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INTERPONE REPOSICIÓN Y APELACIÓN EN SUBSIDIO

Sr. Juez,
Daniel Eduardo Roca, por la participación que tengo acordada en estos
autos caratulados: “DIAZ, Julio Alberto c/MUSIMUNDO y otro –
Abreviado”,(Expte. 6307333) ante V.S. comparezco y digo:
Que en tiempo y forma y por las razones que seguidamente expongo,
vengo a interponer formal Recurso de Reposición y Apelación en Subsidio en
contra del decreto de fecha 13/10/2022.
I) Que el auto dictado por V.S. con fecha 26/09/2022, de manera
incontrovertible, dictamina que los honorarios de Ejecución de Sentencia
ascienden a la suma de $ 203.476,15.
Que el decreto ahora atacado, amén de contrariar la propia decisión del
Tribunal previamente ordenada, echa por tierra los fundamentos más básicos de
cualquier ordenamiento jurídico:
En efecto, en primer lugar, contraria los principios de seguridad jurídica y
cosa juzgada, el derecho adquirido y, fundamentalmente el derecho de
propiedad, (constitucionalmente protegido) por cuanto desconoce el efecto más
esencial del acto jurídico denominado pago, cual es el de la extinción de la
obligación. Explicamos: el decreto censurado va mucho más allá de lo que
avanzó el auto n°441, ya que no se limita a practicar algunas correcciones
numéricas de cálculos que afirma haber sido mal realizados, sino que resucita
una obligación absolutamente extinta por haberse ya concretizado el pago de la
manera y por los montos en los que fue realizado. (art. 865 CCyC: Pago es el
cumplimiento de la prestación que constituye el objeto de la obligación”). Si se pagó
una cifra X (es decir, se cumplió con lo que era el objeto de la obligación), ese
acto, al extinguir el débito, otorga al deudor el derecho a considerarse liberado
de su obligación, pero, al mismo tiempo, genera en el acreedor, la seguridad
jurídica de que ese monto recibido, no habrá de ser cuestionado más adelante,
ni reducido en sus cantidades por las razones que se pudiese alegar. En todo
caso, si se pagó por error, el derecho a invocar tal circunstancia le compete, con
absoluta exclusividad al deudor, quien deberá proceder conforme a lo normado
para la repetición de lo indebido (art. 1796 del CCyC), no pudiendo ningún
tribunal de la República arrogarse esa competencia.
II) Paralelamente, el decreto de referencia, bajo la justificativa de
existencia de un “sobregiro precedente”, practica una curiosa e ilegítima
compensación de oficio, derecho este que, también naturalmente, solo podría
ser ejercido por el interesado. Así lo señala, con su portentosa autoridad
intelectual, Dn. Manuel Albaladejo: “Pues como quiera que la compensación no
puede apreciarse de oficio por el Juez, sino que ha de ser alegada, el hacerla
valer, depende, en definitiva, de la voluntad del interesado, que puede no
invocarla o renunciarla expresamente.” (Derecho de Obligaciones, Volumen
Primero. Barcelona: Bosch, 1977, p. 311). Idénticamente: “La compensación no
podrá ser declarada de oficio, sino que tiene que ser alegada por una de las
partes…se trata de una facultad que defiende un interés puramente privado.”
Lete del Rio, Derecho de Obligaciones, Madrid:Tecnos, p. 230); y también: “La
compensación no es institución de orden público y quien tiene interés en ella
puede renunciarla.” (Giorgio Giorgi: Teoría de las Obligaciones, Vol. 9, Madrid:
Tecnos, p.49.
Nuestra legislación no deja margen a dudas. Así lo señala el art. 924: “Una
vez opuesta…”, lo cual deja a las claras que “es imprescindible que sea alegada
por el reclamado, ya que rige en plenitud una regla de libertad que impide
imponer una compensación a quien no la desea.” Código Civil y Comercial
Comentado. Alterini. Tomo comentado por Trigo Represas y Compagnucci de
Caso, p. 631. En el mismo sentido: PIZARRO, Ramón; VALLESPINOS, Carlos.
Instituciones de derecho privado. Obligaciones, Hammurabi, Buenos Aires,
1999, tomo III, p. 536, y también: “Esta disposición está en armonía con la
posibilidad que tienen las partes de renunciar a la compensación. En tanto no es
materia de orden público, los jueces no pueden declararla de oficio.” (Código
Civil y Comercial Comentado, Herrera, Caramelo y Picasso, Tomo III, p. 282)
III) Pero, más allá de lo precedentemente apuntado, naturalmente, la
exigencia sin qua non de la compensación es la existencia actual de dos
obligaciones, precisamente, para que se puedan generar las recíprocas
condiciones de deudor y acreedor que, como ya señalamos, en el presente caso
no se presenta, por cuanto la deuda referida por el decreto ya había sido extinta.
Así lo expresaba de modo absolutamente transparente el código de Vélez: “Para
que se verifique la compensación, es preciso… que ambas deudas sean
subsistentes civilmente…” (art. 819, hoy contenido en el art. 923).
IV) Finalmente, aún cuando las dos obligaciones existiesen, tampoco se
habría cumplido con todos los requisitos exigidos por el art. 923 del CCyC ya que
las obligaciones deben ser exigibles, es decir, encontrarse “en estado de
cumplimiento”. Dicho de otro modo: “Los créditos recíprocos que se pretende
compensar deben ser exigibles. Esto significa que cada uno de los acreedores
debe tener la potestad inmediata de accionar judicialmente para reclamarlos”.
(Código Civil y Comercial Comentado, Herrera, Caramelo y Picasso, Tomo III, p.
280). En esa inteligencia, naturalmente, no puede considerarse exigible una
deuda nacida de un decreto que no se encuentra firme aún, y, por tanto, no existe
la posibilidad inmediata de accionarla judicialmente.
V) Por las razones señaladas, ratificamos que debe darse cumplimiento a
lo ordenado por V.S. como honorarios de Ejecución de Sentencia la cifra
consignada en el auto de fecha 26/09/2022, es decir la suma de $ 203.476,15.
VI) Al mismo tiempo, señalamos la necesidad de obrar en concordancia
con las circunstancias de incontrolable inflación que padece el país. En ese
sentido, destacamos que los honorarios fijados en el auto de referencia del
26/09, al día del libramiento de la orden de pago ya ascendían a la suma de
$214.504, 07, es decir que el saldo restante, al ritmo previsible de inflación,
debería incluir un 6% mas que resultará (mínimamente) al tiempo de su efectivo
pago. Por esa razón, solicito, a los fines de concluir definitivamente con el
presente pleito, se trabe embargo en la forma solicitada por la suma de $
130.169,00 (214.504 – 91.703=122.801 + 6%= 130.169,00).
VI) Finalmente, debo señalar mi expresa renuncia a la suma de
$42.730,00 en concepto de IVA, ordenada pagar por el referido auto n° 441 por
no corresponder en virtud de mi condición de no inscripto ya denunciada.
Por las razones expresadas, a V.S. solicito haga lugar a la Reposición
solicitada revocando por contrario imperio el decreto de referencia.
Al mismo tiempo, libre el oficio de embargo solicitado por la suma faltante
de $ 130.169,00.
Me tenga por renunciado a la suma referida en concepto de IVA.
Subsidiariamente, conceda el recurso de apelación interpuesto.
SERÁ JUSTICIA.

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