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Proceso Ejecutivo Singular

Demandante Javier Hurtado


Demandado VALEDUARD S.A.S.
Radicado 05001 31 03 006 2021 00486 01
Instancia Segunda
Interlocutorio N° 003
Procedencia Juzgado Sexto Civil Circuito de Medellín
Asunto Resuelve recurso de apelación
Decisión Confirma
Tema El título ejecutivo
Subtemas Cláusula aceleratoria. El documento allegado
como base de la ejecución debe cumplir con las
exigencias del art. 422 del Código General del
Proceso, so pena de que se deniegue el
mandamiento ejecutivo.

TRIBUNAL SUPERIOR

SALA UNITARIA DE DECISIÓN CIVIL

Medellín, diecinueve de enero de dos mil veintidós

I. OBJETO

Se resuelve el recurso de apelación interpuesto por la parte


demandante, en contra del auto proferido el 09 de noviembre
de la pasada anualidad, por el JUZGADO SEXTO CIVIL DEL
CIRCUITO DE ORALIDAD DE MEDELLÍN, negando el
mandamiento ejecutivo solicitado a favor del señor JAVIER
HURTADO, en contra de VALEDUARD S.A.S.

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II. ANTECEDENTES

1. Trámite de la demanda

Por auto del 09 de noviembre de la pasada anualidad, se negó


el mandamiento de pago solicitado porque el pagaré aportado
como base de la ejecución conforme el art. 422 del C.G.P.,
deben contener una obligación clara, expresa y exigible;
además, cono se trata de títulos valores se debe tener
presente lo previsto en los arts., 619, 620 y 709 del Código
de Comercio; en el presente caso, se pretende el cobro de
USD$658.000,oo, cuya fecha de vencimiento conforme el
cartular lo sería el 16 de agosto de 2022, con unos pagos de
cuotas mensuales insertos dentro de dicho plazo, que van del
21 de octubre de 2021, hasta la fecha de vencimiento (16 de
agosto de 2022); título que no cuenta con una cláusula
aceleratoria del plazo, que en caso de incumplimiento de una
de las cuotas pactadas permita acelerar el plazo y por ende el
cobro de la totalidad de la obligación adeudada; por lo que el
incumplimiento de la cuota pactada para el 21 de octubre del
2021, no hace exigible el pago del total de la obligación;
adoleciendo de mérito ejecutivo el título aportado como base
de la ejecución.

2. Del recurso de reposición y, en subsidio de apelación

Frente a este proveído el apoderado de la parte demandante


interpuso el recurso de reposición y, en subsidio el de
apelación, señalando como motivos de inconformidad que, la
cláusula aceleratoria es un elemento accidental de los títulos

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valores; que el pagaré allegado contiene vencimientos ciertos
y sucesivos, que permiten al acreedor en caso de
incumplimiento, exigir la totalidad de la obligación sin tener
que esperar el vencimiento de todas las cuotas; al
interpretarse en conjunto el clausulado del cartular, en
especial lo previsto en la cláusula tercera, se puede concluir
que allí está pactada una cláusula aceleratoria; en caso que el
Despacho no comparta las anteriores consideraciones debe
dar cumplimiento a lo previsto en los arts., 430 y 431-2 del
CGP; por estas razones solicita, se revoque el auto recurrido
y, en su lugar y a la mayor brevedad posible, se libre el
mandamiento de pago solicitado y se decreten las medidas
previas, para conjurar el presunto fraude o estafa del que
está siendo víctima el demandante.

Mediante auto del 18 de noviembre del pasado año, se


resolvió desfavorablemente el recurso de reposición y, en
subsidio, se concedió el de alzada; toda vez, que el
mandamiento de pago solicitado no se libró porque no se
cumplieron a cabalidad los requisitos previstos en el art. 422
del C.G.P., porque la obligación demandada no es
actualmente exigible, toda vez, que su pago se pactó en
cuotas con valores y fechas determinadas y a la fecha de
presentación de la demanda las mismas no se han vencido, y
dentro del pagaré no se pactó cláusula aceleratoria alguna,
que permita hacer exigibles la totalidad de las obligaciones en
forma anticipada y al vencimiento del plazo, en caso de mora
en el pago de alguna de ellas; razón por la cual se estimó
improcedente librar mandamiento de pago al tenor de lo
dispuesto en el art. 430 Ibídem; además, en el presente caso
no resulta aplicable lo estatuido en el art. 431, toda vez, que

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no nos encontramos frente a obligaciones alimentarias ni de
prestación periódica o de tracto sucesivo, como lo sería las
establecidas en un contrato de arrendamiento o de suministro
mercantil; puesto que los valores reclamados hacen parte de
un mismo crédito o deuda, ya que en el pagaré allegado no se
prevé el pago de ninguna obligación periódica.

III. CONSIDERACIONES

1. De la cláusula aceleratoria

Frente a la cláusula aceleratoria, el Art. 69 de la Ley 45 de


1990, establece:

“Mora en sistemas de pago con cuotas periódicas. Cuando en


las obligaciones mercantiles se estipule el pago mediante
cuotas periódicas, la simple mora del deudor en la cancelación
de las mismas no dará derecho al acreedor a exigir la
devolución del crédito en su integridad, salvo pacto en
contrario. En todo caso, cuando en desarrollo de lo previsto
en este artículo el acreedor exija la devolución del total de la
suma debida, no podrá restituir nuevamente el plazo, salvo
que los intereses de mora los cobre únicamente sobre las
cuotas periódicas vencidas, aun cuando comprendan sólo
intereses”.

Frente a este tópico, la jurisprudencia patria desde vieja data


ha ordenado:

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“3.1. Las cláusulas aceleratorias de pago otorgan al acreedor
el derecho de declarar vencida anticipadamente la totalidad
de una obligación periódica. En este caso se extingue el plazo
convenido, debido a la mora del deudor, y se hacen exigibles
de inmediato los instalamentos pendientes.

“Las cláusulas mencionadas se utilizan frecuentemente en


operaciones mercantiles como las ventas a plazos y en
créditos amortizables por cuotas. Su funcionamiento depende
de la condición consistente en el incumplimiento del deudor,
así como en la decisión del acreedor de declarar vencido el
plazo de la obligación.

“3.2. Antes de la expedición del artículo 69 de la Ley 45 de


1990, no existía un límite legal específico respecto del pacto
de cláusulas aceleratorias. Este operaba en la costumbre
mercantil sin requisitos precisos y su inclusión en contratos
por adhesión ocasionaba que la parte que predeterminaba el
contenido del negocio jurídico reclamara por regla general la
totalidad de la deuda y los intereses respecto del total de lo
debido frente a la mora del contratante. En este sentido el
cobro anticipado del crédito se hacía sin limitación alguna.
Estas cláusulas se consideraban muy onerosas para los
deudores porque no existía para ellos una protección
específica respecto del plazo y el cobro de las cuotas o
instalamentos vencidos, con los correspondientes intereses[1].

“El artículo 1.166 del Código de Comercio[2] reguló


expresamente el pacto de cláusulas aceleratorias, sin
establecer límite alguno. Pero de las normas civiles ordinarias
se podía deducir un límite relativo a la definición del momento

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en el cual el acreedor ejercía su potestad de declarar el
vencimiento anticipado de la obligación. Ese límite era el
requerimiento judicial. A la luz de la norma comercial no se
podía presuponer que el acreedor haría siempre uso de tal
derecho porque el plazo, cuando se había pactado intereses,
se entendía establecido en beneficio del acreedor. La razón
de ello era que la anticipación del pago lo privaba de
mantener colocado su dinero a un rédito acordado (artículos
1554 y 2229 del Código Civil)[3]. Por esta razón, la
prohibición de restituir el plazo (establecida en el artículo 69
de la Ley 45 de 1990) es un límite adicional al ejercicio de los
derechos que tiene el acreedor. Otro límite se refiere al cobro
de intereses, como se verá posteriormente.

“3.3. El pacto de cláusulas aceleratorias de pago en los


negocios jurídicos que celebren los particulares se encuentra
hoy regulado por el legislador en el artículo 69 de la Ley 45 de
1990. Esta norma regula las condiciones bajo las cuales
deben operar las cláusulas aceleratorias de pago en caso de
que sean pactadas por las partes” (CORTE CONSTITUCIONAL,
Sentencia C-332 del 29 de marzo de 2001, M.P. Dr. Manuel
José Cepeda Espinosa).

2. El caso concreto

En el presente caso, solicita la parte demandante se libre


mandamiento de pago por USD$568.000.oo, por capital
contenido en el pagaré objeto del recaudo ejecutivo, más los
intereses de mora desde que la obligación se hizo exigible (21
de octubre de 2021), hasta su pago total. Al efecto tenemos,

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que como base de la ejecución se allegó el pagaré suscrito el
16 de agosto del pasado año, donde aparece consignado:

“PRIMERO: VALEDUARD SAS debe y pagará, incondicional a


la orden de JAVIER HURTADO, mayor y vecino de Medellín,
identificado con el pasaporte No. 552214549, de nacionalidad
estadounidense, o a la persona natural o jurídica a quien el
mencionado acreedor ceda o endose sus derechos sobre este
pagaré, la suma cierta de QUINIENTOS SESENTA Y OCHO MIL
DOLARES (US$568.000).

“SEGUNDO: Que el pago de la obligación se efectuará en 13


pagos discriminados así: 12 pagos mensuales de CATORCE
MIL DOLARES (US$14.000), y un pago de CUATROCIENTOS
MIL DOLARES (US$400.000), que se hará efectivo el mes de
16 de agosto de 2022.

“PARÁGRAFO: Los 12 pagos mensuales, indicados en la


cláusula segunda, se pagarán a partir del mes de octubre a
más tardar el día 21 de cada mes, dineros que serán
depositados por el deudor o a quien designe en la cuenta No.
89902159 del Banco E*TRADE de titularidad del acreedor,
JAVIER HURTADO, o en el número de cuenta a quien se ceda
o endose, este título valor, último quien deberá notificar
oportunamente al correo electrónico:
danicabu17_@hotmail.com.

“TERCERO: Que en caso de mora pagaré a JAVIER HURTADO,


o a la persona natural o jurídica a quien el mencionado
acreedor ceda o endose sus derechos, intereses de mora a la
más alta tasa permitida por la Ley, desde el día siguiente a la

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fecha de exigibilidad del presente pagaré, y hasta cuando su
pago total se efectúe.

“CUARTO: Expresamente declaro excusado el protesto del


presente pagaré y los requerimientos judiciales o
extrajudiciales para la constitución en mora.

“QUINTO: En caso de que haya lugar al recaudo judicial o


extrajudicial de la obligación contenida en el presente título
valor será a mi cargo las costas judiciales y/o los honorarios
que se causen por tal razón”.

Del texto del cambial se colige, como acertadamente lo señaló


el a quo, en el pagaré adosado como base de ejecución no se
pactó cláusula aceleratoria alguna, que permita al ejecutante
como lo pretende, obtener el pago de la totalidad de la
obligación adeudada, ni del análisis del clausulado se puede
inferir que se consignó esa cláusula como lo afirma el
recurrente; toda vez, que el valor de la última cuota por
USD$400.000.oo, sería cancelado el 16 de agosto del
presente año y para la fecha de presentación de la demanda
(29 de octubre de 2021), solo se había vencido la primera de
las doce (12) cuotas mensuales pactadas cada una por
USD$14.000.oo, que tuvo lugar el 21 de los mismos mes y
año; no quedada duda que la obligación demandada no es
exigible y, de contera el pagaré allegado como base del
recaudo no presta mérito ejecutivo al tenor de lo dispuesto en
el art. 422 del CGP; además, no se puede pasar por alto que
la cláusula aceleratoria es de carácter contractual y que los
títulos valores se gobiernan por el principio de literalidad, y
como viene de indicarse, en el cartular adosado no se

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incorporó tal estipulación a pesar de que se consignó el pago
del capital por cuotas mensuales; en cuyo caso, el no pago
oportuno de alguna de las cuotas vencidas facultaría al
tenedor legitimo del título para para hacer exigible la totalidad
de la obligación incorporada con sus intereses; incluyendo los
instalamentos que a la fecha de presentación de la demanda
aún no se han causado.

Al respecto, se torna importante resaltar lo expresado por la


Honorable Corte Constitucional: “Los títulos ejecutivos deben
gozar de dos tipos de condiciones: formales y sustanciales.
Las primeras exigen que el documento o conjunto de
documentos que dan cuenta de la existencia de la obligación
“(i) sean auténticos y (ii) emanen del deudor o de su
causante, de una sentencia de condena proferida por el juez o
tribunal de cualquier jurisdicción, o de otra providencia
judicial que tenga fuerza ejecutiva conforme a la ley, o de las
providencias que en procesos contencioso administrativos o
de policía aprueben liquidación de costas o señalen honorarios
de auxiliares de la justicia, o de un acto administrativo en
firme.” Desde esta perspectiva, el título ejecutivo puede ser
singular, esto es, estar contenido o constituido en un solo
documento, o complejo, cuando la obligación está contenida
en varios documentos. Las segundas, exigen que el título
ejecutivo contenga una prestación en beneficio de una
persona. Es decir, que establezca que el obligado debe
observar a favor de su acreedor una conducta de hacer, de
dar, o de no hacer, que debe ser clara, expresa y exigible. Es
clara la obligación que no da lugar a equívocos, en otras
palabras, en la que están identificados el deudor, el acreedor,
la naturaleza de la obligación y los factores que la

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determinan. Es expresa cuando de la redacción misma del
documento, aparece nítida y manifiesta la obligación. Es
exigible si su cumplimiento no está sujeto a un plazo o a una
condición, dicho de otro modo, si se trata de una obligación
pura y simple ya declarada.”1.

Ahora, en cuanto a que se proceda a librar la orden de


apremio solicitada en cumplimiento a lo previsto en los arts.
430 y 431 inciso 2 Ibídem, se advierte que ello no es
procedente, porque como acertadamente lo coligió el a quo,
no nos encontramos frente a una obligación alimentaria u otra
prestación periódica o de tracto sucesivo, como lo sería las
contenidas en un contrato de arrendamiento, puesto que
como título se trajo un pagaré donde el obligado se
comprometió a pagar al demandante una suma determinada
de dinero en cuotas mensuales, esto es, con vencimientos
ciertos y sucesivos.

Así las cosas, se impone la confirmación de la decisión


recurrida.

2. Conclusión

De conformidad con lo anterior, se impone la confirmación del


auto objeto de apelación.

No habrá lugar a condena en costas por cuanto las mismas no


se causaron.

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CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia T-747/ 2013.

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A mérito de lo expuesto el Tribunal Superior de Medellín,
en Sala de Decisión Civil,

IV. RESUELVE:

1. Confirmar el auto del día 09 de noviembre de la pasada


anualidad, por lo dicho en la parte motiva.

2. Sin costas en esta instancia, porque no se causaron.

3. Devuélvase el expediente a su lugar de origen, para que se


surta el trámite correspondiente.

NOTIFÍQUESE

LUIS ENRIQUE GIL MARÍN


MAGISTRADO

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