón Jiménez aborda los conceptos claves de esta etapa poé-
tica (unidad del todo, visión panteísta de la realidad, conciencia del poeta como
Dios que da sentido al mundo...) a través de la evocación del pasado (recuerdos y
obras).

Espacio (fragmento)
[...] Para acordarme de por qué he vivido,
vengo a ti, río Hudson de mi mar.
Dulce como esta luz era el amor...
Y por debajo de Washington Bridge
(el puente más con más de esta New York)
pasa el campo amarillo de mi infancia.
Infancia, niño vuelvo a ser y soy,
perdido, tan mayor, en lo más grande.
Leyenda inesperada:
dulce como la luz es el amor,
y esta New York es igual que Moguer,
es igual que Sevilla y que Madrid.
Puede el viento, en la esquina de Broadway,
como en la esquina de las Pulmonías
de mi calle Rascón, conmigo, y tengo
la puerta donde vivo, con sol dentro.
Dulce como este sol era el amor.
Me encontré al instalado, le reí,
y me subí al rincón provisional,
otra vez, de mi soledad y mi silencio,
tan igual en mi piso 9 y sol,
al cuarto bajo de mi calle y cielo.
Dulce como este sol es el amor. [...]

Dios deseado y deseante6 presenta al poeta plenamente identificado con Dios, un


dios que se identifica con la Naturaleza y con la Belleza y que nada tiene que ver
con el cristiano.
5
No se trata por tanto de un concepto religioso, sino de un concepto artístico.
6
La primera parte del libro se publicó previamente, en 1946, bajo el nombre Animal de fondo.

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APÉNDICE C. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ Olivia Vicente

La transparencia, Dios, la transparencia (Dios deseado y deseante)


Dios del venir, te siento entre mis manos,
aquí estás enredado conmigo, en lucha hermosa
de amor, lo mismo
que un fuego con su aire.

No eres mi redentor, ni eres mi ejemplo,


ni mi padre, ni mi hijo, ni mi hermano;
eres igual y uno, eres distinto y todo;
eres dios de lo hermoso conseguido,
conciencia mía de lo hermoso.

Yo nada tengo que purgar.


Toda mi impedimenta
no es sino fundación para este hoy
en que, al fin, te deseo;
porque estás ya a mi lado
en mi eléctrica zona,
como está en el amor el amor lleno.

Tú, esencia, eres conciencia; mi conciencia


y la de otros, la de todos
con la forma suma de conciencia;
que la esencia es lo sumo,
es la forma suprema conseguible,
y tu esencia está en mí, como mi forma.

Todos mis moldes, llenos


estuvieron de ti; pero tú, ahora,
no tienes molde, estás sin molde; eres la gracia
que no admite sostén,
que no admite corona,
que corona y sostiene siendo ingrave.

Eres la gracia libre,


la gloria del gustar, la eterna simpatía,
el gozo del temblor, la luminaria
del clariver, el fondo del amor,
el horizonte que no quita nada;
la transparencia, dios la transparencia,
el uno al fin, dios ahora sólito en el uno mío,
en el mundo que yo por ti y para ti he creado.

A través de las diferentes etapas, Juan Ramón Jiménez se convierte en el mayor reno-
vador de la lírica española del siglo XX, ya que facilitó la aparición de las vanguardias
y de la generación del 27 al acercar a España la obra de los poetas extranjeros más in-
novadores (T.S. Eliot, Paul Valery, etc.). Pero su concepto elitista e íntimo de la poesía,

98 Lengua y Literatura II
Olivia Vicente C.5. PREGUNTAS PARA EL EXAMEN

dirigida «a la inmensa minoría», le atrajo la crítica y el distanciamiento de autores más


comprometidos con lo humano, como Pablo Neruda, que abogaron posteriormente por la
«rehumanización» del arte. En conclusión, Juan Ramón sentó las bases de nuestra poesía
contemporánea.

C.5. Preguntas para el examen


A continuación, se muestran ejemplos de posibles preguntas sobre la lectura. Las res-
puestas de estas preguntas serán siempre de DESARROLLO. Por tanto, la explicación
breve (en escasas líneas) y sin razonamientos (argumentos probados mediante ejemplos)
será evaluada con 0 puntos.
a. Explica la evolución de la poesía juanramoniana desde sus comienzos hasta el logro
de la esencialidad en su última etapa.
b. ¿Qué es Dios para Juan Ramón Jiménez?
c. ¿Por qué resulta determinante para Juan Ramón Jiménez la composición de Diario de
un poeta reciencasado?
d. (A partir de uno o varios poemas) ¿Cómo trata el autor la muerte?
e. (A partir de un poema) Realiza un análisis estilístico, métrico y temático del poema.
Justifica por qué pertenece a la etapa sensitiva, intelectual o suficiente.
f. Lee atentamente el poema y luego responde a esta pregunta: ¿cómo aparecen reflejados
poéticamente el panteísmo y el vitalistmo?

Todos vamos, tranquilos, trabajando (Dios deseado y deseante)


Todos vamos, tranquilos, trabajando:
el maquinista, fogueando; el vijilante,
datando; el timonel, guiando;
el pintor, pintando; el radiotelegrafista,
escucheando; el carpintero, martillando;
el capitán, dictando; la mujer,
cuidando, suspirando, palpitando.

... Y yo, dios deseante, deseando;


yo que te estoy llenando, en amoroso
llenar, en última conciencia mía,
como el sol o la luna, dios,
de un mundo todo uno para todos.
g. (A partir de uno o varios poemas) Explica el significado de los símbolos mar, cielo,
rosa, mujer, ciudad.
h. Ahora que ya hemos estudiado a Antonio Machado y a Juan Ramón Jiménez, ¿serías
capaz de explicar las similitudes y diferencias entre ambos autores y sus obras?

99
APÉNDICE C. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ Olivia Vicente

i. ...

Como hemos dicho anteriormente, estas preguntas son ejemplos. Por lo tanto, pueden
aparecer otras cuestiones en el examen referidas a los temas, la composición, etc.

100 Lengua y Literatura II


9 Novecentismo y vanguardias

Actividades complementarias

Desarrollo

Enunciado
Lea los siguientes textos de Juan Ramón Jiménez y responda a las preguntas que se
plantean.

Texto 1
Etapa sensitiva: la belleza exterior: la sensación de belleza y la belleza de las
sensaciones

«Domingo de primavera»
Un pájaro en la lírica calma del mediodía,
canta bajo los mármoles del palacio sonoro;
sueña el sol vivos fuegos en la cristalería,
en la fuente abre el agua su cantinela de oro.

Es una fiesta clara con eco cristalino;


en el mármol, el pájaro; las rosas, en la fuente;
¡garganta fresca y dura; azul, dulce, arjentino
temblar, sobre la flor satinada y reciente!

En un ensueño real, voy, colmado de gracia,


soñando, sonriendo, por las radiantes losas,
henchida el alma de la pura aristocracia
de la fuente, del pájaro, de la luz, de las rosas...

La soledad sonora (1908)

© Mcgraw-Hill Education 1-1


Lengua castellana y Literatura. 2° de Bachillerato
9 Novecentismo y vanguardias

[Versión de la Segunda antología poética, 1922]

Nota: arjentino: con la peculiar ortografía juanramoniana, argentino (aquí, que suena como la plata o de
manera semejante)

Actividades

1. Localice el texto, señale su tema, distinga su estructura.


2. Analice el lenguaje poético.
3. Valoración personal.

Texto 2
Etapa intelectual: la belleza interior, la concepción intelectual de la belleza

«¡No estás en ti, belleza innúmera…!»

¡No estás en ti, belleza innúmera,


que con tu fin me tientas, infinita,
a un sinfín de deleites!
¡Estás en mí, que te penetro
hasta el fondo, anhelando, cada instante,
traspasar los nadires más ocultos!
¡Estás en mí, que tengo
en mi pecho la aurora
y en mi espalda el poniente
—quemándome, trasparentándome
en una sola llama—; estás en mí, que te entro
en tu cuerpo mi alma
insaciable y eterna!

Piedra y cielo, 1919

© Mcgraw-Hill Education 2-1


Lengua castellana y Literatura. 2° de Bachillerato
9 Novecentismo y vanguardias

Actividades

1. ¿Dónde radica la belleza según Juan Ramón Jiménez? ¿Cómo se produce la fusión con la
belleza y qué tipo de alusiones realiza el poeta para expresar esa fusión? ¿La belleza sigue
estando asociada a lo sensorial o es ya un concepto puramente intelectual?

Texto 3
Etapa suficiente o verdadera: la belleza única, Dios o mi conciencia

«La transparencia, Dios, la transparencia»

Dios del venir, te siento entre mis manos,


aquí estás, enredado conmigo, en lucha hermosa
de amor, lo mismo
que un fuego con su aire.
No eres mi redentor, ni eres mi ejemplo,
ni mi padre, ni mi hijo, ni mi hermano,
eres igual y uno, eres distinto y todo,
eres dios de lo hermoso conseguido,
conciencia mía de lo hermoso.
Yo nada tengo que purgar.
Toda mi impedimenta,
no es sino fundación para este hoy
en que, al fin, te deseo:
porque estás ya a mi lado,
en mi eléctrica zona,
como está en el amor el amor lleno.

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Lengua castellana y Literatura. 2° de Bachillerato
9 Novecentismo y vanguardias

Tú, esencia, eres conciencia; mi conciencia


y la de otros, la de todos,
con forma suma de conciencia;
que la esencia es lo sumo,
es la forma suprema conseguible,
y tu esencia está en mí como mi forma.
Todos mis moldes, llenos
estuvieron de ti; pero tú ahora, no tienes molde, estás sin molde; eres la gracia
que no admite sostén,
que no admite corona,
que corona y sostiene siendo ingrave.
Eres la gracia libre,
la gloria del gustar, la eterna simpatía,
el gozo del temblor, la luminaria
del clariver, el fondo del amor,
el horizonte que no quita nada;
la trasparencia, dios, la trasparencia,
el uno al fin, dios ahora sólito en lo uno mío,
en el mundo que yo por ti y para ti he creado.

Dios deseado y deseante (1948-1952)

Actividades

1. Este es el poema que abre Dios deseado y deseante. En él Juan Ramón Jiménez
presenta su concepción de «dios». ¿Cómo debemos, pues, entender a ese dios
juanramoniano de su tercera etapa?

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Lengua castellana y Literatura. 2° de Bachillerato

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