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BLOQUE 9: LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA

CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)

Intentos de modernización. Regeneracionismo y revisionismo. La quiebra del sistema: situación


política; conflictividad social y crisis de 1909, 1917 y 1921. La dictadura de Primo de Rivera.
Factores de la evolución demográfica de España (primer tercio del siglo XX).

El reinado de Alfonso XIII se extendió a lo largo de primer tercio del siglo XX y coincidió con la
crisis y desaparición del sistema de la Restauración, incapaz de solucionar los graves problemas
de España. Tras el desastre del 98 surgió el regeneracionismo, movimiento muy crítico con las
prácticas políticas de la Restauración, que dio lugar a un revisionismo político.
No obstante, los distintos gobiernos revisionistas no resolvieron los problemas y continuas
crisis que fueron surgiendo: la Semana Trágica de Barcelona (1909), la crisis política de 1917,
la oleada huelguista de 1919 o el desastre de Annual de 1921, lo que provocó la descomposición
acelerada del propio régimen de la Restauración, ante la incapacidad de la monarquía para
resolver los problemas.
En todas las crisis el Gobierno recurrió al ejército para controlar la situación, lo que favoreció que
el general Miguel Primo de Rivera diera un golpe de estado y estableciera una dictadura
militar con el consentimiento del rey. El final de la dictadura provocó la caída la monarquía (1931)
con la victoria de los republicanos y la proclamación de la Segunda República.
Así pues, el reinado de Alfonso XIII puede dividirse en dos etapas:
o La monarquía parlamentaria (1902-1923): se mantuvo el bipartidismo y turnismo, apoyados
por el falseamiento electoral.
o La dictadura (1923-1930): Alfonso XIII aceptó el golpe de estado de Primo de Rivera que
puso fin al sistema parlamentario y estableció una dictadura militar. El final de la dictadura
supuso la caída de la monarquía en 1931, a pesar de que Alfonso XIII trató de restablecer el
sistema constitucional. Se convocaron elecciones, ganadas por la coalición republicano-
socialista, que proclamó la República (14 de abril de 1931).

I. INTENTOS DE MODERNIZACIÓN. REGENERACIONISMO Y REVISIONISMO

El desastre del 98 y su impacto en la opinión pública hizo aflorar el descontento que el régimen
de la Restauración había provocado entre la mayor parte de la clase media y de los intelectuales.
Por eso, los primeros años del siglo XX estuvieron marcados por el intento de modernización del
país, protagonizado por un grupo de intelectuales que se agruparon bajo la denominación de
Regeneracionismo.

1.1 El Regeneracionismo:
Fue un movimiento intelectual español que, como consecuencia del desastre del 98, criticó el
sistema político de la Restauración, al que consideró el culpable de la decadencia española, y
propuso una serie de reformas políticas, económicas y sociales para la “regeneración”
(renovación) del país. Se inició a partir de 1898 y fue acogido por toda una generación de
políticos, literatos y pensadores en las primeras décadas del siglo XX. Se manifestó en diferentes
campos:
a) Regeneracionismo social y económico.
El representante fue Joaquín Costa, autor de “Oligarquía y caciquismo” (1901), obra en la
que censuraba el sistema político y el falseamiento de la democracia y en la que proponía
una serie de reformas económicas y educativas para sacar al país de su atraso; éstas se
resumían en el lema “despensa y escuela”. No llegó a intervenir en política pero criticó al
sistema parlamentario y al bipartidismo.
Representaba el sentir de la pequeña burguesía, forzada a pagar más impuestos tras el
desastre del 98, que no se sentía representada por los dos partidos dinásticos; a ella se
unieron los pequeños propietarios agrarios castellanos.
b) Regeneracionismo intelectual y literario.
Tuvo como representantes a algunos de los intelectuales más lúcidos de su época, entre los
que figuran Miguel de Unamuno y Ramiro de Maeztu. En sus obras expresan el pesimismo
existencial y el dolor por España, pero defienden el orgullo nacional. Piensan que “hay que
europeizar a España”.
La corriente literaria dio lugar a la Generación del 98, formada por escritores de la talla de
Unamuno, Pío Baroja, Antonio Machado, ... unidos todos ellos por un sentimiento de dolor
por la situación de España y la exaltación de Castilla.
Este movimiento adquirió una cierta relevancia en Castilla y León. Los intelectuales
castellanos tomaron conciencia de la realidad circundante que consideraban sombría e
injusta, redescubriendo una Castilla trágica, a la que miraban con conmiseración y denuncia.
Era la “Castilla en escombros” que es preciso despertar, regenerar y recuperar. Entre los
intelectuales más destacados dentro de esta corriente está Macías Picavea, un auténtico
precursor del movimiento.

1.2 El revisionismo político.


Las ideas regeneracionistas se llevaron a la práctica a través del revisionismo político. Éste
fue una corriente de pensamiento que pretendió reformar el sistema político de la Restauración,
aplicando las medidas propuestas por los regeneracionistas: eliminación del caciquismo,
reformas sociales o proteccionismo económico. Por tanto, buscaban la renovación política de
España pero dentro del sistema de la Restauración.
Tuvo representantes entre los políticos conservadores y liberales, e incluso el propio monarca
asumió una imagen aparentemente moderna y renovadora, encarnando el papel de monarca
revisionista, defensor de los principios regeneracionistas.
a) Las principales propuestas revisionistas:
• Antonio Maura: “La revolución desde arriba” (Partido Conservador).
Era el líder del partido Conservador y puede ser considerado su verdadero renovador.
Entre 1907 y 1909 dirigió el gobierno. Sus intentos renovadores quedarían expresados en
la frase “hagamos la revolución desde arriba o nos la harán desde abajo”, con ello dejaba
claro que era necesaria una reforma en profundidad de la vida pública y la mejora de las
condiciones de vida de las clases populares para evitar cualquier levantamiento popular
que hiciera peligrar el sistema. Su programa político incluía los siguientes puntos:
Conservadurismo católico de masas: pensaba que la Iglesia era la única capaz de
frenar el laicismo de izquierdas.
Eliminación del caciquismo: el Tribunal Supremo debía comprobar la validez del
proceso electoral. No lo consiguió.
Leyes sociales limitadas: aprobó el descanso de los domingos y creó el Instituto
Nacional de Previsión, antecedente de la Seguridad Social. Con ello, buscaba las
simpatías de los obreros.
Apoyó la creación de mancomunidades: eran asociaciones de las Diputaciones de
cada región (Cataluña), un primer paso para un autogobierno regional. Con ello
buscaba el apoyo de los nacionalistas catalanes más conservadores. Esta ley no se

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llegó a aprobar pues los sucesos de la Semana Trágica provocarán la caída del
gobierno de Maura. Era su ley más ambiciosa.
Política expansionista en Marruecos para tratar de olvidar el desastre del 98 y devolver
su protagonismo al ejército.
La crisis ocasionada a raíz de los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona en 1909,
terminó con su labor reformista “desde arriba”.
• José Canalejas: (Partido Liberal).
Fue presidente del gobierno entre 1910 y 1912. Sus propuestas son las más avanzadas,
apostando por reforma del propio régimen monárquico.
Puso las bases del futuro Estado del bienestar: reguló la duración de la jornada laboral,
el trabajo de mujeres y niños, Seguridad Social a cargo del Estado, eliminó los
consumos...etc.
Estableció el servicio militar obligatorio en tiempo de guerra, eliminando las exenciones
mediante el pago de dinero.
Intentó la secularización de la vida política, mediante la efectiva separación entre la
Iglesia y el Estado. En este sentido una ley decisiva fue la Ley del Candado: con ella
prohibió el establecimiento de nuevas órdenes religiosas durante dos años, en lo que se
negociaba un nuevo acuerdo con el Vaticano, que nunca se produjo. Su asesinato en
1912 por un anarquista trunca su proyecto reformista.

II. LA QUIEBRA DEL SISTEMA: SITUACIÓN POLÍTICA; CONFLICTIVIDAD SOCIAL Y


CRISIS DE 1909, 1917 Y 1921

A lo largo de toda la etapa parlamentaria del reinado de Alfonso XIII los conflictos sociales
crecieron en intensidad día a día, y se sufrieron las consecuencias tanto materiales como
espirituales de la derrota del 98. Aunque entre 1902 y 1923 se mantuvo el turnismo, la
Restauración daba muestras de una profunda crisis que presagiaba su desaparición.

2.1 La situación política que se vivía durante este periodo:


Los republicanos

• La presencia de representantes del partido republicano en el parlamento fue muy


reducida, y más numerosa en los Ayuntamientos, sobre todo de las capitales de
provincias, donde la población de trabajadores era más numerosa.
• Los republicanos se proponían acabar con la monarquía de Alfonso XIII, a la que
acusaban de ser la causante de la decadencia de España.
• En 1908 se creó el Partido Republicano Radical, en Barcelona, liderado
por Alejandro Lerroux. La nueva formación política tuvo gran aceptación entre el
proletariado barcelonés, por su discurso anticlerical y populista.
• Aunque algunos jóvenes republicanos participaron en los sucesos de la Semana
Trágica de Barcelona, no obstante, su dirigente Lerroux adoptó una posición
cada vez más moderada.
• En 1913 se fundó el Partido Reformista, dirigido por Melquiades Álvarez, partido
más interesado por la democratización del país, que por la instauración de la
República; uno de sus militantes fue Manuel Azaña.

Los nacionalistas

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• En 1914 se creó la Mancomunidad de Cataluña, durante la etapa de gobierno de
Eduardo Dato, lo que representó el mayor éxito de los nacionalistas catalanes de la Lliga.
• La Mancomunitat, que estuvo presidida por Enric Prat de la Riba que era el
presidente de la Diputación de Barcelona, era un órgano coordinador de las
cuatro diputaciones catalanas.
• Entre sus competencias se encontraban las del fomento de la cultura y las obras
públicas en Cataluña; también contribuyó a la mejora de las comunicaciones ( red
de carreteras, ferrocarriles, teléfono y telégrafo ). También promovió la formación
de los funcionarios de la administración local, de los técnicos agrarios y
técnicos industriales.
• El catalán, junto con el castellano, pasó a ser una lengua pública en la
Administración catalana.
• En la Universidad se creó la primera cátedra de catalán.
• En el País Vasco el Partido Nacionalista Vasco (PNV) consiguió la alcaldía de
Bilbao en 1907, y la Diputación de Vizcaya en 1917. Se fundó el sindicato
Solidaridad de Obreros Vascos (ELA-STV) en 1911.
• En 1915 el nacionalismo vasco sufrió una escisión tras la aparición de Comunión
Nacionalista Vasca en 1915.

• La situación política estuvo marcada por la permanente inestabilidad, a la que


contribuyeron:
La personalidad del rey, Alfonso XIII que accedió al trono cumplidos los 16 años,
sustituyendo a María Cristina de Habsburgo. Tenía una personalidad activa y dinámica
y por lo tanto se albergaban esperanzas de que encabezase una política de carácter
renovador. El enorme poder que le otorgaba la Constitución de 1876 le convertían en
la pieza clave para impulsar las reformas de los regeneracionistas. Sin embargo, no
cumplió con lo que se esperaba de él y, como jefe del ejército, buscó el apoyo en los
mandos militares, relegando al poder civil a un segundo plano.
La debilidad de los grandes “partidos de turno”, provocada por la desaparición de los
dirigentes históricos y las luchas entre los nuevos líderes por el control de sus partidos.
• Había graves problemas que los políticos fueron incapaces de solucionar y que se
mantuvieron a lo largo del período:
El primero de ellos fue el aumento de las luchas sociales. Los distintos gobiernos no
supieron canalizar las peticiones de obreros y campesinos cada vez más organizados,
por lo que los enfrentamientos entre patronos y trabajadores se fueron agudizando. Las
huelgas se generalizaron.
La cuestión religiosa y el anticlericalismo. Los socialistas, republicanos y liberales
pedían que se recortara el poder de la Iglesia (reducción de las órdenes religiosas,
matrimonio civil, pérdida del control de la enseñanza) mientras el anticlericalismo se
extendía en las ciudades y entre las clases populares.
La cuestión militar. La guerra de 1898 había demostrado la ineficacia de las Fuerzas
Armadas, en las que eran muy numerosos los oficiales y jefes, y faltaban recursos
materiales. Mientras el ejército atribuía toda la responsabilidad de la derrota a los
políticos, y reivindicaba el protagonismo que había tenido en el siglo XIX, los sectores
antimilitaristas crecían, acusándoles del desastre colonial.
La actitud hostil de los “partidos de turno” hacia el nacionalismo vasco y catalán,
cada vez más afianzado. Los políticos conservadores y los militares consideraban que
el nacionalismo era sinónimo de separatismo y disgregación de la Patria.

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Por último, el problema de Marruecos. Después del desastre del 98, el ejército español
veía en la ocupación Marruecos una ocasión para rehacer su prestigio, una
compensación por la pérdida de Cuba, que fue apoyada de forma personal por el propio
monarca. Al mismo tiempo, aunque el territorio no ofrecía un interés económico
importante, algunas grandes empresas españolas estaban muy interesadas en la
explotación económica. Por otro lado, Alemania e Inglaterra veían con recelo la
expansión francesa, sobre todo en la costa mediterránea-norteafricana, por lo que
promovieron la celebración de la Conferencia de Algeciras (1906) apoyando los
intereses españoles para neutralizar la situación dominante que poseía Francia, de
forma que pactaron la división del territorio de Marruecos en dos zonas: la zona Norte
(la salida al Mediterráneo) administrada por España y la zona Sur por Francia.

2.2 La crisis de 1909: la Semana Trágica.


En julio de 1909 estalló en Barcelona la primera crisis, conocida como la Semana Trágica. El
detonante del conflicto fue el envío, por parte del gobierno de Maura, de tropas a Marruecos. Sin
embargo, las causas profundas hay que buscarlas en la situación de descontento de amplios
sectores catalanes: los nacionalistas, los republicanos y el movimiento obrero.
a) Causas profundas de la crisis: la situación en Cataluña.
• El descontento del nacionalismo catalán, que se sentía incomprendido por el gobierno
central, cuyas medidas eran cuestionadas por la Lliga Regionalista, a pesar de que al
comenzar el reinado de Alfonso XIII se habían comprometido a colaborar con la monarquía
a cambio de autonomía. Las críticas al gobierno central fueron en aumento.
• La creación de un Partido Republicano Radical en Cataluña, presidido por Lerroux, que
rechazaba tanto la monarquía como el nacionalismo catalán. Lerroux se hizo muy popular
entre los obreros con mítines exaltados, muy anticlericales y con un llamamiento a la
violencia contra el gobierno monárquico.
• La enorme fuerza del anarquismo y el sindicalismo catalán, cada vez más organizado y
unido, con continuos llamamientos a la huelga general como medio de lucha.
b) El estallido: el envío de tropas a Marruecos
La crisis se desató por los errores del gobierno conservador de Maura en Marruecos. Ante los
ataques marroquíes a los trabajadores españoles de una compañía minera, Maura reclutó
tropas para aplacar los disturbios, llamando a filas a los reservistas, muchos de ellos casados
y con hijos, lo que provocó el consiguiente malestar social. El primer enfrentamiento supuso
1.200 bajas españolas y coincidió con una huelga general en Barcelona, con un paro total que
se extendió a las localidades más próximas y degeneró en una insurrección popular que duró
aproximadamente una semana, conocida como la Semana Trágica: se levantaron barricadas
en las calles y los insurrectos se enfrentaron con las tropas (murieron unas ochenta personas)
y más de sesenta edificios religiosos fueron incendiados. Se detuvo a unos 2.000 ciudadanos.
Tras estos sucesos, la represión fue brutal: se dictaron cinco penas de muerte, entre ellas la
de Francisco Ferrer (teórico anarquista que no había intervenido en la insurrección pero que fue
declarado, sin pruebas, responsable de su organización). La campaña contra las ejecuciones
traspasó las fronteras españolas y provocó la repulsa internacional, desgastando mucho al
gobierno de Maura. Por eso, ante la presión de la opinión pública, de la prensa liberal y de los
mismos liberales en las Cortes, Alfonso XIII le obligó a dimitir. José Canalejas, el gran líder del
Partido Liberal, se convertía en presidente del gobierno.
c) Consecuencias políticas:
Provocó la caída de Maura, muy desprestigiado, y contribuyó a reforzar las organizaciones
obreras sindicales, mientras se extendía entre la opinión pública la crítica al sistema político
de la Restauración.
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Ante los acontecimientos de la Semana Trágica, los partidos de izquierdas revisaron sus
programas políticos, especialmente el Partido Liberal, que ocupó el gobierno, con Canalejas
como presidente, entre 1910 y 1912, año en que fue asesinado por un terrorista anarquista.
Era el comienzo de la crisis permanente de los partidos de turno.

2.3 La crisis de 1917


A comienzos de 1917 el descontento era general. En ello influyó decisivamente los efectos
negativos provocados por la Primera Guerra Mundial, que condujo a la insurrección.
a) Causas de la crisis:
• El impacto de la Primera Guerra Mundial.
La guerra se alargó más de lo previsto inicialmente, por lo que los efectos se dejaron sentir
no solo en los países contendientes sino en los neutrales, como España, que se
convirtieron en abastecedores de los países beligerantes. Los efectos en España fueron:
Efectos económicos: se produjo un crecimiento económico ya que España aumentó las
exportaciones de materias primas (hierro, plomo, cinc, hulla, lignito, cereales, ganado)
y productos manufacturados a los países contendientes, especialmente a Francia.
Gracias a los beneficios consiguió cancelar sus deudas y acumular un capital que se
pudo invertir en la modernización tecnológica de los transportes y el sector eléctrico.
Además, al socaire de la guerra, en las grandes capitales españolas florecían negocios
turbios y el mercado negro, con exorbitantes beneficios en duro contraste con la penuria
de los asalariados.
Efectos sociales: Fueron negativos ya que los emigrantes en Europa regresaron,
aumentando el paro. Además, se produjo el desabastecimiento interior de productos
básicos (trigo) y la consiguiente subida de precios ya que la producción nacional se
exportaba. La conflictividad social aumentó y los sindicatos empezaron a organizar
fuertes movilizaciones, mientras se producía una afiliación masiva a la CNT y a la UGT.
• El descrédito del sistema político.
Se debía a la conjunción de varios factores:
La fragmentación política de los partidos turnistas en un momento en que las
organizaciones obreras estaban en ascenso.
La falta de correspondencia entre el desarrollo económico y la redistribución social de
los beneficios entre los asalariados: mientras los empresarios ganaban grandes “sumas
de dinero”, los obreros vivían una situación cada vez más precaria.
El descontento creciente de gran parte del ejército ante la pérdida de su poder
adquisitivo y el sistema de ascensos.
b) Manifestaciones de la crisis:
• En el ejército: se crearon Juntas Militares de Defensa. Éstas eran asociaciones de
oficiales que exigían al gobierno mejoras profesionales y salariales, ya que se veían
afectados seriamente por la inflación. Desde el punto de vista profesional, los más
agraviados eran los oficiales de la Península, que se sentían relegados frente a los que
luchaban en la Guerra de Marruecos (los africanistas), para los que existía un sistema de
ascensos rápidos.
Las Juntas redactan un reglamento y empiezan a ser consideradas por parte de la opinión
pública y de algunos intelectuales como fuerzas regeneradoras del sistema. Por eso, el
gobierno ordenó su disolución, aunque finalmente tuvo que aceptarlas.
• En el terreno político: Los parlamentarios exigen la reapertura de las Cortes. Algunos
diputados regionalistas y de izquierdas, encabezados por Cambó, protestaron
abiertamente por la suspensión casi permanente de las Cortes y deciden convocar una
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Asamblea de Parlamentarios en Barcelona para exigir que se formara un gobierno
provisional y la convocatoria de Cortes Constituyentes. Contará con el apoyo de los
catalanistas, los republicanos y el mismo Pablo Iglesias. El gobierno prohibió sus reuniones
y acabaron fracasando.
• Entre las clases populares se convoca una huelga general indefinida por la subida de
los precios de los productos básicos con un enorme éxito. En realidad, el PSOE y la
UGT veían la posibilidad de derrocar al régimen de la Restauración y crear un Gobierno
Provisional que convocase Cortes Constituyentes. El gobierno, ante el inicio de la
huelga, declara el estado de guerra, por lo que recurrió al ejército que llevó a cabo una
dura represión sobre las huelguistas. Aunque la insurrección duro menos de una
semana, la represión fue durísima, pues hubo más de un centenar de muertos y unos
2.000 detenidos, entre los que se encontraban los dirigentes socialistas como Largo
Caballero y Julián Besteiro, que fueron juzgados en septiembre y condenados a cadena
perpetua, aunque posteriormente recuperaron su libertad al ser elegidos diputados en
1918 y aprobar las Cortes su amnistía.

c) Consecuencias políticas: la descomposición de la Restauración


Aunque el sistema de la Restauración se mantuvo, resultó muy dañado por la crisis, entrando
en una etapa de acelerada descomposición: inestabilidad política, aumento de la conflictividad
social (el paro aumentó al acabar la 1ª Guerra Mundial), y radicalización del movimiento
obrero.

2.4 La crisis de 1921: La guerra en Marruecos y el Desastre de Annual.


a) El origen del conflicto:
Desde el principio Francia exigió a España el control militar de su protectorado, pero las
expediciones españolas tuvieron muchos problemas en el Rif, una región montañosa costera
que estaba habitada por tribus beréberes de larga tradición guerrera. Las tropas españolas
formadas por soldados inexpertos, sin motivación y desconocedores del terreno, eran
incapaces de detener los ataques, especialmente los dirigidos por Abd-El-Krim.
En 1909 España inició la intervención militar propiamente dicha, cuando los rifeños atacaron
a los obreros del ferrocarril que España estaba construyendo entre Melilla y las minas del Rif.
Sin embargo, la penetración fue lenta.
b) El desastre de Annual: julio de 1921
Al acabar la Primera Guerra Mundial, España reanudó su penetración en Marruecos pero, en
1921, Abd-el-Krim y los bereberes del Rif cercaron y derrotaron a los españoles en Annual,
una población del Rif. Los soldados españoles huyeron en desbandada hacia Melilla. Morían
13.000 soldados españoles (incluido su general), otros 10.000 se dispersaron por las
montañas y 5.000 soldados desertaron. En pocos días se perdían las posiciones alcanzadas
tras muchos años de esfuerzos. La catástrofe no tenía precedentes: era la consecuencia de
una acción militar mal planificada. No obstante, la guerra continuó hasta 1927.
c) Consecuencias del desastre de Annual:
• La división del ejército:
Los “africanistas”: partidarios de seguir con la Guerra de Marruecos, caso de Francisco
Franco.
Los “peninsulares”: partidarios de abandonar el conflicto, como Miguel Primo de
Rivera. Todos reprochaban a los políticos la falta de medios disponibles y consideraban a
las Cortes una “institución incompetente”.
• Consecuencias políticas:
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La situación política se deterioró rápidamente. Con una opinión pública muy sensibilizada
por los sucesos de Marruecos, la oposición organiza una campaña con el fin de exigir
responsabilidades. El Gobierno nombra una comisión formada por liberales y
conservadores para el esclarecimiento de los hechos (expediente Picasso), aunque en
realidad entorpeció su trabajo. Esta comisión es sometida a fuertes presiones por parte de
los sectores conservadores y de las altas esferas militares, mientras la izquierda reclama
la retirada de las tropas de Marruecos y exige responsabilidades políticas. Incluso se
acusaba al rey de haber animado la imprudencia de Annual.
El desgaste político fue enorme entre 1922 y 1923. En estas circunstancias, en 1923,
Alfonso XIII dio el beneplácito al golpe de estado de Primo de Rivera.

III. LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA (1923-1930)

En 1923 el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, protagonizó un pronunciamiento


militar. El rey, que estaba veraneando en San Sebastián, en vez de apoyar al gobierno legítimo y
de reprimir a los militares golpistas, mandó formar nuevo gobierno (llamado Directorio) al general
Primo de Rivera. El pronunciamiento se produce en medio de la apatía de los grupos políticos y
las formaciones sindicales, de tal forma que sólo algunos intelectuales (Azaña, Unamuno, Valle-
Inclán) se mostraron radicalmente opuestos a la instauración de la Dictadura.

3.1 Las causas del pronunciamiento de Primo de Rivera.


Primo de Rivera buscaba una solución autoritaria para resolver los graves problemas del país,
ante los que la Restauración se había mostrado incompetente. Estos problemas eran:
• Las dificultades de orden público, generalizadas en el país, pero con especial incidencia en
Cataluña, donde la huelga, el “lock-out” (cierre de empresas como represalia ante las huelgas)
y el asesinato de sindicalistas y patronos constituían el panorama habitual.
• El aumento de los precios con las consiguientes movilizaciones obreras, la escasez de la
demanda y la paralización de la actividad industrial.
• Los enfrentamientos en el Parlamento y en la opinión pública como consecuencia del
“Desastre de Annual”, con una comisión investigadora paralizada y la poca transparencia por
parte del rey. La opinión pública pedía en final de la guerra.
• El clima de conspiración provocado por militares africanistas, que criticaban la indecisión del
gobierno ante la crisis marroquí y que consideraban que el radicalismo catalán amenazaba la
unidad del Estado. Exigían el aumento de los presupuestos de guerra para conseguir la
victoria en Marruecos. Veían en el golpe de estado la única forma de paralizar el expediente
Picasso (esto fue un factor determinante).
• La posición poco clara del rey que amenazaba, ante la parálisis política, de apelar a una
solución “con o sin Constitución”.

3.2 Etapas de la Dictadura.


Aunque Primo de Rivera presentó el golpe de estado como “un paréntesis de curación de los
males del país”, desde el primer momento estableció una férrea dictadura militar. Tuvo dos
etapas:
a) El Directorio militar (1923-1925).
Fue un gobierno de transición en el que Primo de Rivera era considerado como ministro único
e interlocutor ante el rey, apoyado por un Directorio militar formado por nueve generales cuya
función era asesorarle. Las medidas adoptadas fueron:
• Se decretó el estado de guerra y disolvió las Cortes y las garantías constitucionales.

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• Restringió las libertades: se censuraron las publicaciones y la prensa, se persiguió a los
intelectuales críticos (Miguel de Unamuno fue desterrado a Fuerteventura) y a las
organizaciones anarquistas,… Para ello, creó el somatén, un cuerpo policial represivo
para controlar el orden público, que se convirtió en una de sus obsesiones.
• Militarizó toda la Administración del Estado: gobernadores, diputaciones, ayuntamientos,…
eran controlados por militares. Con ello eliminaba de los cargos a los partidos políticos.
• Reprimió todo el nacionalismo catalán: les prohibió usar el catalán en actos oficiales y
eliminó la Mancomunidad de Cataluña. La persecución fue dura, por lo que el nacionalismo
catalán derivó hacia la izquierda y muchos de sus líderes tuvieron que exiliarse, lo que
provocó un rechazo generalizado a la institución monárquica y su firme adhesión a la causa
republicana, entre ellos, Francisco Macià.
• Puso fin a la guerra de Marruecos:
Primo de Rivera siempre se había mostrado partidario de abandonar Marruecos pero
finalmente pasó a la ofensiva. El cambio de postura se debió a dos factores:
Una parte del ejército, los africanistas, se mostraba a favor de la intervención para
detener el avance da Abd-el Krim, que había llegado a apropiarse de todo el
protectorado. Entre ellos estaba el general Sanjurjo y el teniente coronel Francisco
Franco.
El gobierno francés, ante la invasión de Abd-el-Krim del protectorado francés de
Marruecos, presionó al dictador para que interviniera militarmente en una operación
conjunta franco-española.
Así, en 1925, el ejército franco-español desembarcó en Alhucemas, derrotando a Abdel-
Krim que, dos años después (1927) finalmente tuvo que rendirse y entregarse a las
autoridades francesas, que le deportaron a la isla Reunión.
Con estos hechos finalizaba la guerra de Marruecos que había costado a España más de
25.000 muertos y 5.000 millones de pesetas.
Como consecuencia del desembarco de Alhucemas Primo de Rivera conseguía uno de
sus mayores éxitos políticos, obteniendo el reconocimiento del pueblo (cansado de la
guerra), del ejército y de los empresarios inversores en Marruecos. Además, acabada la
guerra, podía centrarse en planes de inversión pública y poner fin al Directorio militar.

b) El Directorio civil (1925-1930).


Fue el nuevo gobierno creado por Primo de Rivera con el que trataba de dar estabilidad e
institucionalizar la dictadura y permanecer en el poder, ya que el Directorio militar había sido
pensado como un régimen de transición. Este nuevo gobierno estaba formado por una
mayoría de civiles de extrema derecha, como Calvo Sotelo (ministro de Hacienda) y algunos
militares fieles al dictador. Pertenecían a la Unión Patriótica, partido creado por Primo de
Rivera en 1924 como apoyo de su gobierno. En realidad era un partido único (aunque el resto
de los partidos no fueron ilegalizados), católico a ultranza y castellano, de cuyas filas salieron
los miembros del gobierno, de las diputaciones y de los ayuntamientos. Estuvo tan vinculado
al poder que, tras la desaparición de la dictadura, se disolvió.
En este momento, su poder estaba consolidado y gozaba de una enorme popularidad, tras la
victoria de Alhucemas (Marruecos). Había llegado el momento de poner en marcha un plan
de medidas inspiradas en el fascismo italiano:

 Políticas: Creó una Asamblea Nacional Consultiva: era una asamblea (no un
parlamento democrático) formada por 400 representantes en su mayoría de la
Unión Patriótica, cuya misión era elaborar una legislación acorde con la política
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dictatorial y sobre todo redactar una nueva “Constitución”, en la que no se reconocía
ni la soberanía nacional, ni la división de poderes, ni las prerrogativas de la
Monarquía. Este proyecto de fue rechazado por gran parte de la opinión pública y
no tenía el apoyo del rey. Sólo la extrema derecha estaba de acuerdo con él.
 Económicas: defendió el intervencionismo económico del Estado. Gran parte de
esta etapa corresponde con un crecimiento económico mundial, por lo que el
comercio exterior español creció y con los beneficios se pudieron financiar obras
públicas e infraestructuras (carreteras, regadíos, embalses,...), y se crearon
monopolios (CAMPSA, Telefónica).
 Laborales: puso en marcha una política laboral, dirigida por el Ministerio de Trabajo:
Regulaba la emigración, creaba el seguro de maternidad, ayudas a las familias
numerosas y el descanso dominical.
Se creó la Organización Corporativa del Trabajo, en la que comités de patronos y
trabajadores regulaban las condiciones salariales y laborales y se sometían al
arbitraje del gobierno. Cada empresa tenía su corporación.
Esta política laboral contó con el apoyo de una gran parte de los socialistas. La UGT,
siguiendo las directrices de Largo Caballero (sucesor de Pablo Iglesias), participó en las
corporaciones, mientras la CNT y el PCE fueron ilegalizados y duramente perseguidos.

3.3 La oposición y el final de la Dictadura


Aunque no hubo una dura represión generalizada sobre los distintos grupos políticos, se ejerció
la censura y el aislamiento de algunos líderes políticos que acabaron partiendo al exilio. La
oposición fue cada vez mayor. La constituían:
• Los dos partidos de la Restauración: el partido Conservador y el partido Liberal, algunos de
cuyos miembros se convirtieron en republicanos.
• Los republicano: algunos muy radicales, como Lerroux o Macià. Llegaron a unirse y fundaron
una Alianza Republicana.
• Parte del ejército, enfrentado al dictador.
• Los intelectuales: Unamuno, una de las pocas voces que se levantó contra la implantación de
la Dictadura, fue expulsado de la universidad de Salamanca.
• El socialismo: el PSOE y la UGT aunque colaboraron en los inicios del Directorio civil,
finalmente triunfó el no colaboracionismo. Se decantan por posturas republicanas.
• El PCE y la CNT: partidos ilegalizados que actuaban contra el sistema desde la clandestinidad.
En 1929 las manifestaciones, las oleadas de huelgas, el derrumbe de la peseta,…etc. llegaron
hasta tal punto que Primo de Rivera optó por dimitir. La Corona, que temía ser arrastrada por la
oposición al dictador, aceptó su dimisión en enero de 1930.

IV. EL FINAL DEL REINADO DE ALFONSO XIII (1930-1931): LA PROCLAMACIÓN DE LA II


REPÚBLICA

4.1 El gobierno de Dámaso Berenguer (enero de 1930 a enero de 1931)


Tras la dimisión de Primo de Rivera, Alfonso XIII llamó al general Dámaso Berenguer para llevar
a cabo la transición de la Dictadura al sistema constitucional de la Restauración como si nada
hubiera sucedido. La tarea era difícil pues suponía hacer olvidar la responsabilidad y el apoyo del
rey en la implantación de la Dictadura, mientras los problemas se agravaban:
• La oposición al régimen parlamentario de la derecha, especialmente de la Unión Monárquica
Nacional: partido creado al disolverse la Unión Patriótica. A ella pertenecía José Antonio Primo
de Rivera, el hijo del dictador.

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• Las oleadas de huelgas en todas las grandes ciudades españolas promovidas por el PSOE,
la UGT y la CNT.
• El ascenso del republicanismo: durante la Dictadura se habían creado varios partidos
republicanos, con diferentes tendencias. Lo realmente importante es que en 1930 todos ellos
se reunieron y firmaron el Pacto de San Sebastián por el que se comprometían a iniciar una
insurrección para implantar la República e incluso crean un comité revolucionario que en
realidad era un gobierno provisional clandestino, presidido por Alcalá Zamora. Al pacto se
unieron el PSOE y la UGT. A partir de entonces tiene lugar una campaña a favor del régimen
republicano en la que intervienen intelectuales como Ortega y Gasset y Gregorio Marañón.
Esta insurrección, así como otras planeadas por el ejército, fracasaron, pero acentuaron el deseo
de cambio de sistema político y de proclamar la República.

4.2 El gobierno del almirante Aznar (enero a abril de 1931).


En enero de 1931 Alfonso XIII aceptó la dimisión de Berenguer y abrió paso al último gobierno de
la monarquía, presidido por el almirante Aznar. Éste anunció la convocatoria de elecciones
primero municipales y luego a Cortes Constituyentes, a la vez que prometía autonomía para
Cataluña.
Para participar en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 los republicanos formaron
una coalición electoral y consiguieron obtener la mayoría, interpretándola como el apoyo popular
a la República. Alfonso XIII trató de mantenerse en el poder, alegando que había que esperar a
las elecciones generales, pero el Comité revolucionario le exige el traspaso de poderes, por lo
que finalmente partió al exilio y el 14 de abril de 1931, el nuevo gobierno provisional proclama, en
la Puerta del Sol, la II República.

V. FACTORES DE LA EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA DE ESPAÑA EN EL PRIMER TERCIO


DEL SIGLO XX.

• A comienzos del siglo XX la modernización no había llegado plenamente a España.


La mayoría de la población activa era agraria, lo que suponía la preponderancia de
unas formas de vida en las que seguían ejerciendo gran influencia las élites rurales
y, en consecuencia, la escala de valores tradicionales.
• No obstante, un cierto descenso de la natalidad y la mortalidad, el mayor control de
nacimientos y el descenso de la nupcialidad, indica una cierta "modernización",
aunque todavía no equiparable a la de los países europeos más desarrollados. El
descenso de la natalidad se explica porque se contrae matrimonio a edades más
tardías, no obstante, se mantiene el modelo de la familia patriarcal en la que es
necesaria la aportación de hijos a la unidad económica familiar.
• En la década de los años veinte las ciudades de Madrid, Barcelona y Bilbao se
convirtieron en los grandes centros de atracción de mano de obra. Por ejemplo,
durante la década de los años veinte Barcelona recibió más de 30.000 inmigrantes,
la mayoría de los cuales se emplearán en las obras de construcción del metro y de
la Exposición Universal (1929).
• Si en 1920 la población española era de 21,3 millones de habitantes, en 1930
alcanza los 23,6 millones. Mientras que la natalidad se mantuvo alta, la mortalidad,
sobre todo la infantil, descendió.
• La población dedicada a la industria pasó del 21,4% en 1920, al 30,9% en 1930, el
sector servicios también se incrementaba del 20,2% al 21,3%, mientras que la

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población agraria descendía al 47,2%. Por primera vez la población agraria ya no
constituía la mayoría de la población activa española.
• Aunque aún España era un país en el que predominaba el sector primario, el
proceso de urbanización y modernización se había iniciado a partir de la década
de los años veinte, y solo se interrumpiría durante la Guerra Civil ( 1936-1939),
produciéndose un retroceso, por la guerra, de más de quince años.
• El proceso de industrialización y urbanización no hubiera sido posible sin
los avances tecnológicos, unido a la movilización de fuerzas de trabajo y las
exigencias de inversiones.
• El proceso de transición demográfica, que se caracteriza por un descenso tanto
de las tasas de natalidad, como de mortalidad, llegó a España más tarde que en
otros países de Europa occidental. Desde finales del siglo XIX las tasas de mortalidad
habían descendido en España como consecuencia de las mejoras higiénicas y
sanitarias, y también de la alimentación. Por lo que la mortalidad infantil descendió y
aumentó la esperanza de vida.
• No obstante, aunque también disminuyó la mortalidad catastrófica, España se vio
afectada por la gripe de 1918, que provocó una alta tasa de mortandad.
• En la década de los años treinta en Cataluña, zonas del levante y del cantábrico
se produjo un descenso progresivo de la natalidad, hasta equipararse a la de los
países más desarrollados de Europa occidental.
• En relación con los fenómenos migratorios, las migraciones exteriores mantuvieron
cifras altas, sobre todo entre los años 1900 y 1914. El principal destino eran los
países latinoamericano, hacia donde emigraron sobre todo gallegos. Tras el
estallido de la primera Guerra Mundial, muchos de los emigrantes españoles en
países europeos regresaron a España, lo que provocó el aumento de las tasas de
desempleo.
• Las migraciones interiores se dirigían del campo hacia las regiones y ciudades más
industrializadas del país: Cataluña, País Vasco, Madrid, y ciudades del litoral
mediterráneo. Lo que provocó el incremento de la población urbana española,
especialmente de las ciudades de Madrid y Barcelona, que superarán el millón de
habitantes.

TÉRMINOS HISTÓRICOS:

Alfonso XIII. Regeneracionismo. Semana Trágica de Barcelona. CNT. Desastre de Annual.


Desembarco de Alhucemas. Pacto de San Sebastián.

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