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BLOQUE 9: LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA

MONARQUÍA (1902-1931)

1. Define en qué consistió el “revisionismo político” inicial del reinado de Alfonso XIII, y las
principales medidas adoptadas.

2. Especifica la evolución de las fuerzas políticas de oposición al sistema: republicanos y


nacionalistas.

3. La quiebra del sistema: Analiza la crisis general de 1917: sus causas, manifestaciones y
consecuencias.

4. Describe la evolución de la dictadura de Primo de Rivera, desde el Directorio militar al


Directorio civil y su final.

5. Explica los factores de la evolución demográfica de España en el primer tercio del siglo
XX.

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El desastre de 1898 produjo una conmoción general en el país. Como consecuencia, el régimen de la
Restauración entró en una nueva fase, que vino marcada por la subida al trono de Alfonso XIII (1902-
1931), al cumplir la mayoría de edad. Pero el régimen canovista sufrió un deterioro durante los primeros
años del siglo XX, por la ruptura de la estabilidad turnista, que deja al descubierto todos los males de
España: miseria, atraso, nacionalismo, pujanza del republicanismo, violencia anarquista, conflictividad
obrera... A todos estos problemas se les trata de dar solución por medio del regeneracionismo, pero la
oposición de las clases privilegiadas frenará una reforma en profundidad. El sistema se verá sacudido
por profundas crisis como la Semana Trágica en 1909, las revueltas de 1917, la oleada huelguista de
1919 y el desastre de Annual (1921).

Todas ellas obligaron al Gobierno a depender cada vez más del ejército. Finalmente, el general Miguel
Primo de Rivera dio un golpe de Estado en 1923, liquidó el sistema constitucional y estableció un
régimen dictatorial durante siete años. La incapacidad del dictador para encontrar un nuevo sistema
político y su intento de perpetuarse en el poder, le hace caer. Tras este hecho, Alfonso XIII forma un
nuevo Gobierno que debía preparar la restauración del sistema parlamentario. Pero las elecciones
municipales de 1931 le demostraron que no tenía la confianza del pueblo. El 14 de abril es proclamada
la II República española y Alfonso XIII decide salir del país. Desde esa fecha el rey vivió en el exilio
hasta su muerte en 1941, sin haber renunciado a la corona.

1. DEFINE EN QUÉ CONSISTIÓ EL “REVISIONISMO POLÍTICO” INICIAL DEL


REINADO DE ALFONSO XIII, Y LAS PRINCIPALES MEDIDAS ADOPTADAS.

Alfonso XIII (1902-1931) asume la corona con 16 años, mantiene el sistema de turno de partidos y la
constitución de 1876, pero se agrava la situación por la inestabilidad política, la muerte de los
principales líderes políticos y los conflictos internos de los partidos turnantes. Además, persiste el
caciquismo, el fraude electoral, el absentismo en las elecciones y la corrupción administrativa, que
aumenta el desprestigio del sistema. A todo ello se une el aumento de la conflictividad social, por la
subida de los precios, el hambre, los salarios insuficientes y la subida del desempleo, apareciendo la
oposición al sistema, de manos de republicanos, socialistas, anarquistas y nacionalistas, además de la
amenaza de la revolución obrera y la cada vez mayor participación del ejército en los asuntos políticos.
Su reinado significó la crisis del sistema de la Restauración.

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El desastre del 1898 y su impacto en la opinión pública hizo aflorar el descontento que el régimen de la
Restauración había provocado entre la mayor parte de la clase media y de los intelectuales. Por ello,
surgió el Regeneracionismo, un movimiento intelectual y social, crítico con el sistema de la
Restauración, al que culpa de la decadencia española, su líder, Joaquín Costa, proponía modernizar el
país con reformas educativas, económicas y culturales como remedio a sus males (pobreza, atraso
económico, bancarrota financiera, caciquismo, pérdida de las colonias). Desde el punto de vista literario,
tuvo a los representantes de la Generación del 98 como máximos representantes, que hablaban de
europeizar España.

Las ideas regeneracionistas aplicadas a la política, se llevaron a la práctica a través del revisionismo
político. Éste fue una corriente de pensamiento que pretendió reformar el sistema político de la
Restauración, aplicando las medidas propuestas de los regeneracionistas. Los políticos eran conscientes
de la necesidad de cambios en el sistema político, para modernizar y adoptar el régimen a las nuevas
circunstancias. Se intentan llevar a cabo una serie de medidas, desde el propio gobierno, para
modernizar España “desde arriba” para “evitar la revolución desde abajo” sin alterar las bases
fundamentales del sistema de la Restauración, pues no acaban con el caciquismo ni el falseamiento
electoral, por miedo a una verdadera participación democrática.

Tuvo representantes entre los políticos conservadores y liberales, e incluso el monarca asumió una
imagen aparentemente moderna y renovadora, como defensor de los principios regeneracionistas.
Antonio Maura como líder conservador, pretende realizar una revolución desde dentro del gobierno,
para impedir que lo transforme una revolución popular. El programa político de Maura, denominado
Maurismo y sus intentos regeneracionistas quedarán expresados en la frase “Hagamos la revolución
desde arriba o nos la harán desde abajo”. Realiza una serie de medidas para mejorar la economía del
país, saneando presupuestos y favoreciendo la industrialización, impulsando la descentralización del
Estado para evitar amenazas separatistas (creando las mancomunidades), desarrollo de reformas de
contenido social, como la ley del descanso dominical, la creación del Instituto Nacional de Previsión,
dedicado a los seguros obreros, o el reconocimiento legal del derecho a huelga. Intentando la
democratización del sistema, para lo que modificó la ley electoral estableciendo el voto obligatorio,
aunque no consiguió acabar con la corrupción. Pero su gobierno se vio interrumpido por los sucesos de
la Semana Trágica de Barcelona (1909), causada por el llamamiento a filas a los reservistas para luchar
en Marruecos, cuya sublevación será duramente reprimida, lo que ocasionará la caída del gobierno
conservador.

En 1910, sube al poder el partido liberal con José Canalejas como jefe de gobierno, que emprendió el
intento más importante de regeneración del sistema para lograr su democratización. Intentó la
secularización del Estado, limitando la fundación de nuevas congregaciones religiosas (Ley del
Candado), fomentando la educación pública estatal. Las reformas sociales van encaminadas a mejorar la
situación de los más desfavorecidos, eliminó el impuesto de consumos (sustituido por un impuesto sobre
la renta, que perjudicaba a los ricos), mejoró las condiciones laborales de los trabajadores (reguló la
duración de la jornada laboral, el trabajo de mujeres y niños) y reformó la ley de reclutamiento, que
pasaba a ser obligatorio, eliminando la redención en metálico o sustitución. Pero sus reformas fueron
interrumpidas con su asesinato en 1912, a manos de un anarquista.

Posteriormente sube al poder el conservador Eduardo Dato, que mejora las condiciones laborales de
los trabajadores, aprueba una ley de accidentes de trabajo que obligaba a los patronos al pago de
indemnizaciones a sus asalariados, aplicando la reducción de la jornada laboral a 8 horas (1919) y
creando un sistema de pensiones para los ancianos. Fue tiroteado por anarquistas en 1921.

No obstante, a pesar de las reformas del revisionismo el sistema canovista contará con la oposición,
cada vez más fuerte, de los partidos y asociaciones obreras, de los nacionalistas y del cada vez más
poderoso movimiento republicano.

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2. ESPECIFICA LA EVOLUCIÓN DE LAS FUERZAS POLÍTICAS DE OPOSICIÓN AL
SISTEMA: REPUBLICANOS Y NACIONALISTAS:

Con Alfonso XIII en el trono se inicia la segunda etapa de la Restauración, en la que se intentó
modernizar el sistema político, pero el miedo a la democratización plena frenó la reforma del sistema,
entrando en quiebra. Los partidos excluidos del sistema habían tenido poco peso desde el comienzo de
la Restauración, pero en los inicios del siglo XX su fuerza y sus apoyos comenzaron a aumentar.

El republicanismo fue la principal fuerza de oposición, representa la aspiración de los intelectuales y


sectores de las clases medias a una democratización política, que identificaban con el régimen
republicano. Conoció una renovación ideológica con la inclusión de las doctrinas del nuevo liberalismo
democrático, más sensible a las reformas sociales, para intentar mejorar la vida de las clases medias y
obreras. Se divide en dos sectores, el Partido Radical de Lerroux, que buscaban el respaldo de las clases
obreras y mantenían contactos continuos con grupos revolucionarios y terroristas clandestinos. Y los
moderados y antirrevolucionarios, que buscaban el apoyo de las clases medias, con Melquíades Álvarez,
que posteriormente formará el Partido Reformista (1912), que quiso la democratización de las
instituciones políticas, que posteriormente evolucionó hacia posiciones monárquicas.

El nacionalismo catalán era el de mayor relevancia, estuvo dominado por La Lliga Regionalista de
Cambó que buscaba la regeneración política, modernización económica y autonomía para Cataluña.
Este partido defendía los intereses de la burguesía catalana, no contando con el apoyo de la clase obrera
ya que no atendía a las reformas sociales. Practicó una política pactista colaborando en ocasiones con
los partidos del turno. La izquierda catalanista tardó en organizarse y no tuvo un papel destacado hasta
la creación en 1922 de Estat Catalá de Francesc Maciá, que defiende el uso de la lucha armada para
alcanzar la independencia de Cataluña, con una milicia paramilitar juvenil, con adiestramiento
guerrillero y prácticas clandestinas.

El nacionalismo vasco sufrió un duro enfrentamiento tras la muerte de Arana (1903), por un lado el
sector independentista y defensor de las ideas aranistas, y por otro un sector más moderado que optaba
por la autonomía vasca dentro de España. Con la nueva estrategia del sector autonomista, el
nacionalismo vasco se extendió, aproximándose a la burguesía industrial, ampliando sus bases sociales
y convirtiéndose en la fuerza mayoritaria en País Vasco.

El carlismo solo mantiene respaldos sociales en las provincias de Navarra, Álava y Guipúzcoa, cada vez
con menos fuerza y apoyo social, Vázquez de Mella rompe con el movimiento y funda un nuevo grupo
político ultraderechista (Partido Tradicional), que colabora con el régimen dictatorial de Miguel Primo
de Rivera desde 1923. Hacia 1907 se creó el requeté, milicia armada formada por jóvenes carlistas para
luchar contra el republicanismo, anticlericales, socialistas y anarquistas, en enfrenamientos callejeros.

La oposición obrera estuvo representada por el Partido Socialista Obrero Español, fundado por Pablo
Iglesias, y el sindicato socialista Unión General de Trabajadores, que se mostraban partidarios de la
acción política para conseguir reformas sociales y laborales, extendiendo su acción en Madrid, País
Vasco, Asturias y Andalucía. Posteriormente, con la influencia de la revolución rusa, aparece el Partido
Comunista de España (PCE) en 1921, de escasa influencia. El movimiento anarquista impulsó la
fundación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT=700 000 afiliados), en 1910, de influencia
anarcosindicalista, aunque opuesta a la UGT, acordó con ella la huelga general de 1917. Posteriormente,
adoptó la táctica de acción directa, usando la fuerza.

3. ANALIZA LA CRISIS GENERAL DE 1917: SUS CAUSAS, MANIFESTACIONES Y


CONSECUENCIAS.

A comienzos de 1917 el descontento era general, en ello influyó decisivamente los efectos negativos
provocados por la Primera Guerra Mundial, en la cual España era neutral. Los beneficios
económicos generados por los negocios durante los años de la guerra fueron muy desigualmente
distribuidos desde el punto de vista social. Mientras la burguesía y los empresarios se enriquecían
rápidamente, las clases populares y el proletariado resultaron perjudicados por la escasez y el continuo
incremento de los precios en los alimentos de primera necesidad.

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En 1917 la crisis es generalizada, la crisis del sistema del turnismo, la necesidad de reformas, el
descontento militar y la conflictividad social provocaron una protesta generalizada de carácter
antigubernamental en la que se vieron implicados los militares, que crean Juntas Militares de Defensa,
la protesta política de los partidos situados al margen del turno dinástico, que se reúnen en Asamblea
Parlamentaria, y el problema obrero, con la convocatoria de una Huelga General.

El descontento militar creció debido a sus bajos salarios, en años de fuerte inflación, y por el
favoritismo de los ascensos que propiciaba la promoción de los militares en Marruecos en vez de por
antigüedad. Con el propósito de presionar al gobierno, protestar y defender sus reivindicaciones, se unen
formando Juntas Militares de Defensa, asociaciones de militares que se extienden por la mayoría de las
guarniciones peninsulares. Las Juntas reclamaban un aumento salarial y se oponían a los ascensos por
méritos de guerra (que solo beneficiaba a los que luchaban en Marruecos), reivindicando la antigüedad
como único criterio. Se enfrentaron al gobierno liberal y consiguieron la Ley del Ejército (1918) que
sube los sueldos, convirtiéndose al ejército en la columna vertebral de la monarquía.

La situación política no era menos grave, el conde de Romanones, que continuó con las viejas
prácticas de corrupción política, y ante las quejas, cerró las Cortes en 1916. Por lo que una
representación de diputados de la oposición (nacionalistas, republicanos y socialistas) reclamó su
apertura. La oposición crea una Asamblea de Parlamentarios en Barcelona, dirigida por Cambó, que
exigía una reforma constitucional, que favoreciera la democratización y acabara con el turnismo y el
sistema caciquil, pero no tendrá apoyos y será disuelta por el Gobierno.

Por último, la inflación, la miseria en el ámbito rural, la insuficiencia de los salarios y el crecimiento del
desempleo en las ciudades provocó la intensificación de los conflictos sociales y la agitación obrera, con
el apoyo de la CNT y la UGT. Ambas convocan la huelga general indefinida el 13 de agosto de 1917,
que se extendió por las principales ciudades españolas (Madrid, Barcelona, País Vasco y Asturias) y
duró varios días. El ejército ejerció una fuerte presión, con más de setenta muertos y centenares de
heridos. La huelga fracasó, especialmente por la falta de apoyo del campo.

Tras la crisis de 1917, el régimen monárquico de la Restauración se mantuvo, pero resultó muy dañado,
entrando en una etapa de acelerada descomposición, debido a la inestabilidad política, la conflictividad
obrera y la reacción del rey que apoya a los militares por miedo a una radicalización social (ley de
fugas, huelgas), siendo incapaz el sistema de renovarse e integrar las nuevas fuerzas sociales y
políticas.

- La guerra colonial en Marruecos. El desastre de Annual.

Los avances de las tropas españolas en Marruecos son lentos, siendo


hostigadas por las tribus rifeñas de forma permanente. Ceuta, Melilla y
Larache, eran puntos españoles aislados entre sí y era necesario unirlos.
En 1920 se crea la unidad de choque de la Legión, formada por soldados
españoles voluntarios y mercenarios reclutados entre indígenas moros,
exaltando la fuerza, la violencia, el sufrimiento y el desprecio a la
muerte, al mando de José Millán Astray y Francisco Franco.

En 1921se intentaron varias operaciones con el fin de controlar a los rebeldes, y para dirigir el ejército
de la zona se nombró al general Silvestre, relacionado con el rey, partidario de atacar a los rifeños. El
general inició una ofensiva hacia el interior del territorio que acabó en un verdadero desastre. El
desastre de Annual, tuvo lugar cuando el general Silvestre, inició un ataque imprudente, quedando
aislado de la retaguardia, mientras el jefe de los rifeños Abd-el-Krim, rodeó las tropas y derrotó al
ejército español, reduciendo las conquistas obtenidas por España en los doce años anteriores. Trece mil
hombres perdieron la vida y se gastaron más de 200 millones de pesetas. Al conocerse en España el
desastre de Annual se generalizaron las protestas y se exigieron responsabilidades por parte de los
partidos políticos. Se produce la división del ejército entre africanistas, partidarios de seguir la guerra en
Marruecos y peninsulares, partidarios de abandonar el conflicto. Y se abre el Expediente Picasso para
determinar las responsabilidades del desastre, que podían implicar al propio monarca. El intento de
evitar que el informe se difundiera fue el detonante que instigó a Primo de Rivera a encabezar un golpe
de Estado para poner fin al sistema Parlamentario.

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4. DESCRIBE LA EVOLUCIÓN DE LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA, DESDE
EL DIRECTORIO MILITAR AL DIRECTORIO CIVIL Y SU FINAL.

Frente a esta total desorganización política, social y militar, el capitán general de Cataluña, Miguel
Primo de Rivera, dio un golpe de Estado en Barcelona el 13 de septiembre de 1923. Sus razones
fueron la necesidad del cambio político, desprestigiado por el continuo fraude electoral, el miedo a una
revolución social, el aumento de la influencia del republicanismo y de los nacionalismos, y por último,
el descontento del ejército tras el desastre del Annual, evitando que el Expediente Picasso saliera a la
luz. La dictadura contó con el apoyo del rey, que deseaba un gobierno autoritario que acabara con los
desórdenes, parte del ejército y el empresariado catalán, para acabar con el peligro anarquista.

Manifiesto del general Primo de Rivera tras su golpe de Estado (13-IX-1923).


Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque hubiéramos querido vivir siempre en la
legalidad y que ella rigiera sin interrupción la vida española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso
requerimiento de cuantos amando la patria no ven para ella otra salvación que libertarla de los profesionales de la
política, de los hombres que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron
el año 98 y amenazaban a España con un próximo fin trágico y deshonroso. Españoles: ¡Viva España y viva el rey!.
No tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone. Asesinatos de prelados, ex
gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces e impunes atracos; depreciación de la
moneda; francachela de millones de gastos reservados; rastreas intrigas políticas tomando por pretexto la tragedia de
Marruecos; incertidumbre ante este gravísimo problema nacional; indisciplina social, que hace el trabajo ineficaz y
nulo, precaria y ruinosa la producción agrícola e industrial; impune la propaganda comunista; impiedad e incultura;
descarada propaganda separatista (y) pasiones tendenciosas alrededor del problema de las responsabilidades. No
venimos a llorar lástimas y vergüenzas, sino a ponerlas pronto y radical remedio, para lo que requerimos el concurso
de todos los buenos ciudadanos. No sentimos más ambición que la de servir a España. (…) En virtud de la confianza
y mandato que en mí han depositado, se constituirá en Madrid un directorio inspector militar, con carácter
provisional, encargado de mantener el orden público y asegurar el funcionamiento normal de los ministerios y
organismos oficiales.

Primo de Rivera justificó el golpe militar a través de un discurso con pretensiones regeneracionistas, un
tanto vacuo en cuanto a contenidos y soluciones concretas, convirtiéndose en dictador militar único, que
contaría con la asistencia de un directorio militar. En Europa, los sistemas políticos liberales habían
entrado en declive, y son reemplazados por gobiernos de tipo dictatorial, autoritarios o fascistas, que se
imponen para contener el avance de las organizaciones obreras marxistas revolucionarias.

La Dictadura fue presentada como una solución política provisional para restablecer la normalidad,
asesorado por un directorio formado por militares, quedando la dirección militarizada, Primo de Rivera
poseía todos los poderes, con carácter autoritario, manteniendo en suspenso la Constitución de 1876,
disuelve las Cortes, declaró el estado de guerra, que incluía la supresión de libertades, se reactivó la
antigua institución del Somatén (ciudadanos armados voluntarios) para colaborar en el mantenimiento
del orden público, además de prohibir los partidos políticos y sindicatos, persiguiendo a nacionalistas
vascos y catalanes. Por otra parte, la CNT es disuelta y la Mancomunidad Catalana suprimida en un
intento de fortificar el sistema centralizador, (se prohíbe el uso de la lengua catalana y el baile de la
sardana). Se creó un partido único, la Unión Patriótica, que apoyaba al régimen.

Además, el Directorio militar resuelve dos graves problemas: el terrorismo, al restablecer el orden
público, descendiendo la conflictividad social; y el problema de Marruecos, al conseguir la pacificación
del protectorado marroquí tras el desembarco de Alhucemas (1925), junto con el ejército francés.

Tras su éxito en Marruecos, sustituye el Directorio Militar por un Directorio Civil, (1925), se fue
abandonando la idea de dictadura y se intenta institucionalizar el régimen para darle continuidad y
permanencia, ya que el Directorio militar había sido pensado como un régimen de transición. Este
nuevo gobierno estaba formado por civiles de extrema derecha (Calvo Sotelo), pertenecientes a la Unión
Patriótica, poniendo en marcha un plan de medidas inspiradas en el fascismo italiano. Se crea una
Asamblea Nacional Consultiva, cuya misión era elaborar una legislación acorde con la política
dictatorial y elabora un anteproyecto de texto constitucional, que se basaba en el corporativismo,
catolicismo, antiparlamentarismo, pero que no tenía el apoyo de la opinión pública ni del rey, que
acabará fracasando.

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No obstante, si la dictadura se mantuvo hasta 1930, fue por la prosperidad económico debido a la
coyuntura internacional, iniciada en los “felices” años veinte, tras la Primera Guerra Mundial. En este
contexto, el régimen puso en marcha un programa de intervencionismo económico mediante el fomento
de las obras públicas (ferrocarriles, carreteras, planes hidroeléctricos), se crean monopolios estatales
en los sectores energéticos y de telecomunicaciones (CAMPSA, Telefónica, Tabacalera…), se
refuerza el proteccionismo arancelario, para salvaguardar nuestros productos industriales y agrarios.
Desde el punto de vista social, se crean comités paritarios compuestos por representantes de obreros y
patronos, junto con el delegado gubernamental, tratan de resolver conflictos laborales, evitando huelgas
y creando estabilidad laboral. Impulsando la legislación social, dando subsidios por familia numerosa,
seguro de maternidad...

La oposición al régimen estaba dirigida por la intelectualidad, siendo Unamuno el símbolo de esta
oposición, llevándose a cabo revueltas en las universidades. Por los republicanos, los nacionalistas, los
comunistas, los anarquistas y el ejército, que protagoniza la “sanjuanada” (1926), una conspiración
militar en contra del régimen. Al final de la década la mala coyuntura económica de 1929 impide la
continuación de las obras públicas y el régimen entra en crisis. Por todo ello, el rey optó por retirar
su confianza al dictador, que dimite el 30 de enero de 1930.

Alfonso XIII decide restablecer el viejo sistema parlamentario, nombrando jefe de gobierno a Dámaso
Berenguer, pero su retorno al sistema constitucional de 1876, con elecciones siguiendo los viejos
cánones caciquiles, junto a la crisis económica del 29 que deja verse en España, hacen fracasar su
gobierno. La oposición comenzó a organizarse y los republicanos, catalanistas, y el PSOE, se unen en el
llamado Pacto de San Sebastián (agosto 1930), que constituye un comité revolucionario, con el fin de
un posible pronunciamiento militar para imponer la República en España. Un brillante grupo de
intelectuales se muestra también adicto al republicanismo, e incluso el ejército, se opone a la monarquía,
como demuestra la Sublevación de Jaca (12 de diciembre de 1930).

Finalmente la caída de la monarquía se produjo por los resultados de las elecciones municipales que
tuvieron lugar el día 12 de abril de 1931, donde todos los partidos pudieron presentar candidatura,
siendo derrotados los partidos monárquicos. Ante la victoria de los partidarios de la República, el rey
partió al exilio. El 14 de abril de 1931 se proclama la Segunda República, con un pacífico y bullicioso
entusiasmo colectivo. Las causas de su triunfo deben buscarse en el desprestigio de la monarquía,
debido al apoyo del rey a la dictadura de Primo de Rivera, y no haber podido resolver los problemas
económicos y sociales.

5. EXPLICA LOS FACTORES DE LA EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA DE ESPAÑA EN


EL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX.

A comienzos del siglo XX se inicia en España el régimen de transición demográfica, aunque con
retraso respecto a otros países de Europa occidental, en el que este proceso tuvo lugar en el último tercio
del siglo XIX, pero duró menos y fue más intensa. Se caracteriza por una aceleración en el crecimiento
de la población. La mortalidad disminuye (desciende del 29 por mil en 1900 al 16 por mil en 1936)
debido a las mejoras higiénicas, sanitarias y alimenticias, como los servicios públicos de limpieza,
alcantarillado y agua potable, disminuyendo la mortalidad catastrófica, pese a la epidemia de gripe
(1918). Sin embargo, el descenso de las tasas de natalidad fue más lento, la natalidad seguía siendo
elevada porque no existían métodos anticonceptivos, los hijos eran una ayuda en el campo y una forma
de asegurar el porvenir de los padres, la elevada mortalidad infantil, la influencia de la Iglesia, aunque
poco a poco disminuye debido a la modernización de la vida urbana y la incipiente incorporación de la
mujer al trabajo no doméstico, lo que favorece el control de la natalidad. El tardío, pero intenso
descenso de la mortalidad, elevó las tasas de crecimiento natural de la población a nivel de las europeas
del siglo XIX, aumentando la población por encima del 1% anual en los años 20, y aumentando la
esperanza de vida (de 35 años en 1900 a 50 en 1930).

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La distribución espacial de esta población continuó el modelo anterior, descenso del interior, salvo
Madrid, aumentando la población de la periferia, especialmente el noreste peninsular, especialmente
Barcelona, donde más de la mitad de su población era inmigrante.

Los movimientos migratorios tanto interiores como exteriores se multiplicaron a partir de finales del
siglo XIX. En los primeros años del siglo XX aumento de forma notable la emigración a ultramar
(Cuba, Argentina, Brasil), teniendo un espectacular aumento hasta 1914 debido a la 1º Guerra Mundial.
El perfil del emigrante era varón, joven, campesino y alfabetizado, especialmente de Galicia, Asturias y
Canarias. Las causas eran los bajos salarios y las malas condiciones de vida y la escasez para cultivar,
proporcionando la emigración el envío de dinero para España que contribuyó a equilibrar la balanza de
pagos.

En cuanto a la migración interior, destaca el éxodo rural provocado por el proceso industrializador,
especialmente a Barcelona y País Vasco. El proceso de urbanización comenzó en la segunda mitad del
siglo XIX y se aceleró en este momento por el desarrollo de la industria, especialmente en Madrid y
Barcelona (en 1930 Madrid y Barcelona superan ya el millón de habitantes y diez capitales de provincia,
los 100 000 habitantes), pero aún se sitúa lejos de la tasa de urbanización de los principales países
industriales europeos.

La modernización demográfica y económica se reflejó también en la distribución de la población


activa con un descenso en la agricultura y un crecimiento de la mano de obra industrial y de
servicios. Pasando la población ocupada en el sector secundario del 14% en 1900 al 26% en 1930, con
el consiguiente descenso del sector primario, que pasó del 70% al 47%.

CONCEPTOS:

Alfonso XIII, Regeneracionismo, Semana Trágica de Barcelona, CNT, Desastre de Annual,


Desembarco de Alhucemas, Pacto de San Sebastián.

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