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SALA DE CASACIÓN CIVIL

Exp. 2008-000345
 
Magistrado Ponente: CARLOS OBERTO VÉLEZ
 
         En el procedimiento de oferta real de pago seguido ante el Juzgado

Segundo de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción

Judicial del estado Barinas, por las sociedades de comercio que se

distinguen con las denominaciones mercantiles PROYECTOS Y

CONSTRUCCIONES, C.C.M., e INGENIERÍA y CONSTRUCCIONES

DE VENEZUELA (I.C.V), C.A., representada judicialmente por los

profesionales del derecho Alba Marina Rondón de Roa, a favor de CASA

PROPIA ENTIDAD DE AHORRO y PRÉSTAMO, C.A. , patrocinada por

los abogados en ejercicio de su profesión Cesar Igor Brito D’ Apollo y Julio

Cesar Zambrano Contreras; el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del

Tránsito y de Protección del Niño y del Adolescente de la misma

Circunscripción Judicial, conociendo en competencia funcional jerárquica

vertical, en fecha 8 de abril de 2008, dictó decisión mediante la cual declaró

sin lugar el recurso procesal de apelación interpuesto por la oferida, válida


la oferta real y el depósito y confirmó la decisión apelada, proferida en

fecha 20 de noviembre de 2007 por el a quo, que declaró igualmente válido

la oferta y el depósito, condenando a la oferida  al pago de las costas

procesales.

Contra la preindicada sentencia, la empresa Casa Propia Entidad de

Ahorro y Préstamo, C.A anunció recurso de casación, el cual fue admitido y

formalizado. No hubo impugnación.

Concluida la sustanciación del recurso de casación, la Sala pasa a

dictar su máxima decisión procesal bajo la ponencia del Magistrado que

con tal carácter la suscribe , lo cual hace previas las siguientes

consideraciones:

RECURSO POR INFRACCIÓN DE LEY

I
 

Con fundamento en el ordinal 2º) del artículo 313 del Código de

Procedimiento Civil se denuncia la infracción del artículo 1.306 del Código

Civil, por error de interpretación y el artículo 1.167 eiusdem por falta de

aplicación.

Para apoyar su delación el formalizante alega:

“…el sentenciador al seleccionar la norma jurídica (Artículo


1306 del Código de Civil) le atribuyó un alcance y contenido
distinto al contemplado en ella. En efecto, el dispositivo sustantivo
denunciado como infringido establece.
(…Omissis…)
Ahora bien, toda deuda presupone un pago y con la
dispocisión transcrita nuestro Legislador le garantiza al
deudor su extinción, cuando el acreedor se niega a recibir el
pago o cuando al deudor le sea imposible materialmente
efectuar dicho pago por otros medios; pero conforme al
Artículo 1306 del Código Civil, se requiere que para que
la oferta real sea procedente y por ende válida, que el
acreedor se rehúse a recibir el pago; esto es, debe existir
la obligación por partir por parte (Sic) del oferido de
recibir el pago y que con respecto a esa obligación el
acreedor incurra en mora; es decir, la utilización de la vía
de oferta real supone la existencia de una mora accipiendi .
(…Omissis…)
Por lo expuesto resulta imperativo concluir que la recurrida
interpretó erróneamente al Articulo 1306 del Código
Civil, al negar que esa norma condiciona la procedencia y
consecuencial validez de la oferta real a la existencia de la
mora del acreedor ; mas aun cuando de la propia
transcripción parcial de la sentencia objeto del recurso; se
desprende que la recurrida deja constancia de la
afirmación de hecho realizada por las oferentes en el
escrito contentivo de las solicitud de oferta real instada la
cual es del tenor siguiente: “…mis representadas venían
cumpliendo a cabalidad con el pago de sus cuotas
establecidas, pero es el caso que dichas Empresas
constructoras, trabajan con obras del Gobierno Nacional y
Regional, los cuales en oportunidades se atrasan en el
cumplimiento pagos, trayendo como consecuencia que no
pudieron cumplir con los vencimientos fijados …”( sic)
(cursivas, resaltado y subrayado nuestro); afirmación de
hecho que delimita la controversia y que por ser un HECHO
ADMITIDO, deja claro QUE EN EL PRESENTE CASO NO
EXISTÍA MORA DEL ACREEDOR; ENTENDIDA ESTA
COMO LA INERCIA Ó LA NEGATIVA CAPRICHOSA DE
LA PARTE OFERIDA DE RECIBIR EL PAGO; POR EL
CONTRARIO LAS OFERENTES ADMITIERON EL
INCUMPLIMIENTO CULPOSO DE LAS OBLIGACIONES
CONTENIDAS EN LOS CUATRO CONTRATOS
BANCARIOS Y QUE CON ANTELACIÓN A LA
INSTAURACIÓN DE LA OFERTA REAL HABlAN
INCURRIDO EN MORA EN EL PAGO PUNTUAL DE LAS
CUOTAS ESTABLECIDAS EN LAS CUATRO
CONVENCIONES; ATRIBUYÉNDOLE A TERCEROS
(EJECUTIVO NACIONAL Y GOBERNACIÓN DE
BARINAS) Y NO A LA INERCIA Ó A UNA CONDUCTA
OMISIVA y CAPRICHOSA DE NUESTRA
PATROCINADA . LA IMPOSIBILIDAD DE LAS
OFERENTES DE SATISFACER LAS OBLIGACIONES
TAL y COMO FUERON CONTRAIDAS ; NO SIENDO EL
MECANISMO DE LA OFERTA REAL UN MEDIO
IDÓNEO PARA LOGRAR EL CUMPLIMIENTO
FORZOSO DE UNA CONVENCIÓN INCUMPLIDA ; TODO
COADYUVADO A LA CIRCUNSTANCIA QUE ESE
HECHO ADMITIDO (INCUMPLIMIENTO CULPOSO DE
LA OBLIGACIÓN) FACULTA AL ACREEDOR
CONFORME AL ARTÍCULO 1167 DEL CÓDIGO CIVIL
A ELEGIR ENTRE DOS TIPOS DE ACCIONES : LA DE
CUMPLIMIENTO Ó LA DE RESOLUCIÓN (LA CUAL EN
EL CASO DE LOS CONTRATOS DE VENTA CON
RESERVA DE DOMINIO, SU OBJETO SERÍA EL BIEN
MUEBLE SOBRE EL CUAL VERSA LA CONVENCIÓN Y
NO LA CANTIDAD DE DINERO ADEUDADA POR EL
PRESTATARIO MOROSO); FACULTAD QUE SERÍA
NUGATORIA. SÍ EL MECANISMO DE LA OFERTA
REAL PUDIESE SER UTILIZADA ARBITRARIAMENTE
POR EL DEUDOR MOROSO, SIN TOMAR EN CUENTA
EL REQUISITO DE PROCEDENCIA Y
CONSECUENCIAL VALIDEZ PRECEPTUADO EN EL
ARTÍCULO 1306 DEL CÓDIGO CIVIL, COMO
ERRÓNEAMENTE INTERPRETÓ LA RECURRIDA; LO
CUAL TUVO COMO CONSECUENCIA QUE SE LE
NEGÓ APLICACIÓN Y VIGENCIA AL ARTÍCULO 1167
DEL CÓDIGO CIVIL .
(…Omissis…)
PUES SE PRIVÓ A NUESTRA PATROCINADA DE
ELEGIR E INSTAR CUALQUIERA DE LAS ACCIONES
EN EL PRECEPTUADAS …”(Mayúscula, Negrillas y
subrayado del texto).
 
Acusa el recurrente que el juez superior al haberle permitido al

deudor, que incluso había reconocido su morosidad, dar cumplimiento al

pago mediante la oferta real y el depósito, erró en la interpretación del

artículo 1.306 del Código Civil, que lo que establece es que a la negativa

del acreedor de recibir un pago oportunamente realizado, podrá el deudor

liberarse de la obligación mediante el procedimiento de la oferta real;

asimismo, denuncia que debido a la conducta referida el ad quem privó al


acreedor de ejercer las acciones legales a que tenía derecho debido al

incumplimiento de su deudor, conducta que lo convirtió en infractor, por

falta de aplicación, del artículo 1.167 del Código Civil.

Para decidir, la Sala observa:

La errónea interpretación de una norma jurídica se produce, según lo

tiene establecido la doctrina jurisprudencial de este Alto Tribunal, en los

supuestos en los que el jurisdicente aun escogiendo acertadamente la norma

legal, hace derivar de ella consecuencias no previstas en su preceptiva, vale

decir, que el hecho controvertido coincide o es subsumible en   el supuesto

fáctico que ella prevé, no obstante al realizar su interpretación , el juez

equivoca su alcance.

El artículo 1.306 del Código Civil, prevé, tal como lo afirma el

recurrente, la posibilidad de liberación de una obligación mediante la oferta

real y el depósito, en lo casos en que el acreedor manifieste su no

aceptación del pago.

Ahora bien, la delación bajo análisis expresa que en el presente la

oferida aceptó que había incurrido en mora en razón de que, a su vez,

obligaciones asumidas a su favor por negociaciones realizadas con

entidades gubernamentales a nivel nacional y regional, también fueron

incumplidas, así que, en opinión del recurrente, luego de esta aceptación no

resulta procedente ni válida la oferta real como medio de honrar una deuda,

pues, en este caso no existió la mora del acreedor, la que no podría haberse

producido en razón del incumplimiento reconocido del deudor.


La recurrida en casación, respecto al requisito de que se hubiese

conformado la mora del acreedor, expresó:

“…Ahora bien, en el presente caso los límites de la


controversia se encuentre circunscritos al hecho que la
empresa oferida se negó a recibir el pago de las obligaciones
adeudadas y bloqueó las cuentas de los oferentes, negándose
incluso la acreedora a conceder audiencia.
Por su parte, la oferida Casa Propia, Entidad de Ahorro y
Préstamo, C.A., invocaron la inexistencia de mora del
acreedor, alegando además que la oferta no cumple con los
requisitos establecidos en los ordinales 3, 4, 5 y 6 del
artículo 1.307 del Código Civil; Adujeron el incumplimiento
culposo de las oferentes y que las mismas en ningún
momento consignaron cantidad alguna para cancelar los
gastos líquidos e ilíquidos a la reserva por cualquier
suplemento.
En la solicitud interpuesta, se ofrecieron ciertas cantidades
de dinero, en las que manifestó estar incluidos los intereses
ordinarios y de mora calculados por la entidad bancaria
oferida, tal y como se desprende de los estados de cuenta
valorados en el presente caso. En este procedimiento, tal y
como se evidencia de las actas levantadas por el Tribunal "A
Quo" en la sede de la empresa oferida, se pasó a la fase o
etapa contenciosa, en virtud, que la oferida no aceptó la
oferta realizada.
La oferta aquí formulada, fue fundamentada en el hecho de
que las empresas deudoras (oferentes) quieren obtener la
liberación de las obligaciones que ambas contrajeron con:
Casa Propia Entidad de Ahorro y Préstamo, C.A. (Oferida),
quien según afirman se negó a recibir el pago y bloqueó las
cuentas que las oferentes tenían en esa institución, negándose
la acreedora a concederle una audiencia…”(Negrillas del
texto).
 
Ahora bien, en razón de la que se analiza es una denuncia por

infracción de ley y el no haberse fundamentado la misma en el artículo 320

del Código de Procedimiento Civil, inhabilita a esta Máxima Jurisdicción

Civil para descender a las actas procesales y, por vía de consecuencia, debe
circunscribirse a lo establecido por la recurrida y de la trascripción

realizada supra se colige que, efectivamente, el acreedor estaba en mora

dada la imposibilidad del deudor de realizar los depósitos destinados a

cumplir con el pago en razón de la presunta orden emanada de la oferida de

bloqueo de las cuentas en las que se debía efectuar los referidos pagos.

En atención a la denuncia de falta de aplicación del artículo 1.167 del

Código Civil, advierte esta Sala que dicha norma establece las acciones que

pueden ejercerse en los casos de incumplimiento de alguna de las partes del

compromiso asumido mediante un contrato bilateral, al respecto se observa

que por el sólo dicho del formalizante y sin demostración de que,

efectivamente, el ad quem le hubiese impedido el ejercicio de las acciones

que estimare procedentes, no se configura por parte de éste infracción

alguna de la norma denunciada, la cual, en razón a la preceptiva que

contiene, tampoco tenía el juez superior deber de aplicarla.

Con base a los anteriores razonamientos la Sala concluye que no

incurrió el ad quem en la errónea interpretación del artículo 1.306 del

Código Civil así como tampoco faltó a la aplicación del artículo 1.167

eiusdem, lo que por vía de consecuencia, conlleva a declarar la

improcedencia de la presente denuncia. Así se decide.

II

Con fundamento en el ordinal 2°) del artículo 313 del Código de

Procedimiento Civil, denuncia el formalizante la infracción de los ordinales

3, 4, 5 Y 6 del artículo 1.307 del Código Civil, por errónea interpretación,

lo que hace bajo los siguientes alegatos:


“…la recurrida reconoció la existencia y validez de la
norma apropiada al caso (Ordinales 3, 4, 5 y 6 del
Artículo 1307 del Código Civil), pero se equivocó en la
determinación de su verdadero alcance general   y
abstracto, haciendo derivar consecuencias que no resultan
de su contenido.
(…Omissis…)
Ahora bien, tenemos que del establecimiento
de los hechos realizados por la Alzada y que se evidencian de
la transcripción parcial de la sentencia objeto del recurso , se
observa que él juez de la recurrida deja constancia
expresa que la Oferta Real de Pago instada cumple con los
requisitos establecidos en los Ordinales 4 y 5 del Artículo
1307 del Código Civil, afirmando que las oferentes habían
entrado en mora en el cumplimiento de sus obligaciones y
por ende habían perdido beneficio del plazo, lo cual traía
como consecuencia que las solicitantes estaban obligadas a
pagar las deudas de manera inmediata ; razón por la cual,
no cabe duda que interpreta de manera errónea lo
dispuesto por el legislador en los Ordinales 4 y 5 del
Artículo 1307 del Código Civil, pues lo Que realmente el
Legislador estableció como requisitos en los citados
ordinales, es que para que el ofrecimiento sea válido, es
necesario que el plazo este vencido (en el caso de que este
se hubiese estipulado a favor del acreedor) y la
verificación del cumplimiento de la condición bajo la cual
se contrajo la deuda . La equivocación en la determinación
del verdadero alcance la norma infringida, tuvo como
resultado que el Tribunal de Alzada confundiera la
consecuencia del incumplimiento culposo de las
solicitantes (la pérdida del beneficio del plazo por parte
de las oferentes) con la verificación de la condición bajo la
cual fue contraída la obligación y con el vencimiento del
plazo; no obstante constatar que en el presente caso, el
beneficio de plazo fue fijado a favor de las deudoras ;
haciendo mención especial de la circunstancia de que la
EXISTENCIA DE LA MORA SOLVENDI y SUS
CONSECUENCIAS NO ESTAN CONTEMPLADOS COMO
REQUISITOS EN LOS ORDINALES 4 y 5 DEL ARTÍCULO
1307 DEL CÓDIGO CIVIL, PARA QUE EL
OFRECIMIENTO REAL SEA VÁLIDO; POR EL
CONTRARIO, ELLO PRECISAMENTE ES LO QUE SE
TRATARÍA DE EVITAR Ó INCURRIR, MEDIANTE LA
UTILIZACIÓN DE ESA VÍA COMO MEDIO EFICAZ
PARA LIBERARSE DE UNA OBLIGACIÓN
CONTRAÍDA. Igualmente, de la transcripción parcial del
fallo recurrido, se puede constatar que el Tribunal de
Alzada expresa que la Oferta Real de Pago instada cumple
con el requisito establecido en el Ordinal 6 del Artículo
1307 del Código Civil, dada la existencia de una Sentencia
emitida en el presente juicio que resolvió un conflicto de
competencia planteado por el Tribunal que conoció en
Primera Instancia , lo cual configura un error de
interpretación del dispositivo sustantivo infringido, ya
que la exigencia del Legislador en el Ordinal 6 del
Artículo 1307 del Código Civil, es que el pago se realice en
el lugar convenido para el pago y en el caso de
inexistencia de acuerdo sobre ello, que el pago se efectúe
en el domicilio del acreedor ó en el lugar escogido por los
contratantes para la ejecución de la convención ; esto es,
EL CUMPLIMIENTO DE ESTE REQUISITO DEPENDE
DE QUE EL DEUDOR REALICE EL OFRECIMIENTO
EN EL LUGAR CONVENIDO PARA EL PAGO Y NO DE
UNA RESOLUCIÓN JUDICIAL EMITIDA CON MOTIVO
DE UN CONFLICTO NEGATIVO DE COMPETENCIA
PLANTEADO POR UN ÓRGANO JURISDICCIONAL, como
sostiene la recurrida…”(Mayúscula, Negrillas y subrayado del texto).
 

Acusa el formalizante que la recurrida infringió por error de

interpretación de los ordinales señalados, el 3° en razón de que consideró

que la cantidad consignada bajo la oferta real constituía los montos

correspondientes al capital, intereses así como los gastos líquidos e

ilíquidos. Igualmente denuncia la infracción de los ordinales 4°) y 5°) por

cuanto consideró que el plazo a favor del acreedor se encontraba vencido.

Delata la infracción del ordinal 6°) por cuanto, en su opinión, el hecho de

que hubiese sido proferida, en el caso, sentencia que estableció la

regulación de la competencia, atribuyéndosela al juez ad quem emisor de la

recurrida,   no podría considerarse que esa localidad preceptuada en la

sentencia debía tomarse como lugar convenido para el pago.


Ahora bien, respecto al cumplimiento del ordinal 3°) del artículo

1.307 del Código Civil, el ad quem desglosó las pretendidas deudas y fijó,

de conformidad con las pruebas consignadas en autos, a cuanto ascendía

para el momento de la oferta real, el monto de ellas.

En referencia al cumplimiento de la oferta real del ordinal 3°) del

artículo 1.307 del Código Civil, determinó la recurrida:

“…Se evidencia de las actas procesales que conforman el


presente expediente, que las empresas mercantiles; Proyectos
y Construcciones, C.C.M, C.A., e Ingeniería y
Construcciones de Venezuela (I.C.V) C.A., ofrecieron en
pago y depositaron la cantidad total de : Trescientos noventa
y nueve millones trescientos sesenta y dos mil ciento
veintiún bolívares con cincuenta y siete céntimos (Bs.
399.362.121,57), lo que demuestra con claridad meridiana
que ofrecieron y depositaron una diferencia de: cincuenta y
dos millones ochocientos quince mil setecientos ochenta y
tres bolívares con setenta y cuatro céntimos (Bs.
52.815.783,74).
(…Omissis…)
Es así, que de conformidad con la jurisprudencia antes
transcrita el nuevo Estado persigue ante todo un equilibrio
social, vale decir, equilibrar en sus relaciones a personas o
grupos que son, en alguna forma, reconocidos por la ley
como débiles jurídicos, y siendo que las empresas ofrecieron
y depositaron una diferencia a favor de la sociedad de
comercio oferida de Bs. 52.815.783,74, en estricta aplicación
del estado de justicia material en la que priva la realidad por
encima de la dogmática y la exégesis, es por lo que para
quien aquí sentencia forzoso es concluir que la diferencia
depositada de: cincuenta y dos millones ochocientos quince
mil setecientos ochenta y tres bolívares con setenta y cuatro
céntimos (Bs. 52.815.783,74) es cantidad suficiente para que
las oferentes cancelen los gastos líquidos e iliquidos y la
reserva por cualquier suplemento de conformidad con lo
establecido en el ordinal 3° del artículo 1.307 del Código
Civil. Y ASÍ SE DECIDE… .”(Negrillas del texto).
 
Asimismo, en atención a la denuncia de infracción por errónea

interpretación de los ordinales 4°) y 5°) eiusdem, estima la Sala pertinente

transcribir lo decidido por la acusada:

“…Por lo que se hace evidente, que las partes contratantes


convinieron en los instrumentos contentivos de las
obligaciones (pagaré y contratos de venta con reserva de
dominio y crédito automotor), que en caso de mora las
empresas beneficiadas con el crédito perdían el beneficio del
plazo, vale decir, se consideraban vencidas en su totalidad,
por lo que siendo contratos suscrito (Sic) por las partes aquí
intervinientes, los mismos tienen fuerza de ley entre ellos,
todo de conformidad con el artículo 1.159 del Código Civil
vigente, y los mismos deben ser cumplidos a cabalidad por
quienes los suscribieron.
En atención a lo antes expuesto, se colige que ciertamente las
deudas se encontraban de plazo vencido, en virtud que habían
perdido el beneficio del plazo, vale decir, las empresas
oferentes: Proyectos y Construcciones de Venezuela (I.C.V),
C.A., e Ingeniería y Construcciones C.C.M., C.A., estaban
obligadas a cancelar de manera inmediata la totalidad de las
cantidades o montos adeudados. Y ASÍ SE
DECIDE….”(Negrillas y mayúscula del texto).
 
En atención a la denuncia por error de interpretación del ordinal 6°)

ibidem, la recurrida al pronunciarse al respecto, expresó:

“…Por último, en relación al ordinal 6°, cabe resaltar que


esta Superioridad dictó sentencia de regulación de
competencia en el presente procedimiento, en fecha
16/07/2007, según la cual declaró competente para conocer
de la presente causa al Juzgado Segundo de Primera Instancia
en lo Civil y Mercantil de esta Circunscripción Judicial. Y
ASÍ SE DECIDE….” (Mayúscula y negrillas del texto).
 

Para decidir, la Sala observa:

En este orden de ideas y a efectos de esclarecer el alcance de la

sentencia que pueda recaer en un procedimiento como el del sub judice ,


estima pertinente esta Máxima Jurisdicción Civil, invocar el fallo dictado

por ella en fecha 11/6/07. N°. 411 en el procedimiento de oferta real y

depósito incoado por Inversiones Lelui, C.A., contra Flor de María Feo de

Hernández y otras, expediente N° 05-649, donde se estableció:

“…Ahora bien, el procedimiento de oferta real y depósito, constituye


una vía eficaz para evitar la mora del deudor y, asimismo, para
colocar en mora al acreedor, mas no para lograr el cumplimiento de
un contrato.
Tiene por objetivo este procedimiento, la entrega de un bien en
dinero o en especie, mueble o inmueble, corporal e incorporal, en
donde se dejará constancia únicamente de la “entrega ” de ese bien al
acreedor o a la persona que tenga el derecho a recibirla según la
relación jurídica que exista entre el oferente y acreedor en cada caso
concreto.
En efecto, el Doctor Ricardo Henríquez La Roche, refiriéndose al
objeto de la sentencia en este procedimiento especial de oferta real y
depósito, advierte lo siguiente:
‘…el objeto de la sentencia es única y exclusivamente arrojar certeza
oficial sobre la validez de un pago, sin prejuzgar sobre la existencia
de la obligación o del correlativo crédito que pretende solventar
dicho pago.”. (Ricardo Henríquez La Roche. Código de
Procedimiento Civil. Tomo V. Ediciones Liber. Pág 445. Caracas,
2006).
El Doctor José Román Duque Sánchez, por su parte, citando a
Dominici, explica lo siguiente:
‘…la oferta real consiste en la presentación efectiva de la cosa debida
al acreedor, lo cual es distinto de la simple oferta verbal, reducida a
la manifestación puramente de palabras. La consignación es el
depósito de la cosa debida en el lugar designado por el Juez, o por la
ley, donde permanece a disposición del acreedor (…)
El fundamento de la oferta real está en que así como el deudor está
obligado a pagar, también tiene derecho a obtener su liberación; y de
la misma manera, así como el acreedor tiene derecho al pago,
también está obligado a recibirlo’. (José Román Duque Sánchez.
Procedimientos Especiales Contenciosos. Editorial Sucre. 1981).
Teniendo claro que el único objetivo de la sentencia a recaer en este
tipo de juicios, es arrojar certeza oficial sobre la validez de un pago,
sin prejuzgar sobre la existencia de la obligación, resulta
incomprensible que la validez de la presente oferta real de pago
oferido, conduzca irremediablemente a las demandadas a firmar ante
el Registro Subalterno la venta del inmueble que vincula a la oferente
con las demandadas, por efecto del contrato de opción de compra
firmado por ellas, en el cual habrían estipulado, tal como lo indica la
recurrida, que el pago de la cuota inicial sería cancelado en esa
oportunidad…”
 
Ahora bien, retomando el núcleo de la delación bajo estudio, reitera

la Sala que en el texto del presente fallo se explicó cuando puede

considerarse que se incurre en error de interpretación de una regla legal.

Analizando la denuncia del artículo 1.307 del Código Civil norma que

establece los requisitos de validez de la oferta real, encuentra la Sala que el

señalado ordinal 3°) prevé que: “…3.- Que comprenda la suma íntegra u

otra cosa debida, los frutos   y los intereses debidos, los gastos líquidos y

una cantidad para los gastos ilíquidos, con la reserva por cualquier

suplemento…”.

Precedentemente declaró esta Máxima Jurisdicción Civil que el ad

quem habría determinado, con base a las probanzas acreditadas en autos,

que la oferente había consignado en la oferta real el monto de lo debido y

que además, del cómputo que realizó encontró, que había un excedente el

que estimó pertinente acreditarlo a los gastos líquidos e ilíquidos. Razón

por la que concluye la Sala, basándose en los razonamientos esgrimidos

para la decisión de la primera denuncia, que la delación de errónea

interpretación del ordinal 3°) del artículo 1.307 del Código Civil es

improcedente. Así se declara.

Con respecto a la denuncia por error de interpretación de los

ordinales 4°) y 5°) del mencionado artículo, se observa del trascrito

realizado supra que contiene lo que la recurrida decidió sobre el punto.


En atención a la denuncia de infracción del ordinal 4° del artículo

1.307 del Código Civil, del texto de la recurrida se constata que el ad quem

interpretó que aun cuando las deudoras habían perdido el beneficio del

plazo y como consecuencia de ello la obligación era exigible, con respecto

al  acreedor igualmente el plazo se encontraba vencido en razón de haber

éste impedido a las deudoras dar cumplimiento a su compromiso por los

hechos narrados configurados por el bloqueo de cuentas y la negativa del

mismo a recibir el pago.

Ahora bien, tal como lo afirma la oferida, el plazo a que se refiere la

norma debe haber sido establecido a favor del acreedor, pero debe

entenderse que en caso de incumplimiento por parte del deudor y que ello

traiga como consecuencia la exigibilidad del pago de forma inmediata, tal

conducta configura el supuesto de hecho del ordinal 4°) del artículo 1.307

del Código Civil examinado, pues su redacción, de clara que es, no permite

entenderla de otra manera que no sea la que el plazo al vencerse por la

inacción del obligado, quedaría a favor del acreedor ya que aquel, al

incurrir en mora, pierde ese beneficio.

Como consecuencia de lo expuesto establece la Sala que no interpretó

erradamente el ad quem el ordinal 4°) en estudio.

En este orden de ideas y en atención a la parte de la denuncia que

acusa la infracción del ordinal 5° del artículo 1.307 del Código Civil,

estima la Sala necesario establecer que el señalado ordinal se refiere al

cumplimiento de una condición, pero para que ello se haga efectivo y por
ende obligatorio, es requisito indispensable que tal condición haya sido

convenida en el documento contentivo del compromiso, hecho este que no

ha sido señalado el formalizante como existente en el convenio celebrado

entre él y su oponente y que tampoco puede ser constatado en las actas

procesales en razón de la deficiente fundamentación realizada por el

recurrente, en el sentido de la ausencia de invocación del artículo 320 del

Código de Procedimiento Civil en apoyo de la denuncia planteada y, en

consecuencia, debe declararse improcedente esta parte e la denuncia.

Con respecto al contenido del ordinal 6°) del artículo 1.307 del

Código Civil, también delatado por errónea interpretación, la Sala se ve

impedida de constatar en los autos si hubo un lugar convenido para el pago,

ya que al no haberse fundamentado la denuncia en el artículo 320 del

Código de Procedimiento Civil, debe pasar por lo establecido en la

recurrida, la que asevera que se dio cumplimiento a ese requisito, en tal

razón debe esta Máxima Jurisdicción Civil establecer que no infringió la

recurrida el ordinal 6°) del artículo 1.306 del Código Civil por error de

interpretación, todo lo cual conlleva a declarar improcedente la presente

denuncia. Así se decide.

III

Con fundamento en el ordinal 2°) del artículo 313 y concordancia con

el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil, se denuncia la infracción

del artículo 509 eiusdem, por silencio de prueba y la violación por falta de

aplicación de los artículos 272 y 273 ibidem .


Para apoyar su delación el formalizante alega:

“…De la trascripción anterior pareciera que Casa Propia


E.A.P C.A. sólo se limitó a presentar un escrito el día antes
de la verificación del acto de informes, pero lo que
realmente ocurrió es que con fecha 30 de enero de 2008,
nuestra mandante en uso de la facultad procesal
preceptuada en el Artículo 520 del Código de
Procedimiento Civil .consignó COPIA CERTIFICADA de la
Sentencia cursante en el Expediente signado con la
nomenclatura KP02-V-2006-005407 y dictada por el
Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil y
Mercantil de la Circunscripción Judicial del Estado (Sic)
Lara en fecha 29 de Octubre de 2007 y del Auto que la
declara Firme (de fecha 12 de Noviembre de 2007),
resolución que declara Con Lugar la Resolución de uno (1)
de los Contratos de Venta con Reserva de Dominio cuya
cancelación parcial y demorada se pretendía a través de la
Solicitud de Oferta Real instada; dejando expresa
constancia de que con la producción de las citadas
documentales, se pretendía probar la existencia de una
sentencia contradictoria (y firme) a la emitida por el
Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil y
Mercantil de la Circunscripción Judicial del Estado
Barinas (cuyo recurso de apelación conocía la Juez de la
recurrida) e igualmente la cosa juzgada sobrevenida .
Ahora bien, el Artículo 509 del Código de Procedimiento
Civil, estable:
(…Omissis…)
El Juez de Alzada no actuó conforme a ese postulado , por
el contrario, omitió toda consideración sobre la copia
certificada de la Sentencia dictada por el Juzgado Tercero
de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la
Circunscripción Judicial del Estado (Sic) Lara en fecha 29
de Octubre de 2007 y del Auto que la declara Firme (de
fecha 12 de Noviembre de 2007) promovida por nuestra
patrocinada en fecha 30 de Enero de 2008 ; es decir, NO
HUBO MENCIÓN NI ANÁLISIS O EXAMEN sobre las
documentales promovidas en Segunda Instancia;
incurriendo en el vicio de silencio de prueba y por ende,
en un error de juzgamiento al desconocer y negarle
aplicación y vivencia al Articulo 509 del Código de
Procedimiento Civil . Es de destacar, que si el Juez de la
recurrida hubiese acatado el mandato impuesto por el
artículo 509 del Código de Procedimiento Civil y hubiese
analizado y juzgado la prueba que demostraba
fehacientemente la existencia de una Resolución Judicial
Firme que declara Con Lugar la Resolución de uno (1) de los
Contratos de Venta con Reserva de Dominio cuya
cancelación parcial y demorada se pretendía a través de la
Solicitud de Oferta Real instada, le era imperativo concluir
en la invalidez del ofrecimiento, dado que hubiese
establecido el hecho concreto de la existencia una
sentencia contradictoria firme y de la cosa juzgada
sobrevenida en otro juicio (en cuanto a la declaratoria de
Resolución) que versa sobre una de las obligaciones
(Contrato de Venta con Reserva de Dominio) cuyo pago
parcial y demorado pretendían las oferentes mediante el
mecanismo de la Solicitud de Oferta Real y subsiguiente
Depósito.
(…Omissis…)
Igualmente, ese desconocimiento del mandato preceptuado en
el Artículo 509 del Código de Procedimiento, que evitó el
establecimiento del hecho concreto de la existencia una
sentencia contradictoria y de la cosa juzgada sobrevenida en
otro juicio (en cuanto a la declaratoria de Resolución) que
versa sobre una de las obligaciones (Contrato de Venta con
Reserva de Dominio) cuyo pago parcial y demorado
pretendían las oferentes mediante el mecanismo de la
Solicitud de Oferta Real y subsiguiente Depósito; trajo como
consecuencia la violación por falta de aplicación de los
Artículos 272 y 273 del mismo texto adjetivo citado, que
establecen:
(…Omissis…)
La eficacia de la cosa juzgada en el aspecto de que la ley
impide todo ataque ulterior tendiente a revisar la misma
materia (inimpugnabilidad) y en lo que se refiere al
necesario respeto y subordinación a lo decidido en el
respectivo proceso (coercibilidad); mientras que el Artículo
273 del Código de Procedimiento Civil.
(…Omissis…)
Se refiere al aspecto de que la sentencia no es atacable
indirectamente; esto es, no puede otra autoridad
modificar los términos de una sentencia pasada en cosa
juzgada (inmutabilidad).- En efecto, la falta de análisis y
valoración por parte de la recurrida de la COPIA
CERTIFICADA de la Sentencia ...”(Negrillas, mayúsculas y
subrayado del texto).
 
Acusa el recurrente que el sentenciador superior dejó de analizar la

copia certificada de la sentencia emanada del Juez Tercero de Primera

Instancia en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción Judicial del estado

Lara mediante la que se declara con lugar la demanda que por resolución de

contrato incoara la oferida en ese otro procedimiento y que, al ignorar esa

prueba traída a los autos por ella, infringió el artículo 509 del Código de

Procedimiento Civil. Igualmente delató que se dejaron de aplicar los

artículos 272 y 273 eiusdem al no acatar lo decidido en la sentencia

señalada ya que, en su decir, con base a la misma debió el ad quem reponer

la causa y declarar la inadmisibilidad de la oferta real. Explicando,

asimismo, por que la prueba silenciada era determinante para el dispositivo

de la sentencia.

Para decidir, la Sala observa:

Habilitada esta Máxima Jurisdicción Civil para ello en atención a

estar fundamentada la delación en el artículo 320 del Código de

Procedimiento Civil, descendió al análisis de las actas procesales para

evidenciar que efectivamente, el oferido consignó la copia certificada del

fallo señalado, así como el auto que lo declara firme y habiendo analizado

el texto de la recurrida, advierte la Sala que, tal como fue denunciado por el

formalizante, la sentencia emanada del ad quem, nada dice sobre el

documento consignado al expediente, pues, del recuento de los documentos

probatorios aportados a los autos por los litigantes, puede evidenciarse de

forma palmaria que la alzada no menciona la referida sentencia y a efectos


de comprobar los dichos, la Sala estima procedente transcribir la parte

pertinente de la recurrida, a saber:

“…En fecha 30 de enero del año 2008, los apoderados


judiciales de la parte actora presentaron Escrito, el cual fue
agregado a los autos.
(…Omissis…)
PRUEBAS DE LA SOCIEDAD DE COMERCIO OFERIDA.
Promovieron valor probatorio de confesión contenida en el
escrito de solicitud de oferta real de pago, en la que se
asevera:
‘mis representadas venían cumpliendo a cabalidad con el
pago de las cuotas establecidas, pero es el caso que dichas
Empresas constructoras, trabajan con obras del gobierno
Nacional y Regional, los cuales en oportunidades se atrasan
en el cumplimiento de los pagos, trayendo como
consecuencia que no pudieron cumplir con los vencimientos
fijados’.
En relación a la confesión de las partes en el proceso, el
Tribunal Supremo de Justicia se pronunció en sentencia N°
100 de fecha 12 de abril de 2005. Magistrado Ponente: Dra.
Isbelia Pérez Caballero, caso: M. Alí contra Inversiones
Senabeid, C.A., en la que señaló lo siguiente:
(…Omissis…)
Promovió el valor probatorio del pagaré y los contratos de
venta con reserva de dominio, indicando como objeto o tema
de la prueba que se violó flagrantemente el artículo 146 del
Código de Procedimiento Civil, vale decir, indebida
acumulación de solicitudes de oferta real de pago.
En cuanto a estas documentales, las mismas ya fueron
analizadas y valoradas por esta Alzada en el cuerpo del
presente fallo, debiendo resaltar que se les otorgó pleno valor
probatorio, para demostrar los hechos que contiene todo de
conformidad con el artículo 1.363 del Código Civil….”
 

Y sólo hace mención a que fuera consignado un escrito por parte de la

oferida, pero sin señalar ni analizar su contenido para desecharlo o

valorarlo.
         El silencio   de pruebas constituye el vicio o infracción que se

patentiza en la omisión del juez en realizar el análisis de alguna prueba

aportada a los autos por parte de los litigantes y donde la denuncia de

violación de las respectivas normas relativas a la apreciación, carga,

establecimiento o valoración de las pruebas, adquiere vital relevancia pues

debe permitir precisar el servicio, la necesidad o la conveniencia de la

prueba en la resolución de la controversia lo que, por vía de consecuencia

revelará la utilidad o no de la casación.

En el sub iudice aprecia la Sala que aun cuando efectivamente, la

oferida Casa Propia Entidad de Ahorro y Préstamo, C.A. consignó al

expediente la documental señalada y denunciada como silenciada el juez

superior no realizó análisis ni emitió ningún pronunciamiento, sobre

dicho documento. Que de ser cierto lo aseverado por la oferida daría lugar a

un cambio sustancial en el dispositivo de la recurrida, pues con la prueba

silenciada se pretende demostrar la resolución del contrato de venta cuyo

cumplimiento se trata de hacer con el presente juicio de oferta real.

Con base a los razonamientos expuestos y constatado por esta Máxima

Jurisdicción Civil que cursa en autos la referida sentencia, concluye que la

alzada infringió, tal como fue denunciado, el artículo 509 del Código de

Procedimiento Civil al silenciar la tantas veces señalada prueba, lo que

conduce a declarar la procedencia de la presente denuncia. Así se establece.

IV

Con fundamento en el ordinal 2°) del artículo 313 y concordancia con

el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil denuncia el formalizante


la infracción por falsa aplicación del ordinal 3°) del artículo 1.307 del

Código Civil, incurriendo en el tercer supuesto de suposición falsa, lo cual

hace bajo la siguiente alegación:

“…El Sentenciador incurrió en el vicio de suposición falsa ,


específicamente en la tercera hipótesis preceptuada en el
encabezamiento del Artículo 320 del Código de
Procedimiento Civil; esto es, dio por demostrados hechos
cuya inexactitud resulta de instrumentos que rielan en
actas procesales (las Consultas de los Crédiplazos, todas con
fecha 16/02/2007 y los Contratos de Venta con Reserva de
Dominio, todos con fecha cierta 09/1/2005, QUE CORREN
INSERTOS LAS PRIMERAS ENTRE LOS FOLIOS 85 AL 95
Y LAS CONVENCIONES ENTRE LOS FOLIOS 138 AL 143,
CONFORME A LO AFIRMADO POR LA RECURRIDA.
(…Omissis…)
EL SENTENCIADOR DIO POR PROBADO QUE LOS
TRES (3) CONTRATOS DE VENTA CON RESERVA DE
DOMINIO (con fecha cierta 09/11/2005, otorgada por la
Notaría Pública Quinta de Barquisimeto) VENCIERON
EL 11 DE JULIO DE 2006; CUANDO DEL PROPIO
TEXTO DE LAS ENUNCIADAS CONVENCIONES SE
EVIDENCIA QUE CADA UNO DE LOS TRES (3) CRÉDITOS
AUTOMOTORES, LOS DEBERÍAN HABER PAGADO LA
DEUDORAS MOROSAS EN UN PLAN DE TRES AÑOS
(beneficio perdido dado el incumplimiento contractual por
parte de las oferentes), MEDIANTE LA CANCELACIÓN
PUNTUAL DE TREINTA Y SEIS (36) CUOTAS MENSUALES Y
CONSECUTIVAS (CALCULADAS INICIALMENTE EN
CADA UNO DE LOS CONTRATOS DE VENTA CON
RESERVA DE DOMINIO EN Bs. 4.169.499,70 CADA UNA
DE ELLAS, LAS CUALES COMPRENDIAN
AMORTIZACIÓN DE CAPITAL E INTERESES); razón
por la cual, resulta difícil de entender como la recurrida
incurrió en este error de percepción y sostener que por
cada uno de estos tres créditos automotor, las oferentes
sólo adeudaban la suma de Bs. 92.388.779,28 por concepto
de capital e intereses de capital y de mora, cuando además
de constatar el pronunciado atraso (ocho cuotas impagas)
de las prestatarias para la fecha de las Consultas de los
Créditos (16 de Febrero de 2007), se evidenciaba que para
la misma fecha (16 de Febrero de 2007) faltaban aun por
vencerse veinte (20) cuotas (la cuales incluyen capital e
intereses de financiamiento), de un monto otorgado
originalmente por concepto de préstamo (en cada uno de
los contratos) que ascendía a Bs. 110.670.000,00; mas aun
sí se toma en cuenta que en las Consultas de los
Crédiplazos, todas con fecha 16/02/2007, específicamente
en el particular denominado "TOTAL PAGADO", se
evidenciaba que para esa fecha las deudoras sólo habían
cancelado por concepto de capital la suma de Bs.
18.331.220,72; en cada una de las tres convenciones de
venta con reserva de dominio.
Conforme a lo expuesto , es indudable Que la infracción
delatada fue determinante en el dispositivo , pues el
Sentenciador al dar por demostrados los hechos
anteriormente narrados y cuya inexactitud resulta de los
propios instrumentos por el analizados y valorados,
EXONERÓ A LAS DEUDORAS MOROSAS DEL PAGO DE
LOS INTERESES DE FINANCIAMIENTO y DE MORA
GENERADOS POR LOS CUATRO CONTRATOS
BANCARIOS, lo cual tuvo como resultado que se
declarara Con Lugar una Oferta Real que ADEMÁS DE
PRETENDER LA CANCELACIÓN PARCIAL DE LO
ADEUDADO, NUNCA ESPECIFICÓ EL QUANTUM DEL
CAPITAL Y DE LOS INTERESES (DE CAPITAL Y DE
MORA) QUE SE PRETENDIAN SUFRAGAR POR CADA
UNO (1) DE LOS CUATRO (4) CRÉDITOS BANCARIOS,
Y MENOS AUN CONSIGNÓ CANTIDAD ALGUNA PARA
CUBRIR LOS GASTOS LÍOUIDOS E ILÍQUIDOS y LA
RESERVA POR CUALQUIER SUPLEMENTO .
Igualmente, el vicio de suposición en el cual incurrió la
recurrida, trajo como consecuencia , la infracción por falsa
de aplicación del Ordinal 3 del Artículo 1307 del Código
Civil, debido a que el referido dispositivo sustantivo fue
aplicado a un supuesto de hecho falso, que no se
compadece con la realidad plasmada en autos, ya que
conforme a las documentales anteriormente aludidas
(Consultas de Crédiplazo y Contratos de Venta con
Reserva de Dominio), se puede constatar que las deudoras
morosas no sólo debían el Capital otorgado como
préstamo en cada uno (1) de los cuatro (4) créditos
bancarios, sino que igualmente adeudaban los intereses de
financiamiento y los de mora (derivados de su
incumplimiento cuIposo); esto es, lo que consta realmente
en autos, es que las oferentes no cumplieron con el
requisito esencial establecido en la norma falsamente
aplicada, y ello fue determinante en el dispositivo del
fallo, ya que se declaró la validez de la solicitud instadas
por las oferentes, cuando estas no ofrecieron el PAGO
INTEGRO dé lo adeudado y no consignaron cantidad
alguna para sufragar los gastos líquidos e ilíquidos y la
reserva por cualquier suplemento …” (Negrillas,
mayúsculas y subrayado del texto).
 
Acusa el formalizante que el ad quem infringió el ordinal 3°) del

artículo 1.307 del Código Civil por falta de aplicación incurriendo en el

tercer caso de falso supuesto, al haber dado por cierto un hecho  positivo y

concreto cuya inexactitud resulta de instrumentos que rielan a las actas

procesales.

Para decidir, la Sala observa:

La doctrina reiterada de esta Máxima Jurisdicción ha establecido que

el tercer caso de falso supuesto ocurre cuando el juez da por demostrado un

hecho el cual resulta desvirtuado por actas e instrumentos que se encuentran

en el expediente; así se evidencia de la sentencia Nº 330, de fecha 27/4/04,

en el juicio de Juan Pablo González Marrero y otra contra Ofelia González

Marrero y otros, expediente Nº 2003-000277, con ponencia del Magistrado

que con tal carácter suscribe ésta , se ratificó:

“...En relación al tercer caso de suposición falsa, la Sala en


sentencia Nº 297 del 11 de octubre de 2001, juicio María
Gabriela Obediente contra José Volpe Scolpini y otra,
expediente Nº 00-867, dijo lo siguiente:
‘...Sin embargo, aun cuando la razón anterior es
contundente y determina la absoluta inviabilidad de esta
delación, observa la Sala que, de todas formas, la
denuncia debe ser desestimada, pues el hecho particular,
positivo y concreto que el Juez habría establecido
valiéndose de la falsa suposición, no es un hecho como
tal sino una conclusión jurídica a la que arribó el
Juzgador luego de examinar el libelo de demanda.
Según la formalización, el hecho falsamente supuesto sería “la
falsa afirmación por parte de la alzada de que la
demanda estaba fundamentada en un contrato verbal de
usufructo cuando estaba fundamentada en un contrato
verbal de servicio donde como contraprestación existía
una promesa de constituir usufructo ” (Folio 7 de la
formalización)
Estima la Sala que el vicio denunciado no podría existir,
pues la calificación de la acción no es un problema de
hecho, sino de derecho, y además se trata de una
conclusión del Juzgador, y no de un hecho que pueda ser
falsamente supuesto.
Luego, en vista que la presente denuncia de suposición
falsa combate no la fijación de un hecho positivo y
concreto  sino el establecimiento de una conclusión , la
misma debe ser declarada improcedente también por este
motivo.
En consecuencia, se desestima la denuncia de infracción
del artículo 362 del Código de Procedimiento Civil...”.
En la presente denuncia el recurrente plantea como el
hecho positivo falsamente supuesto “...la existencia de
un contrato de comodato que impedía adquirir el bien
por usucapión ...’.
En relación a la suposición falsa ha sido reiterada
jurisprudencia de esta Sala de Casación Civil, en que la
misma tiene que referirse forzosamente a un hecho positivo y
concreto que el juez estableció falsa e inexactamente en su
sentencia a causa de un error de percepción, cuya
inexistencia resulta de actas o instrumentos del expediente
mismo.
Ahora bien, en el caso bajo análisis, la Sala observa que lo
que pretende señalar como una suposición falsa en la que
supuestamente incurrió el Juez Superior, es en realidad una
conclusión jurídica a la que arribó...”.
 
               En el caso bajo decisión advierte esta Máxima Jurisdicción Civil

que el juez de alzada, al realizar el análisis de las pruebas aportadas en el

expediente expresó:

“…PRUEBAS DE LAS PARTES


PARTE OFERENTE :
Promovieron copia de los contratos de venta con reserva de
dominio, suscritos por Casa Propia Entidad de Ahorro y
Préstamo, C.A. e Ingeniería y Construcciones de Venezuela
(L.C.V.) C.A., que contiene negociación de compra de
vehículo, firmados ante la Notaría Pública Quinta de
Barquisimeto en fecha 09-11-2005, los cuales se encuentran
insertos del folio 138 al 143 del presente expediente; y
Pagaré signado con el N° 160001884, suscrito por Proyectos
y Construcciones C.C.M, C.A. con la misma Entidad
Financiera ahora oferida, por la cantidad de: Doscientos
Millones de Bolívares (Bs. 200.000,00), firmado en fecha 26
de octubre de 2005 (Ver folios 144 al 145).
En relación a estas documentales, al no haber sido impugnadas
por la parte contra quien fueron producidas, ni tachadas, ni
desconocidas sus firmas, se les otorga valor probatorio para
demostrar los hechos que contiene todo de conformidad con
el artículo 1.363 del Código Civil.
Promovieron actas levantadas por el Tribunal "A Quo" en la
sede de Casa Propia Entidad de Ahorro y Préstamo de fechas
13 de marzo de 2007 y 25 de abril de 2007, las cuales se
encuentran insertas en los folios 109 al 113 y del 155 al 156
respectivamente. Estas actas se corresponden con el
ofrecimiento formal de las cantidades adeudadas por las
solicitantes a la Entidad de Ahorro y Préstamo Casa Propia,
C.A., en la que se evidencia en la primera acta el
ofrecimiento del pago del saldo adeudado a la fecha y en la
última el ofrecimiento de la totalidad de lo adeudado.
Se les otorga valor probatorio como documentos públicos
para demostrar sus contenidos, todo de conformidad con los
artículos 1.357, 1.359, 1.360 del Código Civil y 429 del
Código de Procedimiento Civil.
Promovieron el contenido de la cláusula segunda de los
contratos de venta con reserva de dominio.
En cuanto a esta promoción, consta en el cuerpo del presente
fallo que quien aquí juzga valoró y analizó previamente los
contratos de venta con reserva de dominio.
Promovió las consultas de crédito, que se encuentran insertas
en los folios del 8 al 95 del presente expediente, referidas al
número de préstamo N° 0160001884 nombre de: Proyectos y
Construcciones C.C.M., C.A. en la que aparece reflejado el saldo
deudor actual Bs. 69.380.000, 00, al folio 86 se evidencia
también como saldo o última cuota impaga Bs. 69.380.000,00
del mismo crédito antes señalado, fecha de consulta: 16-02-
2007. Del Crédito o crédiplazo N° 0160001826, se evidencia
al folio 89 consulta de crédiplazo de la misma fecha de la
anterior, en la que aparece reflejado como saldo deudor
actual Bs. 38.118.752,26, vale decir, un total de 8 cuotas
impagas. Del crédiplazo N° 0160001839 al folio 92 aparece
reflejado saldo deudor a la fecha Bs. 38.118.752,28, es decir,
un total de ocho (08) cuotas. Del crédiplazo N° 0160001842
se evidencia al folio 95 que aparece reflejado como saldo
deudor la cantidad de Bs. 38.118.752,26, equivalente a ocho
(8) cuotas.
En relación a los documentos antes descritos, cabe destacar
que se evidencia de ellos que fueron emitidos por Casa
Propia Entidad de Ahorro y Préstamo, C.A, y los mismos
contienen la información de la situación para la fecha de los
prestamos y crédiplazos otorgados por la señalada entidad
bancaria a los clientes ahora oferentes en el presente
procedimiento, en tal virtud se les otorga pleno valor
probatorio para demostrar los hechos que contiene.
Se promovió las testifícales de las ciudadanas: Elizabeth
Sandoval Rodríguez y Laura Catalina Brito, titulares de las
cédulas de identidad Nros. 10.937.893 y 14.813.736, no
obstante la misma no fue evacuada ante el comisionado
Juzgado Segundo del Municipio Barinas de esta
Circunscripción Judicial, por lo cual no existen elementos
probatorios que valorar.
(…Omissis…)
Promovió el valor probatorio del pagaré y los contratos de
venta con reserva de dominio, indicando como objeto o tema
de la prueba que se violó flagrantemente el artículo 146 del
Código de Procedimiento Civil, vale decir, indebida
acumulación de solicitudes de oferta real de pago.
En cuanto a estas documentales, las mismas ya fueron
analizadas y valoradas por esta Alzada en el cuerpo del
presente fallo, debiendo resaltar que se les otorgó pleno valor
probatorio, para demostrar los hechos que contiene todo de
conformidad con el artículo 1.363 del Código Civil.
(…Omissis…)
Ahora bien, en él presente caso los límites de la
controversia se encuentre circunscritos al hecho que la
empresa oferida se negó a recibir el pago de las obligaciones
adeudadas y bloqueó las cuentas de los oferentes, negándose
incluso la acreedora a conceder audiencia.
Por su parte, la oferida Casa Propia, Entidad de Ahorro y
Préstamo, C.A., invocaron la inexistencia de mora del
acreedor, alegando además que la oferta no cumple con los
requisitos establecidos en los ordinales 3, 4, 5 y 6 del
artículo 1.307 del Código Civil; Adujeron el incumplimiento
culposo de las oferentes y que las mismas en ningún
momento consignaron cantidad alguna para cancelar los
gastos líquidos e ilíquidos a la reserva por cualquier
suplemento.
En la solicitud interpuesta, se ofrecieron ciertas cantidades
de dinero, en las que manifestó estar incluidos los intereses
ordinarios y de mora calculados por la entidad bancaria
oferida, tal y como se desprende de los estados de cuenta
valorados en el presente caso. En este procedimiento, tal y
como se evidencia de las actas levantadas por el Tribunal " A
Quo" en la sede de la empresa oferida, se pasó a la fase o
etapa contenciosa, en virtud, que la oferida no aceptó la
oferta realizada.
La oferta aquí formulada, fue fundamentada en el hecho de
que las empresas deudoras (oferentes) quieren obtener la
liberación de las obligaciones que ambas contrajeron con:
Casa Propia Entidad de Ahorro y Préstamo, C.A. (Oferida),
quien según afirman se negó a recibir el pago y bloqueó las
cuentas que las oferentes tenían en esa institución, negándose la
acreedora a concederle una audiencia…”(Negrillas del texto).
 
               Del trascrito se evidencia que, el ad quem estableció el hecho del

monto presunto a que ascendía la deuda, tomando como base las pruebas

aportadas por la oferente y las que valoró como se dejó plasmado supra, ya

que la oferida no aportó documento ni medio de prueba que desvirtuara lo

evidenciado por aquellas. Ahora bien, de la revisión de las actas debe

concluir la Sala que el juez superior, ciertamente, estableció un hecho, pero

asimismo que este se encuentra sustentado por las documentales probatorias

aportadas por la oferente, así que no puede concluirse que la recurrida

adolezca de la tercera hipótesis de suposición falsa, pues el hecho instituido

encuentra apoyo en las pruebas referidas anteriormente.


               En atención a la denuncia de falsa aplicación del ordinal 3°) del

artículo 1.307 del Código Civil, encuentra la Sala que, como consecuencia

lógica de lo decidido por el juez superior del conocimiento jerárquico

vertical, en el sentido de declarar suficientemente demostrado, por parte de

la oferente, el monto de lo adeudado y de igual manera, al realizar el

computo de la cantidad impagada y sus intereses, evidenció que había un

excedente el cual imputó a los gastos líquidos e ilíquidos previstos en la

norma denunciada.

           Con base a las anteriores consideraciones, esta Máxima Jurisdicción  

establece que no se produjo en la recurrida la suposición falsa denunciada

ni la infracción por falsa aplicación del ordinal 3°) del artículo 1.307 del

Código Civil; razón por la que se declara improcedente la presente delación.

Así se decide.

DECISIÓN

 
Por los razonamientos expuestos, el Tribunal Supremo de Justicia de

la República Bolivariana de Venezuela, en Sala de Casación Civil,

administrando Justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley,

declara: CON LUGAR el recurso de casación, anunciado y formalizado por

la oferente, contra la sentencia dictada por el Juzgado Superior en lo Civil,

Mercantil, del Tránsito y de Protección del Niño y del Adolescente de la  

Circunscripción Judicial del estado Barinas en fecha 8 de abril de 2008.


En consecuencia se declara LA NULIDAD de la sentencia recurrida y

SE ORDENA al Juez Superior que resulte competente, dicte nueva

sentencia acogiendo lo establecido en este fallo.

Queda de esta manera CASADA la sentencia impugnada.

Publíquese, regístrese, y remítase este expediente al Tribunal

Superior de origen.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de

Casación Civil, del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los

diecinueve (19) días del mes de noviembre de dos mil ocho. Años: 198º de

la Independencia y 149° de la Federación.

Presidente de la Sala,
 
 
 
____________________________
YRIS ARMENIA PEÑA ESPINOZA
 
Vicepresidenta,
 
 
__________________________
ISBELIA PÉREZ VELÁSQUEZ
Magistrado-Ponente,
 
 
_______________________
CARLOS OBERTO VÉLEZ
 
 
Magistrado,
 
 
 
___________________________
ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ
 
Magistrado,
 
 
______________________________
LUÍS ANTONIO ORTÍZ HERNÁNDEZ
 
Secretario,
 
 
______________________________
ENRIQUE DURÁN FERNÁNDEZ

 
Exp. AA20-C-2008-000345
Nota: publicada en su fecha a las
 
El Secretario,
 
SALA DE CASACIÓN CIVIL
Magistrado Ponente: CARLOS OBERTO VÉLEZ.

En el juicio por cumplimiento de contrato de promesa de compra venta intentado ante el

Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción

Judicial del Área Metropolitana de Caracas por los ciudadanos AVELINO MARTÍNEZ SOTO y

MARÍA JOSEFA RAMIL GÓMEZ de MARTÍNEZ, representados judicialmente por los

profesionales del derecho Susana Oliva de Santos, José Manuel Santos Araujo y Pedro Ramírez

Perdomo contra la sociedad de comercio que se distingue con la denominación mercantil

INVERSIONES FRIANDE S.A., patrocinada por los abogados en ejercicio de su profesión Luis

Alberto Romero Sequera, Isolina Sánchez Finol, Carmen Beatriz García, Fernando Sánchez Finol,

Mariolga Quintero Tirado, Alberto Baumeister Toledo y Francisco Zubillaga Silva; el Juzgado

Superior Sexto en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la misma Circunscripción Judicial,

conociendo en reenvío, en fecha 4 de octubre de 2002, dictó sentencia declarando sin lugar el

recurso procesal de apelación intentado por la demandada, confirmando la sentencia del a quo de

fecha 29 de julio de 1997, que había declarado con lugar la demanda, sin lugar la reconvención y

condenando a la accionada al pago de las costas procesales.

 
Contra la preindicada sentencia, la demandada anunció recurso de casación, el cual

fue admitido y formalizado. Hubo impugnación, réplica y contrarréplica.

 
Concluida la sustanciación, pasa la Sala a dictar su máxima decisión procesal bajo la ponencia del Magistrado que con tal
carácter la suscribe, lo cual hace previa las siguientes consideraciones:
 
DENUNCIAS POR DEFCTOS DE ACTIVIDAD

 
Del estudio detenido sobre las denuncias presentadas en el escrito de formalización, esta Sala

considera necesario, en fundamento al principio de economía procesal y a objeto de evitar desgastes

irrecuperables en la función jurisdiccional jerárquica vertical que le toca ejercer con relación al recurso

anunciado y admitido, invertir el orden de la numeración con las cuales el formalizante ha identificado las

denuncias por quebrantamientos de forma, pasando a decidir directamente la indicada como “Tercera”.

III
 
Con fundamento en el ordinal 1º del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, se

denuncia la infracción de los artículos 12 y 243 ordinal 4º eiusdem por contradicción en los

motivos.

 
Para fundamentar su delación los formalizantes alegan que:

 
“...La sentencia impugnada estableció en su parte motiva, dos proposiciones abiertamente
contradictorias, que se destruyen recíprocamente, generando el vicio de inmotivación:

a) Por una parte, la recurrida estableció que la oferta real intentada por el
actor, para demostrar el pago del precio de venta, fue ilegal e improcedente
como se desprende de una sentencia de fecha 6 de abril de 1993, emanada
del Juzgado Primero de Parroquia del Distrito Federal del Circuito Judicial
Nº 1.

 
b) Simultáneamente, la recurrida desestimó la reconvención del demandado,
donde se pedía la resolución del contrato por incumplimiento del actor en el
pago del precio, bajo el único argumento de que el demandado ‘...nada
aportó en el debate probatorio como fundamento de su acción, y así se
declara...’.

En efecto, la recurrida estableció la existencia de una sentencia, que


probada la improcedencia de la oferta real.
 
(...Omissis...)
 
En el último párrafo antes transcrito, la sentencia impugnada determinó la inexistencia del
pruebas sobre el incumplimiento del actor, señalando que ‘...nada aportó en el debate
probatorio como fundamento de su acción, y así se declara...’

Entonces, ¿Había o no prueba del incumplimiento el actor en el pago del precio? La recurrida
señaló que sí y luego que no. Primero estableció que la improcedencia de la oferta real de pago
del precio del actor, se evidenciaba en la sentencia de fecha 6 de abril de 1993, emanada del
Juzgado Primero de parroquia del Distrito Federal del Circuito Judicial Nº 1 y luego determinó
que no estaba probado tal incumplimiento.

Ambas proposiciones contradictorias se anulan y destruyen recíprocamente, quedando


inficionado el fallo de inmotivación, con un abierto quebrantamiento del ordinal 4º del artículo
243 del Código de Procedimiento Civil, al no contener la sentencia impugnada los
fundamentos de hecho y derecho en su decisión. De igual forma, la recurrida quebrantó el
artículo 12 eiusdem, al no atenerse a lo alegado y probado en autos, especialmente por emitir
razonamientos contradictorios incompatibles entre sí.

 
Aducen los formalizantes la infracción del deber de motivación en la recurrida por

cuanto entienden que la misma resulta contradictoria en cuanto a sus fundamentos que

conllevan a considerarla inmotivada, ya que por una parte declara la existencia de prueba

en autos, permitiendo establecer que los accionantes no logran demostrar el cumplimiento

de su obligación de pagar el precio y por la otra, determina sin lugar la reconvención


mediante la cual se demandaba la resolución del contrato, argumentando que la demandada

no había probado nada respecto al incumplimiento del pago del precio.

 
Para decidir, la Sala observa:

La doctrina reiterada de esta Máxima Jurisdicción ha establecido que la sentencia debe

exhibir, para cumplir con su deber de motivación el que sus fundamentos apoyen suficientemente lo

decidido en ella.

Conforme con la doctrina clásica de la Sala, ratificada bajo la ponencia del Magistrado

que con tal carácter suscribe ésta, de fecha 5 de abril de 2001, sentencia Nº 72, expediente N 00-

437, caso Banco Hipotecario Venezolano, C.A. contra Inversiones I.L.L.C.C., C.A., la

contradicción en los motivos se produce cuando éstos se destruyen los unos con los otros por existir

entre ellos oposiciones graves e inconciliables, y siempre que verse sobre un mismo punto, lo que

envuelve, en el fondo, inmotivación, generando así una situación equiparable a la falta absoluta de

fundamentos.

 
En el caso bajo decisión la sentenciadora de la recurrida, luego de realizado el
análisis de los autos, estableció:
 
“...Ante esta situación los señores Avelino Martínez Soto y María Josefa
Ramil de Martínez, optaron por el procedimiento de oferta real y
depósito y a tal efecto ocurrieron ente el Juez Primero de Parroquia del
Distrito Federal del Circuito Judicial Nº 1.
 
(...Omissis...)
 
Esta Superioridad observa que efectivamente la oferta Real, no se materializó, puesto
que la parte oferente no cumplió con los requisitos legales pertinentes a tal fin.
Asimismo se evidencia que el ofrecimiento no se hizo en el domicilio del acreedor, tal
como lo dispone el Ordinal (Sic) 7º del artículo 1.310 del Código de Procedimiento
Civil. Por otra parte, tratándose de sumas de dinero, el oferente podía suplir dicha
oferta mediante certificación del depósito hecho a favor del Tribunal en un Banco de la
localidad, tal y como lo establecer el artículo 820 del Código adjetivo; cosa que no se
evidencia de autos que se haya cumplido...”.
 
 
Más adelante, puntualizó:
 
“...La reconvención propuesta por la parte demandada obliga a considerar el
fundamento de la defensa de dicha reconvención que es la excepción nom
adimpletis contractus la cual sólo es aplicable en los contratos bilaterales o
sinalagmáticos en los cuales las partes se obligan recíprocamente, siendo
simultáneamente deudoras y acreedoras.
 
(...Omissis...)
 
En el presente caso las partes acordaron que la negociación de compraventa se
materializa en el término de 20 días a partir del 26 de noviembre de 1992, los cuales
vencieron el 16 de diciembre de 1992, fecha en que los demandantes optaron por el
procedimiento de oferta real y depósito con el resultado ya conocido.
 
Ahora bien, el efecto de la oferta real de pago y subsiguiente depósito es el de liberar
al deudor frente a su acreedor, cuando ésta se ha realizado conforme al
procedimiento reseñado anteriormente, pero como en el presente caso el
ofrecimiento hecho por la parte actora fue declarado sin lugar según
decisión del Juzgado Primero de Parroquia del Distrito Federal del Circuito
Judicial Nº 1 de fecha 6 de abril de 1993, el efecto liberador de dicho procedimiento
no logró su propósito y las obligaciones asumidas por los compradores, accionantes
en el juicio de cumplimiento de contrato y la vendedora reconviniente por la vía la
resolución de contrato, quedan en suspenso hasta su cumplimiento definitivo, pues la
reconvención propuesta tampoco logró su finalidad que es la de retrotraer a las
partes a la situación precontractual en que se encontraban antes de celebrar el
compromiso de compraventa, toda vez que nada aportó en el debate probatorio
como fundamento de su acción, y así de declara...”.
 
 
Estima la Sala pertinente acotar que de las transcripciones realizadas se evidencia
que el sentenciador superior estableció que los demandantes no lograron, a través de la
pretendida oferta real, el propósito de dar cumplimiento a su obligación de pagar
oportunamente el precio, en razón de que la misma fue declarada nula con base a
haberse señalado como domicilio de la vendedora, uno que no lo era, requisito de
impretermitible cumplimiento a tenor de lo establecido en el artículo 1.307 del Código
Civil, para la procedencia de la oferta real y depósito.
 
No obstante haber sido determinado lo anterior en base a una prueba documental,
como es la sentencia del Juzgado Primero de Parroquia del Distrito Federal del Circuito
Judicial Nº 1, de fecha 6 de abril de 1993, el ad quem declara improcedente la
reconvención propuesta, que tienen por objeto la resolución del contrato por falta de
pago del precio convenido, señalando “...pues la reconvención propuesta tampoco
logró su finalidad que es la de retrotraer a las partes a la situación precontractual en
que se encontraban antes de celebrar el compromiso de compraventa, toda vez que
nada aportó en el debate probatorio como fundamento de su acción...”
 
Entonces, habiendo determinado la recurrida que los demandantes no lograron demostrar el

cumplimiento de su obligación, es decir el pago del precio con la frustrada oferta real, como se

demuestra de las pruebas que analizó, contradictoriamente señaló que la reposición no procedía,

pues no se habían aportado pruebas tendentes a establecer el incumplimiento de la obligación de

los accionantes reconvenidos de pagar el precio pactado.

Crasa contradicción entre los motivos en la cual incurre el ad quem, llevándolo a

contradecirse además entre los motivos y el dispositivo, pues se fundamenta en que los

demandantes no probaron haber pagado el precio, siendo esta su obligación contractual, y en el

dispositivo le declaró con lugar la demanda y sin lugar la reconvención, aduciendo que, ante la falta

de pruebas de los demandantes reconvenidos, debía la demandado reconviniente aportar nuevos

elementos para evidenciar esa situación, sin emitir pronunciamiento sobre lo peticionado por él

referente a declarar resuelto el contrato.

 
Las anteriores consideraciones permiten a la Sala establecer que la recurrida infringe los

artículos 12 y 243, ordinal 4° del Código de Procedimiento Civil, dado que incurrió en el vicio de
inmotivación, al explanar motivos que se desvirtúan unos a los otros por su evidente contradicción,

lo cual conlleva a la procedencia de la presente denuncia y, por vía de consecuencia, a la

declaratoria de con lugar del recurso de casación anunciado, tal como se hará de manera expresa,

positiva y precisa en la dispositiva del presente fallo. Así se decide.

 
Por haber encontrado esta Sala procedente una infracción de las descritas en el

ordinal 1º del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, se abstiene de conocer y

decidir las restantes denuncias contenidas en el escrito de formalización del recurso de

casación, de conformidad con lo establecido en el artículo 320 eiusdem.

 
DECISIÓN

En fuerza de las anteriores consideraciones, este Tribunal Supremo de Justicia de la

República Bolivariana de Venezuela, en Sala de Casación Civil, administrando Justicia en nombre

de la República y por autoridad de la Ley, declara CON LUGAR el recurso de casación, anunciado

y formalizado por la demandada, contra la sentencia dictada por el Juzgado Superior Sexto en lo

Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,

en fecha 4 de octubre de 2002. En consecuencia se declara LA NULIDAD de la sentencia recurrida

y SE ORDENA al Juez Superior que resulte competente, dicte nueva sentencia corrigiendo el vicio

referido.

Queda de esta manera CASADA la sentencia impugnada.

Publíquese, regístrese y remítase este expediente al Tribunal Superior de origen.

 
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Civil, del

Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los nueve (9) días del mes de agosto de dos

mil cuatro. Años: 194º de la Independencia y 145º de la Federación.

 
 
El Presidente de la Sala y Ponente,
 

_________________________

CARLOS OBERTO VÉLEZ

 
 
El Vicepresidente,

______________________________

ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ

Magistrado

_______________________

TULIO ÁLVAREZ LEDO

El Secretario,
 

________________________________

ENRIQUE DURÁN FERNANDEZ

 
 
Exp.: Nº AA20-C-2002-000912
 
 
SALA CONSTITUCIONAL
Magistrada Ponente: LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO

Expediente N º 05-0401

En fecha 25 de febrero de 2005 fue recibido el Oficio Nº 040/05 de fecha 9 de febrero de


2005, emanado del Juzgado Superior Primero en lo Civil, Mercantil, del Tránsito, Bancario y de
Menores de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, adjunto al cual fueron remitidas las
copias certificadas del expediente contentivo de la acción de amparo constitucional ejercida por la
abogada Marisol Hernández Gutiérrez, inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo
el N° 55.138, en su carácter de representante judicial de los ciudadanos ÁLVARO CONRADO
MARTÍN PÉREZ y CARMEN DELIA LORENZO DE MARTÍN, titulares de las cédulas de identidad Nros.
V.- 1.888.105 y V.- 827.769, respectivamente, contra la sentencia de fecha 17 de marzo de 2004,
dictada por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario de la
Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, con fundamento en los artículos 26, 27, 49 y 115 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Dicha remisión se efectuó en virtud de la apelación interpuesta contra el fallo dictado por
el Juzgado Superior mencionado anteriormente, en fecha 31 de enero de 2005, mediante el cual
se declaró sin lugar la acción de amparo constitucional interpuesta.
En virtud de la reconstitución de la Sala y elegida su nueva Directiva, esta Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia quedó integrada de la siguiente manera: Magistrada Luisa
Estella Morales Lamuño, Presidenta; Magistrado Jesús Eduardo Cabrera Romero,
Vicepresidente y los Magistrados Arcadio de Jesús Delgado Rosales, Pedro Rafael Rondón
Haaz, Luis Velázquez Alvaray, Francisco Antonio Carrasquero López y Marcos Tulio Dugarte
Padrón.

En fecha 28 de febrero de 2005, se dio cuenta en Sala del presente expediente y se


designó ponente a la Magistrada Luisa Estella Morales Lamuño, quien con tal carácter suscribe el
presente fallo.

Realizado el estudio individual de las actas que conforman el presente expediente, esta
Sala Constitucional pasa a decidir previas las siguientes consideraciones.

DE LA ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL

La parte actora presentó solicitud de amparo, con fundamento en los siguientes alegatos:

Que el proceso que da origen a la pretensión de amparo interpuesta, se inició mediante


una oferta real de pago y de depósito propuesta por la sociedad mercantil Q.D. Medical’s R.G.,
C.A., a los fines de consignar las dos (2) últimas cuotas derivadas de un contrato de compraventa
suscrito con los ciudadanos Álvaro Conrado Martín Pérez y Carmen Delia Lorenzo de Martín, según
lo señalan en el escrito contentivo de la pretensión de amparo.

Que en fecha 7 de julio de 2003, presentaron escrito y procedieron a “(…) contestar la


oferta real de pago (…) en donde otras defensas (sic) alegan la litispendencia, la falta de interés, la
acumulación de los autos a otro expediente, la existencia de una cuestión prejudicial, rechazo al
fondo de la oferta real y del depósito, alegó la inexistencia del vinculo juris (sic), la invalidez de la
oferta real y la invalidez del depósito (…)”.

Posteriormente, afirman que el Juzgado Cuarto de los Municipios Valencia, Libertador, Los
Guayos, Naguanagua y San Diego de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo “(…) en la
oportunidad de dictar sentencia (…) declara no válida por improcedente la oferta real de pago
formulada por la sociedad mercantil Q.D. Medical’s R.G., C.A. (…)”.

Señalan que la sociedad mercantil Q.D. Medical’s R.G., C.A., apeló de la sentencia y el
Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario de la Circunscripción Judicial
del Estado Carabobo declaró con lugar la apelación interpuesta en sentencia de fecha 17 de marzo
de 2004.

Aducen que el mencionado Juzgado actuó fuera de su competencia, al omitir pronunciarse


en relación con las defensas opuestas al momento de contestar la oferta planteada por la sociedad
mercantil Q.D. Medical’s R.G., C.A.

Que el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario de la


Circunscripción Judicial del Estado Carabobo no se pronunció respecto a la falta de interés del
oferente, pues sólo se ofertaron las cuotas Nros. 17 y 18, habiendo incumplido con el pago de las
seis (6) cuotas anteriores a éstas, lo que obligó a los demandantes en amparo a reclamar la
resolución del contrato de compraventa en juicio distintos, esto es, en el que cursa por ante el
Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y de Tránsito de la Circunscripción
Judicial del Estado Carabobo.
Estiman que existe litispendencia respecto al expediente N° 18000, que cursa por ante el
Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la referida Circunscripción
Judicial, contentivo de la demanda de resolución del contrato de compraventa por ellos
interpuesta, debido a que se produjo la prevención por haberse citado con anterioridad al
procedimiento de oferta real.

Que igualmente se produjo previamente la citación en otro procedimiento de oferta real y


depósito, que fue propuesta por la sociedad mercantil Q.D. Medical’s R.G., C.A., sobre la base del
mismo título, pero no existió pronunciamiento alguno respecto a la solicitud de acumulación, a
pesar de contar en las actas del expediente que el oferente intentó las ofertas reales de pago y
depósito antes señaladas.

Argumentan que, respecto a estos alegatos, no hubo pronunciamiento por parte del
Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario de la Circunscripción Judicial
del Estado Carabobo.

Denuncian la falta de pronunciamiento en la sentencia del 17 de marzo de 2004, sobre


“(…) la inexistencia del vínculo juris (sic) (…)”, ya que consideran que al incumplir el comprador
oferente con el pago del saldo del precio, operó de pleno derecho la resolución del contrato y al
no existir vínculo jurídico, fue demandada la resolución del contrato de compraventa; argumentos
que consideran suficientes para declarar la inexistencia del vínculo jurídico entre las partes, pero
que no fueron resueltos por el mencionado Juzgado.

Que se alegó y probó el incumplimiento de los siete ordinales contenidos en el artículo


1.307 del Código Civil para la validez de la oferta, especialmente el del ordinal 3º, ya que el
oferente no consignó suma alguna para los gastos líquidos e ilíquidos, y que respecto a estas
defensas el mencionado Juzgado no realizó ningún pronunciamiento.
Consideran que al ser una deuda civil la derivada del contrato de compraventa, la
obligación genera intereses moratorios a la tasa del uno por ciento (1%) mensual, y el monto de
diez mil bolívares (Bs. 10.000,oo), “(…) no está determinado en cuanto a los conceptos y montos
que deben considerarse como gastos líquidos e ilíquidos (…)”, alegando además que “(…) es un
hecho notorio que el monto de Bs. 10.000,oo, no alcanza para el pago de los gastos de registro e
impuestos de la cancelación de la obligación, si ella fuere procedente (…)”.

Concluye en relación con las omisiones imputables al Juzgado Segundo de Primera


Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, que
respecto a las defensas por él invocadas al momento de formular la contestación de la oferta,
devienen en la violación de su derecho a la defensa y al debido proceso.

Por otra parte, a su juicio existe la violación de su derecho a la propiedad “(…) sobre el
bien inmueble objeto del contrato de compraventa, a pesar de constar en autos la inexistencia de
la validez del vinculum juris de que depende la validez de la oferta real y e depósito (sic) (…)”.

Igualmente, afirman que la sentencia fue dictada fuera del lapso legal y que a pesar de ello
no se ordenó la notificación de las partes, con lo cual se lesionó el derecho a la defensa y el debido
proceso.

Finalmente, solicitaron que se declare con lugar la acción de amparo interpuesta y se


reestablezca la situación jurídica infringida.

II

DE LA SENTENCIA EN APELACIÓN
Mediante sentencia del 31 de enero de 2005, el Juzgado Superior Primero en lo Civil,
Mercantil, del Tránsito, Bancario y de Menores de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo,
declaró sin lugar la acción de amparo interpuesta con fundamento en los siguientes argumentos:

Después de realizar transcripciones parciales de la sentencia dictada por el Juzgado


Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario de la Circunscripción Judicial del
Estado Carabobo en fecha 17 de marzo de 2004, a los fines de desvirtuar las omisiones de
pronunciamiento denunciadas por la parte accionante, concluye el Juzgado Superior Primero en lo
Civil, Mercantil, del Tránsito, Bancario y de Menores de la Circunscripción Judicial del Estado
Carabobo, que “(…) En el caso de autos, se repite, el Juez de la causa resolvió todos y cada uno de
los alegatos formulados por la parte querellante en su contestación a la oferta, por lo que,
independientemente de la calidad jurídica de tales determinaciones, ello no puede en ningún caso
ser considerado como omisión de pronunciamiento causante de injuria constitucional denunciable
a través del extraordinario mecanismo de Amparo Constitucional y así se declara (…)”.

Igualmente, formuló las siguientes consideraciones:

“(…) Por último denuncia la demandante en amparo, que la sentencia fue dictada el 17 de
marzo de 2004, después de haber transcurrido el lapso para el dictamen de la misma, y a
pesar de ello, en dicha decisión no se ordenó la notificación de las partes, que sus
representados se impusieron de la sentencia el 29 de marzo de 2004, cuando solicitaron
copias certificadas de todo el expediente, con todo lo cual se violentó sus derechos
constitucionales a la defensa y al debido proceso.

No consta a los autos un cómputo de los días de despacho transcurridos en el Tribunal de la


causa de donde se pueda verificar si efectivamente la sentencia fue dictada fuera del lapso
legal correspondiente, sin embargo aún cuando así hubiese sido, se evidencia al folio 419,
del expediente que la apoderada judicial de los demandantes en amparo, solicitó copia
certificada de todo el expediente mediante diligencia de fecha 29 de marzo de 2004, esto es,
doce (12) días continuos después de haberse dictado la decisión, y como quiera que la
mencionada decisión no tenía previsto recurso procesal ordinario de apelación por tratarse
de una sentencia de segunda instancia, ni tampoco tenía previsto recurso extraordinario de
casación por la cuantía del asunto controvertido, siendo que el único recurso o mecanismo
extraordinario de que disponía la quejosa era, precisamente el recurso extraordinario de
amparo que efectivamente ejerció de manera tempestiva, es por lo que considera este
Tribunal constitucional que el haber omitido la orden de notificación de las partes, no
violentó ningún derecho constitucional de la quejosa, pues no le impidió el ejercicio de
ningún recurso procesal ordinario, ya que -se repite- no estaban previstos para la decisión
cuestionada, ni tampoco se le impidió el ejercicio del extraordinario recurso de amparo
constitucional, pues el mismo fue oportunamente ejercido, en razón de lo cual se declara
improcedente la denuncia de violación del derecho a la defensa y del debido proceso, por la
omisión de la orden de notificación de las partes (…)”.

III

DE LA COMPETENCIA

Debe esta Sala, previamente determinar su competencia para conocer del asunto debatido
y al efecto observa:

En virtud de lo dispuesto en la sentencia de esta Sala Nº 1 del 20 de enero de 2000, caso:


“Emery Mata Millán”, la cual resulta aplicable conforme a lo dispuesto en la Disposición
Derogatoria, Transitoria y Final, literal b), de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la
República Bolivariana de Venezuela, en el artículo 5, numeral 19 eiusdem y, a tenor de lo
establecido en el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, resulta necesario reiterar que le corresponde a esta Sala Constitucional conocer
las apelaciones y consultas de las sentencias provenientes de los Juzgados o Tribunales Superiores
de la República, salvo los Contencioso Administrativos, las Cortes de lo Contencioso
Administrativo, y las Cortes de Apelaciones en lo Penal, en tanto su conocimiento no estuviere
atribuido a otro Tribunal, cuando ellos conozcan la acción de amparo en primera instancia.

Conforme lo anterior, visto que la decisión apelada fue dictada en materia de amparo constitucional
por el Juzgado Superior Primero en lo Civil, Mercantil, del Tránsito, Bancario y de Menores de la
Circunscripción Judicial del Estado Carabobo en fecha 31 de enero de 2005, esta Sala se declara competente
para el conocimiento de la presente causa. Así se decide.
IV

CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

Visto lo anterior, esta Sala pasa a conocer de la presente apelación en los siguientes
términos:

 El Juzgado Superior Primero en lo Civil, Mercantil, del Tránsito, Bancario y de Menores de
la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo mediante sentencia del 31 de enero de 2005,
declaró sin lugar la acción de amparo interpuesta por considerar que la misma no incurrió en las
omisiones de pronunciamiento denunciadas por la parte accionante y que al no ser cuestionables
por vía de amparo los errores de juzgamiento de los jueces, el amparo debía ser declarado sin
lugar, aunado a que no se le vulneró el debido proceso y el derecho a la defensa de la parte, al
darse por notificada de la decisión en la oportunidad de solicitar copia certificada del expediente el
29 de marzo de 2004, lo cual le permitió ejercer oportunamente el presente amparo, puesto que
no procedía la apelación y el recurso de casación.

Al respecto, esta Sala Constitucional ha señalado que el artículo 4 de la Ley Orgánica de


Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, debe interpretarse en el sentido de
considerar la procedencia del amparo constitucional contra una decisión judicial, cuando: i) el
Tribunal haya actuado con abuso de autoridad, usurpación de funciones o que se haya atribuido
funciones que la ley no le confiere; y ii) cuando su actuación signifique la violación directa de
derechos o garantías constitucionales, siempre que se hayan agotado los mecanismos ordinarios
de impugnación.

Igualmente, en reiteradas ocasiones se ha definido el alcance que se le ha dado al


concepto de incompetencia en estos casos, la cual no debe entenderse en un sentido procesal
estricto (por la materia, valor o territorio), sino más bien en el aspecto constitucional, ya que
“obrar fuera de su competencia” como requisito fundamental para la protección constitucional del
derecho que se pretende vulnerado, significa usurpar funciones por parte del juzgador que, por la
ley, no le han sido conferidas.
En este sentido, la Sala mediante decisión del 27 de julio de 2000 (caso: “Mercantiles Seguros
Corporativos, SEGUCORP, C.A. y Agropecuaria Alfin, S.A.”), estableció lo siguiente: “(…) en
el procedimiento de amparo el juez enjuicia las actuaciones de los órganos del poder público o
de los particulares, que hayan podido lesionar los derechos fundamentales. Pero, en ningún
caso, puede revisar, por ejemplo, la aplicación o interpretación del derecho ordinario, por
parte de la administración o los órganos judiciales, a menos que de ella se derive una
infracción directa de la Constitución. (…)” (Subrayado de la Sala).

En decisión de esta Sala dictada el 10 de mayo de 2001 (caso: “Jesús Montes de Oca
Escalona”), se reiteró “(…) que los errores de juzgamiento en que pueda incurrir el juez en el
cumplimiento de su función, en la escogencia de la ley aplicable o en su interpretación, o en la
apreciación de los hechos que se les someten y las infracciones legales, sólo serán materia a
conocer por el juez constitucional cuando constituyan, a su vez, infracción directa de un derecho
constitucionalmente garantizado (…)”.

De ello resulta pues, que aun cuando no puede ser objeto de la acción de amparo contra
sentencia el margen de apreciación del juez, en el caso concreto, es necesario el análisis del
procedimiento de oferta real y depósito contemplado en los artículos 819 al 828 del Código de
Procedimiento Civil, para determinar si la sentencia respectiva se pronunció sobre la validez de la
oferta según los requisitos del artículo 1.307 del Código Civil.

De manera que, cuando el interés procesal versa sobre el pago como medio de liberación
de una obligación, el procedimiento de oferta real resulta apropiado, pero cuando el interés
procesal versa sobre el reconocimiento de una cualidad que se deriva de cualquiera de las fuentes
de las obligaciones, es claro que no será idóneo ese procedimiento especial para dirimir la
controversia.

Ciertamente, si la utilización de la vía de oferta real supone la existencia de una mora


accipiendi del acreedor, que a su vez presupone la existencia de un vínculo jurídico entre las
partes, es claro que ante la existencia de un juicio de resolución de contrato que establece ese
vínculo jurídico entre las partes, el procedimiento de oferta real y depósito no se constituye en la
vía para dirimir o pronunciarse sobre el contrato o vinculación jurídica contenida en el documento
contentivo de la compraventa señalada ut supra.

En lo que se refiere a la norma contenida en el artículo 1.307 del Código Civil, cuya
supuesta falta de aplicación consideró la parte accionante como lesiva, observa esta Sala que la
misma establece los requisitos necesarios para determinar la validez de la oferta in genere,
aplicable, en principio, a todo procedimiento de oferta con el cual se pretenda la liberación de
una obligación, “(…) lo que, a criterio de esta Sala, hace de ella una norma cuya aplicación por el
juez, en la forma pautada por la ley, determina el alcance de la oferta realizada, es decir, la validez
de ella; y es de cumplimiento impretermitible, dado que establece requisitos relevantes y
esenciales: no puede realizarse válidamente una oferta con la mediación judicial, sino cuando se
cumplan las exigencias que contempla dicho artículo, por lo que no se podrá declarar judicialmente
la validez de la oferta si se obvia la aplicación del artículo 1.307 del Código Civil, pues ello
resultaría en una subversión de requisitos de procedimiento atentatoria del derecho a la tutela
judicial efectiva y del derecho de defensa de la parte oferida, al violentar el principio de seguridad
jurídica (…)” (Vid. Sentencia de esta Sala del 16 de octubre de 2002, caso: “María Luisa Redaelli de
Detto”).

Así, la garantía de la tutela judicial efectiva que brinda cobertura al proceso jurisdiccional,
comienza a hacerse efectiva desde que el legislador crea los procedimientos que habrán de ser
utilizados en el ejercicio del deber estatal de tutela de conflictos, los cuales deberán ser
estructurados de tal manera que los otros derechos procesales constitucionalmente garantizados
se realicen y desarrollen en ellos. Comprende dicha garantía, el derecho de acceso a los órganos
de administración de justicia; el derecho a obtener una sentencia dictada según el derecho y
eficaz, es decir con apego, en lo esencial, a los procedimientos legalmente predeterminados,
puesto que no toda infracción de procedimiento tiene carácter constitucional y a los principios y
derechos constitucionalmente garantizados.

 
En el presente caso, se evidencia de autos que efectivamente la sentencia accionada
convalidó el procedimiento de la primera instancia en la oferta real aludida, sin tomar en cuenta la
existencia previa de un juicio que cursa por ante el Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil y Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, contentivo de la demanda
de resolución del contrato de compraventa interpuesta por los hoy accionantes, y en el cual se
produjo la prevención por haberse citado con anterioridad al procedimiento de oferta real y
depósito que produjo la sentencia objeto de la acción de amparo interpuesta.

Así, el Juzgado Superior Primero en lo Civil, Mercantil, del Tránsito, Bancario y de Menores
de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo debió pronunciarse acerca de la validez de la
oferta real que se efectuó, pues los efectos de la misma eran la liberación del deudor de la
obligación que lo vinculaba con el acreedor y, para que se pudiera producir tal liberación, se debió
considerar que la obligación se encontraba controvertida en el juicio que cursa por ante el Juzgado
Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de dicha Circunscripción Judicial,
contentivo de la demanda de resolución de contrato de compraventa.

En consecuencia, al plantearse previamente en otro proceso -mediante la interposición de


una demanda de resolución de contrato de compraventa- un debate en torno a las causas que
sustentan la existencia misma de la obligación, se evidencia el incumplimiento de la norma
contenida en el artículo 1.307 del Código Civil -en los términos de la sentencia de esta Sala del 16
de octubre de 2002, caso: “María Luisa Redaelli de Detto”- lo que subvirtió efectivamente el orden
procesal, al permitir el trámite de un proceso cuya decisión afecta directamente la posibilidad de
las partes de obtener una sentencia firme en el juicio por resolución de contrato incoado ante el
Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la citada Circunscripción
Judicial, así como la necesidad de evitar sentencias contradictorias, con lo cual, considera esta Sala
que efectivamente el juez incurrió en un grave error en la aplicación del derecho, por lo que actuó
fuera del ámbito de sus competencias e infringió a los accionantes sus derechos a la tutela judicial
efectiva y al debido proceso (Vid. Sentencia de esta Sala del 20 de febrero de 2001, caso:
“Alimentos Delta, C.A.”), y así se declara.
En virtud de los razonamientos antes expuestos, esta Sala declara con lugar la apelación
ejercida y revoca la sentencia dictada por el Juzgado Superior Primero en lo Civil, Mercantil, del
Tránsito, Bancario y de Menores de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo en fecha 31 de
enero de 2005, que declaró sin lugar la acción de amparo interpuesta y, en consecuencia, declara
con lugar el amparo ejercido, anula el fallo del 17 de marzo de 2004, dictado por el Juzgado
Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario de la Circunscripción Judicial del
Estado Carabobo y repone la causa al estado que el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil y Agrario de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo que le corresponda conocer
dicho proceso, dicte sentencia de acuerdo con el criterio establecido en el presente fallo. Así se
decide.

DECISIÓN

Por las razones precedentemente expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, en nombre de la República y por autoridad de la Ley, declara CON LUGAR la
apelación ejercida, REVOCA la sentencia dictada por el Juzgado Superior Primero en lo Civil,
Mercantil, del Tránsito, Bancario y de Menores de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo
en fecha 31 de enero de 2005; declara CON LUGAR la acción de amparo interpuesta por la
abogada Marisol Hernández Gutiérrez, inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo
el N° 55.138, en su carácter de representante judicial de los ciudadanos ÁLVARO CONRADO
MARTÍN PÉREZ y CARMEN DELIA LORENZO DE MARTÍN, titulares de las cédulas de identidad Nros.
V.- 1.888.105 y V.- 827.769, respectivamente y, en consecuencia, se ANULA el fallo dictado por el
Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario de la Circunscripción Judicial
del Estado Carabobo el 17 de marzo de 2004, y se repone la causa al estado de que el Juzgado de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo
que le corresponda conocer dicho proceso, dicte sentencia de acuerdo con el criterio establecido
en el presente fallo.
Publíquese, regístrese y notifíquese. Remítase el expediente. Déjese copia de la presente
decisión.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Constitucional del Tribunal


Supremo de Justicia, en Caracas, a los 22 días del mes de abril de dos mil cinco (2005). Años: 195º
de la Independencia y 146º de la Federación.

La Presidenta de la Sala,

LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO


Ponente

El Vicepresidente,

JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO

Los Magistrados,
 
ARCADIO DE JESÚS DELGADO ROSALES

PEDRO RAFAEL RONDÓN HAAZ

LUIS VELÁZQUEZ ALVARAY

FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LÓPEZ


MARCOS TULIO DUGARTE PADRÓN

El Secretario,
 

JOSÉ LEONARDO REQUENA CABELLO

Exp. N º AA50-T-2005-00401
LEML/
 

SALA DE CASACION CIVIL


 
Ponencia del Magistrado ANTONIO RAMIREZ JIMENEZ.
 

En el juicio de cumplimiento de contrato de opción de compra incoado en el

Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción

Judicial del estado Zulia, por la ciudadana ELEIDA DEL CARMEN BRACHO DÍAZ,

representada judicialmente por los abogados Julio César Molina Rojas y Rafael Pirela

Romero, contra la sociedad mercantil CONSTRUCTORA BRIZAM C.A., representada

judicialmente en la instancia por los abogados Rudyth Montiel Sánchez, Fanny Velarde de

Velazco y Norma Rivers, y asistida en este Tribunal Supremo por el abogado Omar García

Valentiner; el Juzgado Superior Segundo en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción

Judicial del estado Zulia, conociendo en apelación, dictó sentencia en fecha 17 de enero de

2000, declarando con lugar la demanda incoada, ordenando a la parte demandada dar

cumplimiento al contrato celebrado, haciendo entrega de los documentos de propiedad del

inmueble a objeto de tramitar el financiamiento para la cancelación del precio de venta por

el actor. De esta manera, quedó revocada la sentencia de primera instancia y con lugar la

apelación interpuesta por el actor.

 
 

Contra este fallo de alzada anunció recurso de casación la apoderada judicial de

la parte demandada, el cual, admitido por el superior, fue oportunamente formalizado e

impugnado. No hubo réplica.

Concluida la sustanciación del recurso de casación y cumplidas las demás

formalidades legales, la Sala procede a dictar sentencia, bajo la ponencia del Magistrado

que con tal carácter suscribe el presente fallo.

RECURSO POR DEFECTO DE ACTIVIDAD

ÚNICO
 

Invirtiendo el orden en que fueron explanadas las denuncias de infracción en el

recurso por defectos de actividad, la Sala procede a analizar y decidir la contenida en el

Capítulo IV del escrito de formalización, fundamentada en el ordinal 1º del artículo 313 del

Código de Procedimiento Civil, en la que se alega la violación por la recurrida del ordinal

5º del artículo 243, y de los artículos 12 y 15 eiusdem, al incurrir en el vicio de

incongruencia negativa.

Por vía de fundamentación, se expone:


“...Consta fehacientemente del escrito de contestación a la demanda que, corre a
los folios 49 al 51 y su vuelto, que nuestra patrocinada alegó como defensa de
fondo o perentoria las circunstancias, contenidas en el contrato preliminar de
opción de compra, referida a una condición resolutoria ejercida por la misma.
En efecto, dicha defensa se planteó en estos términos:

‘...CONSTRUCTORA BRIZAM C.A., HIZO UNA OFERTA REAL DE


PAGO A LA HOY DEMANDANTE, LA CUAL FUE RECIBIDA POR EL
JUZGADO PRIMERO DEL DISTRITO MARACAIBO EL DÍA 17 DE
NOVIEMBRE DE 1993 Y DISTRIBUIDO AL JUZGADO SEGUNDO
DEL DISTRITO MARACAIBO, QUE LE DIO ENTRADA EL 30 DE
NOVIEMBRE DE 1993, TAL CUAL COMO SE EVIDENCIA DE LA
COPIA CERTIFICADA DE LA REFERIDA SOLICITUD QUE
ACOMPAÑO CON ESTA CONTESTACIÓN. OBSÉRVESE QUE FUE
CON POSTERIORIDAD A LA OFERTA REAL DE PAGO QUE LA
OPTANTE PROPUSO SU DEMANDA, COMO RESPUESTA A LA
ACCIÓN DE MI PODERDANTE, PERO ES QUE, ADEMÁS, EL
CONTRATO DE OPCIÓN DE COMPRA, QUE ES EL FUNDAMENTO
DE LA ACCIÓN PROPUESTA CONTRA MI REPRESENTADA, QUE
ESTABLECE EN LA ÚLTIMA PARTE LA CLÁUSULA OCTAVA, LO
SIGUIENTE: “QUEDA EXPRESAMENTE CONVENIDO Y ASÍ LO
ENTIENDEN LAS PARTES, QUE CONSTRUCTORA BRIZAM C.A., EN
CUALQUIER MOMENTO PODRÁ OBLIGARSE A RESTITUIR LA
CANTIDAD DE DINERO RECIBIDAS EN ARRAS DE GARANTÍA DE
LAS OBLIGACIONES DE LA COMPRADORA, MAS LOS INTERESES
DEL UNO POR CIENTO (1%) MENSUAL QUE DICHA CANTIDA
HUBIESE CAUSADO DESDE EL INICIO DEL CONTRATO HASTA EL
MOMENTO EN QUE CONSTRUCTORA BRIZAM C.A., LO DE POR
TERMINADO.

POR LO TANTO (Sic), ES OBVIO QUE, DE ACUERDO A LO


ANTERIORMENTE EXPUESTO, MI REPRESENTADA PODÍA PONER
FIN UNILATERALMENTE AL REFERIDO CONTRATO DE OPCIÓN
EN CUALQUIER MOMENTO, SIN NECESIDAD DEL TRANSCURSO
DE LOS CIENTO OCHENTA (180) DÍAS, AÚN (Sic) HABIENDO
HECHO ENTREGA O NO DE LA DOCUMENTACIÓN QUE LA
DEMANDANTE EXIGE HOY QUE SE LE ENTREGUE E
INDEPENDIENTEMENTE DE LA OFERTA REAL DE PAGO QUE
REALIZÓ...’ (Mayúsculas del formalizante).

Es incuestionable esta defensa argüida por nuestra patrocinada (Sic), está


referida a la facultad que ella tiene de resolver el contrato preliminar que sirvió
de fundamento a la acción propuesta y es claro también, Ciudadano Magistrado,
que tal defensa no aparece decidida en el cuerpo de la recurrida, por lo que
incurre la misma en un vicio de incongruencia negativa, al no haber cumplido el
Juzgador con el principio de exhaustividad que le impone el deber de decidir lo
alegado por las partes, y es más todo lo alegado...Omissis...

Por tanto (Sic), esta denuncia es procedente en derecho, por haber silenciado la
recurrida un argumento central de la defensa relativa a la resolución del
contrato preparatorio o preliminar de venta, facultad èsta resolutoria que como
hemos dicho, depende, de acuerdo al mismo contrato, de la voluntad de nuestra
representada. Al no pronunciarse la recurrida, sobre tal pedimento o defensa,
incurrió en el vicio de incongruencia negativa y violentó, por falta de aplicación
los artículos 243 Ordinal 5º, 12 y 15 del Código de Procedimiento Civil (Sic)
como antes se dijo...”

Para decidir, la Sala observa:

Se le imputa a la recurrida estar viciada de incongruencia negativa, al omitir

pronunciamiento sobre el alegato explanado por el hoy formalizante en su contestación de

la demanda, referente a la condición resolutoria contenida en la cláusula octava del contrato

preliminar de opción de compra.


 

Antes de decidir la presente delación se hace necesario acotar lo siguiente: el artículo 15 del

Código de Procedimiento Civil, sólo es factible denunciarlo cuando se alegue indefensión o menoscabo del

derecho de defensa, pero no encuadra su denuncia de infracción en un recurso por defecto de actividad en el

que se delate un vicio procedimental por incumplimiento de alguno de los requisitos intrínsecos de la

recurrida, como es el caso que se analiza, razón por lo cual la Sala no tiene materia sobre la cual pronunciarse

en torno a su supuesta violación por la sentencia impugnada, y así se decide.

Con respecto al vicio denunciado, la Sala ha sostenido en diversas

oportunidades, que la incongruencia del fallo se produce, cuando el Juez extiende su

decisión más allá de los límites del problema judicial debatido, o bien cuando omite el

debido pronunciamiento sobre alguno de los términos del problema judicial. Esta última

hipótesis conduce a establecer que el juez tiene la obligación de considerar y decidir todas y

cada una de las alegaciones formuladas por las partes, es decir, sobre todo aquello que

constituye un alegato o defensa, regla esta llamada también principio de exhaustividad.

Para verificar la certeza o improcedencia de las aseveraciones del formalizante,

pasa la Sala a transcribir la parte pertinente de la recurrida:

“...En consecuencia, se desestima (Sic) las declaraciones rendidas por Patricia


Inciarte González, Erika Zambrano Portillo, Eder Pérez Nava y María Ninfa
Viloria de Suárez y se estiman las rendidas por Levy Bustos Carrasquero y
Daisy González León, concluyéndose que Constructora Brizam C.A, no hizo
entrega a Eleida Bracho de los documentos de propiedad evidenciándose de las
pruebas de autos que Constructora Brizam C.A. según lo permitido por la
cláusula octava del contrato no devolvió lo recibido en arras más los intereses
producidos.

Ahora bien, el contrato de opción celebrado entre Constructora Brizam C.A, y


Eleida Bracho Díaz por documento autenticado de fecha 30 de septiembre de
1.992 (Sic) que obra en autos acompañado por la demandante con el libelo y
admitido expresamente por la demandada al dar contestación, prevé en la
Cláusula Quinta que LA COMPRADORA podrá solicitar de los Institutos
Especializados en la materia y dentro del plazo de vigencia del contrato, un
crédito destinado a la adquisición de dicho inmueble.

Esta estipulación obliga a ambas partes contratantes y por aplicación del


artículo 1.160 del Código Civil que establece: “Los contratos deben ejecutarse
de buena fe y obligan no solamente a cumplir lo expresado en ellos, sino a todas
las consecuencias que se derivan de los mismos contratos, según la equidad, el
uso o la Ley”, así como la opcionada Eleida Bracho Díaz podía solicitar la
concesión de un crédito en un instituto bancario para pagar el precio de venta
del inmueble, la empresa opcionante quedó obligada a dar cumplimiento a las
consecuencias de dicha Cláusula Quinta, esto es a entregar la documentación
necesaria para que la opcionada obtuviese el financiamiento”.

Es evidente que la recurrida, al abstenerse de dictar decisión en relación con la

cuestión de hecho referida a la facultad resolutoria por voluntad del accionado, descrita en

la Cláusula Octava del contrato de opción de compra, cuyo argumento central fue

solicitado en la contestación de la demanda, a pesar de que dicha cuestión formaba parte del

thema decidemdum de la controversia, omitió pronunciamiento al respecto, otorgándoselo a

la Cláusula Quinta la cual dispone que “LA COMPRADORA podrá solicitar de los

Institutos Financieros en la materia y dentro del plazo de vigencia del contrato, un crédito

destinado a la adquisición de dicho inmueble”, basándose en ella el dispositivo del fallo


recurrido, por lo que incurrió indudablemente en la omisión señalada por el formalizante,

violando la regla que le impone el deber de dictar decisión expresa, positiva y precisa con

arreglo a la pretensión deducida y a las excepciones y defensas opuestas, establecida en el

ordinal 5º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, así como el artículo 12

eiusdem, porque no se atuvo a lo alegado y probado en autos.

Al respecto, la Sala en decisión de fecha 11 de marzo de 1999 (caso: Lesbia Morales Castillo c/

Hagdalá José Mostafá Paolini y otra), estableció el siguiente criterio sobre el vicio de incongruencia negativa,

que hoy se reitera:

“...ha dicho la Sala, siguiendo las enseñanzas del Dr. Humberto Cuenca que,
según la exégesis de la norma relativa a los requisitos intrínsecos de toda
sentencia, expresa, significa que la sentencia no debe contener implícitos ni
sobrentendidos; positiva, que sea cierta, efectiva y verdadera, sin dejar
cuestiones pendientes, y precisa, sin lugar a dudas, incertidumbres,
obscuridades ni ambigüedades.

En este sentido, el Juez debe resolver, sólo lo debatido pero todo lo debatido.
De forma y manera que, si el Juez altera el asunto sometido a su imperio,
silencia algún elemento o concede más de lo pedido o de lo resistido, incurre en
el vicio de incongruencia negativa.

Este deber de los jueces tiene su fundamento en el derecho de defensa y en el de


petición, que a los ajusticiables garantiza la Constitución y, es por ello, que el
sentenciador debe analizar y resolver todos los puntos sometidos a su
consideración, por más que en su fuero interno considere que esos puntos
quedaron ya resueltos como consecuencia de haber decidido algún otro. Desde
luego, que no puede haber implícitos ni sobrentendidos, ni puede dejar asunto
alguno sin resolver.” (Subrayado de la Sala).
 

Por todo lo anteriormente expuesto, la denuncia por incongruencia negativa

resulta procedente, y así se decide.

Por haberse declarado procedente una denuncia de las establecidas en el ordinal

1º del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, la Sala se abstiene de analizar las

restantes delaciones contenidas en el escrito de formalización, en acatamiento al precepto

contenido en el artículo 320 eiusdem.

DECISIÓN
 

En mérito de las consideraciones expuestas, el Tribunal Supremo de

Justicia en Sala de Casación Civil, administrando justicia en nombre de la República

Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara CON LUGAR el recurso

de casación anunciado y formalizado por el demandado, contra la sentencia dictada en

fecha 17 de enero de 2000, por el Juzgado Superior Segundo en lo Civil y Mercantil

de la Circunscripción Judicial del estado Zulia, con sede en Maracaibo. En

consecuencia, se anula dicha sentencia y SE REPONE la causa al estado de que el


tribunal que resulte competente, dicte nueva decisión con sujeción a lo establecido en

el presente fallo.

Publíquese y regístrese. Remítase el expediente al Juzgado Superior de

origen, ya mencionado, de conformidad con el artículo 322 del Código de

Procedimiento Civil.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación

Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los quince

( 15 ) días del mes de noviembre de dos mil. Años: 190º de la

Independencia y 141º de la Federación.

El Presidente de la Sala,

________________________

FRANKLIN ARRIECHE G.

El Vicepresidente y Ponente,

___________________________

ANTONIO RAMIREZ JIMENEZ

El Magistrado,

 
_________________________

CARLOS OBERTO VELEZ

La Secretaria,

___________________

DILCIA QUEVEDO

RC 00-159
 

 
 

SALA DE CASACION CIVIL


Magistrado ponente Dr. FRANKLIN ARRIECHE G.

En el curso del juicio por ejecución de contrato de venta y oferta real de pago que sigue el
ciudadano MORTIMER RAMÓN GUTIÉRREZ mediante sus apoderados Kelvin Alvarez Paradi
y Jenny Alvarez Paradi, y ante esta Sala por el abogado Rodolfo Estrada Tobía contra el ciudadano
HÉCTOR JOSÉ FLORVILLE TORREALBA, representado por la abogado Carmen Cristina
Rocha Maldonado y en esta alzada por los abogados Manuel A. González y Carlos Espinoza Ch.; el
Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, Tránsito y de Menores de la Circunscripción Judicial del
Estado Miranda, con sede en Los Teques, dictó sentencia en fecha 3 de marzo de 2000 mediante la
cual revocó la decisión del Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del
Tránsito de la misma circunscripción judicial, que declaró con lugar la demanda por cumplimiento
de contrato de venta.

Contra la sentencia de alzada anunció recurso de casación la parte actora. Admitido dicho
recurso se formalizó oportunamente, hubo contestación, réplica y complemento de la contestación.

Cumplidos los trámites de ley se declaró concluida la sustanciación y siendo la oportunidad


para decidir se pasa a hacerlo bajo la ponencia del Magistrado que con tal carácter suscribe y en los
términos siguientes:

 
PUNTO PREVIO

-I-

 
Observa la Sala que en fecha 14 de agosto de 2000, fue presentado por el representante
judicial del ciudadano Héctor José Florville Torrealba, escrito complementario de contestación a la
formalización.

Tomando en cuenta el cómputo realizado por la Secretaría de esta Sala, del mismo se
desprende que el lapso para la contestación comenzó el 3 de julio de 2000 y culminó el 22 del
mismo mes y año y como quiera que el escrito complementario de la contestación fue presentado en
fecha 14 de agosto de 2000, el mismo resulta extemporáneo, razón por la cual la Sala se abstiene de
analizarlo. Así se decide.

-II-

Por otra parte, observa la Sala que tanto el formalizante como el impugnante solicitan un
pronunciamiento previo sobre la admisibilidad del recurso de casación anunciado en fecha 18 de
mayo de 2000, y al respecto debe señalarse lo siguiente:

Del escrito libelar se desprende que la cuantía en el presente juicio fue estimada en la suma
de seis millones de bolívares (Bs. 6.000.000,oo), suma ésta que fue rechazada por exagerada en la
contestación.

Asimismo, del contenido de las actas procesales evidencia la Sala que el sentenciador ad
quem, como punto previo en la sentencia objeto del anuncio del recurso extraordinario y aplicando
jurisprudencia derogada para la fecha en que se produjo la misma, declaró que no existía ninguna
estimación.

En vista de lo anterior la Sala considera que negar a priori la admisión del recurso de
casación por un argumento de la propia sentencia recurrida, conllevaría a una petición de principio,
que consiste en dar como cierto lo que debe ser objeto de revisión y análisis; en otras palabras, lo
definido no debe entrar en la definición.

Por tanto, y descendiendo al punto de la cuantía, debe señalarse que en virtud de la


jurisprudencia vigente para esta fecha, al ser rechazada por la parte demandada la cuantía de la
demanda, por considerarla exagerada, la carga de probar el fundamento de su impugnación
correspondía a la accionada, por la condición modificativa que alegó en el acto de contestación al
fondo, y al no hacerlo quedó firme la estimación hecha por el actor, es decir, la suma de seis
millones de bolívares (Bs. 6.000.000,oo), cantidad ésta que excede de cinco millones de bolívares
(Bs. 5.000.000,oo) necesaria para la admisión del recurso de casación en los juicios civiles.

Por las anteriores consideraciones, la Sala desestima el pedimento del impugnante y


procederá al análisis del recurso de casación interpuesto. Así se decide.

CASACIÓN DE OFICIO
 

En uso de la facultad que asiste a la Sala de hacer pronunciamiento expreso para casar el
fallo recurrido con base en infracciones de orden público, de conformidad con lo establecido en el
artículo 320 del Código de Procedimiento Civil, se observa:

La recurrida presenta los siguientes antecedentes:

El proceso se inicia por demanda de cumplimiento de contrato de venta, propuesta por el


ciudadano Mortimer Ramón Gutiérrez contra el ciudadano Héctor José Florville Torrealba.

En el mencionado contrato se estableció un pacto con retracto convencional en virtud del


cual el vendedor se reservaba recuperar la cosa vendida mediante la restitución de la cantidad de
ochocientos mil bolívares (Bs. 800.000,oo).

Asimismo, en el escrito libelar, en el capítulo denominado “OFERTA REAL Y DEPÓSITO.


PETITORIO.”, el actor de conformidad con lo dispuesto en el ordinal 3° del artículo 819, 820
del Código de Procedimiento Civil, y 1.306 del Código Civil, puso a disposición del Juzgado
Segundo de Primera de Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción
Judicial del estado Miranda, la suma de ochocientos mil bolívares (Bs. 800.000,oo) con la
finalidad de que fuera ofrecida al acreedor, por cuanto éste se rehusó a recibir el pago.
Se evidencia pues en el caso sub-litis, la acumulación en un mismo procedimiento de dos
pretensiones correspondientes a procedimientos incompatibles, a saber: la ejecución del contrato
por una parte, y la oferta real, por la otra.

 
Ahora bien, la Sala ha establecido en diferentes oportunidades que la acumulación obedece,
en efecto, a la necesidad de evitar la eventualidad de fallos contradictorios en casos que o bien son
conexos o existe entre ellos una relación de accesoriedad o continencia. Asimismo, tiene como
objetivo influir positivamente en la celeridad, ahorrando tiempo y recursos al fallar en una sola
sentencia asuntos en los que no hay razón para que se ventilen en diferentes procesos.

Por tanto, es indispensable la existencia de dos o más procesos y que entre ellos exista una
relación de accesoriedad, continencia o conexidad; y, por supuesto, que no exista alguno de los
presupuestos establecidos en el artículo 81 del Código de Procedimiento Civil, inherentes a la
prohibición de acumulación de autos o procesos; norma ésta que textualmente expresa:

“No procede la acumulación de autos o procesos:

...3° Cuando se trate de asuntos que tengan procedimientos incompatibles”.


 
Debe entonces, puntualizar la Sala que, siendo la unidad de procedimiento una
característica de la acumulación en general, tal unidad no podría lograrse cuando, como en el caso
de autos, a cada pretensión corresponda un procedimiento incompatible con el de la otra y más aun
cuando se acumuló a un proceso que se sigue por el procedimiento ordinario, otro que se rige por el
respectivo procedimiento especial, como lo es la oferta real.

Las razones precedentemente expuestas conducen a la Sala a casar de oficio y sin reenvío el
fallo recurrido, y en consecuencia, a declarar la inadmisibilidad de la demanda propuesta por el
ciudadano Mortimer Ramón Gutiérrez contra el ciudadano Héctor José Florville Torrealba, por
infracción del artículo 81 del Código de Procedimiento Civil, por falta de aplicación. Por tanto es
innecesario un nuevo pronunciamiento sobre el fondo de la controversia, conforme a lo establecido
en el artículo 322 del Código de Procedimiento Civil. Así se establece.

DECISIÓN
 

En virtud de las precedentes consideraciones, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de


Casación Civil, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por
autoridad de la Ley, CASA DE OFICIO Y SIN REENVÍO la sentencia de fecha 3 de marzo de
2000, dictada por el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y de Menores de la
Circunscripción Judicial del estado Miranda, en consecuencia, se declara INADMISIBLE la
demanda, se ANULAN las actuaciones procesales, incluyendo el auto de admisión de la demanda
dictado en fecha 7 de febrero de 1995 proferido por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil y del Tránsito de la precitada Circunscripción Judicial, así como todas las
actuaciones posteriores a dicho auto.

Publíquese y regístrese. Remítase el expediente al Juzgado Segundo de Primera Instancia en


lo Civil, Mercantil, y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda. Particípese
esta decisión al Tribunal Superior de origen.

 
 
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Civil, en Caracas, a los

veintidós ( 22 ) días del mes de mayo de dos mil uno. Años: 191° de la Independencia y 142° de la

Federación.

 
 
El Presidente de la Sala-ponente,

________________________________

FRANKLIN ARRIECHE G.

El Vicepresidente,

________________________

CARLOS OBERTO VÉLEZ

 
Magistrado,
 

_____________________________

ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ


 
La Secretaria,

____________________________

ADRIANA PADILLA ALFONZO

EXP. No. 00-387

AA20-C-2000-000169
S AL A DE CAS ACIÓ N CIVIL
Exp. Nro. 2005-000649

Ponencia de la Magistrada ISBELIA PÉREZ VELÁSQUEZ.

En el procedimiento de oferta real de pago y depósito, intentado por la

sociedad mercantil INVERSIONES LELUI C.A., representada judicialmente por los

abogados Rafael Ángel Briceño, Alejandro Briceño Rosales, Ismenia Briceño Rosales

y Mónica Citton Marín, contra las ciudadanas FLOR DE MARÍA FEO DE

HERNÁNDEZ, CARMEN AMELIA FEO DE BARROZZI y CONCEPCIÓN

THAÍS FEO DE DIEZ, representadas judicialmente por los abogados Oswaldo

Hernández Feo, Samuel Jaime Machado, Luís Rodríguez Prada y Luís Aquiles Mejía

Arnal; el Juzgado Superior Décimo en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la

Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, conociendo en alzada, en

virtud del recurso ordinario de apelación formulado por la parte demandada contra el
fallo definitivo proferido por el a-quo, al cual se adhirió posteriormente la accionante,

dictó sentencia en fecha 28 de julio de 2005, mediante la cual declaró con lugar la

oferta real de pago y depósito, sin lugar el recurso ordinario de apelación formulado

por la parte demandada, parcialmente con lugar la adhesión a la apelación planteada

por la accionante y confirmada la sentencia apelada. De conformidad con lo dispuesto

en el artículo 274 del Código de Procedimiento Civil, condenó en costas a la parte

demandada.

Contra la referida sentencia de la alzada, ambas partes anunciaron

recurso de casación, los cuales fueron admitidos por el juez de la recurrida, y

posteriormente sólo presentó escrito de formalización la parte demandada. Hubo

impugnación, sin réplica.

Concluida la sustanciación del recurso, la Sala procede a dictar sentencia

bajo la ponencia de la Magistrada que con tal carácter la suscribe, en los términos

siguientes:

PUNTOS PREVIOS

La parte demandante anunció recurso de casación contra la sentencia

definitiva de fecha 28 de julio de 2005, el cual fue admitido por el juez de la

recurrida. Sin embargo, no presentó escrito de formalización, lo cual determina que


ese recurso de casación debe ser declarado perecido, de conformidad con lo previsto

en el artículo 325 del Código de Procedimiento Civil, el cual dispone:

“Se declarará perecido el recurso, sin entrar a decidirlo, cuando la


formalización no se presente en el lapso señalado en el artículo 317, o no
llene los requisitos exigidos en el mismo artículo.”

Por consiguiente, la Sala declara perecido el recurso de casación anunciado

y no formalizado por la parte demandante. Así se establece.

II

La parte demandada expresa que, en primer lugar, formaliza contra la

sentencia interlocutoria de fecha 21 de diciembre de 1998, que consta al folio

doscientos treinta y cinco (235) de los que conforman la primera pieza del expediente

y, posteriormente, dirige su recurso contra la sentencia definitiva de segunda instancia

de fecha 28 de julio de 2005, que cursa al folio veinte y seis (26) de la tercera pieza

del presente expediente, la cual se produjo luego de una sentencia dictada por esta

Sala de Casación Civil, en fecha 3 de mayo de 2005, en la cual se casó por un defecto

de actividad, la decisión dictada el 29 de abril de 2004, por el Juzgado Superior

Noveno en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área

Metropolitana de Caracas.

Ahora bien, en relación con ello la Sala deja sentado que entrará a resolver

la denuncia formulada contra el fallo interlocutorio antes señalado y, en caso de no


prosperar ésta, la Sala procederá a resolver el recurso formulado contra la sentencia

definitiva. Así se establece.

RECURSO DE CASACIÓN FORMALIZADO CONTRA LA SENTENCIA

INTERLOCUTORIA DE FECHA 21 DE

DICIEMBRE DE 1998

DEFECTO DE ACTIVIDAD

ÚNICA

Con fundamento en el ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil,

se denuncia la infracción de los artículos 15, 206, 208 y 338 eiusdem, bajo la siguiente

fundamentación:

“…denuncio la infracción de los artículos 15, 206, 208 y 338 del mismo Código,
producida al haber quebrantado la recurrida formas procesales en menoscabo del
derecho de defensa.

La decisión recurrida hace una síntesis de la controversia, que consiste en que las
sociedades mercantiles INVERSIONES IRACARA C.A., INVERSIONES
GUACUINA C.F C.A. e INVERSIONES MUCURAMA C.A. actuando como
cesionarias del crédito, aceptaron la oferta realizada, en tanto que el apoderado de
la oferente se opuso a que se considerara aceptada la oferta y terminado el
procedimiento, por considerar que dichas sociedades no son las oferidas.

Luego de esta síntesis, la Alzada pasa a analizar la citación de las personas


originalmente oferidas, y repone la causa al estado en que se ordenó la citación
de las accionadas, porque no se había completado el procedimiento respecto a una
de ellas, sin resolver lo planteado, que consistía en una sucesión procesal
producida por la cesión de todos los derechos, litigiosos o no, antes de la
contestación a la demanda, o el acto equivalente, que en el caso consistiría en la
aceptación o rechazo de la oferta.

Ahora bien, dentro de los estrechos límites del procedimiento de oferta real y
depósito, tal decisión podría parecer ajustada a derecho, pues evidentemente la
oferta no se realizó a estas sociedades. Sin embargo, así como examinó el Juez la
cuestión de la citación por ser de eminente orden público, debió percatarse de que
de ser válida la cesión de los derechos no era útil la reposición decretada, pues
los sucesores habrían aceptado la oferta. Tal examen, que requería extenderse a
la naturaleza de la pretensión, habría conducido a la convicción de que se trataba
de una controversia sobre la ejecución de un contrato, cuya específica naturaleza
impedía la aplicación del procedimiento de oferta real y depósito, porque su
restringido trámite procesal impide a nuestras representadas toda oportunidad de
defender sus derechos e intereses…

…Omissis…

Por otra parte la oferta no es pura y simple, sino que precisa lo siguiente: “Pido al
Tribunal que los QUINCE MILLONES DE BOLÍVARES (Bs. 15.000.000,00) de
la oferta real sean entregados a las oferidas en el acto de protocolización de la
escritura pública de venta ante la respectiva Oficina Subalterna de Registro”, es
decir que para aceptar la oferta en los términos en que viene insistiendo el
apoderado actor, es necesario cumplir con el contrato, y entonces lo pretendido
en este procedimiento no es simplemente pagar una suma debida, sino obtener el
cumplimiento del contrato…

…Omissis…

Al aplicar el Juez de la causa el procedimiento de oferta real y depósito a una


pretensión de cumplimiento de contrato, quebrantó la forma procesal que
establece la necesidad de tramitar por el procedimiento ordinario la pretensión en
cuestión, en menoscabo del derecho de defensa…

…Omissis…

Al no resolver de oficio sobre la subversión del orden del proceso que significa
tramitar por el procedimiento de oferta real una pretensión de cumplimiento de
contrato, el juez no procuró la estabilidad del proceso, pues dictó una decisión
que al obviar este tema continuó un proceso que debe ser anulado, por infracción
de reglas de orden público...

…Omissis…

El Juez de la interlocutoria decidió reponer la causa al estado de nueva citación,


lo cual no subsanó los vicios del procedimiento, pues debió percatarse de lo
denunciado y reponer la causa al estado de que se examine y niegue la admisión
del procedimiento; o simple y directamente declarar concluido el proceso por
haber sido mal tramitado…

Para decir, la Sala observa:

Es preciso señalar que la sentencia interlocutoria impugnada por el formalizante, a

través de la presente delación, se produce por efecto del recurso ordinario de apelación

formulado contra el auto del tribunal de la causa que declaró la apertura de la articulación

probatoria de diez (10) días, dispuesta en el artículo 824 del Código de Procedimiento Civil,

con el fin de que las partes promovieran las pruebas que consideraran pertinentes para

demostrar la validez de la oferta.

No obstante, el tribunal superior en la sentencia interlocutoria recurrida, consideró

necesario reponer la causa en vista de que no había sido citada una de las codemandadas, lo

que representaba un asunto de orden público, cuyo cumplimiento tiene el deber de velar, de

conformidad con lo previsto en el artículo 206 del Código de Procedimiento Civil. Por

consiguiente, la Sala estima que el juez superior actuó ajustado a derecho al corregir el

quebrantamiento de la forma procesal.

Ahora bien, el formalizante sostiene que de ser válida la cesión de derechos, la

reposición decretada en la causa resultaría inútil, por cuanto el juicio habría terminado en
vista de la aceptación de la oferta expresada por las terceras cesionarias, lo que en todo

constituye un aspecto relacionado con la validez de la oferta, y por ende, la utilidad de la

reposición no podría estar supeditada al examen de unos de los extremos referidos a la

validez de la oferta, el cual debe ser cumplido luego de verificado el trámite exigido en la ley.

En efecto, la Sala observa que en el procedimiento de oferta real y depósito, el

legislador previó la articulación probatoria prevista en el artículo 824 del Código de

Procedimiento Civil, precisamente para que las partes consignaran las pruebas pertinentes

para demostrar la validez o no de la oferta, dentro de lo cual figura precisamente, el

determinar la capacidad y facultad de aquel o aquellas que pueden aceptar la oferta.

Por otra parte, es oportuno indicar que en apoyo a la inutilidad de la

reposición fue alegado que la naturaleza de la pretensión impide la aplicación del

procedimiento de oferta real y depósito, por cuanto la misma se encuentra encaminada

a obtener el cumplimiento de un contrato, y no simplemente la liberación del pago.

Esos planteamientos los apoya el formalizante, en el razonamiento de que

por medio de la oferta real las oferidas se verían obligadas a cumplir con el contrato,

en vista de que se estipuló que el pago debía ser entregado en el acto de

protocolización de la venta definitiva.


Por ello, sostienen que la oferta conduce a lograr el cumplimiento del

contrato por parte de las oferidas, lo que en modo alguno es el objeto del

procedimiento empleado “oferta real y depósito”. Pues se le impediría a las

demandadas negarse a cumplir con el contrato, y defenderse así de un posible

incumplimiento por parte del oferente.

Como puede apreciarse, el planteamiento formulado por el formalizante se

apoya fundamentalmente en sostener que la obligación de pago estaba sujeta o

supeditada al cumplimiento de la obligación de registrar el documento de compra

venta, para cuya oportunidad fue acordado sería cumplida la obligación de pago, lo

cual significa que es inapropiado el uso del procedimiento de oferta real, por cuanto

ello conduciría al cumplimiento del contrato de venta, sin posibilidad de defensa para

el demandado respecto a la obligación de registro del documento de venta, en

sustitución del procedimiento ordinario que es el idóneo para obtener el cumplimiento

del contrato de venta.

Este planteamiento, le permite a la Sala concluir que el problema presentado no

constituye un problema por defecto de actividad, donde se discuta el quebrantamiento

de formas procesales, sino que reviste un problema de derecho, particularmente, tal

como ha sido planteado, que se vincula al cumplimiento o no de los requisitos

necesarios para la validez de la oferta.

En efecto, este punto fue resuelto precisamente por la sentencia recurrida,

al analizar el cumplimiento de esta norma y efectuar su aplicación al caso concreto.


Por ello, si el formalizante consideró que el juzgador no aplicó, o interpretó

incorrectamente este artículo al declarar la validez de la oferta, ha debido presentar su

denuncia al amparo del ordinal 2° del artículo 313 eiusdem, ya que es mediante este

tipo de denuncia, a través de la cual se podría controlar la legalidad del fallo sobre

este particular.

En consecuencia, se declara improcedente la presente denuncia. Así se

establece.

RECURSO DE CASACIÓN CONTRA LA SENTENCIA DEFINITIVA

DEFECTO DE ACTIVIDAD

ÚNICA

Con fundamento en el ordinal 1° del artículo 313 del Código de

Procedimiento Civil, se denuncia la infracción de los artículos 15, 206, 208 y 338

eiusdem, por considerar que la recurrida quebrantó formas procesales.

Por vía de fundamentación, el formalizante aduce lo siguiente:

“…resulta claro que la controversia no era susceptible de ser tramitada por


el procedimiento de oferta real y depósito, porque su naturaleza excede de
la simple cuestión de entregar la suma de dinero que completa la cuota
inicial convenida.
Así, el Sentenciador (sic) percibe el problema cuando precisa “La oferente
pidió que la suma consignada (Bs. 15.000.000,00) fuera entregada a las
oferidas “en el acto de protocolización de la escritura pública de venta ante
la respectiva Oficina Subalterna de Registro”, pero a continuación desvía
la atención del verdadero problema, la inatinencia (sic) del procedimiento
aplicado cuando dice: “pareciera a simple vista una condición inaceptable
en cuanto impide a las destinatarias de la misma retirar inmediatamente el
monto ofertado; sin embargo, de acogerse este punto de vista, estaríamos
extremando las cosas hasta llevarlas a lo absurdo y desigual, pues, no
puede pasarse inadvertido que las partes convinieron en que la cuota inicial
se pagaría en la oportunidad de la protocolización”. Empeñado como
estuvo en decidir dentro de los estrechos límites del procedimiento de
oferta real, enfoca la discusión en la posibilidad general de una oferta
condicionada, sin percibir que no se trata de una condición cualquiera, sino
de la condición de que la otra parte cumpla con el contrato, es decir que
conforme al actor y lo que es central en la denuncia, de acuerdo con el
Juez, la parte para aceptar voluntariamente la oferta y recibir el dinero,
tiene que otorgar el documento registrado de compraventa, es decir tiene
que cumplir con el contrato…”.

Para decidir, la Sala observa:

El formalizante presenta nuevamente ante la Sala, pero ahora en la

oportunidad de recurrir contra la definitiva, el planteamiento que fue resuelto en el

capítulo anterior, atinente a sostener que la actora eligió un procedimiento errado para

encaminar su pretensión, en vista de que la obligación a liberar por medio del pago, se

encuentra sujeta a la oportunidad de registro del documento definitivo de venta, y por

ende, al cumplimiento del contrato suscrito entre la oferente y las demandadas. Es

decir, para que las demandadas puedan recibir el pago, debe necesariamente firmar,

protocolizar el documento de venta definitivo ante el Registro Subalterno, para así

poder retirar el pago objeto de la oferta.

Es bajo esta óptica, que el formalizante sostiene, que la acción no es viable,

por cuanto a través del ejercicio de la oferta, el oferente lograría el cumplimiento del

contrato, “la materialización del negocio” mediante la firma de las oferidas del

documento definitivo de venta ante el Registro Subalterno, lo que le impediría a las


demandadas negarse a firmar dicha venta, ante la existencia de un posible

incumplimiento de la oferente.

En este sentido, la Sala reitera lo resuelto en el capítulo anterior de la

presente decisión, en el sentido de que los argumentos expuestos por el formalizante

se refieren al examen sobre la validez o no de la oferta, lo cual supone la revisión de

los requisitos que el legislador dispuso en las normas sustantivas que regulan la

validez de la oferta real y depósito.

Ahora bien, no obstante que el formalizante realizó este planteamiento

como un problema por defecto de actividad, esta Sala constata de la formalización,

que el recurrente presentó ante la Sala estos mismos alegatos, pero enfocados como un

problema por infracción de ley.

Por tal motivo, será en la oportunidad de resolver la denuncia de fondo

contenida en la formalización, atinente al punto, cuando esta Sala dirima el

planteamiento principal formulado por el recurrente en su formalización. En

consecuencia, se declara improcedente la presente denuncia.

INFRACCIÓN DE LEY

ÚNICO
Con fundamento en el ordinal 2° del artículo 313 del Código de

Procedimiento Civil, se denuncia la infracción de los ordinales 1° y 5° del artículo

1.307 del Código Civil, por errónea interpretación.

Alega el formalizante para sostener la presente denuncia, lo siguiente:

“…Establece el artículo 1.307 del Código Civil:


Para que el ofrecimiento real sea válido es necesario:
1°- Que se haga al acreedor que sea capaz de exigir, o a aquél que tenga
facultad de recibir por él.
…Omissis…
5°- Que se haya cumplido la condición bajo la cual se ha contraído la
deuda.
La alzada consideró válida la oferta en cuanto a los requisitos del ordinal
1° del artículo 1.307 del Código Civil, con la siguiente aseveración:
“La oferta se le hizo, como hemos tenido ocasión de ver, a las ciudadanas
FLOR DE MARÍA (ALICIA) FEO de HERNÁNDEZ, CARMEN
AMELIA (CAMELIA) F. FEO de BARROZZI y CONCEPCIÓN THAÍS
(CONCHITA) FEO de DIEZ, quienes suscribieron con la oferente la
opción de compra, obligándose a transmitirle el inmueble, por lo que no
abriga dudas este juzgador en cuanto a que de esa forma queda satisfecho
el requisito previsto en el ordinal 1° del citado artículo”.
En la decisión está implícito el criterio de que el acreedor debe ser capaz
de exigir el pago, y lo que es lo mismo, recibirlo, para el momento en que
se realizó el acto o suscribió el contrato que constituye la causa del pago
que se pretende realizar; sin embargo la correcta interpretación de dicho
requisito consiste en que el acreedor debe ser capaz de exigir o recibir el
pago para el momento en que se le notifica de la oferta, pues de lo
contrario no se cumpliría el propósito del proceso. Tal interpretación
resulta del conjunto de normas sobre la oferta de pago y depósito, que está
dirigida a realizar el pago cuando un acreedor se niega a recibirlo, y para
ello quien se cita para la oferta debe ser capaz de exigir la obligación en el
momento en que se realiza la oferta, pues de lo contrario no podrá recibir
la suma ofrecida y el oferente no quedará liberado de la obligación.
Por lo que respecta al cumplimiento del requisito del ordinal 5° del artículo
1.307 del Código Civil…
…Omissis…
…Resulta patente el error de interpretación del juez, implícito en la
decisión, pues resuelve el Juez sobre una condición de la oferta,
entendiendo que a ello se refiere el ordinal 5° de la regla en cuestión, no
obstante que este es claro cuando establece: “Para que el ofrecimiento real
sea válido es necesario (…) 5° Que se haya cumplido la condición bajo la
cual se ha contraído la deuda”. Se trata de la condición de la cual
depende el nacimiento o exigibilidad de la obligación, que en el caso
consiste en la presentación del documento de compraventa ante el Registro.
Sólo presentado el documento es exigible la obligación del oferente de
pagar el precio, y en el caso, al no haberse presentado el documento al
Registro, no se ha cumplido la condición…”.

Como puede apreciarse de la transcripción de la presente denuncia, el

formalizante alega ante la Sala principalmente, la infracción del ordinal 5° del artículo

1.307 del Código Civil por errónea interpretación, por considerar que la obligación

que dio lugar al pago-opción de compra-, se encuentra condicionada a la presentación

y firma del documento definitivo de compraventa ante el Registro Subalterno y, en

consecuencia, al no haberse presentado el documento, ni firmado ante el Registro

Subalterno, no está cumplida esta condición.

Por ello, sostiene que el juzgador que profirió la sentencia recurrida infringió

dicha disposición cuando consideró cumplido este requisito, siendo precisamente que

dicha norma estipula que uno de los requisitos de validez de la oferta, es que se haya

cumplido la condición bajo la cual se ha contraído la deuda, lo que a juicio del

recurrente no ha ocurrido en este caso.

Para decidir la Sala observa:

El artículo 1.307 del Código Civil, contiene los requisitos fundamentales e

impretermitibles que debe cumplir la oferta de pago y depósito para que sea válida y,

textualmente dispone lo siguiente:


“Artículo 1.307.- Para que el ofrecimiento real sea válido es necesario:
1°- Que se haga el acreedor que sea capaz de exigir, o aquel que tenga facultad de recibir
por él.
2°- Que se haga por persona capaz de pagar.
3°- Que comprenda la suma íntegra u otra cosa debida, los frutos y los intereses debidos,
los gastos líquidos y una cantidad para los gastos ilíquidos, con la reserva por cualquier
suplemento.
4°- Que el plazo esté vencido si se ha estipulado a favor del acreedor.
5°- Que se haya cumplido la condición bajo la cual se ha contraído la deuda.
6°- Que el ofrecimiento se haga en el lugar convenido para el pago, y cuando no haya
convención especial respecto del lugar del pago, que se haga a la persona del acreedor, o
en su domicilio, o en el escogido para la ejecución del contrato.
7°- Que el ofrecimiento se haga por ministerio del Juez”. (Negrillas de la Sala).

En el caso sub iudice, se denuncia la infracción del requisito contenido en el

numeral 5° de dicha norma “Que se haya cumplido la condición bajo la cual se ha

contraído la deuda” por considerar el formalizante que ha sido interpretado

erróneamente por el juzgador.

Sobre este particular, la sentencia recurrida, en su parte motiva, consideró

cumplido este requisito bajo los siguientes motivos:

“…La oferente pidió que la suma consignada (Bs.15.000.000.00) fuera


entregada a las oferidas “en el acto de protocolización de la escritura
pública de venta ante la respectiva Oficina Subalterna de Registro” y que
mientras esto ocurriera solicitaba que dicha suma se depositara en un banco
que estuviera dispuesto a recibirla mediante el pago de intereses. Es quizás
por esta petición que las oferidas afirmaron, por boca de su representante
judicial, que la oferente erró en la escogencia de la vía judicial para hacer
valer sus pretensiones, desnaturalizando el procedimiento para amoldarlo a
sus particulares intereses, y que la vía escogida no es apta para discutir
obligaciones complejas, validez de contratos bilaterales, excepciones,
supuestos incumplimientos de la contraparte.
Ahora bien, limitar la entrega del complemento de la cuota inicial en los
términos precisados (que se entregará sólo en el acto de protocolización del
documento de venta), pareciera a simple vista una condición inaceptable en
cuanto impide a las destinatarias de la misma retirar inmediatamente el
monto ofertado; sin embargo, de acogerse este punto de vista, estaríamos
extremando las cosas hasta llevarlas a lo absurdo y desigual, pues, no
puede pasarse inadvertido que las partes convinieron en que la cuota inicial
se pagaría en la oportunidad de la protocolización, de modo que al
restringir la oferente su ofrecimiento en la forma relatada, no está sino
procediendo conforme a las reglas de la más elemental defensa de sus
derechos e intereses, ya que de entregarse el dinero con prescindencia de la
formalidad del registro de la escritura de venta pudiera empeorar la
situación jurídica de la compradora, en tanto las oferidas recibirían
íntegramente la cuota inicial sin haber cumplido con la correlativa
obligación de hacer la tradición, que en el caso de los inmuebles se
materializa, como lo dispone el artículo 1.488 del Código Civil, con el
otorgamiento de la escritura de venta…
…Omissis…
…se considera que la restricción in commento no constituye ningún
condicionamiento inaceptable, sino una previsión elemental en salvaguarda
de los intereses de la oferente, en consecuencia da por cumplido el
requisito examinado, esto es, el previsto en el ordinal 5° del artículo 1.307
del Código Civil...”.

En la sentencia recurrida, el juzgador considera que el requisito contenido en

el numeral 5° del artículo 1.307 del Código Civil sí esta cumplido, por cuanto fueron

las mismas partes las que pactaron que el pago de la cuota inicial del inmueble objeto

del presente juicio se haría al momento de la protocolización de la venta. Por ello, al

restringir la oferente su ofrecimiento en la forma relatada, no está sino procediendo

conforme a las reglas de la más elemental defensa de sus derechos e intereses, es

decir, se trataría de una condición aceptable, que el único objetivo que tendría sería, el

de evitar que las demandadas recibieran íntegramente la cuota inicial sin haber

cumplido con la correlativa obligación de hacer la tradición del inmueble. En tal

sentido, consideró que no existía ninguna condición inaceptable.

Ahora bien, el procedimiento de oferta real y depósito, constituye una vía

eficaz para evitar la mora del deudor y, asimismo, para colocar en mora al acreedor,

mas no para lograr el cumplimiento de un contrato.


Tiene por objetivo este procedimiento, la entrega de un bien en dinero o en

especie, mueble o inmueble, corporal e incorporal, en donde se dejará constancia

únicamente de la “entrega ” de ese bien al acreedor o a la persona que tenga el derecho

a recibirla según la relación jurídica que exista entre el oferente y acreedor en cada

caso concreto.

En efecto, el Doctor Ricardo Henríquez La Roche, refiriéndose al objeto de

la sentencia en este procedimiento especial de oferta real y depósito, advierte lo

siguiente:

“…el objeto de la sentencia es única y exclusivamente arrojar certeza


oficial sobre la validez de un pago, sin prejuzgar sobre la existencia de la
obligación o del correlativo crédito que pretende solventar dicho pago.”.
(Ricardo Henríquez La Roche. Código de Procedimiento Civil. Tomo V.
Ediciones Liber. Pág 445. Caracas, 2006).

El Doctor José Román Duque Sánchez, por su parte, citando a Dominici,

explica lo siguiente:

“…la oferta real consiste en la presentación efectiva de la cosa debida al


acreedor, lo cual es distinto de la simple oferta verbal, reducida a la
manifestación puramente de palabras. La consignación es el depósito de la
cosa debida en el lugar designado por el Juez, o por la ley, donde
permanece a disposición del acreedor (…)
El fundamento de la oferta real está en que así como el deudor está
obligado a pagar, también tiene derecho a obtener su liberación; y de la
misma manera, así como el acreedor tiene derecho al pago, también está
obligado a recibirlo”. (José Román Duque Sánchez. Procedimientos
Especiales Contenciosos. Editorial Sucre. 1981).
Teniendo claro que el único objetivo de la sentencia a recaer en este tipo de

juicios, es arrojar certeza oficial sobre la validez de un pago, sin prejuzgar sobre la

existencia de la obligación, resulta incomprensible que la validez de la presente oferta

real de pago oferido, conduzca irremediablemente a las demandadas a firmar ante el

Registro Subalterno la venta del inmueble que vincula a la oferente con las

demandadas, por efecto del contrato de opción de compra firmado por ellas, en el cual

habrían estipulado, tal como lo indica la recurrida, que el pago de la cuota inicial sería

cancelado en esa oportunidad.

En efecto, con el pago oferido por parte de la deudora, se lograría que el

acreedor cumpla su obligación de vender y, en consecuencia, cumpla igualmente con

la condición estipulada por ambas partes al contraer la obligación, que obliga al

acreedor a firmar el documento de venta definitivo ante el Registro Subalterno, para

poder recibir el pago.

Como puede apreciarse, con el empleo de esta figura no se busca únicamente

que se declare la validez y se deje constancia del pago de la cuota inicial de

determinado inmueble -lo que debería representar la única pretensión y el único

objetivo del procedimiento- sino que se logra algo que va más allá, el cumplimiento

de la obligación que dio lugar al pago.

Esta situación, a juicio de la Sala, se presenta precisamente por estar la

obligación bajo la cual se contrajo la deuda, condicionada y, en consecuencia, al no

estar cumplida esta condición, la oferta sería inviable e inválida.


No es correcta entonces la posición asumida por el juzgador en la recurrida,

al sostener que se trata de una condición aceptable, que el único objetivo que tendría

sería el de evitar que las demandadas recibieran íntegramente la cuota inicial sin haber

cumplido con la correlativa obligación de hacer la tradición del inmueble.

Por el contrario, estamos en presencia de una deuda u obligación contraída

bajo una condición no cumplida, en este caso, que el pago se podrá realizar siempre y

cuando tenga lugar la firma del documento definitivo por parte de las demandadas en

el Registro Subalterno, es decir, el pago aseguraría el cumplimiento del contrato y la

venta definitiva, situación que se produce precisamente por no estar cumplido uno de

los requisitos que previsivamente dispuso el legislador, para considerar valida la

oferta, concretamente, el dispuesto en el numeral 5° del artículo 1.307 del Código

Civil.

En relación con este punto, relativo a las condiciones en la oferta, el Doctor

José Mélich Orsini, señala lo siguiente:

“…Si al ofrecimiento se le imponen “condiciones extrínsecas” a la


naturaleza de la obligación, o sea, dirigidas a obligar al acreedor a aceptar
modalidades extrañas a su derecho de obtener el cumplimiento exacto de la
obligación de su deudor, la oferta deberá reputarse improcedente”.( José
Mélich Orsini. El Pago. Universidad Católica Andrés Bello. Caracas,
2000).
El Doctor Aníbal Dominici, refiriéndose al requisito de validez de la oferta

bajo examen, precisó lo siguiente:

“…Antes de cumplirse la condición, el acreedor no puede ser obligado a


recibir el pago porque estando en suspenso la obligación es posible que
falte la condición, y el acreedor tenga que devolver el pago…”. (Aníbal
Dominici. Comentarios al Código Civil Venezolano. Tomo Tercero.
Caracas, 1904).

De acuerdo con las anteriores criterios doctrinales, al haber considerado el

juzgador que podía tenerse como válida la oferta, no obstante que no estaba cumplida

la condición bajo la cual se contrajo la deuda y obligación, infringió el numeral 5° del

artículo 1.307 del Código de Procedimiento Civil.

En efecto, si el acreedor tuviera un derecho legítimo para negarse a firmar o

vender el inmueble, por la sencilla razón de que pudiera considerar que el deudor

incumplió el contrato, y deseara invocar la cláusula penal, perdería sentido este

procedimiento, por cuanto en otro juicio, se declararía que el deudor incumplió el

contrato y, tendría entonces el acreedor que devolver lo recibido y, en consecuencia,

la venta que se obligó protocolizar estaría viciada de nulidad.

En consecuencia, esta Sala declara procedente la denuncia de infracción por

errónea interpretación del numeral 5° del artículo 1.307 del Código Civil.

En cuanto a la denuncia relativa al numeral 1° de este mismo artículo, la

Sala estima, que habiéndose determinado el incumplimiento de uno de los requisitos


de validez de la oferta dispuestos en el artículo 1.307, resulta innecesario e inoficioso

entrar a analizar el mismo, pues basta el incumplimiento de uno de los requisitos de

validez de la oferta, para que la misma se considere nula e inválida.

Por cuanto lo decidido hace innecesario un nuevo pronunciamiento sobre el

mérito del asunto, la Sala, en ejercicio de la facultad que le confiere el último aparte

del artículo 322 del Código reprocedimiento Civil, casará sin reenvío el presente fallo

y, en consecuencia, declara nula e improcedente la oferta real de pago, por cuanto la

solicitud presentada no cumple con los requisitos de validez exigidos por el artículo

1.307 del Código Civil, concretamente el contenido en el numeral 5°, en vista de que

la condición bajo la cual se contrajo la deuda u obligación que se pretende cumplir, se

encuentra condicionada y ésta no ha sido cumplida. Tal como se precisó anteriormente

y, se declarará de manera expresa, positiva y precisa en el dispositivo del presente

fallo. Así se establece

DECISIÓN

En mérito de las consideraciones expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia de

la República Bolivariana de Venezuela, en Sala de Casación Civil, administrando justicia en

nombre de la República y por autoridad de la Ley, declara: PERECIDO el recurso de

casación anunciado y no formalizado por la parte demandante contra la sentencia de fecha 28

de julio de 2005, proferida por el Juzgado Superior Décimo en lo Civil, Mercantil y del

Tránsito de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, y CON LUGAR

el recurso de casación anunciado por las codemandadas contra la misma sentencia. En


consecuencia, se CASA SIN REENVÍO la sentencia recurrida, y se declara NULA e

IMPROCEDENTE la oferta real presentada por la sociedad mercantil Inversiones Lelui,

C.A., contra las ciudadanas Flor María Feo de Hernández, Carmen Amelia Feo de Barrozzi y

Concepción Thaís Feo de Diez, por no haber cumplido con los requisitos de validez

contemplados en el artículo 1.307 del Código Civil. Queda de esta manera CASADA la

sentencia impugnada.

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 274 del Código de

Procedimiento Civil, se condena en costas del proceso a la sociedad mercantil

oferente, por haber resultado vencida totalmente en el presente procedimiento.

Publíquese y regístrese. Remítase el expediente al tribunal de la causa, Juzgado

Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción

Judicial del Área Metropolitana de Caracas. Particípese dicha remisión al juzgado superior de

origen. Todo de conformidad con lo dispuesto en el artículo 322 del Código de Procedimiento

Civil.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Civil

del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los trece (13) días del mes de junio de

dos mil siete. Años: 197º de la Independencia y 148º de la Federación.

Presidenta de la Sala,
_______________________

YRIS PEÑA ESPINOZA

Vicepresidenta y ponente,

_____________________________

ISBELIA PÉREZ VELÁSQUEZ

Magistrado,

______________________________

ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ

Magistrado,

__________________________

CARLOS OBERTO VÉLEZ

Magistrado,

____________________________________

LUÍS ANTONIO ORTIZ HERNÁNDEZ


Secretario,

________________________________

ENRIQUE DURÁN FERNÁNDEZ

Exp. Nro. AA20-C-2005-000649

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