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TEMA 10

LA CRISIS DE LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA (1902-1931)


1. EL REFORMISMO DINÁSTICO:
El reinado de Alfonso XIII (1902-1931), coincidió con una larga crisis y con el colapso del sistema de la
Restauración. Los proyectos reformistas acabaron fracasando por las resistencias internas del propio sistema. En
conjunto, el primer tercio del siglo XX se caracterizó por:
- Las divisiones internas entre los partidos del turno que provocaron una creciente inestabilidad política y
constantes cambios de gobiernos (muerte de sus líderes, Cánovas 1897, Castelar 1899, Pi y Margal 1901, Sagasta
1903).
- Aumento de la conflictividad social por la insuficiente industrialización y las grandes desigualdades sociales.
- Incremento y desarrollo de la oposición política y social al sistema (republicanismo, nacionalismo, movimiento
obrero)
- Intervencionismo de Alfonso XIII en la vida política, lo que incrementó su desprestigio como rey y debilito la
monarquía.
- La reaparición del intervencionismo del ejército en la vida política, que se intensificó con la Guerra de Marruecos
(1909-1925).
Los primeros años del reinado de Alfonso XIII estuvieron marcados por los intentos de regeneración reclamada
por quienes pedían una renovación moral de la vida social y política, el fin del caciquismo y del falseamiento
electoral. En este sentido se dieron varias tendencias:
- Críticas desde dentro de los partidos del propio sistema. Destacaron en el partido Conservador Francisco Silvia y
Antonio Maura, y en el Liberal José Canalejas. Su crítica se basaba en los aspectos más negativos como el fraude y
la manipulación electoral.
- Desde los partidos marginados del sistema que, tras la crisis del 98, tenían como objetivo movilizar la opinión
pública para desbancar definitivamente a los partidos del turno.
- Desde el regeneracionismo intelectual y literario que denunciaron la decadencia de España y la necesidad de
regeneración. Sus principales representantes fueron Unamuno, Ganivet, Maeztu, Ortega y Gasset, Joaquín Costa,
Machado, Pio Baroja, etc.
a) El reformismo conservador:
El primer intento fue el de Francisco Silvela, sucesor de Cánovas entre 1899 y 1903. Fracasó al no poder vencer la
resistencia existente incluso dentro de su partido. Abandonó la política y fue sustituido por Antonio Maura. Este
intentó regenerar el sistema ampliando su base social con las llamadas "masas neutras" (clases medias)
indiferentes hasta entonces a la participación política.
- Para desbancar a la vieja casta caciquil elaboró la Ley de Administración Local y la Ley Electoral de 1907. Sin
embargo, fueron reformas superficiales, como la introducción de la elección automática (un único candidato en
un distrito) que acabó favoreciendo al caciquismo ya que lograba la elección del candidato previsto simplemente
evitando que tuviera rivales.
- El proyecto reformista también pretendió integrar al catalanismo a partir de la concesión de mayor autonomía a
ayuntamientos y diputaciones y del reconocimiento de las regiones.
- En economía se adoptaron medidas proteccionistas para impulsar la actividad industrial
- Mejoró la legislación laboral con la Ley de Protección de Accidentes Laborales, La Ley sobre las condiciones de
trabajo de mujeres y niños, la Ley de descanso dominical, la Ley de huelgas y se creó el Instituto Nacional de
Previsión (1908).
-Finalmente se impulsó una activa política exterior en la que se aceptaba que España interviniera en Marruecos.
Pero el talante autoritario de Maura y la falta de entendimiento con el Partido Liberal y, sobre todo, la dura
represión de la Semana Trágica, en 1909, terminaron con su principal etapa en el gobierno.

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b) El reformismo liberal:
José Canalejas representaba el ala más "izquierdista" del Partido Liberal. Su acción de gobierno entre 1910 y 1912
se propuso atraer a ciertos sectores populares a través de un mayor reformismo social y delimitar el poder de la
Iglesia. Sus reformas fueron:
- Respecto a la Iglesia: planteó la separación de la Iglesia y el Estado y la Ley del Candado, que prohibía,
temporalmente, la implantación de nuevas órdenes religiosas en España.
- Respecto a los regionalistas y nacionalistas proyectó la Ley de Mancomunidades (1912) que permitía que varias
Diputaciones se unieran para la gestión de servicios públicos. Esta Ley fue aprobada en 1914 por el gobierno de
Dato.
- En relación a Hacienda, reformó el sistema impositivo con la sustitución del impuesto de consumos por un
impuesto progresivo sobre las rentas urbanas.
- La Ley de Reclutamiento (1912) establecía que el servicio militar era obligatorio en tiempos de guerra y quedaba
suprimida la redención en metálico.
- Leyes laborales, como las normativas sobre el trabajo de la mujer y sobre los contratos.
Sin embargo, Canalejas se mostró inflexible con las huelgas de 1911 y 1912, que fueron reprimidas militarmente.
Su asesinato en un atentado anarquista en 1912 marcó el final de la etapa regeneracionista promovida desde el
propio sistema. A partir de entonces se agravó la crisis de los partidos del turno, tanto por las divisiones internas
como por la falta de entendimiento entre ambos.
2. LA OPOSICIÓN POLÍTICA:
2.1 EL REPUBLICANISMO:
Era el principal grupo de oposición política y la minoría parlamentaria más numerosa. Su fuerza era notable en las
zonas urbanas donde el voto podía expresarse con mayor libertad. Con la llegada del nuevo siglo surgió un nuevo
republicanismo que se caracterizó por un amplio movimiento social, de carácter reformista, que agrupo a
sectores de la burguesía librepensadora y a amplias capas de las clases populares. El republicanismo sufrió varias
etapas durante este periodo:
- En 1903 nació la Unión Republicana, con la finalidad de dar unidad al republicanismo y donde se agrupaban
diferentes tendencias republicanas en torno a Nicolás Salmerón. Su programa incluía la restauración de la
Constitución de 1869, la proclamación de la República y la convocatoria a Cortes Constituyentes. En las elecciones
de 1903 y 1905 la Unión Republicana obtuvo el triunfo en algunas grandes ciudades como Madrid, Barcelona y
Valencia.
- En 1908, se fundó el Partido Republicano Radical, por el acercamiento entre Unión Republicana y el
catalanismo. Fue liderado por Alejandro Lerroux y contó con un importante apoyo social y electoral en Barcelona.
Este partido presentaba un ideario anticlerical, supuestamente revolucionario y profundamente demagógico.
Hacia 1910, después de la Semana Trágica, perdió buena parte de su influencia, moderó su discurso y se trasladó
a Madrid.
- En Valencia, Vicente Blasco Ibáñez impulso el Blasquismo, un movimiento que presentaba bastantes
semejanzas con el Lerrouxismo.
- En 1909, como consecuencia de la represión del Gobierno en la Semana Trágica, se constituyó la Conjunción
Republicano-Socialista. Que integraba a diversos grupos republicanos y al PSOE. En las elecciones de 1912 esta
alianza obtuvo 27 escaños y ganó en Madrid, Barcelona y Valencia.
- En 1912, Melquiades Álvarez fundó el Partido Reformista, que se declaraba republicano y contaba entre sus
filas a intelectuales como José Ortega y Gasset y Manuel Azaña. Pretendía abandonar el antiguo radicalismo
republicano y presentaba un programa democratizador de la vida política. Aunque tuvo una cierta influencia
entre la intelectualidad, no consiguió una implantación efectiva ni entre las clases medias ni entre los
trabajadores.

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2.2 EL CARLISMO:
En 1909 murió el pretendiente Carlos VII y lo sucedió su hijo Jaime. Las disputas y las disidencias dentro del
partido durante la jefatura de Jaime fueron frecuentes. La más importante se produjo a raíz de la Primera Guerra
Mundial, cuando un sector contrario al apoyo a los aliados se manifestó germanófilo y su líder Juan Vázquez de
Mella, abandonó su militancia y fundó el Partido Tradicionalista en 1919.
Las bases tanto de los integristas, de Ramón Nocedal, como del tradicionalismo se concentran en el País Vasco,
Navarra y Cataluña. Ambos aceptaron la participación electoral y siempre dispusieron de representación en el
Congreso.
Con la llegada de la Segunda República en 1931, los tres grupos (Carlistas, integristas y tradicionalistas)
consiguieron reunirse en un solo partido que se llamaría Comunión Tradicionalista.
2.3 NACIONALISMOS:
Tras el desastre del 98 se incrementó en Cataluña y el País Vasco la actividad de los partidos nacionalistas, que
aumentaron su arraigo social y su influencia electoral.
a) Cataluña:
La victoria en las elecciones de 1905 de la Lliga Regionalista, liderada por Prat de la Riba y Cambó alarmó al
ejército, que veía peligrar la unidad del país. Los comentarios satíricos incluidos en algunas publicaciones
catalanistas dieron lugar a que grupos de oficiales asaltaran e incendiaran varias imprentas y redacciones
(incidentes del cu-cut). El gobierno liberal presidido por Segismundo Moret apoyó al ejército y promulgó la Ley de
jurisdicciones, que establecía que los delitos contra la nación y el ejército serían juzgados por tribunales militares.
Cataluña reaccionó con la formación de una coalición electoral llamada Solidaritat Catalana, que incluía a todas
las fuerzas políticas catalanas, con excepción de los partidos dinásticos y los lerruixistas. La coalición consiguió una
clara victoria electoral en 1907 frente a los partidos del turno.
Durante los años siguientes el catalanismo moderado representado por la Lliga alternó etapas de colaboración
con el gobierno con otros momentos de mayor radicalización. Entre 1914 y 1923 la Lliga controló la
Mancomunidad de Cataluña, organismo administrativo que controlaba los municipios catalanes.
b) El País Vasco:
El Partido Nacionalista Vasco incrementó su influencia en la sociedad vasca. En 1911 se creó un sindicato
nacionalista católico, Solidaridad de Trabajadores Vascos. En 1916 el PNV pasó a denominarse Comunión
Nacionalista Vasca y, con el fin de atraer a la burguesía al ámbito nacionalista, se presentó como un partido de
orden defensor de la riqueza nacional. Sus primeros éxitos electorales se dieron en 1917 y 1918, cuando por
primera vez se presentó a elecciones generales y obtuvo 6 de los 7 escaños de Vizcaya.
Desde la muerte de Arana convivían dos corrientes dentro del nacionalismo: los partidarios de mantener el
pensamiento independentista frente a los más moderados y autonomistas. En 1921 se escindió el grupo más
independentista (Aberri), pero en 1931 se volvieron a reagrupar bajo el nombre de Partido Nacionalista Vasco.
Este mismo año se fundó un nuevo partido nacionalista, Acción Nacionalista Vasca.
c) Galicia:
En Galicia, el primer paso hacia la acción política fue la creación en La Coruña de la Irmandade da Fala, que
impulsó el uso del gallego, y de Nosa Terra (1916) que se convirtió en el portavoz del nacionalismo y en el
instrumento aglutinador y propagandístico de quienes aspiraban a convertirlo en una fuerza política. Entre los
intelectuales que sentaron las bases del nacionalismo gallego destacan Manuel Murguía, Alfredo Brañas y sobre
todo Vicente Risco, que en 1920 publicó, Teoría del Nacionalismo Galego, considerado el texto fundacional del
nacionalismo gallego.
d) Valencia:
El valencianismo adquirió cierta importancia a partir de la creación de Valencia Nova (1904) y del grupo Juventud
Valencianista (1908), que promovieron la primera asamblea regionalista valenciana con la finalidad de
comprometer a todos los partidos políticos en la creación de un proyecto valencianista a imitación de Solidaritat
Catalana pero no llegó a consolidarse. En 1918, Ignacio Villalonga fundó la Unión Valencianista Regional.

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e) Aragón:
El aragonesismo surgió en la segunda mitad del siglo XIX dentro del movimiento romántico y la incipiente
burguesía, con la reivindicación de los valores culturales propios y de la defensa del reino y las instituciones
medievales. A esto se unió el arraigo aragonés de Joaquín Costa que, aunque no fue nacionalista, reclamó
insistentemente en sus escritos los derechos del mundo campesino aragonés.
La primera organización que reivindicaba el regionalismo aragonés fue la Unión Regionalista Aragonesa, que se
integraría más tarde en la Unión Regionalista de Aragón de Juan Moneva Puyol. En la década de 1920 surgió el
Proyecto de Bases para el Estatuto de la región aragonesa (1924).
f) Andalucía:
El principal inspirador del andalucismo fue Blas Infante, que en 1915 plasmó su propuesta en la obra "Ideal
andaluz". Participó además en la creación de los Centros Andaluces, plataformas al margen de los partidos
políticos en defensa de la autonomía administrativa y económica de Andalucía. También tuvo un papel destacado
en la primera asamblea regionalista andaluza celebrada en Ronda en 1918 y en Córdoba en 1919, donde
establecieron las bases del particularismo andaluz y se propuso la autonomía.
Durante la Segunda República, Blas Infante aprovechó el nuevo marco democrático para introducirse en la
política, transformando los Centros Andaluces en La Junta Liberalista de Andalucía, que se presentó sin éxito a las
elecciones de 1931. También colaboró en la redacción de un Estatuto de Autonomía que tuvo escaso respaldo
popular y nunca llegó a aprobarse.
El grupo andalucista encabezado por Blas Infante pertenecía a la reducida burguesía intelectual andaluza y no
consiguieron el apoyo social necesario para su propuesta regionalista ya que, por una parte, la burguesía agraria
no tenía interés en enfrentarse al poder central con quien compartía los mismos intereses políticos, y por otra, el
campesinado se encontraba muy influenciado por las ideas socialistas y anarquistas, y el objetivo de la revolución
social se hallaba muy extendido.
2.4 ANARQUISMO Y SOCIALISMO:
El siglo XX comenzó con un intenso ciclo de agitaciones obreras, que fueron aumentando hasta 1911, con el
intento de huelga general revolucionaria. La principal incidencia se dio en Cataluña, Valencia, Andalucía, Asturias,
País Vasco y Madrid.
- Anarquismo: con el fin de consolidad la difusión del anarquismo y abarcar el conjunto del territorio español, en
1910 se fundó la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), que se convirtió en la principal organización obrera
del país. Entre los años 1911 y 1914, la CNT estuvo prohibida y perseguida. En 1919, en los congresos de Madrid y
Barcelona, se reafirmó en su ideario de no participación en la vida política, en la defensa de la negociación directa
entre empresarios y obreros, y a la acción directa, lo cual dio lugar a un incremento de las acciones violentas.
Entre los años 1918 y 1923 el anarquismo vivió, especialmente en Barcelona, unos años de enfrentamientos con
las fuerzas del orden público (época del pistolerismo). Sus líderes fueron Salvador Segui, Ángel Pestaña y Joan
Peiró.
- Socialismo: En la primera década del siglo XX, el PSOE fue abandonando paulatinamente su aislamiento político
y se mostró partidario de establecer coaliciones electorales con los republicanos. En 1910, y gracias a una
coalición, el socialismo entró en el juego parlamentario y a partir de ese momento conoció un notable incremento
de su fuerza electoral y de su influencia en la vida pública. Sus principales líderes eran Pablo Iglesias, Julián
Besteiro y Francisco Largo Caballero, que estaba al frente de la UGT.
A partir de 1917 el PSOE se vio inmerso en un proceso de radicalización, debido al debate interno en torno a la
Revolución Soviética en Rusia, que explica su participación en las huelgas generales de ese año. Su rechazo a
integrarse en la Internacional Comunista promovida por Lenin, provocó la escisión en 1921, que fue el origen del
Partido Comunista de España (PCE), cuyos líderes más destacados fueron José Díaz y Dolores Ibárruri.

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3. LA SEMANA TRÁGICA Y SUS CONSECUENCIAS:
En 1906, España inició su penetración en el Norte de África. La Conferencia de Algeciras (1906) y el posterior
Tratado Hispano-Francés (1912), supusieron el establecimiento de un protectorado franco-español en Marruecos.
A España se le concedió una franja en el norte del Riff, y un enclave en la costa en la costa Atlántica (Ifni y Río de
Oro). La presencia española se vio estimulada por intereses económicos (mineros, inversiones en ferrocarriles,
obras públicas, etc.) como por la voluntad política de restaurar el prestigio del ejército, después del desastre del
98, que pretendía volver a convertir a España en una potencia colonial.
Sin embargo, la presencia española fue contestada por las tribus bereberes (cabilas). Los continuos ataques de los
rifeños obligaron a mantener una fuerte presencia militar, que se intensificó en 1909, cuando los rifeños
infligieron una importante derrota a las fuerzas españolas en el Barranco del Lobo, cerca de Melilla. Se decidió
entonces incrementar el número de soldados en el Rif Para evitar la caída de Melilla. El gobierno ordenó el envío
de tropas integradas por reservistas, muchos de ellos casados. El envío de este contingente de fuerzas provocó un
importante movimiento de protesta popular en Barcelona, ya que el sistema de quintas comportaba que solo los
varones de las familias humildes que no podían pagar el rescate fueran reclutados para la guerra. Estas protestas
fueron apoyadas por anarquistas, socialistas y republicanos, y fue conocida como La Semana Trágica.
Los incidentes comenzaron el 18 de julio durante el embarque de las tropas en el puerto de Barcelona. La revuelta
se prolongó durante una semana, teniendo un fuerte componente antimilitarista y de rechazo a la hegemonía
social y cultural de la Iglesia. En las calles se levantaron barricadas, se produjeron enfrentamientos con las fuerzas
del orden y se incendiaron más de 80 edificios religiosos.
Las autoridades respondieron declarando el estado de guerra y enviando refuerzos para suprimir las
manifestaciones, de esta manera el movimiento se radicalizó y derivó hacia la actuación incontrolada de grupos
que actuaban sin control. La situación volvió a la normalidad a partir del 29 de julio. Los balances de los
enfrentamientos fueron más de 100 muertos, 300 heridos y casi un centenar de edificios destruidos.
La represión posterior fue muy dura, centenares de personas fueron detenidas, 1500 se vieron afectadas por
consejos de guerra y se dictaron 17 condenas a muerte, de las cuales se ejecutaron 5. El caso más conocido fue el
del librepensador y fundador de la Escuela Moderna, Ferrer Guardia, que no había participado directamente en
los sucesos y cuyo proceso y ejecución genero grandes protestas dentro y fuera de España.
3.1 CONSECUENCIAS DE LA SEMANA TRÁGICA:
La Semana Trágica tuvo importantes consecuencias políticas:
- Caída del gobierno de Maura por la dureza de la represión que unió a los liberales y a los republicanos en su
crítica al gobierno. Ante la presión, el rey disolvió las Cortes y entregó el gobierno al liberal José Canalejas, que
hasta su asesinato en 1912 llevó a cabo el último intento reformista del sistema de la Restauración.
- Desestabilización de los partidos del turno incapaces de aglutinar las diversas tendencias que surgían dentro de
ellos:
*En el Partido Liberal pugnaron por el liderazgo el Conde de Romanones y Santiago Alba, que se alternaron en el
poder en una situación de inestabilidad permanente.
*En el Partido Conservador tomó el mando Eduardo Dato, que formó gobierno en 1913 y murió víctima de un
atentado en 1912.
La nueva situación política comportó también una reorganización de las fuerzas de la oposición:
- Fortalecimiento del republicanismo con la creación de un nuevo partido de carácter moderado, Partido
Reformista (1912) y con el acercamiento de las fuerzas de izquierdas, y en concreto con el crecimiento de la
Conjunción Republicano-Socialista.
- El descrédito del republicanismo lerrouxista, fruto del ambiguo papel adoptado en los acontecimientos de 1909,
que acentuó el desencanto de muchos obreros que engrosaron las filas del anarcosindicalismo.
- El reforzamiento del catalanismo republicano derivado del desprestigio de la Liga Regionalista, acusada de haber
apoyado la represión gubernamental.

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4. LA CRISIS DE 1917:
A comienzos de 1917 en España existía un profundo descontento social agravado por la coyuntura de la Primera
Guerra Mundial, que supuso el empeoramiento del nivel de vida de las clases populares en un momento de
grandes beneficios empresariales.
La crisis estalló en marzo cuando la CNT y la UGT convocaron una huelga para protestar por el encarecimiento de
los productos de primera necesidad. Ante esta situación el gobierno de Dato suspendió las garantías
constitucionales, clausuró las Cortes e impuso la censura de prensa. Durante el verano de 1917 el gobierno tuvo
que hacer frente a una crisis generalizada:
- Conflicto obrero, porque las organizaciones sindicales convocaron una huelga general.
- Conflicto militar, que crearon las Juntas de Defensa ya que estaban en desacuerdo con el sistema de ascenso de
los militares que primaban mayoritariamente a los méritos de guerra y por tanto beneficiaban a los militares
africanistas.
- Conflicto político, porque los partidos opositores se reunieron en la Asamblea de Parlamentarios, convocada por
la Lliga Regionalista (Barcelona, 5-7-1917), en la que reclamaron la formación de un Gobierno Provisional, la
celebración de Cortes Constituyentes para elaborar una nueva Constitución y la descentralización del Estado.
La reacción del gobierno fue represiva: la huelga obrera fue duramente reprimida por el ejército y se encarceló y
se sometió a Consejo de Guerra al comité de huelga. Las Juntas de Defensa Militares fueron disueltas y el
gobierno prohibió la reunión de diputados y senadores convocada para el 19 de julio que fue finalmente disuelta
por la Guardia Civil.
Ante el peligro de una revolución obrera, el ejército apoyó a la monarquía y la burguesía, representada en la
Asamblea de Parlamentarios, que también retrocedió. El fracaso de este movimiento permitió que el sistema de
la Restauración durase 5 años más.
5. DESCOMPOSICIÓN DEL SISTEMA PARLAMENTARIO Y LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA (1918-
1930).
Entre 1918 y 1923 se agravaron los problemas con una profunda crisis económica y social y por el desarrollo de la
Guerra de Marruecos.
a) Crisis económica y social:
El fin de la Primera Guerra Mundial supuso la reducción de las exportaciones españolas y la economía entro en
una profunda crisis. Miles de personas perdieron su empleo y los sindicatos reaccionaron con huelgas y protestas.
Este movimiento tuvo especial incidencia en Cataluña con la huelga de la Canadiense en 1919, que abastecía de
electricidad a Barcelona. Los sindicatos y la patronal alcanzaron un acuerdo en el que se incluía la jornada laboral
de 8 horas y la readmisión de los despedidos. Al incumplirse el acuerdo se reprodujo el conflicto con una
radicalización de las posturas que derivó en el pistolerismo.
Entre 1919 y 1921 se produjeron movilizaciones en Castilla La Mancha, Extremadura y sobre todo en Andalucía,
donde a esta intensa movilización obrera se le conoce como el "Trienio Bolchevique". Las movilizaciones, sobre
todo campesinas, exigían mejoras salariales y de las condiciones de trabajo, así como el reparto de tierras,
promovidas fundamentalmente por los anarquistas. El gobierno vio estas movilizaciones como un preludio de la
revolución social y reaccionó declarando el estado de guerra, encarceló a los líderes del movimiento e ilegalizó las
asociaciones obreras y campesinas.
b) Crisis política:
La crisis de 1917 agravó la situación política ya que la fragmentación de los partidos del turno impedía la
existencia de mayorías parlamentarias estables, y la debilidad y división de la oposición no permitía construir una
alternativa al sistema de la Restauración.
Para superar esta situación se recurrió a Gobiernos de Concentración, integrados por los partidos dinásticos y por
algunos políticos de la Asamblea de Parlamentarios y de la Lliga Regionalista catalana. Esta fórmula suponía en la
práctica la quiebra del turno de partidos tal y como había sido diseñada por Cánovas. El más relevante fue el

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llamado Gobierno Nacional, presidido por Maura en 1918, que incluía a todos los jefes parlamentarios de los
partidos monárquicos (solo duró 7 meses).
Tras el fracaso de los Gobiernos de Concentración se volvió al Turno de Partidos. Entre 1918 y 1923 se sucedieron
una docena de gobiernos inestables, que recurrieron con frecuencia a las medidas de excepción (suspender las
garantías constitucionales y clausurar el Parlamento).
c) Problema de Marruecos:
La defensa del protectorado de Marruecos era fuerte, sostenida por una parte del ejército, los africanistas, y por
el propio rey Alfonso XIII, así como de una parte de industriales interesados en la construcción del ferrocarril y la
explotación de las minas. Sin embargo, la opinión pública no entendía que España interviniera en una zona tan
pobre arriesgándose a una nueva guerra.
En 1921 se produjo el "Desastre de Annual", por culpa de una mala planificación y dirección del general Silvestre
que contaba con el apoyo del rey. Los ataques y emboscadas a las tropas españolas, inexpertas y diseminadas en
multitud de pequeñas fortificaciones, dieron lugar a una retirada masiva y desordenada que causó más de 13.000
muertos en el ejército español.
Este desastre provocó una terrible impresión en la opinión pública que ya era contraria a la guerra. Hubo grandes
protestas y los diputados socialistas y republicanos pidieron el abandono de Marruecos y la petición de
responsabilidades sobre los hechos. La comisión militar de investigación puso de manifiesto grandes
irregularidades de corrupción e ineficacia tanto en el ejército de Marruecos como en el Gobierno. Los socialistas y
republicanos plantearon la responsabilidad del rey. En 1923, poco antes de que el Congreso emitiera su dictamen
sobre el informe (Expediente Picasso), el golpe de Estado de Primo de Rivera impidió conocer las conclusiones de
la investigación sobre el Desastre de Annual.
5.1 LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA:
En abril de 1923, el gobierno Liberal de García Prieto pretendió llevar a cabo una reforma de la Constitucion y de
la Ley Electoral que incluía una mayor democratización del sistema, la reducción de la influencia de la Iglesia, la
limitación de poderes del rey y un nuevo marco de relaciones laborales.
Por otra parte, entre los militares existía un gran descontento por las responsabilidades que se pudieran
desprender del Expediente Picasso, que investigó el desastre de Annual.
Para frenar las reformas anunciadas por el gobierno e impedir el debate en las Cortes, Miguel Primo de Rivera,
que en ese momento era Capitán General de Cataluña impulsó un golpe de Estado militar el 13 de septiembre de
1923. El Gobierno exigió al rey la destitución de los sublevados, pero el rey se negó a destituirlos y el Gobierno
dimitió.
Primo de Rivera justificó su actuación en un manifiesto dirigido a la nación en el que se culpaba de desgobierno a
los políticos y a los partidos tradicionales y declaraba su intención de regenerar la política nacional, acabar con el
caciquismo y la corrupción, recuperar el orden público, poner fin a la conflictividad obrera y garantizar la unidad
nacional frente al auge de los nacionalismos.
La alta burguesía, una parte de las clases medias y del ejército, así como el rey y su entorno aceptaron la
dictadura como una solución a la crisis. La mayoría de la población reaccionó con indiferencia o fue favorable al
golpe de Estado. Se esperaba que el nuevo régimen tuviera un carácter temporal y pusiera fin a un sistema que
había demostrado ser incapaz de solucionar los problemas del país. Por eso la dictadura no tuvo inicialmente
oposición, salvo el intento fallido de huelga general de la CNT.
a) EL DIRECTORIO MILITAR (1923-1925)
Alfonso XIII nombró a Primo de Rivera presidente del Directorio, un gobierno compuesto exclusivamente por
militares. Sus primeras medidas fueron la declaración del estado de guerra en todo el país (que estuvo vigente
hasta 1925), la suspensión de la Constitución, la disolución del Parlamento y la ilegalización de los partidos
políticos y organizaciones obreras. También puso fin a la Mancomunidad de Cataluña.

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Para acabar con el caciquismo, muy arraigado en Andalucía, se sustituyeron los Gobernadores Civiles por
militares, se disolvieron los ayuntamientos, que fueron reemplazados por Juntas de Vocales compuestas por los
grandes contribuyentes de las ciudades y se elaboró un Estatuto municipal y otro provincial.
Esta labor depuradora se extendió a todas las provincias andaluzas, pero la supuesta depuración fue muy
superficial, ya que en la práctica siguieron copando las instituciones locales y provinciales.
Por otra parte, fue un periodo muy represivo, que se dirigió fundamentalmente contra la CNT. Se prohibieron las
manifestaciones y huelgas, y persiguió y encarceló a los principales dirigentes obreros. La represión redujo
drásticamente los conflictos laborales y puso fin a la agitación social de los años anteriores y al pistolerismo en las
calles.
Para mantener el apoyo del ejército, Primo de Rivera intentó resolver la cuestión de Marruecos y en 1925
intervino militarmente en el Rif. Los ataques contra el protectorado francés, dirigidos por el líder rifeño Abd el-
Krim, proporcionaron la colaboración militar entre Francia y España, que se concretó en el desembarco español
en la bahía de Alhucemas (8 de septiembre de 1925). Estas acciones militares conjuntas supusieron la derrota
definitiva de Abd el Krim y el final de la guerra de Marruecos.
Por último, se desarrolló una legislación laboral y social que reguló el trabajo de la mujer, promovió la
construcción de viviendas obreras e impulsó una política de obras públicas para reducir el desempleo.
Estos primeros éxitos dieron popularidad a Primo de Rivera que a finales de 1925 decidió cambiar la composición
del Directorio.
b) EL DIRECTORIO CIVIL (1925-1930)
El directorio militar fue sustituido por el civil, con el objetivo de abandonar el estado de excepción y ceder
protagonismo a los civiles. El nuevo gobierno presidido por Primo de Rivera contaba con técnicos civiles como
José Calvo Sotelo, ministro de hacienda, y Eduardo Aunós, como ministro de trabajo.
Primo de Rivera pretendía consolidarse en el poder, contando con los sectores conservadores de la banca y de la
industria. Contaba con la buena coyuntura económica internacional de la década de los años 20, y se proponía
emprender una reactivación económica basada en el nacionalismo económico y el dirigismo estatal.
Basándose en las instituciones italianas de Mussolini, en 1924 se formó un partido llamado Unión Patriótica, un
partido gubernamental, sin ideología definida, cuya misión primordial era prestar apoyo social a la dictadura. A
esta formación política se unieron sobre todo funcionarios, integrantes de organizaciones católicas, militares y
propietarios agrícolas. Como órgano auxiliar del partido, el Directorio creó el Somatén, una fuerza armada
ciudadana con capacidad para apoyar a la policía y al ejército en momentos de conflictos internos.
Para institucionalizar el nuevo régimen, en 1927 se convocó una Asamblea Nacional Consultiva. Se trataba de un
órgano corporativo, compuesto por funcionarios de la administración, escogido por sufragio indirecto (se había
eliminado el sufragio universal) y representantes sociales escogidos desde el gobierno. Su función fue
meramente consultiva y siempre actuó bajo el control del Estado.
La Asamblea debía elaborar un Estatuto Fundamental de la Monarquía a modo de Constitución. El proyecto se
presentó en 1929 y establecía un régimen autoritario en el que el poder legislativo estaría en las Cortes con el rey.
La mala acogida entre la opinión pública hizo que no llegase a ser aprobado.
El sindicalismo socialista colaboró en un principio con el nuevo sindicalismo, pero se retiró más tarde. La CNT se
negó a participar y muchos anarcosindicalistas fueron perseguidos, detenidos o tuvieron que exiliarse.
c) LA OPOSICIÓN A LA DICTADURA:
La oposición fue creciendo con el paso de los años:
- Los antiguos partidos dinásticos, criticaron la excesiva duración del régimen y apoyaron conspiraciones militares
como la llamada "sanjuanada" de 1926.
- Los republicanos organizaron la Alianza Republicana, con representantes de distintas tendencias como Lerroux,
Manuel Azaña o Niceto Alcalá Zamora, que protagonizaron una campaña de desprestigio del régimen a nivel
nacional e internacional.

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- Los intelectuales y estudiantes universitarios denunciaron la censura de la prensa y la falta de libertad de
expresión. Algunos de ellos sufrieron persecuciones del régimen: Miguel de Unamuno fue desterrado a
Fuerteventura y Blasco Ibáñez tuvo que exiliarse. Los estudiantes agrupados en la Federación Universitaria
Española (1927) promovieron huelgas y manifestaciones.
- La burguesía catalana se unió a la oposición tras la eliminación de la Mancomunidad y la prohibición de hablar
catalán. Se incrementó la influencia del nacionalismo radical representado por Estat Catalá liderado por Francesc
Maciá desde el exilio.
- La oposición obrera se centró fundamentalmente en la CNT y en el entonces pequeño Partido Comunista de
España, que fueron perseguidos y prohibidos. Con el objetivo de aumentar la influencia anarquista dentro de la
CNT, en 1927 se creó la Federación Anarquista Ibérica (FAI). A partir de 1929 el PSOE entró en contacto con los
republicanos que intentaban poner fin a la dictadura y sustituir la monarquía por un régimen republicano.

FINAL; La crisis económica mundial iniciada en 1929 alcanzó también a España, donde ocasionó un rápido
incremento del desempleo y un creciente descontento social. Ante la nueva coyuntura la dictadura fue perdiendo
paulatinamente los apoyos de sus inicios.
El 27 de enero de 1930, Primo de Rivera, gravemente enfermo, presentó su dimisión a Alfonso XIII, que la aceptó.
Dos meses después, el dictador fallecía en su exilio en París. Alfonso XIII trató de volver al régimen constitucional
existente hasta 1923, y a tal fin nombró jefe de Gobierno al general Berenguer, inaugurando la llamada
"dictablanda".
La oposición republicana se movilizó rápidamente, y en agosto de 1930 estableció el Pacto de San Sebastián, un
acuerdo para poner fin a la monarquía, al que se unieron los socialistas y algunos intelectuales como Fernando de
los Ríos, Ortega y Gasset y Gregorio Marañón.
También se creó un Comité Revolucionario presidido por Niceto Alcalá Zamora. En febrero de 1931, el almirante
Aznar, formó un nuevo gobierno. Como parte de la estrategia para volver al problema parlamentario y
constitucional, se convocaron elecciones municipales para el 12 de abril de 1931. Estos comicios se convirtieron
en un plebiscito sobre la monarquía y fueron ganados por las candidaturas republicanas. El 14 de abril de 1931
era proclamada la Segunda República Española y el Comité Revolucionario, presidido por Niceto Alcalá Zamora, se
convirtió en Gobierno provisional. Ese mismo día el rey abandonó España camino del exilio.

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